Los Tratamientos Silviculturales A Vita
Los Tratamientos Silviculturales A Vita
Los Tratamientos Silviculturales A Vita
ros rn IíITENTOS
SIIVICUITURATES
VITA ALONSO
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¡DAD DE CHILE
CIENCTAS AGRARIAS Y FORESTALES
DE CIENCIAS FORESTALES
, 1996
IIITfYEN§II}AD IDE CHILD
FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS Y FORESTALES
DEPABTAMETTTO DE SITUIGUTTURA
sAl{ftAGO - CHltE
199.6
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.) I
nme¡ctón edlhda Pol:
Escuela de Ciencias Forestales
Facultad de Ciencias Agrarias y Forestale
Universidad de Chile
Comlti Ed¡loc
Jorge Gilchrist M.
Angel Cabello L'
Dr. Juan CaldenteY P.
Dra. Carmen L¡z de la Maza A.
René Carmona C.
Adelina Manríquez L.
J.
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Edh*ón mt3¡ada Pot:
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AGRADSMilIEÍUTO
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PROLOGO
Esta nuena publicaciún fue revisada y coregida por los Profesores, Dr. Harald Schmidt van
M. y Dr. Frncl& Ganido G., a quieres agradecemc su valiosa colaboración.
Comhé Editor
IHDICE
Pá9.
INTRODL'CGIOT{ 1
GETENAU§á§€§'SOBRE LA SILVICULTURA 2
3.1. Co@to 15
3.2. Cond{eitxns,riccssartüs paa et éxito de la regeneración natural por
semillas 15
3.3. Preg*i&t del sitio para la reg¡eneración 17
4.1. Ge*ralklades. . . . 22
4.2. Carxterfstirc del mÉtodo 22
4.3. Ord¿naciún 24
4.4. VertBias y &ventaiae de la tala'rasa 25
4.S. ApliÉacie de¡l rnétdo de tda ras 26
5.1. GeaeráliMes 28
5.2. Caraterfeticas del método 28
5.3. Vermias y desventaias del método del árbol semillero 30
5.4. AÉlcaci6r* 30
6.1. Generalidades . . . 33
b.¿. Carrcterf§nicas generales del métüdo 33
o,J. Mda{idades de cortas sucesivas 36
6.4. Ords*acién de bosques trat¡rdos por el método de cortas sucesivas 42
6.5. Ventaias y desveñtajas de las cortas sucesivas 47
6.6. Aplkación ds las cortas sLrcivas 48
Pág.
VII. CORTASINTERMEDIAS., 55
7.1 , Gereralidades . . . 55
7.2. Etapas de desarrollo de un rodal 55
7.3. Clasificación de las cortas imermedias 56
8.1. Umpias 57
8.2. Clareos 58
x. RALEOS 67
10.1 . Generalidade§ . . . . 67
1O.2. Desarrollo natural de un rodal . 68
10.3. Ctasificación en clases de copa 69
f 0.4. Métodos de raleo 70
10.5. Predesignación de los árboles de producción 73
10.6. Periodicidad de los raleos 74
1O.7. lntensidad de los raleos 76
10.8. Procedimiento para marcar raleos 81
10.9. Efectos de los raleos 81
xt. PODAS 86
1.1. Obietivos 86
1.2. Proceso de la poda natural 86
1.3. Poda artifrcial y sus efectos sobre el árbol 87
1.4. Programas dE poda 88
1.5. Técnicas de pda 90
BIBLIOGRAFIA 141
hrTnoDuccroN
Por tal motivo, se ha mantenido el esquema general de la primera edición, pero con
un cambio en el énfasis de los diversos capftulos, con un mayor desarrollo en aquellos
considerados de más actualidad.
Del mismo modo, es preciso aclarar que los temas que se tratan en este texto
corresponden exelusivamente al tratamiento silvicultural de bosgues naturales o artificiales,
excluyéndose la forestación de terrenos desprovistos de vegetación leñosa. La importancia
y desarrollo de este último tema amerita un texto especializado.
I. GENERALIDADES SOBRE LA SILVICULTURA
La silvicuttura es una disciplina que forma parte de las ciencias forestales y cuyo
objeto fundamental es la producción vegetal leñosa con el propósito de obtener el máximo de
beneficios, en el menor t¡empo posible y en forma sostenida. Esto último lleva implfcito el
aspecto de conservacién, es decir, las intervenciones silviculturales procurarán no afectar la
estab¡l¡dad del ecosistema forestal, única forma de mantener un desarrollo sustentable para
beneficio de la sociedad.
La maximización de los beneficios está relacionada con los productos que se pueden
obtener de las áreas forestales y que aparecen esquematizados en el siguiente cuadro :
CUADRO 1.1
l) De la fitomasa leñosa :
1) Hongos comestibles
2l Farraie herbáceo
lll) Aoua
En general, se puede señalar que si el objetivo es simple (por ejemplo, madera) las
estructura§ tienden a ser también simples y eficientes. En cambio, objetivos más complejos
(uso mriltiple) consideran estrueturas más complicadas y probablemente más ineficientes
considerando un uso particular (DANIEL, HELMS y BAKER, 1gg2),
r)
En un bosque natural, lo más probable es que exista una asociación de varias especies
entre los cuales una o más destaca por el valor de su madera. En este sentido, las acciones
silviculturales procurarán mejorar, hasta donde sea posible sin comprometer el futuro del
ecosistema foresta¡, la participación de dichas especies dentro del total eri desmedro de las
menos valiosas' Esto se puede lograr en cualquier etapa del proceso silvicultural, desde
la
regeneración hasta los tratamientos intermedios. Como complemento de to anterior,
la
determinación de la estructura a través de la arquitectura individual de los ejemplares permite
modificar la biomasa hacia los cornponentes de mayor interés para los propósitos de maneio
3
bl Control sobre la edad v lonqitud de la rotaeión
No obstante, existe otra razón por la cual este hecho se manifiesta en forma más
evidente. Dentro de las fases de regeneración y de crecimiente óptimo se puede intervenir,
acelerando el perfodo de regeneración y aplicando cortas intermedias a lo largo de toda la
rotaeíón con lo que se consigue dinamizar el sistema, de tal manera que es posible
incrementar el crecimiento en varias veces respecto al testigo, como lo demuestran trabajos
de investigaci6n realizados en Chile y que serán considerados más adelante.
Finalmente, se debe señalar que, al erecer el bosque dentro de sus fases más
productivas, cumple en forma más eficiente con las funciones de protección y mejoramiento
ambiental, en particular la fijación de CO, (GARRIDO, 1992),
dl Métodos de orotección
Acciones de protección contra agentes bióticostales como patógenos, insectos, fauna
silvestre y domést¡ca, como asimismo coñtra agentes abióticos, tales como elfuego, también
contribuyen a meiorar la producción de los bosques manejados en relación a los sin maneio.
1.3 Relación entre la silvicultura y otras disciplinas de lss ciencias forestales
Una de las decisiones que debe tomar el ingeniero forestal en un plan de manejo es
el nivelde intensidad de silvicultura que va a aplicar, elcual está muy asociado a los aspectos
económicos. Como resultado del nivel de intensidad elegido se puede distinguir, en términos
relativos, una s¡lvicultura intensiva de una extensiva. A continuación se señalan algunos
eiemplos:
Los factores que influyen en el nivel de intensidad de silvicultura son los siguientes:
accesibilidad delbosque, potencialidad dels¡tio, calidad del bosque, objetivos del maneio, tipo
de propietario y su capacidad financiera'
En términos muy simples, las retac¡ones entre las disciplinas se produce segÚn los
indicado en la Figura 1 .1 .
llaar io
Forc¡ lo I
bajo silvicultura rnuy extens¡va los rodales pueden llegar a 50 ha o incluso más. Por ejemplo,
en la silvicultura tropical alcanzan 300 ha {MATHEWS, 1991). Lo mismo ocurre en los
bosgues mediterráneos.
En general, existe una cierta coincidencia entre el tipo forestal y la unidad de manejo.
Por ejemplo, si en un predio existen, de rnayor a menor altitud, los tipos Araucaria-Lenga,
Coigüe-Raulf, plantaciones de Pino insigne y terrenos a forestar, cada uno de ellos constitu¡rá
una o más series, dependiendo de la superficie total. Como se analizará más adelante, el
tratamiento fundamental para cada una de las situaciones señaladas es diferente.
para que sea posible manejar el predio usando el principio del rendimiento sostenido
debe existir en la serie un equilibrio en las clases de edad. Si se trata de un monte alto o bajo
regular deberán estar repre§entadas todas las edades o clases de edades.
El tamaño de una serie depende de varios factores, entre los cuales se pueden
mencionar la superficie total de¡ predio, de cada tipo forestal, de la intensidad de la silvicultura
y naturaleza del propietario. No existe un lfmite superior aconsejado. Una serie puede llegar
a tener 1O.OOO ha o más. En países como Francia tienen habitualmente entre 500 y 5.000
ha. Como lfmite inferior, se aconsela establecer series que tengan al menos 50 ó 100 ha'
1.3.4 Silvicultura y explotación o cosecha forestal
Gran parte de la actividad de la silvicultura está basada en las cortas, siendo éste el
principal modo mediante elcual elbosque se controla y se perpetúa. Tanto durante elperíodo
de regeneración como en la etapa de cortas intermedias, las cortas constituyen el modo
principalde que dispone elsilvicultor para determinar los efectos que desea causar en el rodal.
Por lo tanto, existe una estrecha relación entre ambas disciplinas.
Antes de la llegada de los españoles a Chile, los atacameños forestaban con Tamarugo
y Algarrobo los canchones abandonados luego de un uso agrícola (CASTRO, 1986). Ello
constituye probablemente uno de los primeros ejemplos a nivel mundial de pueblos que se
dedicaron a la forestación sistemática en desiertos.
Durante el perfodo colonial se introdujo una gran cantidad de especies exóticas, con
las cuales se efectuaban pequeñas plantaciones, part¡cularmente en propiedades
pertenecientes a órderies religiosa§.
En los dos últimos decenios del siglo pasado comenzó la forestación a mayor escala,
utilizando la especie Pinas radiaüa {Pino lnsigne), actividad que, con algunas excepciones de
decrecimiento temporal, se ha ído incrementando en forma sostenida.
Durante la década recién pasada, la silvicultura del Píno lnsigne se intensificó en forma
notable en aquellos bosques destinados a productos de exportación en qt¡e la apariencia de
t la madera es muy importante. Ello se advierte en todas las etapas del proceso silvicultural .
l'
La primera referenc¡a de plantación a nivel extens¡vo con especies nativas en la zona
sur corresponde a la efectuada en '!952 con Raulf en 52 ha del fundo Quechumalal, al sur del
lago PanEuipulli (COGOLLOR y VITA, 1979). Hacia fines de esa década las plantaciones con
la misma especie se extendieron a la Reserva Forestal Llancacura y, en la década del 70, al
Complejo Forestal y Maderero Panguipulli y Fleserva Nacional de Malleco. Desde comienzos
de la década del 60, se efectuaron plantaciones con las principales especies nativas, además
de introducidas, en el Centro Forestal Frutillar de la Universidad de Chile, con lo cual quedó
dernostrada la factibilidad técnica de forestar con esas especies.
Desde fines de la década del 60, la Universidad Austral de Chile comenzó estudios
para el conocimiento de la siivicultura de bosque nativo, centrados principalmente en la zona
de Panguípulli. Por su parte, el Departamento de Silvicultura de la tlniversidad de Chile
desarrolló el programa "Ecologfa y Silvicultura del Bosque Nativo", mediante el cual se
estudió, en forma integral los antecedentes básicos para la silvicultura en Hualo lNothofagus
glaucal, Raulí, Araucaria y Alerce.
10
II. GENERALIDADES EN RELACIOñI A LOS TRATAMIENTOS SILVICULTURALES
Para efectos del campo de acción de la silvicultura se pueden considerar dos etapas:
regeneración y cortas intermedias. En un monte (alto o bajo) regulal') ambas etapas están
perfectamente diferenciadas en el t¡empo {Figura 2.11 y en el espacio.
l.l Monte aho : provsnicnte de eemilla¡, Monté bajo : reproducción vogetativá. Monte regular : de la misma
edad. Monte irregular : dc distintas edades.
11
a) Conducentes a estructura de monte alto reoular
b1) Selección
La decisión para elegir entre ambas alternativas debiera considerar, al menos, los
siguientes aspectos:
12
const¡tuida por varias espec¡es. Para homogenizar el repoblado obtenido en forma
natural debe recurrirse a los clareos.
Obtener una alta densidad mediante plantación es de alto costo. por ejemplo, pa(a
Raulf significa plantar como mínímo 4.444 individuos por hectárea. por tal motivo,
bajo esta perspectiva la regeneración natural constituye una buena alternativa desde
el punto de vista económico para lograr el efecto de alta densidad a bajo costo.
13
clareos, el balance final en este aspecto claramente favorece a la regeneración
natural. La diferencia entre ambos métodos varla dependiendo de múlt¡ples factores,
pero como referencia, se puede señalar que la plantación representa un costo entre
507o y 600% superior a la regeneración natural'
14
III. PROCESO DE REGENERACION NATURAL POR SEMILLAS
3.1 Concepto
Para que la regeneración natural se lleve a cabo deben cumplirse las siguientes
condiciones:
a) Semillación
'!5
Existen especies que tienen buena semillación todos los años. Como ejemplo, se
pueden citar Pino, Eucalipto y Maitén, Otras, como Ouillay y Peumo presentan algunos años
de mala producción, luego de una serie de años productivos. En Araucaria predominan los
años con buena producción, con ciclos entre 2 y 5 años {MUÑOZ, 1984}. En cambio, para
Raull y Coigüe los ciclos son mayores, con predominancia de los'años malos. Para una misma
especie, mientras más fría es la estación más largo es el ciclo de producción de semillas. La
información sobre la producción de semillas determina el momento en gue se va aplicar el
tratamiento.
El modo de dispersión de las semillas es otro aspecto importante que por sí sólo puede
determinar el método de regeneración a emplear, Las especies de semilla dispersadas por el
viento tiene mayores posibilidades de elección de tratamientos silviculturales que las
dispersadas por gravedad.
Para que un suelo pueda recibir las semillas y continuar el proceso de regeneración,
debe estar libre de obstáculos, En la práctica, dichos obstáculos están constituidos por los
desechos de la explotación y por la vegetacién del sotobosque o invasora, la cual además,
compite con las plántulas por agua, nutrientes y luz. En relación al primer aspecto
VALDEBENITO (1981) determinó que el residuo de explotación con alturas mayores de 30 cm
impide la obtención de regeneración natural de Pino insigne.
16
c) Condiciones edáficas
En relación a este aspecto, se puede señalar que los problemas más frecuentes que
se presentan son la excesiva compactación, la presencia de un mantillo de hojarasca no
descompuesta y humedad excesiva. El suelo excesivamente compactado es el resultado de
un manejo inadecuado del recurso. En Chile, este problema se presenta con mayor frecuencia
en las zonas con clima mediterráneo, debido a la falta de una cubierta vegetal protectora y
el sobrepastoreo cuando el suelo se encuentra húmedo. Ello puede explicar, en parte, la
escasa regeneración por semilla de las especies forestales en dichos ambientes.
Contrariamente a lo que ocurre con las especies de semillas grandes, las pequeñas no
producen plántulas si caen sobre hojarasca, sin alcanzar el suelo mineral. Esto se observa en
especies como Ouillay, los Nothofagus, Tineo y Pino insigne, entre otros.
El impacto de los accidentes cl¡máticos y del fuego se puede atenuar mediante una
adecuada elección, del tratamiento silvicultural. En efecto, la regulación de la cobertura
arbórea y del sotobosque influye sObre las temperaturas extremas, el viento en superficie y
el contenido de humedad del suelo y de los desechos de explotación.
17
se real¡za a nivel del dosel arbóreo. Mediante estas acciones, se pueden regular
indirectamente los aspectos señalados en el punto anterior. No obstante, existen otras
actividades complementarias directas de preparación del sítio y que son comunes para todos
los métodos de regeneración natural por semillas. Además, son los mismos utilizados en la
forestación, con la diferencia de no tener las restricciones que.impone la presencia de árboles
que van a constituir fuente de semilla o de protección, como ocurre con algunos de los
métodos de regeneración natural.
Los métodos de preparación del sitio que se analizan a continuación pueden cumplir
con más de uno de los propósitos señalados. Del mismo modo, para cada fin es posible
combinar dos o más métodos.
a) Manuales
La preparación manual del sitio es el método más antiguo y usado cuando el costo de
la mano de obra es competitivo frente a las otras alternativas. Mediante este sistema se
pueden disponer en forma ordenada los restos de explotación, limpiar la vegetación del
sotobosque o invasora, remover total o parcialmente la capa de hojarasca del suelo, preparar
el suelo bajo la forma de casillas, llneas o en pleno y efectuar obras de drenaje. La manera
más habitual es con herramientas manuales, pudiendo incluirse en este rubro el desbrozador
con motor (pequeña sierra circular).
b) Uso de animales
18
vegetación leñosa, ovinos y caprínos, respectivamente. En muchos casos este método no da
resultados plenamente satisfactorios y debe combinarse con otro.
c) Mecánicos
Otro tipo de equipo son los util¡zados para desbroce y escarificación superficial del
suelo. Pesan 7 a I toneladas y, en forma radial o perpendicular al perímetro contienen
cuchíllos longitudinales, separados eRtre sí 20 a 35 cm (Op. cit.).
d) Qufmicos
En los palses desarrollados, en las últimas décadas el modo más versátil y de bajo
costo para combatir las malezas en la actividad silvicultural lo han constituido los herbicidas.
Sin embargo, la controversia por el uso de estos productos químicos ha aumentado en años
recientes y se prevé que limitará en el futuro el uso de esta herramienta (HOBBS and
RADOSEVICH, 1987), No obstante, el desarrollo de herbicidas altamente selectivos hacia
cultivos específicos, ha determinado un gran auge en años recientes en la actividad agrícola
tDtAZ, 1991).
Eléxito que se logre con el uso de herbicidas y su posible acción negativa sobre el
ecosistema dependerá del conocimiento que se tenga de ellos. De acuerdo con DIAZ (1991),
los factores que condicionan la eficiencia de los herbicidas son:
19
Factores de las malezas: clasificación (hojas anchas o angostas, anuales, bianuales
o perennes), especies, oportunidad biológica de aplicación.
En la silvicultura chilena, aparte de los viveros, los herbicidas han sido utilizados
principalmente en plantaciones de Pino insigne (CAMPOS, 1982; ALVAREZ, 1988) y de
Eucalyptus spp. (PHADO y BARROS, 1989)'
Entre los herbicidas más conocidos que se han utilizado en la silvicultura se pueden
mencionar los siguientes (DANIEL et al, 1982; LANIER, 1986; CAMPOS,'1982; ALVAREZ,
1988):
el Fueqo
20
En ralación al primer propósito, elfuego se puede usar al barrer, donde el combustible
presenta continuidad, o bien en forma de pilas o en montones dispuestos en fajas. La
intensidad de la quema y la velocidad de propagación está afectada por el tamaño de los
combustibles, su cant¡dad y disposición, contenido de humedad, pendiente y condiciones
climáticas (DANIEL et al, 1982). Los efectos sobre las propiedades microbiológicas y de
fertilidad dd suelo dependen, además, de la textura. En general, el suelo de textura pesada
tiende a ser dañado, no ocurriendo lo mismo con elde textura liviana que, incluso, puede ser
mejorada.
En Chile, se han efectuado algunos estudios en suelo para forestación con Pino de la
zona mediteránea húmeda, entre los cuales se pueden mencionar a MENDOZA (19861,
MODER (1986) y RAVANAL {1990}. De ellos se desprende que los cambios sobre las
diferentes propiedades del suelo son variados.
La combinación de métodos para la preparación del sitio puede ser más efectiva y
causar menos impacto ecológico que la aplicación intensiva de un solo método. Como
ejemplo de combinación se puede mencionar el desbroce manual o mecánico, la quema y la
aplicación de herbicidas para controlar el rebrote (DANIEL et al, 1982).
21
IV. METODO DE TALA RASA ("}
4.1 Generalidades
Este método de regeneración, denominado también de corta Única, es uno de los tres
que dan como resuttado un monte alto reoular. Esto significa que, a nivel de unidad
silvicultural (rodall, los ejemplares provienen de semilla y tienen la misma edad o clase de
edad.
En este caso la regeneración se produce a partir de semillas que habfan caído al suelo
antes de la explotación o, más frecuentemente, a partir de semillas contenidas en conos
serotinos que permanecen en los restos de la explotación. Estos desechos se pueden dejar
distr¡buidos cubriendo toda la superficie o dispuestos en fajas. Los conos se abren por la
acción del calor solar o de quemas controladas. Este sistema no tiene limltaciones de forma
y superficie de la corta corno ocurre con la otra modalidad'
En inglés : Clearcutting
En francás : Coupe unique, coupe ras6, coupe á blanc
En alemán : Kahlschlag, kahlhieb
22
4.2.2 Tala raea parcial
En este caso, la semilla proviene de árboles vecinos al área talada y, por lo tanto,
existe una depndencia de la distancia de diseminación efectiva. La distancia para que se
produzca regeneración completa varfa según las caracterlsticas de cada especie. En general,
se puede señalar gue es el equivalente de una a cinco veces la altura de los'árboles de la masa
vecina que proporciona la semilla. Dada esta restriceión, no se puede explotar de una vez
toda la unidad silvicultural sino que se efectúa por sectores. Estos sectores pueden tener la
forma de claros o bandas paralelas entre sf, siendo ésta la modalidad más usada.
a) Bandas orooresivas
La parcela se divide en varias bandas paralelas entre sf las cuales son explotadas en
diferentes años. Si la regeneración se produce con facilidad y en forma rápida, la explotación
se realiza en años sucesivos. De lo contrario, se deben esperar dos o más años entre cada
intervención, a nivel de parcela. El ancho rnás frecuente de estas bandas varfa entre 30 y
100 o más metros. Las bandas se disponen en dirección perpendicula¡' a la del viento
dominante en la época de semillación y su explotación se efectúa en sentido contrario a éste
(Figura 4.1 ),
FIGURA 4. 1. Ejemplo de un parcela subdividida en 4 bandas las que serían explotadas con un
intervalo de 3 años entre cortas (adaptado de SMITH, 1986).
b) Bandas alternas
En este caso, la explotación de la parcela se realiza sólo en dos etapas" El primer año
se abren bandas dejando interbandas entre sf para proveer las semillas, Al cabo de uno o más
años se explotan las interbandas (Figura 4.2)
23
1 992 1 995 1 992 1 995 Viento
dorhinante
FIGURA 4.2. Eiemplo de una parcela que se explota según bandas alternas.
Las bandas se disponen segrln las mismas consideraciones del caso anterior. Las
interbandas obligatoriamente son regeneradas en forma artificial, lo que puede inducir a
disminuir su tamaño en relación a las bandas.
En los dos tipos de bandas la regeneración debe establecerse lo más rápido posíble
luego de la abertura. Si transcurre más de 4 6 5 años y ello no se logra, es preferible
proceder a la repoblación artificial debido a la invasión de vegetación indeseable o, en su
efecto, a la alteración de las propiedades ffsicas del suelo'
4.3 Ordenación
En el caso de un bosque tratado por el método de tala rasa total es posible emplear
un método de ordenación por superficie, en que cada serie tiene un número de rodales igual
a la rotación. La superficie de cada rodal es equivalente, en igualdad de condiciones de sitio.
En caso contrario, las más productivas serán de menor tamaño y viceversa. Por ejemplo, si
la serie tiene 1.400 hectáreas y la rotación es de 35 años, cada rodal tendrá :
s = Ss/R 1.400/35 40 ha
s = Superficie parcela
S= Superficie serie
24
4.4 Veñtaias y desventaias de la tala rasa
En el caso de rodales rnixtos, con la tala rasa se tiene un menor control sobre la
composición del nuevo roda!. Si existe sélo una especie intolerante, lo más probable es gue
ésta se instale en el claro producido. El problema es si hay más de una especie intolerante
y se desea regenerar sólo una de ellas. Por otra parte, el peligro de incendios aumenta
temporalmente, como consecuencia de la concentración de desechos y de su extrema
exposición en el área talada.
Si el plan de manejo del bosque incluye fines paisajfsticos se debe considerar que la
tala rasa es el método más inconveniente dentro de los de monte alto, al conformar masas
muy regulares, de un sólo estrato y presentar extensa áreas -en la tala rasa total- descubiertas
de vegetación.
El efecto de la tala rasa sobre la fauna silvestre es variable según la clase de animal
presente en el área. Para la fauna que vive en linderos, como el caso de los cérvidos, la tata
rasa parcial especialmente en bandas alternas, resulta muy conveniente al crear condiciones
de descubierto donde el animal encuentra alimento y el rodal adyacente donde dispone de
protección.
25
4.5 Aplicación del método de tala rasa
4.5.1 En general
La tala rasa es un método de regeneración que tiene una clara base ecológica porque
imita situaciones que ocurren naturalmente. Dichas situaciones corresponden a catástrofes
tales como incendios, vientos, aludes, deslizamientos, etc, que destruyen sectores continuos
de bosques y producen claros donde se instalan especies pioneras. Es precisamente para
estas especies pioneras, intolerantes, generalmente de semilla dispersada por el viento, que
compiten exitosamente contra vegetación invasora y soportan temperaturas extremas, que
este método está adaptado.
Es un método muy adecuado para conlferas en sitios pobres, donde se debe alterar
drásticamente elsistema para obtener regeneración, mediante quema de la litera. Esto ocurre
en pafses nórdicos, como es el caso de Suecia.
En Alemania y Austria se utiliza sólo en forma de tala rasa parcial para no crear una
reacción negat¡va de parte del público. En Francia, se utiliza con mucho éxito para regenerar
Pinus pinaste¡ en las dunas de la región de las Landas, donde se aplica la modalidad de tala
rasa total constituyendo el ejemplo más exitoso a nivel mundial de aplicacíón de esta
modalidad. En cambio, se han usado las bandas progresivas o alternas para Pinus syfuestris
y Larix spp, con resultados muy diversos, requiriendo, en muchos casos, de complemento
artificial,
4.5.2 En Chile
Para el bosque nat¡vo, la tala rasa es susceptible de ser aplicada en aquellas especies
gue, en forma natural, colonizan áreas boscosas que han sido destruidas por causas naturales
o por la acción antrópica. Entre estas especies destaca Coigüe (VEBLEN et al, 1981; VEBLEN,
1985; HENRIOUEZ, 1985), Roble y Raulf. Los actuales renovales de estas especies
corresponden, en la mayorfa de los casos, al resultado de la destrucción del bosque primario,
26
(DONOSO, 1989b),
27
V. METOOO DEL Af,BOL SEMILLEHO(*)
5.1 Gcner#sds
Segrrtn 6§te r?frdo, denominado también da los eÉohs padres o corta única con
ressrva de sernilleroe, ta unidad silvieuhural es sonletida a una corta integrral, con excepción
de algunos eiemplares dwtinados a proBorcionar las semillas para reganerar ol área. Algunos
autores consideran este rnábdo @mo L¡rra rnodatidad de la tala ra§a Y otros dcntro de las
cortas sucesivas. La curs€r$aci$n de algunos árboles en el área talada y §u permanencia
hasta desp¡és de osablecida la regenaación, ft¡ndamenta la no inclusión de este método en
la tala rasa. Por stra p:trto, los pocos árboles samilleros deiados no son suficientes para
proteger la regonuación en forma significativa. Por consiguiente, el método carece de una
de las mús irrportames carasterfsticas de las cortas sucesivas (SMITH, 1986).
En el caso &l bwque naüvo ar¡teriormente siñ ma;Éio, puaden existir eiemplares de
buena forma de especies valbsas gus prsséfitan problemas sanitarios, por eiemplo, pudrición
central. Si se rata ds áfbdes sohemaduros y ese defecto está aseiado a la edad, no habrfa
problsrfla en su selecci6n conrc sernilleros, porqüe no serla faspasable a sus descendientes
y éstos no ahanzarfian la ed6d del progÉfiitor, ba¡o condiciones de maneio.
2A
5.2.2 Cantidad de árboles sernilleros
En genaral, mientras más favorables saan los aspectos mencionados menor será la
canüdad de semilleros reqr.rcridos y vicaversa. Por lo tÉrrto, habrá que waluar en cada caso
tas cordiciw¡es pra decidir este ep€sto. Corno antecedente de referencia, se puede señalar
qu¿ la cobertura que perrnanece después de la explotrción principal es inferior al 1A% La
expriencia recogida de los casos dord€ se ha aplicado el mÉtodo indica qrre, según las
condiciones de cada espcie y lugar, el número necesario para asoguril una regeneración
plena vala entre 2 y 25 árbles pr hectárea (SM!TH, 1986). t'lo se corroeen casos en gue
con menos de dos semilleros por hectárea se asegure regenerar sat¡sfstoriamente toda el
área. El lfmite superior está dado por consideraciones de tipo conceptual. Con más árboles
se produce protección significativa y, por lo tanto, corresponde a otro método, el de cortas
sucesivas. En la práctica, el ntlrnero de semilleros más frecuente por hectáre varfa entre 5
v 15.
En áreas muy afectadas pr el vicnto los semilleros se pueden deiar en grupo, lo que
aurnefita su reiste*cia. No obstante, a lgual n{rmero de árboles aumenta el distanciamiento
respéEto al método uniforme y ello puede afectar a la decuada distribución de las semillas.
29
5.2.5 Remoción de ]os árboles semilleros
En primer lugar, con este método se controla mejor la composición y calidad del futuro
rodal, porque sólo se dejan com,o semilleros especies y ejemplares de valor. Por otra parte,
existe un mayor control sobre la d¡stribuc¡ón de la regeneración. En relación a la tala rasa
parcial, no preserrta restricciones en la forma y extensión del área a explotar.
Desde el punto de vista estét¡co, es muy superior a la tala rasa. Entre los métodos
de regeneración natural es el que selecciona de modo ideal a los meiores individuos del rodal
pa!.a que sean los prcgenitores del nuevo rodal regenerado, en una proporción aproximada de
1 en 20. Esta eonstituye la más alta presión de selección de todos los métodos de
regeneración natural. Si los semilleros quedan bien espaclados es poco probable que tengan
parentesco entre si y, por lo tanto, las probabilidades de que los descendientes tengan un alto
nivel de consanguinidad son baias (DANIEL, HELMS y BAKER, 1 982).
Como inconvenientes adicionales a los de la tala rasa, se puede señalar el posible daño
en la regeneración durante la explotación de los semilleros y los eventuales daños en éstos
por la acción del viento
5.¿$ Aplicación
5.4 r En general
Al igual que la tala rasa este rnétodo es aplicable a especies intolerantes, de semillas
livianas, resistentes a las temperaturas extremas, de rápido crecimiento inicial, capaces de
30
cornpetir vsrrtaiosam€rite con vegeteión inva*ora; en otras palabras, es@ies de carácter
pionero. En Europa septentrioflal el rnétodo sa o€upa para regenerar algiuoas confferas, entre
ellas, ñr¿rs sy{s§üic. En Australia se ha usado ccrrr Et¡úypárs dafrgpfürree y E. regnans,
daiando trgs a seis ssnÉllsro{t pr hectárea. En el NE de los Himalayas este método ha sido
usado por casi un siglo con FÉrs mxbügúñ deiando 12-15 semilleros por hectárea en las
áreas más frms y 2O a 25 en bs áreas nuás cálidas (MAIIHEWS, 19911. En Estados
unidos no tiefie aplicación tar exterrsiya corno los otros rnátodos de monte aho'regular No
obstante, es el mejw ffi§ri*gtto pila regen"mr P§nrrs Nt6üis. Tarnbién se ha usado con
éxito en otras corúforas, corrro en P*p u@t v Pl¡xn pweruw.
5.4.2 En Chile
En los bosgues de la zona sur del pafs este método se puede aplicar para regenerar
Ulmo, Tineo, Ciruelilto, Gprés de la Cordillera, Ciprés de las Guaytecas, Alerce y las
difeentes epc¡es de Noütofaigil§, corl exoepción de Lenga. En el caso del Roble es
frea.te¡te obsewar abundante regeneración de esta especie agrupada en forma ovalada junto
a un individuo adulto, hasta una distancia equivalente a 2-3 veces su altura.
31
sin normas de marrcio.
Al igrual qr.¡e para la tala rasa, DONOSO (1989) concluyó que el método del árbol
samillero no es eficier¡te ni recornendable técnica ni económicarnente en el tipo forestal
siempreverde.
Para el tipo Coigü€, Raulf y Mañfo, SEPULVEDA {1991} señaló gue coberturas muy
baias, inferiorec a 3O96, no son recomsndahles por el exceso de insolación y el vigor y
dssafrollo que adqrdere el sotoboqt*e. En el caso de escarificar el suelo corrlo labor de
preparaciún dcl sitio, baio condúsiones de descubiorto totÍrl o parcial, el área es rápidamente
COlonizada por Eramkreas y otras herbáceas, en particula¡, AbÜütt*h sp.
32
VI. METODO DE LAS CORTAS SUCESIVAS (*)
6.1 Gencratidades
33
FIGURA 6.1 a) Rodal en estado de corta semillera; b) Después de efectuada la
corta sernillera; c) Después de corta secundaria; d) Después de corta
definitiva.
La intensidad de ta corta semillera está en función de la obtención de una regeneración
abundante de las especies de interés, inhibir la regeneración de las especies no deseables y
mantener una adecuada protección eontra los agentes señalados con anterioridad. El número
de ejemplares a deiar debe ser suficiente para obtener una regeneración abundante sobre toda
la superficie. Por tal motivo, la corta es más fuerte paia regenerar especies de semilla liviana
y de fácil diseminación. Por el contrario, en especies de semilla pesada la corta es más suave.
En este últ¡mo caso, la repartición homogénea de los ejemplares es más necesaria que en el
anterior, Por otra parte, las especies tolerantes son más sensibles a las temperaturas
exremas y a la desecación del suelo, por lo que requieren de cortas más suaves. Lo mismo
ocurre cuando existe el peligro de invasión de vegetación indeseable o de ascenso del nivel
freát¡co.
Del mismo rnodo gue en los otros métodos, junto con la corta de árboles es necesario
realizar las labores de preparación del sit¡o que correspondan. La existencia de regeneración
pre-existente debsá ser evaluada para decidir si se mantiene o se elimina en la limpia.
La corta seundaria se realiza según las mismas consideraciones gue para la cofta
semillera en cuanto a oportunidad, intensidad y tipo de ejemplares a extraer. Si se trata de
reganerar esfcies de semilla dispersada por gravedad se coftan árboles que están sobre
manchas de regeneración manteniendo aquellos ubicados en sectores sin plántulas.
Cuando lae condiciones de la especie a regerlerar y del sitio determinan una baja
intensidad en las inrervenciones es necesario repetir estas cortas secundarias. Existen casos
en que se efectúan hasta cuatro cortas secundarias
El porlodo entre cada ¡ntervencidi varfá Oe dos a cinco años, dependiendo de los
mismos factores que afec-tan la intensidad. Durante este proceso, puede ser necesario repetir
las labores de preparación del s¡t¡o en las áreas sin regeneración.
Una vez obtenida la regeneración en gran parte de la superficie y los eiemplares estén
lo suficienternente desarrollados como para soportar el descubierto y sus consecuencia§, se
efectúa la eorta definitiva, extrayéndose todos los árboles restantes. Al momento de aplicar
la corta definitiva la regeneración tiene una ahura mlnima de 3 m. Es muy probable que en
35
ciertos sectofes no 3e haya producido regoneración. Existe un lfmite de tiempo sobre el cual
no es conveniente continuar intenkndo obtener regeneracién natural. Los árboles que
permarpcen para la corta definitiva sufren los efsctos de una "crisis de aislamiento", que se
manifiesta a través de r.¡n descenso de copa donde las ramas superiores se secan y hacia
abajo, por efecto de la mayor afluencia de luz, brotan ramas epibórmicas, Durante un t¡empo
prudencial, estos efectos no tienen consecuencias desfavorables sobre la calidad de la
madera.
Por otra parte, las condiciones del sitio en los espacios sin regeneración se hacen cada
vez más deficientes por efecto del descubierto, lo que aumenta los costos de establecimiento.
En estos casos, la meior altemativa es prmeder a un complemento de regeneración por
plantación. La expriencia europea indica como normal un complemento artificial del 10o/o de
la superficie. Finalmente, se deben prevsr d¡f¡cultades crecientes de madereo a medida que
la regeneración crece.
Las cortas suceivas descritas en general en el punto anterior se pueden aplicar según
diferentes modalidades, las que se pueden enfocar desde tres perspectivas d¡stribuciÓn
espacial de las cortas, distribución en el tiempo e intensidad de la silvicultura.
al Protección unitorme
36
FIGURA 6.2. Eiemplo de la aplicación de la modalidad de protección uniforme (1 : cort?
sernilbra; 2 = cortá secundariá; 3 = cortá definhiva).
EsÉ nlodalidad tiene la veñtaia de ser de aplicación más simple en relación a la protección
no uniforme, Fro es rrlerxls efectiva en condiciones diffciles para la regeneración debido al
rigor del clima o perbdo a semíllacién demasiado prolongados.
b) Protecciún no uniforme
Esta r¡oddirtad tiene los principios básicos de las cortas sucasivas, pero, a diferencia
de [a anterbr, cada intervención se concentra en ciertas áreas de la unidad sílvicultural.
Dentro de esta moddidad se pueden distinguir tres posibilidades : en fajas, en pequeños en
claros y en bosguetes
Antes de describir cada una de ellas es preciso aclarar la diferencia que existe entre
los tipos de tala rasa parcial y los tipos de protección no uniforme. En el primer caso, la
situación de aberh¡ra domina sobre la situación de lindero, es decir, la mayor parte de la
superficie abbrta no está significativamente influida por los árboles vecinos y por lo tanto no
existe protección. En cambio, en elsegundo caso, toda la superficie abierta tiene protección
lateral desde los árboles vecinos. Esta protección lateral puede abarcar hasta una distancia
de dos vecÉs la atn¡ra de los árboles vecinos. Desde el punto de vista práctico se considera
una distancia de u*a vez la altura.
En la unidad silvicultural se abren fajas paralelas entre si, en uña primera etapa que
equivale a la corta semíllera. La imensidad de la corta determina el ancho de las fajas. Por
ejernplo, debۖ ser anchas para regerierar especies intolerantes. En especies tolerantes, como
Abbs rc4*nb y Cryzaiats tqtfus,la regeneración se establece en el lindero del rodal que
permanace en pie, lo que limka su amplitud. Las fajas permiten regenerar alternadamente
especies de dtferente tolerancia (Figura 6.3). En este aspecto aventaja a la modalidad
uniforme én que es más díffcil regenerar simultáneamente varias especies de distintos
requerimientos de luminosidad. La corta secundaria equivale a la apertura de fajas
adyacentes a las anteriores y la definitiva, a la abertura de las fajas de árboles remanentes de
la antigua generación (Figura 6.4).
37
--t IT t!
--r II
--t ¡T
---l tl I
T
--! rt !
--: II t
---r II T
---I ¡¡ I
--l It T
--I !t I
FIGURA 6.3. Esquema de una faja que indica zonas de regeneración de especies
intolerantes y tolerantes ( | | = límites faia; -- = zona de regeneración de
esBecies tolerantes; I ¡ ¡ = zona de regeneración de especies intolerantes).
3 2 1 3 2 1 3 2 1
FIGURA 6.4. Ejemplo de aplicación de cortas sucesivas en fajas {1 : corta semillera 1992;
2 = cortd secundaria 1996; 3 = cortd definitiva 2,000).
FIGURA 6.5.
o:o.
Ejemplo de aplicación de cortas sucesivas en claros (1 = corta semillera
1992; 2 = corta secundaria 1996; 3 = corta definitiva 2OO2l. (Adaptado de
sMrrH, 1986).
38
En algunas ocasionos se aplica en rodales que presentan regeneración avanzada en
sectores. En este caso, las zonas 1 corresponderfan a dichos sectores y en ellos se
efectuarfan cortas secundarias y en los 2 cona semillera.
Altérmino del proceso, el rodaltendría una estructura mucho más cercana a un monte
alto regular gue al comieRzo. En efeclo, la amplitud de la clase de edad formado por los
ejernplares de más edad correspondiente a la regeneración avanzada (Bosquetes 1) y la que
se produce al inicio del proceso (Bosquetes 3).
39
TIItr?,ffrr fl-_r
rilll TrlllffirÍ-fl. wWtlffi+n,,ru¡¡rr
ffi
FIGURA
fW
6.7.
ffi, *ffrrlrrr rr*rrrrrrtrl *ffin I q I i i ? ? I 1 l{i f f Iffi ffi I { ll??tltr ri i
al Emds inicial de un rrronte alto inegular en bosquetes. b) y cl Aplicación
de eoms §tr*í'u'as en bosquetes. d) Estado final del rodal. En él se aprecia
una sitr¡i¡ción de mayor regularidad que al comienzo del proceso.
40
En eS caso de ex*stir bosqt¡gtes con sólo urla generación de crecimiento óptimo, éstos
fx) s{yr sonetidos a cotrEs de regeneración
Se caracreriza por un perfudo de regeneración más largo, que puede llegar a ser et
quivdÉnte de un 50% de la rotación Como consecuencia, se mantiene un rodal
biestratifbdo, de dades diferentes que, si bien no constituye un monte alto regular tfpico,
tampoco correryorde a un ñlont6 atto irregular, porgue en este caso se tiene como mfnimo
strata§ & dades bien diferenciados que abarcan el 100% de la rotación
tre{¡
Bclo esla modiflcack ñ, el método sa asernejarfa al del árbol sernillero, que hmbién
oFa con dos imwvenciones. Frlo obstante, el aspegto de prote¿¡ción es determinante
para eseH*er la difsencia eotre ambs mátodos El número mínimo de árboles
protstor€s roúrlarler?tes en las cortas sucesivas cs de 3O por tlectárea, lo gue equivale
a$oxirrdññ€nte a lGl5% de cobstura,
bt elttgil#r*eñtú de* parfodo entrc lrs intervsnciones. El atarganigñto del perfodo entre
las cortas tiene como consecuencia la Brc*ongrción del perfodo de regeneración lo gue
se trduc€ en un retardo en el crecimiento del repoblado
41
c) sitio. Lo mismo puede
Omifir o disr{rúrr¡ir'drá§ícmrer¡te las laboras dc preparación del
señalars* oon resFcto a omisión
la de los trabaios de preparación del sitio que,
adsnás, pued€ significar una disminución en la cantidad de regeneración. Se debe
tener si€mpre presgrta que, una silvicuhura más extensiva implica menores costos,
pero se tradrce en re$rltados rnás modestos en' términos cualitativos y de
productividad. Por lo tanto, es preciso buscar el equilibrio entre ambos aspectos.
42
6.4.1 Trmms {')
l-a &efiairrcíértde la superficie de cda tramo sstá dada pr la relación:
se = Ss (PlRl'
donde:
'§uperficie
se = de equilibrio del tramo
Ss : Sr¡perficie de ta serie o cuartel
p - Longitt¡d del perfodo de rcgeneración para el uamo
R = Longitd de la rotación
Para efwtos de las cortas sucesivas se pueden distinguir dos üpos de tramos
perrrffintes y único.
al Tra¡os rersranentes
En ste
caso, la relación Hlp da directamente el nrimero de trarnos. Por eiemplo, la
sspcie años. Se ha determinado un
pr¡nc¡esl de un bosque tiene una rotación fijada en 9O
perfoúo de reWnerrción para el trarno de 15 años. la relaciún 90/15 da seis trarnos {Figura
6"8).
II tlt
VI V IV
43
Si la serb tieñ€ 1.8OO ha cada tramo tendrá una superficie de 3OO ha. Durante un
p6r@o de 15 añm se pr@de a reganerar todos los rodales del tramo l, luego las del trario
ll y asl sr,rcesivarl€r¡e de mancra que, al eabo de 90 años se vuelve al trarno I y se repite el
cicio. Por cwrsiguiwrte, la c*ase d¿ edad a nivel de cada triilno será de 15 años (Figura 6.91
Mientras se efectúan lm cortas de regeneración en un tramo determinado en el resto se
reañzan cortas imansiriades tabs corno clareos y raleos'
15 30 45 60 7S 90
Edad (años)
FIGURA 6.9 EsEt¡sna de srrpsfbks por clases de edad de 15 años (adaptado de LANIER.
19861,
b| Trrc¡hico
Bamdo en k rnisrnos principios anteriores el método de ordenación del tramo único
tiene la ventaja ds mays flexibilidad frente a los cambios de mercado y adaptación a las
c¡grdi¿iones que sa eilcu€mtra en un bosgue anterionnente sin manejo. Tornando los mismos
valores del ei*npto antarior la defnrición del tamaño del tramo estará dada por
se = (S1/R1 +S2¡I12)(pl
En gue
En el análisis no se consideran las especies gue cumplen con un rol cultural (promover
poda natural en las especies de interés, proteger el suelo, limitar el desarrollo del sotobosque,
etc).
La difersrcia fundamental que existe entre el método del tramo rÍnico y el anterior es
la no existencia de la condición de permanencia de los tramos.
[flTrffi-
FIGURA 6,1O. Eiemplo de una serie con tramo único constituido por tres sectores {Adaptado
de DUBOURDIEU, 1989),
Este método de ordenación fue el más ampliamente utilizado en los bosgues franceses
hasta la década del 70. En el caso de Chile parece muy apropiado para los bosques nativos
aún no sometidos a manejo, puesto que mediante él pueden llegar a constatu¡r series
equilibradas en el futuro. A continuación se muestra un ejemplo de un bosque de Lenga en
Magallanes. La cartograffa inicial determinó la siguiente repartación de fases de desarrollo
(SCHMIDT y URZUA, 19821 '
45
Seg-orcs-eolase-de Suoerficie (ha)
Regeneración avanzda 72
Crecimiento óptimo 326
Envejecimiento 317'
Total 715
Bloque de regeneración
Con este máodo se pretende una mayor preocupación por el resto de la serie que en
el caso del trarno único.
La división efi tres tipos dc agrupaciones se podrla asemejar al antiguo método de los
tramos permanentes, Wa eñ los nuevos métodos esta división t¡ene un carácter indicativo;
en cambio, el método ant¡gr¡o tenfa un carácter imperativo, En otras palabras, los nuevos
métodos mantienen la flexibilidad del tramo único, pero perm¡ten ordenar meior el resto de la
serie no som€t¡da a cortas de regeneración mediante un adecuado escalonamiento de las
clases de edades. Al igual gue en el tramo único, se mantiene la obligación de completar la
regeneración durante el perfodo "p" sobre una superficie "se"
se = Ss (P/R)
46
Bloque de regeneración limitado
Blogue de regreneración expandido
Corresponde esencialmente almétodo del tramo único. En éste existe sólo un bloque
de rneioramiento. En cambio, en el bloque de regeneración limitado en el resto de la superficie
de la serie se considera un bloque de preparación y uno o más bloques de meioramiento.
En los Etétodos del tramo rinico y del bloque de regeneración limitado el conjunto a
regenerar durante -p' tienen una superficie igual o muy similar a "Se" Como en el caso del
tramo único, la ordenación se puade aplicar a una mezcla de especies principales.
Como conclusión, se considera el uso de la variante a) en todos los casos en que sea
posible, dejando la variante b) sólo para situaciones estrictamente especiales.
47
disminución del pd§ro de incendios y en una descomposición más rápida de los restos. En
relación a los rnétodos ariteriores hay menores riasgos de multiplicación de insectos.
Los árboles que permanecen hasta la corta definitiva pueden sufrir los efectos del
aislamiento a través de daños por el sol, el viento o plagas y enfermedades.
6.6.1 En general
Este método está inspirado en el funcionamiento natural de los bosques que no han
sido alterados por catástrsfes en el pasado reciente, imitando lo que ocurre en la fase de
destrucción (desmoronamiento) y regeneración. En efecto, la regeneración sólo prospera
cuando se crean condiciones de mayor luminosidad como consecuencia de la progresiva caída
de los árboles de la generaeión anterior. Lo que en la naturaleza demora decenios, se reduce
a un perfodo de pocos años y lo qr.le ocurre a nivel de un bosquete en fase de destrucción se
hace extensivo a toda una unidad silvicultural. Por las caracterfsticas de cierta complejidad
del método y de mayor costo, sólo puede aplicarse para la obtención de productos de alto
valor maderero.
48
bosqus húmodo sbmprer¡erde original.
Las oreraeimes se inician con la cona semillera que afecta a árhles, lianas y
sodosqus n¡ed¡arite una combinación de corta y anillamiento más e¡vcnenamiento de los
árboles indessables de los estratos baios durante'cinco años antes de la explotación
comercial. Esa explotación comercial, que afecta a k¡s ejemplares adultos valiosos,
conEspordg a uria corta secundaria. Luego se cont¡núa con otras coftas secundarias y
limpias del sotoüosgtp. La regeneración ge desarrolla baio la protección producida por árboles
de especies satmdaria hasta que Be ektúa la ¿'ofta definiüva, a los 21 años de iniciado el
proce§o.
EshB &ffiiofies del método de cortas sr¡cesivas uniforme fueron posible aplicarlas
en ta práctb por el desarrollo de una demanda local de madera de pequeñas dimensiones,
corno por eism$o, madera para combustible {MATTHE}VS, 1991}. CATINOT (1965} evatuó
los resultados dcl T§S y propuso la intensificación de las intervenciones y el acortamiento del
or;r6,do do regwrs*ión,
6.6.2 En Chih
En lks
c¡ás húmed¡¡s, el método se puede aplicar en todas las especies de
lÚa*p¡f@. LG exHimentos más antiguos correponden a los de Llancacura donde, en
1958 se apticú uf¡a corta semiñera en un rodal rnixto de Raulf con especies siempreverdes
Para dlo * *nir¡6 el sotobosque y las especies siempreverdes det dosel interrnedio,
perm¡illecisdo 45O eirnplares de Raulf en el estrato superior. Estos eiemplares tenfan más
de 6O años * e&d y el área basal remanente fue de 99,5 m2lha. Bajo esas condiciones se
produio una ahsrdarfia rcgerreración mayoritariamente de Raulf gue, en algunos sectores llegó
a densidades de 590.OO0 brinzales por hectár*a. Según evaluación realizada diez años
deq#, era urgrerrte aplicar corta secündaria para abrir el dosel, puesto que el repoblado
estaba e§@nado.
En 197O §8 efectuó una corta semillera en otro rodal similar at anteriror constituido por
un dosel superior de Raulf con algunos coigües de gran tamaño y varios estratos interrnedios
de Tepa, Tineo, Trevo, Ulrno, Luma y Melf. La interve¡ción consistió en el anillamiento de los
grandes coigúes y'la corta de los doseles intermdios, incluido el sotobosque. El total de
eiemplarcs g
hrtárea crytados fue de 848. Permanecieron 280 eiemplares de Raulf por
hegtárea, cofi un área basal de 67 m2. La inte*sidad de la corta expresada en número de
49
árboles fue de 750fa; en área basal fue inferior debido a que afectó a ejemplares más pequeños
que los remalrenteu. A los dos años existla un repoblado de 10 cm que llegaba a una
d€ñs¡&d de 550.0@ brinzales por heetárea (VITA, 1974). Al mismo tiempo, se observaba
un vigioroso rebrote de cepa de las especies cortadas, con atturas muy superiores al
r@oblado.
La preparrción del suelo para permiür la llegada de las semillas al suelo mineral es
deterrnifiañte para el éxito de la regeneración.
Testiso, sin imervención (cobern¡ra 857o) (107 eiemplares por hectárea de Coigüe y
Raulf y 174 de Mañlo y Tepa).
Corta de protÉción su¿ws, dejando 60 m2lha de área basal {cobertr.rra SAYol 177
ejemplares por hectárea de Coigüe y Raul0.
Cora de proecciffr fueñe, deiando 4O m2lha de área basal (cobeftu¡a 3OYol ,44
eiemplares por hectárea de Coigüe y Raulf.
Corta total.
50
Los resultados indican que la germinación de Raulí se favorece con las cortas en el
dosel arbóreo y especialmente con la corta del so'tobosque. Los autores agregan, además,
que la sola intervención en el dosei arbóreo provoca 3,5 veces más regeneración para la corta
de protección suave que el testigo y aumenta 5,6 veces, si se complementa este tratamiento
con Ia corta del sotobosque y 10,9 veces en combinación con la escarificación del suelo. En
cuanto a [a sobrevivencia, se produce un mejoramiento para todos los tratamientos respecto
altestigo, sobre todo con corta del sotobosque y escarificado del suelo. La tala rasa presenta
valores bajos, debido a la falta de protección y, principalmente, por la competencia del
sotobosque. Respecto al crecimiento, éste meiora con el aumento de la abertura del dosel.
Para los tratamientos de.corta de protección fuerte y de la tala rasa se duplica o triplica el
crecimiento respecto al bosque original. Como conclusión, los autores recomiendan la corta
semillera fuerte con eliminación del sotobosgue.
- Bosquesfloreados, donde aún permanecen algunos árboles adultos de Raulí, entre una
cantidad muy superior de ejemplares de otras especies. Por ejemplo, en el sector
Niblinto de la Reserva Nacionalde Malleco, existe un rodal de este tipo que en eldosel
superior tiene, por hectárea, cuatro ejemplares de Raull, algunos coigües y tineos,
formando un estrato aho incompleto en cobertura característico de rodales floreados.
En los doseles intermedios y bajos se encuentra una cantidad mucho mayor de
olivillos, tepas, avellanos y algunos trevos. Si se quiere regenerar RaulL especie de
valor comercial muy superior a las otras, una posibilidad serfa cortar todo dejando los
cuatro ejemplares como semilleros. No obstante, dicha alternativa no parece la más
conveniente debido principalmente a los problemas de proliferación del sotobosque.
En cambio, se puede aplicar el método de cortas sucesivas siguiendo la estrategia
general de los métodos de protección tropical. Para ello habría que dejar un dosel
protector constituido por los ejemplares del estrato superior y, si es necesario,
complementado por algunos ejemplares de especies tolerantes. Una cobertura no
mayor a 30oÁ más la remoción de la hojarasca sin duda favorecería el establecimiento
de la regeneración de Raulf, junto a las otras especies intolerantes. Por otra parte, la
regeneración de Raulf, debido a su mayor tasa de crecimiento, no es afectada por la
regeneración de especies tolerantes (Figura 6.121.
51
FIGURA 6.11 Rodal mixto con especies valiosas (copas achuradasl antes y después
de ejecutar la corta semillera.
El resultado de esta acción no será comparable a los casos citados anteriormente, pero
el bosque futuro tendrfa una proporción de ejemplares de Raulí mayor a la actual. Finalmente,
en relación a los tipos forestales con participación de Raulf, se puede señalar
que los actuales
renovales de esta especie, iunto con los de Coigüe, Roble y otros Nothofagus, al término de
su rotación estarían en muy buenas condiciones de ser intervenidos mediante las cortas
sucesivas con un nivel de silvicultura más intensivo'
52
/^\
1
TJ t*
/
t¡ {
FIGURA 6.12 Rodal floreado que conserva algunos ejemplares de especies valiosas
(copas achuradas), Estado inicial, después de la corta semillera y
después de la corta definitiva.
53
En un renovalde Lenga en Magallanes, de 3 a 6 m de altura, URIARTE (1987) realizó
un estudio con el propósito de conocer el crecimiento, la forma y la sanidad de los ejemplares
en función de tres coberturas dejadas en el bosque explotado : 14, 30 y 45o/o. Entre las
conclusiones se destaca que la densidad del renoval disminuye a medida que aumenta la
cobertura, desde 48.5O0 arblha hasta 30.400 arb/ha. Sin emb'argo, el número de ejemplares
dominantes en el estrato de regeneración es relativamente similar. Por otra parte, la altura
del renovalsiguelamismatendenciaanterior:alos30añoslaalturaesde5,3l mparal4o/o
de cobertura; 3,88 m para 3Oo/o; 3,25 m para 45o/o y 1,33 m para el bosque testigo.
Tendencia similar se observa respecto al crecimiento en diámetro.
54
V¡I. CORTAS INTEBMEDIAS
7.1 Gencr*dades
Más adslartte, los eiemplares presentan tallos leñosos, pero flexibles, con ramificación
desde la base y se eñtrecruzan formando una masa impenetrable, con fisonomfa de matorral
denso, de 1 a 3 mefos de altura. En coniunto con la regeneración de la especie principal se
desarrollan epecies secundarias y malezas invasoras, A esta etapa se le denomina monte
bravo bajo {en lnglés: sapling small; en Francés :fourré}. En el método de cortas sucesivas,
el término de esta etapa puede determinar el mornento de apl¡car la corta definitiva y, por lo
tarito, finalizar el proceso de regeneración.
55
denomina monte bravo alto (en lnglés sapling large; en Francés gaulis)
56
VIII. LIMPIAS Y CLAREOS
5V
El modo tradicional de efectuar estas oper¡rciones es enforma manual, lo cual requiere
de una o más jornadas de trabaio por hectárea, según las condiciones presentes. Su inicio
y periodicidad depende de la rapidez de crecimiento de la especie, de su tolerancia y de la
agresividad de la vegetación competidora. Para la zona centro-sur de Chile, la frecuencia
puede llegar a ser anual durante los primeros años.
Como ejemplos de productos que se aplican en esta etapa se pueden mencionar los
siguientes:
Estos dos rlltimos productos mantienen el control de la zarzamora durante tres años
(LANTER, 1986).
En Francés: n€ttoiménts
58
CUADRO 8.1 .
Coigüe 150
Tsa 20
Ulmo 10
Canelo 10
Tiaca 10
Meli 30
Total 230
59
CUADRO 8.2.
2 42.860 0,9
4 17.896 3,3 4,8
6 7.712 4,2 6,6
10 5.O¿$4 7,8 11,2
El rendimisrto greneral del prirner ctareo varfa entre seis y diez lornadas por hectárea.
A diferencia de los raleos, en ese tratamiento no hay marcación previa. La operación la
reatizan obreros especializados quienes, de aeuerdo a instrucciones generales dadas por un
profesional o técnico, proceden a efiminar los eiemplares requeridos mediante un corte la
altura de la rodilla pramunidos con un rozón, azahacha. rnac*rcte, tüerón o desbrozadora
mecánica (Figura Ll).
Con el propósito de dismint¡ir los costos de la operación y para preparar las
condiciones de apl'aación de raleos selectivos por predesignación, en la masa del monte bravo
alto se abren lfneas paralelas entrs si, cuyos ejes se distancian según el espacio que tendrán
los árboles a cosechar al término de ta rotación. Por ejemplo, paÍa 120 ejemplares por
hec-tárea selecciortados corresponde un distanciamiento medio de nueve metros. En la Figura
8.2 se indica un esquema del procedimiento.
60
FIGURA 8.1 : Estado de un monte bravo alto antes de proceder al primer clareo y después
de realizar la operación.
61
'§§
['Eü
t¡¡ c
3 2¡
]'"
B
l'-
Etora ctat.rr frcr¡ rolro¡
FIGURA 8.2 : Esquema de aplicación de clareos mediante lfneas. Las zonas A corresponden
a las fajas paralelas que se abren con el propósito de operar hacia las zonas
B. La zoria C corresponde a ¡nterfajas donde no se clarea. A la derecha, se
presenta la situación del sector en la etapa de raleos. En las fajas de 5 m se
elegirá un ejemplar cada I m en el sentido longitudinal (Extraído de LANIER,
19861.
62
¡X. CORTAS DE LIBERACIOH, DE MEJORAMIENTO Y SAñIITABIAS
63
FIGURA 9.1 : Arriba : estado de un rodal que requiere corta de liberación.
Abajo : estado de un rodal que requiere corta de mejoramiento
Del mismo modo que en el caso de las corta de liberación, la corta de mejoramiento
se realizan en forma exclusiva en bosques gue son sometidos a manejo por primera vez. De
lo contrario, los ejemplares indeseables del dosel superior habrían sido exraídos anteriormente
durante el período de regeneración o, en su defecto, mediante corta de liberación.
64
Elestado de corta de mejoramiento se presenta en bosques que con anterioridad han
sido floreados, produciéndose regeneración de las especies valiosas extraídas bajo o entre los
individuos remanentes o bien, por la dinámica natural del bosque. Esta última situación es
frecuente en la Reserva Nacional de Malleco donde, tanto en los seetores Prado Menuco como
Niblinto existen extensos rodales de latizales de Raulí con un dosel superior de árboles más
antiguos compuesto principalmente por Coigüe. En sectores menos frecuentes también se
da la relación inversa. Otro ejemplo lo constituyen rodales de Tepa en estado de latizal con
un dosel superior de coigües sobremaduros, lo que puede observarse en el sector Neltume
{Precordillera Andina X Región) (GROSSE, 1989}.
Estas cortas ser realízan con el propósito de eliminar árboles muertos o dañados por
motivos distintos a los que corresponden a la competencia entre los árboles (SMlTH, 1 986),
El objetivo de tales cortas es utilizar el material comerclablii antes de llegar a ser inservible.
Otras veces, eliminar árboles atacados por insectos u hongos, con el fin de evitar que dichas
pestes se propaguen a otras árboles. Al primer propósito se le denomina corta de salvamento
o corta de recuperación (en inglés: salvage cuttings); al segundo corta sanitaria (en inglés:
sanitation cuttings). En el primer caso, solamente se efectúa si el producto de la intervención
puede cubrir los costos de la misma. En el segundo, ello no tiene significación, puesto que
son cortas preventivas.
65
dqr¡es de b eorels de salvarnento es a ñrent6 un foblerna,
L¿ rugrer*eracff*
d rodd rwidr¡al cs'muy ioren o rnt Y potxs-rcne distrih¡&ro para proveer
egrypcialfirante si
sernilta en fwrna efb¡glte f0p. c¡t.). En ffios cass, es cor¡tin terler Sre recurrir a la
rqssción atiftial.
ta caatied ds ttffiipo q¡e Blede transcurrir aesg¡¿s de la m¡¡arte de los árboles
drynde de las con&icres det lugar. En goneral, los #bol€sióvenes const¡tt$dos por madera
tipo 'huatb' {latiaabs} se degioran rá¡ridarnente. En cambio, los árbolee & madera adulta
tipo 'p€{kt' p{¡6d6n permanacsr sanos por varbs añc. Por oUa parte, el ffierioro es más
ráf$do en buerioc sitio* qus en rnabs. También inflt¡ye la especie.
Las corra sfir*tafia§ §ólo soa sfeetivas si la rernoción de los &boles atacados
intemrnpe efectissñiGste el ciclo de vida del agante y evita su propagación a otros
eiernBlars. En algtrtos c¡rsos en $¡o especies de hongos habitan st el suelo y la propagación
se efect¡a por las talcee., ss requiere la extraoción dd tocón. A diferencia de las cortas de
s#amento, en llas Earrkrii¡s se pueden rerrsver eiernplares no comerciables. Este tipo de
irrtervenciofies so*r las fuieas dentro de las cortas intermedias que no puden preverse en
cr¡¡srto a su oporü¡rÉrd en un plan de maneio.
66
x. RALEOS(*I
10.1 Gm¿ralidrdes
Raleos son cortas raalizadas en un rodal en las de laüzal y fustal cuyo propósito
general es aumentar la tasa de crecimiento en ","0u"
diámetro de los árboles que quedan. A través
de este efecto se pueden obtener diversos objetivos especfficos, siendo el más importante el
aumento de la producción de volumen aserrable obtenido altérmino de la rotación. Además,
es el modo más efectivo para acortar la rotación. Por otra parte, se aprovecha madera que
sin intervención se perderla por mortalidad natural; se aumenta la resistencia de los ejemplares
al viento y a la acción de insectos y hongos e indirectamente se ejerce un control sobre el
desarrollo del sotobosque y sobre el estado del suelo.
al Los clareos se realizan durante la etapa de monte bravo alto y, por lo tanto, los
productos obtenidos son diffcilmente comercializables, excepto para leña; en cambio,
los raleos se efectrlan en los astados latizal y fustal, por lo que la producción es
factible de ser vendida, al menos en parte. De hecho, a través de los raleos durante
la rotación se puede obtener una producción bastante importante en relación a la
cosecha final. Es asf como en species de rotaciones cortas el volumen obtenido en
los raleos equivale a un 4OYo o más de la cosecha final; en especies de rotaciones
largas ambas producciones pueden ser equivalentes.
Los raleos son las cortas intermedias más importantes debido a que son las que
operan de la mayor parte de la rotación y mediante las cuales se puede conducir mejor el
desarrollo del rodal para lograr los objetivos de manejo, en particular, optimizar la producción
de madera comerciable (Figura 10.1).
67
CüsGf. Co¡rcll
Crlr¡ Corlsr
,rdra n ¡uctrim¡
ffil
t-
ttt IQ Éa t§ $l .t *¡ 58 e4 72 tZ Añc¡
FIGURA 10.1 : Eiemplo h¡potético del esquema de cortas intermedias de un rodal manejado baio
silvicultura intensiva desde el comienzo de la rotación. La regeneración se efectúa por
cortas $rcesivas, perfodo en el cl¡al adernás, se realizan las limpias. (C = clareos; R
= raleos).
Probablemente deb¡do a que las rafces no necesitan formar tejidos para su soporte,
ocupan el espacio disponible más rápidamerlto que las copas. Estas igualmente tienden a
expandirse para fonnar una cubierta completa, a no ser que existan factores limitantes, como
es la falta de reservas hfdricas del suelo (SMITH, 1986). Además del desarollo horizontal,
se produce un desarrollo vertical de las copas y comienza un proceso de muerte de las ramas
inferiores. En ese morrrento el rodal tiene la rnayor cantidad de follaje en toda la rotación.
En efecto, éste puade permanecer estable o declinar, pero nunca aumentar (SMITH, 1986).
Después que el dosel de copas se cierra puede haber un período en el cual las ramas
de los árboles se Entrelazan mutuamente, pero cuando aumentan de altura, el roce del viento
produce roturas en las copas debido a la fricción entre ellas, lo que ocasiona un mayor
distanciamiento entre ellas. Esto implica una disminución gradual de la extensión de la
ocupación original del sitio de las copas lo qu¿ trae como consecuencia la eventual aparición
de un piso bajo que trata de utilizar esos espacios libres.
La competencia natural entre los árboles produce una supresión por efecto de sombra
en los menos agresivos, pero no se crean espacios puesto que la muefte de algunos
ejemplares es solamente un signo de que su espacio de crecimiento ha sido quitado por otros
{sMtrH, 1986}.
68
cierre de los esomas condicionado por vientos o altas temperaturas. Además, las bajas
ternperaturas también afe¡tan negativamanted proceso fotosintético,
En todo sste proreso las cortas intermedias modifican la comunidad vegetal y gufan
el uso pleno de los factores del sitio y de los espaeios de crecimiento. La remoción de
algunos árboles implica que los restarrtes expanden sus copas y sistemas radicales y la
cant¡dad de follaje y rafces pror¡to se recupera al nivel anterior al tratamiento.
Por otra parte, en los rodales densos no raleados, la dura lucha por la existencia
rduce el crecimiento y el vigor de todos los árboles del rodal. Aún aquellos que expresan
dominancia y que llegarán a ser los sobrevivientes más grandes desarrollan copas vivas
demasiado cortas y estrechas en relación a la altura total de los ejemplares. No obstante,
esta reducción en el crecimiento que se manifiesta principalmente en el diámetro no es del
todo desventaiosa, ya que se prodrrce madera más densa. Por otra pafie, la severa
competencia también promueve una mejor poda natural y por lo tanto, una alta proporción de
madera libre de nudos. Adernás, el desarrollo de los fustes es más recto y cilíndrico que el
producido en árboles gue tienen más espacio. En la práctica de los raleos estas ventajas de
la competencia entre los árboles se mantiene, al menos parcialmente, con las podas.
a) Dominantes : Son los árboles cuyas copas se extienden sobre el nivel general del
dosel superior, recibiendo plena luz desde arriba y parcialmente desde los lados. Sus
copas son bien desarrolladas. No obstante, por crecer en masa se presentan algo
cornprimidas desde los lados.
b) Codominantes : Constituyen el nivel general del vuelo y reciben plena luz desde arriba,
pero comparativamente poca desde los lados. Sus copas son de tamaño medio y se
presentan más comprimidas lateralrnente en comparación con los dominantes.
c) lnternredios : Son ejemplares de menor altura que los precedentes. Sus copas se
69
ut*6fi enlos l¡rie@§deiádos porellos, recibiendo solamente algo de luz directa desde
aniba. Sus copa son pequeñas y fuertemente comprimídas por los lados.
dl §ggdmido§: Eslos árbdes están totalmente domiñados por los otros miembro's de la
comunidad l6osa. Prácticaffiente no reciben luz directa y sobreviven gracias a la luz
que puede fittrarse a través de los doseles superiores.
En los rspvales# espmies nativas aún no sometidas a manejo es fácil apreciar esta
difercrrciación de clases de cops. Lo mismo ocutre con las plantaciones no intervenidas.
Con los esquernas de maaeis qrre se están utilizando en Pino insigrre desde cornienzo de la
décda del 80 para la prdt¡eciffr de madera libre de nudos no se produce esta diferenciación
de cryas en forrna tan evidene porque mediante la baia densidad de dafitación y los raleos
precooes e inte*ses se wita a la competencia intraespecffica.
Como resuftado & la cofirpeüencia, los árboles dominantes son los frvorecidos eri ese
rceso y, probable$Errte, lo cotrtinuarán siendo en el futuro, independiente d€ si se ralea o
no. En general, s€ csrlsid€ra que los codominantes son los que reaccionan con mayor vigor
luego de la intervención. tle obstante, en un estud¡o realizado en renoval de Raulf ubicado
en la precordillera andina de la Octava Región del pafs, donde se analizó el efecto de un raleo
por lo alto, se determinó gue la respuesta en crecimiento es proporcionalmente mayor en los
árbobs de las clas@ dor*inadas. En efegto, el meforamiento en tasa de crecimiento del
diárnetro fustal fue de 14, 53 y 71Yo para los dominantes, codominantes e intermedios,
respectivamente {GARFIAS, 1994}. En cuanto a los intermedios, se distinguen de los
suprirnidos por su capacidad de respuesta al raleo. Sin embargo, en rodales mixtos, una
especie tolerante en posiúión de suprimida no está cercana a la muerte en relación a una
intolerante y puede reaccbnar al tratam¡ento.
Desde un punto de vista de las clases de copa se pueden distingruir dos tipos de raleo:
por lo bajo y por to alto. Además, existe el raleo mixto y el raleo sistemát¡co.
La base teórica del raleo por lo bajo es que las clases inferiores de copa coñsumen
importantes cantidades de agua y nutrientes del sueto, de modo que son nocivos para el
crecirniento de las clases superiores. Este tipo de raleo tie*e por efesto disminuir la
70
competencb por dichos elementos, meiora el aspecto sanitario del rodal, pero t¡ene poco
efecto sobre el crecimiento de los árboles seleccionados.
71
La corta de árbtrles suprimidos se puede justificar por el aprovechamiento de material
leños antes de que se píerda, pero su costo es elevado. Cuando se agregan los árboles
intermedios, el balance económico mejora un poco, pero el efecto sobre la masa residual sigue
siendo escaso. Solamente la corta de árboles del dosel superior tiene efecto biológico
importante. De acuerdo con LANIER (1986) la relación entre el volumen medio del árbot
extrafdo en el raleo (Vr) y el volumen delárbol medio antes del raleo (V) es muy baja, variando
entre 0,4 y O,6.
Otra desventaja del raleo por lo baio es la disminución de la poda natural de los árboles
remanentes. En cuanto a la producción resultante de la intervención, los productos obtenidos
son diffcilmente comercializables como madera aserrada. No obstante, en condiciones de
demanda de leña y astillas, la fitomasa leñosa extraída puede tener alto interés.
Este tipo de raleo está muy relacionado con el desarrollo natural del rodal y, en ese
sentido, supone una actitud más bien pasiva del sitvicultor, por cuanto se contenta con seguir
el proceso de disminución natural del número de ejemplares, si bien, en forma controlada y
dinamizando el sistema. En la práctica, este tipo de raleo se iustifica en rodales puros de
especies intolerantes, particularmente en sítio de calidad regular, donde se desea favorecer
la máxima acumulación del área basal en el rodal, para propósitos de producción de alta
cantidad de madera en gue no se requiere calidad, por ejemplo, leña, astillas, postes, etc
La base teórica del raleo por lo aho es que los ejemplares de clases de copa inferiores
utilizan cant¡dades insignificantes de agua y nutrientes, de modo que la competencia real se
establece entre los árboles dominantes y codominantes por la utilización de los recursos, la
luz y el espacio (DANIEL, HELMS y BAKER, 1982). Según LANIER (1986) la razónYrlY
puede acercarse o aún sobrepasar la unidad.
Las ventajas de este tipo de rateo son la producción de mayor volumen de madera
aserrable y la concentración del crecimiento en árboles seleccionados del dosel superior. El
inconveniente es su mayor dificultad de aplicación, tanto en la marcación como en la
explotación, al cortar árboles de mayor tamaño y perrnanecer un estrato inferior.
Esta modalidad de raleo supone una actitud más activa del silvicultor al intervenir el
rodal en función de árboles promisorios del dosel superior. En este sentido, tiene un mayor
72
carácter de raleo selectivo que la modalidad por lo bajo que es más esquemático.
Este tipo de raleo se puede aplicar a prácticamente todas las especies, en forma
particular, los rodales mixtos con un estrato alto de especie intolerante y un estrato más bajo
de especie tolerante. En el caso del bosque nativo chileno esta combinación se puede dar,
por ejemplo, con RobleAingue, Raulf/Lingue, Raulf/Tepa, Raulf/Mañfo y Coigüe/Tepa, entre
otras.
c) Raleo mixto
En este tipo de raleo se pretende optimizar las ventajas de los métodos anteriores.
Respecto al raleo por lo alto se acentúa el carácter selectivo de la intervención, puesto que
su operación implica el examen cuidadoso de todos los árboles de cada estrato analizando sus
relaciones con los árboles selectos destinados a la cosecha final los cuales inicialmente
pueden ser de cualquier nivel. De esta manera, se consideran los árboles dañinos, es decir,
aquellos que perjudican a los selectos, los árboles útiles para el buen desarrollo de éstos o
para la protección delsuelo y los que por su mala forma o escaso vigor pueden ser extraídos
mejorando el estado general del rodal. Según LAN¡ER (1986) la relación Vrly' generalmente
se sitúa entre 0,6 y 0,9.
Con este tipo de ral€o, se maximiza el crecimiento de tos árboles selectos al. utilizar
para ellos casi la totalidad del potencial productivo del sitio. El principal inconveniente es su
mayor dificultad de aplicación, tanto en el proceso de marcación como en el de explotación.
dl Raleo sistemático
En los raleos que tienen un carácter selectivo -raleo por lo alto y raleo mixto- las
intervenciones se realizan en función de los árboles que van a ser cosechados al término de
la rotación. Af respecto ex¡sten variantes de acción gue se refieren a la manera como se
seleccionan dichos árboles (SCHOBER, 1991). Fundamentalmente, la diferencia se establece
entre la marcación de los raleos para favorecer una cantidad de ejemplares potenciales a ser
cosechados superior al número de árboles que efectivamente llegarán al término de la rotación
y la marcación de raleos para favorecer un número de ejemplares predesignados equivalente
a la cantidad de á¡'boles al térm¡no de la rotación.
73
de egpecies secundarias, generalmente tolerantes, que cumplen con una función mejoradora
de laa cordiciones de desarrollo de los fustes de la especie principal y de protección al suelo.
La experiencia indica que durante el largo perfodo de tiempo que transcurre entre la
designación de los árboles de producción y la cosecha final ocurren incidentes negativos que
hacen retroceder a ciertos árboles seleccionados dentro de su rango de clasificación social o
cualitativo. En efecto, la evolución de los aspectos cualitativos de los ejemplares puede ser
negativa, produciéndose ramas gruesas, deformidades, ramas epicórmicas u otros defectos
que no se podfan visualízar al momento de la selección. Por otra parte, pueden ocurrir daños
debido a agentes abióticos (heladas, nieve, vientos) o bióticos (hongos, insectos, fauna
mayorl. Por tales motivos, SCHOBER (1991) recomienda disponer de árboles de reserva para
contrarrestar posibles retrocesos posteriores, lo que implica una selección entre un número
de candidatos de árboles de producción en cantidad superior al de la población final. En forma
indicativa, este autor señala que elnúmero de candidatos a árboles de producción en elestado
de latizal baio debe ser a fo menos el doble de la población final en latifoliadas y 1,5 veces en
confferas.
74
la apariencia de la madera, influyen en la frecuencia de los raleos. Para productos en que
interesa más la canüdad que la calidad este aspecto no tiene mayor importancia.
Finalmente, desde el punto de vista económico existirá presión para que los raleos
sean lo más distanciados posibles, situación que está asociada a una mayor intensidad, lo que
permite bajar los costos de la operaeión y aumentar el volumen maderable a obtener. En ese
mismo sentido, los llamados raleos precomerciales o "raleos a desecho" tienden a ser
retrasados o eliminados. Al elaborar el plan de manejo, el ingeniero forestal debe analizar
estos diferentes aspectos y procurar buscar e¡justo equilibrio.
En el caso de bosques que con anterioridad no han sido sometidos a manejo y en que
no existen suficientes antecedentes sobre su funcionamiento bajo tratamientos silviculturales
como para establecer esquemas de intervenciones, es preciso recurrir al funcionamiento
natural de los bosques y de alll deducir la manera como se debe proceder. En estos casos,
la primera interrogante que se presenta se refiere al momento para efectuar la primera
intervención. En la mayorla de las veces la respuesta va a ser afirmativa puesto que, tal como
se indicó en la Figura 10.1,los rodales requieren de manejo desde terminado el período de
regeneración.
Esta autointervención de los rodales que funcionan en forma natural fue descrita por
ALVAREZ y ROJAS (1980) en un renoval de Raulí en la Cordillera de Nahuelbuta. Estos
autores, además, analizaron estudios sobre el particular realizados con anterioridad en otros
bosques.
Al respecto, para el caso del renoval de Nahuelbuta, a los cinco años de edad se
empieza a notar una disminución en la tasa de crecimiento en altura y diámetro, que se
acentúa hacia los 15 años. Después de los 20 años se produce la liberación del estrato
superior, que se desarrolla a tasas crecientes hasta los 30 años en que se inicia un nuevo
período crftico, de cinco años, el cual se refleja en pérdidas de crecimiento, incluido esta vez
el área basal y volumen.
1C,
D¿lacuerüe con dichos antecedentes, los autores recomiendan que el rodal se debió
intemenir a los 15 años. De no ser asf, reeorniendan ralear después de los 30 años.
Económicamente, agregan, no se justifica ralear entre los 20 y 30 años por corresponder a
un psrfodo de liberación natural.
Ese aspcto está muy relacionado con el de ta reriodicidad de los raleos puesto que
mienüas más fuerte es la intervención mayor es e{ tiempo que requiere el rodal para recuperar
la dmsidad inicial y, por [o tanto, el ciclo tiende a alargarse.
Para efuetos de expresar la intensidad de ilcs raleos se pr.rcden considerar los índices
de densidad de los rodales y los fndices de competencia (HERNANDEZ, 1983). Entre los
primgos están ac¡ucllos que se hasan en el número de árboles {Reineke, relación número de
árboles y área basal, etc), el área basal, el Cuociente de Espaciamiento de Rocuant (para Pino
lnsigoel, el Factor:de Espaciamiento, el Factor de Wilson, el Factor de Competencia de Copas
{FCC} V el Cuociente de Espacio Vital. En los segundos se introdtme la idea de densidad local
o puntual. Entre éstos se pueden mencionar los modelos de competencia que asumen que
el árga de crecimiento de los árboles correspondeñ a un círculo, el modelo de Brown de
comptencia de forma poligonal y los fndices de Bitterlich, Spurr y Steneker-Jarvis
{HERNANDEZ, 1983}. El ar¡tor en referencia analizó algunos de estos índices de competencia
para Pino lnelgne en la Vll Región de Chile. Por otra parte, EXSS (1991) analizó el tema desde
la perspeetiva de modelos de crecim¡ento de árbol individual para renovales de Raulí
manejados en Jauja {lX Región).
76
perruanent€s y de la experiencia, tiende a usarse el número de árboles como indicador. El
mejor ejemplo en Chile lo constituyen las plantaciones de Pino lnsigne destinadas a la
producción de madera de expoftación de alta calidad, donde la intensidad de los dos o tres
raleos gue se realizan durante la rotación alcanza hasta 50o/o, en cada operación. Al respecto,
en la última década se ha producido una tendencia hacia la realización de raleos con mayor
intensidad gue los que se preconizaban con anterioridad. Hasta el momento, la experiencia
indica que, en Pino lnsigne ello es posible sin que se produzcan daños en el rodal residual,
Con ello se pretende concentrar el crecimiento en pocos árboles -200 ejemplares por hectárea-
alcanzando diámetros comerciales en el menor tiempo posible.
Alrespecto es preciso distinguir los lfmites dentro de los cuales se puede conducir un
programa de raleos. En la Figura 10.3 se iñdica como evoluciona el área basal como
respu€sta a los raleos.
,c
r'fut,
fdc¿ (¡ñer )
FIGURA 10.3. Esquerna deevolución delárea basalpor hectárea frente a las intervenciones
silviculturales. {R = Momento de aplicación de raleo. (1) = Curva de área
basal) en el momento de aplicación de raleos. (2) : Curva de área basal del
rodal residual inmediatamente después de aplicar los raleos (Adaptado de
sMtTH, 1986).
77
calidd del sitio es otro factor que influye en la capacidad de reacción del rodal al raleo.
En krs casos de rodales que han estado estagnados durante un largo pefodo, un raleo
muy intenso Buede prüvocar la incapacidad de los eiernplares remanentes para adaptarse a
los drásticos cambios producidos, lo que se manifiesta a través'de una coloración amarillenta
del follaje, retraso en la reacción en cuanto al crecinnieflto Y, en ca§(xt extremos, en
mortalidad. Sobre las áreas basales como indicador de intensidad de raleo, existe un área
basal crftica, que coresp(xrde a la densidad mfnima residual de un rodal que ha sido raleado'
Se puede definir como aquella en que el incremento de los árboles qre quedan no compensa
la pérdida de incremeflto de tos árboles extrafdos. En otras palabras, el crecimiento es menor
que el de un rodal test{¡o sin raleo. Esta área basal crltica puede ss definida también por
efectos indeseabl¿s somo resultado del raleo, tales como daños por el viento, daños al fuste
por hcladas o insolación, aparición de ramas epicórrnicas, prdiferaciún del sotobosqüe, etc'
Existen, adernás, hs áreas basales máxima y óptima" EI área basal máxlma es la que
puede alcanzar un rdal no raleado y depende fundamentalmente de la especie y del shio. El
área &§E!_ÉBÉirnA es aquella en gue se logra el máxirno crecirniento corriente. Se define,
según si se trata de favorecer la máxima acurnulación del área basal en el rodal o en los
árboles finales, de ac-uerdo a los obietivos del manejo, Segr3n ASSMANN (citado por LANIER,
1986) el área basal óptima para el crecimiento en volumen de varias especies europeas se
sitúa entre el 85 y el 9O% del área basal máxima, en tanto que el área basal crftica
corresponde a una pérdida de crecimiento en volumen del orden de cinco por ciento.
Existen difurencias entre las especies en cuanto a los niveles de áreas basales óptimas
y crfticas. En general, el área basal óptima t¡ende a ser superior en especies tolerante§ que
en intolerantes y en §ernpreverdes con respecto a las decfduas {SMITH, 1986).
Para efectos de determinar cada una de estas densidades es preciso recurrir a los
resuhados de easayos de diversas intensidades de raleo y evaluar sus efectos en términos
cuantiÉtivos y cgalitativos. Por ejemplo, sn un ensayo de raleos realizado en un monte bajo
de Myptus gWtns en la Provincia de San Antonio {V Región}, TORAL, ROSENDE y DE
PABLO (1988) determinaron el área basal óptima y crlt¡ca en rodales con obietivos de
producción de [eña, es decir, en gue se trata de maximizar el crecimiento del rodal en términos
de volumen total. En la ñgura 10.4 se indican los resultados del estudio a esté re§pecto.
r¡¡ú
t&
lL *r rr§
i*c:e tt*?r
*a rolmr ÉñO
oo
FIGURA 10.4. Porcentaie de incremento en volumen segrln área basal deiada en Eucdyptus
globulus en v Región. (Reproducído de foRAL, HOSENDE y DE PABLO,
19881.
78
Según este estudio el mayor porcentaje del incremento en volumen en relación al
testigo, se produio al dejar un 74o/o del área basal, lo que correspondió a un á¡ea de 9,2
m2lhai en tanto que el área basal crftica se produjo al dejar un 54o/o del área basal, equivalente
a 7,2 m2lha
En los casos donde aún no existen experiencias para determinar las densidades dentro
de las cuales se puede conducir un programa de raleos, el estudio del estado actual y de su
funcionamiento const¡tuye un valioso aporte para generar conocimiento sobre la materia'
Sobre el particular, DE LA MAZA (1976) determinó el área basal ideal para renovales de Raulí
en la Provincia de Malleco, mediante la búsqueda de situaciones donde el rodal evidenciaba
densidad normal y buena forma y desarrollo de los ejemplares. Para esos casos encontró un
valor de 53 m2lha.
79
y ROJAS, 1g8O). De acuerdo a los estudios de Merino, la curva que une los puntos
correspondientes a las áreas basales en los años crfticos representarfa la densidad máxima a
perrnitir antes del raleo (Curva (1) Figura 10.3).
Otro autor, MARIO PUENTE, a través de las tesis de HERRERA Y MAY {1976} y
SOLER (1979) desanolló para Raull una metodologfa gue permite determinar el raleo que hace
éptimo el incremento en área basal. Para ello se establece el raleo mínimo y, segtin distintas
intensidades de raleo, se determina el raleo que cumple con el objetivo anterior.
El método de MARIO PUENTE se basa en que un rodal regular está constituido por un
coniunto de peqt¡eños bosquetes coetáneos, de aproximadamente 1/80 ha, caracterizados por
su diámetro medio cuadrát¡co y el ntlmero de árboles. En relación a un bosquete
representativo de la situación promedio del rodal, los bosquetes de menor diámetro medio
cuadrát¡co -y, Wr lo tanto, con mayor ntlmero de árboles- representan elestdo anterior del
rodal en su coniunto. Del mismo modo, aquellos de mayor diárneüo medio cuadrát¡co -y, por
lo tanto, con menor número de árboles- indican lo que será el rodal en el futuro. Asf, cada
bosquete representa un punto en el desarrollo del rodal.
En el sector Radal Siete Tazas -Vll Región- DONOSO (1988) propr¡so intervenir los
rodales de Roble y Raull allf existentes con intensidades inferiores al 5O96, expresadas en
númso de árboles. Por su parte, GROSSE {1989} recon¡endó no extraer más del 3O-40% del
área basal del estrato dominante y codominante en b.osques de Roble, Raulf y Coigüe. Agrega
que con ese nivel de intervención se asegura maximizar el íncremento volumétrico, la
estabilidad del rodal frente al viento y evitar daños por insolación.
80
1O.8 Procedimiento pafa mafcar raleos
En Chile las cuadrillas habitualmente están compuesta¡¡ por tres a cinco marcadores
las cuates, segrin el Centro de Capacitación de Escuadrón, teniendo como requisito mínimo
primer año medio, requieren de ocho dfas de instrucción, El rendimiento promedio de
marcación es de 1,5 hectárea por jornada por operario.
Los equipos avanzan formando un frente de manera que cada marcador recorre dos
híleras a la vez, en el caso de plantaciones, o un espacio equivalente en rodales naturales.
En terrenos planos, se avanza en el senüdo de la más larga dirnensión, antes de virar y
regresar por la faia paralela. En pendiente, se inicia la marcación desde arriba y se avanza
según las curvas de nivel.
al Crecj¡nie¡to-dglos érboles
Las variaciones en la densidad del rodal provocada por los raleos causan grandes
modificaciones en el crecimiento en diámetro, pero prácticamente ninguno en el crecimiento
en altura. Esta última es más dependiente de las caracterfsticas del sitio. No obstante,
densidades muy altas provocan una reducción en el crecimiento de los árboles en todas sus
dimensiones, incluyendo la altura, probablemente debido a un incremento del proceso
respiratorio asociado a una disminución de la proporción del área fotosintética de cada
ejemplar a través de la disminución de la proporción de la copa viva. La opinión común de
que los árboles crecen más altos en rodales densos es, en general, incorrecta. Es más bien
un efecto óptico ocasionado por el aumento de la relación altura/diámetro del ejemplar
(sMrrH, 1986).
81
A base de las consideraciones anteriores, se puede señalar que, dentro del rango de
dersidades en que se maneian los bosques, el efecto de los raleos sobre el crecimiento en
altura es poco significativo. Este hecho ha sido constatado por diversos autore§ en elexterior
{DANIEL, HELMS y BAKER, '1982; SMITH, 1986}. Lo mismo se ha observado en Chile con
las plantaciones de Pino lnsigne.
Distinta es ta situación det crecimiento en diámetro, puesto que constituye uno de los
factores importafltes sobre los cuales se Buede eiercer un considerable control. Cuando un
ei€rñplar es liberado mediante un raleo, el primer efecto es un aumento del abastecimiento de
agua y nutrientes surninistrado por el sistema radicular. La cantidad de follaje no aumenta
hasta que la copa no se ha extendido lateralmente. Este efecto retardado es, sin embargo,
el más importante. No todas las unidades de la superficie foliar son igualmente eficientes
fot6intéticamente. En general, la parte superior de la copa produce mucho más que la parte
inferbr más sombreada {SMITH, 1986}. Mientras mayor es la superficie de copa Bor unidad
de tejido vivo mayor es la proporción de carbohidratos disponibles para la formación de
nuevos teiidos, skuación que es controlada mediante los raleos.
Desde el pt¡nto de vista del árbol, la mayor parte de la madera de la zona inferior del
ftJ§ts cofr§ aSirÍismo, de las rafges principales, cumplen ccn la función de soportar la copa
Aunque constituye una función importante, parece no terier la prioridad inmediata para la
sobrwiveneia del ejemplar, corno es el caso del proceso respiratorio. Por tal motivo, el
aumgnto de la provisión de carbohidrato para el soporte mecánico depende.del vigor delárbol
y de la cantidad de éstos que permanecen luego de ser usados en funciofles más vitales. Por
lo tañto, ta parte del crecimiento que tiene la mayor incidencia económica representa un bajo
valor dentro de la escala de prioridades biológicas. Es por esta razén gue el crecimiento en
diángro det fuste es tan rápidamente controlable Bor los raleos y las otras cortas intermedias
que regufan la densidad del rodal y el vigor de los árboles (SMITH, 1986)
En este seflt¡do, los raleos permiten a las ramas bajas vivir más tiempo, aumentar su
desarrollo y producir más carbohidratos para pro\¡eer el rnaterial e§tructural responsable del
crecimiento en diámetro en la mitad inferir del fuste, que es la más irnportante para la
producción maderera.
Desde el punto de vista del diámetro prondio del rdal antes del raleo y después del
raleo, por el s6lo h*ho de extraer una cierta cafitidad de árboles, se puede asumir que se
mantienen &a relaciones respecto alvolumen medio del árbol extrafdo en el raleo y elexistente
antes del rakgo señalados por LANIER (19861 a propúsito de kcs mátodos de raleo, a condición
de mantener constante las alturas. No obstante, para efectos de referirse al diámetro
promedio del rodal y su relación con los raleos se debe considerar el correspondiente at
diámetro del árbol que tiene el área basal promedio. No es el diámetro promedio de los
árboles presentes, puesto que el diámetro es una función lineal y el área basal es una función
cuadrátiea del diámetro (DANIEL, HELMS v BAKER, 19821.
82
altérmino de la rotación {DANIEL, HELMS y BAKER, 1982).
b) Crecimiento en volumen
Para la producción de madera en que interesa.la cantidad más que la calidad, como
es el caso de postes, leña, fibra, etc, es ¡mportante considerar que, en muchos casos, el
efecto de los raleos de carácter selectivo es una disminución del rendimiento total al término
de la rotación, en comparación con uno no raleado. La importancia de los raleos,
generalmente por lo bajo en estas condiciones, es la de anticiparse a la mortalidad natural
elevando la producción a lo largo de la rotación en un 30 a 5O% (SMITH, 1986).
En los casos en que interesa la producción de madera de alta calidad como es el caso
de madera aserrable o chapas de especies nativas nobles o madera libre de nudos de Pino
insigna, los raleos, en estos casos de carácter selectivo, tienen el efecto de aumentar
considerablernente el volumen aserrable. Se debe tener presente que este constituye uno de
los objetivos más importante de los raleos, en estos casos. Este efecto es el resuhado de
concentrar el crecimiento en una cantidad reducida de árboles selectos. De este modo,
aumsnta el valor de la madera por ejemplar, al mismo tiempo que disminuyen los costos de
producción a través de un proceso de explotación y posterior elaboración más eficiente.
c) Calidad de la madera
Una consecuencia negat¡va de los raleos puede ser la detención del proceso de poda
natural, estimular el desarrollo de grandes ramas y, eventuaknente, la producción de un
descenso de copa mediante la aparición de ramas epicórmieas. Debido a estos efectos, en
los casos que corresponda, los programas de raleos están asociados a podas artificiales. Por
83
otra parte, el aumento del diámetro delfuste con las características señaladas con anter¡oridad
implica un aumento en la conicidad de éste, lo cual puede tener un efecto adverso en el
proceso del aserrado de la madera.
d) Lonoitud de la rotacíón
El aumento en la tasa de crecimiento producido por los raleos tiene efectos variables
sobre la rotación, según el criterio que se utilice para determinarla, Si ésta se define como
el momento en que los árboles alcancen un cierto diámetro los raleos permiten acortar la
rotación. Este criterio es el que se utiliza en la actualidad para la producción de madera de
Píno insigne de alta calidad. Por el contrario, la rotación se alarga si la edad final se determina
por el momento en que la tasa de crecimiento de los individuos se vuelve lo suficientemente
baia para ser inaceptable o si se basa en la culminación del ¡ncremento medio anual.
Los raleos reducen las pérdidas ocasionadas por agentes bióticos no solamente por
anticiparse a ellas sino, adernás, por el aumento del vigor de los árboles. Este últ¡mo efecto
es de vital importancia para prevenir la accíón de potenciales, plagas y enfermedades,
particularmente en sitios medianos y pobres. Por ejemplo, la aplicación de raleos en
plantaciones de Pino insigne en las dunas costeras de la zona centro sur de Chile, ha tenido
por efecto un notorio mejoramiento en el vigor de los ejemplares, el gue se manifiesta a través
de un cambio en la coloración de las acfculas desde un tono arnarillento hacia un verde más
intenso.
En relación al viento, los raleos mejoran la resistencía de los ejemplares después que
éstos reaccionan aumentando el crecimiento en diámetro del fuste, lo que mejora su relación
con respecto a la altura total. Mientras ocurre esta adaptación el rodal está expuesto a la
acción del viento, lo que depende fundamentalmente de la densidad original, del diámetro de
los ejemplares y de la intensidad de la intervención.
El riesgo de daños por el viento aumenta cuando se ralea en forma intensa un rodal
denso en gue la resistencia alviento está dada más bien por el apoyo entre los árboles (efecto
de bloquel que por resistencia individual (RIOU - NIVERT y LADEN, 1991). En cuanto al
fuego, el raleo tiende a exponer el suelo a la desecación, lo que unido a los restos de la
explotación produce un aumento temporal en el riesgo de incendios.
84
Las modificaciones en elcontenido de humedad, como asimismo, en la radiación que
llega al suelo, afectan a sus componentes, en part¡cular a la materia orgánica y,también al
desarrollo de hongos y vegetación herbácea y arbustiva. En este sentido, los raleos favorecen
la implementación de sistemas silvopastorales o de manejo de fauna herbívora porque facilitan
eldesplazamiento de los animales entre los árboles y, principalmente, se aumenta la cantidad
de forraie disponible. Los raleos también constituyen una herramienta que ayudan al
desarrollo de proyectos de recreación intensivos por cuanto aumenta el espacio disponible
para el tránsito de personas y elimina ejemplares debilitados que pueden ser dañados por.el
viento.
85
xt. PoDAs (*)
11 .1 Objetivos
Bajo la presión de la competencia, las ramas bajas e interiores de un árbol pierden sus
hojas, lo que trae como consecuencia la interrupción de la circulacíón de savia por la rama,
efecto que ocasiona su muerte. La velocidad con que mueren las ramas depende en gran
medida de la densidad ínicial del rodal. Cuando éste proviene de regeneración natural, el
proceso se inicia en la etapa de monte bravo alto (Punto 7 .21. Además, la densidad determina
el diámetro que alcanzan las ramas antes de morir, factor que influye a su vez, la velocidad
de desprendimiento y la calidad de la madera del núcleo nudoso que permanece antes que se
complete la poda natural.
En Ingl6s : prunning
En Francós : elagage
B6
CUADRO 11.1
En todo caso, se puede señalar que son pocas las especies gue se podan bien
naturalmente, excepto latifoliadas ubicadas en buenos sitios, gue se desarrollan con alta
densidad en los prirneros estados y con la presencia de un estrato bajo de especies próximas
a sus fuses, pGro sin llegar a frotarlas.
Entre las especies que destaean por su buena poda nattrral están las pertenecientes
al género AaW¡s que forman una capa de teiido de absición en los puntos donde las
rarnas se fiian al tronco, de rnodo que cuando las ramas inferiores pierden su vigor, caen en
forma natural de una manera semejante a la cafda de las hojas de las especies caducifolias
(MONTOYA, 1988).
La poda puede afectar solamente a las ramas muertas. A esta poda en España se le
denomina "escamonda" y carece de efectos fisiológicos notables. Es una operación que se
limita a adelantar el proceso natural de cafda de las ramas muertas, reduciendo así la longitud
del muñón y consecuente nudo muerto y suelto.
87
La escarnonda se aplica especialmente en los casos en que la poda de ramas vivas
puede significar un riesgo de pudrición para la madera del fuste, como ocurre en ramas de
más de 3-5 cm de diámetro en frondosas que no generan en el corte mecanismos de
autodefensa como la exudación de resina en confferas'
La supresión de ramas vivas de un árbol tiene claros efectos fisiológicos que pueden
reper6utir en la producción del ejemplar. La eliminación de ramas baias o interiores que
reciben poca luz puede tener efectos favorables sobre el árbol y la producción maderera, al
eliminar elernentos que no contribuyen significativamente al proceso de fotosfntesis y, por el
contrario, pierdan carbohidratos por respiración, la que se realiza normalmente baio esas
condiciones,
Para Pino insigne se considera aconsejable no podar más de un 50Yo de la altura total
(GARRIDO, 1990; MALDONADO, 1990). Como regla general, el lfmite máximo permitido es
aquel que deia una proporción de copa viva de 30-40%. Como ya se indicó, en la zona bajo
la copa verde el fuste tiende a ser más cilfndrico, por lo que la poda perm¡te controlar el
inconveniente -desde el punto de vista de obtención de madera aserrable- ahusamiento del
fuste,
Basándose en los anterior, los programas de poda deben conciliar el efecto negativo
sobre el crecimiento de los ejemplares con el objetivo de aumentar el precio de la madera.
Por tal motivo, es práctica generalizada en Pino insigne podar en cada oportunidad hasta un
507o de la altura total de¡ eiemplar. Por otra parte, la poda a una altura pareia para todo el
rodal resultó tener efectos negativos sobre el crecimiento de los árboles de menor altura ya
que los afectaba en rnayor proporción. Por tal moti\ro, en la actualidad la altura de poda
depende de la altura de cada árbol. Sólo la última poda se efectrla a una altura pareja porque
tos árboles son muy uniformes en altura. Del mismo rnodo, no es conveniente la poda
selectiva de los árbotes que van a ser cosechados al final de la rotación, puesto que el resto
no podado domina rápidamente a los intervenidos, los cuales pierden jerarqufa desde el punto
de vista de clase de copa. De acuerdo con ello, la poda debe efectuarse en todos los árboles
que permanecerán,
88
3' Podo
l*drr¡
arútr
l' Podo
l! ¡r
FIGURA 1 1 .1 . Locaiización esquemática de la madera nudosa y de la madera sin nudos que
presenta al término de la rotación el tronco de un árbo! podado. En este
ejemplo, el cilindro defectuoso tiene un diámetro de 18 cm.
89
realiza. Sobre este punto se debe considerar que la poda constituye la corta intermedia más
costosa" Respecto al largo comercial, en Pino insigne tradicional se ha usado la pulgada
pinera como referencia. Considerando trozas de esas dimensiones más un rango de tolerancia
y una cantidad de madera libre de nudos en piezas cortas, para sitios buenos la altura rnáxima
de poda es de 6 nr. En casos excepcionales, para sitios muy.buenos, la altura total puede
llegar a 8 m.
Para la eliminación de una rama, viva o muet-ta, el cofte se debe realizat lo más
ajustado posible al tronco y, a la vez, lo más pequeño posible. Se debe considerar que las
gudriciones producidas en las heridas, pueden llegar al interior del tronco. Estas pudriciones
se ven favorecidas por la acumulación de agua en elcorte y por la lentitud en la cicatrización
de los cortes. Por tal motivo, las irregularidades en el csrte constituyen un factor que
promueve la proliferación de hongos'
FIGURA 1 1.2. Forma de los cortes en ramas pequeñas. El corte A, demasiado ajustado al
tronco, es poco aconsejable por producir heridas de excesiva extensión. El
corte B, con ligera inclinación, permitirá una cicatrización más rápida.
90
La elección de la herramienta de poda depende de varios factores, entre los cuales se
puede rnencionar la edad del árbol a podar o el tamaño de sus ramas, las caracterfsticas de
la corteza, topograffa y la altura hasta la que se va a intervenir. Para podas de formación,
cuando las ramas tienen un grosor inferior a 2,5 cm, se pueden utilizar tijerones. Debido a
la limitación del tamaño de la rama sólo tienen aplicación en la poda baja. lncluso la tijera con
cuerda sobre una vara t¡ene la misma limitación en lo que se refiere al tamaño de las ramas.
No obstante, en áreas con buen acceso de maquinaria existen tijeras neumáticas sobre varas
que permiten podar hasta 617 m de altura, pudiendo cortas ramas de hasta 4-5 cm de ancho.
Para la poda forestal las heramientas más utilizadas son el serrucho, la sierra de arco
y la motosierra liviana. El primero se puede utilizar tanto en podas bajas como a mayor altura,
en cuyo caso se montan sobre mangos telescópicos. Para podas a mayor altura, se agregan
escaleras de duraluminio. Los trepadores, como los usados para los postes telefónicos,
presentan el inconveniente de dañar el tronco, puesto que deben clavarse por razones de
seguridad.
Para ramas gruesas, la motosierra de poda, con un peso de 2-3 kg, presenta las
ventajas de permitir cortes todo el año y sin grandes riesgos de separación entre corteza y
leño. No obstante, tiene el inconveniente de producir cortes deshilachados con muñón a
veces largo en los que es más fácil la iniciación de pudriciones (MONTOYA, 19881.
Los rendimiontos generales para la poda baja, hasta 3 m, en Pino lnsigne varían entre
12O v 200 ejemplares por jornada de trabajo. Para la poda media -4 a 6 m- el rendimiento se
reduce a 8G120 árboles por jornada, mientras que para la poda a mayor altura el rendimiento
fluctúa entre 40 y 80 árboles por jornada (Centro Nacional de Capacitación Forestal, 1985).
91
XII. METODO DE SELECCION
D.A.P.
FIGURA 12.1. Distribución diamétrica en un rodal de estructura irregular.
Entre ambos t¡pos de estructuras extremas, existe una amplia gama de estructuras
intermedias de rodales que no corresponde a ninguna de las anteriores en su estado normal
y que están determinadas por una combinación de eventos naturales y antropogénicos de
diferente magnitud y ocurrencia en el tiempo. Desde el punto de vista espacial, la dinámica
natural de los bosques opera desde el hueco dejado por la calda de un gran árbol, por varios
vecinos, hasta en grandes extensiones destruidas por derrumbes, el viento o la actividad
volcánica. El hombre puede hacer lo mismo a través del floreo, incendios o talas para habi[g¡-z X^
terrenos para la agricultura. A lo anterior se agrega otro factor de diferenciación, que
corresponde a la antiguedad de la ocurrencia del evento. Por tales motivos, la mayoría de los
bosques nativos se presentan bajo la forma de un mosaico de rodales y bosquetes de
diferentes tamaños, composiciones, estructuras y cobeñuras. A continuación se muestran
algunas figuras con estructuras t¡pos que presentan habitualmente en los bosques nativos no
manejados.
DAP ( cr¡ )
FIGURA 12.2. Estructura de un monte alto irregular que ha perdido parte importante de
ejemplares de desarrollo intermedio. Es el caso de bosques floreados.
DAP (cn)
FIGURA 12.3. Estructura de un monte alto regularen que árboles individuales o grupos de
árboles son muertos naturalmente o eliminados por floreo.
93
I
I
l
\
OAP(cn)
Por otra parte, el proceso de regeneración natural, que en el monte alto regular ocupa
sólo una fracción de la rotación, en el monte alto irregular ocurre en forma permanente. El
espacio deiado por un árbol maduro exffaído debe ser ocupado por un repoblado. La
regeneración nunca pierde la protección (o la competencia) de eiemplares mayores ubicados
a su alrededor.
94
Considerando lo anterior, a mayor longitud del ciclo, aumenta el volumen acumulado
y viceversa. Por tal mot¡vo. este aspecto es uno de los que más ínfluyen en la determinación
de la longitud del ciclo de cortas. Además, se considera el efecto que tiene la intensidad de
la intervención sobre el rodal residual. Mientras mayor sea el ciclo, se acumula más el
volumen y, por lo tanto, más fuerte será la intervención. No obstante, el alargamiento
excesivo del perfodo puede provocar efectos negativos en la tasa de crecimiento del rodal por
competencia. En consecuencia, la fijación de la longitud del ciclo de cortas debe basarse en
un equilibrio entre los aspectos que tienden a concentrar el máximo de volumen a cosechar
con un costo menor de explotación y los aspectos silviculturales que tienden a mantener el
rodal a una alta tasa de crecimiento y, al mismo tiempo, dar más oportunidades para la
producción de nueva regeneración. Para una misma especie y condición de sitio, un ciclo más
corto o más largo implica una silvicultura más intensiva o extensiva, respectivamente.
Los ciclos de corta más usados en confferas o latifoliadas en clímas templados varían
entre 5 y 12 años. No obstante, para especies de crecimiento lento y ubicadas en ambientes
más fríos, como es el caso de Araucaria, los ciclos pueden alcanzar a 40 años (SCHMIDT
TORAL y BURGOS, 19771.
Una de las decisiones importantes a tomar en el manejo de.un monte alto irregular es
la determinación deldiámetro límite de cosecha, denominado diámetro X (Figura 12.5). Este
diámetro corresponde a la madurez financiera del árbol y depende de aspectos económicos,
del objetivo del manejo y de la especie, particularmente, su rapidez de crecimiento. Este
diámetro fluctrJa, según los casos, entre 60 cm y más de 1 m. En el bosque manejado, todos
los árboles que alcanzan o superan dicho diámetro son explotados, lo gue, desde el punto de
vista silvicultural, corresponde a una corta de regeneración.
Si el bosque es mixto y se maneja por primera vez, puede ser necesaria la aplicación
de cortas de liberación y de mejoramiento. Este es el caso de bosques de Araucaria-Lenga,
donde es preciso eliminar lengas o coigües que están sobre manchas de regeneración o de
95
grupos de individuos en etapa de crecimiemo ópümo de Araucaria.
X BlF. (cr)
*Ll
G.!e §Je*ffirñ c-tt urti¡clsr
I
I
N = ke'd
donde :
97
Este cuociente de decrecimiento de DE LIOCOURT se determina reemplazando "q" por
¿ en la ecuación anterior. Los rangos usuales de q para clases diamétricas de 5 cm varían
entre 1 ,2 y 2,O. Bajos valores de q dan como resultado una curva aplanada para la
frecuencia, con una elevada proporción de individuos de clases altas. En cambio, altos
valores de q dan una curva alta proporción de árboles pequeños (Figura 12.7l'.
DAP D P
FIGURA 12.7. Efecto de valores extremos de q sobre la curva de frecuencia del número de
árboles segtln categorla diamétrica en el monte alto irregular.
Un cuociente bajo implica mayor crecimiento de los árboles de mayor calidad debido
a una menor densidad, pero menor seguridad de regeneración. Un cuociente q alto permite
una reposición asegurada, pero disminuye elcrecirniento debido a la fuerte competencia. Una
solución es el empleo de dos valores de q, en una misma distribución, una para los diámetros
menores y otra para los superiores, con lo cual se aprovechan las ventajas de cada alternativa.
X DAP
98
diamétrica (Figura 1 2.9).
XDAP
FIGURA 12.9. Distribuciones diamétricas real e ideal en un monte alto irregular de estructura
no equilibrada.
99
sucesivas se hizo referencia a un monte alto irregular en bosquetes de Coigüe en la Reserva
Nacional de Malleco.
La estructura de monte alto irregular determinada por este método es la que mejor
protege al sitio y a la regeneración debido a su carácter de cubierta permanente. De este
modo, el suelo está mejor protegido contra la erosión y la regeneración contra la insolación,
heladas e invasión de vegetación competidora'
Los árboles de un monte alto irregular desarrollan mayor resistencia al viento a causa
de u¡a relación alturaidiámetro más baja. Por otra parte la continu¡dad en las copas en el
perfil vertical produce una mejor protección en el rodal en relación al monte alto regular
donde, la parte inferior, puede estar desprotegida debido a ausencia de ramas en la base. Es
por ello que el interior de un monte alto irregular es más calmado y húmedo que en un monte
regular. En Suiza, en condiciones similares, luego de una tempestad, el 1íYo de la capacidad
de cosecha anual de un monte alto irregular fue derribada por el viento, mientras que en un
monte alto regular el dañofue de 'l5}o/o de la posibílidad (LANIER, 1986).
100
El método de selección es el más seguro para regenerar especies tolerantes a causa
de la permanente fuente de semillas, en que se aprovechan todos los años de buena
producción. Desde el punto de vista productivo, algunos autores sostienen que supera al
monte alto regular, en cuanto a la presencia de un mayor número de ejemplares de grandes
dimensiones (LANIER, 19BO). Para otros, las diferencias son pequeñas (MATTHEWS, 1991).
Para pequeños propietarios, que disponen, por ejemplo, de sólo 10 a 20 hectáreas, es el
sistema que mejor asegura una renta anual. Otra ventaja sobre el monte alto regular es la
realización simultánea en el mismo lugar de cortas intermedias con las de explotación final.
Debido a que, en el caso de latifoliadas, los fustes son más cortos y las copas más
amplias, la cantidad de madera es menor que en el monte alto regular. Por otra parte, estando
todo el bosque permanentemente en regeneración, el moñte alto irregular es incompatible con
el pastoreo, al menos en latifoliadas.
Desde el punto de vista técnico en todos los casos señalados es posible aplicar el
método de selección, preferentemente bajo la forma de bosquetes, El argumento en favor de
101
dicha postura es que, con este método se modifica poco la estructura actual de los bosques.
Al respecto, MERY (1970) propuso manejar un bosque virgen de Coigüe, Tepa, Canelo y
Mañfo mediante el método de selección, a través de un ciclo de corta de 10 años y fijando
diámetros límites X e Y de 75 y 25 cm, respectivamente.
CUADRO 12.1
CUADRO 12.2
102
Además de las especies indicadas en el cuadro, en el rodal se encuentran Radal,
Ariayán, Ciruelillo, Melí, Huayún, Tiaca, Patagua, Avellano, Avellanillo, Fuinque, Canelo y
Luma. La gran cantidad de ejemplares existentes de especies valiosas, en particular Lingue,
hace posible considerar la mantención de [a estructura actual irregular aplicando el método
de selección. para mejorar las condiciones de desarrollo de dichas especies.
Hasta el momento, la mayorfa de los planes de manejo que afectan los bosques
nativos se efeclúan mediante el método de selección con intensidades de corta de 30 a 35o/o
en área basal (o volumen) en cada oportunidad, extrayéndose solamente el volumen aserrable.
Considerando que la mayoría de los bosques nat¡vos han sido sometidos a floreo y que los
bosques vírgenes contíenen un gran volumen no aserrable o foliable, las intervenciones deben
ser más intensas, pero afectando primero al volumen de menor calidad, utilizable solamente
para leña o astillas, guedando los mejores ejernplares para una segunda o tercera intervención,
103
conjurito, constituyen un monte alto ¡rregular en bo§quetes.
En el tipo Ciprés de las Guaytecas, CRUZ y LARA (1981) determinaron que las
diferentes comunidades con la participación de esta especie -Bosque abierto de Ciprés,
Bosque de Ciprés-Tepú y Bosque de Tepri con Ciprés muy ralo- presentan estructura irregular
pie a pie abierta, con cobertura arbórea inferior al 30%, 1O% y 296, respect¡vamente. Los
autores proponen manejar dichos recursos mediante el sistema de selección. Para ello
recomiendan uüfizar un diámetro Y de 12,5 cm y X de 65 cm, ciclos de corta inferiores a 30
años e intensidad de corta entre 15 y 45o/o del volumen, en cada oportunidad.
104
XIII. MONTE BAJO (*}
13.1 Generalidades
Elsistema silvicultural de monte bajo o tallar está basado en la posibilidad que tienen
preferenternente especies latifoliadas y algunas coníferas de regenerarse vegetativamente a
partir de retoños provenientes de cepa o de rafz. Aungue la mayoría de las latifoliadas pueden
retoñar, solo uaas pocas presentan la capacidad de hacerlo en forma repetida durante varias
rotaciones. La capacidad de reproducirse vegetat¡vamente constituye una propiedad de gran
valor para la supervivencia de muchas especies leñosas, cuando ocurren catástrofes gue
eliminan un rodal antes que los individuos tengan edad para producir semillas
NO¡fE ALTO
A§uro
XOXTE BAJO
Y
Eüad
105
Los retoñ€sprodueen pocos frutos, Fro a una edad más temprana que los eiemplares
provtnientes de semilla {h{ESOil v MONTOYA, 1993}
Los brotss provenientes de cepa pueden ser de origen proventicio o adventicio. Las
yem¡s proventic¡as, denominadas también latentes, durmientes o epicórmicas, están
que el árbol crece
conectadas con el xilema prirnario y se rnuaven hacia afuera en la medida
en radio cada año.
Las yemas adventicias se prcducen a parti¡ de un tejido calloso como resultado de una
por lo que
herida o corta. Este tei¡do caltoso se forma en el punto terminal de la huella radial,
las yemas de este crigen no t¡enen continuidad en toda su extensión hacia la médula'
FIGURA 13.2. Cepa con un retoño de origen adventicio (al y uno de origen proventicio {p}.
Cuando el tronco está crsciendo, el desarrollo de las yemas está inhibido por la acción
de atxinas que produce et árbol. Cuando éste es cortado, el flujo de auxinas se interrumpe,
activando las yemas latentes. De acuerdo con BLAKE (1983), la proximidad que se produce
entre los ápices de fos retoños y las rafces estimulan la elaboración de hormonas promotoras
del crecimiento formadas en las rafces {giberelinas y ácido abscfsico) lo que ocasiona el
vigoroso rebrote que sigue a la corta.
Los retoños producidos por muchas especies en climas de tipo mediterráneo provienen
de una estructura leñosa subterránea de almacenam¡ento denominada lignotuber,
lig*otr.rbérculo o corona radical. En Chile muchas de las especies esclerófilas y espinosas
pieu"*tan dicha estructura {SERRA, 1990}. Lo mismo ocurre en los otros ambientes
mditerráneos, corno por eiemBlo especies de Eucalyptus del Mallée austral¡ano'
106
Algnlnas especies regeneran abundantemente a partir de brotes adventicios
provenientes de rafces de árboles que han sido dañados, cortados o cuando éstas sufren
heridas. Un brote de ¡alz crece tan rápido corr¡o un brote de cepa, pero su independencia final
del tocón le permite alcanzar un desarrollo total hasta la madurez, comparable al de un árbol
que surgió a partir de semilla (DANIEL, HELMS y BAKER, 1 982). Entre las especies nativas
que producen renuevos se pueden mencionar el Ulmo y el Canelo, m¡entras que entre las
exóticas se eficuentran los álamos, Ralrinb psandacacia, Acacia melanoxylon y Ailanthus
gldrúda.ra.
Al aplicar este tipo de silvicultura es importante conocer cuáles son los factores que
determinan la cantidad y vigor de la retoñación. Al respecto, tres son los aspectos que tienen
influencia y sobre los cuales puede intervenir el silvicultor
:
En general, la mejor época del año para efectuar la corta es durante el período de
receso vegetaüvo preferentemente antes que comience la brotación de las yemas, porque los
productos de !a fotoslntesis almacenados alcanzan en ese momento la máxima concentración.
En cambio, la producción de brotes es con frecuencia bastante déb¡l después de
intervenciones realizadas a fines de primavera y en verano, debido a que las reservas están
siendo utilizadas en la producción de hojas y de madera.
c) Técnica de la corta
La altura del tocón remanente debe ser lo más baja posible -1O a 20 cm- a objeto de
est¡mular la brotación a partir de la corona radicular con el propósito de disminuir las
posibilidades de transferencia de pudrición hacia los retoños en el caso de tocones en proceso
107
de degradación. Además la corta a baia altura permíte a los retoños emerger al nivel del suelo
y desarrollar su propio sistema radicular (MATTHEWS, 1991). Por otra parte, los retoños
originados cerca del suelo son merlos afectados por el viento y por la nieve (BLAKE, 1983).
Para Eucalipto, MATTHEWS {1991) recomienda que el"tocón no debe tener una altura
superior a 12 crn. Señala que ello es esencial para una producción sostenida, debido a que
los retoños que emergcn a alturas rnayores de 12 cm son mucho msnos estables. Lo anterior
se explica porgue el callo gue se dasarrolla sob¡'e dicha altura en el tronco es más delgado y
no puede Broporcionar un soporte firme a los retoños como lo hace el callo que se desarrolla
a menor altura.
En la región del msditerráneo, en algunas ocasiones Auereus ilex se corta bajo el nivel
del suelo y los tocones se cubren con tierra para protegerlos de las altas temperaturas. En
cambio, en áreas inundables, en sauces, el corte se efectúa a mayor altura, ocurriendo lo
mismo con alisos en zonas pantanosas (MATTHEWS, 1991).
En zonas áridas cálidas, el corte demasiado baio puede provocar un fracaso total en
la retoñac¡ón, La razón de ello es que el tocón se seea afgunos centfmetros bajo la superficie
cortada y si la corta se efuctia cerca del nivel del suelo todas las yemas durmientes se
mueren. En cambio. si el corte se hace a mayor altura, las yemas ubicadas bajo la zona que
se secan no son afectadas (MATrHEWS, 1991).
Con el propósito de facilitar el escurrimiento del agua sobre la superficie superior del
tocón, el corte debe ser inclinado y liso sin irregularidades que retengan la humedad. Del
mismo modo, es importante que la cofteza quede firmemente adherida.
El tipo de herramienta a utilizar es irnportante para lograr los objetivos anteriores. Las
herramientas dentadas -sierras manuales y rnotosierras- son las que mejor cumplen con estos
requisitos, paft¡cularmente en especies de madera dura, como el Eucalipto (CAMERATTI,
19661.
al Ordenaeióo
[-os rodales sonretidos a este tratamiento pueden ordenarse en forma similar al monte
alto regular intervenido mediante tala rasa total, es decir, con un número de unidades
silviculturales equivalente a la longitud de la rotación.
La rotación de un monte bajo regular depende del tamaño del producto requerido y
varía entre un año para la producción de mimbre y aceites esenciales hasta 20-30 años para
postes de grandes dimensiones. Para la producción de leña, postes agrícolas y pulpa, las
rotaciones varfan entre 5 y 15 años. En Eucalipto, PRADO y BARROS (1989) estimaron que
para la producción de pulpa, en s¡t¡os buenos fas rotaciones podrlan ser de 6 a 7 años, en
tanto que para la obtención de postes en la zona de Valparafso, las rotaciones se estiman en
7 a 8 años. Los mismos autores señalan que para la producción de leña comercializada como
astillas las rotaciones son de I a 10 años en buenos sitios y de 14 a 1 5 años en sitios de
108
calidad mediana.
b) Clareo de retoños
El número inicial de retoños por cada cepa duránte el primer año puede sobrepasar el
centenar. Mediante la competencia alfinal existirán cinco o seis de estos retoños dominando
sobre el resto.
La corta de los retoños debe eonsiderar los principios generales establecidos para la
cosecha en cuanto a las earacterfsticas del corte y la herramienta utilizada. En la práctica,
no se aplican raleos en el manejo de un monte bajo debido a las pequeñas dimensiones que
alcanzan los ejemplares durante la rotación. Estos solamente se efectúan en procesos de
conversión a monte alto.
109
es nyás corta dismisuye el número de rotacionm que se puede manejar un rodal con los
rnismos tocones.
Despt¡és de varias rotaciories algunas cepas empiezan a sufrir daños durante las
explotaciones o la quene de deeechos o bien mueren por causas naturales" Los huecos
prodtrcidos pudsn ser llۖados con plantas al momento de la cosecha. Estas plantas deben
ser grandes, 0,5 - 1,O rn de alto, y con un vigoroso sistema radical, para que su desarrollo
pueda igualar al de los rstoños vecinos. Como altemativa se pueden utilizar plantas tipo
"stump", que cotresponden a eiemplares de tallo vigoroso -1,5 a 2,5 cm de diámetro- que han
sido fuerterneñte podados, generalmente a una altura de 25 cm y el sistema radical
acondicionado a una longitud similar {MATTHEWS, 1991}.
30 cm de tiera. Otra solución puede ser el descortezado de los tocones, método eficiente
y barato {PRADO y BARROS, 1986}. Con herramientas manuales, tales como hachas se
pueden destruir las yemas ubicadas sobre el suelo o los lignotúberes bajo é1. Otro método,
que ha sido Brob,ado con éxito en E. gtlobulus, es el uso de herbicidas (ALVAREZ, 1988). En
terrenos planos se pueden utilizar máquinas tr¡turadoras.
r10
5
FIGURA 13.3. Esquema de tratamiento de monte bajo irregular. Los números indican la
secuencia de intervenciones según el ciclo de cortas.
donde :
R = rotación
C = longitud del ciclo de cortas
Esta modalidad de monte bajo se utiliza en especies tolerantes y en condiciones de
sitio extremas en que los retoños requieren de protección contra agentes climáticos y la
acción de herbívoros. Por otra parte, tiene la ventaja de no exponer nunca el suelo al
descubierto total.
El monte bajo entresacado no es muy aplicado a nivel mundial, Se utiliza con Haya
en los Pirineos y en otras zonas altas europeas. Es común en la Península de los Balcanes,
También se usa en Pakistán, para manejar bosques de Olea y Acacia en zonas secas
(MATTHEWS, 1981). EnChile el método puedetener aplicación en eltratamiento de Boldo
como productor de hojas medicinales.
Debido a las particularidades que presenta esta forma de masa, sus ventajas y
desventajas se pueden apreciar al compararlas con el monte alto.
111
Por cf hecho de trahjar csn rotaciones
más corta$, existe un menor capital inmovilizado y el
rstoüas de la irwgsión es a m€rior plazo. En co*§ecuencia, el moflte baio es particularmente
intertsañte para pequeíps propietarios dsnde existe alta demanda por los productos
considerados. Una masa de morite baio joven es una excelente fuente de ramoneo para la
fauna silvestre o doméstica.
Entre las desvemaias se puede rnencionar que, en rotaciones más largas, los
profutos stln comprativamente de menor tamaño {Figura 13.1 }. El tallar consume en forma
más intensa }os ndrientss disponibles en el suelo, particularmerite si la rotación es corta.
Esto sé debe a que el monte bajo está consütuido essncialmente por jóvenes retoños, muy
vigroalsos, y por ramas, q.re requieren más nutriefltes que la madera más vieja.
Por otra parte, el suelo gueda desprovisto de protección en forma más frecuente que
en el caso de los ratarnicntos de monte alto, lo que eontribuye a su posible deterioro, No
otsstnte. algrunos estudios indican que esto no es tan efectivo a causa de la rápida
reupsación de la vegetrción después de h tala y al firme sistema radical de las cepas que
mantklne al suelo mientras se produce la retoñación (MATTHEWS, 1991). Como
conscuerlcia del rápido crecimie*to de los brote§, éstos demoran más en lignificar, lo cual
les hace muy sensibles a los daños producidos por heladas.
Desde el pr¡nto de vista estét¡co, es lnferior al monte alto, debido a su menor tamaño
y rwrótona apariencia. A causa de su alta densidad, a menudo impenetrable, no es adecuado
para zonas de picr¡ic o de paseo.
13.7.1 En general
112
corta de la parte superior de árboles con el fin de est¡mular la retoñación en la cima del fuste
cortado. En forma periódica es intervenido para la producción de mimbre, leña, material de
arnarre y cercos, etc. La altura más común de corta es entre 2,5 y 3 m, de modo que los
retoños queden fuera de la acción del ganado y no interfieran con los cultivos agrfcolas
(MATTHEWS, 1991). Su uso se justifica, además, para conseguir brotación en ejemplares
viejos, puesto que arriba la corteza es más delgada.
En Estados Unidos el tallar fue el primer tratamiento silvicultural aplicado como tal.
Prácticamente desde el asentamiento europeo hasta comienzos del presente siglo las partes
accesibles de los bosques de latifoliadas del Este fueron sometidos a repetidas rotaciones de
tallar para producir leña y carbón para fines domésticos e industriales. Luego, se perdió
interés por el monte bajo, excepto en pequeñas superficies para productos especializados o
como forraje para fauna silvestre. No obstante, desde la década de los 7O ha vuelto el interés
como medio de producción de energla y ast¡llas para su procesamiento como pulpa o tableros
de partículas (MATTHEWS, 1991).
A partir de la década de los 70, en los palses del hemisferio norte se han desarrollado
tallares basados en plantaciones de especies de rápido crecimiento, bajo silvicultura intensiva,
lo que permite la obtención de grandes cant¡dades de biomasa leñosa por métodos cercanos
a los agrfcolas (LANIER, 1986).
Dado que este tipo de tallar implica la extracción de una cantidad importante de
minerates debidb a las cortas rotaciones, sin que se produzca rest¡tución a causa de la
juventud relativa de los ejemplares cultivados, es preciso el aporte de abonos en forma
artificial. Por consigu¡ente, estos cultivos de alta productividad deben estar ubicados en sitios
particularmente ricos y sobre suelo no erosionable, a causa de la intensa mecanización de las
operaciones.
Por otra parte, los tallares maneiados con rotaciones cortas tienen altos riesgos
fitosanitarios, especialmente en Salicáceas, Eucalyptus y Alnus. Las condiciones de cultivo -
microclima húmedo, alta densidad, nutrición favorable- aumentan el impacto de las
enfermedades. Además, el tipo de cosecha implica frecuentemente heridas sobre las cepas,
lo que favorece la penetración de parásitos. De allf la necesidad de elegir clones y variedades
resistentes (LANIER, 1 986).
113
13.7"2 En Chile
En las zonas más hrlmedas también ex¡ste una alta demanda por combustible. Debido
a la reg¡resión de los bosqnes nativos en las cercanfas de los céntros poblados, la plantación
66n ospecies apropiadas const¡tuye un obietivo prioritario. Del mismo modo, el rápido
desarrollo sr los rlltimos años de un mercado de astillas para pulpa de fibra corta ha
sigrri*cado un crecionte interés por forestar con especies de rápido crecimiento y que sean
capacas de retoñar, Gorrp es el caso de algunas especies del género Eucatypfrts. El manejo
de ciertos basques nativos constituidos por especies de poco valor maderero, con fines de
prdrcción de leña o astilfas bajo la forma de monte baio, no se debe descartar.
En la Vl Región del pafs, desde hace varias déeadas se lleva a cabp una forma muy
prtkxlar de monte bajo y que corresponde al cultivo del Mimbre lSalix viminalis). El proceso
sihvicultural es simfar a un vivero de álamos a partir de cepas madres, en que la cosecha de
las varillas es en forrna anual, al cabo del segundo o tercer año después de la plantación de
las $taquiltas. Afltes de la primera cosscha es preciso realizar clareos. Las cortas se
efmtúan con sierras o t¡jÉras podadoras. En rotación anual, la vida útil de las cepas fluctúa
entre lO y 20 años, o incluso, más, dependiendo de las condiciones de cultivo (GREZ, SERRA
y VITA, 1992).
114
xtv. Motr¡TE MEDIO("
El monte rnedio, denominado también tallar con reservas o tallar con resalvos, se
caracteriza por estar compuesto de dos elementos : el tallar, que se encuentra en el subpiso,
formando una masa regular, continua, generalmente de origen vegetativo y la reserva, que
constituye un piso superior incompleto, de edades variadas y proveniente de semillas. No
obstar¡te, en ausencia de estos últimos, la reserva se puede constitu¡r a partir de retoños de
tocón.
Eltallar está formado por especies capaces de retoñar con facilidad y, de preferencia,
tolerantes, debido a la sombra proveniente de la reserva. En esta última, las especies que lo
conforman son preferentemente intolerantes, de crecimiento inicial rápido, que le permite
compet¡r en la etapa inicial de desarrollo con los retoños. Además, deben ser resistentes al
viento. Altener mucho espacio libre, los ejemplares de la reserva desarrollan amplias copas
y fustes relativamente cortos en relación a un monte alto. La longitud del fuste libre de ramas
está condicionada, en gran medida, por la altura de los retoños circundantes.
CUADRO 14.1
Equivalencia Denominación de
edad del tallar los resalvos
R Vástagos
2R Modernos
3R Ancianos
4R Bisancianos
5R Viejas cortezas
115
En la práctica, esta clasificación se realiza a base de clases diamétricas.
Por elemplo,
D'A.P.; los modernos de 20 a 40 cm' los ancianos de 40
los vástagos tienefl hasta 20 crn de
a 6O cm y así sucesivamente'
¡lrr
o. a. P,
FIGURA 14.1, Distribuciónde los vástagos (R), modernos (2R), ancianos (3R), bisancianos
{4R} y viejas cortezas (5R) en la reserva de un monte medio. {Extrafdo
de
LARRIER, 1986),
Al térm¡no de la rotación se explota a tala rasa el tallar excepto los vástagos que
para
constituirán la reserva en e! futuro o, en su defecto, algunos retoños seleccionados
explotación
cumplir con dicho proÉsito. simultáneamente, en la reserva se efectúa una
setectiva, que afecta a los ejernplares que han sobrepasado un diárnetro de explotabilidad
-
116
brinzales y, nrás adehnte, clareos en el tallar. Eventualnrente, se deben efectuar raleos. En
todos los casos, el obietivo fundamental es evitar que el tallar, de desarrollo más vigoroso,
elimine a krs vástagos.
_r n
? ?? ? IY
FIGURA 14.3 : Aspecto gue presenta elmismo rodalanterior inmediatamente después
de la explotación.
117
14.4 Ventajas e inconvenientes del monte medio
En relación a las otras dos formas generales de estructura, el monte medio presenta
la ventaja de la divefsidad de productos y su flexibilidad frente a los cambios de necesidades.
Requiere de menores superficies que el monte alto regular. Todo ello lo hace especialmente
intefesante para propietarios privados, en particular, pegueños y medianos. La presencia
permanente de una parte de la reserva significa un mayor protección al suelo que en el caso
del mor¡te bajo simple.
Al tener más espacio para crecer, las copas de los resalvos son más amplias, ramosas
y los fustes más cortos que los equivalentes en monte alto. Debido a ello, la producción en
relación a un monte alto es inferior en cantidad y calidad. La menor altura alcanzada por las
reseryas, hacen perder en la práctica una o dos clases de fertilidad (expresada en la altura de
los árbolesl (LANIER, 1986). Por otra parte, el tallar que crece bajo las reservas,
generalmente es rnenos vigoroso que el que se desarrolla en un monte bajo simple.
14.5.1 En general
Este método fue muy utilizado en Europa desde la Edad Media e incluso antes, en el
caso de Alemania. No obstante, con el desarrollo industrial, la sustitución del combustible
leñoso por el carbón, ampliamente distribuido por los ferrocarriles y la aparición de los barcos
de acero que hicieron desaparecer progresivamente los barcos de madera, implicó la
declinación del interés del monte medio como sistema silviculturat (MATTHEWS, 1991).
118
Algunas de las ventajas del monte medio pueden ser superadas por otras formas de
masa. Por ejemplo, en el aspecto estético, el monte alto irregular en cualquiera de sus
modalidades se considera más efectivo porque la población a nivel de fustal es más completa
(LAN|ER, 1986).
Para remediar esta situación, se han efestuado las llamadas cortas de renovación, es
decir. en regeneraciones parciales sobre una parte de la superficie total de cada parcela, se
extraen los resalvos ubicados sobre esos sect(res y se procede a limpias y luego clareos
precoces, intensivos, repetidos y concentrados. El resultado de estas medidas es la
constitución de un monte alto en bosguetes o mosaico (superficie intermedia entre bosquete
y rodal).
14.5.2 En Chile
119
dimensiones: ejernplares de 10-35 cm de D.A.P. para minas; de longitud inferior para pulpa;
sobre 45 cm de D.A.P. para aserreo y sobre 60 cm de D.A.P, para chapas. La explotación
se efec-tuaba en forma selectiva.
En las zonas áridas y semiáridas, a§unas formas de monte medio pueden presentar
interés cuando se dasea obtener diversos productos sobre una misma superficie y en que al
menos dos de los obietivos del maneio tengan la misma prioridad. Como ejemplo de ello se
puede mencionar la sombra para el ganado y la produccién de frutos, entregado por las
resen as y la leña, entregada por el tallar (VITA, 1989).
Muc*¡os de bs bosgues nativos del sur del pals tíenen en la actualidad una estructura
de monte medio corno resultado de las coftas parciales efectuadas sin criterio silvfcola, donde
los eiemplares cortados algunas veces han retoñado de tocón. Como ejemplo de lo anterior
se puede mencionar una típica estructura de rnonte bajo de Lingue y fustales aislados de
Roble de mda calidad, en las partes bajas del Sector Prado Menuco, Reserva Nacional de
Malleco. Lo mismo se aprecia en algunos montes medios const¡tuidos por Raull en el tallar
con algunas reservas de la misma especie, de calidad inferior o de otras especies de menor
valor económico. Dichos bosques están destinados fundamentalmente a.la producción de
madera aserrable de alta calidad, por lo gue no corresponde mantener la estructura actual,
síno más bien aplicar procesos de conversión y, eventualmente, enriquecimiento,
120
xv. coNvERsloN (r)
15.1 Gcncralidades
Se debe distinguir el caso de un monte medio en que la especie valiosa, que se desea
cambiar a monte alto, se encuentra en la actualidad en la reserva y el de un monte medio en
que la especie valiosa se encuentra en el tallar.
a) Conversión directa
Consiste en plantar la especie valiosa, luego de corta a tala rasa del tallar. Se puede
combinar con el desarrollo de ejemplares regenerados naturalmente a part¡r de la reserva.
Esta modalidad requiere de intensas timpias para disminuir la competencia producida por la
retoñación del anüguo tallar cortado.
121
bl Conversión clásica o oor enveiecinniento
Una vez finalizada esta fase preparatork, el rodal presenta una fisonomfa tal como se
nruestra en ta Figura 15.1. En ese momento, seprocede a la regeneración natural mediante
elmétodo de cortas sucesivas. El inconveniente de este t¡po de conversión es el largo perlodo
de tiempo involucrado.
122
de monte medio, la extracción de los ejemplares de la reserva, corresponde a las cortas de
mejoramiento analizadas con anterioridad.
A continuación se analizan algunas estructuras que pueden tener las especies valiosas
dentro del rodal.
D. A.P. (ear)
Existe un cierto equilibrio entre las clases de edad, con ausencia de ejemplares
mayores de 40 cm. Se pueden realizar cortas intermedias en función de los
ejemplares selectos, dejar envejecer y aplicar método de protección irregular
Como atternativa, se puede mantener la estructura actual. Esta situación se
presenta con Lingue en el Centro Forestal Frutillar.
D.A.P
123
I
tl
,\
\
Exphar los eiemplares de más edad (21. Luego, proceder segrln caso anterior
(1).
D
It
,"\ ,-\
it-"'
,'t \
o. A.P.
i'i D. l. P.
124
/'\
l¡
,,\ \--
.
il
Presenta dos concentraciones alejadas, pero
D' A' P'
/\
,\
G tl
\
\
o. A. P.
En este caso, lo más probable es que la base del manejo la constituyan los
ejemplares de menores dimensiones. Explotar los antiguos, procediendo igual
que F
0. A. P.
FIGURA 15.3 : Estructura general de un monte alto irregular multiestratificado en que
Raull y Coigüe, especies más intolerantes que el resto, ocupan el
estrato superior.
125
La situaeión arltsrior es caracterfsüca en el sector Niblinto, Reserva Nacional de
Malleco. Además, se prssenta en los tipos Coigüa-Raulf-Tepa-Mañfo y Siempreverde con
intolerantes srn€rgentes. A diferencia de lo que ocutro eon la situación indicada en la Figura
1 5.2A., la espeie más valiosa, Raulf, de estructura interna regular,
justifica la uniformización
del rodal a través de las cortas sucesivas segtln el procedimiento indicado en el Capftulo Vl,
Figura 6.1 2.
126
XVI. TRANSFORMACION (")
16.1 Generalidades
La especie a introducir tíene que ser más productiva que las presentes en el rodal a
transformar y adaptarse a las condiciones del sit¡o para asegurar su persistencia en el tiempo.
Por lo tanto, la selección deberá basarse en antecédentes proporcionados por experiencias
anteriores en áreas de caracterfsticas ecológicas similares, o bien, en ensayos de introducción
de especies realizados en dichas áreas. Lo anterior es válido, tanto para especies exóticas
como para las nativas del área, gue no se encuentran en el rodal a sustituir y con las cuales
no existen experiencias previas de repoblación artificial en zonas equivalentes. En los ensayos
de introducción de especies para efectos de transformación, además de las considera.ciones
generales para este tipo de estudios, se debe incluir el comportamiento de las especies ba.lo
las distintas técniCas de sustitución.
Bajo esta modalidad, la especie a introducir debe ser res¡stente a los extremos
climáticos y ser capaz de competir exitosamente con la vegetación invasora que trata de
ocupar el sitio descubierto, características que son propias de las especies intolerantes. Como
ejemplo de éstas en Chile se pueden mencionar al Pino radiata y a especies de los géneros
Eucalyptus y Aacia.
Dentro de la transformación mediante tala rasa se puede distinguir la tala rasa total
y la tala rasa parcial,
En lnglés : replacemont
En Francés : transformation
127
a) Transformación mediante tala rasa total
b) Transformaeión mediantqlala_fasa_lafcial
Se utiliza para las mismas especies que, en regeneración natural, el método de cortas
sucesivas es la mejor alternativa. Como ejemplo, se pueden mencionar las especies nativas
latifoliadas y las coníferas asociadas, como mañíos. También se puede utilizar para las
especies que se manejan mediante el método de selección,
Las modalidades de sustitución baio abrigo se asemejan a algunas de las formas del
método de protección, Pueden efectuarse a través de abrigo vertical y de abrigo horizontal.
128
a) Transformación baio abriqo vertical
Lo más probable es que el bosque original tenga una baja cobertura, por lo cual, la
plantación se efectúa previa limpia del sotobosgue sin intervenir el dosel arbóreo. En caso
contrario, antes de la plantación es preciso proceder a una corta parcial con el propósito de
aumentar la llegada de luz al piso.
En este caso, en el bosque original se abren fajas o pequeños claros cuya amplitud
estará limitada por la efectividad de una protección lateral total sobre todos los ejemplares a
introducir. Por tal motivo, su ancho o diámetro, según el caso, dependerá fundamentalmente
de la altura de la vegetación original. A modo de referencia, se puede indicar que el ancho
de las fajas será inferior a una vez la altura de la vegetación adyacente, mientras que los
claros no superarán una superficie de 0,5 ha. En contraste a la modalidad bajo abrigo vertical,
las fajas pueden ser trabajadas con maquinaria.
Al igual gue en el caso de las bandas, las fajas de protección se disponen en forma
paralela entre si. Bajo esta modalidad, la superficie a transformar es de un 507o o levemente
superior, de tal manera que las interfajas de vegetación original son de ancho similar o algo
inferior a las fajas abiertas. Lo mismo puede señalarse para el sistema de claros en mosaico,
Para la orientación de las fajas se consideran los mismos aspectos señalados para las
bandas. No obstante, en este caso se debe agregar el factor radiación solar, condicionado
por la orientación geográfica.
129
Ambos métodos surgieron en Africa frente a la necesidad de plantar con cobertura
definitiva completa, pero a un menor costo del que implica hacerlo a alta densidad inicial,
como es el caso de las plantaciones tradicionales bajo silvicultura intensiva. En éstas, la alta
densidad inicial, particularmente en latifoliadas, tiene como propósito fundamental promover
una buena forma, en euanto a rect¡tud de fuste y poda natural' de los ejemplares'
En el método Okoumé denominado asl porque se desarrolló para plantar dicha especie
africana {Aucauma klaínanal, se emplea para instalar especies que requieren de alta
densidad inicial para tener buena forrna. En Chile, el Raulí es un tlpico representante de esta
situación. El método implica la destrucción total del bosque original y luego, permitir el
ingreso controlado de vegetación invasora, la cual se rnantiene, mediante intervenciones,
subordinada a las plantas, hasta que éstas, por su desarrollo, comienzan a suprimirla,
El método det recrecido o del rebrote, preconizado por CATINOT (1965), implica la
destrucción de la parte arbórea del bosque original, pero se mantiene el sotobosque cortado
a 40-50 cm del suelo, en el cual se abren líneas según el distanciamiento definitivo o semi-
definitivo, donde se plantan los ejemplares de la especie a introducir
En Chile fue probada por primeravez con éxito en el Centro Forestal Frutillar en un
ensayode plantación de Raulírealizado por CONSIGNY (1970). Este autor plantó ejemplares
a rafz desnuda y tipo "stump" en condiciones sirnilares de sitio. Al cabo de cuatro meses de
establecido el ensayo, los ejemplares "stump" tenían un 100%o de supervivencia contra 600/o
de los ejemplares testigo, mientras que los primeros mostraban mayor vigor y hoias de 5-7
cm de longitud, en tanto que los segundos presentaban aspecto regular y hojas de 3-4 cm de
largo.
130
de las ralces y, mejorar el prendimiento, deb¡do a la efiminacíón del proceso de transpiración
En Chile se han efectuado transformaciones luego de tala rasa total tanto en la región
de los bosques y matorrales esclerófilos y espinosos como en los bosques nat¡vos del sur
Las especies más usadas en estos casos, han sido arbustos forrajeros del género Atriplex en
la zona árida y Pino radiata y especies de eucaliptos más hacia el sur.
131
XVII. ENRIOUECIMIENTO
17.1 Concapto
132
--.1 rr-
FIGURA 17.1 Enriquecimiento en fajas {adaptado de DUpUy, 1gg2)
Para que este sistema tenga éxito no deben existir copas de grandes árboles ubicados
verticalmente sobre las lfneas, las especies deben ser de rápido crecimíento y la plantación
efectuarse lo más pronto posible luego de la abertura de las lfneas (MATTHEWS, 1 991 ). Los
ejemplares de gran altura y desarrollo de copas ubicados en las interfajas deben ser aníltados.
Como tratamientos mantención, son imprescindibles las limpias repetidas y, más adelante, los
raleos,
Se debe señalar que, en la orientación geográfica de las lfneas se debe considerar que
las plantas introducidas reciban el máximo de horas de luz al dfa. El factor limitante del
crecimiento de las plantas introducidas en el medio forestal tropical es la luz, lo que ha
obligado a crear condiciones más favorables mediante fajas más anchas, al menos al nivel de
las copas del bosque original. El problema es que si bien la luz favorece el crecimiento de las
especies introduc¡das, ella también dinamiza la competencia de un conjunto de especies
invasoras, lo gue obliga a buscar un equilibrio en la dosificación de la luz, diffcil de encontrar,
o bien, a proceder a intensas y repetidas limpias. Este método de enriquecimiento permite
tratar grandes superficies simultáneamente, pero también obliga a trabajos de mantención
muy espaciados, con gran demanda de mano de obra no siempre disponible. Por tal motivo,
este tipo de enriquec¡miento en lfneas, ampliamente usado en el pasado, ha sido reemplazado
por métodos más intensos, correspondientes a transformación, en los bosques tropicales de
Africa, América Latina y, en menor medida, de Asia (DUPUY, 1992).
133
No obstante la falta de tratamientos intermedios posteriores, en la actualidad exíste
señalar que,
una sobrevivencia adecuada y los elemplares presentan buen desarrollo. Se debe
en contraposición a lo que ocurre en los trópicos, las limpias son menos necesarias en los
bosques nativos chilenos, debido a la menor agresivídad de la vegetación
Esta técnica implica la plantación bajo dosel de un grupo de plantas instaladas a alta
densidad, generalmente en forma de cuadrado, de dimensiones equivalentes a
lo que se
pueden
espera sea la cobertura de copa de un ejemplar adulto en el futuro. No obstante ser
de mayor tamaño.
En los ensayos de regeneración de Raulí ubicados en el sector Depósito, cerca del lago
pirihueico, Panguipulli, ya descritos con anterioridad, se plantó Raulí baio cobertura y al
descubierto (NAVARRO, 1982), Luego de nueve años, los ejemplares bajo cobertura
muestran un crecimiento 15olo superior a los instalados al descubierto (SCHMIDT, RUSTON
y DONOSO, 1991). De acuerdo a lo observado en las plantaciones de Raulí efectuadas en
que los
la zona de Panguipulli, los ejemplares bajo dosel presentan un aspecto más vigoroso
ubicados al descubierto (COGOLLOR v VITA, 1979)'
134
XVIII. UNIFORMIZACION
18.1 Concepto
Otro eiemplo, puede constituirlo el estado que presentan los bosques de Roble,
Coigüe, Raulí y especies asociadas en la Reserva Nacional de Malleco. En el acceso al Sector
Prado Menuco de dicha Reserva existe un bosque floreado que muestra la estructura típica
resultante de este tipo de intervención : un estrato inferior continuo y uno superior
discontinuo. Al recorrer el bosque se aprecia una gran variabilidad de situaciones. Por
ejemplo, en la parte baja existen algunos renovales aislados de Lingue procedentes de cepa,
entre los cuales se encuentran coligues, avellanos y otras especies. En el dosel superior,
predominan robles de muy mala calidad.
135
En el sectorNiblinto, en las laderas de los cerros predomina la asociación Coigüe-Raulí
v especies acompañantes, conno Tineo, Tepa, Olivillo y otras. Raulí aparece en algunos
sectores tanto a nivel de ejemplares adultos como de regeneración, estando ausentes en
otros. La mayor superficie homogénea de esta especie la constituye un área de 6 ha donde
se intervino mediante loe métodos de Protección Uniforme y en Fajas, según fue descrito en
el capltulo correspondiente
En los bosques y matorrales esclerófilos y espinosos gue no han sido sometidos a tala
rasa se presenta esta heterogeneidad de situaciones, particularmente en cuanto a cObertura,
pero también en asociación de especies y estructura (VITA, 19Bg)
En esas mismas zonas existen algunas plantaciones de Eucalipto en que, por ausencia
de manejo anterior y extracción selectíva de madera, los rodales se encuentran en un estado
caóüco en cuanto a uniformidad y vigor de los ejemplares Una tala rasa con retoñación
posterior es un mecanismo para su ordenamiento. La transformación luego de corta a tala
rasa constituye otro eiemplo de uníformización drástica.
Mediante el método del árbol semillero es posible cambiar una estructura heterogénea
en una más reEular mediante la elección de algunos ejemplares destinados a la repoblación
En este caso, lo más probable es que se requiera un complemento de regeneraeión artificial
A través del método de cortas sucesivas bajo cualquiera de sus modalidades también
se puede lograr un efectivo ordenamiento. A modo de ejemplo, se puede mencionar la
situación de un bosque floreado multiestratificado de Raulí, Coigüe, Tineo, Olivillo y otras
especies, en que la primera se encuentra en el dosel superior representada por no más de
cuatro o cinco e.jemplares por hectárea. En el capítulo correspondiente se describió la
aplicación del método de protección uniforme mediante el cual se obtiene un estrato único de
regeneración con mayor participación de rat-rlí que en el original acompañado de otras especies
(Figura 6.1 2)
136
bosquetes de Coig.üe. Las cortas de liberación y de mejoramiento representa otra manera de
proceder al ordenamiento a través de una uníformización por lo alto. en los casos en que la
especie obieto del manejo está en etapa de repoblado, monte bravo o latizal. La búsqueda
de una estructura equilibrada en el monte alto irregular constituye otra manera de uniformizar
un rodal.
' Clareos y raleos de tallar, donde corresponda, según desarrollo de los ejemplares.
- Podas para facilitar el tránsito de personas o ganado bajo las copas y disminuir la
continu¡dad vertical de combustible.
137
[¡s intenrenciones a realizar serán las siguientes :
138
- Regerreración de Coigüe y Raulf en espacios más abiertos de mayor desarrollo, pero
atin compitbndo con coligues.
139
XIX. CONSIDERACIONES FINALES
Se estima que los grandes cambios que se han producido en la silvicultura chilena en
la últ¡ma década cont¡nuarán acentuándose en el futuro. En el caso de las plantaciones se
prevé una mayor diversificación de las especies utilizadas, según las características
part¡culares de cada siüo. Entre las exóticas, las peftenecientes al género Eucalyptus
probablemente conünuarán siendo las más importantes dentro de las nuevas especies que se
han incorporado a la forestación, sin perjuicio de otras, como por ejemplo, Acacia. Lo más
relevante en esta materia será una intensificación del uso de especies nativas, a través de
procesos de forestación, transformación o enriquecimiento.
En el caso del bosque nativo, hasta fines de la década de los 80, las intervenciones
silvicutturales se habfan realizado sólo a nivel experimental, excepto las cortas intermedias en
renovales, que han operado a nivel de aplicación más extensiva. A partir de la presente
década, en la Región de Magallanes se iniciaron faenas de aprovechamiento maderero bajo
criterio silvfcola, situación que se hará más frecuente en el futuro próximo, tanto en la Xll
Región como en las más septentrionales. Como consecuencia de ello, en el caso de los
bosgues de producción ocurrirá un cambio desde la actual condición de heterogeneidad hacia
un estado más uniforme y simple, tanto en sus características de composición como de
estructura.
140
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