Actividad D.romano

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DERECHO ROMANO

DERECHO 1° SEMESTRE

ACTIVIDAD UNO

Abad Martínez Nayelhi del Carmen


Severiche Diaz Geidys Natalia
Ortega López Daniela
Vitola López Eilyn Andrea

Sincelejo, ---- de septiembre del 2023

1
LOS SUI IURIS EN EL DERECHO ROMANO
Se puede entender por sui iuris, toda persona cuyos derechos y su ejercicio dependen de su
propia condición jurídica. Es decir, que los derechos que reclama le pertenecen.
Así, los sui iuris eran todos aquellos que podían poseer derechos por sí mismos, siendo
plenamente libres para disponer de ellos, contraer nuevos, u obligarse; a diferencia de los alieni
iuris, cuyos derechos eran fruto de su relación con algún sui iuris.
De aquí que el sui iuris fuera jurídicamente independiente, esto significa, que solo sus propias
circunstancias determinaban sus derechos. Si su padre o madre moría, no se alteraban sus
derechos ─como con los alieni iuris─, si otro patricio moría no alteraba sus derechos ─como en
la clientela─.

Definición de Sui Iuris


Los romanos emplearon el término sui iuris exclusivamente para referirse a personas, aunque la
expresión pueda ser usada respecto de cualquier sujeto de derecho (como por ejemplo
un municipium), de allí que al definir el término, es importante entender esta dimensión
individual, usada en el derecho de los romanos.

Sui Iuris: Ciudadano romano jurídicamente independiente.


Cabe aclarar que, para los romanos, el surgimiento de los derechos estuvo ligado durante mucho
tiempo a los lazos familiares que unieran al individuo con la fundación de Roma, por lo que no
todas las personas poseían los derechos que ejercían, especialmente en el ámbito privado, como
el matrimonio o la propiedad.
Así, al menos hasta bien llegado el Imperio, los sui iuris estaban íntimamente ligados al
patriciado, como una nobleza de sangre, descendientes de las primeras tribus romanas.

Etimología de Sui Iuris


El término Sui Iuris está compuesto por dos vocablos latinos: (a) «Sui» que es la declinación en
genitivo de "sí mismo" ─de allí que en español usemos "sí" como pronombre reflexivo─, y (b)
«Iuris» que es la declinación en genitivo de "derecho".
«sui iuris»: de derecho propio; con derecho propio.
Iuris o Juris, son ambas formas correctas de redactar el término, la primera, usada en el periodo
del latín clásico romano, y la segunda, usada durante la edad media, por el latín medieval, en el
que la mayoría de palabras con una "I" no vocal, se adaptaron a una "J", para reflejar su sonido.
Así que una traducción literal de todo el término sería "de sí mismo el derecho", y una
traducción más cuidada en la adaptación semántica al español sería:

2
Clasificación de los Sui Iuris
Los Sui Iuris se presumen capaces, esto es, que cuando nos referimos a su estatus jurídico o a los
derechos que tienen, se parte de la premisa de que se habla de un Sui Iuris capaz, siendo la
incapacidad una circunstancia, más que una división propiamente, de los Sui Iuris.

Capaces
Incapaces
Así, tenemos entonces que los Sui Iuris podían ser: (a) capaces, cuando siendo titulares de sus
propios derechos, los ejercían además por sí mismos; o (b) incapaces, cuando siendo titulares de
sus derechos, requerían de un tercero que mediara para su ejercicio.
Aquí se aclara, que todos los Sui Iuris eran titulares de sus derechos, y la incapacidad constituye
una condición que obstaculiza solamente su ejercicio.

Sui Iuris Capaces


Los Sui Iuris capaces eran aquellos que tenían la capacidad física y psicológica de ejercer sus
derechos. Por esta razón, estos Sui Iuris constituían el más alto estatus jurídico que conocieron lo
romanos: el de Homo Optimus Iure, ya que, siendo libres, ciudadanos, dueños de sus derechos,
y pudiendo ejercerlos por sí mismos, no conocían más limitación que la de sus pares y la ley.
Homo Optimus Iure significa: hombre jurídicamente pleno, y refleja la posición social y legal
que tenían los Sui Iuris capaces. De aquí viene el concepto de patricio, que terminaría siendo
sinónimo, más que de una situación jurídica, de una situación social.
Estos solo podían ser varones, pues las mujeres estaban siempre en condición de tutela jurídica,
además debían ser ingenuos, esto es, que siendo libres no hayan sido nunca esclavos, y por
últimos debían ser dueños de su derecho familiar, es decir: paterfamilias.

Homo Optimus Iuris


Dentro de los sui iuris sin embargo, no era tampoco uniforme la condición social, jurídica y
personal de las personas que integraban este grupo, sino que podían tanto ser ciudadanos latinos
libres que habían adquirido la ciudadanía romana, como senadores de una familia aristócrata.
Hombre
Libre
Ciudadano
Paterfamilias
Patricio

3
Además, los sui iuris podían ser incapaces circunstancial o permanentemente, por lo que solo
un tipo específico de sui iuris, pertenecía realmente a las estructuras de poder romana, y podía
ejercer materialmente sus derechos: los hombres libres, ciudadanos romanos, que fuesen
paterfamilias y patricios.
Y a este grupo se le denomina: homo optimus iuris, u hombres de derecho completo, siendo
este el verdadero referente en cuanto a la plenitud en el ejercicio de los derechos para el derecho
romano. Todos los demás se encontraban jurídicamente limitados.

Sui Iuris Incapaces


Cuando un Sui Iuris por alguna circunstancia particular, no podía ejercer personalmente sus
derechos, este debía ser asistido por otro Sui Iuris, quien le procuraba la protección de los
derechos de los que fuera titular. A estos Sui Iuris se les denominó incapaces.
Mujeres
Niños
Enfermos
Dementes
La incapacidad podía tomar dos formas, dependiendo de si era algo que consideraremos, o bien
(a) circunstancial a las condiciones familiares, llamada tutela, o bien (b) circunstancial a las
condiciones personales, llamada curatela.
Esta distinción en principio solo cobijaba a los impúberes, como sujetos de tutela, y a los furiosi,
como sujetos de curatela. Pero se fue expandiendo hasta contemplar la distinción que se
mencionó anteriormente.

Incapaces con Tutela


Eran protegidos por tutela todos los Sui Iuris cuyas circunstancias que limitaran el ejercicio de
sus derechos fueran de carácter familiar, es decir, que no eran particulares de ellos mismos, sino
de cualquiera, como los impúberes, pues cualquier hombre menor de 14 años, no podría ejercer
naturalmente sus derechos.
Así, los hombres menores de 14 años, y las mujeres, eran siempre sujetos de tutela. A su guarda
se le llama tutor, a ellos pupilos, y la relación que media entre ambos es un cuasicontrato
denominado: tutela.
La mujer a pesar de que fuera púber, sería considerada a lo largo de toda su vida como un sui
iuris incapaz, es decir, que podía poseer cosas pero no administrarlas, y estaba vetada de la
participación política o de convertirse en centro del derecho familiar por considerarse
"inmadura" psicológicamente.

Incapaces con Curatela

4
Eran protegidos por curatela todas las personas cuya incapacidad fuera un circunstancia
exclusiva y propia, es decir, que es muy particular de la persona protegida. Por ejemplo el caso
de un demente, pues no cualquiera a determinada edad, o género, se vuelve demente, luego su
circunstancia solo le atañe a él mismo.
Así, toda circunstancia, física o mental, que imposibilitaba ejercer los derechos, habilitaba a la
imposición de una curatela. Dementes, despilfarradores, ciegos, mudos, mancos, epilépticos,
todos ellos requerían asistencia para el ejercicio de sus derechos.
A su guarda se le denominaría curador, a ellos por su propio nombre, y a la institución que los
cobijaba, que era un cuasicontrato, se le denominó curatela.

Características de los Sui Iuris


Ser sui iuris era el estatus más alto que un romano podía tener a nivel exclusivamente jurídico,
es decir independientemente de si este era parte de los patricios. Así, los sui iuris poseían como
mínimo tres características importantes en el mundo romano: podían tanto votar como ser
elegidos en asambleas, podían poseer, y podían conformar familias con linaje.
Derechos políticos plenos
Podían poseer propiedades
Se convierten en paterfamilias
Primero (a) tanto los alieni iuris, como los sui iuris, podían votar, es decir que tenían derechos
políticos, pero solo los sui iuris tenían la capacidad de presentarse a las elecciones para hacerse
magistrados, y de ocupar cargos militares importantes.
Además, una de las características más distintivas de los sui iuris en el mundo romano (b) es que
solo ellos podían ser titulares de derechos y obligaciones, y por tanto, poseer propiedades. Un
romano reconocería a una persona sui iuris, porque esta posee cosas. Y (c) la vocación social del
sui iuris era hacerse paterfamilias, convirtiendo el derecho suyo ─sui iuris─ en un derecho de un
linaje familiar.

Estatus de los Sui Iuris


Jurídica y socialmente, los sui iuris eran el ejemplo de ciudadano romano, pues por un lado estos
podían hacer un uso pleno de los derechos quiritarios, y por el otro tenían el estatus de un
paterfamilias cuando conformaban una familia, por lo que tenían el respeto social de la figura de
un pater. Además, al menos hasta principios del Imperio, siempre estuvieron ligados al
patriciado.

Jurídicamente plenos ciudadanos


Socialmente paterfamilias

5
Los sui iuris constituyen la alta plenitud formal de derechos que un romano podía tener, es decir,
aquella que solo dependía del derecho, y por tanto accedían al ius sufragii, ius honorum, ius
connubii, ius commercii, o al ius actionis; por lo que nunca dependían de nadie más que de sí
mismos para desenvolverse socialmente, dotándolos de una libertad real.
Además, cuando se habla de un sui iuris, generalmente puede hablarse también de un
paterfamilias, siempre que este sui iuris fuera un hombre sano, y en el caso de las mujeres, a
pesar de que no pudieran ser paterfamilias, el estats de sui iuris implicaba que eran o mujeres
casadas ─uxor─, o mujeres viudas, en ambos casos dignas de respeto social.

Ejemplos de Sui Iuris


Los sui iuris podían ser por ejemplo, tanto hombres como mujeres, e incluso niños, por lo que
ser sui iuris es solo una condición jurídica y no natural. Cuando una persona, siendo ciudadano
romano, se quedaba sin la protección de la patria potestad de otro ciudadano, se hacía
automáticamente sui iuris.
Sui iuris plenos: Hombres padres de familia y ciudadanos
Sui iuris con tutela: Mujeres y niños
Sui iuris con curatela: Dementes y sordos
De aquí que no deba confundirse el término sui iuris con capacidad jurídica, pues los sui iuris
podían o no tener capacidad jurídica. Por ejemplo los dementes (furiosi) podían ser sui iuris,
pero perdían su capacidad jurídica para celebrar contratos u obligarse.[¶] Lo mismo en el caso de
los impúberes, que hayan quedado huérfanos.
Así, se puede decir que cualquier ciudadano romano podía ser sui iuris, desde un senador hasta
un mercader vino, y desde un anciano convaleciente, hasta un niño de 3 años. Lo que los
diferenciaba eran los medios de protección, en caso de que se volvieran incapaces, como el tutor
del niño de 3 años o el curador del anciano convaleciente.
Anavitarte, E. J. (2013, March). Los Sui Iuris en el Derecho Romano. Academia Lab. 

1.11 LOS ALIENI JURIS


Eran los hijos de familia sujetos a potestad. En Roma eran capaces porque su calidad no les
mermaba la capacidad para contratar, que era superior a la de los esclavos.
Los hijos de familias podían contratar siempre que fueran púberes, sea cual fuere su edad.
Sus adquisiciones entraban al patrimonio común del Pater Familiae, por ministerio de ley.
A diferencia del esclavo podía obligarse personalmente y podía por si y en su nombre,
demandar a su deudor judicialmente, podía obligarse por sus contratos, y si no tenia
patrimonio propio y peculio castrense, se obliga para mas tarde, cuando heredase el
patrimonio paterno, pero si tenía peculio, entonces éste servía para hacerle efectiva la
obligación sin que el padre figurase en la deuda. Si el padre autorizaba al hijo para contraer

6
obligaciones, éste se hacía solidario con el hijo, y así, el acreedor podía instaurar una acción
contra ambos.
LIBRO DERECHO ROMANO ALFONSO NIEVES pag20

CAUSALES DE INCAPACIDAD DE EJERCICIO EN ROMA


 La incapacidad de ejercicio se predica de aquellas personas que no poseen capacidad de
ejercicio, que es aquella que permite la representación legal. La ley priva a las personas
físicas de la facultad de obrar por sí misma, declarándolos incapaces. Fundamentándose en
la falta o insuficiencia de su desarrollo mental (caso de las personas por nacer, los menores
impúberes y los dementes) o la imposibilidad de poder manifestar su voluntad (quienes no
pueden darse a entender por ningún método), considerando que el elemento volitivo
(voluntad) es básico en la formación de todo acto jurídico.

Incapacidad de goce
Es aquella que impide ser titular de uno o más derechos determinados. Es siempre relativa o
particular, y está establecida expresamente por la ley. Por ejemplo, los padres no pueden
contratar a sus hijos menores de edad que se encuentren bajo su patria potestad; el curador
respecto de adquirir los bienes de su pupilo.

Absoluta
En el código civil y comercial actual no se contempla la incapacidad de derecho absoluta,
ya que la misma implicaría la muerte jurídica, un esclavo del sistema. Según el código civil
y comercial previo la ley priva a las personas físicas de la facultad de obrar por sí mismas,
declarándolos incapaces, fundamentándose en la falta o insuficiencia de su desarrollo
mental (caso de las personas por nacer, los menores y los dementes) o la imposibilidad de
poder manifestar su voluntad, considerando que el elemento volitivo (voluntad) es básico
en la formación de todo acto jurídico. Es aquella de que adolecen las personas que, por
causas físicas o naturales, carecen de voluntad o no pueden expresarla debidamente. Sus
actos son nulos de nulidad absoluta, no producen ningún tipo de obligación. Son
absolutamente incapaces: Los dementes. 2. Los impúberes entre otros.

CONCLUSIONES

SUI IURIS

En este contexto, "sui iuris" es un término utilizado en el derecho romano para referirse a
las personas que son legalmente capaces de ejercer sus propios derechos y tomar sus
propias decisiones.

A continuación, se presentan cinco conclusiones sobre el "sui iuris":

7
Capacidad jurídica: Las personas físicas “sui iuris” tienen plena capacidad jurídica y se
consideran jurídicamente competentes. Son capaces de celebrar contratos, poseer
propiedades y tomar decisiones sobre sus asuntos personales y financieros sin necesidad de
tutor o curador.

Edad y estatus: en el derecho romano, los individuos normalmente se convertían en "sui


iuris" a una determinada edad, que variaba según las tradiciones legales y los períodos de
tiempo. Por ejemplo, un hombre romano generalmente se convertiría en "sui iuris" a la edad
de 14 años, mientras que una mujer normalmente alcanzaría este estatus a los 12. Sin
embargo, estas edades podrían estar sujetas a variaciones según circunstancias específicas y
leyes locales.

Patria Potestas: El concepto de "patria potestas" en el derecho romano se refiere al poder


que tenía un padre (o en ocasiones un abuelo) sobre sus hijos. Mientras una persona estaba
bajo "patria potestas", no se la consideraba "sui iuris" porque su padre tenía control legal
sobre sus decisiones y propiedades.

Tutela y curaduría: las personas que no fueran "sui iuris" y necesitaran asistencia en
asuntos legales debido a su edad, incapacidad mental u otras razones tendrían un tutor o
curador designado para actuar en su nombre. Esto era especialmente importante para
proteger los intereses de los menores o de quienes carecían de capacidad.

Evolución del estatus legal: El estatus “sui iuris” podría cambiar con el tiempo debido a
diversos factores como alcanzar la edad adecuada o la muerte de un padre o cabeza de
familia. Comprender el estatus legal de los individuos como "sui iuris" o no fue crucial para
determinar sus derechos y responsabilidades legales en la sociedad romana.

Estas conclusiones resaltan la importancia del concepto de "sui iuris" en el derecho romano
y cómo impactó la capacidad jurídica y el estatus de las personas en la antigua Roma.

ALIENI IURIS

Ciertamente, aquí hay cinco conclusiones o puntos clave sobre el "alieni iuris".

En derecho romano, "alieni iuris" se refiere a personas que no son legalmente capaces de
ejercer sus propios derechos y están bajo la autoridad de otra persona, generalmente un
paterfamilias o cabeza de familia.

Falta de Capacidad Jurídica: Las personas que eran consideradas "alieni iuris" carecían
de plena capacidad jurídica. No podían tomar decisiones importantes sobre sus asuntos
personales y financieros de forma independiente. En cambio, sus decisiones y acciones
estaban sujetas a la autoridad y el control de otro, a menudo el paterfamilias.

8
Patria Potestas: El concepto de "patria potestas" estaba estrechamente relacionado con
"alieni iuris". Bajo la "patria potestas", el cabeza de familia (paterfamilias) tenía autoridad
legal y control sobre las vidas y decisiones de los miembros de su familia, incluidos los
niños y otros parientes dependientes. Como resultado, fueron considerados "alieni iuris".

Tutela legal: las personas "Alieni iuris" normalmente tenían tutores legales o curadores
designados para supervisar sus asuntos y proteger sus intereses. Estos tutores eran
responsables de tomar decisiones en nombre de la persona bajo su cuidado, especialmente
en asuntos financieros y legales.

Edad y estatus: el estatus de "alieni iuris" a menudo se basaba en factores como la edad y
las relaciones familiares. Por ejemplo, los niños de las familias romanas generalmente eran
considerados "alieni iuris" hasta que alcanzaban cierta edad, normalmente alrededor de los
14 años para los hombres y los 12 para las mujeres. Además, las esposas a menudo eran
consideradas "alieni iuris" bajo la autoridad de sus maridos.

Protecciones legales: si bien los individuos "alieni iuris" tenían una capacidad jurídica
limitada, el derecho romano proporcionaba ciertas protecciones para garantizar su bienestar
y evitar el abuso de sus derechos por parte de sus tutores o curadores. Estas protecciones
incluían reglas y regulaciones con respecto a la administración de sus propiedades y
finanzas.

En resumen, las personas "alieni iuris" eran aquellas que carecían de plena capacidad
jurídica y estaban bajo la autoridad legal de otra persona, a menudo un miembro de la
familia. Comprender este concepto es crucial para comprender la dinámica legal y social de
la sociedad romana y cómo se distribuían los derechos y responsabilidades legales entre sus
miembros.

PATRIA POTESTAD
La patria potestad (del latín: patria potestas) es una institución jurídica originada en
la Antigua Roma y adoptada por algunos países, con diversos alcances, para regular las
relaciones entre el o los progenitores con sus hijos no emancipados.1 El sistema fue creado
por el Derecho romano, estableciendo el poder exclusivo del padre (pater familias) sobre
los hijos, integrándose con el poder que el pater familias también ejercía sobre su esposa y
sus esclavos.
Algunos países europeos adoptaron el sistema de patria potestad para regular las relaciones
entre padres y madres, por un lado, e hijos e hijas por el otro. En Hispanoamérica, la patria
potestad romana fue impuesta por el Imperio Español en sus virreinatos, de donde pasó a
los sistemas jurídicos de los países que se independizaron a partir del siglo XIX.2 Con el
paso de los años, los sistemas de patria potestad se han ido reformando para introducir
disposiciones igualitarias entre hombres y mujeres, para reducir la tradicional concepción
jerárquica patriarcal del instituto, así como para incorporar al menor como sujeto y el
interés superior del menor como principio rector. 3 Los sistemas también se han ido
reformando para atender al aumento de los casos de divorcio y establecer las normas que
rigen la patria potestad cuando los padres no viven juntos.

9
En las últimas décadas, sobre todo a partir de la sanción en 1989 de la Convención sobre
los Derechos del Niño, existe una tendencia a abandonar definitivamente los regímenes de
patria potestad que aún quedan, para establecer regímenes denominados de
«responsabilidad parental».45

Evolución histórica
La institución de la patria potestad se origina en el derecho romano; el mismo nombre
enuncia su origen y su carácter que ha venido variando a lo largo del tiempo y del cual
subsiste exclusivamente el nombre. Consistía en una efectiva potestad o poder sobre los
hijos y sus descendientes, ejercido solo por el ascendiente varón de más edad.
Se equiparaba a la potestad marital que se tenía con respecto a la mujer y era equivalente,
en menor grado, a la potestad sobre los esclavos. Se establecía en beneficio del jefe de
familia, quien podría rechazarla si así le convenía; sus facultades abarcaban la persona y los
bienes de los hijos, a grado tal que podía venderlos como esclavos si lo hacía fuera de
roma, e incluso condenarlos a muerte. El páter era dueño de todos los bienes que el hijo
adquiría con un poder absoluto y dictatorial.
Estas características fueron suavizándose a través del tiempo especialmente con el
advenimiento del cristianismo.6

CARACTERÍSTICAS
Los caracteres más destacables en esta figura son:
origen patriarcal;5
la verticalidad de la relación, atenuada progresivamente;
la centralidad de la potestad paterna;
alcanza a todos los hijos tanto biológicos como adoptivos, tanto matrimoniales como
extramatrimoniales.3
intransmisibilidad, irrenunciabilidad e imprescriptibilidad.7

PARENTESCO DE CIVIL O AGNACIÓN


La agnación o parentesco agnaticio, en Derecho Romano, es el parentesco jurídico que se
fundamenta en la potestad del pater familias y no supone, necesariamente, relación de
sangre. Así, los agnados son aquellas personas que están sometidas a la potestad del pater o
que lo estarían si viviese todavía el pater familias. La mujer no es agnada de sus hijos sino
en el caso de hallarse unida al pater familias en matrimonio cum manu, caso en el cual su
condición es la de hermana agnaticia de sus hijos.

10
Para que exista agnación no es necesario que exista un vínculo de sangre. Por la adoptio o
el matrimonio cum manus se crea la patria potestas mediante un negocio jurídico. El
resultado es la subordinación a un mismo pater.
De esta forma tenemos que el parentesco agnaticio está determinado por el matrimonio cum
manu en relación con la mujer y mientras aquella subsista, y por la patria potestad en
relación con los descendientes legítimos, legitimados, adrogados y adoptados.
Conviene destacar que el parentesco agnaticio solo se transmite por vía de varón, per
virilem sexum, siendo la mujer, en este sentido, finium familia. En este sentido, algunos
autores justifican lo anterior sosteniendo que, por razones económicas y sociales,
el pater se interesa de manera particular por la crianza de los varones y control de la prole
masculina y, para ampliar el número de los varones dentro del grupo familiar, se mantiene
un sistema de dependencia de los hijos a perpetuidad. En cambio, se "exporta" las hermanas
a otros grupos y se "importa" de aquellos a las cónyuges. Al respecto Guillermo
Margadant señala que en el derecho romano encontramos, desde sus comienzos, un sistema
estrictamente patriarcal; solo el parentesco por línea paterna cuenta en derecho.
El parentesco agnaticio tuvo mayor importancia en los aspectos religioso y político que en
el derecho privado, en el cual fue muy pronto suplantado por el parentesco cognaticio. Por
otra parte, la muerte (a la que se equipara la pérdida de ciudadanía y la de la libertad)
del pater no disuelve la agnación entre quienes fueron sus sometidos (la familia comune
iure estaba conformada precisamente por todas las personas que habían estado sometidas a
la potestad del pater fallecido), pero las personas libres que encontraban inmediatamente
sometidos a su potestad pasan a constituir distintas familias, aunque sigan viviendo juntas.
Lo mismo ocurre con el que es emancipado, pues también este al hacerse independiente,
tiene su propia familia. Un ejemplo contemporáneo son los hermanos César Hildebrandt,
periodista, y Martha Hildebrandt, lingüista y politóloga peruana.

PARENTESCO DE COGNACIÓN
La cognación es un tipo de parentesco que se determina por la existencia de un vínculo directo
de consanguinidad entre dos personas.
Este parentesco tuvo pocos efectos civiles en el derecho romano, y solamente hasta el final del
periodo clásico se reconocería a los cognados derechos patrimoniales sobre la herencia.
En general, sería supletorio a la agnación, es decir, que solo se habla de cognación en casos
donde hubiese que buscar un vínculo entre personas que no tenían un vínculo por cognación.
Definición de Cognación
Para los romanos, la cognación representa los lazos de sangre, que el derecho natural establece
como marco para cualquier relación familiar, pues en la naturaleza, la familia es el producto de
estos vínculos. Por ello no es exclusivamente femenina, ni tampoco representa solamente a los
bastardos. Es más bien la más básica de todas las formas de parentesco.
Cognación: Consanguinidad.

11
La palabra latina 'cognatio' tiene como traducción más acertada en el español: consanguinidad.
Esta definición es una buena forma de entender su significado y alcance en el mundo romano.
Así, hablaríamos de un parentesco consanguíneo.
Este vínculo era inalterable, por pertenecer al derecho natural, como puede verse por ejemplo, en
el siguiente pasaje de las Institutas:
[...] cognationis vero ius non omnibus modis commutatur, quia civilis ratio civilia quidem
iura corrumpere potest, naturalia vero non utique.
(Sobre la cognación en particular, el derecho no se modifica de ninguna manera, aquello que la
razón pública puede degradar en los derechos civiles, no lo puede disponer así en los naturales)
Justiniano [1]
(Traducción del autor* )
De donde se desprende la principal característica jurídica de la cognación: es inmodificable. Este
vínculo no depende de la voluntad de ninguno de los cognados. Aunque el padre puede negar
que exista.
[1]: Justiniano | Institutas: Lib. 1, Tít. 15, Párr. 1.
Posterior Evolución del Uso de Cognación
Dado que en general, dentro de la familia agnaticia, la mayoría de los vínculos eran ya,
cognaticios, a finales del imperio y de forma vulgar se usó el término para referirse
peyorativamente a aquellos cuya única relación era la cognación.
Esclavos, hombres libres sin gens, libertos, bastardos, todos ellos solo podían tener vínculos por
cognación, de allí que la figura se terminara asociando a una situación inferior o de ilegitimidad.
Así mismo, en el caso de los hijos espurios solo se conocía su madre, quien es la única que
puede afirmar con certeza que posee el vínculo de sangre, pues el parto es prueba suficiente; por
lo que la cognación también terminaría por asociarse a los vínculos matrilineales. Siendo el
vínculo por excelencia entre la madre y el hijo.

Etimología de la Palabra Cognación


La palabra cognación, es la evolución del término en latín cognatus, que es a su vez, una
composición adverbial entre con (en conjunto) y gnatus (nacido); por lo que una traducción
etimológica sería: "aquellos que han nacido juntos", y por extensión: "aquellos nacidos de la
misma madre".
«cognatus»: nacidos juntos; nacidos a la vez.

Personas Cognadas
Para los romanos, los cognados son aquellas personas que comparten su nacimiento, físicamente
hablando, es decir aquellos que han nacido de la misma madre. Y más allá, aquellos que lo
comparten a nivel temporal, es decir, que nacen de quienes hayan nacido de una misma madre.

12
Cognati autem appellati sunt quasi ex uno nati, aut, ut labeo ait, quasi commune nascendi
initium habuerint.
(Son llamados cognados, bien si han nacido de uno, o bien, por decirlo así, si tuviesen un origen
común de nacimientos)
Ulpiano [2]
(Traducción del autor * )
En sentido estricto, la cognación representaba vínculos consanguíneos, pero ante la
imposibilidad de conocer probadamente la consanguinidad con el padre, solo las madres podían
tener certeza de su filiación por cognación.
De allí que la acepción actual del término cognación sea eminentemente matrilineal.
Cognationis origo et per feminas solas contingit: frater enim est et qui ex eadem matre
tantum natus est: nam qui eundem patrem habent, licet diversas matres, etiam adgnati sunt.
(Por parentesco cognaticio se vincula uno solo por vía femenina: así, se es hermano en la medida
que se ha nacido de la misma madre: mas son agnados, los que tienen el mismo padre, aunque
con diversas madres)
Paulo [3]
(Traducción del autor * )
[2]: Ulpiano | Digesto: Lib. 38, Tít. 8, Secc. 1, Párr. 1.
[3]: Paulo | Digesto: Lib. 38, Tít. 10, Secc. 10, Párr. 6.

Alcance Jurídico
La cognación es el vínculo generado por la relación de consanguinidad, es decir: por
descendencia biológica. El parentesco por cognación nunca se perdía, y sus efectos jurídicos
fueron limitados.
Este tipo de parentesco solo tuvo efectos civiles durante el gobierno del emperador Justiniano, y
era la relación civil por defecto de aquellos que no fuesen ciudadanos romanos.
Respecto al padre del cognado, era difícil determinar la existencia del vínculo de parentesco,
salvo que: tanto padre como hijo se reconocieran mutuamente, pues en la antigua Roma no
existía más prueba de la cognación al padre, que el dicho de la madre.
Sin embargo respecto a la madre, era una relación innegable, pues el parto servía de prueba
definitiva de la cognación. Y en ausencia de vínculo por agnación, los hijos seguían siempre la
condición jurídica de su madre.
Cuando existía un matrimonio legítimo los hijos varones agnados respecto a un paterfamilias,
también eran cognados entre sí, pues existía un vínculo civil y uno biológico; y las hijas solo lo
serían mientras estuvieran solteras, pues al casarse, como ya se mencionó anteriormente [¶],
entraban en la familia agnaticia de su esposo.

13
Cuando los hijos e hijas no eran fruto de un matrimonio romano legitimo sino de un
concubinato, éstos eran agnados de la familia de su madre y sólo cognados respecto a su padre.

ATRIBUTOS DE LA PATRIA POTESTAD


La patria potestad nace como un derecho absoluto, originario y exclusivo de los ciudadanos
romanos sobre sus hijos e hijas, que garantizaba la unidad y el gobierno de la familia y la
descendencia por vía de varón. Con todo, la extensión de este derecho fue limitándose y
sufrió cambios evolutivos en su naturaleza jurídica durante los períodos históricos por los
que atravesó la vida de Roma. La caída del Imperio romano de Occidente no supuso su
derogación. Por el contrario, este derecho civil personal del pater familias romano se
proyectó al derecho del alto medievo del reino visigodo.

FUENTES DE LA PATRIA POTESTAD


Las fuentes de la patria potestad, son todos aquellos medios a través de los cuales el individuo
ingresaba a la potestad del paterfamilias, y que por tanto, generaba consecuencias jurídicas en
su estado de familia ─status familiae─.
Estos medios tenían su origen en dos instituciones jurídicas: por un lado (a) en el poder
del paterfamilias, o patria potestas, que lo autorizaba a ser juez y sacerdote en los asuntos del
derecho privado familiar, y por el otro (b) en el matrimonio legítimo, o iustae nuptiae, sin el
cual no podía constituirse una familia, ni por tanto, ejercerse poder sobre ella.
Los romanos dieron mucha importancia a estas fuentes, especialmente a nivel jurídico, pues ello
definía si la persona accedía a la posición e agnado legítimo, con lo adquiría el derecho a recibir
herencia en partes iguales, y a recibir el cognomen de su padre ─gens─.

EXTINSIÓN DE LA PATRIA POTESTAD


La patria potestad puede ser privada o suspendida en tres jurisdicciones: en vía civil, penal
y vía administrativa, consecuencia de la privación y suspensión es la dejación de una serie
de derecho y obligación, mientras otros se mantienen.
Algunos de los deberes y derechos que los progenitores tienen que ejercer sobre los hijos
son, la educación, el cambio de domicilio, el cambio del orden de los apellidos del hijo, etc.
Mejor desarrollado lo vemos en el art 154 del CC, el cual dices: “Los hijos e hijas no
emancipados están bajo la patria potestad de los progenitores. La patria potestad, como
responsabilidad parental, se ejercerá siempre en interés de los hijos e hijas, de acuerdo con
su personalidad, y con respeto a sus derechos, su integridad física y mental.

Esta función comprende los siguientes deberes y facultades:


1.º Velar por ellos, tenerlos en su compañía, alimentarlos, educarlos y procurarles una
formación integral.

14
2.º Representarlos y administrar sus bienes.
3.º Decidir el lugar de residencia habitual de la persona menor de edad, que solo podrá ser
modificado con el consentimiento de ambos progenitores o, en su defecto, por autorización
judicial.
Si los hijos o hijas tuvieren suficiente madurez deberán ser oídos siempre antes de adoptar
decisiones que les afecten sea en procedimiento contencioso o de mutuo acuerdo.
En todo caso, se garantizará que puedan ser oídas en condiciones idóneas, en términos que
les sean accesibles, comprensibles y adaptados a su edad, madurez y circunstancias,
recabando el auxilio de especialistas cuando ello fuera necesario.”
Los progenitores podrán, en el ejercicio de su función, recabar el auxilio de la autoridad.”
Cuando uno de los progenitores ha sido privado por sentencia firme de la patria potestad,
no implica que desaparezcan todos los derechos y obligaciones anteriormente citados, si no
17 que será titular de estos, aunque hay algunos, que explicaremos a continuación, que ya
no puedan ejercer:
- perdida de derecho a acceder al historial sanitario.
Esta pérdida de derecho se encuentra regulada en el art 18 la ley 42/2002, de 14 de
noviembre “LAP”
- la perdida al derecho de información en centros educativos.
La pérdida de este derecho está recogida en la Guía Sectorial AEPD, en aquellos casos en
los que por una sentencia se ha producido la privación de la patria potestad de alguno de los
padres, otra cualquiera que trate sobre la protección del menor, tiene como resultado que el
centro se niegue a informar a este progenitor sobre la situación menor.

CONCLUSIONES

Poder absoluto: Patria potestas era un concepto en el derecho romano que otorgaba al jefe
de la familia romana (paterfamilias) una autoridad casi absoluta sobre los miembros de su
familia, incluidos hijos, nietos e incluso esclavos. Esta autoridad se extendía a cuestiones de
propiedad, matrimonio e incluso vida o muerte.

Orígenes en la tradición romana: El concepto de patria potestas tenía profundas raíces en


la tradición romana y era visto como un elemento fundamental de la vida familiar romana.
No era sólo un principio legal sino también social y cultural, que enfatizaba la autoridad del
cabeza de familia varón.

Autoridad de vida o muerte: Bajo la patria potestas, un padre tenía el poder de tomar
decisiones de vida o muerte con respecto a sus hijos. Si bien el ejercicio extremo de este
poder se volvió menos común con el tiempo, siguió siendo un derecho legal. Por ejemplo,
un padre podría decidir exponer (abandonar) a un niño recién nacido o incluso ejecutar a un
niño adulto en determinadas circunstancias.

15
Limitaciones y evolución de los derechos: A lo largo de los siglos, el poder absoluto de la
patria potestas comenzó a debilitarse. El derecho romano introdujo gradualmente
protecciones legales para los niños y otros miembros de la familia, limitando la autoridad
del padre de diversas maneras. Por ejemplo, se promulgaron leyes para impedir asesinatos
arbitrarios y regular el control del padre sobre la propiedad de su hijo.

Matrimonio y herencia: Patria potestas también tuvo implicaciones para el matrimonio y


la herencia. Un hijo bajo patria potestas necesitaba el consentimiento de su padre para
casarse, y una mujer casada normalmente estaba bajo la autoridad de su marido y no de su
padre. En términos de herencia, el paterfamilias tenía una importante influencia en la
distribución de la riqueza y la propiedad familiar entre sus descendientes.

CARACTERÍSTICAS

Poder legal y control: La patria potestad implica el poder legal y el control que los padres
tienen sobre sus hijos. Esta autoridad generalmente abarca decisiones relacionadas con la
crianza, la educación y el bienestar de sus hijos.

Deber de cuidado: Si bien los padres tienen autoridad sobre sus hijos, también tienen el
deber de cuidado. Esto significa que los padres son legal y moralmente responsables del
bienestar físico, emocional y psicológico de sus hijos. Este deber incluye satisfacer sus
necesidades básicas y garantizar su seguridad.

Dependencia de la edad: la autoridad de los padres es más pronunciada cuando los niños
son jóvenes y dependientes. A medida que los niños crecen y se vuelven más
independientes, la autoridad de los padres tiende a disminuir y los niños ganan más
autonomía en la toma de decisiones.

Variación cultural y legal: las características de la patria potestad pueden variar


significativamente entre diferentes culturas y sistemas legales. Algunas culturas pueden
poner un fuerte énfasis en la autoridad de los padres, mientras que otras pueden priorizar
los derechos individuales y la autonomía desde una edad más temprana. Los marcos legales
también difieren en cómo definen y regulan la autoridad parental.

Equilibrio con los derechos del niño: en las sociedades y sistemas legales modernos, la
autoridad parental suele estar equilibrada con los derechos e intereses del niño. Se reconoce
a los niños como personas con derechos propios y se espera que la patria potestad se ejerza
en el interés superior del niño. Este equilibrio suele estar consagrado en leyes y
reglamentos que protegen a los niños del abuso o el abandono.

PARENTEZCO CIVIL O DE AGNACIÓN

La agnación enfatizó la ascendencia patrilineal: la agnación en la sociedad romana puso


un fuerte énfasis en la ascendencia patrilineal, lo que significa que consideraba

16
principalmente las relaciones a través de la línea de ascendencia masculina. Los individuos
eran considerados agnados si podían rastrear su ascendencia a través de una cadena de
parientes masculinos, como padres, abuelos, etc.

Importancia en cuestiones legales y de herencia: la agnación tuvo implicaciones


significativas para los derechos legales y la herencia. En el derecho romano, a los agnados a
menudo se les daba preferencia en cuestiones de herencia y sucesión sobre los cognados
(aquellos relacionados por sangre) que no formaban parte de la línea agnática. Los parientes
agnáticos más cercanos, como hermanos y tíos paternos, normalmente tenían prioridad
como herederos.

Papel del Paterfamilias: El paterfamilias, o jefe de la familia romana, desempeñaba un


papel central en las relaciones agnáticas. Tenía autoridad sobre sus descendientes agnaticos
y podía ejercer ciertos privilegios legales y familiares, como decidir sobre cuestiones de
tutela y herencia dentro del linaje agnatico.

Exclusión de parientes maternos: la agnación normalmente excluía a las personas que


estaban relacionadas por línea materna. A diferencia de la cognación, que consideraba
conexiones tanto patrilineales como matrilineales, las relaciones agnáticas se centraban
únicamente en el linaje paterno. Esto podría resultar en la exclusión de ciertos familiares de
la herencia y otros privilegios legales.

Conceptos en evolución: al igual que la cognación, el concepto de agnación evolucionó


con el tiempo en respuesta a los cambios en la sociedad romana y las reformas legales. A
medida que la sociedad romana pasó de la República al Imperio, hubo cambios en la
importancia y la interpretación de las relaciones agnáticas. Las reformas legales y los
cambios culturales provocaron modificaciones en la aplicación de la agnación en diversos
aspectos del derecho romano.

PARENTEZCO DE COGNACIÓN

La cognación definía los vínculos familiares: la cognación en la sociedad romana se


refería a las relaciones legales y sociales entre individuos que compartían sangre o
ascendencia común. Enfatizó la importancia de las conexiones biológicas, como las
relaciones entre padres e hijos y entre hermanos, para determinar los vínculos legales y
familiares.

Importancia de los lazos de sangre: la cognación jugó un papel crucial en la sociedad


romana, particularmente en cuestiones de herencia, sucesión y derechos legales. El
concepto enfatizaba la importancia de las relaciones consanguíneas a la hora de determinar
los derechos y responsabilidades familiares.

Herencia y sucesión: En el derecho romano, los cognados (aquellos conectados por


sangre) normalmente tenían preferencia en cuestiones de herencia y sucesión. Los parientes
afines más cercanos, como hijos y hermanos, a menudo tenían prioridad sobre otros
herederos potenciales a la hora de recibir una herencia.

17
Obligaciones legales: la cognación también imponía ciertas obligaciones legales a los
individuos dentro de la familia. Por ejemplo, según el principio de patria potestas, un padre
tenía autoridad y control legal sobre sus descendientes afines, incluidos hijos adultos y
nietos, hasta que se emancipaban o alcanzaban cierta edad.

Conceptos en evolución: si bien la cognación era un aspecto importante del derecho y la


sociedad de familia romanos, evolucionó con el tiempo. A medida que la sociedad romana
cambió, particularmente durante la transición de la República Romana al Imperio Romano,
las reformas legales y los cambios culturales llevaron a modificaciones en la importancia y
la interpretación de la cognación. Por ejemplo, la influencia del paterfamilias (cabeza de
familia) disminuyó y los derechos y la autonomía individuales se volvieron más
prominentes.

ATRIBUTOS DE LA PATRIA POTESTAD

Control absoluto: Patria potestas otorgaba al jefe de la familia romana (paterfamilias)


control y autoridad casi absolutos sobre los miembros de su familia. Esto incluía a sus
hijos, nietos e incluso esclavos que eran considerados parte de la familia.

Autoridad de vida o muerte: Uno de los aspectos más notables de la autoridad paterna era
el poder de vida o muerte que el paterfamilias ejercía sobre los miembros de su familia. Si
bien el ejercicio extremo de este poder se volvió menos común con el tiempo, siguió siendo
un derecho legal. Por ejemplo, un padre podría decidir exponer (abandonar) a un niño
recién nacido o incluso ejecutar a un niño adulto en determinadas circunstancias.

Control sobre la propiedad: El paterfamilias tenía un control significativo sobre la


propiedad y las finanzas de los miembros de su familia. Esta autoridad se extendía a la
gestión y distribución del patrimonio familiar, la herencia e incluso la dote de las hijas.

Matrimonio y tutela: la autoridad del padre se extendía a las decisiones relativas al


matrimonio de sus hijos. En muchos casos, los niños necesitaban el consentimiento de su
padre para casarse, y el paterfamilias tenía el poder de anular los matrimonios que él
desaprobaba. Además, podría nombrar tutores para sus hijos si fuera necesario.

Autoridad en evolución: Con el tiempo, la naturaleza absoluta de la autoridad paterna


comenzó a debilitarse. Las reformas legales y los cambios culturales introdujeron
protecciones para los niños y limitaron el poder del paterfamilias. Si bien la patria potestas
siguió siendo una característica definitoria de la vida familiar romana durante gran parte de
la historia romana, evolucionó para ejercerse de manera más responsable y con un mayor
enfoque en el bienestar de los miembros de la familia.

CAUSALES DE LA EXTINCIÓN DE LA PATRIA POTESTAD SEGÚN EL


DERECHO ROMANO

Emancipación: La emancipación era un proceso voluntario mediante el cual un hijo o


descendiente quedaba liberado de la autoridad del paterfamilias (cabeza de familia).

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Normalmente, esto ocurría cuando el niño alcanzaba cierta edad (normalmente alrededor de
los 14 años para los hombres y los 12 para las mujeres) o por mutuo acuerdo entre el padre
y el niño. La emancipación marcó el fin de la subordinación del niño a la autoridad del
padre.

Muerte del Paterfamilias: La muerte del paterfamilias, que ostentaba la máxima autoridad
sobre la familia, resultó en la extinción de la autoridad paterna. Cuando fallecía el cabeza
de familia, los hijos y descendientes supervivientes ya no estaban sujetos a su autoridad. En
cambio, podrían volverse independientes o caer bajo la autoridad de un nuevo
paterfamilias.

Adopción: Cuando un niño fuera adoptado en otra familia, se extinguiría la patria potestad
de su padre biológico (paterfamilias natural). La adopción era una práctica común en la
sociedad romana y estableció un nuevo conjunto de relaciones familiares y estructuras de
autoridad.

Pérdida de la ciudadanía: En algunos casos, la pérdida de la ciudadanía romana podría


conllevar la extinción de la patria potestad. Los ciudadanos romanos tenían ciertos
privilegios legales, y si un hijo o un descendiente perdía su ciudadanía, también podía
perder su estatus dentro de la estructura familiar romana, incluida la autoridad paterna.

Decisiones judiciales: En casos excepcionales, las autoridades o tribunales romanos podían


intervenir y extinguir la patria potestad por acciones o conductas del paterfamilias que
fueran consideradas abusivas o perjudiciales para los miembros de la familia. Se trataba de
una medida de protección destinada a salvaguardar el bienestar de los miembros de la
familia.

LA ESCLAVITUD
Es la posesión de una persona como propiedad, especialmente en lo que respecta a su
trabajo. La esclavitud se refiere en particular al «estado de una persona sometida a
servidumbre forzosa». A su vez, un esclavo es definido como una persona «que carece de
libertad por estar bajo el dominio de otra». También se habla de esclavitud como una
práctica o institución que trata o reconoce a algunos seres humanos como propiedad legal
de otros.3La esclavitud suele implicar algún tipo de trabajo, siendo el lugar de trabajo y
residencia del esclavo dictados por el esclavizador. A diferencia de términos similares como
cautiverio o servidumbre, el término esclavitud enfatiza la idea de propiedad y control
totales sobre la vida, libertad y fortuna de una persona por parte de un propietario o amo.
La esclavitud se remonta a la Edad Antigua, aunque no de forma equivalente en todas las
civilizaciones. Parece que su origen histórico proviene de la práctica de aprovechar como
mano de obra a los cautivos en las guerras, como alternativa a otra posibilidad también
usual, ejecutarlos. También fue la suerte de algunos pueblos conquistados. Otra vía para
llegar a la condición de esclavo era la esclavitud por deudas o apremio individual. Entre los

19
indígenas del norte de América la esclavitud puede datar de 1500 años a. C. El
florecimiento cultural de la Atenas de Pericles o de la Roma clásica estaba fundamentado
en una economía basada en la fuerza de trabajo esclava.

Regulación jurídica del esclavo en Roma:


La regulación jurídica de los esclavos en Roma estaba profundamente arraigada en el
sistema legal romano. En resumen, la regulación jurídica de los esclavos en Roma estaba
fuertemente sesgada hacia los intereses de los propietarios y les negaba muchos derechos
fundamentales. Esta realidad jurídica era una parte integral de la sociedad romana y refleja
la complejidad de las relaciones de poder en ese período histórico. Algunos aspectos clave
incluyen:
Propiedad: Los esclavos eran considerados propiedad de sus dueños y carecían de derechos
legales básicos. Eran tratados como cosas y no como personas.
Derechos limitados: Los esclavos no tenían derechos civiles ni políticos. No podían casarse
legalmente, no podían testificar en un tribunal en igualdad de condiciones con ciudadanos
libres y estaban sujetos al "ius vitae ac necis", lo que significaba que sus dueños tenían el
poder de vida o muerte sobre ellos.
Castigos y protecciones: Aunque los esclavos estaban bajo el control absoluto de sus
dueños, algunas leyes regulaban el trato de los esclavos y prohibían castigos crueles. Sin
embargo, la aplicación de estas leyes variaba en la práctica.
Manumisión: A pesar de su condición, algunos esclavos tenían la oportunidad de ser
liberados mediante un proceso llamado "manumissio". Esto les otorgaba la libertad, aunque
a menudo seguían vinculados a sus antiguos dueños como clientes.

Fuentes de esclavitud en Roma:


La esclavitud tiene como fuente el derecho de gentes o derecho civil.
a) Derecho de gentes: son esclavos los individuos sometidos a cautiverio.
Los romanos ejercían este derecho sobre los habitantes de otros países:
1)Prisioneros de guerra
2)prisioneros tomados entre ciudadanos de otros pueblos, por el simple hecho
de no haber acordado con ellos tratado de amistad o de ayuda mutua alguna.
b) derecho civil
*Antes de Justiniano
+Por no hacer el servicio militar obligatorio
+No inscribirte en el censo, con el fin de eludir el pago del tributo.

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+Convivencia de una mujer libre con el esclavo de otro sin el consentimiento del
dueño.
+Ejercicio del comercio por una mujer libre con el esclavo de otro.
+Los hijos de una mujer esclava nacen esclavos (si el hijo era concebido cuando
la mujer era libre y dio a luz cuando era esclava, se consideraba libre)
+Ser sorprendido cometiendo un injuria in fraganti delicto
+Ingratitud del liberto para con su ex amo
*Después de Justiniano
De las causas precedentes mencionadas solo subsisten:
+Nacimientos de las madres esclavas
+ingratitud del liberto
+cautiverio
La esclavitud tiene como fuente el derecho de gentes o derecho civil.
a) Derecho de gentes: son esclavos los individuos sometidos a cautiverio. Los romanos
ejercían este derecho sobre los habitantes de otros países:
1) Prisioneros de guerra.
2) prisioneros tomados entre ciudadanos de otros pueblos, por el simple hecho de no haber
acordado con ellos tratado de amistad o de ayuda mutua alguna.
b) Derecho civil:
Antes de Justiniano:
Por no hacer el servicio militar obligatorio.
No inscribirte en el censo, con el fin de eludir el pago del tributo.
Convivencia de una mujer libre con el esclavo de otro sin el consentimiento del dueño.
Ejercicio del comercio por una mujer libre con el esclavo de otro.
Los hijos de una mujer esclava nacen esclavos (si el hijo era concebido cuando la mujer era
libre y dio a luz cuando era esclava, se consideraba libre ser sorprendido cometiendo una
injuria infraganti delicto (en el mismo momento en que se comete un delito o, por
extensión, cualquier acción censurable).
Ingratitud del liberto para con su ex amo.

Después de Justiniano:
De las causas precedentes mencionadas solo subsisten:
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Nacimientos de las madres esclavas
ingratitud del liberto
cautiverio

Formas de extinción de la esclavitud en Roma:


La esclavitud en el Derecho de la antigua Roma se puede llegar a extinguir en primer
lugar por disposición de la ley o bien en segundo lugar mediante la manumisión.
- Extinción de la esclavitud por disposición de la ley
Entre los casos de extinción de la esclavitud por ley baste señalar:
La esclava prostituida por el dueño que la había comprado con la obligación de no
prostituirla, quedaba libre por expresa disposición de la ley.
En virtud del senadoconsulto Silaniano también quedaba libre el esclavo que denunciaba el
homicidio de su propio dueño.
El esclavo vendido para que el comprador lo manumita, queda libre, si éste no cumple la
manumisión en el tiempo acordado.
- Extinción de la esclavitud mediante la manumisión
La manumisión podía realizarse por diversas modalidades. Las más comunes eran mediante
un trámite oficial – inscribirlo en el censo como individuo libre, darle una carta de libertad
o concedérsela en el testamento, por ejemplo – o de viva voz ante un magistrado u oficial.
Existían también procedimientos ritualizados por los cuales el amo reconocía públicamente
la libertad de sus esclavos, como en ocasión de ritos religiosos o invitándoles a comer a su
misma mesa.
En Roma existían dos formas de otorgar la manumisión: una solemne (civil), por la cual el
esclavo manumitido pasaba a ser considerado libre y con calidad de ciudadano romano, y la
segunda, no solemne (pretoria), en la que el esclavo era liberado, pero no se le otorgaba la
ciudadanía romana, sino que quedaba en condición de ciudadano latino (latini iuniani), esto
obligaba al liberado latino a traspasar todos sus bienes a su antiguo dueño al momento de su
muerte.
Civiles:
Per censum (por censo): Si el dueño del esclavo lo inscribe en algún censo realizado por el
magistrado correspondiente, el esclavo pasa a ser libre desde la entrada en vigencia del
censo.
Per vindicta (por juicio): En su origen fue un acto real en el que se pronunciaba una
vindicatio, es decir, una afirmación de fuerza solemne in iure (ante el magistrado)
reafirmada por el gesto del lictor al imponer la festuca (una varita) sobre el hombro del
esclavo que ha de ser manumitido, mientras su amo permanecía en silencio. En sí, se trata
de un juicio simulado en el cual el dueño del esclavo (dominus) se presenta ante algún

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magistrado y declara su deseo de hacerlo libre; este pasa a ser hombre libre desde el
momento de la sentencia.
In sacrosanta ecclesia (en la iglesia): Se produce si, en la iglesia, el dueño toma como
testigo al obispo para dar libertad al esclavo. También se considera el otorgarle la libertad al
esclavo frente a los feligreses.
Per testamentum (por testamento): Cuando el dueño del esclavo transcribe sus bienes en su
testamento y declara al esclavo hombre libre, este queda en libertad al momento de la
muerte de su dueño.

Pretoria
Inter Amicos (entre amigos): El dueño declara libre al esclavo en presencia de cinco
testigos.
Per Epistolam (por carta): El dominus le escribía una carta al esclavo otorgándole la
libertad. Justiniano exigió, además, cinco testigos que firmaran o dieran fe del contenido de
la carta.
Per Mensam (en la mesa): Cuando el esclavo es invitado a comer a la mesa del dominus.
Justiniano dispuso que también fuera libre el esclavo a quien su dominus diese el nombre
de "hijo" en forma pública, aun cuando por esto, no adquiría los derechos de tal. Cabe
destacar que las manumisiones no solemnes no tenían carácter jurídico vinculante, por lo
que en cualquier momento se podía retomar la propiedad del esclavo.

CONCLUSIONES:
1. La esclavitud en Roma fue una institución arraigada que tuvo un profundo impacto
en la sociedad romana. A lo largo de su historia, los esclavos desempeñaron un
papel fundamental en la economía, la cultura y la política de Roma. Su explotación
y liberación, a veces, generaron tensiones sociales. En última instancia, la caída del
Imperio Romano llevó a cambios significativos en la relación laboral y social, pero
la esclavitud romana dejó una huella duradera en la historia y la conciencia humana,
recordándonos la complejidad de la condición humana a lo largo de la historia.
2. La esclavitud también estaba ligada a la movilidad social en Roma, ya que algunos
esclavos tenían la oportunidad de ascender en la sociedad a través de la manumisión
y convertirse en libertos, lo que les otorgaba ciertos derechos. Esto mostraba una
cierta flexibilidad dentro del sistema, aunque limitada.
3. Estaba regulada legalmente y tenía múltiples fuentes de adquisición, pero la
extinción de la esclavitud se lograba principalmente a través de la manumisión o la
adquisición de la ciudadanía romana, aunque la mayoría de los esclavos
permanecían en esa condición de por vida.
4. pone de manifiesto la dualidad inherente a la condición humana: la capacidad de
subyugar y oprimir a otros seres humanos, pero también la posibilidad de resistir y
luchar por la libertad. A través de la historia de los esclavos romanos y su lucha por

23
la emancipación, se evidencia la resiliencia y la búsqueda constante de la libertad, lo
que inspira a reflexionar sobre la importancia de los derechos humanos y la
igualdad en la sociedad actual.
5. El estudio de la esclavitud en Roma nos proporciona una ventana fascinante hacia el
pasado, revelando la complejidad de las relaciones sociales, económicas y legales
en la antigua sociedad romana. Esta institución arraigada, que tenía profundas
implicaciones en la vida cotidiana de la época, nos recuerda la importancia de
aprender de la historia y trabajar hacia un mundo más justo, donde la dignidad y la
igualdad de todos los seres humanos sean fundamentales. Además, nos insta a
reconocer el poder de la resistencia y la lucha por la libertad, que a lo largo de la
historia ha demostrado que ningún sistema de opresión es invulnerable cuando se
enfrenta a la determinación de quienes buscan la emancipación.

LA CUIDADANIA ROMANA
La ciudadanía romana era una posición social privilegiada en la relación con las leyes,
status social, propiedad y acceso a posiciones de gobierno, que fue otorgada, de diferentes
maneras y en épocas distintas, a determinados individuos o grupos humanos a lo largo de la
historia de la Antigua Roma.

¿QUIÉNES ERAN CIUDADANOS EN ROMA?


Los patricios eran los más poderosos, grandes propietarios de tierra. Eran los únicos
ciudadanos romanos, podían votar y ser elegidos para cargos públicos y religiosos. los
clientes eran extranjeros Que se ponían bajo la protección de un patricio recibiendo ayuda
económica y protección judicial.

¿QUIÉNES ERAN NO CIUDADANOS EN ROMA?


Los plebeyos eran los miembros de la plebe (el pueblo). Este grupo social estaba
constituido par los extranjeros y los clientes que habían dejado de gozar, de la protección de
los patricios. Eran hombres libres, pero no ciudadanos. Estaban excluidos de la vida política
y religiosa; les estaba prohibido casarse. con miembros del patriarcado los esclavos eran
prisioneros de guerra. Se dedicaban a las tareas más pesadas y carecían de todo derecho.

¿QUÉ IMPLICABA SER CIUDADANO EN ROMA?


Los ciudadanos romanos tenían muchos más derechos de defensa que cualquiera otro,
incluyendo el de no ser torturado ni condenado a muerte salvo en casos de traición, una
excepción de la que los emperadores a menudo abusaron.

¿COMO SE CLASIFICAN LOS NO CIUDADANOS EN ROMA?

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Los no ciudadanos se clasifican en:
Hombres Libres: eran ciudadanos, que, no siendo de nacionalidad romana, adquirían dicha
nacionalidad.
Libertos: Eran aquellos esclavos liberados por su amo. Eran inferiores a los hombres libres.
Esclavos: No tenían derechos. Habitualmente eran prisioneros de guerra, de tropas
enemigas el número de esclavos en Roma llegó a ser muy grande con la expansión del
imperio.

¿COMO SE ADQUIRÍA LA CIUDADANÍA EN ROMA?


La ciudadanía romana se adquiere por nacimiento. de padres romanos casados en legitimo
matrimonio, o bien de padres de matrimonios mixtos siempre y cuando tengan el ius
conubii, por manumisión solemne y disposición legal.

¿COMO SE PERDÍA LA CIUDADANÍA EN ROMA?


La ciudadanía romana se perdía por condena judicial, renuncia voluntaria de la misma para
adquirir otra por la caída en la esclavitud.

CONCLUSIÓNES

1. Entre los ciudadanos romanos y esclavos había una clase social que tenían derechos
civiles, pero no políticos. Ellos eran otorgados solo a uno uro por y no a todos
juntos. la adquisición de la ciudadanía romana se fué engrandeciendo con el pasar
del tiempo por formas prácticas, ya que daba derechos, pero también deberes, como
por ejemplo que solamente los romanos eran los únicos que podían inscribirse en el
ejército regular. Los derechos por clase social eran muy estrictos, sobre todo en
cuanto a los matrimonios; ya que solo se otorgaban legalmente las uniones entre
personas del mismo status.
2. Dicha Ciudadanía se adquiría por ser hijo de padres de nacimiento romano o ya
fueran casados en legítimo matrimonio, 6 de padres de matrimonios mixtos, Las
personas que no adquirían la Ciudadanía romana eran "no ciudadanos" clasificados
como hombres libres; Libertos y Esclavos. Dichos esclavos eran aquellos
prisioneros de guerra. Las personas que tenían ciudadanía romana tenían muchos
más derechos que cualquier otra persona.
3. Para las personas que tenían ciudadanía romana, tenían derechos como el derecho
de naturaleza política o derecho público; el ius sufragi o derecho a participar como
votante o en asambleas ciudadanas; también tenían el derecho de apelar a las
condenas de muerte de un magistrado romano para en frente de los comicios
centuriarlos.
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4. La ciudadanía romana aparte de otorgar los derechos políticos, también garantizaba
protección legal, principal- mente en el campo jurídico. El valor de dicha protección
se puede decir que era el reclamo a las garantías que les correspondían como
ciudadano.

TUTELA
En el derecho romano, la "tutela" se refería a la figura legal de la tutela, que era un sistema
de protección y representación legal para las personas que no tenían la capacidad de ejercer
plenamente sus derechos legales debido a su edad, género u otras circunstancias. Aquí hay
algunos aspectos clave sobre la tutela en el derecho romano:
1. Menores de edad: La tutela se aplicaba principalmente a los menores de edad (infantes y
puberes), es decir, aquellos que aún no habían alcanzado la edad de mayoría (a veces
alrededor de los 25 años). Un tutor sería designado para representar y cuidar de los
intereses legales y financieros del menor.
2. Mujeres: Las mujeres en el derecho romano también podían estar bajo tutela, ya que se
consideraban legalmente incapacitadas para ciertos asuntos. Las mujeres solteras estaban
bajo la tutela de su padre, y las casadas, inicialmente, estaban bajo la tutela de su marido.
Con el tiempo, las mujeres casadas ganaron mayor independencia legal.
3. Elección de tutor: En algunos casos, se permitía que una persona designara a su propio
tutor antes de morir. Sin embargo, en muchos casos, el tutor era designado por la ley o por
un magistrado.
4. Funciones del tutor: El tutor tenía la responsabilidad de cuidar los intereses del tutelado y
representarlo en asuntos legales y financieros. Esto podía incluir administrar la propiedad,
tomar decisiones financieras y legales, y, en el caso de los menores, cuidar de su bienestar
general.
5. Clases de tutela: Había diferentes clases de tutela, incluida la tutela testamentaria
(designada en un testamento), la tutela legitima (designada por la ley) y la tutela dativa
(designada por un magistrado en ausencia de designación previa).
6. Deber de lealtad: Los tutores tenían el deber legal de actuar en el mejor interés del
tutelado y no podían actuar de manera contraria a esos intereses. Se esperaba que ejercieran
su autoridad con prudencia y cuidado.
7. Remoción de tutela: En casos de negligencia o abuso por parte del tutor, se podía
solicitar su remoción y reemplazo por otro tutor.
8. Cambios en la tutela: A lo largo del tiempo, las leyes y normas relacionadas con la tutela
en el derecho romano evolucionaron, otorgando a las mujeres y a los menores de edad
mayor autonomía legal y reduciendo la necesidad de tutela en muchas situaciones.

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La tutela en el derecho romano tenía como objetivo proteger a aquellos que no tenían la
capacidad completa para proteger sus propios intereses legales y financieros. Sin embargo,
también reflejaba las normas sociales y de género de la época, y su implementación variaba
según el período y la región dentro del Imperio Romano.

CARACTERÍSTICAS
La tutela tenía características como la protección del pupilo, la administración de los bienes
del pupilo y la representación legal en asuntos legales. El tutor tenía la obligación de actuar
en el mejor interés del pupilo y rendir cuentas de su gestión ante las autoridades.

A quienes se les aplicaba


En el derecho romano, la tutela se aplicaba principalmente a dos categorías de personas:
1. Infantes y menores de edad: Se les designaba un tutor para representar sus intereses y
cuidar de sus asuntos legales y financieros hasta que alcanzaran la mayoría de edad
(generalmente a los 25 años para los hombres y 21 años para las mujeres).
2. Personas incapaces: Esto incluía a aquellos adultos que no tenían la capacidad mental o
intelectual para gestionar sus propios asuntos. Esto podía ser debido a discapacidades
mentales, enfermedades u otros factores que los dejaban incapaces de tomar decisiones
adecuadas. Estas personas también requerían un tutor para representar sus intereses.
La figura del tutor tenía la responsabilidad de velar por el bienestar y los intereses del
pupilo, así como de administrar sus bienes y actuar en su nombre en cuestiones legales y
financieras.

Requisitos
En el derecho romano, para ser designado como tutor y asumir la tutela de una persona
incapaz de cuidar de sí misma, se requerían ciertos requisitos y condiciones. Algunos de los
requisitos comunes incluían:
1. Ciudadanía romana: El tutor debía ser un ciudadano romano para poder ejercer la tutela.
2. Capacidad legal: El tutor debía ser legalmente competente y estar en capacidad de ejercer
la tutela. No podía ser alguien que tuviera discapacidades mentales o que estuviera bajo
ciertas condenas legales.
3. Parentesco o relación cercana: Generalmente, se daba preferencia a los parientes
cercanos, como padres, abuelos o hermanos mayores, para asumir la tutela. Si no había
parientes cercanos disponibles, se podía nombrar a alguien más distante, como un tío o
primo.

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4. Aprobación de las autoridades: La designación del tutor debía ser aprobada por las
autoridades competentes, como un magistrado o un pretor. Esto aseguraba que el tutor
cumpliera con los requisitos necesarios y que fuera adecuado para el papel.
5. Aceptación del tutor: El tutor debía aceptar la responsabilidad de la tutela. No podía ser
obligado a asumirla en contra de su voluntad.
6. Capacidad financiera: El tutor debía ser capaz de administrar los bienes del pupilo de
manera responsable y eficiente.
Es importante destacar que, en algunos casos, había diferencias en los requisitos de tutela
según las diferentes épocas del derecho romano y las distintas fuentes del mismo. Estos
requisitos podían variar según las leyes y costumbres de la época.

Efectos
En el derecho romano, la tutela tenía varios efectos legales y prácticos:
1. Representación legal: El tutor actuaba como representante legal del pupilo, tomando
decisiones en su nombre y protegiendo sus intereses.
2. Administración de bienes: El tutor tenía la responsabilidad de administrar los bienes y
propiedades del pupilo de manera diligente y responsable.
3. Capacidad de actuar en asuntos legales: El tutor podía llevar a cabo transacciones legales
en nombre del pupilo, como contratos y negocios.
4. Responsabilidad financiera: El tutor tenía la obligación de administrar los recursos del
pupilo de manera adecuada y rendir cuentas de su gestión ante las autoridades competentes.
5. Educación y crianza: En el caso de tutelas de menores, el tutor también tenía la
responsabilidad de supervisar la educación y crianza del pupilo, asegurando su bienestar
general.
6. Protección de los derechos del pupilo: El tutor estaba obligado a proteger los derechos y
el patrimonio del pupilo, asegurando que no se perjudicara en ningún sentido.
7. Limitaciones en acciones legales: En algunos casos, el tutor podía tomar acciones legales
en nombre del pupilo, pero en otros casos, se requería la aprobación de las autoridades.

8. Pérdida de la tutela: Si el tutor no cumplía con sus obligaciones o se comportaba de


manera inapropiada, podía ser destituido de su cargo y reemplazado por otro tutor más
adecuado.
En general, la tutela en el derecho romano tenía como objetivo proteger a las personas que
no podían cuidar de sí mismas y asegurar que sus intereses fueran atendidos de manera
adecuada y justa. Los tutores debían actuar en beneficio del pupilo y cumplir con sus
deberes de manera leal y diligente.

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Extinción
En el derecho romano, la tutela podía extinguirse por diversas razones, y algunas de las
circunstancias que podían llevar a la extinción de la tutela incluían:
1. Mayoría de edad: En el caso de tutelas de menores, la tutela se extinguía
automáticamente cuando el pupilo alcanzaba la mayoría de edad, que generalmente era a
los 25 años para los hombres y 21 años para las mujeres.
2. Matrimonio: Si una mujer bajo tutela se casaba con el consentimiento de su tutor, la
tutela se extinguía ya que pasaba a estar bajo la autoridad de su esposo.
3. Muerte del pupilo: La tutela se extinguía si el pupilo fallecía, ya que su necesidad de
cuidado y protección desaparecía.
4. Destitución del tutor: Si el tutor incumplía sus obligaciones o actuaba de manera
inadecuada, las autoridades podían destituirlo de su cargo y nombrar a un nuevo tutor.
5. Renuncia del tutor: En ciertos casos, un tutor podía renunciar a su cargo si consideraba
que ya no podía cumplir con sus responsabilidades.
6. Declaración de incapacidad del pupilo: Si el pupilo recobraba la capacidad mental o
intelectual para cuidar de sí mismo y gestionar sus asuntos, la tutela podía extinguirse.
7. Liberación del pupilo: En ciertos casos, el tutor podía conceder la "emancipatio" al
pupilo, otorgándole así la capacidad de gestionar sus propios asuntos y poner fin a la tutela.
Es importante tener en cuenta que los detalles y las circunstancias exactas de la extinción
de la tutela podían variar según las diferentes épocas y fuentes del derecho romano.

CONCLUSIONES:
1. En conclusión, la tutela en el derecho romano era una institución legal esencial que
buscaba proteger los intereses de aquellos que no podían cuidar de sí mismos, como
los menores de edad y las personas incapacitadas. Esta práctica reflejaba un enfoque
paternalista en la sociedad romana, donde los tutores tenían la responsabilidad de
administrar los bienes y tomar decisiones en nombre de los pupilos. A lo largo de la
historia romana, hubo cambios en las reglas y regulaciones de la tutela, con un
énfasis creciente en los derechos y la autonomía de los pupilos. A pesar de ciertas
limitaciones en la autonomía del pupilo, la tutela tenía como objetivo principal
proteger sus intereses y evitar el abuso por parte del tutor. Esta institución dejó un
legado en la evolución del derecho y ha influido en muchas prácticas legales
modernas en todo el mundo.
2. Enfoque paternalista: La tutela en el derecho romano reflejaba un enfoque
paternalista en el que un tutor, generalmente un pariente cercano, tenía la autoridad
y la responsabilidad de tomar decisiones en nombre del pupilo. Esto estaba diseñado
para proteger los intereses del pupilo, pero también limitaba su autonomía legal.
3. Evolución y legado: A lo largo de la historia romana, las reglas y prácticas
relacionadas con la tutela experimentaron cambios significativos, con un énfasis
creciente en los derechos y la autonomía del pupilo.

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4. En el corazón de la tutela moderna está el bienestar del individuo. Ya sea que se
trate de menores de edad, adultos con discapacidades mentales o cualquier otro
individuo que no pueda tomar decisiones por sí mismo, la tutela busca proteger sus
derechos y garantizar que sus necesidades sean satisfechas. 
5. Las jurisdicciones modernas tienden a priorizar soluciones que permitan la máxima
autonomía posible para el individuo. En lugar de simplemente tomar decisiones en
nombre del tutelado, se busca, siempre que sea posible, involucrarlo en el proceso
de toma de decisiones y garantizar que tenga voz y voto en los asuntos que le
afecten.

CURATELA:
Definición: La curatela es una de las formas de guarda legal previstas en nuestra
legislación. Se define como una medida de apoyo a una persona que no cuenta con plena
capacidad y requiere de asistencia continuada. La finalidad de la curatela es la de asistencia,
apoyo y ayuda en el ejercicio de la capacidad jurídica, tal y como recoge la Ley 8/2021, de
2 de junio.
Se entendía por ella un cargo público que obligaba a una persona designada por la ley o por
el magistrado a dirigir la administración de los bienes de un sui iuris púber e incapaz de
ejercer por sí solo sus derechos.
En un principio no hubo curatela testamentaria, sino exclusivamente legítima o dativa, pero
si el paterfamilias nombraba curador testamentario a persona bajo su potestad, el pretor
confirmaba ese nombramiento.
La Ley de las XII Tablas la organizó sólo para remediar la incapacidad de los furiosi sin
intervalos lúcidos y de los pródigos que disipaban los bienes recibidos ab intestato de sus
ascendientes paternos. Los restantes dementes y pródigos no estaban en curatela, lo cual se
explicaba por la finalidad de la curatela en aquellos tiempos, no encaminada a proteger los
intereses de los incapaces, sino los de la familia agnada.

Características:
Tiene la particularidad de que, a diferencia de la tutela, se trata de brindar asistencia, en vez
de representación, para aquellos actos establecidos en la ley o también los fijados en una
sentencia de incapacitación.
Al curador lo designa la autoridad judicial y puede percibir una remuneración, una
retribución económica por sus servicios.
Todo acto ejecutado sin la intervención del curador se considera nulo, no es válido.
El curador administraba los bienes de la persona en curatela, pero sin dar auctoritas.

A quienes se les aplicaba:


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Aplica a personas en mayoría de edad que tienen limitaciones, pero también funciona con
menores de edad, en diversas condiciones de excepción.
Por disposición de las Doce Tablas, se da un curador a las personas púberas y "sui iuris"
afectadas de locura o interdictas por prodigalidad. Después esta curatela fue extendida a los
sordos, mudos, "mente capti" y a los enfermos graves. Comúnmente se da también curador
a los menores de veinticinco años y excepcionalmente a los pupilos.
Los que estaban sujetos a curatela eran los furiosi (enfermos de sus facultades mentales con
intervalos de lucidez), del pródigo (persona que dilapidaba los bienes que hubiera recibido
de sus parientes paternos ab intestato y más tarde a todos aquellos que también dilapidaran
bienes recibidos por testamento), del menor púber de 25 años (la cura minorum).
La Ley de las XII Tablas la organizó sólo para remediar la incapacidad de los furiosi sin
intervalos lúcidos y de los pródigos que disipaban los bienes recibidos ab intestato de sus
ascendientes paternos. Los restantes dementes y pródigos no estaban en curatela, lo cual se
explicaba por la finalidad de la curatela en aquellos tiempos, no encaminada a proteger los
intereses de los incapaces, sino los de la familia agnada.
El derecho romano hizo distinción entre el furiosi y el mente capti. El primero era el
completamente privado de razón, tuviera o no intervalos lúcidos, en tanto que el segundo
era el poseedor de un poco de inteligencia o de facultades intelectuales escasamente
desarrolladas. Pero al ocuparse la ley decenviral únicamente del furiosus sui iuris y púber
(sin la protección, consecuentemente, de un paterfamilias o de un tutor), determinó que
quedara sometido a la curatela legítima de los agnados y, en subsidio, de los gentiles,
quedando claro que desde el momento mismo de la manifestación de la locura en el púber
sui iuris se abrían las puertas a la curatela sin la necesidad de previo decreto de interdicción
judicial.

Efectos:
La curatela se establece con el objetivo de intervenir de manera esporádica en determinados
actos de una persona que no puede valerse por sí misma.
Fue la forma en que los romanos protegieron jurídicamente a las personas incapaces de
gestionar por sí mismos sus negocios, y que habían caído en dicha incapacidad por el azar
del destino, siendo una circunstancia particular.
Requisitos: El único requisito para solicitar la curatela es el de acreditar tal incapacidad
para obrar total o parcial ante las autoridades judiciales.

Extinción:
La curatela concluye el cargo con la muerte, remoción o excusa del curador; por haber
recobrado su capacidad o haber llegado a su mayoría de edad el pupilo, pues tratándose
de un organismo accesorio al de la tutela cesa el cargo automáticamente con la
desaparición de ésta, con la salvedad de que, si variase sólo la persona del tutor, el curador
continuará en sus funciones. Al respecto cabe observar que el curador no puede ser

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removido sin que previamente haya sido oído y vencido en juicio, lo que implica mayor
seguridad en su posición frente a la del tutor que puede ser suspendido de plan en el
supuesto de encontrarse procesado por cualquier delito. Priva en la actualidad la corriente
de la inutilidad de la curatela, atentas las circunstancias de que su función de control y
vigilancia se desempeña también por otros organismos como son el Consejo Local de
Tutelas, el Ministerio Público y el propio juez familiar, de que, por otra parte, el pago de su
remuneración constituye un gravamen más en el patrimonio del pupilo
generalmente limitado, y de que en múltiples ocasiones se colude con el tutor paraque no
lleguen al conocimiento del juez las irregularidades cometidas por aquél en el aspecto
privado de los negocios que realicen por cuenta del pupilo.
Normalmente, la curatela se extingue cuando la persona a la que se está asistiendo fallece o
cuando, mediante sentencia judicial, su situación cambia y se decide establecer otra medida
de apoyo (por ejemplo, la tutela).

Otros motivos para poner fin a la figura de la curatela, incluyen:


La mayoría de edad del menor emancipado.
El matrimonio o la convivencia en pareja estable del menor emancipado con una persona
plenamente capaz.
La adopción de la persona puesta en curatela.
La resolución judicial que deja sin efecto la declaración de incapacidad, o que la modifica y
sustituye la curatela por la tutela.
La resolución judicial que deja sin efecto la declaración de prodigalidad.

CONCLUSIONES:
1. La cúratela, como institución en la antigua Roma, desempeñó un papel crucial en la
administración y la gestión de las provincias del Imperio. Su estructura jerárquica y
su enfoque en la recaudación de impuestos, la justicia y la supervisión de los
asuntos locales permitieron mantener el control romano sobre vastos territorios. Sin
embargo, también generó desafíos y tensiones en relación con los derechos de las
provincias y la explotación de sus recursos. Su estudio ofrece una visión detallada
de la complejidad del gobierno imperial romano.
2. Constituye un testimonio de la adaptación constante de las estructuras
gubernamentales para mantener un imperio en constante expansión. A medida que
Roma conquistaba nuevas provincias y territorios, la cúratela se convirtió en un
mecanismo esencial para administrar y controlar estos vastos dominios. Este estudio
destaca cómo las instituciones pueden evolucionar para abordar desafíos cambiantes
y la importancia de la innovación administrativa en la gestión de imperios. Además,
subraya cómo la cúratela tuvo un impacto significativo en la vida de las personas en
las provincias romanas, influyendo en aspectos clave como la justicia, la
recaudación de impuestos y la infraestructura.

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3. La cúratela es un ejemplo destacado de cómo las instituciones administrativas
pueden tener un impacto duradero en la historia y la cultura de una civilización. A
través de la investigación de la cúratela, podemos comprender mejor cómo el
Imperio Romano mantuvo su dominio sobre un territorio vasto y diverso, al tiempo
que se enfrentaba a desafíos significativos en su administración. Además, nos
permite reflexionar sobre las implicaciones más amplias de la gobernabilidad y el
poder en la historia humana.
4. Representa un fascinante estudio de cómo una sociedad puede organizarse y
administrar un imperio diverso y en expansión. Este sistema de gobierno, en
constante evolución, ilustra la importancia de la adaptabilidad y la innovación en la
gestión de territorios conquistados. Además, subraya cómo las decisiones políticas y
administrativas pueden moldear de manera significativa la vida de las personas en
las provincias, influyendo en aspectos que van desde la justicia hasta la
infraestructura. La cúratela en Roma es un testimonio de la complejidad y la
influencia duradera de las estructuras gubernamentales en la historia del imperio.
5. En la antigua Roma emerge como un reflejo de la habilidad de una civilización para
desarrollar sistemas de gobierno sólidos en medio de la expansión territorial. Este
enfoque administrativo evolucionó de manera constante para abordar los desafíos
cambiantes de un imperio en crecimiento. Además, destaca cómo las políticas
gubernamentales y las estructuras institucionales tienen un impacto profundo en la
vida cotidiana de las personas en las provincias, influyendo en su acceso a la
justicia, la recaudación de impuestos y el desarrollo de infraestructura. El estudio de
la cúratela en Roma proporciona una visión esclarecedora de cómo las sociedades
históricas abordaron la complejidad de la administración imperial y su legado en la
historia del mundo antiguo.

JUSTAE NUPTIAE (MATRIMONIO)


Las "justae nuptiae" eran el término en latín para referirse al matrimonio legítimo en el
derecho romano. Este tipo de matrimonio tenía ciertos requisitos legales que debían
cumplirse para ser reconocido como válido, como la capacidad legal de los contrayentes, el
consentimiento mutuo y la ausencia de impedimentos matrimoniales. El matrimonio
legítimo confería derechos y obligaciones a ambas partes, incluidos aspectos como la
propiedad y la herencia.

Requisitos del matrimonio romano


En el derecho romano, el matrimonio tenía varios requisitos que debían cumplirse para que
fuera considerado válido. Algunos de los requisitos comunes incluían:
1. Capacidad legal: Ambos cónyuges debían tener la capacidad legal para contraer
matrimonio. Esto excluía a personas menores de edad, esclavos y ciertos individuos con
discapacidades mentales.

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2. Consentimiento mutuo: El consentimiento libre y mutuo de ambos contrayentes era
fundamental. El matrimonio no podía ser forzado y requería que ambas partes estuvieran de
acuerdo en casarse.
3. Ausencia de impedimentos: No debía haber impedimentos matrimoniales, como
parentesco cercano, matrimonio previo no disuelto, entre otros. Estos impedimentos
variaban con el tiempo y las leyes.
4. Ceremonia y formalidades: A lo largo de la historia romana, las formalidades de la
ceremonia de matrimonio cambiaron. Al principio, podía ser simplemente un acuerdo
verbal entre las partes, pero más tarde se requerían rituales y ceremonias específicas.
5. Consentimiento de los padres o tutores: En muchos casos, especialmente en el caso de
las mujeres, el consentimiento de los padres o tutores era necesario para que el matrimonio
fuera considerado válido.
6. Edad mínima: Si bien la edad mínima para casarse variaba en diferentes momentos y
lugares del Imperio Romano, en general, las mujeres solían casarse a una edad más
temprana que los hombres. El emperador Augusto estableció leyes que fijaban la edad
mínima para el matrimonio en 12 años para las mujeres y 14 años para los hombres.
Estos son solo algunos de los requisitos comunes en el derecho romano para que un
matrimonio fuera considerado válido. Es importante tener en cuenta que las normas y
regulaciones podían variar a lo largo del tiempo y según la región dentro del Imperio
Romano.

Efectos del matrimonio romano


El matrimonio romano tenía diversos efectos legales y sociales en la vida de los cónyuges y
en la sociedad en general. Algunos de los efectos más importantes incluían:
1. Comunidad de vida y apoyo: El matrimonio establecía una comunidad legal y social
entre los cónyuges. Ambos compartían la vida, los recursos y las responsabilidades del
hogar.
2. Derechos y deberes mutuos: Los cónyuges tenían derechos y deberes hacia el otro. Esto
incluía la obligación de cuidarse mutuamente, proporcionar apoyo económico y compartir
las responsabilidades del hogar y la crianza de los hijos.
3. Derechos sucesorios: El matrimonio daba lugar a derechos de herencia entre los
cónyuges. En caso de fallecimiento de uno de ellos, el cónyuge sobreviviente podía heredar
parte de la propiedad del difunto.
4. Patria potestas: Si los cónyuges tenían hijos, el padre tenía el derecho de "patria potestas"
sobre ellos, lo que significaba autoridad legal y control sobre la crianza y educación de los
hijos.
5. Patrimonio compartido: En algunos períodos del derecho romano, los cónyuges podían
compartir ciertos bienes y recursos adquiridos durante el matrimonio. Esto variaba según la
legislación y las circunstancias.

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6. Alianza social y política: El matrimonio en la alta sociedad romana a menudo tenía un
propósito más allá del aspecto personal, ya que podía ser utilizado para establecer o
consolidar alianzas políticas y sociales entre familias prominentes.
7. Divorcio y separación: Aunque el matrimonio era generalmente indisoluble en la
sociedad romana, existían procedimientos legales para el divorcio y la separación en ciertas
circunstancias. Estos procesos variaban en complejidad según la época y las leyes vigentes.
8. Protección legal y social: El matrimonio confería ciertos derechos y protecciones legales
a las mujeres, como la capacidad de heredar y administrar propiedades. Sin embargo, estos
derechos podían ser limitados en comparación con los de los hombres.
Los efectos del matrimonio romano eran influenciados por las leyes y normas sociales de la
época, que podían variar a lo largo de los siglos y en diferentes regiones del Imperio
Romano.

Causales de disolución del matrimonio romano


En el derecho romano, la disolución del matrimonio no era tan común como en las
sociedades modernas, y había restricciones y procedimientos específicos para ello. Algunas
de las causales de disolución del matrimonio romano incluían:
1. Divorcio por mutuo consentimiento: Si ambos cónyuges estaban de acuerdo en poner fin
al matrimonio, podían obtener el divorcio por mutuo consentimiento. Este tipo de divorcio
era más aceptable en ciertas épocas y no siempre estaba disponible.
2. Adulterio: El adulterio por parte de uno de los cónyuges podía ser una causa de divorcio,
especialmente si el adulterio se cometía con conocimiento público. Sin embargo, las leyes y
las actitudes hacia el adulterio variaban en diferentes períodos y lugares.
3. Impotencia: Si uno de los cónyuges demostraba ser impotente, es decir, incapaz de
mantener relaciones sexuales, esto podía ser una causa de divorcio.
4. Violencia o crueldad: La violencia física o crueldad hacia el cónyuge podía ser una causa
para solicitar el divorcio en ciertas circunstancias.
5. Deserto: La deserción, es decir, el abandono continuo y sin motivo por parte de uno de
los cónyuges, también podía ser considerada una causa de divorcio.
6. Condena penal: Si uno de los cónyuges era condenado por ciertos delitos graves, esto
podía ser una causa de disolución del matrimonio.
7. Religión y ciudadanía: En algunos períodos, las diferencias religiosas o la ciudadanía
mixta entre los cónyuges podían ser consideradas como causas para la disolución del
matrimonio.
Es importante tener en cuenta que las causales y los procedimientos de divorcio en el
derecho romano variaban en diferentes momentos y lugares dentro del Imperio Romano.
Además, el divorcio no siempre estaba ampliamente aceptado y podía estar sujeto a
restricciones legales y sociales.

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CONCLUSIONES:
1. En conclusión, el concepto de "justae nuptiae" en el derecho romano se refería al
matrimonio legítimo y válido según las leyes romanas. Estas uniones eran
consideradas válidas y tenían plenos efectos legales, lo que incluía la transmisión de
derechos y la legitimación de los hijos nacidos de dichos matrimonios. En contraste,
los matrimonios que no cumplían con los requisitos legales de las "justae nuptiae"
se consideraban inválidos o irregulares.
2. Era importante en el contexto del derecho romano, ya que determinaba la validez y
la legitimidad de las relaciones matrimoniales. A lo largo de la historia romana,
hubo cambios en las leyes matrimoniales y en la forma en que se consideraban las
uniones como "justae nuptiae". Sin embargo, en general, este concepto reflejaba la
importancia que se daba al matrimonio dentro de la sociedad romana y su conexión
con los derechos y las obligaciones legales.
3. El matrimonio entre ciudadanos romanos estaba protegido y regulado por las leyes
romanas, otorgando derechos y obligaciones específicos a las partes involucradas. 
4. En el derecho romano, "justae nuptiae" se refería al matrimonio legítimo y válido.
En la actualidad, aunque el término no se utiliza en el mismo contexto, los
principios subyacentes del matrimonio legítimo y válido siguen siendo
fundamentales en muchas jurisdicciones hoy en día. 
5. El matrimonio legalmente reconocido es importante para establecer derechos y
responsabilidades legales, como la herencia, la pensión alimenticia y la custodia de
los hijos. Las leyes y regulaciones varían de un país a otro, pero en general, el
concepto de un matrimonio válido sigue siendo relevante en la actualidad para
proteger los derechos y el bienestar de las parejas y sus familias.

MATRIMONIO DE LOS NO CIUDADANOS.


¿Qué tipo de matrimonio podían contraer aquellos Que no pertenecían a la clase
privilegiado de los Ciudadanos romanos?
El contubernium era la unión, sin ningún tipo de reconocimiento legal, entre dos personas
con la Condición de esclavos a entre un esclavo y una persona libre que vivían juntos como
marido y mujer. (contubernales).

¿QUÉ ES EL CONCUBINATO?
El concubinato es la relación marital de dos personas que no están unidas en vínculo
matrimonial. El impedimento a contraer matrimonio generalmente Se debe a factores tales
como diferencia social, un matrimonio preexistente, impedimentos religiosos profesionales,
una falta de reconocimiento legal, o porque simplemente no quieren casarse porque no la
consideran importante para su relación.

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EVOLUCIÓN DEL CONCUBINATO.
En un principio, las concubinas no eran demasiado distintas de las esposas, excepto en su
denominación y en la dignidad de su unión, ya que usualmente se trataba de jóvenes
plebeyas o de un estatus social que les impedía acceder al matrimonio. Por otro lado, no
disfrutaban de las ventajas materiales de su relación, y sus hijos. no eran legítimos
descendientes del noble que los engendrara, sino que eran "hijos naturales", que podían
aspirar a lo sumo a heredar la sexta parte de los bienes del padre. Aun así, la ley romana
impedía tener varias concubinas a la vez, al igual que varias esposas.

¿QUÉ ES EL CONTUBERNIO?
La noción de contubernio, que tiene su fuente etimológica en el latín (contubernium), se
utiliza para nombrar a un acuerdo o a una asociación que resulta censurable o indigno. El
término puede aplicarse sobre pactos ilícitos, conspiraciones u otros entendimientos que
merecen repudio.
El contubernio, una alianza, La idea se ha empleado para definir diversas alianzas a lo largo
de la historia, siempre con una connotación peyorativa o negativa
CONCLUSIÓNES
1. El concubinato es la unión que existe entre dos personas Sin la necesidad de estar en
el matrimonio, también tienen derechos y deberes, siempre que; sin ningún
problema legal pueda contraer el matrimonio, así hayan vivido Juntos de forma
permanente en un determinado tiempo. El contubernio era la relación conyugal que
había entre esclavos, que debía tener el permiso u orden de su dueño. La
descendencia debía seguir la condición de la mamá Y dichos descendientes pasaría a
ser pertenencia del dueño de la dicha mamá (esclava).
2. En cuanto al Concubinato era la unión Sin el propósito de contraer un matrimonio,
dicha unión se daba entre personas de diferente sexo, esta unión era penada por la
ley. Debía existir como características una muy buena convivencia, como una
comunidad de vida entre dos personas.
3. El concubinato tiene una similitud al matrimonio, pero estas personas no podían
convertirse en pareja legítima. Ante la Sociedad fue aceptado sólo en la Antigua
Romo... Reunía dos Características:
1- Debía ser semejante al matrimonio.
2- Debía tratarse diferente en cuanto a los amantes
4. El contubernio era la unión entre dos esclavos, que necesitaban el de sus respectivos
dueños. Dichos permisos descendientes de esta pareja sería la misma condición de
la madre y estos descendientes pertenecerían a la dueña de la madre esclava.
También se podría dar dicha unión entre un ciudadano libre y un esclavo.
5. Los esclavos no podían contraer el legítimo matrimonio por ser considerado "Cosas.
Esta relación se podía con traer entre dos esclavos o entre una persona libre y un

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esclavo. Era una novedad Social no judicial, la relación debía ser duradera, los hijos
no heredarían la condición del padre. Para los romanos el Contubernio era algo
inmoral por ser de parte de un esclavo.

LA ADOPCIÓN
Filium in doptionem alicui emancipare, juntamente con la tutela y la cúratela, así como la
ad-rogatio, fueron fundamentalmente las instituciones romanas de reinserción familiar,
Adoptcir es una voz que proviene del latín ad-rogo y concretamente del verbo arrogo, es
decir adoptar como hijo (arrogare in locum jUii). Se trata de una forma de imitación de la
filiación a la manera de como lo hace la naturaleza, imitatur naturae.
En Roma, la institución de la adopción funcionó de modo diferente de cómo la concebimos
hoy en día, si bien se encuentra en ella su antecedente.
En la República, esta institución tuvo un marcado carácter aristocrático. Sin embargo,
durante el Principado, se puede apreciar, sobre todo en la sucesión de los Emperadores, su
carácter de tipo político. Podríamos decir que la historia de Roma es una historia de
adopciones.
Pero conviene señalar que el término adopción es genérico (y el genus non perít) y este
género se divide en dos especies; una de las cuales se llama igualmente <adopción> y la
otra, <arrogación>. Son adoptados los que son hijos de familia; son arrogados los
independientes.
Porque la adopción, en general, se hace de dos modos: o mediante la autoridad del Príncipe
o por el imperio del magistrado. Con la autoridad del Príncipe se adopta a los que son
independientes, cuya especie de adopción se llama arrogatio o arrogación. Recibe este
nombre porque el que adopta es rogado, es decir, interrogado, si quiere que el que va a
adoptar sea para él hijo según derecho, y el que es adoptado es preguntado a su vez si
consiente que asi se haga.
Es un acto simétrico por el que una persona sut iurís ingresa bajo la potestas de otro
paterjamilias, con todos sus dependientes y adquiere la condición deßlius familias del
adoptante.
Antiguamente, consistía en una ceremonia realizada ante los comicios curíados, presididos
por el Pontífice Máximo con la finalidad de proporcionar una familia y una descendencia al
que carecía de ella.

¿QUIÉNES PUEDEN ADOPTAR?


No pueden adoptar las mujeres, porque se trata de crear la Patria Potestad, que no reside en
las mujeres y es una facultad únicamente del hombre.

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No podían adoptar tampoco los castrados, porque no pueden procrear, y la adopción que
por ellos se hiciera no cumpliría el requisito de imitar a la naturaleza.
No pueden ser adoptados quienes pueden ser legitimados, es decir, los hijos naturales que
son concebidos en concubinato, porque se produciría una oposición entre la
Legitimación y la Adopción, que son ambas fuentes de la Patria Potestad.
Los Libertos no podían ser adoptados, sino que por el amo que los hubiere manumitido y
que, en tal calidad conservaba sobre ellos el patronato.
Se explica que así fuera porque, de otra suerte, el adoptado quedaría sometido a dos
poderes contrapuestos, como serían los del patrono y del adoptante.

LOS REQUISITOS DE LA ADOPCIÓN ROMANA ERAN LOS SIGUIENTES:


1. El adoptado debía ser un hombre libre y ciudadano romano.
2. La adopción tenía que ser voluntad ambas partes, tanto del adoptante como del adoptado.
3. El adoptado debía tener capacidad jurídica para ser adoptado, es decir, no podía ser
menor de edad o estar bajo tutela.
4. No podía haber un hijo biológico del adoptante o del adoptado, ya que la adopción tenía
como objetivo la sucesión, continuidad del nombre y la familia del adoptante.
5. La adopción se realizaba en forma pública y con la presencia de testigos.
6. La adopción debía ser confirmada por un magistrado romano para que tuviera efectos
legales.
7. Una vez adoptado, el nuevo miembro de la familia adquiría todos los derechos y
obligaciones de un hijo biológico, incluyendo la herencia, la patria potestad y la
responsabilidad de seguir con el nombre y la reputación de la familia.

EFECTOS Y CONDICIONES.
La adopción produce los efectos de crear la Patria Potestad sobre el adoptado; de dar la
Patria Potestad sobre los hijos del adoptado y de incorporar el patrimonio del adoptado al
del adoptante.
Como es un parentesco jurídico, debe procurar imitar en la posible a la naturaleza, y debe
ser reconocido por la autoridad.
Por imitar a la naturaleza, no pueden hacer adopción sino los mayores de 60 años, por que
se presume que después de esa edad no se va a tener posteridad legítima; debe haber, por lo
menos, una diferencia de 18 años entre el adoptado y el adoptante, si se adopta a una
persona en calidad de hijo; y una diferencia de 36 años cuando se adopta a una persona en
calidad de nieto.

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CONCLUSIONES
1. La adopción en el derecho romano era considerada una herramienta importante para
asegurar la continuidad y estabilidad de la familia y la sociedad. Esto se debía a que
la adopción permitía a personas sin hijos o sin herederos legítimos asegurar la
continuidad de su linaje y evitar la interrupción de su legado en caso de que no
pudieran tener hijos biológicos.
Además, mediante la adopción se podían resolver conflictos familiares o de
sucesión, permitiendo la integración de nuevos miembros en una familia existente y
fomentando la solidaridad y la unidad familiar.

2. La adopción en el derecho romano era un proceso complejo y se regía por una serie
de normas precisas que debían ser seguidas para que la adopción fuera efectiva y
legal. En primer lugar, se requería el acuerdo de ambas partes, ya sea el adoptante o
los adoptados.
Además, la adopción debía ser aprobada por un magistrado, quien debía comprobar
que se cumplían ciertas condiciones (por ejemplo, que el adoptante tenía la
capacidad legal para adoptar, que el adoptado no tenía otros padres vivos, que la
adopción no entraba en conflicto con otras leyes, entre otros).

3. En el derecho romano, la adopción no era un mero acto privado entre individuos,


sino que estaba regulado por leyes específicas y podía tener implicancias para toda
la sociedad. Por ejemplo, la adopción podía ser utilizada como una herramienta para
la movilidad social, permitiendo que personas de origen humilde o esclavo pudieran
acceder a un estatus social más elevado.
Además, la adopción podía ser usada para fomentar alianzas políticas y económicas
entre familias poderosas, asegurar la continuidad de negocios o empresas, o para
cumplir con obligaciones religiosas o cívicas.

4. La adopción en el derecho romano podía tener una serie de efectos y consecuencias


tanto para el adoptado como para el adoptante. En primer lugar, la adopción
implicaba la transferencia de la patria potestad, es decir, la autoridad y potestad
legal que tenía el padre sobre sus hijos, a favor del adoptante.
Además, la adopción podía llevar a la legitimación (haciendo que un hijo ilegítimo
se convirtiera en un hijo legítimo) o al cambio de nombre y también podía implicar
la transferencia de bienes (haciendo que el adoptado se convirtiera en heredero de
los bienes y propiedades del adoptante).

5. El derecho romano también permitía la adopción de adultos, aunque este tipo de


adopción era menos común y se regía por normas diferentes a las de la adopción de
menores. La adopción de adultos podía ser utilizada para el mismo fin de la

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adopción de menores, es decir, asegurar la continuidad de un linaje o de una
empresa o incluso para propósitos políticos o militares.
Sin embargo, la adopción de adultos tenía muchas implicancias legales y sociales
diferentes, ya que los adultos adoptados mantenían una serie de derechos y
obligaciones que no estaban presentes en la adopción de menores, como el derecho
al sufragio o a la tutela de un tutor legal.

LA LEGITIMACION
Era, ni más ni menos, un acto jurídico por el cual se reconoce la calidad de legítimo al hijo
que en principio no la tiene.
Ese acto, en el derecho actual, tiene caracteres muy distintos de los que tuvo en el romano.
Es que para saber lo que constituye la legitimación, precisa examinar las distintas clases de
hijos: legítimos, legitimados, naturales e ilegítimos.
Los legítimos eran los concebidos dentro de matrimonio. Los naturales los habidos en
relación de concubinato y los ilegítimos todos aquellos que eran productos de relaciones
sexuales extramatrimoniales distintas al concubinato.
Conforme al Derecho Romano únicamente podían ser legitimados los hijos concebidos en
concubinato, los cuales, se repite, eran los llamados naturales. Ese derecho castigaba
severamente las relaciones sexuales extramatrimoniales a excepción del concubinato. El
tratamiento jurídico distinto dado a éste, como lo sostiene Pedro Bonfante en su obra
“Instituciones de Derecho Romano”, seguramente devino, o a consecuencia de las penas
graves contra el stuprum (relación sexual por fuera de las justas nupcias con mujer
honesta), o a causa de la prohibición de las nupcias entre senadores y libertas o mujeres de
teatro, entre ingenuos o mujeres ignominiosas, entre gobernadores provinciales y mujeres
de la provincia gobernada, o también tal vez, en razón de haberse prohibido el matrimonio
en la clase de los militares.

Formas o clases de legitimación en Roma


La legitimación, en el derecho romano, tenía tres formas: el subsiguiente matrimonio, la
oblación a la curia y el rescripto imperial.
La legitimación por subsiguiente matrimonio fue establecida en Roma por el emperador
Constantino, el cual se propuso con ella la abolición o, al menos, la disminución del
concubinato, disponiendo que los hijos nacidos hasta entonces de concubina ingenua o libre
se convirtieran en legítimos si los padres que vivían en concubinato lo abandonaban y
contraían matrimonio, beneficio que el emperador Anastasio extendió a todos los hijos,
tanto a los que hasta entonces nacidos como los que en adelante fueran procreados en
concubinato.
Mediante la legitimación, la filiación llamada tradicionalmente ilegítima se transforma en
legítima. Esta transformación se hace por la influencia de dos factores que son: la
naturaleza y la ley; la primera, crea la prole; la segunda, la legitima y legaliza.

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La legitimación por subsiguiente matrimonio, se recomienda por si sola, porque por ella se
colocan los hijos en la condición de los legítimos. Adquieren un nombre, una posición en la
sociedad y los elementos seguros de una fácil y mejor educación, y los padres logran por su
parte, reparar sus faltas y el mal causado por ellas en sus hijos.
Para que el hijo goce del derecho de ser tenido como de matrimonio, siendo, en realidad,
natural, los padres deben reconocerlo expresamente antes de la celebración del matrimonio,
en el acto mismo de celebración, o durante él, haciéndose en todo caso el reconocimiento
por ambos padres, junta o separadamente.
En el caso de que el hijo haya sido reconocido por el padre, si en su acta de nacimiento
consta el nombre de la madre, no se necesita reconocimiento expreso de ésta para que la
legitimación surta sus efectos legales. Tampoco se necesita el reconocimiento del padre, si
ya se expresó su nombre en el acta de nacimiento del hijo.
El beneficio de la legitimación no corresponde solamente a los hijos que estén vivos al
efectuarse el matrimonio, sino que se extiende, igualmente que a éstos, a los que hayan
fallecido antes de ese momento, si dejaron descendientes, y a los no nacidos, si el padre, al
casarse, declara que reconoce al hijo de quien la mujer está encinta, o que lo reconoce si
aquélla estuviere encinta.
Los hijos legitimados adquieren todos sus derechos como tales el día en que se celebró el
matrimonio de sus padres, aunque el reconocimiento sea posterior, lo que significa que
tiene efecto retroactivo.
Explicación de oblación a la curia en derecho romano que ofrece Marta Morineau lduarte:
En latín, significa oblatio curiae. Una de las formas en que un padre podía legitimar a un
hijo natural. Fue creada durante el reinado de Teodosio 11 y Valentiniano 111; consistía en
que el padre ofreciera al hijo para desempeñar el cargo de decurión; si se trataba de una
hija, casándola con uno de ellos. Los decuriones eran funcionarios administrativos que
entre otras cosas se encargaban de la recaudación de los impuestos y respondían de ella con
su fortuna personal. Por tanto, tenían que contar con una cantidad determinada de bienes: si
se trataba de una hija se le daría una cantidad equivalente como dote.

Los efectos de la legitimación romana eran los siguientes:


1. El hijo ilegítimo se convertía en un hijo legítimo y tenía todos los derechos y beneficios
de un hijo legítimo, incluyendo el derecho a la herencia, el derecho a ser adoptado, y el
derecho a llevar el apellido de su padre.
2. El estatus social del hijo ilegítimo cambiaba y se equiparaba con el de los hijos legítimos
de su padre.
3. La legitimación también tenía implicaciones para el padre biológico. Se le concedía un
mayor control sobre el hijo legitimado y obtenía el derecho de reclamar la custodia del hijo,
si así lo deseaba.

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4. La legitimación podía tener implicancias para toda la familia, como una mejora en el
estatus social y la reputación.
5. La legitimación no afectaba la patria potestad existente de un padre adoptivo previo; es
decir, si el hijo había sido adoptado por otro hombre, la legitimación no anulaba esa
adopción previa.
Estos efectos estaban estipulados en la ley romana y se aplicaban en todas las provincias
del Imperio romano.

CONCLUSIONES
1. La legitimación en el derecho romano era un proceso legal que permitía que los
hijos nacidos fuera del matrimonio tuvieran el mismo estatus jurídico que los hijos
legítimos, con todos los derechos y beneficios que ello conlleva. Esto marcaba una
significativa mejora en la vida y la dinámica familiar de estos niños, ya que pueden
asegurar su futuro y construir una identidad más plena y valiosa en la sociedad.
2. La fama y la posición social fueron factores importantes en la vida de las personas
durante el Imperio Romano. De esta manera, la legitimación podría verse como una
forma de mejorar la posición social y la reputación de toda la familia, al ser un
proceso ordenado y reconocido por el derecho romano. Por tanto, la legalización es
importante no sólo para los hijos sino también para la imagen de la familia y la
sociedad.
3. El derecho romano se distinguía entre origen legal, cuando un hijo nacía de una
pareja reconocida por el derecho civil, y origen ilegítimo, cuando un hijo nacía
fuera del matrimonio. A los niños ilegítimos se les pueden otorgar los mismos
derechos que a los niños legítimos a través del proceso de legalización, pero para
hacerlo, se deben cumplir condiciones y pasos específicos. Estas condiciones y
pasos variaron según la época del derecho romano.
4. El derecho romano dio a la legitimación una prioridad tan alta que dio lugar a una
controversia sobre si un padre podía legitimar a uno de sus hijos en vida. El
emperador Justiniano, por ejemplo, determinó que un padre podía legitimar a uno de
sus hijos después de su muerte siempre y cuando hubiera expresado su voluntad en
vida, aunque esto no era una práctica común y era más frecuente que se llevara a
cabo el proceso antes de la muerte del padre biológico.
5. Para entender la importancia de la legitimación en el derecho romano, es crucial
tener en cuenta que la filiación era un tema fundamental en la sociedad de la época.
En ella se discutían no solamente los derechos y obligaciones de los hijos, sino
también los derechos de la familia y la comunidad. La legitimación, en este sentido,
era una forma de dar solución a algunas problemáticas en torno a la filiación,
ofreciendo opciones a padres e hijos y respaldando la creación de nuevos legados y
dinastías en la Roma antigua.

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BIBLIOGRAFIA

Anavitarte, E. J. (2013, March). Los Sui Iuris en el Derecho Romano. Academia Lab. 


LIBRO DERECHO ROMANO ALFONSO NIEVES pag20
[1]: Justiniano | Institutas: Lib. 1, Tít. 15, Párr. 1.
[2]: Ulpiano | Digesto: Lib. 38, Tít. 8, Secc. 1, Párr. 1.
[3]: Paulo | Digesto: Lib. 38, Tít. 10, Secc. 10, Párr. 6.

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SOLA, María Cruz Oliver; CRUZ, María. Precedentes romanos sobre adopción, tutela y
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Referencias legales

Ley 8/2021, de 2 de junio

RD de 24 julio 1889, Código Civil

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