INTRODUCCIÓN

Los mitos son relatos que imparten imaginación por parte de los narradores y al
momento de ser relatados, se trata de dar un mensaje cifrado sobre la realidad ya que tiene
como finalidad exponer, el mito puede ser críptico puede ser conformado por un lenguaje
metafórico alegórico y analógico, la estructura alegórica es la que otorga densidad al mito.
El mito es caracterizado por el uso de un lenguaje complejo.
 Para comenzar, la palabra mito procede del griego mythos, “palabra”, “relato”, “discurso
que se cuenta”. Un mito es una historia oral o escrita que representa eventos inusuales que
la comunidad sobre la cual se cuenta o canta cree que son posibles o reales. Estos hechos se
refieren al origen o la fundación del mundo o de los grupos relacionados con la narración.
Sus personajes son dioses, semidioses, héroes o elementos cósmicos y naturales, o animales
antropomórficos. El contenido del mito es considerado por sus propagadores como
verdadero y autentico, pero no plenamente histórico, sino “primitivamente histórico”, y en
esa sociedad se tienen en cuenta los hechos religiosos. “El mito se considera como una
historia sagrada y, por tanto, una «historia verdadera», puesto que se refiere siempre a
realidades. El mito cosmogónico es «verdadero», porque la existencia del Mundo está ahí
para probarlo; el mito del origen de la muerte es igualmente «verdadero», puesto que la
mortalidad del hombre lo prueba, y así sucesivamente” (Eliade, 1973). Debemos agregar
que en las sociedades donde los mitos todavía están vivos, se distinguen las “historias
verdaderas” de las “historias falsas”, de tal manera que, las historias verdaderas son todas
aquellas que tratan de los orígenes del mundo, sus personajes principales son seres divinos,
sobrenaturales, celestes o atrastrales; mientras que, por el otro lado en las historias falsas,
cuentan relatos de aventuras y hazañas, son un contenido ignorante. La distinción que se
hace entre historias falsas e historias verdaderas es relevante, puesto que las dos categorías
de narraciones presentan «historias», es decir, relatan una sucesión de acontecimientos que
tuvieron lugar en un pasado lejano y mítico. Realmente, los mitos no relatan solamente el
origen del mundo, de los animales, de las plantas y del hombre, sino también de todos los
conocimientos primordiales a consecuencia de los cuales el hombre ha llegado a ser lo que
es hoy, es decir, un ser mortal, sexuado, organizado en sociedad, que trabaja para vivir y
que es obligado a trabajar según ciertas reglas. Si el mundo existe, si el hombre existe, es
porque los seres sobrenaturales han desplegado una actividad creadora en los «comienzos».
“Sin embargo, otros hechos sucedieron después de la cosmogonía, y el hombre, tal como es
hoy, es un resultado directo de estos eventos mitológicos, esta constituido por estos
acontecimientos” (Eliade, 1973). La mitología se explica por si misma y explica todo lo
que pertenece al mundo, no porque haya sido inventada para explicaciones sino porque
también posee habilidades explicativas. Al crearnos como pueblos, los mitos nos dan una
identidad esencial e inmutable, separándonos de la universalidad de la humanidad, para
establecer de una vez a lo que somos simplemente opuestos a ellos, fortalecer los lazos de
identidad que son instrumentales en el logro de normas de cohesión social que mantengan
unidos a los grupos. En este sentido la mitología trasciende de configuraciones de estados
mentales, hasta adquirir un aspecto político, constituyendo poder legitimo. El mito
establece una forma primordial de conocimiento de una realidad mas compleja, valida y
eficaz y vívida que la realidad representa por las ilustraciones; la concepción mítica de la
vida humana nos sumerge en términos de existencia en una realidad total atemporal a
diferencia de las construcciones científicas que explican realidades parciales y nunca
definitivas así como las revoluciones científicas hacen cambios de paradigma reconfiguran
los fundamentos teóricos, a partir de ahí entendemos diferentes temas de investigación. Al
moldearnos en seres humanos, la mitología nos otorga una identidad, que a su vez, nos
permite imaginarnos como seres de naturaleza divina, dueños del territorios y la lengua, de
las tradiciones, de los personajes y de las personas sagradas porque las mitología nos hace
encarecer mostrándonos nosotros como elegidos por lo divino, nos hacen suyos, proponen
un código de conducta a seguir, creando así prohibición, castigo, casta o elite; llamados a
cumplir la indiscutible y eterna voluntad de los dioses. En este sentido los mitos marcan el
comienzo de la historia, nos moralizan, proporcionan una identidad que nos saca de nuestro
estado natural y dos la capacidad de la elite para establecer las leyes que se convertirían en
los fundamentos de la civilización. La presencia del mito en toda cultura permite fomentar
elementos arquetípicos, necesarios para la cohesión social. Para Jung, los arquetipos son
“formas o imágenes de carácter colectivo, que aparecen casi universalmente como
componentes del mito y, al mismo tiempo, como producto de individuos, autóctonos de
origen inconsciente” (Zambrano, 2018). Cuando hablamos de mitos, no nos referimos a
relatos antiguos, sino a fabulas fantásticas adoptadas de los antiguos; en su lugar tiene una
declaración de origen. Los patrones sociales que nos definen se presentan como los
elementos básicos de quienes somos individuos y como nación. Esta es la realidad mas
importante e inclusiva porque para explicar por qué somos como somos, para marcar el
comienzo de nuestro tiempo, pero dar una misión y bendecir el destino del mundo. Un
momento de adversidad y pedir constantemente nosotros para cumplirlos. Los mitos dan
fundamento y sentido a la vida individual y colectiva porque las personas creen y nos
muestran cómo hacer historia. Los mitos se clasifican de varias formas, las más conocidas
son: I. MITOS TEOGONICOS: narra y relata el Genesis y la historia de los dioses. II.
MITOS COSMOGONICOS: exponen una tesis del origen y conformación del mundo. III.
MITOS ESCATOLOGICOS: se refiere y su objeto de estudio es la vida (sobrehumana y
ultra terrenal). IV. MITOS ETIOLOGICOS: narran el nacimiento y orígenes de las tribus
(cómo se conforma su estructura social y territorial, relatan las razones por las que se dio
origen a la institución social, un ritual particular, una ceremonia, costumbre u objeto. El
mito se encuentra fuera de la historia porque es aquello que ha sido desde siempre, y
antecede creador de la civilización y de la historia.

MITO Y LOGOS

El termino logos genera el significante de lógica, se entiende por logos al

“razonamiento” y “argumentación”, también se le asocia con el significado de pensamiento.
El mito define en el ámbito de lo factible, de lo que podemos creer, mientras que el
principio del pensamiento racional, objetivado en forma de logos, precisa los límites de la
fiabilidad de la ciencia. El tránsito de lo mitológico a la odontología del pensamiento
humano configura una nueva forma de entender los procesos identitarios en tanto pasan por
el proceso de generación. “El contraste entre mito (pensamiento mítico) y razón
(pensamiento racional) tiene raíces profundas en el pensamiento occidental: tan profundas
que se podría decir que la razón se genera y se percibe a sí misma en marcado contraste con
el mito; y aunque pueda ser una exageración decir que la misión de la razón es casi siempre
incapaz de cumplir su misión de explicar la realidad sin entrar en conflicto con la realidad
del mito” (Vives, 1966).
 CONCLUSIONES

Los mitos se estructuran de tal manera que; 1. °, constituyen historias de los actos de los
seres sobrenaturales; 2. °, esta historia se considera absolutamente verdadera ya que se
refiere a realidades y sagrada porque es obra de los seres sobrenaturales; 3. °, el mito
siempre hace referencia a una «creación»; 4. °, al conocer el mito se conoce el «origen» de
las cosas y así se dominan y manipulan a su voluntad; 5. °, de una u otra forma se «vive» el
mito, en el sentido de que está regido por fuerzas divinas que elevan los acontecimientos
que se recuerdan y realizan. Los mitos definen lo que es prácticamente posible y lo que
podemos creer, y los principios del pensamiento racional, objetivados en forma de
logos, muestran los límites de la credibilidad científica. El paso de la mitología a la
odontología de la mente humana ofrece una nueva forma de entender los
procesos generativos de los procesos de identidad. La mitología como sistema de creencias
y ausencia, es esencia y poder, es quietud y movimiento, es causa y efecto de todo lo que
vemos e imaginamos y con lo que nos enfocamos no relacionamos no relacionamos, ambos
tienen la misma naturaleza, influyente y transformadora.
 REFERENCIAS

Amaya, Y. (2022). Del mito al logo, un análisis epistemológico a la definición de

tradición.

Brocà, S. (1985). La transición del mito al logos.

Eliade, M. (1973). Mito y la realidad.

Pastor, J. (1998). Corrientes interpretativas de los mitos.

Tipologías de los mitos (uv.es)

Vives, J. (1966). Mito y Razón.

Zambrano, D. (2018). El rol del mito en la filosofía del orden y del Derecho.

Zapata, J. (2009). Del mito al logos y el origen del concepto de physis.