Sample Oxigeno Ok

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no es para ser comercializada.©
OXÍGENO
Lucas Leys
Oxígeno
Lucas Leys
Publicado por especialidades625® © 2023
Dallas, Texas.

ISBN 978-1-954149-10-6

Todas las citas bíblicas son de la Nueva Biblia Viva (NBV) a menos que se indique lo contrario.

Editado por: María Gallardo


Diseño de portada e interior: Creatorstudio.net

RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS.


IMPRESO EN ESTADOS UNIDOS.
A Sophie, quien desde que nació me ayudó
a entender mucho más a Dios.
Te amo.
Tabla de contenido:

1. La sospecha 7

2. El Dios de dioses 17

3. ¿De qué estamos hablando? 33

4. La insurrección 49

5. Los hábitos del alma y el libre albedrío 65

6. La práctica de su presencia 79

7. Cimientos 97

8. Halal 115

9. El dolor y el perfeccionismo 139

10. Inmersión 155

Notas bibliográficas 171


1

LA
SOSPECHA
LA SOSPECHA

Aunque no lo sepas, no lo admitas o lo niegues, tu alma


tiene sed del Todopoderoso.

No todos lo reconocemos a un nivel consciente, pero todos


hemos experimentado la sospecha. Incluso aquellos que
nunca serían considerados “personas espirituales”.

Lo hicimos en nuestras noches de adolescencia cuando nos


preguntábamos acerca del sentido de la vida. Lo hicimos
en la mañana fatídica en que nos enteramos de esa muerte
inesperada.

Lo hicimos al ver ese atardecer especial en medio de un


maravilloso paisaje e, inevitablemente, todos lo haremos al
llegar a la vejez.

9
OXÍGENO

En efecto, hasta la persona que se confiesa más atea en


algún momento ha sospechado que hay algo más.

Alguien más.

Y ha dudado de su duda.

Aunque no estemos seguros de cómo alcanzarlo, o de


cómo descubrirlo, o de cómo verlo con ojos frescos, todos
ansiamos disfrutarlo. Y lo ansiamos aun si ese pensamiento
nos parece descarado o poco científico.

Algunos, quizás por haber sido criados en esa caja de


resonancia que a veces es la iglesia cristiana, hablan de Él
continuamente, aunque sus vidas detrás de escena delaten
que, en el fondo, sus ideas acerca de Él y la consciencia de
su presencia en su presente están llenas de niebla. Tienen un
Dios de visitas, como en el Antiguo Testamento, y no uno
que mora desde la promesa cumplida del Pentecostés. Y es
que más allá de sus palabras, la presencia del Todopoderoso
en sus vidas es casi imaginaria, sin peso en su diario vivir
(a menos que sea para mencionarlo en un posteo público en
las redes sociales, o porque es su costumbre invocarlo antes
de comer, o porque es el destinatario de las canciones de su
religión).

Otros son más prudentes. Saben que se trata de alguien


que no se sujeta a reglas, porque de hecho es el que las

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LA SOSPECHA

hace y está por encima de ellas. De todas. Y si se sujeta,


es por propia voluntad, ya que las etiquetas no le quedan
y no le alcanzan, excediendo las caracterizaciones de
personalidad que los seres humanos sabemos hacer luego de
miles de años de filosofía y antropología, y de las últimas
consideraciones de la psicología.

También, claro, hay quienes son más conscientes de que


lo desconocen. Abrazan el misterio, e igual le buscan sin
saberlo o aun prefiriendo no ser descubiertos.

Y es que el misterio es que, aunque hablemos o no hablemos


de Él, usemos la etiqueta religiosa que queramos, o creamos
que es una “cosa”
y no un “alguien”, NO PODEMOS
sea como sea, DESCRIBIR A DIOS CON
no lo podemos ABSOLUTA PRECISIÓN
describir con PORQUE SOLO
absoluta precisión PODEMOS CONOCER
porque solo LO QUE ÉL MISMO NOS
podemos conocer DEJE SABER.
lo que Él mismo
nos deje saber.

Lo anhelamos, y hasta tenemos nostalgia de Él, aunque no


estemos seguros de que de verdad lo hayamos conocido.
De hecho, no portar ese anhelo se hace insoportable y, en

11
OXÍGENO

consecuencia, es lo que abre la puerta al suicidio. El deseo


de muerte es lo opuesto a la vida, y es justamente ese anhelo
de Dios lo que nos hace estar vivos, porque fuimos hechos
para esto:

Adorarle.

Respirar.
TÚ ERES ALGUIEN
HECHO PARA ADORAR Y es que adorarle
A DIOS Y DE ESO y respirar tienen
DEPENDE TU VIDA. un romance que
no es furtivo, sino
eterno.

Así que te lo digo ahora sin vueltas ni poesía: tú eres alguien


hecho para adorar a Dios y de eso depende tu vida.

Sí, este libro se trata de adoración. Aunque no, no se trata de


música ni de canciones... a no ser esas que surgen del alma
que busca al Todopoderoso y que en realidad no se pueden
poner en un pentagrama.

La adoración es una relación que emerge de nuestras


motivaciones y anhelos más íntimos, aunque nuestras
motivaciones y anhelos no siempre están alineados como
pensamos, y de desenmarañar eso se trata este libro.

Por ahora, lo que quiero señalarte es que la adoración es una

12
LA SOSPECHA

parte tan importante de tu vida que, aunque nunca lo hayas


sospechado, la necesitas tanto como al oxígeno.

“Oxigeno” habla de lo que nos mantiene vivos; es como


el romance y la búsqueda de dos amantes que se anhelan
mutuamente. Y te resalto que son dos porque no es solo tu
búsqueda. También es la suya.

Dios te anhela.

Te hizo para eso (Juan 1:3, Romanos 11:36, 1 Corintios 8:6,


Colosenses 1:16), y la adoración tiene mucho, muchísimo
más que ver con Él que contigo.

Él es la razón de
tus pasiones, e LA ADORACIÓN ES UNA
incluso es lo que PARTE TAN IMPORTANTE
en verdad buscas DE TU VIDA QUE,
al ceder a tus AUNQUE NUNCA LO
tentaciones. HAYAS SOSPECHADO,
LA NECESITAS TANTO
Él está detrás de
COMO AL OXÍGENO.
lo que celebras,
de lo que amas y
de lo que temes.

Y aunque no lo sepas, lo discutas, lo niegues o lo ignores,


por Él respiras.

13
OXÍGENO

Vives para Él. Y no, no solo quiere que le obedezcas como


te predicó la religión.

Él quiere que lo ames (Mateo 22:37-38).

¿Por qué?

Porque Él te ama.

Eso es lo que hace el amor. Y como escribió el viejo


Juan luego de recostar su cabeza en el hombro del Verbo
encarnado: Dios es amor (1 Juan 4:7-9). Por eso Él te
desea, con el anhelo de que le des tu reciprocidad, pero sin
obligarte.

Claro, en algunos lugares escucharás que la teología


ortodoxa insiste con que “Dios no nos necesita”, y conozco
la afirmación que hace Pablo al respecto en el libro de
Los Hechos, y entiendo la explicación. Leí acerca de este
concepto en docenas de tomos de teología sistemática, y si
tuviera que defender la idea en un debate entre profesores
de doctrina, podría justificarla sin mayor dificultad. Dios es
suficiente. Una luz que no admite ni crea sombra. Un alfa
que no tiene omega y una omega que no tiene alfa. Pero
esta explicación es cuántica. Finita. Física. No espiritual.
Si Dios te ama, es porque te necesita. Por supuesto, no para
satisfacer una necesidad práctica desde una dimensión de
utilidad, sino desde la dimensión del mismísimo misterio del
amor.
14
LA SOSPECHA

Dios te anhela, y tú a Él.

De eso se tratan las próximas páginas.

Porque así como no hay manera de vivir sin oxígeno, no hay


manera de que en nuestra vida haya realmente vida sin aquel a
quien el teólogo Karl Barth describía como “el totalmente otro”,
o el filósofo Paul Tillich llamaba “el único ser en sí mismo” ...

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