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UNIVERSIDAD DEL NORTE PJC

Jenifer Moraes Borges

VIOLENCIA INTRAFAMILAR CONTRA LAS MUJERES Y LAS


CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS

Pedro Juan Caballero


2021
Jenifer Moraes Borges

VIOLENCIA DOMÉSTICA CONTRA LAS MUJERES Y ELLA


CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS

Trabajo presentado al Curso de


Psicología
De la Universidad del Norte,
Fundación Pedro Juan Caballero para
la Desarrollo de las Ciencias, como
parte de los requisitos para completar
el Curso de Licenciada en psicología.

Pedro Juan Caballero


2021
Introducción

La violencia hacia la mujer ha sido reconocida como una violación de los derechos
humanos básicos, la cual tiene consecuencias de largo alcance tanto para la mujer
como para sus hijos y la sociedad en su conjunto. Nos encontramos ante un
problema de salud pública que tiene un impacto no solo a nivel físico, sino también
en el ámbito laboral, económico, social y familiar. La violencia tiene secuelas
adversas sobre la salud de la mujer incluida su salud sexual y reproductiva, sobre su
bienestar emocional y su dignidad, así como, además, constituye una amenaza
directa para el bienestar de sus hijos.

Las últimas décadas fueron testigos de grandes avances con relación a la


consideración de la violencia hacia las mujeres, que ha cobrado gran relevancia en
la agenda pública y de investigación. En este contexto, las agresiones físicas son
las que han recibido mayor atención por parte de legisladores e investigadores. Sin
embargo, no existe una única modalidad de violencia, sino que también puede ser
psicológica, sexual, económica, patrimonial y o simbólica, tal como se conceptualiza
en la Ley 26485 de Protección Integral a las Mujeres. La violencia psicológica es
una de las modalidades menos exploradas y, al mismo tiempo, posiblemente, la
más sufrid

Perspectiva psicológica

El modelo de análisis se centra en el estudio de las características individuales,


tanto de la víctima como del agresor, desde una perspectiva psicológica. Se plantea
que determinadas enfermedades mentales, los déficits en habilidades sociales, la
violencia en la familia de origen y el consumo de alcohol están vinculados de forma
significativa a la violencia hacia la mujer en la pareja. De esta forma, se asume que
la violencia es un problema individual independiente del contexto sociocultural y de
cuestiones estructurales

Objetivos
Este estudio tiene como objetivo investigar las principales consecuencias
psicológicas traídas a las mujeres víctima de violencia intrafamiliar del Barrio
Ferroviaria de la ciudad de Ponta Porá.

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6Objetivos específicos

 Determinar las formas mas frecuentes de violencia doméstica contra la


mujer
 Indenticar los factores que contribuyen a la permanencia de las mujeres en
dicha relaciones.
 Demonstrar el aumento de víctimas de violencia domestica tiempos de
pandemia

Preguntas

 ¿ En tiempos de pandemia, ha aumentado el número de víctimas de violencia


doméstica?
 ¿Cuáles son las consecuencias de la violencia psicológica?
 ¿Qué cambios de comportamiento desarrollan las mujeres víctimas de
violencia?
 ¿Cuáles son los factores que contribuyen a la permanencia de las mujeres
víctimas de violencia doméstica en las dichas relaciones?

Hipótesis

La violencia contra la mujer conlleva costos directos e indirectos para el individuo, la


familia y la sociedad, afectando principalmente a las clases de bajos ingresos.

Hipótesis específicos
:
Tener un acceso limitado o ningún acceso a las finanzas o la toma de decisiones
 no tiene cuentas bancarias personales, créditos o tarjetas de débito
 se le controla todos y cada uno de los gastos que hace
 Dependencia económica total de su cónyuge

Marco Teórico

La violencia doméstica incluye comportamientos utilizados en una relación por una


de las partes, principalmente para controlar a la otra. Las personas involucradas
pueden estar casadas o no, ser del mismo sexo o no, vivir juntas, separadas o tener
una cita, todos podemos ser víctimas de violencia doméstica. La violencia doméstica
abarca diferentes tipos de abuso, como:
• Violencia emocional: cualquier comportamiento de la pareja que tenga como
objetivo hacer que el otro se sienta temeroso o inútil. Por lo general, incluye
comportamientos como: amenazar a los niños; lastimar a las mascotas; humillar al
otro en presencia de amigos, familiares o en público, entre otros.
• Violencia social: cualquier comportamiento que busque controlar la vida social de
la pareja, mediante, por ejemplo, impedirle visitar a familiares o amigos, cortar el
teléfono o controlar llamadas y facturas telefónicas, encerrarse en casa.
• Violencia física: cualquier forma de violencia física que un agresor inflige a su
pareja. Puede traducirse en comportamientos como: dar puñetazos, patadas,
estrangular, quemar, inducir o impedir que la pareja obtenga medicamentos o
tratamientos.
violencia sexual: cualquier comportamiento en el que la pareja obliga al otro a
participar en actos sexuales que él o ella no desea. Algunos ejemplos: presionar u
obligar a la pareja a tener relaciones sexuales cuando no quiere; presionar, forzar o
intentar que una pareja tenga relaciones sexuales sin protección; obligar al otro a
tener relaciones con otras personas.
Violencia financiera: cualquier comportamiento que busque controlar el dinero de la
pareja sin el deseo de la pareja de hacerlo. Algunos de estos comportamientos
pueden ser: controlar el salario del otro; negarse a dar dinero a otro u obligarlo a
justificar cualquier gasto; amenazando con retirar el apoyo financiero como forma de
control.
persecucion: cualquier comportamiento destinado a intimidar o asustar al otro. Por
ejemplo: seguir a su pareja a su lugar de trabajo o cuando sale solo; Controle
constantemente los movimientos del otro, ya sea que esté en casa o no.

El ciclo de la violencia doméstica

La violencia doméstica funciona como un sistema circular, el llamado ciclo de


violencia doméstica, que generalmente tiene tres fases:
 Aumento de la tensión: las tensiones acumuladas en la vida diaria, las
heridas y amenazas tejidas por el agresor, crean en la víctima una sensación
de peligro inminente.
 . ataque violento: el agresor abusa física y psicológicamente de la víctima; tal
abuso tiende a aumentar en frecuencia e intensidad.
 Luna de Miel: el agresor ahora involucra a la víctima con cariño y atención,
disculpándose por las agresiones y prometiendo cambiar (nunca más
ejercerá violencia).
Una de cada tres mujeres en el mundo sufre violencia sexual o física, en su
mayoría, por parte de su pareja. La violencia contra las mujeres constituye una
violación de los derechos humanos. Desde que se desató el brote de COVID-19, los
nuevos datos e informes que presentan quienes están en primera línea revelan que
se ha intensificado todo tipo de violencia contra las mujeres, sobre todo, la violencia
en el hogar.
Tales acusaciones destacaron cómo, durante mucho tiempo, los límites de la esfera
privada legitimaron o ignoraron la gravedad de la violencia sufrida por las mujeres,
ilustrada por mitos populares como la lucha entre marido y mujer, nadie se interpone
en el camino. Durante este período, el movimiento feminista también estuvo
marcado por una aproximación con el medio académico y político, lo que posibilitó el
desarrollo de investigaciones y construcciones teóricas que brindaron mayor apoyo
a las discusiones sobre las desigualdades y la violencia entre hombres y mujeres.
De hecho, los valores culturales sexistas y patriarcales (aún) que se estructuran en
nuestra sociedad están asociados a la grave recurrencia de la violencia cometida
contra las mujeres y las graves desigualdades de poder y derechos que (aún)
enfrentan en nuestra sociedad. Esta dimensión de género también permea un
panorama de aumento o intensificación de la violencia, en general, en nuestra
realidad.
Consecuencias físicas y psicológicas

Las consecuencias físicas y psicológicas para la mujer víctima de violencia son


múltiples a nivel de su salud integral. Trastornos tales como dolor de espalda o de
pelvis, trastornos ginecológicos, embarazos con complicaciones, enfermedades de
transmisión sexual , dolores de cabeza, trastornos del sistema nervioso central y
afecciones cardíacas o circulatorias son comunes, así como los “trastornos
funcionales”, como por ejemplo el síndrome de colon irritable, la fibromialgia, los
trastornos del aparato digestivo y diversos síndromes de dolor crónico. La salud
reproductiva de las mujeres también puede verse afectada por la violencia.
Las secuelas provocadas por el maltrato físico son evidentes, pero el impacto a nivel
psicológico y el deterioro en la calidad de vida de estas mujeres es más difícil de
identificar y evaluar. Para poder establecer el impacto de los efectos de la violencia
contra la mujer sobre la salud individual y sobre la salud pública, se ha establecido
un indicador basado en la pérdida de Años de Vida Saludables. Este indicador
permite calcular el número de años perdidos en relación a una esperanza de vida
teórica, que determinaría el número de pérdida de AVISA que se producen como
consecuencia de la violencia de pareja (Lorente, 2001). Se ha considerado que los
daños físicos suponen el 55% de los AVISA perdidos, mientras que los “no físicos”,
referidos a los psicológicos y a la salud reproductora, suponen el 45%. (Lorente,
2001).
La OMS considera el maltrato como uno de los mayores asuntos de salud y de
derechos humanos. En el Informe Mundial sobre Violencia y Salud de la OMS se
resumen sus principales consecuencias psicológicas:
▪ Depresión y ansiedad
• Tristeza
• Ansiedad o angustia
▪ Fobias y trastorno de pánico
• Insomnio
• Cambios del estado de ánimo
• Ganas de llorar sin motivo
▪ Trastorno de estrés postraumático
▪ Trastornos de la conducta alimentaria y del sueño
▪ Trastornos psicosomáticos
▪ Sentimientos de vergüenza y culpabilidad
▪ Conductas auto líticas y autodestructivas
*Abuso de alcohol y drogas
• Irritabilidad
▪ Baja autoestima
▪ Suicidio o ideación suicida

Las heridas psicológicas y emocionales

la situación no siempre es tan clara. El temor a represalias por parte de la pareja


puede impedir que las víctimas busquen la asistencia necesaria. El sentimiento de
vergüenza, especialmente entre las víctimas masculinas, también puede ser un
obstáculo importante para buscar ayuda. Esta falta de apoyo emocional puede
conducir a un aumento del miedo, ansiedad, depresión, ira, estrés postraumático, el
aislamiento social, el uso de drogas ilícitas, la dependencia del alcohol, e incluso el
surgimiento de ideas suicidas.

Está claro que las heridas psicológicas y emocionales de la violencia doméstica son


devastadoras y pueden perseguir a las víctimas durante muchos años y robarles la
posibilidad de vivir una vida plena. Así que si un ser querido o uno mismo está
siendo víctima de malos tratos, es importante que busque ayuda, ya que cuanto
más tiempo persista el abuso, más daño puede causar física y psicológicamente.

Algunos mitos que contribuyen a que la violencia contra la mujer se mantenga

Es mejor que la mujer aguante al lado de su pareja por los hijos.


Lo cierto es que los hijos se convierten en una víctima más del maltrato, de forma
directa o indirecta. A largo plazo los modelos violentos de los padres les favorecen
que puedan aprender comportamientos violentos que pueden repetir en sus futuras
relaciones, ya sea como víctima o como agresor. A corto plazo,  presenciar la
angustia y miedo de su madre les genera la confusión e inseguridad. , Diversas
investigaciones demuestran que los niños expuestos a conductas violentas 
presentan promedios más altos en medidas de ansiedad, depresión y síntomas
traumáticos (Adamson y Thomson, 1998; Holden, Geffner y Jouriles, 1998).
El maltrato es un asunto privado de la familia y nadie debe inmiscuirse.
El maltrato es un asunto social. Se trata de un delito tipificado en el Código Penal.
Hay el aspecto moral de defender a alguien que no puede hacerlo solo.
Con el tiempo el maltratador cambiará.
Las situaciones de maltrato, con el tiempo, tienden a empeorar.
Se da en casos raros y aislados.
Es un problema social que puede afectar a cualquiera. Según datos de la unión
europea, una de cada cinco mujeres es víctima de violencia (Labrador, Rincón, de
Luis y Fernández, 2004) y afecta a todas las clases sociales por igual.
El maltrato psicológico no es tan grave como el maltrato físico.
Las continuas desvaloraciones y humillaciones pueden provocar secuelas graves en
la salud mental e incluso física de la mujer.

La violencia hoy
Actualmente, lo que nos permite identificar tantas manifestaciones de violencia
contra la mujer, se debe al cambio social que todo el tiempo estamos viviendo en
cada país y el mundo en general. De esta manera, la violencia contra la mujer se
llega a instalar en una memoria colectiva en cada una de las comunidades de los
diversos lugares, favoreciendo a sacar a la luz problemas que antes los mismos
integrantes de ellas escondían o simplemente no se podían ver. Se estima que, a
nivel mundial, entre un 16 y un 52% de las mujeres experimenta violencia física por
parte de sus compañeros. Este porcentaje no se puede saber con certeza por el
carácter “privado” con el que cuenta el tema de la violencia.
“La violencia anula la autonomía de la mujer y disminuye su potencial como persona
y miembro de la sociedad” y “esta experiencia tiene no sólo consecuencias directas
sobre su propio bienestar, sino también sobre sus familias y comunidades”.

Bibliografía
Institutomariadapenha.org.br
teoriaydebate.org
Apav.pt (apoyo a la víctima)

https://www.muyinteresante.es/salud/articulo/consecuencias-psicologicas-de-sufrir-malos-trato

http://www.psicoterapeutas.com/paginaspersonales/susana/Violencia_contra_la_mujer.htm

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