Exploracion Fisica Codo
Exploracion Fisica Codo
Exploracion Fisica Codo
Traumatología Laboral
Vol. 4. Fasc. 2. Núm. 8. Noviembre 2021
ISSN: 2605-0579 (impreso)
2659-7535 (online)
MONOGRÁFICO
RESUMEN ABSTRACT
El dolor en la región del codo es un motivo de consulta muy Biomechanics and physical examination of the elbow
habitual en pacientes en edad laboral, tanto a consecuencia de
eventos traumáticos como repetitivos. La estrecha relación en- Elbow’s pain is a very common reason for consultation in work-
tre sus estructuras anatómicas hace que en ocasiones resulte ing-age patients, both as a consequence of traumatic and re-
complicado obtener un diagnóstico preciso. En el siguiente texto petitive events. The close relationship between their anatomical
se explicarán los conceptos anatómicos y biomecánicos más re- structures makes it sometimes difficult to obtain an accurate
levantes y la exploración física detallada que debemos conocer diagnosis. The following text will explain the most relevant ana-
para llevar a cabo el diagnóstico de la patología del codo. tomical and biomechanical concepts and the detailed physical
examination that we must know to carry out the diagnosis of
elbow pathology.
Palabras clave: Biomecánica. Exploración física. Codo. Miembro Key words: Biomechanics. Physical examination. Elbow. Upper
superior. limb.
https://doi.org/10.24129/j.retla.04208.fs2106018
FS © 2021 Sociedad Española de Traumatología Laboral. Publicado por Imaidea Interactiva en FONDOSCIENCE® (www.fondoscience.com).
Este es un artículo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-ND (www.creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).
codo a diferentes tipos de fuerzas y tensiones que pue- insertan el tendón del músculo braquial y parte del fascí-
den dar lugar a lesiones traumáticas o por sobreuso, culo anterior del ligamento colateral medial (LCM).
por lo que deben constar en nuestra historia clínica. La La cabeza radial, de morfología toroide, articula proxi-
exploración física es esencial para llegar al diagnóstico malmente con el capitellum y medialmente con la fosa
y, por ello, se han desarrollado gran cantidad de ma- sigmoidea menor. Está recubierta de cartílago en 270° del
niobras y pruebas clínicas. De hecho, el gran número margen articular y, además de permitir la pronosupina-
de maniobras disponibles en ocasiones constituye un ción del antebrazo, constituye un estabilizador secunda-
reto para el cirujano, sobre todo a la hora de elegir las rio del codo.
más adecuadas para una patología o paciente en con-
creto. En este artículo se abordará la anatomía del codo
desde un punto de vista funcional y biomecánico, y se Estructuras capsuloligamentosas y musculares
expondrán las maniobras clínicas más utilizadas para
diagnosticar la patología más frecuente de la región del Junto con las estructuras óseas antes mencionadas, exis-
codo. ten diversos elementos capsuloligamentosos que contri-
buyen a la estabilidad estática del codo. Estos incluyen
la cápsula articular anterior y posterior, y los complejos
Anatomía funcional y biomecánica ligamentosos medial y lateral, que se corresponden a en-
grosamientos de la cápsula articular.
El complejo articular del codo está compuesto por 3 arti- La cápsula anterior se tensa con la extensión del codo
culaciones primarias que le confieren 2 ejes de movilidad. y se extiende desde la fosa coronoidea hasta el ápex de la
Por un lado, la articulación radiocapitelar y la radiocubital coronoides y el ligamento anular, mientras que la cápsula
proximal posibilitan la pronosupinación, mientras que la posterior se tensa con la flexión del codo y abarca desde
articulación humerocubital nos permite la flexoextensión. la fosa olecraniana hasta la fosa sigmoidea mayor y el
La estabilidad de dicha articulación viene proporcionada ligamento anular lateralmente.
por la compleja relación entre sus estructuras óseas y li- El complejo ligamentoso medial está constituido por
gamentosas. 3 componentes: el fascículo anterior (ligamento colateral
medial anterior –LCMA–), el fascículo posterior y el liga-
mento transverso. A su vez, en el LCMA podemos obser-
Estructuras óseas y articulares var una banda anterior y otra posterior. Ambos fascículos
anterior y posterior se originan en el epicóndilo medial
El húmero distal presenta una angulación anterior de 30° y se insertan en la coronoides y en la cara medial del
y está constituido por 2 superficies articulares: la tróclea, olécranon, respectivamente. El ligamento transverso dis-
con una morfología de carrete asimétrico y una angula- curre entre la base de la coronoides y la cara medial del
ción en valgo de 4 a 8° respecto al eje humeral, y el ca- olécranon (Figura 1).
pitellum, con orientación anterior, una estructura hemis- El complejo ligamentoso lateral lo integran 4 compo-
férica situada lateral a la tróclea. En la cara anterior del nentes: el ligamento colateral ulnar lateral (LCUL), el liga-
húmero, proximalmente a la tróclea, nos encontramos con mento colateral radial (LCL), el ligamento anular y el liga-
la fosa coronoidea, que permite alojar la coronoides con mento colateral accesorio. Tanto el LCUL como el LCL se
la flexión máxima del codo, y lateral a esta, la fosa radial originan en un punto isométrico en la región anterior del
que alberga a la cabeza radial. En la cara posterior se halla epicóndilo lateral, manteniendo una tensión constante en
la fosa olecraniana, que aloja al olécranon con la exten- todo el arco de flexoextensión del codo. El LCUL se inserta
sión máxima del codo. en la cresta supinadora de cúbito proximal, mientras que
El cúbito proximal contiene 2 superficies articulares, el LCR lo hace en el ligamento anular.
la fosa sigmoidea mayor y la menor, también conocidas El ligamento colateral accesorio se extiende desde el
como escotaduras troclear y radial, respectivamente. La ligamento anular hasta la cresta supinadora. Por último,
fosa sigmoidea mayor es una superficie cóncava que ar- el ligamento anular rodea la cabeza radial, con insercio-
ticula con la tróclea y presenta una angulación de 4° de nes en los bordes anterior y posterior de la fosa sigmoi-
valgo, lo que, junto a la angulación en valgo de la tró- dea menor (Figura 1).
clea, le confiere la desviación fisiológica en valgo (carrying Respecto a las estructuras musculares, estas consti-
angle) que observamos en el codo(1). Distal y radial a la tuyen los llamados estabilizadores dinámicos. En primer
coronoides nos encontramos con la fosa sigmoidea me- lugar, nos encontramos al ancóneo, estabilizador ante el
nor, que articula con la región lateral de la cabeza radial. varo y la inestabilidad rotatoria posterolateral(2). La mus-
El proceso coronoideo o coronoides, en la región ante- culatura flexora medial (flexor radial y cubital del carpo,
rior del cúbito proximal, está compuesto por un ápex, un flexo superficial de los dedos y el pronador redondo)
cuerpo y las facetas anteromedial y anterolateral. En él se actúa en contra de las fuerzas en valgo, mientras que la
significativamente a la estabi-
lidad rotatoria posterolateral(7).
Con una pérdida del 30% de la
altura de la coronoides y la es-
cisión de la cabeza radial se ha
observado la pérdida de la esta-
bilidad humerocubital, aun con
Fascículo anterior integridad de los ligamentos co-
Fascículo posterior laterales.
Ligamento transverso El LCMA contribuye de ma-
nera fundamental a la estabi-
lidad posteromedial y en valgo
Ligamento anular del codo, siendo el principal
estabilizador en valgo, seguido
Ligamento colateral accesorio por la cabeza radial. La banda
anterior del LCMA actúa de es-
tabilizador primario al estrés
Ligamento colateral en valgo en los 30, 60 y 90°,
radial
mientras que junto con la ban-
Ligamento colateral da posterior actúa de refuerzo
ulnar lateral
en los 120°(8).
La lesión completa del LCMA
genera una inestabilidad en val-
Figura 1. Anatomía del complejo ligamentoso medial (imagen superior) y lateral (imagen in- go y rotacional en todo recorrido
ferior) del codo. articular, siendo esta máxima a
los 70° para el valgo y a los 60°
para la estabilidad rotacional(9).
musculatura extensora lateral (extensor cubital del carpo, Recientemente, ha adquirido importancia la acción de la
extensor común de los dedos, extensores radiales del car- musculatura flexora y pronadora en el mantenimiento de
po y el ancóneo) resiste las fuerzas en varo. la estabilidad en valgo(10,11).
El complejo ligamentoso lateral es la principal conten-
ción ante la inestabilidad rotatoria posterolateral, contri-
Biomecánica buyendo en menor medida a la estabilidad en varo, que
es mantenida principalmente por la articulación hume-
Al igual que en el resto de las articulaciones del organis- rocubital. Morrey y An(12) demostraron que, en extensión
mo, la estabilidad está proporcionada por una serie de máxima, el 45% de la estabilidad es conferida por las par-
estructuras que actúan como estabilizadores estáticos y tes blandas (complejo ligamentoso y cápsula), mientras
dinámicos. Los llamados estabilizadores estáticos com- que en 90° de flexión solo contribuían un 25% a la esta-
prenden las articulaciones humerocubital y radiocapite- bilidad en varo. Diversos estudios clínicos y biomecánicos
lar, el LCMA y el complejo lateral, mientras que los estabi- han confirmado que la reconstrucción aislada del LCUL
lizadores dinámicos incluyen los músculos mencionados restaura correctamente la inestabilidad rotatoria poste-
anteriormente. rolateral(13-15).
El rango de movimiento del codo se sitúa entre los
0° de extensión, los 140° de flexión y los 180° de prono-
supinación. Estudios biomecánicos han observado que el Exploración física del codo
rango de movilidad necesario para realizar una actividad
diaria normal es de 30 a 130° de flexoextensión y de 50° La exploración física del codo debe comenzar con la ex-
tanto para la pronación como para la supinación(3,4). posición completa de ambos miembros superiores, para
La coronoides adquiere un papel principal en la es- poder realizar comparaciones, con un acceso completo
tabilidad del codo, previniendo la traslación posterior de desde el cuello hasta la mano. Iniciaremos el examen con
codo y actuando además como un estabilizador en varo. la evaluación de la columna cervical para descartar radi-
Se ha demostrado que las fracturas que involucran más culopatías o dolores referidos mediante la palpación, la
del 50% de la coronoides muestran una mayor inestabili- comprobación del rango articular y la realización de test
dad posterior y en varo, sobre todo con flexiones mayores de provocación como el de Spurling para poner de mani-
a 60°(5,6). En combinación con la cabeza radial, contribuye fiesto patología radicular.
pinado. El explorador ha de tratar de introducir el dedo producir una sobrecarga radiocapitelar y pinzamiento
índice por debajo del tendón bicipital desde la región la- posterior debidos a la inestabilidad mantenida.
teral de la fosa antecubital, considerando el test negativo Las 3 maniobras más utilizadas para el diagnóstico de
si consigue introducirlo 1 cm y encontrar resistencia ten- esta lesión son el test de estrés en valgo, la maniobra de
dinosa a modo de cordón al traccionar del tendón hacia ordeño (milking maneuver) y el test de estrés en valgo en
arriba. Un test negativo pero con una respuesta dolorosa movimiento.
nos sugiere una rotura parcial o una inflamación de la El test de estrés en valgo(23) (valgus stress test) se ini-
bursa bicipital. O’Driscoll(18) describió una sensibilidad y cia con el paciente sentado y el hombro abducido 90°; a
especificidad del 100%, mientras que Devereaux(19) encon- continuación, se flexiona el codo entre 20 y 30° para des-
tró una sensibilidad del 81%. bloquear al olécranon de la fosa olecraniana y se ejerce
El biceps squeeze test(20) (compresión bicipital) es el una fuerza en valgo para valorar la presencia de un bos-
equivalente al signo de Thompson del tendón rotuliano. tezo articular, dolor o aprehensión. Estudios en cadáver
El paciente se encuentra sentado, con el antebrazo en li- más recientes han demostrado que no existen diferencias
gera pronación y el codo con una flexión entre 60 y 80° respecto a la laxitud en valgo del codo al realizar el test a
para disminuir la tensión del músculo braquial. Debemos 30, 50 o 70°; sin embargo, sí se ha observado una mayor
realizar una compresión con ambas manos en la región laxitud al realizarlo con el antebrazo en pronosupinación
miotendinosa y consideraremos el test positivo si no hay neutra(24). Se ha descrito una sensibilidad y una especifici-
respuesta supinadora. Ruland(20) describió una sensibili- dad del 66 y el 60%, respectivamente, con el test tradicio-
dad del 96% en una muestra de 65 pacientes. nal(25) para las lesiones del LCMA, mientras que O’Driscoll
Una prueba objetivable es la medida del intervalo observó una sensibilidad y una especificidad del test para
entre pliegues (biceps crease interval), que se basa en la el dolor del 65 y el 50%, respectivamente, y del 20 y el
retracción proximal del bíceps y la distancia entre 2 refe- 100%, considerándolo positivo si existía laxitud(26).
rencias anatómicas. Hemos de medir el intervalo entre el En el test de estrés en valgo en movimiento (moving
pliegue antecubital del codo y el borde distal del vientre valgus stress test) descrito por O’Driscoll(26) el examinador
muscular del bíceps. Una distancia mayor de 6 cm o una aplica una fuerza constante en valgo, con el hombro del pa-
ratio mayor de 1,2 respecto al brazo contralateral indican ciente en abducción y rotación externa, mientras moviliza el
una rotura tendinosa con una sensibilidad del 92% y una codo desde la flexión máxima hasta los 30° de extensión de
especificidad del 100%, según los autores(21). manera rápida. La aparición de dolor en el arco entre los 70
Finalmente, nos podemos ayudar para nuestro diagnós- y los 120° indica un test positivo (Figura 2). En su estudio, los
tico del test de pronación pasiva del antebrazo(22), en el cual autores obtuvieron una sensibilidad del 100% y una especi-
debemos palpar el vientre muscular del bíceps mientras rea- ficidad del 75% para la detección de lesiones del LCM.
lizamos una pronosupinación pasiva del antebrazo. Si existe La maniobra de ordeño(27) (milking maneuver) evalúa
un desplazamiento proximal del bíceps con la supinación y la integridad del LCMA. Se coloca al paciente con el hom-
un desplazamiento distal con la pronación, nos está indi- bro en antepulsión, el codo flexionado más de 90° y el an-
cando un tendón distal del bíceps íntegro. Si combinamos la tebrazo supinado mientras el explorador realiza tracción
efectividad del hook test, el test de pronosupinación pasiva y sobre el primer dedo del paciente, generando un estrés
el intervalo entre pliegues conse-
guimos una sensibilidad y especi-
ficidad del 100%(19).
pleta mientras aplicamos una carga axial sobre la articu- flexión. A continuación, realizamos una compresión con
lación. La existencia de una plica sinovial también puede ambas manos en el vientre muscular tricipital; si el ten-
condicionar sintomatología mecánica. Mediante la manio- dón permanece intacto, deberíamos observar una ligera
bra de flexión-pronación(44) podemos reproducir los sín- extensión del codo. En ocasiones, nos podemos encontrar
tomas producidos por una plica anterolateral, realizando con la clínica de dolor y tumefacción del tendón tricipital
una flexión del codo con el antebrazo en pronación desde pero sin déficit a la extensión, lo que nos puede hacer
la extensión máxima. La aparición de dolor en el rango sospechar una rotura parcial o una tendinitis del mismo.
de los 90-110° considera positivo el test. De igual modo,
con la maniobra de extensión-supinación(44) ponemos en
evidencia la existencia de una plica posterolateral, reali- Responsabilidades éticas
zando una extensión de codo desde la flexión máxima con
el antebrazo supinado. El paciente experimentará dolor Protección de personas y animales. Los autores de-
en los últimos grados de extensión en caso de presencia claran que para esta investigación no se han realizado ex-
de la plica. perimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datos. Los autores declaran
que han seguido los protocolos de su centro de trabajo
Síndrome del túnel radial sobre la publicación de datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informado.
Dentro del diagnóstico diferencial del dolor lateral de Los autores declaran que en este artículo no aparecen da-
codo siempre hay que tener presente la existencia de una tos de pacientes.
compresión del nervio radial. Se ha descrito la coexisten- Financiación. Los autores declaran que este trabajo no
cia de esta patología junto con la epicondilitis lateral en ha sido financiado.
un 43% de los casos(45). El nervio radial puede verse com- Conflicto de interés. Los autores declaran no tener
primido en diversos puntos a lo largo del miembro supe- ningún conflicto de intereses.
rior: el septo intermuscular lateral, el margen proximal del
ECRB, la arcada de Frohse, entre los 2 vientres del supina-
dor o bajo el músculo braquirradial(46). Clínicamente, nos Bibliografía
encontramos con un dolor sordo, insidioso, en la región
dorsolateral del codo y el antebrazo que se puede irradiar 1. Steinberg BD, Plancher KD. Clinical anatomy of the wrist and
a la muñeca, acompañado en ocasiones de debilidad para elbow. Clin Sports Med. 1995;14(2):299-313.
la extensión de los dedos y la muñeca. La aparición de 2. Bryce CD, Armstrong AD. Anatomy and biomechanics of the
hipoestesia en el territorio radial superficial nos indica elbow. Orthop Clin North Am. 2008;39(2):141-54.
compresión proximal a la arcada de Frohse. A diferencia 3. Boone DC, Azen SP. Normal range of motion of joints in male
de la epicondilitis, el dolor a la palpación se presenta en subjects. J Bone Joint Surg Am. 1979;61(5):756-9.
los 4 a 6 cm distales al epicóndilo lateral. Clásicamente, 4. Morrey BF, Askew LJ, Chao EY. A biomechanical study of normal
aparece dolor con la supinación resistida con el hombro functional elbow motion. J Bone Joint Surg Am. 1981;63(6):872-
en aducción y el codo flexionado 90°(46). La maniobra de 7.
Maudsley también puede resultar positiva en estos pa- 5. Hull JR, Owen JR, Fern SE, Wayne JS, Boardman ND 3rd. Role of
cientes(37). the coronoid process in varus osteoarticular stability of the
elbow. J Shoulder Elbow Surg. 2005;14(4):441-6.
6. Closkey RF, Goode JR, Kirschenbaum D, Cody RP. The role of the
Región posterior del codo coronoid process in elbow stability. A biomechanical analysis
of axial loading. J Bone Joint Surg Am. 2000;82(12):1749-53.
Rotura de tendón tricipital 7. Schneeberger AG, Sadowski MM, Jacob HAC. Coronoid process
and radial head as posterolateral rotatory stabilizers of the
Aunque poco frecuente, podemos sospechar esta lesión elbow. J Bone Joint Surg Am. 2004;86(5):975-82.
en pacientes con dolor, tumefacción y con un defecto 8. Callaway GH, Field LD, Deng XH, Torzilli PA, O’Brien SJ, Al-
palpable en la región del tendón tricipital. Generalmente, tchek DW, Warren RF. Biomechanical evaluation of the me-
son secundarias a traumatismos directos o a caídas aso- dial collateral ligament of the elbow. J Bone Joint Surg Am.
ciadas a contracciones excéntricas. Las lesiones comple- 1997;79(8):1223-31.
tas asocian impotencia a la hora de realizar la extensión 9. Floris S, Olsen BS, Dalstra M, Søjbjerg JO, Sneppen O. The me-
del codo contragravedad. El test de compresión tricipital dial collateral ligament of the elbow joint: anatomy and kine-
(triceps squeeze test) se realiza con el paciente en prono matics. J Shoulder Elbow Surg. 1998;7(4):345-51.
sobre la camilla y con el brazo afecto colgando del bor- 10. Otoshi K, Kikuchi SI, Shishido H, Konno SI. The proximal ori-
de de la misma, de manera que el codo reposa a 90° de gins of the flexor-pronator muscles and their role in the dy-
namic stabilization of the elbow joint: an anatomical study. associated risk factors. J Occup Environ Med. 2003;45(9):993-
Surg Radiol Anat. 2014;36(3):289-94. 1001.
11. Lin F, Kohli N, Perlmutter S, Lim D, Nuber GW, Makhsous M. 29. Hutchison RL, Rayan G. Diagnosis of cubital tunnel syndrome.
Muscle contribution to elbow joint valgus stability. J Shoulder J Hand Surg Am. 2011;36(9):1519-21.
Elbow Surg. 2007;16(6):795-802. 30. Rayan GM, Jensen C, Duke J. Elbow flexion test in the normal
12. Morrey BF, An KN. Articular and ligamentous contributions to population. J Hand Surg Am. 1992;17(1):86-9.
the stability of the elbow joint. Am J Sports Med. 1983;11(5):315-9. 31. Ochi K, Horiuchi Y, Tanabe A, Morita K, Takeda K, Ninomiya
13. Sánchez-Sotelo J, Morrey BF, O’Driscoll SW. Ligamentous re- K. Comparison of shoulder internal rotation test with the el-
pair and reconstruction for posterolateral rotatory instability bow flexion test in the diagnosis of cubital tunnel syndrome.
of the elbow. J Bone Joint Surg Br. 2005;87(1):54-61. J Hand Surg Am. 2011;36(5):782-7.
14. Dargel J, Burkhart K, Pennig D, Stein G, Eysel P, Müller LP. Per- 32. Ochi K, Horiuchi Y, Tanabe A, Waseda M, Kaneko Y, Koyan-
cutaneous lateral ulnar collateral ligament reconstruction. agi T. Shoulder internal rotation elbow flexion test for di-
Knee Surg Sports Traumatol Arthrosc. 2013;21(2):450-5. agnosing cubital tunnel syndrome. J Shoulder Elbow Surg.
15. Nestor BJ, O’Driscoll SW, Morrey BF. Ligamentous reconstruc- 2012;21(6):777-81.
tion for posterolateral rotatory instability of the elbow. J Bone 33. Ahmad Z, Siddiqui N, Malik SS, Abdus-Samee M, Tyther-
Joint Surg Am. 1992;74(8):1235-41. leigh-Strong G, Rushton N. Lateral epicondylitis: a review of
16. Beals RK. The normal carrying angle of the elbow. A ra- pathology and management. Bone Joint J. 2013;95-B(9):1158-
diographic study of 422 patients. Clin Orthop Relat Res. 64.
1976;(119):194-6. 34. Van Rijn RM, Huisstede BMA, Koes BW, Burdorf A. Associations
17. Morrey BF. Applied anatomy and biomechanics of the elbow between work-related factors and specific disorders at the
joint. Instr Course Lect. 1986;35:59-68. elbow: a systematic literature review. Rheumatology (Oxford).
18. O’Driscoll SW, Gonçalves LBJ, Dietz P. The hook test for distal 2009;48(5):528-36.
biceps tendon avulsion. Am J Sports Med. 2007;35(11):1865-9. 35. Karanasios S, Korakakis V, Moutzouri M, Drakonaki E, Koci K,
19. Devereaux MW, ElMaraghy AW. Improving the rapid and reli- Pantazopoulou V, et al. Diagnostic accuracy of examination
able diagnosis of complete distal biceps tendon rupture: a tests for lateral elbow tendinopathy (LET) - A systematic re-
nuanced approach to the clinical examination. Am J Sports view. J Hand Ther. 2021 Feb 27;S0894-1130(21)00039-9.
Med. 2013;41(9):1998-2004. 36. Roles NC, Maudsley RH. Radial tunnel syndrome: resistant
20. Ruland RT, Dunbar RP, Bowen JD. The biceps squeeze test for tennis elbow as a nerve entrapment. J Bone Joint Surg Br.
diagnosis of distal biceps tendon ruptures. Clin Orthop Relat 1972;54(3):499-508.
Res. 2005;(437):128-31. 37. Fairbank SM, Corlett RJ. The role of the extensor digitorum
21. ElMaraghy A, Devereaux M, Tsoi K. The biceps crease interval communis muscle in lateral epicondylitis. J Hand Surg Br.
for diagnosing complete distal biceps tendon ruptures. Clin 2002;27(5):405-9.
Orthop Relat Res. 2008;466(9):2255-62. 38. O’Driscoll SW, Bell DF, Morrey BF. Posterolateral rotatory insta-
22. Harding WG 3rd. A new clinical test for avulsion of the inser- bility of the elbow. J Bone Joint Surg Am. 1991;73(3):440-6.
tion of the biceps tendon. Orthopedics. 2005;28(1):27-9. 39. Regan W, Lapner PC. Prospective evaluation of two diagnostic
23. Norwood LA, Shook JA, Andrews JR. Acute medial elbow rup- apprehension signs for posterolateral instability of the elbow.
tures. Am J Sports Med. 1981;9(1):16-9. J Shoulder Elbow Surg. 2006;15(3):344-6.
24. Safran MR, McGarry MH, Shin S, Han S, Lee TQ. Effects of elbow 40. O’Driscoll SW, Jupiter JB, King GJ, Hotchkiss RN, Morrey BF. The
flexion and forearm rotation on valgus laxity of the elbow. J unstable elbow. Instr Course Lect. 2001;50:89-102.
Bone Joint Surg Am. 2005;87(9):2065-74. 41. Hsu SH, Moen TC, Levine WN, Ahmad CS. Physical examination
25. Hariri S, Safran MR. Ulnar collateral ligament injury in the of the athlete’s elbow. Am J Sports Med. 2012;40(3):699-708.
overhead athlete. Clin Sports Med. 2010;29(4):619-44. 42. Arvind CHV, Hargreaves DG. Tabletop relocation test: a new
26. O’Driscoll SWM, Lawton RL, Smith AM. The “moving valgus clinical test for posterolateral rotatory instability of the el-
stress test” for medial collateral ligament tears of the elbow. bow. J Shoulder Elbow Surg. 2006;15(6):707-8.
Am J Sports Med. 2005;33(2):231-9. 43. Baumgarten T. Osteochondritis dissecans of the capitellum.
27. Veltri DM, Field LD, Deutsch A, Altchek A PH. The milking ma- Sports Med Arthrosc. 1995;3:219-23.
neuver - a new test to evaluate the MCL of the elbow in the 44. Antuna SA, O’Driscoll SW. Snapping plicae associated with ra-
throwing athlete. En: 10th Open Meeting of the American diocapitellar chondromalacia. Arthroscopy. 2001;17(5):491-5.
Shoulder and Elbow Surgeons Specialty Day. New Orleans, 45. Moss SH, Switzer HE. Radial tunnel syndrome: a spectrum of
L.A.; 1994. clinical presentations. J Hand Surg Am. 1983;8(4):414-20.
28. Descatha A, Leclerc A, Chastang JF, Roquelaure Y. Medial epi- 46. Knutsen EJ, Calfee RP. Uncommon upper extremity compres-
condylitis in occupational settings: prevalence, incidence and sion neuropathies. Hand Clin. 2013;29(3):443-53.