Qué Es Ser Anglicano
Qué Es Ser Anglicano
Qué Es Ser Anglicano
Qué es ser
anglicano
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José Moreno
Qué es ser
anglicano
Qué es ser
anglicano
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Tel.: +55 11 99911-1896
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“Descubra lo que Dios está haciendo,
participe y colabore”.
+Roberto McAlister
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Via Media
Nuestros orígenes
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un modo de ser, con características muy específicas
que nos distinguen de los demás cristianos, sin
embargo sin romper los lazos de comunión que unen
a los creyentes de todas las confesiones
denominacionales.
Los católicos romanos son fruto de la Iglesia
que surgió al comienzo del cristianismo en el
ambiente europeu continental. Los ortodoxos
orientales descienden de los creyentes de Oriente, la
cuna del cris-tianismo. Los evangélicos generalmente
son oriundos del movimiento de la Reforma
Protestante del siglo XVI. Cada una de esas corrientes
religiosas tiene su riqueza, su valor, con sus aciertos y
errores, y debe ser respetada, aunque no se esté de
acuerdo con todo lo que enseña y practica.
Lo que hoy es conocido como anglicanismo,
nació en las Islas Británicas, constituyéndose desde
los primordios en una iglesia autónoma y con
características muy peculiares. No existen registros
históricos precisos de cómo el cristianismo llegó allí,
pero se sabe que desde muy temprano la fe cristiana
se estableció entre los habitantes de Britania, Irlanda,
Escocia, Gales, en fin, toda la región que hoy
compone la Gran Bretaña, ciertamente a través de
soldados romanos, comerciantes y esclavos cristianos
que participaron en la colonización de aquellas
tierras.
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De acuerdo con Gildas, un cronista del siglo
VI, ya había cristianos en Inglaterra en la época del
emperador Tiberio, quien murió en el año 37 d. C.
Hay una leyenda que afirma que el fundador de la
iglesia en Inglaterra habría sido José de Arimatea, el
que quitó el cuerpo de Jesús de la cruz; pero nada se
puede decir con certeza.
Según Tertuliano, muerto alrededor del año
225 d. C., hay una clara evidencia, que data de
alrededor del año 200 d. C., de una pequeña
comunidad cristiana en Gran Bretaña. En 314, tres
obispos británicos asistieron al Concilio de Arles en
Francia. Hubo también representantes británicos en
los concilios de Sardica (hoy Sofia, Bulgaria), 343, y
Rimini, Italia (359).
La iglesia inglesa se desarrolló entre los
pueblos celtas, descendientes de los celtas de la Galia
(actual Francia), que llegaron a la región entre los
años 900 y 500 a. C. Hay grandes nombres del
cristianismo celta: Ninian, obispo consagrado en 394;
Patricio, obispo consagrado en 432; Columba (siglo
VI), Brígida (siglo V); y muchos otros.
La fase romana
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En 597, el papa Gregorio Magno envió a
Inglaterra un equipo de misioneros liderados por
Agustín (no confundir con Agustín de Hipona) para
evangelizar a los ingleses y conducir a la comunión
con Roma a los que ya eran cristianos en Inglaterra.
Agustín fundó una iglesia en Canterbury, la cual
estaba destinada a convertirse, muchos siglos
después, en el centro del anglicanismo mundial, y fue
consagrado obispo de Canterbury en aquel mismo
año.
Durante varias décadas, el cristianismo
romano convivió con el cristianismo celta, no sin
muchas animosidades, hasta que, en 664, fue
convocado el Sínodo de Whitby. En ese sínodo
histórico quedó decidido que la iglesia celta se
sometería a Roma, situa-ción que perduró hasta 1534,
cuando el rey Enrique VIII rompió con la iglesia
romana y se declaró “la cabeza suprema de la Iglesia
de Inglaterra”.
El LOC
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revisado y actualizado, el LOC es el manual de
liturgia de las iglesias anglicanas esparcidas por 164
países de todos los continentes. En enero de 2007,
nuestra iglesia en Brasil publicó el Breviário do Livro de
Oração Comum, en portugués actual, adaptado a su
realidad eclesial particular.
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de los Apóstoles y em el Credo de Nicea. Sin
embargo, divergencias teológicas y morales serias
todavía separan anglicanos de anglicanos; no todos
los anglicanos aceptan, por ejemplo, las pautas
ecuménicas o la agenda y las distorsiones de la
teología liberal.
Nuestra identidade
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No hay identidad sino a partir de la memoria
que la historia ofrece. Además, la identidad de un
pueblo, o de una iglesia, no está determinada por lo
que piensen o digan sus amigos o enemigos. Los
seguidores de Cristo fueron llamados cristianos por
primera vez en Antioquía (Hch 11.26), pero eso no
represen-taba simplemente una opinión que alguien
tenía de ellos, sino la confirmación inequívoca de su
identi-ficación con el Resucitado. Así, la IAA será – o
no – celta, católica, anglicana, cristiana, no porque sus
simpatizantes o detractores emiten sus opiniones
sobre ella; la IAA afirmará su identidad a partir de la
postura que adoptar frente a la historia; y la misma
historia dirá a las generaciones futuras quiénes somos
realmente hoy y quiénes seremos mañana.
En cuanto a la aceptación de una iglesia
anglicana libre, siempre habrá intolerancia y
oposición; pero los mismos apóstoles fueron
portadores de estas contradicciones: “Juan dijo:
Maestro, hemos visto a uno que echaba fuera demonios en
tu nombre, y se lo prohi-bimos, porque no te sigue con
nosotros” (Lc 9.49). No era el caso que él no fuera de
Cristo; él no seguía a Cristo “con nosotros”; es decir,
no formaba parte de la “camarilla”. Las certezas y los
absolutos no toleran ser contrariados.
La inclusión anglicana
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Una característica-clave del anglicanismo es
la inclusión, la tendencia a tolerar mutuamente
experiencias intraeclesiales distintas y hasta
antagónicas (incluso fuera de la Comunión
Anglicana, en las iglesias anglicanas continuantes –
cf. Lambeth/1998, Sección IV, 4.9, o en las ahora
llamadas iglesias anglicanas confesantes – signatarias
de la GAFCON, Global Anglican Future Conference).
Sin embargo, no todos los así denominados
anglicanos han asimilado esa inclusión que hace que
cohabiten bajo el mismo alias percepciones y
tendencias teológicas divergentes. La intolerancia y la
arrogancia se manifiestan tanto en algunos sectores
de la Comunión Anglicana como en outros de las
iglesias continuantes y confesantes (*)1.
La buena nueva es que el soplo de Dios se
manifiesta donde quiere y, poco a poco, se va perci-
biendo que todos los que creemos en Jesucristo como
único y suficiente Salvador formamos la iglesia una,
santa, católica y apostólica de Cristo. Y lo mejor que
la iglesia tiene para ofrecer al mundo decaído no es
su denominación, su nombre terrenal, institucional,
sino el Nombre precioso de Jesús, a respecto de quien
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(*) “Continuantes” y “Confesantes” son dos grupos de iglesias
anglicanas que no están en comunión formal con el Arzobispo
de Canterbury, debido a divergencias éticas y doctrinales. La
IAA está afiliada a la GAFCON.
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Pedro dijo: “En ningún otro hay salvación, porque no hay
otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que
podamos ser salvados” (Hch 4.12).
La fe de los anglicanos
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La oración
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Los sacramentos
El bautismo
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uno de ustedes bautícese en el nombre de Jesucristo para
perdón de los pecados; y recibirán el don del Espíritu
Santo." (Hch 2.38). Esta es la práctica de la iglesia: “…
el Espíritu Santo aún no había descendido sobre ninguno
de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el
nombre de Jesús" (Hch 8.16); "Y mandó bautizarlos en el
nombre del Señor” (Hch 10.48).
El bautismo es la puerta de entrada a la vida
cristiana. Por eso, las iglesias anglicanas suelen
bautizar a los recién nacidos. Pero también hay
quienes creen que se debe bautizar después de que el
niño crece y se da cuenta de que es un pecador, se
arrepiente y pide el bautismo.
El uso del agua en las ceremonias religiosas
era una costumbre muy antigua, que apuntaba a la
necesidad de una purificación moral (Num 19; Sal
51.7). El agua, por sí sola, no puede purificar al
hombre, no tiene ningún valor sobrenatural, pero
tiene un significado simbólico muy importante (Hch
22.16; Isa 1.16).
La purificación mística, de la que el agua es
símbolo, forma parte de la enseñanza del Nuevo
Testamento: “En la cual [la arca de Noé] pocas
personas, es decir, ocho, fueron salvadas por el agua, que
también, como antítipo, ahora nos salva – no la remoción
de la suciedad de la carne, sino la indagación de una buena
consciencia para con Dios – por la resurrección de
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Jesucristo” (1 Pe 3.20-21, traducción libre). El
lavamiento en agua (el bautismo) produce, no una
limpieza física, no la "remoción de la suciedad del
cuerpo", sino una limpieza interior, al asumir "una
buena consciencia para con Dios".
El bautismo en agua es comparado a un
sepelio (Rom 6.3-4). El significado del término griego
baptismos: inmersión, sumersión, y se lo compara con
el acto de sepultar a un muerto. Esta “sepultación”
ocurre porque nosotros ya morimos con Cristo (Rom
6.6); mas en seguida resucitamos con él (Rom 6.4-5).
Por lo tanto, si usted todavía no ha sido
bautizado o si tiene alguna duda sobre su bautismo,
contacte con nosotros para recibir la debida
orientación.
La eucaristia
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Este sacramento recibe entre nosotros varios
nombres: eucaristía, cena del Señor, comunión, misa,
y se administra con pan y vino, siendo presidido por
un obispo, sucesor de los apóstoles, a quienes Jesús
ordenó: "...hagan esto en memoria de mí” (1 Cor 11.24),
o por un anciano o pastor (*)2 ordenado por un obispo
para ayudarlo en sus responsabilidades apostólicas y
pastorales.
En nuestra iglesia, todos los que pertenecen a
Cristo están invitados a la mesa del Señor para, en-
vueltos en el misterio de la fe, alimentarse del Cuerpo
y de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo.
La confirmación
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En griego: πρεσβύτερος, presbítero, anciano; pero no necesariamente
en edad, sino en maturidad.
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transmitida y, a su discreción, el obispo puede
autorizar a un anciano para administrarlo.
El rito de la confirmación no debe ser oficiado
cuando existan obstáculos justificables; por ejemplo:
vida sexual contraria a los preceptos bíblicos
(homosexualismo, prostitución, fornicación, etc.);
estado civil irregular (bigamia, concubinato, etc.), y
otras irregularidades que puedan ser demostradas
bíblica-mente, de acuerdo con el consenso histórico y
católico de la iglesia. Cuando una persona niega la fe
y no confiesa a Jesús como Salvador, tampoco debe
ser confirmada.
Sin embargo, la iglesia acoge maternalmente
y da acceso a los sacramentos a quienes se están es-
fuerzando sinceramente para superar condiciones tan
reprochables.
Los beneficios de la confirmación son
múltiples; entre ellos la fe de los confirmados es
fortalecida; el discípulo demuestra su
responsabilidad para con la iglesia; la confirmación
también permite a la comunidad local reconocer la
vida espiritual de sus miembros, incluso cuando ellos
permiten que sus bolsillos sean “convertidos”, como
el de Zaqueo (Luc 19.8).
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La regla anglicana sobre la confesión
sacramental es que todos pueden, pero nadie está
obligado a recurrir a la confesión auricular ante un
sacerdote ordenado. Por eso, este rito es muy poco
utilizado entre nosotros, aunque algunas personas sí
debieran confesarse ante un presbítero u obispo.
Cuando revelamos a alguien nuestros pecados,
secretos y pensamientos más íntimos, por difícil que
sea, estamos afrontándolos de modo honesto y
corajoso.
El sacerdote está obligado a mantener el más
absoluto sigilo sobre los hechos oídos en la confe-
sión. Él escucha, sin necesariamente aconsejar o dar
opinión, y profiere la absolución para que el
penitente siéntase confiado y seguro ante Dios, a
quien había ofendido con su pecado.
Este rito es muy útil cuando un pecado
específico y recurrente provoca un sentimiento
persistente de indignidad y culpa, y dificulta la
relación de la persona con Dios. El acogimiento por
parte del representante de Dios trae un bálsamo al
alma. Recibir la absolución pronunciada en nombre
de Dios produce liberación y paz, brindando la
posibilidad de un nuevo comienzo, de una nueva
vida en la presencia de Dios.
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El matrimonio
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El ministerio a los enfermos es muy
importante para los anglicanos. Creemos en el poder
de Dios, por eso oramos pidiendo la curación de las
enfermedades, no sólo del cuerpo, sino también del
alma, y en obediencia a lo que determinó el apóstol
Santiago ungimos a los enfermos con óleo en el
nombre de Jesús (Stg 5.14). Los casos de personas
curadas milagrosamente tras la unción son
innumerables.
Orden
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Conclusión
Contáctenos:
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WhatsApp: +55 19.98206-4577
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O que é ser
anglicano
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IGLESIA ANGLICANA DE LAS AMÉRICAS
https://www.anglicanchurchamericas.org
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