Practica Forense
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CONCLUSIÓN DE LA CAUSA
Existen otras situaciones en el proceso que pueden tener un resultado similar: algunas
ponen fin a la pretensión y otras cierran el proceso en trámite pero permiten un replanteo nuevo
en otro proceso.
Entre las que ponen fin encontramos el allanamiento, el desistimiento del derecho, la
conciliación, y la transacción: todas componen definitivamente el litigio. Necesitan para
perfeccionarse de una resolución del juez.
LA SENTENCIA
Una sentencia de primera instancia está consentida cuando las partes, luego de
notificadas, dejan transcurrir los plazos sin interponer recurso alguno, o habiendo presentado el
primer escrito, no presentaron el segundo con los fundamentos del recurso, o se opera la
caducidad de la segunda instancia.
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Cuando una sentencia, consentida o ejecutoriada, no ha sido cumplida dentro del plazo
fijado por el juez, debe iniciarse el proceso de ejecución de sentencia.
Partes de la sentencia. Las partes más importantes de la sentencia son los resultandos, los
considerando, y la parte resolutiva (dispositiva o fallo). Todas ellas deben estar en la sentencia,
bajo pena de nulidad.
*Considerandos: En los considerandos, el juez debe explicar las razones o fundamentos que
motivan el arribo a determinada solución, confrontando los hechos invocados con la prueba
producida, ubicará jurídicamente la situación fáctica o jurídica plateada por las partes, teniendo
en cuenta la conducta de ellas durante el procedimiento.
El magistrado no está obligado a analizar todos y cada uno de los hechos planteados por
las partes, sino aquellos que considere de mayor relevancia para fundamentar la solución que
propone.
La prueba será evaluada según el sistema de la sana crítica, lo que significa la aplicación
de las reglas de la ciencia y la experiencia.
En este sentido, cobra importancia el principio iura novit curia, por el cual el
magistrado está facultado para subsumir la realidad fáctica en la normativa que él considere
aplicable, prescindiendo, si fuera menester, de la fundamentación alegada por las partes. El
nuevo CCCN en el art. 3 impone al juez el deber de resolver los asuntos que sean sometidos a
su jurisdicción mediante una decisión razonablemente fundada.
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Cuando se trate del reclamo de una suma de dinero, no existirá incongruencia si se
otorga una cantidad o suma menor a la solicitada, si se fundamentó dicho temperamento y no
hubo ninguna omisión.
La parte dispositiva debe establecer el plazo para su ejecución, si ella fuera posible.
Efectos de la sentencia. La sentencia hace “cosa juzgada”, cuando precluye la etapa recursiva.
La imposición de las costas. Se llama “costas” a las erogaciones o desembolsos que las partes
se ven obligadas a efectuar como consecuencia directa de la tramitación del proceso: tasa de
justicia, abogados y peritos, interventores recaudadores; y otros auxiliares de la justicia, y otros
gastos efectuados con motivo del juicio.
PRINCIPIO GENERAL: El art. 67 del código procesal civil y comercial de Salta consagra el
principio rector en materia de costas, que tiene su razón de ser en el hecho objetivo de la
derrota.
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Si es el actor, no recupera la tasa, y debe pagarle al mediador, a los peritos y al abogado
de la contraria.
b)Pluspetición inexcusable: el art. 72 del CPCC dispone que se impondrá las costas al litigante
que haya incurrido en pluspetición inexcusable, esto es, cuando pretenda más de lo debido,
evidenciando mala fe, con conocimiento de la sinrazón de su reclamo, de por sí abusivo.
c)Costas por su orden: Las costas también pueden ser impuestas “por su orden” o “en el orden
causado”, lo cual implica que cada parte asume las propias por su cuenta y las comunes por
mitades, si no se decide en otra proporción. Esta excepción puede obedecer a que ambas partes
han sido parcialmente vencidas y vencedoras. Asimismo, cuando la cuestión de fondo ha sido
muy compleja o novedosa.
LOS RECURSOS
Con los recursos se persigue controlar posibles errores en la actividad judicial, según la
previa consideración de las partes al interponerlos, mediante un posterior pronunciamiento.
Este segundo fallo asegura, en la medida de lo posible, una mejor justicia, para el caso y en
general.
Se los considera una especie de los medios de impugnación, junto con los remedios
procesales, como la nulidad, pero se diferencian de los remedios porque los recursos sólo se
interponen contra resoluciones judiciales.
Lógicamente, para interponer un recurso es necesario que exista una resolución previa
que no haya pasado en autoridad de cosa juzgada y que la manifestación de recurrirla sea
expresa mediante un acto de interposición del recurso.
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Exámenes que se hace para conceder y para hacer lugar al recurso: sobre cada recurso se
realizarán dos exámenes, con carácter previo a su análisis.
Los tipos de resoluciones judiciales. A los fines de comprender qué recursos son admisibles,
debemos tener presente los tipos de resoluciones judiciales que existen: procede plantear unos u
otros según el tipo de decisión.
Providencias simples: están previstas en el art. 160 del CPCC, sólo tienden al
desarrollo del proceso. El juez dicta sin previa sustanciación, es decir, sin correr previo
traslado a la contraria para oírla. Tienen fecha, lugar, firma del juez y lo resuelto.
Esta categoría se clasifica en DOS SUBCATEGORIAS cuando se trata de
analizar el recurso procesal procedente para lograr su revisión:
La primera subcategoría de providencias simples consiste en aquellas que
causan un gravamen irreparable o no susceptible de reparación en ulterior instancia.
Son aquellas que causan un daño tal a la parte que no puede ser subsanado en el
momento de la sentencia definitiva. (Ejemplo: el demandado presenta su contestación
de demanda en tiempo y forma, pero el juzgado despacha que lo ha sido fuera del
plazo, por lo que decide devolverle el escrito. A pesar de resultar una resolución
simple, de mero trámite, el perjuicio es grave porque le impide defenderse y el paso
siguiente será su declaración de rebeldía a pedido del actor).
La segunda subcategoría consiste en aquellas que no causan un gravamen
irreparable. (Ejemplo: el juez de oficio fija una audiencia de conciliación para
intentar que los litigantes concilien, etc.).
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lugar mediante sentencia interlocutoria a cualquier excepción procesal perentoria
interpuesta por el demandado: prescripción de la acción, falta de legitimación para
actuar en el actor, cosa juzgada, entre otras.
Por el principio de celeridad procesal, los códigos proponen un plazo general
dentro del cual es esperable que sean dictadas estas sentencias: art. 34 del CPCC.
Sentencias definitivas: son la que deciden el fondo del proceso, y deciden todas y cada
una de las cuestiones planteadas por las partes. Deben respetar el principio de
congruencia, que impide tratar cuestiones no planteadas por las partes.
En cuanto al contenido, comparten con las anteriores los siguientes: tienen fecha,
lugar, firma del juez y lo resuelto, como las providencias simples, y también la
expresión de los fundamentos, la decisión expresa, positiva y precisa de las cuestiones
planteadas y el pronunciamiento sobre las costas.
Es la más compleja de las decisiones judiciales, y en el art. 163 del CPCC se
enumera el contenido de toda sentencia.
Recurso de aclaratoria.
Se ha considerado a la aclaratoria como un remedio procesal tendiente a corregir
errores, suplir omisiones y clarificar errores sin que se modifique la decisión adoptada. Los
meros errores numéricos pueden ser corregidos por el juez en cualquier momento del proceso
hasta la ejecución de sentencia y aun a pedido de parte, pues la falta de advertencia de tales
errores no genera consentimiento alguno ni precluye el momento para corregirlas. (Art. 166
CPCC).
Cuando dicta sentencia de primera instancia, agota su competencia y es muy poco lo
que puede ya realizar: una de esas tareas es aclarar error materiales en la misma (Art. 166
CPCC).
Procedencia: La aclaratoria es un recurso procesal cuando es pedido por las partes, respecto de
cualquier tipo de resolución, no solamente la sentencia. Procede en cualquier instancia. Se
extiende también a los considerandos de una sentencia o resolución judicial.
Cuando no se interponga puede ser suplido por la apelación.
Va a entender en este recurso el mismo juez que dictó el pronunciamiento cuestionado.
Ello obedece a que su finalidad es evitar que, por errores u omisiones que no alterarán lo
sustancial de lo decidido, haya que apelar la resolución y elevar a la instancia superior su
consideración, con el consiguiente dispendio de actividad procesal y pérdida de tiempo.
Es evidente que cualquiera de las partes puede interponerlo, pero dicha facultad no les
está reservada exclusivamente a ellas, pues también puede hacerlo un tercero, ajeno a la litis,
afectado por el error mecanográfico de la sentencia respecto de los nombres de las partes (p.ej.
homonimia).
Como en todo recurso, es necesaria la existencia de un agravio, que lo que haya que
corregir sea de tal envergadura que dificulte o impida la ejecución o el cumplimiento posterior
de la resolución atacada.
Plazo: se debe interponer dentro del tercer día de notificada la resolución, por lo que hay que
analizar qué sistema ha operado como notificación para determinar el día en que quedó
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notificado y así calcular como día uno del plazo el día siguiente hábil del día de la notificación
y agregarle, a su vencimiento, el plazo de gracia.
Escrito: se presenta un solo escrito donde se interpone y se brindan las razones fundando este
recurso.
Sustanciación: este recurso no se sustancia, es decir, no se corre traslado para escuchar a la
contraria antes de resolver el mismo.
Recurso de reposición.
El recurso de reposición o revocatoria es aquel que tiene por objeto la corrección de
errores de tipo sustancia o formal que contuviesen las providencias simples, de modo que
puedan ser superados mediante su modificación o anulación por la intervención del mismo juez
o tribunal que las hubiese dictado. Es el acto procesal tendiente a que el juez que dictó la
medida la revoque por contrario imperio.
En igual forma que el recurso de aclaratoria, es resuelto por el juez que dictó la
providencia recurrida, pues tiene su fundamento en los principios de celeridad y economía
procesal, permitiendo la rápida solución de equivocaciones en aquellas resoluciones de poca
importancia o trascendencia, como son las providencias simples.
Procedencia: conforme lo establece el art. 238 de CPCC, este recurso procede contra las
providencias simples, causen o no gravamen irreparable. Es decir, que procede contra las
resoluciones que sólo tienden, sin sustanciación, al desarrollo del proceso u ordenan actos de
mera ejecución. Entonces, no pueden ser interpuesto contra sentencias interlocutorias y,
obviamente, tampoco contra las definitivas, pues este recurso tiene la finalidad de cambiar el
fondo de lo resuelto, actividad que está prohibida para el mismo juez que dictó una sentencia.
Plazo: se debe interponer dentro del tercer día de notificada la resolución, por lo que hay que
analizar qué sistema ha operado como notificación para determinar el día en que quedó
notificado y así calcular como día uno del plazo el día siguiente hábil del día de la notificación
y agregarle, a su vencimiento, el plazo de gracia. Si la resolución fuera dictada en una
audiencia, se interpondrá verbalmente en la misma.
Escritos: se presenta un solo escrito donde se interpone y se brindan las razones fundando este
recurso.
Sustanciación: este recurso en principio se sustancia, es decir, se corre traslado por tres días,
notificado por ministerio de la ley, para escuchar a la contraria antes de resolver el mismo.
Si la resolución recurrida fue dictada a pedido de la misma parte que ahora pretende su
modificación sustancial, no es necesario sustanciar este recurso, conforme lo dispone el art. 240
del CPCC.
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habido un error sustancial y que debe ser dejada sin efecto y dictar otra en sentido opuesto
(despachar que contestó de manera extemporánea).
De esta revocatoria presentada por el actor se debe correr traslado al demandado, pues la
decisión recurrida fue dictada a pedido de una parte distinta de quien la recurre.
Recurso de apelación.
CONCEPTO.
El recurso de apelación es una de las formas para cuestionar resoluciones judiciales, en
virtud del cual un tribunal superior es facultado para confirmar o modificar, total o
parcialmente, el pronunciamiento del juez de grado anterior.
La apelación procede contra las resoluciones simples que causen gravamen irreparable,
contra las resoluciones interlocutorias y las sentencias definitivas.
La condición de producir gravamen irreparable (para las resoluciones simples) indica no
sólo que exista un agravio por haberle negado lo reclamado o lo defendido, sino también debe
existir un perjuicio que no pueda ser reparado en el futuro por ningún otro medio de
impugnación, ni siquiera en la sentencia definitiva.
En las sentencias debe apelarse su parte dispositiva y los fundamentos por los cuales se
llega a ella.
Las partes litigantes son las únicas que pueden apelar, quienes se perjudiquen con el
fallo.
INAPELABILIDAD.
Existen límites a la apelabilidad de las resoluciones judiciales:
A) La inapelabilidad por monto: (art. 253 CPCC) no es aplicable a los procesos de
alimentos y en los que se pretenda el desalojo de inmuebles o en aquellos donde se
discuta la aplicación de sanciones procesales.
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En el proceso sumarísimo, la inapelabilidad es la regla. Por ello sólo son apelables la sentencia
definitiva y las providencias que decreten o denieguen medidas precautorias.
Cuando se pone el foco en el momento en que el Tribunal Superior analiza el fondo del
recurso y lo resuelve, la apelación puede ser con efecto inmediato o diferido. El principio
general es el efecto inmediato, lo que significa que el expediente es inmediatamente enviado
por el Juzgado al Tribunal para su estudio luego de la concesión. En ocasiones excepcionales,
la ley procesal dispone que la apelación sea concedida con efecto diferido, lo que implica que
el proceso continúa normalmente, a pesar de haberse concedido la apelación: el tribunal
superior recién analizará y resolverá la apelación diferida una vez que el expediente llegue al
Tribunal con motivo de la apelación de la sentencia definitiva.
Estas tres categorías se combinan en la realidad: una apelación en relación tiene efecto
suspensivo cuando se trata de una providencia simple que causa gravamen irreparable.
Una apelación en relación tiene efecto devolutivo si se apela una medida cautelar o una
sentencia de alimentos.
Una apelación en relación tiene efecto diferido si se apela la imposición de costas en un
incidente.
Una apelación libre tiene efecto suspensivo si se apela una sentencia de un ordinario.
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FUNDAMENTOS DE LA APELACION
La redacción de los fundamentos de la apelación exige una verdadera crítica de cada
punto de la sentencia que se considere “equivocado” o “injusto”, ya sea porque no hace una
correcta aplicación de las normas legales correspondientes, porque resolvió temas que no
habían sido propuestos, etc.
La deficiencia de este escrito, la carencia de una crítica concreta en tal sentido permitirá
al tribunal de segunda instancia a dar por desierto el recurso, y la resolución apelada quedará
firme para este apelante.
Recurso de nulidad.
El recurso de nulidad no existe en nuestro ordenamiento como un recurso autónomo,
sino dentro del recurso de apelación; por ello, aun cuando lo que se quiera obtener es una
declaración de nulidad del pronunciamiento, debe interponerse la apelación.
La nulidad procesal puede deberse a omisión de formalidades de la ley a lo largo del
proceso, nulidad de una notificación, omisión de citar a todos los litisconsortes necesarios.
Esos defectos u omisiones van a tramitar dentro de un incidente de nulidad.
La nulidad de una sentencia, a pesar de no tener un recurso propio, y tener que ser
planteada dentro de la apelación, exige otro tipo de vicios graves. Lo que se pretende es la
declaración de nulidad, dejar sin efecto la sentencia recurrida y que la Cámara dicte uno nuevo.
El objeto del recurso de nulidad no consiste en obtener la revisión de un
pronunciamiento judicial que se estima injusto, por errónea aplicación del derecho o valoración
de la prueba, sino en lograr la invalidación de una sentencia por haberse dictado sin sujeción a
los requisitos de lugar, tiempo y forma prescriptos por la ley.
PROCESO DE EJECUCIÓN
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En los procesos de conocimiento se presenta una incertidumbre jurídica inicial que se dilucida a
lo largo del juicio, con mayor o menor amplitud de debate y prueba, según sea ordinario o sumarísimo,
respectivamente. Hay en ellos un derecho incierto que la sentencia resuelve.
En los procesos de ejecución se persigue el cumplimiento forzoso de un derecho ya
reconocido, dispuesto en:
a) Una sentencia de condena que no fue cumplida voluntariamente (509 CPCC).
b) Un acuerdo transaccional o un acuerdo homologado judicialmente (509 CPCC).
c) Una multa procesal (509 CPCC).
d) El cobro de honorarios regulados en concepto de costas (509 CPCC).
En estos procesos se liquida parte del patrimonio del deudor hasta satisfacerse la
condena incumplida. Se puede llegar a la venta forzosa de algunos de los bienes que pueden
tener un valor.
El patrimonio del deudor tiene una función de garantía, tal como lo dispone el art. 242
del Código Civil y Comercial, con las excepciones de los bienes inembargables o inejecutables.
En definitiva, se llega a un proceso de ejecución luego de haberse desarrollado un
proceso de conocimiento en el cual fue dictada esa sentencia no cumplida.
Requisitos
Son tres:
PROCESO DE DESALOJO
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Causales de desalojo: el desalojo procede solamente cuando el demandado está obligado
a restituir el inmueble en virtud de una obligación nacida:
1. En un contrato, como la locación de cosa y el comodato;
2. Del otorgamiento de la tenencia precaria; o
3. Cuando quien lo detenta resulta un intruso.
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