Cómo Vivir La Situación Pandemia en Familia Sofía Isla

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

¿Cómo vivir la situación pandemia en familia?

En estos momentos que estamos viviendo de incertidumbre, donde


cada día se ha convertido en una ola emocional para nosotros mismos y
para los demás, donde hemos abandonado nuestras rutinas y
preocupaciones diarias, donde los medios tecnológicos han inundado
nuestro quehacer, donde las dificultades económicas se han incrementado
de forma exponencial,… la convivencia en el seno familiar ha necesitado y
continúa necesitando una adaptación a esos cambios, un tratamiento
asertivo de alta intensidad en las relaciones, unas estrategias que rebajen el
elevado estrés personal, familiar, social y laboral que se respira en el
ambiente.

Son momentos de crisis, de incertidumbres y de cambios. Nos


encontramos entre el miedo y la esperanza. Miedo a un futuro incierto,
precario y problemático que está por venir, pero, esperanza en conseguir
reforzar las unidades familiares frente al desafío del cambio de valores, de
fortalecer relaciones interpersonales íntimas en el seno familiar que han
sufrido una prueba de fuego, de prestar ayuda para que las miembros de
las familias aprendan a defender lo básico y fundamental frente a la crisis
económica en la que gran parte de la población se verá obligada a
prescindir de lo superfluo, de facilitar el diálogo intergeneracional. En fin, de
afrontar con fortaleza esta pandemia que nos ha tocado vivir.

La convivencia no es fácil, pero en estado de alarma y con el


confinamiento, se producen mucho más conflictos y fricciones difíciles de
manejar con las personas que más queremos, nuestras parejas, hijos/as,
nuestros/as mayores, etc. Podemos interpretar esta situación como una
oportunidad para conocernos mejor, para hacer cosas y compartirlas, de
esas que queríamos realizar pero nunca teníamos tiempo. Pero aunque
nuestra interpretación de esta situación sea con un talante positivo, no
olvidemos que genera un estado de ansiedad, que unido al poco espacio
que tendremos para cada uno/a y que será compartido, hará que fluyan
conflictos y fricciones en la convivencia.

El camino se puede iniciar creando un tiempo para la reflexión a


partir de nuestra capacidad para encontrar soluciones a problemas que
hasta ahora no habíamos enfrentado, en resumen, una oportunidad para
potenciar nuestra mejor versión de nosotros mismos como seres sociales y,
por tanto, familiares.

 Potenciar en todo momento el diálogo entre los miembros del núcleo


familiar teniendo claro que el que existan diferencias no es algo malo,
sino que por el contrario puede ser visto desde un enfoque de
crecimiento personal a través del entender y comprender al otro/a.

 Reflexionar sobre la oportunidad que tenemos de conocernos a


nosotros mismos un poco mejor y de cómo hacerlo y en qué actitud
nos queremos enfocar. Para ello, es necesario respetar las rutinas y
los espacios de cada persona, ya que como seres humanos que
somos se hace necesario en ocasiones el poder aislarnos y
escucharnos a nosotros mismos para a partir de ahí afrontar de una
forma más eficiente los avatares del día a día.

 Organizar el día a día. Cada persona tiene un rol y unas tareas, eso
permitirá no crear malos entendidos; pero no olvides bajar el nivel de
exigencia en algunos momentos, todos/as lo estamos pasando mal,
hasta tú. Reconocer y expresar de forma adecuada los sentimientos
de frustración, ansiedad, incertidumbre. Por tanto es conveniente
crear un clima positivo en casa: reforzar tareas y comportamientos
positivos con palabras positivas, atención, afecto…

Sofía Uzcátegui Isla

4to Año

Colegio Juan XXIII

También podría gustarte