Contratos U 14
Contratos U 14
Contratos U 14
Introducción.
El CCC incorpora aspectos sustanciales en materia de consumo, específicamente en
contratos de consumo, manteniendo y armonizando con los principios consagrados en
la CN y en la ley 24.240.
En el ’94, la reforma de la CN incorpora la necesidad de regular el derecho de consumo
en su art. 42.
Artículo 42 CN.- Los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho, en
la relación de consumo, a la protección de su salud, seguridad e intereses económicos;
a una información adecuada y veraz; a la libertad de elección, y a condiciones de trato
equitativo y digno.
Concepto.
El art. 1092 del CCC define a la relación de consumo como “el vínculo jurídico entre un
proveedor y un consumidor”. La relación de consumo no es lo mismo que el contrato
de consumo, la diferencia es que la relación de consumo es el género, y el contrato la
especie, puede haber una relación de consumo que no esté instrumentada en un
contrato.
El art. 1093 del CCC define al contrato de consumo como aquel “Contrato de consumo
es el celebrado entre un consumidor o usuario final con una persona humana o jurídica
que actúe profesional u ocasionalmente o con una empresa productora de bienes o
prestadora de servicios, pública o privada, que tenga por objeto la adquisición, uso o
goce de los bienes o servicios por parte de los consumidores o usuarios, para su uso
privado, familiar o social”.
El art. 1092 del CCC abarca, dentro de las relaciones de consumo, al que adquiere
bienes y servicios; por lo tanto, la tutela también alcanza a los usuarios, que son
aquellos destinatarios de un servicio o cualquier naturaleza.
Consumidor y proveedor en la ley 24.240 y en el CCC.
Las partes son el proveedor y el consumidor o usuario final. El objeto es la adquisición,
uso o goce de los bienes o servicios por parte de los consumidores o usuarios.
El derecho tiene mucha virtualidad en tanto hay mucha protección al consumidor. La
idea es protegerlo, que sus obligaciones sean lo menos gravosas posibles. Hay una
simetría entre el proveedor y el consumidor final, se presume que el consumidor es la
parte débil en la relación, porque muchas veces no cuenta con toda la información.
El CCC distingue entre consumidor directo, que tiene que adquirir los bienes para si o
su familia, y el consumidor o consumidor equiparado quien, sin ser parte de una
relación de consumo como consecuencia o en ocasión de ella, adquiere o utiliza bienes
o servicios.
El art. 1092 del CCC considera consumidor a “la persona humana o jurídica que
adquiere o utiliza, en forma gratuita u onerosa, bienes o servicios como destinatario
final, en beneficio propio o de grupo familiar o social”. Este art., en el mismo sentido
que la ley 24.240, hace extensivo y equipara al consumidor con el consumidor
expuesto, que es aquel que “sin ser parte de una relación de consumo como
consecuencia o en ocasión de ella, adquiere o utiliza bienes o servicios, en forma
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gratuita u onerosa, como destinatario final, en beneficio propio o de su grupo familiar
o social”.
El proveedor es quien comercializa, produce, integra la cadena de consumo.
Ley de Defensa del Consumidor, ley de Lealtad Comercial y ley de Defensa de la
Competencia: trilogía normativa. Relaciones e implicancias. La ley de Abastecimiento
y sus reformas.
Prelación normativa e interpretación del contrato. Arts. 7 y 1094 del CCC.
El consumidor requiere una protección especial por las particularidades que se
presentan en las relaciones de consumo. Éstos “afrontan a menudo desequilibrios en
cuanto a capacidad económica, nivel de educación, poder de negociación; y teniendo
en cuenta que los consumidores deben tener el derecho de acceso a productos que no
sean peligrosos, así como el de promover un desarrollo económico y social justo,
equitativo, sostenido”.
El art. 1094 del CCC establece que “Las normas que regulan las relaciones de consumo
deben ser aplicadas e interpretadas conforme con el principio de protección del
consumidor y el de acceso al consumo sustentable.
En caso de duda sobre la interpretación de este Código o las leyes especiales,
prevalece la más favorable al consumidor”.
Y respecto de la interpretación de los contratos indica el art. 1095 del CCC que se
interpretan “en el sentido más favorable para el consumidor. Cuando existen dudas
sobre los alcances de su obligación, se adopta la que sea menos gravosa”.
El CCC dice que, más allá de que norma se aplique, se debe tener en cuenta, para
interpretar relaciones de consumo, dos principios fundamentales:
1. Debilidad del consumidor: se aplica la ley que más beneficie al consumidor y
que tenga como principio general la protección al consumidor
2. El principio de acceso al consumo sustentable: el consumo sustentable tiene
que ver con el mayor acceso al consumo sano, limpio, que mejore el consumo
de la población.
Al referirse el art. 1094 del CCC al consumo sustentable, se hace eco de lo prescripto
por el art. 41 de la CN: “Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano,
equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas
satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras;
y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la
obligación de recomponer, según lo establezca la ley”.
Formación del consentimiento. Prácticas abusivas.
El art. 1096 del CCC establece el ámbito de aplicación de los contratos de consumo
indicando que “son aplicables a todas las personas expuestas a las prácticas
comerciales, determinables o no, sean consumidores o sujetos equiparados conforme
a lo dispuesto en el art. 1092”.
Los arts. 1907, 1908 y 1099 del CCC brindan determinadas pautas en las relaciones de
consumo que deben considerarse para la formación del consentimiento, en armonía
con el art. 42 de la CN, y en relación al trato digno que deben desplegar los
proveedores.
Las autoridades proveerán a la protección de esos derechos, a la educación para el
consumo, a la defensa de la competencia contra toda forma de distorsión de los
mercados, al control de los monopolios naturales y legales, al de la calidad y eficiencia
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de los servicios públicos, y a la constitución de asociaciones de consumidores y de
usuarios.
Por su parte, el art. 1097 del CCC, al regular el trato digno indica que “los proveedores
deben garantizar condiciones de atención y trato digno a los consumidores y usuarios.
La dignidad de la persona debe ser respetada conforme a los criterios generales que
surgen de los tratados de derechos humanos. Los proveedores deben abstenerse de
desplegar conductas que coloquen a los consumidores en situaciones vergonzantes,
vejatorias o intimidatorias”.
El art. 1098 amplía lo referido en el 1097 del CCC: “los proveedores deben dar a los
consumidores un trato equitativo y no discriminatorio. No pueden establecer
diferencias basadas en pautas contrarias a la garantía constitucional de igualdad, en
especial, la de la nacionalidad de los consumidores”.
ARTICULO 1099.- Libertad de contratar. Están prohibidas las prácticas que limitan la
libertad de contratar del consumidor, en especial, las que subordinan la provisión de
productos o servicios a la adquisición simultánea de otros, y otras similares que
persigan el mismo objetivo.
Información y publicidad.
El derecho a la información constituye uno de los pilares en las relaciones de consumo.
La ley consagra el derecho subjetivo del consumidor o usuario a ser debidamente
informado sobre la naturaleza y demás características de los bienes y servicios que
adquiere. Esto constituye un derecho esencial, ya que los consumidores en su mayoría
carecen de los conocimientos necesarios para poder juzgar por adelantado sus
características intrínsecas, sus cualidades o defectos, conocer los riesgos de uso o
consumo y las medidas a adoptar para evitarlos.
El fundamento de esta norma se halla en la necesidad de suministrar al consumidor
conocimientos de los cuales carece legítimamente y sin los cuales resulta imposible
realizar una elección racional y fundada respecto del bien servicio en relación al cual se
pretende contratar.
El art. 1100 del CCC establece la información que el proveedor está obligado a
suministrar al consumidor. Ésta debe ser cierta y detallada respecto de las
características esenciales de los bienes y servicios que el proveedor brinda, así como
también debe informar las condiciones de su comercialización y toda otra
circunstancia relevante para el contrato. La información debe ser siempre gratuita para
el consumidor.
Lo prohibido en materia de publicidad se regula en el art. 1101 del CCC, prohibiendo
toda publicidad que:
a) contenga indicaciones falsas o de tal naturaleza que induzcan o puedan inducir
a error al consumidor, cuando recaigan sobre elementos esenciales del
producto o servicio;
b) efectúe comparaciones de bienes o servicios cuando sean de naturaleza tal que
conduzcan a error al consumidor;
c) sea abusiva, discriminatoria o induzca al consumidor a comportarse de forma
perjudicial o peligrosa para su salud o seguridad.
ARTICULO 1102.- Acciones. Los consumidores afectados o quienes resulten legalmente
legitimados pueden solicitar al juez: la cesación de la publicidad ilícita, la publicación, a
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cargo del demandado, de anuncios rectificatorios y, en su caso, de la sentencia
condenatoria.
La formación del consentimiento no va a estar dada únicamente por la información
brindada por el proveedor, como el art. 1103 del CCC prescribe: “las precisiones
formuladas en la publicidad o en anuncios, prospectos, circulares u otros medios de
difusión se tienen por incluidas en el contrato con el consumidor y obligan al
oferente”.
El deber de información resultará más amplio en los supuestos de contratos
celebrados fuera de los establecimientos y los contratos celebrados a distancia, ya que
“el proveedor debe informar al consumidor, además del contenido mínimo del
contrato y la facultad de revocar, todos los datos necesarios para utilizar
correctamente el medio elegido, para comprender los riesgos derivados de su empleo,
y para tener absolutamente claro quién asume esos riesgos”.
El derecho a la revocación debe ser informado al consumidor, como así lo recepta el
art. 1111 del CCC que indica que: “El proveedor debe informar al consumidor sobre la
facultad de revocación mediante su inclusión en caracteres destacados en todo
documento que presenta al consumidor en la etapa de negociaciones o en el
documento que instrumenta el contrato concluido, ubicada como disposición
inmediatamente anterior a la firma del consumidor o usuario. El derecho de
revocación no se extingue si el consumidor no ha sido informado debidamente sobre
su derecho”.
En los supuestos de ofertas de contratación mediante medios electrónicos, la vigencia
de ésta se extiende “durante el período que fije el oferente o, en su defecto, durante
todo el tiempo que permanezcan accesibles al destinatario. El oferente debe confirmar
por vía electrónica y sin demora la llegada de la aceptación”.
ARTICULO 1103.- Efectos de la publicidad. Las precisiones formuladas en la publicidad
o en anuncios, prospectos, circulares u otros medios de difusión se tienen por incluidas
en el contrato con el consumidor y obligan al oferente.
Es importante que toda la información que se introduzca en la publicidad sea precisa,
clara, completa, y no induzca a errores, porque todo aquello que se publicita, se tiene
incorporado en el derecho de consumo. EJEMPLO: compras en pre order, y al
momento de confirmar la compra dice que te llega en 3 días, pero no te llega, y luego
te dicen que como es pre order llega a los 30 días.
Contratos celebrados fuera de los establecimientos.
Los contratos celebrados fuera de los establecimientos comprenden aquellos que
resultan “celebrado fuera de los establecimientos comerciales del proveedor el que
resulta de una oferta o propuesta sobre un bien o servicio concluido en el domicilio o
lugar de trabajo del consumidor, en la vía pública, o por medio de correspondencia, los
que resultan de una convocatoria al consumidor o usuario al establecimiento del
proveedor o a otro sitio, cuando el objetivo de dicha convocatoria sea total o
parcialmente distinto al de la contratación, o se trate de un premio u obsequio” (art.
1104).
Los contratos celebrados a distancia, definidos en el art. 1105 del CCC, “son aquellos
concluidos entre un proveedor y un consumidor con el uso exclusivo de medios de
comunicación a distancia, entendiéndose por tales los que pueden ser utilizados sin la
presencia física simultánea de las partes contratantes. En especial, se consideran los
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medios postales, electrónicos, telecomunicaciones, así como servicios de radio,
televisión o prensa”.
En estos contratos, se considera lugar de cumplimiento aquel en el que el consumidor
recibió o debió recibir la prestación. Ese lugar fija la jurisdicción aplicable a los
conflictos derivados del contrato. La cláusula de prórroga de jurisdicción se tiene por
no escrita (art. 1109).
Revocación de la aceptación.
La revocación puede ser definida como una causal de ejercicio unilateral, es decir, por
una sola de las partes, en los casos que la ley autoriza.
Es la facultad o derecho de revocación por parte del consumidor respecto de la oferta
o producto que ha recibido.
El art. 34 de Ley de Defensa del Consumidor está relacionado con el art. 1110 del CCC.
ARTICULO 34 LEY. — Revocación de aceptación. “En los casos previstos en los artículos
32 y 33 de la presente ley, el consumidor tiene derecho a revocar la aceptación
durante el plazo de 10 días corridos contados a partir de la fecha en que se entregue el
bien o se celebre el contrato, lo último que ocurra, sin responsabilidad alguna. Esta
facultad no puede ser dispensada ni renunciada.
El vendedor debe informar por escrito al consumidor de esta facultad de revocación en
todo documento que con motivo de venta le sea presentado al consumidor.
Tal información debe ser incluida en forma clara y notoria.
El consumidor debe poner el bien a disposición del vendedor y los gastos de
devolución son por cuenta de este último”.
El CCC, en su art. 1110, establece para los contratos celebrados fuera del
establecimiento y a distancia que “el consumidor tiene el derecho irrenunciable de
revocar la aceptación dentro de los diez días computados a partir de la celebración del
contrato.
Si la aceptación es posterior a la entrega del bien, el plazo debe comenzar a correr
desde que esta última se produce.
Si el plazo vence en día inhábil, se prorroga hasta el primer día hábil siguiente.
Las cláusulas, pactos o cualquier modalidad aceptada por el consumidor durante este
período que tengan por resultado la imposibilidad de ejercer el derecho de revocación
se tienen por no escritos”.
ARTICULO 1112.- Forma y plazo para notificar la revocación. La revocación debe ser
notificada al proveedor por escrito o medios electrónicos o similares, o mediante la
devolución de la cosa dentro del plazo de diez días computados conforme a lo previsto
en el art. 1110.
ARTICULO 1113.- Efectos del ejercicio del derecho de revocación. Si el derecho de
revocar es ejercido en tiempo y forma por el consumidor, las partes quedan liberadas
de sus obligaciones respectivas y deben restituirse recíproca y simultáneamente las
prestaciones que han cumplido.
ARTICULO 1115.- Gastos. El ejercicio del derecho de revocación no debe implicar gasto
alguno para el consumidor. En particular, el consumidor no tiene que reembolsar
cantidad alguna por la disminución del valor de la cosa que sea consecuencia de su uso
conforme a lo pactado o a su propia naturaleza, y tiene derecho al reembolso de los
gastos necesarios y útiles que realizó en ella.
El art. 1116 del CCC prevé dos excepciones, salvo pacto en contrario, al derecho de
revocación:
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a) los referidos a productos confeccionados conforme a las especificaciones
suministradas por el consumidor o claramente personalizados o que, por su
naturaleza, no pueden ser devueltos o puedan deteriorarse con rapidez;
b) los de suministro de grabaciones sonoras o de video, de discos y de programas
informáticos que han sido decodificados por el consumidor, así como de
ficheros informáticos, suministrados por vía electrónica, susceptibles de ser
descargados o reproducidos con carácter inmediato para su uso permanente;
c) los de suministro de prensa diaria, publicaciones periódicas y revistas.
Excluye a estos porque: son confecciones personalizadas y son de consumo inmediato.
Son las únicas causales admitidas, salvo que las partes en estos casos en particular,
pacten lo contrario.
Cláusulas abusivas.
Las clausulas abusivas pueden ubicarse dentro de los contratos celebrados por
adhesión o bien en los contratos tradicionales.
El CCC, al referirse a las clausulas abusivas, indica que se aplica lo dispuesto por los
arts. 985, 986 y 988. El art. 1118 del CCC insiste sobre esto indicando que “las cláusulas
incorporadas a un contrato de consumo pueden ser declaradas abusivas aun cuando
sean negociadas individualmente o aprobadas expresamente por el consumidor”.
Habrá contrato de adhesión cuando la redacción de las cláusulas haya sido realizada
por una sola de las partes, limitándose la otra parte a aceptar o rechazar el contrato en
su totalidad, sin poder modificarlas.
Define el art. 1119 del CCC a la cláusula abusiva cuando “habiendo sido o no negociada
individualmente, tiene por objeto o por efecto provocar un desequilibrio significativo
entre los derechos y las obligaciones de las partes, en perjuicio del consumidor”.
EJEMPLO: cuando contratamos una línea telefónica, que el proveedor realice un
cambio en el contrato que cambie las características de la prestación del servicio, de
manera unilateral, sin dar aviso a la otra parte.
Debe ser perjudicial al consumidor, promover una relación de desequilibrio y que este
sea manifiesto.
Son consideradas también cláusulas abusivas aquellas que otorguen al proveedor la
facultad de modificar unilateralmente el contrato. En los casos de contratos de
prestación de servicios de medicina prepaga, comunicaciones móviles y servicios
financieros y/o bancarios, las modificaciones a efectuarse no pueden importar un
desmedro en la calidad de los servicios y deben prever una notificación previa (60
días).