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UNISCI Discussion Papers, Nº 26 (Mayo / May 2011) ISSN 1696-2206

LA PRIMAVERA ÁRABE: ¿UNA CUARTA OLA DE


DEMOCRATIZACIÓN?

Alberto Priego Moreno1


Universidad Pontificia Comillas/UNISCI

Resumen:
A comienzos de 2011 los países árabes del Norte de África y Oriente Medio vieron como sus poblaciones
tomaban la calle para protestar frente a los regímenes autoritarios que gobiernan desde hace más de cuarenta
años. Se trata de procesos de transiciones con características comunes entre si que se pueden encuadran dentro
de la teoría de las olas de democratización de Samuel Huntington. Aunque no podemos preveer el futuro si que
podemos afirmar que nos encontramos ante la cuarta ola de democratización.
Palabras clave: Olas de democratización, Oriente Medio, Norte de África, Revolución.

Abstract:
In early 2011 the Arab countries of Northern Africa and the Middle East have been the scenario of continuous
demonstrations. They were aimed at complaining against the authoritarian regimes which have been in power
for more than 40 years now. Those demonstrations may constitute the beginning of a number of transition
processes with common characteristics which might be explained through the concept of “Waves of
Democratization” developed by Samuel Huntington. Although we cannot make predictions for the future, we can
already claim that we are witnessing the Fourth Wave of Democratization.

Keywords: Waves of democratization, Middle East, Northern Africa, Revolution.

Copyright © UNISCI, 2011.


Las opiniones expresadas en estos artículos son propias de sus autores, y no reflejan necesariamente la
opinión de UNISCI. The views expressed in these articles are those of the authors, and do not
necessarily reflect the views of UNISCI.

1
Alberto Priego Moreno es Investigador UNISCI y Profesor de la Universidad Pontificia Comillas. Email:
[email protected].

http://dx.doi.org/10.5209/rev_UNIS.2011.v26.37765
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1. Introducción y metodología de trabajo


La democracia pueden ser concebidas bien como una escala, y así los sistemas políticos se
moverían entre un grado máximo (democracia perfecta) y otro nulo2, (regímenes autoritarios)
o como una dicotomía. En el segundo caso estaríamos ante una concepción binaria donde los
Estados que alcanzaran un nivel adecuado en los indicadores que nos establece Robert Dahl3
en la poliarquía, serían considerados como democráticos y el resto no. Para este estudio nos
basaremos en la segunda concepción aunque no desecharemos la primera ya que la línea entre
una y otra es poco nítida. Sin embargo, resulta de mayor interés para la metodología elegida
esta segunda visión, ya que se adapta mejor a la transitología.

A lo largo de la historia hemos visto cómo la mayor parte de los regímenes autoritarios
han ido evolucionando hacia otros más democráticos a través de lo que hemos denominado
procesos de transición. Por lo tanto, podemos afirmar que una transición es el paso de un
régimen autoritario a otro donde se dan condiciones de competencia y participación
adecuadas para ser considerado como democrático. Estos procesos pueden iniciarse a través
de dos mecanismo distintos:

a) Liberalización.
b) Revuelta-Revolución.

a) Llamamos liberalización a aquellas aperturas parciales de un régimen sin que se elijan


líderes gubernamentales a través de unas elecciones competitivas. Ejemplos los tenemos a
millares en los procesos de transición que hemos vivido en los últimos años como puede ser la
sustitución de Salazar por Caetano en Portugal, la convocatoria del referéndum de Pinochet
para finales de los 80, el malogrado Tratado de la Unión de Gorbachov o más recientemente
la limitación de mandatos presidenciales introducida por Raúl Castro en Cuba. Estas medidas
tratan de “sacar el vapor” de esas ollas express en que, en ocasiones, se convierten los
regímenes autoritarios con la única intención de acabar con la contestación popular y, en
ocasiones, gracia a la presión ejercida desde el exterior.

En estos casos los gobiernos autoritarios no son capaces de satisfacer las demandas
que plantea la población y por ello se ven obligados a aceptar un “second best” o tomar
medidas que en un primer momento y de motu propio nunca hubieran llevado a cabo. No
obstante, en ocasiones, la aceptación de estas medidas puede ser considerada como una
debilidad del régimen y a medio plazo propiciar su final.

2
Este es el caso de la fundación Freedom House que valora las democracias en una escala del 1 al 7 donde 1-2
son países libre, 3-5 parcialmente libres y 6-7 no libres. Disponibles en www.freedomhouse.org
3
Dahl, Robert (1971): Polyarchy: Participation and Opposition. New Haven, Yale University Press.

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FIGURA 1: Explicación “Eastoniana” de sistemas políticos

Fuente: Elaboración Propia

La población hace una serie de demandas (INPUT) que si no son atendidas por la autoridad,
es decir por el gobierno, en forma de respuestas (OUTPUT) volverán a ser demandadas, pero
con la carga que supone el no haber sido satisfechas con anterioridad. A esto le de debemos
sumar la presión que puede ejercer la comunidad internacional (sanciones, influencia,
intervenciones etc...) Si esta iniciativa no soluciona los problemas las demandas de la
población perdurarán en el tiempo y nos encontramos con el segundo caso: La Revuelta.

b) La revuelta o la revolución se producirá cuando, ante la ausencia de procesos de


liberalización, la presión ejercida por la población sea tal que haga caer al gobierno y en
ocasiones al propio sistema político. Sin embargo, debemos diferenciar entre revuelta y
revolución. Mientras que la primera podría ser considerada como cualquier alteración del
orden que tiene como principal fin el derrocamiento de la autoridad, la segunda -siguiendo a
Hanna Arendt- tiene dos características propias:

a) Búsqueda de un orden nuevo.


b) Ansias de libertad4.

Ninguno de los dos fenómenos garantizan que el cambio social acabe en una democracia. De
hecho a veces una revuelta pasa a ser una revolución y posteriormente da lugar a una
democracia5 pero en otras ocasiones las revueltas bien acaban en nada o bien acaban en otro

4
Arendt, Hannah (2004): Sobre la Revolución, Madrid, Alianza Editorial pp. 50-57
5
El caso de los Estados Unidos en 1776 con la Revuelta del Te en Boston que posteriormente dio paso a la
Revolución Americana y a un sistema democrático como es norteamericano.

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tipo de régimen no democrático6. Este concepto, conocido como backsliding, no es el objeto


de este trabajo7.

Volviendo al inicio, podemos decir que una transición (democrática), es el paso de un


régimen autoritario a uno no autoritario. El proceso puede iniciarse bien por un proceso de
liberalización y cuando este no se produce por una revuelta/revolución que puede hacer
colapsar el sistema dando paso a una transición o convertirlo en otro autoritario de
características diferentes. (Ver Figura 2)

FIGURA 2: Proceso de Transición a la Democracia

Rev/Revuelta
Régimen Autoritario TRANSICIÓN Régimen
Democrático

Liberalización

Fuente: Elaboración Propia.

En el caso de las liberalizaciones, suelen dar pie a procesos de transición que a veces son
prolongados en el tiempo. Cuando esto ocurre, la ausencia de perspectiva histórica lleva a
algunos autores8 a afirmar que las dictaduras se convierten en “dictablandas” o
“democraduras”. Sin embargo, los partidarios de concepciones más dicotómicas de la
democracia –siguiendo a Samuel Huntington- creemos que la democratización es un proceso
unido a la modernización al que tienden los Estados cuando incrementan su nivel de
desarrollo. Por ello no cabe hablar de “dictablandas” o “democraduras” sino de regímenes
democráticos o autoritarios9.

Es en este punto es donde entra el de “Ola de Democratización” que según la


definición de Samuel Huntington se trata de “un conjunto de transiciones de un régimen no
democrático a otro democrático que ocurren en determinado periodo de tiempo y que
superan significativamente a las transiciones en dirección opuesta durante este mismo
periodo10”

Hay que hacer dos precisiones. En primer lugar decir que no todos los procesos de
transición se enmarcan dentro de olas de democratización por lo que nos podemos encontrar

6
Este sería el caso del Irán actual que vivió Revueltas como las del Tábaco o las del Pan sin mayores
consecuencias o la Revolución Islámica del 1979 que sustituyó el regimen autoritario del Shah por el de los
Ayatolás
7
Hague, Rod and Harrop, Martin (2010):Comparative Government and Politics, Basingstoke, Palgrave p. 92
8
Este es el caso de los autores que tienen una perspectiva continuista de la democracia. Es decir los que
conciben un todo difuso que va desde los Estados no democráticos a los democráticos con diferentes grados.
9
Para las categorías de régimen autoritario y no autoritario ver Linz, Juan (2000): Totalitarian and Authoritarian
regimens, Boulder and London, Lynne Rienner.
10
Huntington, Samuel (1994): La Tercera Ola. La democratización a finales del Siglo XX, Barcelona, Editorial
Paidós p. 26.

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con procesos aislados. En segundo lugar, señalar que a cada ola le sigue una contra-ola que va
en sentido contrario, es decir, fuerzas que tratan de cambiar regímenes democráticos por
autoritarios11. El autor de esta teoría, Samuel Huntington nos señala las siguientes olas de
democratización:

CUADRO 1: Las Olas y Contra-olas de Democratización

Ola /Contraola Periodo Estados

Primera Ola 1828 1926 EE.UU, Australia, Canadá Finlandia, Suecia, Suiza
etc…

Primera Contra-ola 1922-1942 Italia, Alemania, España, Lituania, Letonia etc…

Segunda Ola 1943-1962 RFA, Japón, Italia, Jamaica, Trinidad Tobago etc…

Segunda Contra-ola 1958-1975 Birmania, Corea del Sur, Turquía, Pakistán etc…

Tercera Ola 1974-1990 España, Portugal, Grecia, Polonia, Chequia, Hungría,


Bulgaria, Rumanía, etc…

Tercera Contra-ola 1990-2007 Venezuela, Bolivia, Pakistán, Tailandia, Nicaragua


etc…

Cuarta Ola 2003-2011 Georgia, Ucrania, Líbano, Irán (fallido), Azerbaiyán


(fallido) Egipto, Túnez …

Cuarta Contra-ola

Fuente: Elaboración Propia

Samuel Huntington elaboró una teoría sobre la democracia que concluía en los años 90
cuando se desquebrajó el Imperio Soviético. No obstante, a esta tercera ola, que se centró
sobre todo en el sur y este de Europa, le siguió una contra-ola de regímenes autoritarios
centradas sobre todo en América Latina y en menor medida en Asia. Así, llegamos al punto
donde centraremos la hipótesis del trabajo: la existencia de una cuarta ola de democratización
que es la que hoy estamos viviendo.

11
Estas contra-olas tienen unas fuerzas que actúan para lograr sus objetivos. En la Primera Ola encontramos a
los 100.000 hijos de San Luis, en la Segunda Ola a las fuerzas soviéticas que aplicaban la Doctrina Breznev y en
esta Cuarta Ola las fuerzas de Consejo de Cooperación del Cooperación del Golfo que han actuado para restaurar
orden en Bahrein. Para este último caso ver “A chilling account of the brutal clampdown sweeping Bahrain” The
Guardian 16 de abril de 2011. Disponible en http://www.guardian.co.uk/world/2011/apr/16/bahrain-eyewitness-
riot-police?CMP=twt_gu

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Hipótesis Principal: “Tras la caída del bloque comunista a finales de los ochenta
comenzó una contra-ola autoritaria que no finalizó hasta comienzos del Siglo XXI. Sin
embargo, desde el año 2003 vivimos una nueva ola de democratización que posee una serie
de características propias y únicas que afecta a países de gran heterogeneidad como
Georgia, Ucrania, Líbano y más recientemente Túnez o Egipto”

Para el análisis correcto de esta hipotética cuarta ola, utilizaremos una aproximación
de bola de nieve ya que es el método más correcto para el análisis de los acontecimientos que
estamos viviendo en el Norte de África y en Oriente Medio. La explicación se centra en que
un hecho, en principio aislado, provoca la reacción en otros lugares al compartir causas
profundas y éstos a su vez provocan otras reacciones similares en otros lugares.

FIGURA 3: Metodología de Bola de Nieve

Fuente: Elaboración Propia

2. Características de la Cuarta Ola de democratización


Aunque Samuel Huntington no teorizó nada más allá de la tercera ola los acontecimientos que
estamos viviendo en el mundo árabe bien podrían dar lugar a una cuarta ola de
democratización. En esta cuarta ola de democratización encontramos dos claros grupos de
Estados.

a) Los primeros serían ex repúblicas soviéticas que por su interés estratégico estaban dentro
de la órbita de Rusia y que Estados Unidos pretendía acercar a su esfera de influencia a través
de las denominadas revoluciones de colores. Estos son los casos de Georgia12 (Revolución de
12
Priego, Alberto “Georgia ¿Otra Revolución de Terciopelo?” UNISCI Discussion Papers No. 4, Enero 2004

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la Rosa), Ucrania (Revolución Naranja), Kirguizistán13 (Revolución de los Tulipanes) o


Azerbaiyán, donde no se llegó a desarrollar la revolución (Revolución de la Sandía14)
Ninguno de estos casos puede ser considerado como procesos de democratización completos
pero eso no elimina la opción de estar dentro de la ola de democratización. De hecho en las
olas anteriores no todos los procesos analizados acabaron en un proceso de democratización
completo.

b) El segundo grupo de Estados serían regímenes árabes-musulmanes que tienen algunos


puntos en común. El primero de estos casos fue Irán y la frustrada Revolución Verde15 (2009)
a la que seguirían los casos actuales de Egipto, Túnez, Libia, Bahrein16 o Siria. Este grupo
chocaría con las ideas de aquellos teóricos que han afirmado que Islam y democracia son
absolutamente incompatibles. Esta afirmación, que carece de fundamento teórico, no puede
estar basada en conceptos religiosos sino que en todo caso se podría hablar de culturales,
achacables a particularidades regionales más que a la propia religión. Es evidente que los
países mediterráneos presentan y han presentado más dificultades para desarrollar conceptos
como cultura política cívica o sociedad civil, pero en ningún caso deben ser atribuidos a una
religión en concreto17.

Aunque la cuarta ola de democratización incluiría tanto regímenes de la antigua Unión


Soviética como mundo musulmán en este trabajo nos centraremos únicamente en los
segundos por ser más recientes y, aparentemente, más innovadores. Entre estos últimos
encontramos una serie de puntos comunes que van a caracterizar esta cuarta ola de
democratización y que pasamos a analizar:

a) Ausencia de liberalización.

b) Clara influencia exterior.

c) Influencia de las Nuevas Tecnologías.

2.1. Procesos de cambio sin liberalización

Todas y cada una de los Estados que se encuentran inmersos en este proceso de
democratización tienen un punto en común que ha determinado el tipo de transición: la
ausencia de procesos de liberación. Esta laguna es lo que ha provocado que en la mayor parte
de los casos nos encontremos -dependiendo de los casos- ante revueltas o revoluciones
(Túnez, Egipto, Libia, Siria18 etc…). De hecho, en aquellos lugares donde ha habido una

13
Mikosz, David “The Kirguiz Revolution: Civil Society only works when it is real” UNISCI Discussion Papers
No. 6, Mayo 2005
14
Priego, Alberto “Continuidad en Azerbaiyán tras el cambio presidencial” UNISCI Discussion Papers, No. 5
Mayo de 2004
15
Priego, Alberto “El Bien contra el Mal en el país de Zaratustra” El Mundo. 15-6-2009
16
El caso de Bahrein es particular ya que se trata de un Estado de mayoría chíita con un gobierno sunita.
Gengler, Justin “How Radical are Bahrein Shia’s? The Real Source of Unrest in the Kingdom” Foreign Affairs,
Mayo-Junio 2011
17
Ver Priego, Alberto “Son el Islam y la Democracia incompatibles” UNISCI Discussion Papers, No.21 Octubre
de 2009
18
En algunos casos como Siria lo que podía haber sido una liberalización –Declaración de Beirut-Damasco-
acabó con mayor represión y con la detención de opositores como fueron los casos de Anwar al-Bunni o de
Michel Kilo

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cierta, aunque tímida, liberalización –Kuwait19 o Qatar20 con el sufragio femenino- las
protestas han sido menores. Probablemente de haberse producido una liberalización previa,
con la desorganización de la sociedad civil que tienen los países árabes, hoy estaríamos en
otro escenario completamente diferente.

Es importante señalar la diferencia entre revuelta y revolución ya que pueden


condicionar en el futuro de la transición. Por revuelta podemos entender un cambio más o
menos rápido –violento o no- que tiene como principal objetivo descabezar el régimen aunque
no cambiar el mismo. En el caso de la revolución, atendiendo a los estudios de Hannah
Arendt, Alexis de Tocqueville y otros autores como Theda Skocpol, podríamos hablar de
cuatro criterios que debe cumplir cualquier proceso de cambio social para ser considerado
como revolucionario:

a) Carácter novedoso: se trata de un concepto imprescindible introducido por Hanna Arendt


en el estudio de las revoluciones. En los casos los Estados que estamos estudiando no
podemos decir que hayan gozado de periodos democráticos lo que les ha llevado a afirmar
que para ellos el actual cambio se trata de algo totalmente nuevo. Así, podemos afirmar que
“La primavera árabe” goza de este elemento que hemos señalado como imprescindible para
poder hablar de revolución21 puesto que se trata de un proceso absolutamente nuevo en la
región.

b) La búsqueda de una mayor libertad es el segundo de los aspectos imprescindibles para


poder hablar de un proceso revolucionario. Es evidente que las protestas que han llevado a la
calle a miles de egipcios, tunecinos, sirios, o yemeníes, arriesgando incluso su vida, estaban
motivadas por el deseo de ser libres frente a unos regímenes autoritarios que se perpetuaban
durante décadas oprimiéndolos. De hecho, todos los países donde se están produciendo estos
movimiento atesoran una larga tradición de regímenes no libres tal y como muestra la escala
de Freedom House.

TABLA 1: La Democracia en Oriente Medio y Norte de África


2006 2007 2008 2009 2010

Bahrein 5,5 5,5 5,5 5,5 6,5


Egipto 6,5 6,5 6,5 6,5 6,5
Líbano 5,4 5,4 5,4 5,4 5.3
Libia 7,7 7,7 7,7 7,7 7,7
Túnez 6,5 6,5 7,5 7,5 7,5

Siria 7,7 7,6 7,6 7,6

Fuente: Freedom House (1 y 2 correspondería con regímenes libres, 3, 4 y 5 parcialmente libres y 6 o 7 no libres)

19
“Kuwaiti women win right to vote” BBC 17 Mayo 2005.
20
En el caso de Qatar el sufragio es tanto activo como pasivo “Qatar woman re-elected in local vote” Zawaya 11
de mayo de 2011
21
“new form of activism has emerged. The Arab political space has traditionally been seen as dominated by the
state through its ruling party, burocracy and security apparatus and contested, timidly or violent by Islamist
movements. This no longer holds true” Fakhro, Elham and Hokayem, Emile: “Waking the Arabs” Survival,
(April-May 2011) p. 22.

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c) Violencia (no siempre) o al menos ruptura del orden establecido. Según la doctrina
marxista es inevitable la violencia para que se lleve a cabo un proceso revolucionario. Si bien
es cierto que en algunos casos se está produciendo dicha violencia -Siria, Libia o Yemen- no
en todos los Estados árabes que están protagonizando esta cuarta ola está presente dicho
elemento. Por lo tanto, no podemos hablar tanto de violencia como de ruptura del orden
establecido o quizás de una cierta distorsión de la normalidad.

d) Irresistibilidad o inevitabilidad del proceso de cambio. Este aspecto, que nació como una
aportación del marxismo, ha sido recogido por Samuel Huntington en sus olas de
democratización y, desde luego, las revueltas del mundo árabe no hacen más que confirmarlo.
Este elemento de irresistibilidad o inevitabilidad ha sido señalado por numerosos estudiosos
análisis previos a las crisis de Egipto y Túnez aunque nadie le prestó importancia22.

Podemos afirmar que los cuatro elementos que hemos seleccionado como necesarios
para que se dé un proceso revolucionario están presentes en los casos de esta cuarta ola de
democratización. Así, ante la ausencia de liberalización las poblaciones se han visto
“obligadas” a lanzar dichos procesos. El detonante ha sido una caída brusca de las
expectativas que ha resultado inasumible para una parte importante de la población que quedó
escenificado en la brusca subida del precio de los alimentos y la muerte de dos jóvenes con
situaciones personales terribles, Mohammed Bouazizi en Túnez y Khaled Said en Egipto.

Estos casos son similares aunque no idénticos y de hecho nos van a servir para
explicar dos elementos distintos de estas revueltas. Mohammed Bouazizi era un ingeniero
informático que se quemó a lo bonzo cuando su puesto de frutas fue confiscado por la policía
de Ben Alí. Más allá de lo terrible del caso y de haberse convertido en un símbolo para la
Revolución del Jazmín, hay que decir que el caso de Bouazizi ejemplifica como nada el
detonante del proceso. No se trata tanto de la mala situación de la población como de la caída
súbita y repentina de las expectativas que provoca la revuelta de la población tunecina contra
el régimen de Ben Alí. Es cierto que durante años Bourgiba y luego Ben Alí han estado
enriqueciéndose al tiempo que su población permanecía en la pobreza absoluta. Sin embargo
en el caso de Bouazizi al igual que en Túnez no fue tanto la pobreza en la que vivía sino una
caída brusca de sus expectativas de vida lo que le llevó a tomar una acción como la que
tomó23. En el caso de la población fue la séptima subida del precio de los alimentos24 de
primera necesidad que unida a lo que ocurrió con Bouazizi llevó a los tunecinos a desafiar a
su gobierno e incluso a derrocarlo.

Usando la Ciencia Política podríamos escenificar este cambio social con la


denominada “Curva de Davies Invertida” que muestra cómo una caída brusca de las
expectativas puede provocar este tipo de cambios

22
Ver Taleb, Nassim Nicholas and Blyth, Mark “The Black Swan of Cairo. How Suppressing Volatility Makes
the World Less Predictable and More Dangerous” Foreign Affairs, May/June 2011
23
Algunos autores como Alanoud Al Sharekh han incluido una causa más remota como es el el incremento
continuado de la población. Al Sharekh, Alanoud “Reform and Rebirth in the Middle East” Survival, Abril-
Mayo 2011, p. 51
24
En Enero de 2010 el índice de la FAO que mide el precio de los alimentos (cesta de 55 productos) alcanzó los
230,7 puntos, frente a los 223,1 de diciembre. El anterior récord que databa de junio de 2008 era de 224,1.

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Figura 4: Curva de J. Davies

Fuente: Davies, James C. 1962. "Towards a Theory of Revolution", American Sociological Review, Vol. XXVII.

El segundo de los hechos que detonaron las revueltas fue la muerte de Khaled Said. Se trataba
de un joven que fue asesinado por la policía de Mubarak pese a que la versión oficial fue que
había fallecido por la ingestión masiva de drogas. La verdad es que Khaled Said era un
“bloguero” con gran seguimiento en Egipto y pretendía mostrar en su blog un vídeo en el que
la policía se repartía un importante alijo de drogas. Según varios testigos fue golpeado hasta la
muerte. La publicación de las fotografías de su cadáver y su propagación a través de las redes
sociales provocaron que la población se rebelara usando una herramienta que el régimen de
Mubarak no podía controlar, las redes sociales e Internet25. Gracias a estos nuevos medios,
que bien podían denominarse “sociedad civil virtual”, los egipcios lograron organizarse para
ocupar la Plaza de Tahir hasta la salida de Hosni Mubarak

2.2. Importancia de las nuevas tecnologías

Como hemos señalado en el apartado anterior la tecnología es uno de los elementos que más
han influido en la organización de esta cuarta ola de democratización. El dato que mejor
ilustra esta afirmación es el nombramiento por parte de Time del directivo egipcio de Google
Wael Ghonim como hombre del año, por delante de personalidades académicas como el
Nobel de economía Joseph Stiglitz, el fundador de Wikileaks Julian Assange o el mismísimo
Presidente Barack Obama.

Wael Ghonim además de ser el responsable de marketing de Google para Oriente


Medio es al mismo tiempo uno de los activistas más importantes de la Revolución Blanca,
como ya se la conoce internacionalmente. Ghonim ha apoyado abiertamente a Mohammed

25
Heba, Morayeb Fatma “The View From Liberation Square” The New York Times, 28 de enero de 2011.

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Al-Baradei26 para quien creó el perfil de Facebook y la página usada como referencia para las
protestas en dicha red social. De hecho el triángulo Al-Baradei-Obama-Ghonim parece ser
una de las claves de dicho proceso ya que antes de las revueltas se producen encuentros
informales entre Mohammed Al-Baradei y el propio Obama. A esto le unimos que desde abril
de 2010 se estrecharon las relaciones entre Ghonim y Al-Baradei.

La importancia de las nuevas tecnologías resultó crucial para el desarrollo de la


protestas. Tal es así que dos días después del estallido en la Plaza de Tahir, el régimen de
Mubarak trató de bloquear todo elemento digital que pudiera servir para aglutinar gente en su
contra, es decir: Twitter, Facebook e incluso las redes de Blackberry27. En el caso de Egipto
hay un dato que llama la atención que a pesar de tener una tasa de alfabetización muy baja
(70%) Egipto es el país de Oriente Medio con el mayor porcentaje de móvil por habitante: 8
de cada 10 egipcios tienen móvil en propiedad28.

Sin embargo, las nuevas tecnologías no han sido aplicadas sólo en Egipto; también en
otros lugares y en otros momentos. Quizás el caso más claro fue la malograda Revolución
Verde que agitó Irán en el verano de 2009 y donde el presidente Obama a través de discursos
televisados (en Navruz) comenzó un apoyo a la población iraní con el fin hacer tambalearse al
régimen de los Ayatolás. Hoy el Departamento de Estado utiliza una dirección de Twitter
(@USAdarFarsi) para promover la democracia en Irán. En esta dirección se dan incluso
instrucciones de cómo organizar las protestas frente al régimen autoritario que encabeza
Ahmadineyab. El caso de Irán es especialmente significativo ya que se trata del Estado con
mayor número de blogueros del mundo lo que supone un freno al poder autoritario del
régimen.

En esta misma línea podemos decir que las primeras críticas vertidas por el
Departamento de Estado sobre la represión en Túnez estuvieron centradas en la violación de
la libertad de expresión en la red, lo que nos da una idea de la importancia de este medio para
las revueltas y del papel jugado por los Estados Unidos en las mismas.

El uso de las tecnologías de la información es un elemento propio de esta cuarta ola de


democratización pero no es nuevo. Desde hace muchos años los Estados Unidos han confiado
en estos recursos para minar las bases ideológicas y sociales de los regímenes autoritarios.
Buenos ejemplos son Radio Free Europe/Radio Liberty, Voice of America o Radio Nacional
de Venezuela.

2.3. Clara influencia exterior

Tanto en los primeros procesos de esta cuarta ola (Georgia, Ucrania etc…) con en estos
últimos (Egipto, Túnez, Líbano, Siria etc…) encontramos una clara influencia procedente del
exterior, esencialmente de países de la UE (Reino Unido y Francia) y sobre todo de los Estado
Unidos. De hecho podemos ver en esta cuarta ola de democratización una vuelta a la esencia
de lo que es Estados Unidos: un Estado que tiene a la democracia y su fomento como su
principal seña de identidad.

Varios son los motivos que han llevado a los Estados Unidos a promover la
democracia en el mundo a través de esta cuarta ola de democratización.

26
Durante mucho tiempo apareció en su perfil de Facebook la siguiente frase "Mi nombre es Wael Ghonim y
apoyo publicamente a El Baredei" El Mundo 7-2-2011
27
Al-Jazzera “Timeline: Egypt’s Revolution” 14 de febrero de 2011.
28
Al Sharekh, Alanoud, op. cit., p. 56

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a) El primero, citado más arriba, es la inseparable unión entre la identidad norteamericana y la


democracia. De hecho, si Estados Unidos sufriera un revés autoritario desaparecería como
Estado.

b) En segundo lugar, las democracias se han mostrado mucho más estables tanto desde una
perspectiva interna como desde un punto de vista externo. A nivel interno el apoyo
continuado a un dictador genera la animadversión de la población algo que los Estados
Unidos ha conocido en primera persona en lugares como Irán, Irak, Chile o Cuba. Mientras
mayor sea el apoyo a los regímenes autoritarios mayor serán las posibilidades de triunfo de un
régimen de corte antioccidental. El mejor ejemplo lo tenemos en el revolucionario Ernesto
“Che” Guevara: “La Revolución no puede llegar a ocurrir contra quien ha llegado al poder a
través de algún voto popular y mantiene al menos una apariencia de legalidad
constitucional29” De hecho buena parte de los regímenes autoritarios del mundo tratan de dar
al menos en apariencia de dar una imagen de democracia. Dos buenos ejemplos son el
régimen de Mubarak o el del propio Ben Alí.

A nivel internacional parece claro que las democracias son más estables ya que son
menos tendentes a la guerra que los regímenes autoritarios. Pocos son los ejemplos de
democracias que atacan a otra democracia y muchos son los ejemplos de regímenes no
democráticos que atacan a otros no democráticos o a democracias. Por lo tanto, la extensión o
promoción de la democracia genera mayor estabilidad a nivel internacional.

Así hoy encontramos que los Estados Unidos han decidido cambiar el paradigma que
regía su política exterior hasta ahora basado en la estabilidad, por otro nuevo cuyo
fundamento es la democracia debido sobre todo a las razones que hemos señalado
anteriormente. Para demostrar este cambio podemos acudir no sólo a los hechos sino a varios
discursos pronunciados por los representantes norteamericanos de los órganos centrales su
política exterior. Hagamos un breve recorrido por dichos discursos que además no entienden
de partidos políticos lo que convierte a esta tendencia en una política de Estado:

a) El Presidente George W. Bush en su Segundo Discurso Inaugural habló de la necesidad de


que cada Estado encontrara su propio camino hacia la democracia sin imposiciones marcando
un antes y un después con su primer mandato30 donde el “spread of democracy” era
interpretado como imposición de la democracia.

b) Condolezza Rice pronunció un discurso (21-6-2005) en la American University de El


Cairo donde no sólo afirmaba que la democracia es el régimen político más estable sino que
además reconocía que durante muchos años los Estados Unidos habían apostado
erróneamente por las dictaduras frente a las democracias como principal opción de
estabilidad31. Este discurso se vio complementado por un artículo en Foreign Affairs en el que
siguiendo esta línea, redefinía el Interés Nacional americano apostando por las líneas
marcadas por el Presidente Bush y por ella misma unos años antes32.

29
Huntington, Samuel op. cit. p. 44.
30
“America will not impose our style of government on the unwilling. Our goal instead is to help others find
their own voice, to attain their own freedom, make their own way”
31
“We are supporting the democratic aspirations of all people” Disponible en “Rice speech promotes democracy
in Egypt” CNN 21 de junio de 2005 http://edition.cnn.com/2005/WORLD/meast/06/20/mideast.rice/
32
Rice, Condolezza “Rethinking the National Interest” Foreign Affairs, Jul/Aug 2008, Vol. 87 Issue 4

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c) El Presidente Barack H. Obama ha reiterado en numerosas ocasiones su confianza en la


democracia como sistema más estable y por ello su deseo de continuar con la política de
extensión de la democracia iniciada o, mejor dicho, recuperada por la Administración Bush ya
que autores Monroe, Lincoln o Wilson ya trabajaron en esta perspectiva. La mejor muestra de
este pensamiento es el discurso pronunciado ante el mundo musulmán, de nuevo en El Cairo,
en el que uno de los apartados estaba dedicado precisamente a la democracia y donde incidía
en los puntos destacados anteriormente.
a) La democracia no se debe imponer sino promover33 para evitar el rechazo de la población
local.
b) La democracia es más estable que cualquier régimen autoritario34
c) Todos los pueblos del mundo merecen vivir en democracia35.

d) La Secretaria de Estado Hillary Clinton pronunció dos discursos con las mismas
características que los anteriores. El primero de ellos en Bahrein, que a la postre sufrió
revueltas, y el segundo ya en la Universidad de Georgetown.

A modo de conclusión deben ser destacadas las reacciones del Presidente Obama ante
los acontecimientos que han tenido lugar en los últimos meses en Oriente Medio. Así cabe
mencionarse la presión ejercida para que el Presidente Mubarak abandonara la Jefatura del
Estado en Egipto o la condena del uso de la violencia por parte del gobierno en Siria36. Sin
embargo, no podemos pensar que los Estados Unidos y en menor medida la UE tienen una
política reactiva y que se limita a condenar los excesos de los regímenes autoritarios. Por el
contrario, la sombra del Departamento de Estado es alargada y parece estar presente en las
denominadas Revoluciones de Colores37 y en la actualidad en las transiciones que están
teniendo lugar en Oriente Medio. Esta afirmación puede ser completada con “el baile de
embajadores” norteamericano en Oriente Medio que permanecen no solo en la zona, con
independencia de la Administración que les haya nombrado, sino que están en embajadas que
luego han resultado claves en las revueltas.

33
“no system of government can or should be imposed upon one nation by any other”. “Obama’s Speech in
Cairo” Junio de 2009. Universidad Al-Azhar, El Cairo . Disponible en The New York Times
http://www.nytimes.com/2009/06/04/us/politics/04obama.text.html?pagewanted=6
34
“governments that protect these rights are ultimately more stable, successful and secure” Idem.
35
“Those are not just American ideas, they are human rights, and that is why we will support them everywhere”
Idem.
36
Ver Declaración de condena de la Casa Blanca sobre la represión contra los manifestantes en Siria
http://www.whitehouse.gov/the-press-office/2011/04/22/statement-president-syria
37
Priego, Alberto “Georgia, op. cit.

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TABLA 2: Foreign Service y Oriente Medio

2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011

Siria H. Kattouf M.Scobey Stephen A. M.Corbin 39 Maura S.Ford


Seche38 Connelly40

Líbano Vincent M. Battle Jeffrey D. Feltman Michele J. Maura Connelly


Sison
Gerald M. Feierstein

Egipto C. David Welch F.J.Ricciardone, Jr41. Margaret Scobey

Libia Sin Relaciones Diplomáticas Greg L. Berry42 Ch.O. Cecil43 Gene A. Cretz

Bahrein Ronald E. Neumann William T. Monroe J. Adam Erel

Túnez McPhersonDeming44 William J. Hudson Robert F. Godec Gordon Gray

Yemen Edmund James Hul Thomas C. Krajeski45 Stephen A. Gerald M. Feierstein


Seche

Fuente: Elaboración Propia usando datos del Departamento de Estado

Algunos nombres se repiten como Stephen Seche quien además de ser Encargado de
Negocios Ad Interim en Siria y Ministro Consejero ha desempeñado el cargo de Jefe de
Misión en Yemen. En su paso por Washington fue Director de Office for Egypt and Levant
Affairs desde donde se diseña la política hacia Egipto. También cabe destacar que pasó dos
años en Túnez estudiando árabe. Algo parecido ocurre con Margaret Scobey que ha pasado
por las embajadas de Siria y Egipto donde en la actualidad ejerce de Jefa de Misión. El que
ahora es embajador en Yemen estuvo destinado en la Embajada de Líbano. Por último
destacar a Maura Connelly que al igual que Scobey ha pasado por Egipto y Siria, dos de los
Estados donde se están viviendo revueltas contra los regimenes autoritarios. En definitiva
podemos ver que hay una serie de diplomáticos que repiten en unos cargos claves para poner
en práctica la política norteamericana hacia Oriente Medio que marca el Departamento de
Estado. Este mismo fenómeno ya ocurrió en la antigua URSS cuando se produjeron las
conocidas como Revoluciones de Colores con nombres como Stanley Escudero o Reno L
Harnish.

De lo que estamos seguros es que Washington parece haber aprendido la diferencia


entre promoción e imposición de la democracia. Si bien es cierto que el primer caso puede
resultar de gran interés, en el segundo aun cuando las intenciones sean buenas solemos
encontrarnos con la oposición de la población. El más claro ejemplo es Irak. Quizás la mejor
expresión de la estrategia norteamericana ante las revoluciones del mundo árabe la
38
Encargado de Negocios Ad Interim después de retirar al Embajador tras el asesinato de Rafic Hariri
39
Encargado de Negocios Ad Interim
40
Encargado de Negocios Ad Interim
41
Enviado a Turquía con rango de Embajador
42
Encargado de Negocios Ad Interim
43
Encargado de Negocios Ad Interim
44
Encargado de Negocios Ad Interim
45
Estuvo en la Embajada del Cairo entre 1992-1997

88
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encontremos en la frase de la Embajadora Norteamericana en El Cairo en su reunión con Al-


Baradei:

“The U.S. is interested in a political change in Egypt, but that the US


government won't dictate the path which Cairo must follow46”

3. El futuro incierto
Los acontecimientos que estamos viviendo en Oriente Medio no son más que el inicio de
varios procesos de transiciones políticas. Aunque hay diferentes velocidades y por lo tanto
estamos en fases diferentes aún nos quedan las más complicadas. El derrocamiento del tirano
por sí mismo -cuando este se ha producido- no garantiza la consecución de la
democratización. Así podríamos representar las fases de la transición para hacernos una idea
de donde se encuentran estos Estados y el camino que les queda aún por recorrer:

FIGURA 5: Las Transiciones Políticas por fases

TRANSICIÓN

LIBERALIZACIÓN
INSTAURACIÓN CONSOLIDACIÓN
REVUELTA-REVOLUCIÓN

Fuente: Elaboración Propia

Sin embargo, el hecho de que hayan sido reemplazados algunos de los Presidentes de los
países árabes donde se han producido rebeliones no quiere decir que se haya alcanzado la
democratización. En la actualidad Egipto, Yemen y Túnez se encuentran en la fase de
instauración lo que por el momento genera gran incertidumbre. Otros Estados como Siria o
Libia están aún en la fase anterior, y en todo caso, todos tienen por delante un largo camino
hacia la democracia. Por ello, podemos destacar una serie de problemas que tendrán que
afrontar los países árabes en el futuro, unos que son comunes a todos los procesos de
transiciones políticas y otros exclusivos del mundo árabe-musulmán.

46
YeNetNews.Com 2 de febrero de 2011. Disponible en http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-
4022483,00.html

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3.1. Problemas para la consolidación y obstáculos entre Islam y democracia

Tras el momento de plenitud y de exaltación que llegó con la expulsión de los tiranos del
poder –esencialmente Mubarak, Ben Alí y Saleh- los Estados se encuentran con la
problemática de tener que organizar una transición. El primer paso ha sido la convocatoria de
unas elecciones que sirva para elegir unas instituciones legítimas47. Sin embargo, estas
democracias emergentes se encuentran con algunas necesidades o ausencias algunas propias
de ser países en transición y otras propias de ser países musulmanes. Hagamos un análisis de
ambas problemáticas:

3.1.1 Ausencias de un país en transición y del mundo árabe-musulmán

Uno de los mayores estudiosos del Islam ha sido Leonard Binder quien desarrolló el concepto
de “cluster of absences”48 destacando aquellos aspectos que se echaban de menos en los
países musulmanes para poder desarrollarse como democracias49. Si a esto le sumamos los
problemas que se generan cuando se afronta cualquier proceso de instauración de la
democracia vemos que son muchas las dificultades que tendrán que superar los pueblos de
Oriente Medio.

a) Ausencia de experiencias previas: Cuando afrontamos procesos de democratización y no


de redemocratización nos encontramos sin referencias claras o sin lecciones aprendidas como
ocurrió en otros lugares como Chile, Argentina o algunos Estados de Europa del Este. En el
caso de los países que estamos analizando este es uno de los principales problemas pero
también es una de las principales bazas ya que no tiene rémoras del pasado ni sistemas que
volver a aplicar y por lo que se podrá empezar ex novo atendiendo a las verdaderas
necesidades políticas y sociales de la población.

La ausencia de experiencias previas no nos puede llevar a caer en un determinismo


histórico que afirme que los Estados Musulmanes nunca serán regímenes democráticos. Este
tipo de determinismos ya fueron aplicados a otros Estados, como Alemania o Italia50, donde la
experiencia nos ha mostrado su falta de validez.

b) Ausencia de sociedad civil: A pesar de los esfuerzos llevados a cabo por los Estados
Unidos (Fulbright, USAID etc…) los países de la cuarta ola, al igual que sus predecesores,
adolecen de una importante carencia de sociedad civil. Poco a poco, los países de la tercera
ola van superando este problema que impide que el poder tenga límites más allá de los
establecidos en el sistema político.

En el caso de los países árabes este es un problema aun más grave ya que se denota un
desequilibrio claro entre las esferas estatal y civil a favor de la primera. Este problema ha sido
señalado por los Orientalistas y los Neorientalistas como uno de los principales obstáculos
que tienen que superar los países árabes para democratizarse. De hecho, las únicas muestras
47
Túnez celebrará elecciones a Asamblea Constituyente el 24 de julio de 2011 y Egipto Presidenciales en
Septiembre de 2011.
48
Binder, Leonard (1988): Islamic Liberalism: A Critique of Development Ideologies. Chicago and London.
University of Chicago Press. p. 225.
49
Binder señala una serie de carencias en el mundo árabe-musulmán entre las que podíamos destacar la ausencia
del sentimiento de ciudadanía, de cultura política o de exigencias a la autoridad.
50
“the rise of fascismo in Italy as clear proof that democracy was a special local growth wich could not be
guaranteed to acclimatize itself in alien soil (…) create a liberal Germany, as most emigants want to do, is
likewise impossible” Sharansky, Natan and Dermer, Ron (2003): The case for Democracy. The Power of
Freedom to overcome tyranny and terror, New York. Perseus Book. pp. 24-25.

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de sociedad civil hasta esta cuarta oleada han sido los Hermanos Musulmanes, Hamás,
Hezbollah etc… Este punto será analizado al final de este apartado.

c) Ausencia de cultura política: Los regímenes autoritarios pueden reaccionar de tres modos
ante la cultura política: ignorándola, manipulándola o transformándola. En el caso de los
países de la cuarta ola la opción es la primera ya que el régimen no busca convencer a la
población sino mantener dentro de su zona de interés usando todos los medios posibles y
entre ellos, claro está, la represión51.

En principio se trata de regímenes donde la seguridad del régimen está por encima de
la seguridad de la población y con un fuerte apoyo en los militares (Libia, Siria, Egipto…) De
hecho, en el momento en que el régimen pierde este poder de coerción no tiene posibilidad de
sobrevivir como ha ocurrido en Egipto cuando Mubarak ha perdido el favor de los militares.
De hecho las fuerzas de seguridad en Egipto han resultado fundamentales en la caída de Hosni
Mubarak ya que su inacción permitieron las concentraciones en Egipto en la famosa Plaza
Tahir.

Una vez ha caído el dictador el problema es para la población que carece de cualquier
tipo de cultura política democrática. De hecho su cultura política es generalmente de siervo, y
con eso hay que construir una democracia. Este será otro de los obstáculos que tendrán que
afrontar estos Estados en el futuro cercano.

En este caso, en las sociedades musulmanas apreciamos una falta de separación entre
las esferas privadas (ibadat) y públicas (mummadat). Por ello resulta difícil tanto el desarrollo
de una verdadera sociedad civil como de una cultura política democrática o cívica52.

d) Ausencia de grupos organizados y emergencia de los grupos musulmanes radicales: Al


igual que ocurrió en Europa del Este tras la liberación de los nazis y en Irán en 1979, las
sociedades que salen de un régimen de terror se encuentran prácticamente desorganizadas.
Solamente aquellos grupos que se mueven cómodamente en la clandestinidad –los comunistas
en Europa del Este y los islamistas en Irán- son capaces de presentarse como la única
alternativa viable y organizada.

Los Estados de esta cuarta ola no son una excepción, ya que tanto los Hermanos
Musulmanes en Egipto como Nahda o el Partido del Renacimiento Islámico en Túnez se están
mostrando como las opciones más preparadas para alcanzar el poder en las futuras elecciones.
De hecho, en Túnez, los Islamistas ya se han hecho con 8 de los 9 puestos en disputa en la
Asociación de los Jóvenes Abogados los que demuestra que, ante la desorganización, los
auténticos vencedores pueden ser los más organizados, los Islamistas.

Sin embargo, algunos autores como Elham Fakho y Emile Hokayem aseguran que los
radicales están teniendo un papel muy limitado en las transiciones y que los propios
Hermanos Musulmanes no han podido tener el protagonismo que les hubiera gustado tener53.
La situación es aún más compleja ya que en la región que estamos estudiando las líneas de
conflicto existentes en el sistema social no permiten organizar agrupaciones políticas, y la
acción de la dictadura ha provocado la atomización de la sociedad haciendo casi imposible la
reunión de un grupo de personas en torno a un conjunto de ideas. La situación en Egipto y en
Túnez recuerda peligrosamente al Irán Revolucionario donde aunque inicialmente no era
51
“We rule because we rule’ remains the implicit message” Hague, Rod and Harrop, Martin, op. cit., p. 130
52
Ver Priego, Alberto “¿Son Islam, op. cit., p.45
53
Fakho, Elham and Hokayem, Emile “Waking the Arabs” Survival, Vol 53 No. 2, May-June 2011 p. 23.

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favorable al Estado Islámico, al final ante la falta de organización acabó en manos de los
Ayatolás.

4. Conclusiones
A modo de conclusión podemos decir que los países de la antigua URSS y ahora los países
del Norte de África y Oriente Medio están protagonizando la que hemos denominado “Cuarta
Ola de Civilización”. Esta tiene una serie de características propias como son la ausencia de
liberalización, el uso de las nuevas tecnologías para suplir algunas carencias como la sociedad
civil o la falta de grupos políticos organizados provocada por los años de represión. Esta
ausencia de liberalización ha provocado revueltas que en algunos casos podrían ser
consideradas como “Revoluciones” ya que cumple con los criterios utilizados por la ciencia
política para designar a este tipo de procesos.

Así mismo podemos apreciar una clara influencia exterior que busca, para evitar
antiguos fracasos, la promoción y nunca la imposición de la democracia. Por ello, los Estados
Occidentales con Estados Unidos a la cabeza están tratando de promover la democracia en la
región con un fin claramente egoísta y pensado a largo plazo: las democracias son mucho más
estables ya que a nivel global no hacen la guerra y estables ya que un dictador acaba cayendo
y la población se vuelve contra aquellos Estados que le han apoyado. Además, si los
gobernantes están sometidos a procesos electorales habrá medidas que nunca tomarán, como
la represión indiscriminada o la realización de cierto tipo de alianzas con otros Estados no
democráticos como China o Rusia.

Sin embargo no podemos decir que haya terminado el proceso ya que por un lado
podemos decir que existen varias de velocidades de cambio. El método de bola de nieve nos
dice que todavía hoy continúan las reacciones en cadena en otros Estados. De hecho, incluso
estas van más allá de la región y hoy encontramos importantes revueltas en Tayikistán,
Azerbaiyán o Uzbekistán lo que prueba la homogeneidad de esta cuarta ola a pesar de las
diferencias. Podríamos escenificar esta cuarta ola de la siguiente forma:

FIGURA 6: La 4ª Ola de Democratización

Fuente: Elaboración Propia

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Uno de los más perjudicados por las revueltas ha sido Al-Qaeda tal y como pusieron de
manifiesto las declaraciones de Al-Zawahiri al afirmar que la democracia tan sólo puede ser
no religiosa y por ello no es legítima54. Así, si se lograra alcanzar una democratización de los
países árabes, Al-Qaeda se quedaría sin uno de sus principales “caladeros de yihadistas” y el
islamismo dejaría de ser la única solución frente a los regímenes autoritarios del mundo
árabe55.
Por último, decir que la caída de alguno de los líderes autoritarios que dominaban el
espectro político del Norte de África y Oriente Medio, no es más que el comienzo de un
proceso de transición incierto y complicado que puede llevar, incluso, a los islamistas al
poder. Si se hicieran con el poder, quizás este sería el punto en el que por primera vez
tendrían que hacer frente al poder del pueblo y dar soluciones a los problemas reales de los
ciudadanos y que estos les pudieran juzgar por lo que hacen y no sólo por lo que dicen. Pero
el ejemplo de Irán, convertido en una dictadura policial, no permite hacerse grandes ilusiones.
En definitiva, la evolución será diferente en cada uno de los Estados y la prueba son los casos
de Egipto y Libia donde no son comparables los acontecimientos que se han ido
desarrollando. Mientras que el país del Nilo tiene marcada una hoja de ruta, Libia se ha
convertido en campo de batalla donde la población se enfrenta en una guerra civil que no
tiene fácil solución.

Por ello, podemos decir que nos encontramos ante una cuarta ola de democratización
que dentro de unos años tendrá su contra-ola, pero cuyo resultado podría ser una mayor
democratización en el mundo.

54
Fakhro, Elham and Hokayem, Emile, op. cit., p. 26.
55
Ante la falta de posibilidades los islamistas suelen responder con la frase “El Islam es la Solución”

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