El Significado de Ungido

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El significado de ungido
 El acto de “ungir” o “ser ungido” se está untando o frotando con aceite como parte de una ceremonia
religiosa para hacer que alguien o algo sea sagrado. El significado griego de ” unción ” se compone de
dos palabras: chrio que significa “untar o frotar aceite”, y aleipho , que significa “a ungir.” En hebreo, el
término masah tiene conexiones seculares, como frotar un escudo con aceite, untar pintura en una
casa o ungir el cuerpo con aceite. Más sobre la definición original y el uso aquí .
 Independientemente de la definición o uso del origen, la intención de la unción es separar a una
persona, lugar o cosa para uso divino. Está destinado a capacitar a las personas para que cumplan la
obra de Dios, para protección o para describir la liberación del Mesías.
 El uso original de la unción con aceite fue por pastores, según Got Questions.com . Los piojos y los
insectos a menudo molestaban a sus ovejas y las ensuciaban, lo que incluso podía matarlas si los
insectos penetraban profundamente en la piel o las orejas de las ovejas. Por lo tanto, los pastores
vierten aceite sobre la cabeza de la oveja, haciéndola demasiado resbaladiza para que los insectos se
arrastren y se caigan. Después de esto, la unción se convirtió en un símbolo de protección,
empoderamiento y bendición tal como la conocemos hoy.
 ¿Dónde se usa el término “ungido” en la Biblia ?
 Hay versos relacionados con cada uno de los cuatro usos de la unción enumerados anteriormente:
 Para separar
 2 Reyes 9: 6 – “Entonces Jehú dejó a los demás y entró en la casa. Entonces el joven profeta derramó el aceite
sobre la cabeza de Jehú y dijo: “Esto es lo que el Señor, el Dios de Israel, dice: te ungiré rey sobre el pueblo del
Señor, Israel”.
 Génesis 28:18 – “Tan temprano en la mañana Jacob tomó la piedra que se había puesto debajo de la cabeza y la
puso en una columna y vertió aceite sobre ella”.
 Empoderar a las personas
 2 Corintios 1: 21-22 – “Y es Dios quien nos establece contigo en Cristo, y nos ha ungido, y también nos ha puesto
su sello y nos ha dado su espíritu en nuestros corazones como una garantía.”
 Protección
 1 Crónicas 16: 21-22 – “No permitió que nadie los oprimiera; reprendió a los reyes por su cuenta, diciendo: ‘¡No toquéis a mis
ungidos! ¡No hagan daño a mis profetas! “”
 Santiago 5:14 – “¿Está enfermo alguno de ustedes? Que llame a los ancianos de la iglesia, y que oren por él, ungiéndole con
aceite en el nombre del Señor “.
 El Ungido
 Salmo 89:51 – “Las burlas con las que tus enemigos, Señor, se han burlado, con las que se han burlado de cada paso de tu ungido”.
 ¿Quién es el “Ungido” mencionado en la Biblia?
 Hechos 10:38 dice: “Y sabéis que Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder.
Entonces Jesús dio vueltas haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios
estaba con él “. Sin embargo, Jesús no fue el único ungido, como se ve a través del Salmo de David
arriba. El ungido podría haber sido cualquiera designado por Dios para ser apartado o para llevar a
cabo una tarea.
 Mientras que muchos podrían ser ungidos, Jesús es el mashiyach , o el Mesías, el último ungido. Él es
nuestro libertador, y el puente que faculta a todos los cristianos para que puedan realizar sus obras. Si
no fuera por la obra de Jesús, Dios no habría enviado el “ayudante” o el espíritu santo. Sin Jesús,
nuestro alcance para llevar a cabo la obra de Dios hubiera sido limitado.
 ¿Se puede ungir a otras personas?
 No hay nada de malo en que los líderes de la iglesia y los demás creyentes se unguen hoy con aceite.
No tienes que convertirte en un rey para ser ungido. Podemos ungir nuestros hogares, nuestras
comunidades, nuestra familia, amigos, compañeros creyentes, etc., pero el requisito es que debe ser un
acto del Señor. Esto significa que no podemos ungirnos y luego afirmar que somos todos poderosos. Y
no debemos ungir nuestro hogar y afirmar que es más valioso de lo que es. Esta posición del corazón
no es del Señor.
 Muchos cristianos creen que el poder está en el petróleo mismo. Mientras que el aceite es un símbolo
de la protección y bendición de Dios, el poder en sí mismo es un llamado de Dios para llevar a cabo la
obra de su corazón aquí en la Tierra. Todo lo que sale de la palabra o del fruto del espíritu ( Gálatas
5:22 ) no es de Dios y no debe ser ungido como tal.
 ¿Cómo deben los cristianos ver a Jesús como el Ungido hoy?
 Jesús es el pionero del hombre y debe ser visto como el que unge. Él es el más grande de estos. Él es
el puente que condujo al espíritu santo que nos fue impartido. Él dijo en Juan 14:12 : “De verdad te digo
que quien crea en mí hará las obras que he estado haciendo, y harán cosas aún mayores que estas,
porque voy a Padre.” Las obras que Jesús estaba haciendo eran difundir esperanza, compartir amor,
dar sanidad, y estas son las cosas que Él nos llamó a hacer. En Juan 14:26 , Él dijo: “Pero el abogado,
el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, te enseñará todas las cosas y te recordará
todo lo que te he dicho. ”
 Como nuestro ejemplo, podemos ver su demostración en Lucas 7: 45-46 como el camino para llevar a
cabo este gran empoderamiento. Aquí, una mujer “inmoral” de la ciudad, aparentemente llena de culpa,
se acercó a Jesús mientras cenaba. Aquí comparte una valiosa lección sobre el perdón cuando Simon
cuestiona la participación de Jesús con la mujer. En el verso, Jesús le dice a Simón: “No me saludaste
con un beso, pero desde el momento en que entré, ella no ha dejado de besarme los pies. Has
descuidado la cortesía del aceite de oliva para ungirme la cabeza, pero ella me ha ungido los pies con
un perfume raro.
 Lo que hace que este momento sea tan especial es que Jesús reconoció a la mujer por su fe. En
Efesios 2: 8 , leemos “Dios te salvó por su gracia cuando creíste. Y no puedes tomar crédito por esto;
es un regalo de Dios “. Jesús vio a Dios en la mujer a través de su espíritu culpable. Jesús estaba
dando poder a esta mujer para continuar en este camino de arrepentimiento en el que estaba, y nos
mostró cómo Dios reacciona a nuestros actos de fe. Por mucho que ella lo ungió por ser el Mesías, Él la
ungió para que saliera y hiciera el mismo acto de perdón por los demás. Este es el acto supremo de la
unción, para llevar a cabo la obra de Dios a través del amor y el empoderamiento
10 COSA QUE DEBEMOS SABER DEL ESPIRITU SANTO
Hay muchos malentendidos en cuanto al Espíritu Santo. Algunos lo consideran una fuerza mística;
otros piensan que es el poder impersonal de Dios para salvar a personas. Entonces, ¿qué nos tiene
que decir la Biblia acerca de Él? ¿Quién es el Espíritu Santo? Aquí diez cosas que debes saber
acerca de la persona, naturaleza, y obra del Espíritu Santo.
1. El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad. No es un poder ni una fuerza. La Escritura
le atribuye una personalidad distintiva, al igual que al Padre y el Hijo (Mt. 3:16-17; Jn.14:16-17).
2. El nuevo Testamento hace mención del Espíritu Santo constantemente:
 56 veces en los evangelios.
 57 veces en el libro de los Hechos.
 112 veces en las cartas de Pablo.
 36 veces en el resto del Nuevo Testamento.
3. El Espíritu Santo piensa, conoce el lenguaje, tiene voluntad, se le puede tratar como una
persona, se le puede mentir, se le puede probar, se le puede resistir y se le puede contristar (Hech.
5:3; 7:51).
4. En la Palabra encontramos la afirmación de Su divinidad. El Espíritu Santo posee los atributos
divinos: omnisciencia, omnipresencia, omnipotencia, eternidad (1Co. 2:10,11; Sal.139:7; Zac
4:6; He. 9:14).
5. El Espíritu Santo es llamado de distintas maneras a lo largo del Nuevo Testamento:
 El Espíritu de Dios (1 Co. 3:16)
 El Espíritu de Cristo (Ro. 8:9)
 El Espíritu Eterno (He. 9:14)
 El Espíritu de Verdad (Jn. 16:13)
 El Espíritu de Gracia (Hch. 10:29)
6. Podemos ver al Espíritu Santo desde el Antiguo Testamento haciendo diversas actividades,
como:
 Obrando en la creación (Gn. 1:2).
 Da aliento a los hombre y los animales (Gn. 2:7; 6:3).
 Capacitando a hombres para la batalla (Jue. 3:10)
 Capacitando a los profetas para anunciar el mensaje del Señor (Miq. 3:8)
7. En el Antiguo Testamento, el Espíritu Santo estaba en medio del pueblo de Dios (Is. 63:11)
y capacitaba a ciertos hombres para tareas especiales (Ex. 31:3; Jue. 6:34; 11:29). Sin embargo, no
era dado a todos y podía ser retirado (Jue. 13:25; 16:20; Sal. 51:11).
8. La primera obra del Espíritu Santo en el hombre es convencer de pecado (Jn. 16:8,11) y de la
realidad del perdón a través de Jesucristo. Esto lo hace a través de la predicación (Hch. 2:37; 1 Tes
1:5) y del ejercicio de los dones espirituales (1Co. 14:24-25).
9. El Espíritu Santo es prometido a todos los creyentes (Hch. 2:38) y es un don que se recibe por la
fe en Jesucristo (Ef. 1:13; 3:16-17; Ga. 3:2,5).
10. El Espíritu Santo es el que produce la obra de regeneración en nosotros. Él es el sello de
nuestra salvación, ”En El también ustedes, después de escuchar el mensaje de la verdad, el
evangelio de su salvación, y habiendo creído, fueron sellados en El con el Espíritu Santo de la
promesa, que nos es dado como garantía de nuestra herencia, con miras a la redención de la
posesión adquirida de Dios, para alabanza de Su gloria”, (Ef. 1:13-14).
¿QUIÉN ES EL ESPÍRITU SANTO Y CÓMO NOS AYUDA?
El Espíritu Santo es Dios, no es una fuerza o energía cualquiera. Es la tercera persona de la Trinidad, compuesta por
Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Mora en el corazón del creyente y capacita o empodera al pueblo de Dios
para que realice la obra que el Padre le ha encomendado hacer en este mundo.
Luego de que Jesús resucitó y justo antes de subir al cielo, le dijo a sus discípulos:
Aunque Jesús no estaría más sobre la tierra en forma de hombre, gracias al Espíritu Santo la presencia de Dios sí
estaría sobre cada uno de sus hijos. Los capacitaría para ser sus testigos por todo el mundo. Hoy todavía sigue siendo
así. Cada uno de los que hemos recibido a Jesús como Señor y Salvador tenemos el Espíritu Santo en nosotros. Nos
ayuda a vivir en su voluntad para llevar la presencia de Dios y su mensaje dondequiera que vamos.

LA LABOR DEL ESPÍRITU SANTO


El Espíritu Santo realiza una obra especial en este mundo y dentro del pueblo de Dios. Es la presencia del Dios
todopoderoso en medio nuestro. Él obra de diferentes formas ayudándonos a sentir al Señor y a andar siempre de
acuerdo con su voluntad.
Veamos algunas de sus funciones. Demos gracias a Dios por la obra del Espíritu Santo en nosotros y pidamos su
ayuda para que podamos reflejar más de él en nuestras vidas.
1. Es el Consolador que nos acompaña y nos enseña
Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre...
(Juan 14:16)
Pero les digo la verdad: Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes; en
cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes.
(Juan 16:7)
Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les
hará recordar todo lo que les he dicho.
(Juan 14:26)
Gracias, Padre, porque no me has dejado solo. Tu Espíritu Santo me acompaña y me consuela en todo momento y en
medio de cualquier situación. Ayúdame a escucharlo con atención y a aprender todo lo que necesito para poder vivir
una vida agradable a ti. En el nombre de Jesús, amén.
2. Convence al mundo de pecado, de justicia y de juicio
Y, cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio; en cuanto al
pecado, porque no creen en mí; en cuanto a la justicia, porque voy al Padre y ustedes ya no podrán verme; y en
cuanto al juicio, porque el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado.
(Juan 16:8-11)
Gracias, Señor, porque tu Espíritu Santo me convenció de pecado y tocó mi corazón para que yo creyera en ti.
Ayúdame a llevar tu presencia, tu justicia y tu amor dondequiera que voy. Gracias porque tú ya venciste y juzgaste al
maligno y tú eres el Rey victorioso por siempre. Quiero vivir consciente de tu victoria y con el corazón lleno de tu
Espíritu Santo. Ayúdame, Señor.
3. Nos guía en la verdad
Pero, cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta,
sino que dirá solo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir.
(Juan 16:13)
... el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo
conocen, porque vive con ustedes y estará en ustedes.
(Juan 14:17)
Gracias porque tengo la claridad de tu verdad pues el Espíritu Santo vive conmigo y está en mí. Quiero permanecer
firme en el conocimiento de que soy tuyo por siempre y nada ni nadie me podrá separar de tu amor (Romanos 8:35-
39). Ayúdame a sumergirme en tu Palabra, que es la verdad, para escuchar tus palabras de afirmación sobre quién
soy yo en ti. Enséñame a compartir tu verdad con todos los que me rodean. Amén.
4. Nos da poder para testificar sobre lo que Dios hace en nosotros
Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como
en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.
(Hechos 1:8)
Gracias, Padre, por el poder de tu Espíritu Santo que mora en mí. Gracias porque me capacita para dar testimonio de
tu amor en mi vida. Ayúdame a llevar tu mensaje y tu presencia dondequiera que voy. Ayúdame a estar dispuesto a ir
donde tú me llames para que tu nombre sea exaltado y glorificado en todas las naciones. En el nombre de Jesús,
amén.
5. Nos capacita para llevar el mensaje de Dios sin temor
Después de haber orado, tembló el lugar en que estaban reunidos; todos fueron llenos del Espíritu Santo, y
proclamaban la palabra de Dios sin temor alguno.
(Hechos 4:31)
Gracias, Padre, porque tu Espíritu Santo me llena y me capacita para compartir tu mensaje de salvación sin ningún
temor. Ayúdame a aprovechar las oportunidades que se me presentan a diario. Quiero que tu nombre sea conocido
por todos comenzando por mi familia y mis amigos. Quiero ser valiente para la gloria de tu nombre. Ayúdame, por
favor. Amén.
6. Nos da dones para poder edificar a la iglesia
Ahora bien, hay diversos dones, pero un mismo Espíritu. Hay diversas maneras de servir, pero un mismo Señor.
Hay diversas funciones, pero es un mismo Dios el que hace todas las cosas en todos.
A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los demás.
(1 Corintios 12:4-7)
Gracias, Señor, por tu manifestación específica en mi vida y los dones que me has dado. Quiero usarlos para que tu
nombre sea exaltado y para que tu iglesia se fortalezca. Dame mucha sabiduría al usar los dones y talentos que me
has concedido. Quiero bendecir a tu pueblo y que tú seas glorificado a través de mí. Te amo, Señor, amén.
7. Nos hace santos y nos justifica
Nosotros, en cambio, siempre debemos dar gracias a Dios por ustedes, hermanos amados por el Señor, porque
desde el principio Dios los escogió para ser salvos, mediante la obra santificadora del Espíritu y la fe que tienen en
la verdad.
(2 Tesalonicenses 2:13)
Pero ya han sido lavados, ya han sido santificados, ya han sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por
el Espíritu de nuestro Dios.
(1 Corintios 6:11)
Gracias, Papá, por haberme escogido. Gracias porque tu Espíritu Santo me ha santificado y justificado. No es por mis
méritos sino por la obra redentora de Jesús y por tu Espíritu que puedo acercarme a ti sin pecado y sin temor. Gracias
por escogerme para ser parte de tu familia. Ayúdame a vivir de forma digna ante ti y ante los hombres. Amén.
8. Nos hace libres
Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley
del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.
(Romanos 8:1-2)
Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y, donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
(2 Corintios 3:17)
Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa.
(Gálatas 5:16)
Gracias, Padre, por la libertad que me concedes. Gracias porque tus hijos no somos más esclavos del pecado o de la
muerte. En ti tenemos vida abundante, gozo verdadero y la esperanza de la vida eterna. Gracias por tantas bondades
inmerecidas. Quiero vivir para ti por la eternidad. Amén.
7 libertades que tenemos en Cristo
9. Su presencia da fruto en nuestra vida GALATAS 5:22-25
Gracias, Papá, porque la presencia de tu Espíritu Santo no me deja igual. Gracias por todas las cosas buenas que
siento en mi corazón y que puedo manifestar para bendecir a los demás y transformar este mundo que tanto te
necesita. Ayúdame a mostrar más amor, gozo, paz, paciencia... más de tu fruto ante cualquier circunstancia. Que todo
lo haga en tu nombre y guiado por ti. Amén.
Las 9 virtudes del fruto del Espíritu que transformarán tu vida
10. Nos confirma que somos hijos de Dios
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
(Romanos 8:14)
Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos
y les permite clamar: «¡Abba! ¡Padre!» El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
(Romanos 8:15-16)
Gracias porque tu Espíritu Santo en mí me da la certeza de que soy tu hijo. Gracias porque puedo llamarte
«Papi» y presentarme ante ti con confianza sabiendo que tú nunca rechazas a tus hijos. ¡Todo lo contrario!
Siempre tienes tus brazos abiertos, listos para recibirme y abrazarme. Gracias porque ya no tengo que vivir
con miedos ni temores. En ti tengo mi seguridad. Te alabo, Señor.
¡Vivamos vidas que bendicen e inspiran! ¡Vivamos llenos del Espíritu Santo!

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