Desarrollo SJA 29-07
Desarrollo SJA 29-07
Desarrollo SJA 29-07
☐ Oración
☐ Bienvenida
☐ Dinámica bíblica/ejercicio/actividad
☐ Oración final
☐ Oración:
A través de la caminata de su pueblo aquí en la tierra, Dios siempre pidió convicción en los
principios que él dio. Oremos por todos aquellos que estén pasando por pruebas en sus
creencias y convicciones religiosas, en su ambiente de trabajo, en la facultad o dentro de la
propia casa.
☐ Bienvenida
Testificando
Y allí predicaban el evangelio. Hechos 14:7.
Hay cristianos que confunden “testificar” con “textificar”, y piensan que su misión apenas
consiste en ofrecer unos folletos o un listado de versículos. Están los que afirman que hay que
“festificar”, pasarlo en grande, de fiesta en fiesta (Worship, of course!). O los que sienten que
con “gestificar” es suficiente. Que basta con un gesto: una palabra amable (solo una), una
sonrisa (solo una) o una tarde de ayuda comunitaria (solo una). Los cristianos comprometidos,
sin embargo, saben que testificar es mucho más.
Jesús dice que, si estamos conectados a él, de forma natural testificaremos y tendremos
frutos. Juan 15 habla de esta cuestión. ¿Eres un cristiano tímido? No te preocupes, el Espíritu
pondrá en ti las palabras adecuadas en el momento adecuado. ¿Eres cristiano en silencio?
Preocúpate: la conexión no está funcionando, ¡necesitas energía! Revisa tu estado y recuerda
que Jesús te la ofrece gratuitamente y de calidad (es más que solar, es energía celestial). Al
expresarnos públicamente, de forma no consciente, mostramos cómo va nuestro interior. ¿No
has observado que hay personas que repiten mucho, palabras como “yo”, “mi”, “me”?
Cuando una relación espiritual es esporádica, apenas si vemos nuestras carencias. Cuanto más
intensa es nuestra relación con Dios, más percibimos las necesidades de los demás, incluso las
de él.
Cuando tenemos una buena relación espiritual comenzamos a mirar más allá de nuestro
ombligo (sé que te va a doler, pero debes saber que no eres el centro del mundo) y
testificamos. Observamos aquella blanquísima sonrisa de nuestra amiga y nos sentimos
mejores. Detectamos esa mirada triste de nuestro familiar y nos encogemos. Apreciamos el
apretón de manos, el beso en la mejilla, el saludo cordial. Es cuando deseamos formar parte
de esa cadena de empatía que mejora el mundo. En ocasiones, tal relación nos lleva más allá:
¿Qué necesita Dios de mí? Un Dios amoroso, a la fuerza debe necesitar cariño. Un Dios
generoso, seguramente debe disfrutar del desprendimiento, de la solidaridad, de la
proactividad. Un Dios al que le fascina comunicarse, no hay duda, debe hallar placer en que
dialoguemos con él.
Una relación espiritual continuada y natural hace que nos levantemos con “tú”, “vos”, “él”,
“ella”, “vosotros” en el pensamiento. Un enfoque así hizo que un día Jesús decidiera hacerse
humano. ¡Y fíjate en lo bien que nos ha ido!
Haz un ejercicio de conteo. ¿Cuántas palabras hacen referencia a ti o a los demás a lo largo de
tu día? En este caso, las estadísticas no fallan. Si la proporción es correcta, ¡felicidades, estás
testificando! Si no, ¡ánimo! (El origen de esta palabra quiere decir “espíritu”, así que,
¡Espíritu!)
William Orcutt nació en Hingham, Massachusetts el 31 de diciembre de 1823. Sus padres eran
unitarios y lo criaron de acuerdo a sus ideales. Luego William se inclinó por el pensamiento
ortodoxo. A los dieciocho años decidió estudiar para dedicarse al ministerio, pues sintió que
era un llamado especial de Dios. Durante su servicio como ministro contrajo matrimonio con
Hena Proper el 4 de febrero de 1854. Luego de varios años de enfermedad, su esposa falleció
el 13 de julio de 1870. Poco después de la muerte de su esposa William sufrió de parálisis
progresiva, lo que lo obligó a retirarse del ministerio.
Al verse incapacitado para el servicio pastoral, William oró a Dios “Señor, aún dame algo que
hacer para ti”. Luego de esta oración pudo escribir varios himnos que llegaron a ser
ampliamente conocidos. Se dice que William era un hombre amable, y en cierta ocasión al ver
a una niña ciega decidió donarle los ahorros de toda su vida que sumaban aproximadamente
mil dólares, lo cual en su época suponía una suma considerable de dinero.
Sobre el nacimiento de este himno, William cuenta que George F. Root le envió una melodía
hermosa titulada “little octoroon” para que la utilizara el algún himno.
“Luego de recibirla, la melodía sonó en mi cabeza todo el día, resonando y fluyendo en su
dulce cadencia musical. Deseaba vehementemente poder asegurar la melodía para el trabajo
de la escuela dominical y para otros propósitos cristianos. Al escuchar las campanas del cielo
resonar sobre algún pecador que había regresado, parecía que sería un día hermoso en el
cielo. Luego las palabras ‘suenen las campanas en el cielo’ fluyeron sobre la melodía que las
había estado aguardando. Fue una experiencia hermosa y bendecida, y parece que las
campanas aún siguen sonando.”
La traducción al español la hizo Juan Bautista Cabrera. Es normal que cuando se “traduce” un
himno de un idioma a otro, las palabras y frases cambien, pero casi siempre la idea central de
cada estrofa se mantiene. Sin embargo en el caso de este himno el tema en inglés es bastante
distinto al tema en español, y es evidente que J. B. Cabrera hizo su propio himno, timando
prestado el coro y la melodía del original en inglés.
Alabanza: intenta hacer de este un momento reflexivo y medita sobre por qué podemos creer
en Dios y en el mensaje que él le dio a la iglesia. A través de la lectura de versículos bíblicos,
estimula en el corazón de cada orador la confianza en las doctrinas que seguimos.
Testimonio: busca en tu comunidad personas que hayan pasado por pruebas por ir en contra
de la Biblia y las doctrinas seguidas por la iglesia. Estos testimonios enriquecerán su culto
joven. Si es posible, haz un pequeño video o una entrevista. Haz de este momento algo
atrayente y haz lo posible para que todos los presentes sientan que su fe se reaviva.
Oración intercesora: sugerimos que distribuya previamente pequeños pedazos de papeles a
los presentes. Formen un círculo grande y que cada uno lleve su pedido para depositarlo en
una caja adornada. Haz que ese momento sea solemne y una parte especial del culto.
Mensaje: el objetivo del mensaje es hacer que los presentes refuercen la fe en las creencias y
en la confianza en la iglesia. Anima a la iglesia a hacer un estudio profundo del libro Creencias
fundamentales de los adventistas del séptimo día (ACES). También se pueden hacer concursos
basados en ese libro.
TESTIMONIO
EN 2011, CON el deseo de no trasgredir los mandamientos de Dios, Wasthí Lauers de Castro
pidió salir de un reality show presentado por una gran emisora brasileña, que ofrecía la
posibilidad de ejercer la profesión de reportero con el reconocimiento que ella deseaba.
Como había pruebas que se realizarían durante el sábado, y otras actividades que no
correspondían a la vida de un cristiano, con mucho pesar, y teniendo que soportar que las
demás concursantes la llamaran “tonta”, la joven adventista decidió renunciar. Muy
convencida, Wasthí decidió ser fiel a los principios que se encuentran en la Palabra de Dios,
así como las orientaciones que le habían enseñado desde su infancia en la Iglesia Adventista
del Séptimo Día. Debido a su fidelidad, Dios también le fue fiel. A pesar de abandonar la
competición, la presentadora del programa y la emisora de TV le ofrecieron la oportunidad de
ocupar la función de reportera exclusiva del reality show. La historia de esa joven ganó
repercusión nacional y ella fue muy agradecida al programa pero siempre firme a sus
creencias.
MENSAJE
En un momento en el que creer o seguir algo mayor es visto como anticuado o retrógrado, debemos
como cristianos y como adventistas del séptimo día, considerar toda la Santa Biblia como un camino
seguro, la única regla de fe y fuente de esperanza.
Creemos que no nacimos por accidente. Fuimos creados para existir en un mundo perfecto que,
desgraciadamente, cayó por la entrada del pecado. Creemos que existe una unidad de tres personas
coeternas que forman la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Confiamos en que existe un Dios justo,
santo y compasivo que fue capaz de entregar a Jesús para salvarnos y a un Consolador para guiarnos.
Podemos estar seguros de que el Señor sufre nuestra ausencia y anhela volver a convivir con nosotros.
Cada persona de la Trinidad tuvo y tiene un papel fundamental en este gran conflicto para nuestra
salvación. La naturaleza humana, que un día fue santa, hoy se presenta pecaminosa y tiende siempre al
mal. Sin embargo, el sacrificio del Salvador en nuestro lugar nos concedió una nueva oportunidad de
alcanzar la vida eterna. A través del bautismo y de la confesión de nuestros pecados, podemos crecer
en Jesús, ser una bendición en la comunidad, vivir en unidad en la iglesia y poner nuestros dones
espirituales en favor de otros, para compartir con los demás nuestra propia experiencia de salvación.
Mientras que el mundo le da la espalda a las enseñanzas de las Sagradas Escrituras, nosotros las
guardamos en el corazón, intentando no desviarnos de la Ley del Señor. En todos los tiempos, Dios
levantó profetas para advertir y salvaguardar a todos aquellos que desean mantenerse fieles a él. Por
su gracia, él nos concedió el don de profecía a través de su sierva Elena de White para alertarnos.
Dios tiene un plan para nuestra vida. Que a través de nuestra conducta seamos testigos para nuestra
familia y para todos los que nos rodean. Que seamos mayordomos fieles con todo lo que llega a
nuestras manos. Tenemos la seguridad de que el ministerio que Jesús ejerce en el santuario celestial en
nuestro favor tiene un propósito claro: nuestra salvación. Muy pronto, ni la muerte, ni potestades de
este mundo podrán separarnos de Cristo. Los mil años pasarán muy rápido y, finalmente,
entenderemos cuánto mal y dolor nos trajo el pecado. Finalmente disfrutaremos de un nuevo cielo y
una nueva tierra, donde no existirá más el pecado. Siempre viviremos en el hogar que nos fue
preparado. Yo lo creo. ¿Y tú?
ESPÍRITU DE PROFECÍA
“Repasé cuidadosamente la historia de los años recientes y la obra que el Señor me pidió que realizase.
Él no me falló ni una sola vez, y con frecuencia se manifestó a mí en forma notable, y vi que no tenía
nada de qué quejarme, sino que en lugar de eso poseía preciosas cosas que corrían como hilos de oro a
través de mi experiencia. El Señor comprendía mejor que yo las cosas que necesitaba, y sentí que me
estaba atrayendo muy cerca de sí... Sé a quién he creído” (Mensajes selectos, v. 2, p. 276)
Materiales:
Una pizarra
Tiza
Borrador
Indicaciones y método
La iglesia se organiza en dos equipos y a cada equipo se le nombra un líder, el cual elegirá los
participantes para la participación del ejercicio Bíblico.
El líder del equipo elegido selecciona a un miembro del equipo el cual debe decir “quién vio”,
si el miembro responde en forma falsa, entonces pasa al equipo siguiente quien tiene derecho
a responder el enunciado, si ambos equipos fallan entonces el organizador da la respuesta
correcta.
Ejemplo
El organizador escribe en la pizarra la frase “una zarza ardiendo en el desierto, el líder del
equipo A le da la oportunidad a un miembro del equipo el cual responde Moisés al responder
afirmativo el equipo A, le corresponde al equipo B y de esta forma se desarrolla el ejercicio
hasta que el equipo que acierta más es el ganador del ejercicio.
Lista sugerente
Una escalera de la tierra al cielo. (Jacob)
Cuatro hombres en el horno de fuego. (Nabuconodosor)
Un carnero trabado en un zarzal. (Abraham)
Un príncipe calzado de un alcornoque. (Joab)
Una barquilla de juncos en el agua. (La hija de Faraón)
A Lázaro, en el seno de Abraham. (El rico)
El hijo del hombre a la diestra de Dios. (Esteban)
Una nube como la palma de una mano (El siervo de Elías)
La tierra de Canaán desde la cima del pisga. (Moisés)
El arca una vez al año. (El sumo sacerdote)
Un vellón de lana mojada con el rocío. (Gedeón)
Animales inmundos. (Pedro)
Una rueda dentro de otra rueda. (Ezequiel)
Un candelabro y dos olivos. (Zacarías)