Los Anillos de La Serpiente - Courtis - Abramovich

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 10

Los anillos de la serpiente.

Transformaciones del derecho


entre el trabajo y el consumo
Víctor ABRAMOVICH y Christian COURTIS

INTRODUCCION soluto del derecho de propiedad. Sin embargo, no


es éste el punto que nos interesa abordar. Desde el
La intención de este artículo es la de proponer algu- punto de vista de la estructura del derecho, y parti-
nas claves de análisis de la historia contemporánea cularmente en lo que hace a los actores que el de-
del derecho, a partir de sus relaciones con la eco- recho acepta y a las consecuencias jurídicas de sus
nomía. Para ello postulamos la existencia de suce- actos, los caracteres fundamentales de la juridiza-
sivos modelos o paradigmas jurídicos, surgidos de ción de aquella actividad son las siguientes: a) au-
la juridización de una actividad central y del conjun- tonomía de la voluntad; b) responsabilidad personal
to de relaciones que la definen, a la que denomina- del actor por sus propios actos; c) garantía de la res-
mos espacio simbólico de pertenencia social. Este ponsabilidad con el patrimonio del actor, y d) inopo-
espacio, cuyos elementos definitorios sugerimos a nibilidad ante terceros de los actos jurídicos celebra-
lo largo del texto, presenta características contras- dos entre partes (res inter alios acta). Estos elemen-
tantes: tos presuponen además el carácter individual de los
- Por un lado, determina la incorporación efec- actores jurídicos (que incluso impone la construcción
tiva al conjunto social, y por ende, instituye un de la noción de persona de existencia ideal a par-
eje de atribución de derechos. tir de la noción de persona de existencia visible), y
- Por otro lado, constituye un territorio de con- la igualdad de condiciones entre los sujetos de la re-
flicto social, y por ello, se establece como ám- lación jurídica. Haciéndose eco del modelo diseña-
bito generador de conflictos jurídicos. do por la economía política clásica, la formulación
La idea que pretendemos sugerir es que, dado originaria del derecho civil establecía las pautas que
cierto grado de evolución de este espacio de perte- permitieran al ciudadano burgués comprar y vender
nencia social, el derecho va generando estructuras libremente en el mercado, haciéndolo plena y per-
que lo codifican, estableciendo mecanismos que sonalmente responsable de las consecuencias de
permiten ajustar las formas jurídicas a los principa- sus transacciones. Los elementos que el derecho ci-
les ámbitos conflictivos de integración social. Otra vil califica como atributos abstractos de la persona-
de nuestras intenciones es la de señalar la actual lidad (nombre, estado civil, capacidad, domicilio, pa-
ocurrencia de un cambio de este espacio simbólico trimonio) están en realidad inspirados en la descrip-
de pertenencia, desplazado del trabajo al consumo, ción de los sujetos que efectivamente reúnen estos
hecho que nos permite hipotetizar acerca de la cons- atributos en la vida social. No es antojadizo que el
titución de este nuevo espacio, y de las modificacio- mismo goce de derechos civiles y políticos estuvie-
nes jurídicas que podrían sucederle. ra prácticamente subordinado a la calidad de pro-
Para aclarar la abstracción de estos términos, pro- pietario burgués. En consecuencia, el derecho asig-
ponemos una breve ejemplificación histórica de na al sujeto (al sujeto-propietario) las condiciones
nuestra tesis. La brevedad del artículo y nuestra su- necesarias para desenvolver la actividad que repro-
maria intención de presentar algunas de estas ideas duce su pertenencia social privilegiada. Del mismo
hace que utilicemos un punto de vista de gran ge- modo, sin embargo, lo somete personalmente a los
neralidad histórica y geográfica, sin mayores preci- riesgos que deriven de sus transacciones.
siones puntuales. Sin embargo, gran parte de estos Para el modelo de la libre transacción del merca-
procesos pueden seguirse en cada situación nacio- do, el intercambio de mercancías no sólo constituye
nal particular. Partimos de la génesis del derecho la forma de triunfar, sino también la forma de morir.
moderno, representada paradigmáticamente por el En este sentido, se trata del territorio de conflicto so-
proceso de codificación. cial que caracteriza la consolidación legal del capi-
talismo del siglo XIX, desde la propia descripción
que hacen sus protagonistas. Participando del inter-
LA SOBERANIA DEL SUJETO V LOS cambio de mercaderías se es parte de la sociedad,
PRINCIPIOS DE DERECHO CIVIL y al mismo tiempo, se corre el riesgo de dejar de
serio.
El espacio de pertenencia social que se juridiza a La exactitud de la descripción de esta forma de
través de la codificación del derecho civil es la acti- pertenencia social funciona solamente durante un
vidad de libre intercambio de mercancías entre ciu- período temporal limitado. La creciente industrializa-
dadanos autónomos. Los corolarios jurídicos que se ción, la constitución de actores económicos colecti-
destacan tradicionalmente a partir de esta constata- vos, la importancia cada vez mayor de las socieda-
ción tienen que ver generalmente con el respeto ab- des comerciales, van minando el presupuesto del

54
sujeto individual, y con él, los caracteres de la juri- dico de la denominada «autonomía colectiva», en-
dización de los que hablábamos antes. La autono- tendida como facultad de los sujetos colectivos de
mía de la voluntad comienza a sufrir excepciones, imponer reglas generales de contratación para ám-
al igual que la responsabilidad personal y subjetiva. bitos determinados de la actividad industrial.
El propio derecho privado va incorporando estas mo- Este reemplazo tiene consecuencias sobre el res-
dificaciones a través de dos vías. Por un lado, se to de los caracteres del modelo. En el caso de la au-
adoptan formas de responsabilidad antes descono- tonomía de la voluntad, si bien no se disuelve abso-
cidas, consistentes en mecanismos de socialización lutamente como principio, queda sujeta a redefini-
de los riesgos de la explotación industrial (respon- ción, en particular por modificarse el carácter de los
sabilidad objetiva, responsabilidad por la creación de actores de la relación jurídica. Ya no se trata sola-
riesgo) y de figuras tendientes a revisar el alcance mente de la voluntad declarada de una persona in-
de los acuerdos voluntariamente concertados (de- dividual, sino también de la voluntad de organizacio-
sarrollo de la lesión subjetiva, abuso del derecho). nes colectivas. Surge entonces el problema de la ex-
También cambia el vínculo entre obligaciones indi- presión de la voluntad de los sujetos colectivos, y en
viduales y patrimonio: a través del nacimiento de las especial de los mecanismos de representación del
sociedades comerciales, el patrimonio se desvincu- grupo y de sus efectos. En este campo, las relacio-
la de los sujetos particulares, limitando su respon- nes laborales, que proceden de un contexto de re-
sabilidad y facilitando la circulación y acumulación laciones entre sujetos privados, van adquiriendo un
de capitales de titularidad anónima. Por otro lado, carácter público ostensible, tomando prestadas ca-
se independizan ámbitos de regulación a los que se tegorías que provienen del derecho político. Confir-
confiere un estatuto propio, como el derecho comer- mando esta tendencia, aparece un nuevo rol del es-
cial, el derecho de las locaciones, o el derecho de tado en relaciones que en el modelo del derecho ci-
daños por la cosa 1. Más allá de estas diversas ex- vil se consideraban situadas en el ámbito privado.
cepciones que va incorporando el derecho privado, El estado va a participar como tercer actor en la re-
nos detendremos a continuación en un cambio cua- lación jurídica entre capital y trabajo, y esto desde
litativo que define un nuevo paradigma en el tipo de dos perspectivas. Por un lado, los convenios colec-
codificación que hace el derecho de las relaciones tivos y el contrato individual de trabajo adquieren
sociales: el nacimiento del derecho laboral. una forma rígida, determinada legislativamente. Se
trata de convenios y contratos regulados, donde ri-
gen normas imperativas cuyo incumplimiento deter-
EL NACIMIENTO DEL DERECHO LABORAL: mina o bien la invalidez de los acuerdos entre los
NUEVOS ACTORES, DISTINTAS contratantes, o bien su reconducción automática ha-
RESPONSABILIDADES cia figuras legalmente establecidas. Esto constituye
un fuerte recorte al principio de autonomía de la vo-
La primer superación del paradigma clásico del luntad de las partes. Por otro lado, el estado parti-
derecho civil surge con el nacimiento de una nueva cipa como mediador en conflictos de trabajo, y su
rama del derecho, que viene a codificar de modo es- voz es fundamental para determinar la validez o in-
pecífico las relaciones de empleo que se verifican validez de acuerdos bilaterales (por ejemplo, en el
en el marco de la definitiva consolidación de la pro- caso de la homologación de convenios colectivos de
ducción industrial en masa. Lo que en el marco del trabajo) o de acciones unilaterales (por ejemplo, en
derecho civil constituía simplemente una relación la declaración de legalidad o ilegalidad de una huel-
contractual más (el contrato de locación de servi- ga) de los sujetos de la relación colectiva de traba-
cios), regulada a través de los principios generales jo. Sin embargo, es necesario destacar que el reem-
del contrato, que a su vez derivan de los presupues- plazo de sujetos individuales por sujetos colectivos
tos y caracteres que enumeráramos antes, pasa a no es absoluto. Por una parte, como lo hemos men-
dar sustento a un nuevo tipo de estructura jurídica, cionado, el reemplazo se verifica en el ámbito de es-
que viene a negar explícitamente la subsistencia de tablecimiento de condiciones generales de contrata-
algunos de esos presupuestos y caracteres. La base ción laboral (derecho colectivo del trabajo). Pero por
de esta modificación parte de reconocer la existen- otra parte, subsiste la relación individual de trabajo
cia de un nuevo tipo de relación, funcional al mode- entre cada asalariado y su empleador (derecho in-
lo de explotación industrial, entre el patrón o empre- dividual del trabajo). Si bien se reconoce la función
sario y el trabajador asalariado. Este reconocimien- reglamentaria de los sujetos colectivos, generalmen-
to implica dejar de lado, al menos en varios aspec- te se los mantiene al margen de los conflictos indi-
tos sustanciales, los presupuestos de la relación ju- viduales de trabajo, lográndose así una mutilación y
rídica que caracterizaban al derecho civil clásico, es atomización del conflicto entre capital y trabajo. En
decir, el carácter individual de los sujetos de la re- segundo término, al menos para una de las partes,
lación y la igualdad de condiciones entre las partes. la responsabilidad subjetiva e individual del actor de-
En el modelo del derecho laboral se hace visible, de saparece, siendo reemplazada por criterios objetivos
modo hasta entonces inédito, la existencia de suje- de atribución de responsabilidad del empleador por
tos colectivos, la patronal y la representación obrera los daños que el trabajador pudiera sufrir en ocasión
(sindicatos, federaciones), y el reconocimiento jurí- de la prestación de trabajo. En tercer lugar, también

1 Bustamente Alsina, J., Teoría de la responsabilidad civil, Bs. por daños y perjuicios, Bs. As. (1993); Wieacker, F., Historia do
As. (1972); de Trazegnies, F., «El derecho civil ante la posmo- Oireito Privado Moderno, Lisboa (1990).
dernidad», en JA del 11/IV/1990; Goldemberg, l., Indemnización

55
se debilita la inoponibilidad frente a terceros de los do a reglas previsibles las controversias planteadas
convenios celebrados entre partes: la celebración de dentro de ese ámbito. Por supuesto, ha generado
convenios colectivos de trabajo que en algunas le- mayores derechos para el trabajador, en especial si
gislaciones tienen efectos tanto sobre los trabajado- se compara su situación con el estatuto que lo regía
res afiliados al sindicato como sobre los no afiliados, durante la adscripción del contrato de locación de
las políticas concertadas de closed-shop (prohibición servicios al modelo contractual del derecho civil. Y
para la patronal de emplear trabajadores no sindi- en este sentido, ha significado avances relativos de
calizados), las posibilidades de discusión colectiva la posición del trabajador. Sin embargo, el derecho
como consecuencia de situaciones laborales parti- laboral también se impone como exigencia horizon-
culares son muestras de esta tendencia. tal de los propios propietarios industriales. La cons-
Si, de acuerdo a nuestra hipótesis, esta nueva mo- titución de reglas de juego comunes entre emplea-
dalidad de juridización de las relaciones laborales dores, y la posibilidad general y homogénea de pre-
constituye un paradigma jurídico novedoso, debería ver el alcance y el contenido de las controversias
responder a una modificación del espacio simbólico con los trabajadores no hacen más que establecer
de pertenencia social. En este sentido, no es aven- condiciones más transparentes del mercado de pro-
turado afirmar que, con la definitiva consolidación de ducción industrial, y en este sentido representan
la producción industrial en masa, el libre intercam- también un avance para los empleadores, ya que su
bio de mercaderías pierde importancia en favor del situación mejora sensiblemente con respecto a la in-
trabajo. El trabajo (y, en esta etapa de desarrollo his- certidumbre causada por la constante eventualidad
tórico de la producción capitalista, especialmente el de conflictos obreros en fábricas. ce(L)arazón de ser
trabajo industrial) constituye, por un lado, un nuevo del Derecho del trabajo como instrumento de media-
espacio de integración social, política y jurídica. El ción e institucionalización del conflicto entre trabaja-
trabajador goza ahora no sólo de derechos especí- dor asalariado y capital y que le reviste de un carác-
ficamente laborales, sino que, en el marco del esta- ter ambivalente o contradictorio no (es) otra que el
do de bienestar, accede a beneficios sociales y cre- equilibrio estructural entre los intereses de los anta-
diticios, aumenta su posibilidad de consumo, y acre- gonistas en juego (poder de dirección del empresa-
cienta su participación política. Pero por otro lado, rio/estatuto protector de los derechos del trabaja-
el trabajo constituye el espacio primordial de conflic- dor). Al propio tiempo que instrumento de protección
to y reivindicación obrera. En consecuencia, el de- de las relaciones sociales capitalistas, cuya domina-
recho laboral representa la formalización jurídica de ción legaliza y reproduce, el Derecho del trabajo li-
los temas y mecanismos habilitados para la nego- mita la explotación de la fuerza de trabajo y garan-
ciación de intereses en el marco de las relaciones tiza importantes medios de defensa y lucha a la cla-
de trabajo. El marco histórico de desenvolvimiento se trabajadora»3.
del nuevo paradigma jurídico representado por el de-
recho del trabajo es justamente aquel consistente en
la consolidación de la producción industrial en masa, LA MINIMIZACION DEL DERECHO LABORAL.
de acuerdo a su clásica formulación taylorista-fordis- LA DECADENCIA DEL TRABAJO INDUSTRIAL
ta2. De este modo, el ámbito crecientemente juridi-
zado por el derecho del trabajo es del trabajo indus- Si, como lo hemos adelantado, el modelo de re-
trialllevado a cabo en el espacio de la fábrica. Para laciones del derecho laboral codifica básicamente
confirmarlo basta observar el tipo de regulación que las relaciones industriales características del perío-
caracteriza al derecho laboral clásico: estrictas dis- do de expansión de la producción industrial en
posiciones sobre el régimen de la jornada de traba- masa, los cambios económicos y políticos sobre la
jo (horarios, licencias), descripción del lugar de tra- producción industrial tendrán impacto a su vez so-
bajo y de las tareas a desarrollar, jerarquías, pode- bre la operatividad real del derecho laboral. En efec-
res de dirección y control del empleador, mecanis- to, asistimos desde mediados de la década del se-
mos de determinación y protección de la remunera- tenta a una sustancial modificación de la actividad
ción (principio de intangibilidad de la remuneración), industrial, que ha tenido dramáticos efectos tanto so-
deberes de seguridad del empleador, cobertura de bre la incidencia del derecho laboral en las relacio-
la indemnización por despido, solidaridad de los in- nes sociales, como sobre la propia estructura del de-
termediarios y subcontratistas del empleador, etc. recho laboral. La reconversión que afecta a la indus-
Suele presentarse al derecho laboral como el re- tria, el creciente desplazamiento de mano de obra
sultado de conquistas obreras, como una concesión hacia el sector servicios, la automatización que ca-
que la lucha obrera arranca a los propietarios de los racteriza a la producción industrial contemporánea,
medios de producción. De acuerdo al modelo que plantean dudas sobre las posibilidades de subsis-
pretendemos sugerir, el derecho del trabajo no hace tencia del derecho laboral de acuerdo al modelo que
más que constituir un espacio jurídico para circuns- caracterizó su período de auge. ceLalógica clásica
cribir el ámbito del conflicto laboral y dirimir de acuer- del Derecho del trabajo presupone ciertamente la

2 El término cetaylorista-fordista» constituye una simplificación Iización del proceso de trabajo industrial que caracterizó el esta-
que designa dos conjuntos de postulados de racionalización del blecimiento de la producción en masa.
proceso de trabajo y de establecimiento de pautas de economía 3 Palomeque López, M., Derecho del trabajo e ideologfa, 4.·
de tiempo que no necesariamente coincidieron históricamente. ed., Madrid, 1989, pág. 27; cfr. AAW, Le droit capitaliste du tra-
Cfr. Nefta, J. C, El proceso de trabajo y la economfa de tiempo, vail, Grenoble (1980); Jeammeaud, A., cela democratización de
Buenos Aires (1990), págs. 337-9. Por razones de brevedad, lo la sociedad a merced de las ambigOedades del estado de dere-
utilizamos en un sentido poco riguroso, para describir la raciona- cho», en Crítica Jurídica n.O8 (1988).

56
expansión económica o, al menos, la estabilidad del prime y se orienta a la oferta, más que a la ge-
sistema económico. El derecho del trabajo aparece neración de demanda. El almacenamiento de
entonces como un derecho de la redistribución de productos (stockeo) tiende a reducirse al míni-
los recursos y en su seno se desenvuelve una ne- mo; el control de calidad se transfiere al mis-
gociación colectiva de mejora y una acción obrera mo equipo de producción. Los efectos jurídi-
de contestación»4. cos de estos cambios son designados a tra-
Puestas en duda estas esperanzas de expansión, vés del rótulo de flexibilizaci6n laboral: este
la subsistencia intacta del derecho del trabajo (al proceso complejo incluye cambios en el tipo
menos en los términos de su formulación clásica) de contratación que realizan las empresas in-
entra en crisis. Algunos de los factores que pode- dustriales, y cambios en la propia legislación
mos señalar como prueba de esta crisis son los laboral, que intenta recuperar parte de las re-
siguientes: laciones de trabajo desplazadas hacia otras
- Pérdida de incidencia del derecho laboral: es áreas, adaptándose a las nuevas modalidades
cada vez menor la cantidad de gente que re- de producción. Resurgen múltiples excepcio-
cibe la protección del derecho laboral. Amén nes al régimen relativamente estable del con-
del creciente problema estructural del desem- trato de trabajo: contratos a término, subcon-
pleo, en la población ocupada las tasas de sin- trataciones, trabajo domiciliario a destajo, nue-
dicalización están en continua baja. El sindica- vas formas de remuneración. El régimen de re-
lismo atraviesa por un período de crisis de re- presentación sindical clásico pierde vigencia y
presentatividad nunca antes experimentado. queda parcialmente disuelto por la organiza-
- Pérdida de eficacia de las armas de presión ción del trabajo industrial en grupos relativa-
de los trabajadores: el derecho de huelga, tra- mente autónomos. Las reivindicaciones tradi-
dicional mecanismo de presión y de asegura- cionales vinculadas al reconocimiento salarial
miento de los derechos laborales, se hace in- de la calificación laboral también son afecta-
viable cuando el reemplazo de trabajadores es das por este tipo de cambios. El intento de
cada vez más fácil por la escasez del trabajo adaptar las instituciones tradicionales a la nue-
y por la pérdida de calificaciones debida a la va organización de la producción debilita las
creciente automatización. tradicionales «conquistas» del trabajador. En
- Cambios en la estructura ocupacional: el sec- el marco de las relaciones individuales del tra-
tor servicios, caracterizado por una dinámica bajo, se reducen o directamente se eliminan
radicalmente distinta de aquella propia de la las indemnizaciones derivadas de la extinción
producción industrial, se convierte cada vez de la relación laboral; se aumenta el poder de
más en el segmento productivo que reúne la determinación del empleador en materia de
mayor cantidad de trabajadores. Las caracte- horario de trabajo, descansos y licencias; se
rísticas propias del sector servicios (mayor expande la facultad empresarial de modifica-
flexibilidad operativa, distintos tiempos, distin- ción de las condiciones de trabajo y tareas
ta medida de productividad) obligan a estable- asignadas Uus variandl); se limita la responsa-
cer excepciones a los principios generales del bilidad patronal en materia de accidentes de
derecho laboral, establecidos sobre el molde trabajo e incluso se tiende a desplazar el ac-
de las relaciones industriales. Por otro lado, el cidente de trabajo hacia el ámbito de la segu-
desarrollo de un sector informal, al margen de ridad social; se reemplaza el sistema de pro-
la regulación del derecho laboral, o bien esta- tección tradicional de remuneración, abando-
blecido en forma de complemento a las rela- nando el principio de intangibilidad de las re-
ciones del derecho laboral, como modo de muneraciones y sustituyéndoselo por acuer-
abaratar costos, también da cuenta de este dos colectivos o individuales que consagran
fenómeno. rebajas remuneratorias, por el otorgamiento de
- Automatización, nuevas formas de organiza- asignaciones no remuneratorias, o bien por la
ción del trabajo: los cambios en la estructura tendencia a vincular las modificaciones sala-
productiva se verifican también en el interior riales con aumentos de productividad o con la
de la empresa industrial. A la incorporación de participación en las ganacias de la empresa.
nuevas tecnologías de producción, expulsivas Se registra además una fragmentación de la
de mano de obra, se suman nuevas formas de responsabilidad del grupo empresarial en su-
organización del trabajo, caracterizadas por la puestos de segmentación de la organización
polivalencia, la nueva estructuración de la pro- de la producción, y una profundización del re-
ducción en grupos autónomos, el cambio en conocimiento de la situación de «emergencia»
las funciones de la calificación laboral. A la empresarial, dejándose de lado los principios
concepción industrial fordista, que planteaba la irrestrictos de responsabilidad empresarial por
autosuficiencia absoluta de la empresa, se el riesgo de su actividad. En el ámbito de las
oponen formas de producción denominadas relaciones colectivas de trabajo, se induce a
toyotistas, que subdividen las etapas de pro- los trabajadores a la negociación por empre-
ducción en unidades industriales más peque- sa, en lugar de la tradicional negociación por
ñas, separando así las responsabilidades de rama; se relativiza el concepto de personería
cada unidad. La producción industrial se com- gremial, central para el modelo sindical por ra-

4 Palomeque López, M., op. cit., pág. 21.

57
mas de actividad; se establecen nuevos ámbi- ¿UN NUEVO ESPACIO DE PERTENENCIA?
tos de diálogo e intercambio de información
Los cambios experimentados por el papel de la
(grupos autónomos, consejos de calidad) en-
producción industrial en la estructura económica y
tre empleador y asalariados, que debilitan el
social de las sociedades contemporáneas han lleva-
rol negociador del sindicato; se modifica radi- do a muchos autores a postular la vigencia de una
calmente la estructura jerárquica y los princi- nueva etapa histórica, a la que se denomina socie-
pios de calificación del asalariado. dad post-industrial, post-capitalista, post-escasez y
La flexibilización designa entonces dos tipos de en ocasiones post-moderna. Paralelamente, se ha
procesos: señalado una modificación en el tipo de control so-
a) La reconversión de la empresa industrial, cial predominante, consistente en el abandono del
modelo de las sociedades disciplinarias y su reem-
orientada ahora a producir en series flexibles,
plazo por sociedades denominadas de control. Más
de acuerdo a las exigencias múltiples de la
allá del rótulo utilizado, es indudable el impacto del
demanda. Esta reconversión se ha realizado cuadro que presentáramos en el párrafo anterior so-
a través de la conjugación de dos factores, bre el lugar del trabajo como espacio de pertenen-
una incorporación creciente de tecnología cia social. El trabajo industrial, que caracterizaba las
(electrónica, robótica, telemática, etc.) que expectativas obreras de integración, está en crisis y
modifica la concepción tradicional de la línea tiende a retraerse7. El trabajo en el sector servicios
de montaje, y un nuevo tipo de organización asume formas jurídicas eventuales, de baja remune-
del trabajo, que pretende superar las rigide- ración y alta rotación de tareas. Daniel Bell describe
ces del fordismo. la situación del siguiente modo: «(D)urante más de
b) La modificación de la estructura y el conteni- cien años, la "cuestión obrera" dominó a la socie-
dad occidental. El conflicto entre trabajadores y pa-
do del derecho laboral, que pretende adaptar-
tronos oscurecía todos los demás conflictos socia-
se a la flexibilización productiva y reducir los
les fundamentales. (...) El hecho crucial es que la
costos empresariales provenientes de las car- "cuestión laboral" en cuanto tal ya no es central, ni
gas sociales que pesan sobre el empresarios. tiene la fuerza sociológica y cultural suficiente para
La suma de estos factores determina un fenóme- polarizar todas las demás cuestiones en torno a su
no que denominaremos «minimización del derecho eje»8. Es difícil establecer con claridad cuál sería en-
laboral», consistente en la pérdida de incidencia del tonces la actividad que reemplazaría al trabajo como
derecho laboral sobre la vida de gran parte de la po- espacio de pertenencia social, dada la ausencia de
blación económicamente activa. El número de per- distancia histórica que nos separe del problema que
sonas amparadas por el derecho laboral es menor, nos ocupa. De acuerdo a algunos de los autores ci-
tados, el espacio que se perfila como sucedáneo del
y el amparo que reciben los trabajadores beneficia-
trabajo es el del conocimiento. Más allá de recono-
rios de la legislación laboral sufre también modifica-
cer la importancia del conocimiento (o bi~n de la in-
ciones que lo hacen más relativo. La antigua protec- formación) como nuevo eje de la dinámica social, no
ción plena del derecho laboral no desaparece total- creemos que estos elementos ocupen un lugar si-
mente, sino que tiende a quedar reducida a los sec- milar al que venimos describiendo como espacio de
tores productivos de mayor calificación, ligados a las pertenencia social9. Lo que pretendemos sugerir en
tareas esenciales para el funcionamiento de la em- este artículo es que el espacio que caracteriza la
presa. El resto de los trabajadores industriales, y el pertenencia social, así como el territorio de conflic-
resto de los trabajadores en general, quedan some- tos sociales actualmente vigente, se ha desplazado
tidos a nuevos regímenes jurídicos, caracterizados del trabajo al consumo. Si bien esta suposición está
por su inestabilidad y alto grado de rotación, y por lejos de ser definitiva, nos permite al menos postu-
aumentar el grado de discrecionalidad por parte del lar algunas explicaciones plausibles, por ejemplo, a
empleador y disminuir el poder de negociación por la idea que se nos presenta diariamente desde el
discurso político y los medios de comunicación ma-
parte del trabajador. En palabras de André Gorz: «La
sivos: la recuperación económica no pasa por la
sociedad de la desocupación es la que progresiva-
reindustrialización, sino por la reactivación del con-
mente se sitúa ante nuestros ojos: por un lado una sumo. Los índices de empleo pierden en este con-
masa creciente de desempleados permanentes, por texto significado como indicadores de la integración
otro una aristocracia de trabajadores protegidos, y del tejido social; el creciente desempleo es irrele-
entre ellas un proletariado de trabajadores en una si- vante para esta nueva lógica. El signo de pertenen-
tuación precaria realizando las tareas menos califi- cia social más tangible pasa a ser el consumo de
cadas y más ingratas»6. productos cada vez más sofisticados, y no la pro-

5 Cfr. Castillo, J. J. (ed.), La automación y el futuro del trabajo, trol social, cfr. Deleuze, G., «El devenir revolucionario y las crea-
Madrid (1983); Moreno, O. (ed.), Desafíos para el sindicalismo en ciones políticas. Entrevista con Tonio Negri», en No Hay Dere-
la Argentina, Bs. As. (1993). cho n.O6 (1992), Y «La sociedades de control», en Ajo Blanco
6 Gorz, A., Adiós al proletariado, Bs. As. (1989), pág. 11; cfr. n.O 51 (1993).
también Coriat, B., El taller y el robot, México (1992), págs. 231 B Bell, D., op. cit., págs. 194-5.
y ss. 9 El conocimiento o la información vendrían más bien a ocu-
7 Cfr. Bell, D., El advenimiento de la sociedad postindustrial, par el lugar que el capital cubrió en la etapa moderna preindus-
Madrid (1976); Dahrendorf, R., Clase y conflicto en la sociedad trial, y el capital más la tecnología cubrieron en la etapa indus-
industrial, Madrid (1981); Touraine, A., La sociedad postindus- trial. Podríamos describir este lugar como «motor de la dinámica
trial, Barcelona (1969). Con respecto a la modificación del con- social».

58
ducción industrial. Más que a través de la celebra- lentamente, Lin contrapoder incipiente, el de los con-
ción del trabajo fabril, el avance que supera la mo- sumidores y usuarios, permite presagiar nuevos es-
dernidad se presenta a través de imágenes sobre el pacios y formas de enfrentamiento, convirtiendo al
shopping center. De acuerdo a este modelo, poco mercado de bienes y servicios en un nuevo espacio
importa la pérdida de puestos de trabajo, mientras de pertenencia social.
sea posible generar más consumo. En estas condiciones de producción, se inviste al
Paradójicamente, este nuevo protagonismo del consumidor de un espacio decisivo de soberanía: es
consumo ha sido explicado como efecto de las trans- él quien decidirá finalmente cómo se configura el tipo
formaciones en la producción industrial. Cuando la y volumen de la producción y de los servicios ofre-
incorporación de tecnología y la progresiva reformu- cidos 10. Mientras que, por las razones recordadas
lación de técnicas de organización del trabajo habi- en párrafos anteriores, el espacio representado por
litan a la industria a revertir la escasez y a producir el trabajo entra en crisis, el consumo abre un nuevo
una oferta mayor que la potencialmente consumible, territorio de participación en la estructura producti-
el efecto de saturación del mercado produce una va. La colocación de los excedentes requiere sofis-
gran fragmentación de la demanda. De modo que a ticar la estrategia de la empresa en cuanto a la or-
la tradicional producción fordista de productos idén- ganización de servicios de venta, y torna indispen-
ticos en serie, se opone un nuevo tipo de produc- sable alimentar los mercados internos y conquistar
ción, forzada ahora por la demanda, de una serie pa- nuevos mercados, captando círculos de consumido-
ralela de productos similares, con variaciones poco res especificados cuyas demandas estén determi-
significativas, pero sensibles a la masiva diversifica- nadas. El mercado de bienes de consumo y servi-
ción del consumo. cios se caracteriza entonces por presentar a un tiem-
El período de los mercados crecientes y deman- po un proceso de concentración e internacional iza-
dantes de productos estandarizados que justifica la ción del capital que sostiene la oferta, frente a una
fábrica organizada en función de los principios del demanda fuertemente atomizada y estratificada en
taylorismo y el fordismo se agota a mediados de la función de los intereses de los oferentes.
década del setenta, marcando el comienzo de un Ahora bien, ¿qué consecuencias jurídicas trae
nuevo período caracterizado por los crecimientos este tipo de desplazamiento? De acuerdo a nuestra
más lentos y por la diferenciación productiva. Las in- tesis, a cada cambio del espacio de pertenencia so-
novaciones organizacionales y la incorporación de cial corresponde un cambio en la estructura del de-
nuevas tecnologías en los procesos productivos ten- recho, dada por un tipo de juridización de situacio-
dieron a mantener las ventajas económicas de la nes anteriormente desconocida que constituye un
producción de grandes volúmenes, reemplazando la nuevo paradigma jurídico. Pues bien, este nuevo
estandarización por los llamados «productos dife- ámbito jurídico está representado por el denomina-
renciados». De ello resulta la necesidad de líneas do derecho del consumo. El derecho se transforma
flexibles de producción capaces de fabricar produc- para incorporar y a un tiempo controlar el nuevo con-
tos diferentes sin una mayor reorganización y con flicto, rompiendo nuevamente con los principios del
una reducida demora de ajuste. Como dijimos, este derecho civil clásico y gestando, de esa manera, un
cambio en el interior de las unidades productivas tie- nuevo paradigma.
ne estrecha vinculación con las profundas transfor- Los cambios profundos en la forma y alcances de
maciones en el mercado de bienes de consumo. A las transacciones económicas condicionan la apari-
partir de los setenta, tanto en los sectores de pro- ción de nuevos tipos de relaciones jurídicas alteran-
ductos terminados (automóviles, electrodomésticos) do la estructura tradicional de los contratos. El con-
como en los de bienes intermedios (siderurgia, pe- trato, que en palabras de Max Weber es el medio
troquímica, vidrio) los mercados pasan de ser glo- de comunicación del mercado, resulta el instituto de
balmente solicitantes (situación en la que las empre- más rápida adaptación al nuevo tipo de transaccio-
sas tenían mercados garantizados, pues la deman- nes económicas. De tal manera, el interés en fomen-
da era potencialmente superior a la oferta) a ser glo- tar la velocidad de las contrataciones y la estrategia
balmente oferentes: con frecuencia las capacidades de dirigir la oferta de bienes y servicios a consumi-
instaladas se han vuelto superiores a las demandas dores estratificados, facilita la aparición de los de-
solventes. La demanda cautiva y sumisa se volvió nominados «contratos de adhesión a cláusulas pre-
imprevisible y exigente. dispuestas» o «contratos en masa ••, en los cuales
Estos procesos simultáneos que se alimentan re- el contenido del sinalagma es determinado de ante-
cíprocamente provocan cambios profundos en la mano por la empresa vendedora de bienes o servi-
economía capitalista. La fábrica abre paso a la em- cios, mediante formularios prototípicos destinados a
presa. La sobreproducción de bienes que ya no un estrato de consumidores donde la voluntad del
cuentan con beneficios asegurados provoca a su contratante se transforma en mero asentimiento. La
vez un masiva transferencia de recursos hacia el evidente debilidad del consumidor individual se re-
sector servicios. El capital, que tenía su mira en la fleja en la falta de proporcionalidad de las prestacio-
producción y su conflicto central en el mercado de nes que caracterizan este tipo de acuerdos. Esta cir-
trabajo, traslada su atención al producto y se enfren- cunstancia determina el inmediato interés del Esta-
ta a un nuevo ámbito de conflicto: el del mercado de do en intervenir en su regulación: si bien justificada
bienes de consumo y servicios. Al tiempo que el po- moralmente por la corrección de las desproporcio-
der de los trabajadores asalariados se desvanece nes, esta intervención se explica más profundamen-

10 Cfr. Coriat, B., El tal/er y el robot, cit.; Lancaster, K., Mo-


dem Consumer Theory, Brookfield (1990).

59
te por la necesidad de proteger los «mecanismos na- ciones laborales el derecho contractual tradicional
turales del mercado» evitando distorsiones a la libre se convierte, a partir de la intervención estatal, en
competencia entre los oferentes, ya afectada por la un derecho reglamentario. En forma similar, en el
creciente concentración de capitales. nuevo ámbito del mercado del consumo, el estado
Las nuevas formas de contratación que se dan los participa preventivamente en el contrato (y aun en
propios agentes y la regulación estatal que tiende a la oferta pública anterior al mismo) mediante el es-
fijar las reglas del incipiente conflicto con el fin de tablecimiento de normas mínimas de protección que
proteger las «leyes del mercado» conforman un nue- tienen carácter imperativo y que se denominan «or-
vo paradigma jurídico denominado derecho del con- den público económico de protección». También in-
sumidor o del consumo. Hablamos de un nuevo pa- terviene con propósitos reparadores, instituyendo la
radigma por cuanto los presupuestos del derecho ci- posibilidad de decretar nulidades parciales o bien a
vil clásico resultan nuevamente desplazados. Como través de la regla de interpretación en contra del pre-
hemos visto, el acuerdo de voluntades (consenti- disponente, lográndose una verdadera recomposi-
miento) entre personas libres e iguales (dos cives ro- ción del contenido original del negocio 11.
manos o dos propietarios burgueses) que tras una Otro espacio de tensión entre el paradigma emer-
negociación razonada establecen obligaciones recí- gente y el derecho civil tradicional es el concepto y
procas más o menos proporcionadas a las cuales alcance de la responsabilidad originada en daños
se ajustan como a una ley, respondiendo con su pa- causados por los productos elaborados. Hemos ya
trimonio ante el incumplimiento, es el modelo de re- referido cómo en los orígenes de la revolución in-
lación incuestionada que explica y da forma al con- dustrial y del maquinismo, el concepto de culpa en
trato civil. Sólo como excepción se admite que el tanto fundamento excluyente del deber de reparar el
consentimiento pueda en ciertos casos estar vicia- daño fue paulatinamente desplazado por la idea de
do, o que las prestaciones puedan ser despropor- riesgo profesional con la incorporación del nuevo pa-
cionadas por el aprovechamiento de un estado de radigma del derecho del trabajo. Esta noción se in-
necesidad, o desfasarse por un acontecimiento im- sertó luego en el derecho civil, a partir de la teoría
previsto, o que en determinados supuestos, su exi- del riesgo creado.
gibilidad tal como han sido pactadas puede ser abu- El nuevo fenómeno de la responsabilidad por los
siva. El derecho del consumidor presupone un nue- productos elaborados, que acompaña el desarrollo
vo modelo de relación: la empresa (o el grupo de de la producción y el comercio en masa, debió en-
empresas que dominan un sector del mercado) que, contrar sus propias reglas para adjudicar el resarci-
tras una cadena de circulación que parte del fabri- miento, forzando a veces las nociones tradicionales
cante, impone a un consumidor individual la adqui- de culpa o riesgo. En el common law, el problema
sición de un producto o servicio exigiendo su adhe- de la reparación de las nuevas formas de daño a los
sión a condiciones que ha predispuesto en función consumidores se resolvió mediante el estableci-
de un sujeto ideal al que ha dirigido la oferta. De tal miento de principios o reglas que prevén distintos
modo, la ausencia de negociación, la desigualdad supuestos de responsabilidad del fabricante y cir-
entre las partes, la posible desproporción de las obli- cunstancias eximentes (por ejemplo, error en el di-
gaciones, la posibilidad de abusos o explotación de seño, fallas en la fabricación, omisión de instruccio-
las necesidades de la parte más débil, la probable nes o advertencias, uso inadecuado del produc-
intención de la empresa de evadir los compromisos to, etc.). En el caso del derecho continental, más re-
asumidos mediante cláusulas ambiguas u ocultas sistente al cambio, se acuñaron nuevos conceptos
(letra chica), constituyen el nuevo marco referencial para atribuir el daño entre los contratantes, procu-
rando mantener el problema en los marcos tradicio-
de operacion jurídica. Corresponde señalar que la si-
nales de la responsabilidad civil. Uno de los prime-
tuación ideal que sirve de base a la nueva normati-
ros factores de atribución utilizados en el ámbito
va contiene casi todos los elementos que el dere- continental fue el «deber de seguridad» del fabrican-
cho civil clásico consideraba irregulares o excepcio- te. De acuerdo a esta noción, todo contrato lleva im-
nales en relación a la situación ideal que presupo- plícita la obligación de los contratantes de no cau-
nía. No resulta difícil, por lo tanto, imaginar por qué sarse daño. Se trata de una llamada obligación de
el nuevo tipo de conflictos característicos del mer- resultado, de manera que basta la existencia del
eado contemporáneo no pudo ser retenido por el tipo daño para acreditar el incumplimiento. Sin embargo
de relaciones jurídicas imaginadas por el paradigma la regla res inter alios acta (el contrato es inoponible
tradicional. a terceros) actuó como una barrera infranqueable
Otro elemento caracterizador de la nueva norma- para extender la responsabilidad contractual hasta
tiva contractual es la facultad amplia del Estado de el fabricante cuando había existido intermediación
intervenir en el contrato. En el ámbito del derecho ci- en la comercialización del producto, por lo que en ta-
vil la abstención del Estado y el respeto de la auto- les supuestos el deber de seguridad tal como había
nomía de la voluntad de los contratantes sólo regis- sido previsto resultaba inútil. Se echó mano enton-
traba contadas excepciones, como por ejemplo el re- ces de la teoría del «riesgo creado» al poner en cir-
gistrado en materia de arrendamientos urbanos, du- culación el bien, y se avanzó sobre la idea de la res-
rante cortos períodos denominados de «emergencia ponsabilidad objetiva extracontractual y la solidari-
económica». Como vimos, sólo en materia de rela- dad en la cadena de circulación de las mercaderías,

11 V. articulo 37 de la Ley 24.240; cfr. Mosset Ithurrarspe, J. cios, Bs. As. (1994); Stiglitz, G. y R., Derecho y defensa de los
y Lorenzetti, R., Defensa del consumidor, Sta. Fe. (1993); Stiglitz consumidores, Bs. As. (1994).
G. y otros, Defensa de los consumidores de productos y servi-

60
no sin motivar profundos debates y disidencias doc- esta explicación, la nueva reglamentación del pro-
trinarias. En algunas legislaciones se propone la teo- blema del consumo significa en otro sentido, del mis-
ría del «riesgo social», trasladando la responsabili- mo modo señalado en el caso del derecho del tra-
dad por el producto al Estado o a un régimen de se- bajo, una vía para igualar la situación de las empre-
guro obligatorio, pero doctrinariamente se cuestiona sas (igualación de sus costos, su poder negocial, su
la idea dado que -se dice- desincentiva los actos responsabilidad, sus reglas de contratación) frente
preventivos y multiplica los riesgos para los con- al incipiente conflicto social del consumo. Como di-
sumidores 12. jimos, el capital ve de a poco trasladarse el espacio
Otro elemento diferenciador del sistema es la apa- de resistencia desde la fábrica al mercado. Si bien
rición de organizaciones colectivas que, represen- el nuevo espacio de tensión tiene su origen en los
tando intereses difusos de los consumidores, pue- factores económicos ya mencionados, éste recibe el
den intervenir en las relaciones obligacionales con- impulso del Estado que, como señala Norbert Reich,
cretas entre éstos y los fabricantes. Se trata de una mantiene una doble política. Por un lado incentiva el
nueva excepción al res inter alias, ya que estos su- contrapoder de los consumidores para nivelar en lo
jetos colectivos poseen legitimación para demandar posible demanda y oferta y tornar más previsible el
el cumplimiento de los compromisos contractuales y proceso de formación de precios. En sentido inver-
entablar acciones legales, tanto para requerir la nu- so, desincentiva la formación de un contrapoder que
lidad de cláusulas abusivas como para exigir, por pueda inflexibilizar la demanda y descontrolar el
ejemplo, resarcimiento patrimonial por daños causa- mercado. Del mismo modo, si bien por un lado au-
dos por los productos elaborados. Si, como dijimos, menta el costo del mercado al extender la respon-
el nuevo paradigma surge en un mercado de oferta sabilidad de la empresa, y controlar la falta de pro-
concentrada y demanda atomizada en el que el Es- porcionalidad de las prestaciones en los contratos,
tado se mostraba deseoso de impedir que la debili- por otro, iguala el poder de las empresas para afron-
dad de los consumidores alterara la fijación de los tar el nuevo espacio de conflicto equiparando sus
precios, la aparición de sujetos colectivos de consu- posiciones a través de la unificación de las reglas
midores genera una nueva disyuntiva, que vista des- de su concurrencia al mercad013. En este último
de un punto de vista económico puede enunciarse sentido, no es extraño que muchos juristas conside-
así: por un lado, las asociaciones resultan útiles para ren antecedentes del actual derecho del consumo
equiparar las relaciones de fuerza entre la demanda las leyes que desde los años cuarenta combaten las
y la oferta, pero por otro, pueden generar nuevas y formaciones monopólicas y la competencia desleal.
desconocidas rigideces en la demanda de produc- El sentido horizontal del nuevo derecho (el obje-
tos, alterando imprevistamente los precios y condi- tivo de igualar costos y condiciones de competencia
ciones de venta. Como puede verse, se trata de una entre empresas incluso en relación a mercados ex-
línea argumental similar a la generada por el surgi- tranjeros), a pesar de no ser el más explicitado ni
miento de los sindicatos en relación al salario en el evidente, explica el arduo debate acerca de las fa-
mercado del trabajo. Desde el punto de vista políti- cultades de las organizaciones de defensa de los
co, los sujetos colectivos de consumidores bien po- consumidores y sobre las diversas soluciones pro-
drían representar en el futuro un nuevo contrapoder, curadas en materia de responsabilidad civil de los
alterando las modalidades del conflicto. Sin embar- fabricantes.
go, a diferencia de los sindicatos en los orígenes del Si bien la denominación «derecho del consumi-
conflicto obrero, la enorme estratificación de los con- dor» tiene una fuerte carga positiva que resalta la re-
sumidores, alentada desde una oferta que procura lación vertical entre demandantes y oferentes, de-
diferenciar múltiples sectores con preferencias diver- jando en un segundo plano la relación horizontal en-
sas de consumo, parece el principal escollo para que tre las empresas, lo cierto es que el nuevo derecho
los nuevos sujetos colectivos representantes de con- tampoco es un derecho reivindicativo, ni protectorio,
sumidores se tornen importantes referentes socia- ni moralizador, sino un derecho de organización y
les. Resulta también cierto que la estabilidad y ho- control del mercado de bienes y servicios en tanto
mogeneidad de las relaciones laborales generan en- nuevo espacio central de conflicto dentro del capital
tre los trabajadores problemas comunes y vínculos y entre el capital y las personas.
de solidaridad que no parecen emerger del acto fu- Como puede verse, la noción de derecho del con-
gaz del consumo. Sin embargo, si admitimos que el sumo desarrolla alguna de las excepciones que tam-
consumo representa un nuevo espacio de pertenen- bién el derecho laboral planteaba a los principios del
cia social, bien puede predecirse, a partir de la de- derecho privado clásico. Fran(lois Ewald plantea
fensa de los intereses de los consumidores, el ad- esta continuidad a través de la noción de derecho
venimiento de una nueva dirigencia social y política. social. El derecho social se caracterizaría por:
Así como el derecho del trabajo se presentó como - Ser de un derecho de grupos y no de indivi-
el resultado de largas luchas obreras que veían cris- duos. El individuo goza de sus beneficios sólo
talizadas sus conquistas, el derecho del consumidor en la medida de su pertenencia a un grupo; se
se justifica moralmente como instrumento útil para trata de un derecho del individuo situado o
contrarrestar la desprotección de los sujetos en el calificado.
mercado y simultáneamente evitar distorsiones en - Ser un derecho de desigualdades, que pre-
sus «leyes naturales». Sin embargo, más allá de tende constituirse en instrumento que las com-

12 Bustamante Alsina, op. cit.; Goldemberg, op. cit.; Kelly, J. 13 Reich, N., Mercado y derecho, Barceona (1985), cap. IV.
A., Responsabilidad del fabricante, Bs. As. (1987).

61
pense. Se trata de un derecho que tiende a colectivos refleja una diferencia profunda entre el
concebir la relación jurídica como estructural- tipo de relaciones sociales generado por el trabajo
mente desigualitaria, rechazando la concep- y el tipo de relaciones sociales generado por el con-
ción del contrato en término de equilibrio de sumo. El tipo de respuesta social generada por el es-
las prestaciones, autonomía de la voluntad o pacio de pertenencia social del trabajo puede ser ca-
protección del consentimiento. racterizada como «densa», e implica un mayor en-
- Hallarse ligado fundamentalmente a una so- volvimiento en la actividad política, un alcance ma-
ciología, cuya tarea es la de señalar cuáles son yor en sus reivindicaciones, cierta distancia crítica
las relaciones sociales pertinentes, qué rela- con respecto a la legalidad formal, una práctica
ciones ligan a las clases, cuáles son sus ne- constante de confrontación y negociación con el otro
cesidades y aspiraciones, desplazando así a polo del conflicto. El tipo de respuesta social gene-
la filosofía o a la moral, que se presentaban rada por el consumo puede ser descrita como «lá-
como fundamento del derecho civil clásic014. bil» o «difusa», y se caracteriza por un menor alcan-
ce en sus reivindicaciones, limitadas al propio espa-
De acuerdo a Ewald, el derecho del trabajo (y de
cio del consumo y raramente extendidas a las mo-
la seguridad social) es sólo la primera expresión his-
dificaciones de otras condiciones de la vida social,
tórica del derecho social, pero también revistirían
un menor contacto con organizaciones políticas de
ese carácter el derecho del consumo, el derecho de otro orden, un nivel menor de contacto directo con
los accidentes, el derecho ambiental y el derecho al el polo opuesto del conflicto (los productores), limi-
desarrollo. tado casi siempre a los casos de vulneración de de-
Más allá de la posibilidad cierta de involucrar al rechos. Parece no existir; al menos claramente, una
derecho laboral y al derecho del consumo dentro de contrapartida «consumista» a la utopía obrera de la
una matriz común, creemos que es útil señalar las cogestión y participación en la dirección y ganancias
tendencias en las que el derecho del consumo se de las empresas. El grado de movilización de las
aleja del derecho del trabajo, ajustándose de modo asociaciones de consumidores no parece poder al-
distinto al espacio de pertenencia social que le da canzar hoy en día los picos más altos de moviliza-
origen. El primer punto que nos interesa señalar es ción del movimiento obrero.
el siguiente: si bien el derecho del trabajo es un de- Un tercer nivel de diferencias, vinculado con el an-
recho cuyos actores son al menos parcialmente gru- terior, consiste en la ausencia de espacio de crista-
pales, el tipo de relación diseñada por el derecho la- lización jurídica del resultado de negociaciones en-
boral sigue correspondiendo al modo de relación tre ambos polos del conflicto en el ámbito del con-
cara a cara entre individuos pensada por el derecho sumo. No hay equivalente «consumista» a los con-
privado. El sustrato de la relación jurídica entre la pa- venios colectivos de trabajo. Las asociaciones de
tronal y la parte obrera está dada por una interac- consumidores limitan su acción al lobby legislativo
ción diaria y estrecha: la prestación de trabajo. El cuando pretenden ampliar sus reivindicaciones, alli-
nexo que los vincula es prácticamente personal, tan- tigio judicial cuando discuten violaciones de sus de-
to en la relación de trabajo individual como en la co- rechos, y a la acción directa de desprestigio público
lectiva. El derecho del consumo rompe totalmente de las empresas a las que se considera violadoras
con este modelo de relaciones cara a cara. Las re- sistemáticas de principios de lealtad comercial o pu-
laciones entre productor y consumidor son absolu- blicitaria o de seguridad y calidad de la producción.
tamente impersonales: la única interacción entre Pero no existe atribución para pactar a priori las con-
ambos actores de la relación jurídica es el fugaz mo- diciones de producción, circulación o publicidad de
mento del consumo. los bienes o servicios ofrecidos. Esta función queda
En segundo término, la forma de constitución his- reservada a la reglamentación estatal. En este sen-
tórica de los sujetos colectivos de ambos modelos tido, el rol que asignaba el derecho laboral al sindi-
muestra diferencias. El surgimiento de sindicatos cato era mucho más amplio que el asignado por el
preexistió a su reconocimiento jurídico, vinculándo- derecho del consumo a los sujetos colectivos que lo
se su creación con la práctica política fundamenta- caracterizan, tomando el estado la atribución de de-
da en proyectos de orden revolucionario. Distinto es terminar las condiciones que limiten las facultades
el caso de las ligas o asociaciones de consumido- de los productores.
res, que en principio se nuclean a los fines de lograr Estas diferencias son sólo algunos ejemplos del
el respeto de derechos y reglamentaciones vigen- distinto carácter cualitativo del modo de integración
tes, logrando paulatinamente la extensión de su es- social determinado por el trabajo y por el consumo,
tatuto de derechos, especialmente en lo que se re- y de las correlativas diferencias en su juridización.
fiere a su legitimación procesal. Es difícil registrar en El tema ha recibido poca atención, especialmente
este tipo de asociaciones reivindicaciones utópicas desde el punto de vista del derecho, y ofrece un rico
o revolucionarias 15. Este perfil distinto entre sujetos y vasto campo de investigación.

14 Ewald, F., «Le droit du travai/: une légalité sans droit?», en midores en Francia. V. Pinto, L., «Le consommateur: agent éco-
Droit Social n.O11 (1985), págs. 723-8, y «A concept o( social
law», en Teubner, G. (ed.), Di/emmas
Berlfn (1986), págs. 40-75.
o, law in the welfare state,
nomique et acteur politique», en Revue Fran~aise de Sociologie
n.o31 (1990), págs. 179-200, y «La gestion de un label politique:
la consommation», en Actes de la Recherce en Sciences Socia-
15 Es muy interesante consultar al respecto los trabajos de les n.o91-2 (1992), págs. 3-19. Cfr. también Wieviorka, M., L 'é-
Louis Pinto acerca de la constitución de asociaciones de con su- tat, le patronat et les consommateurs, París (1977).

62
ALGUNAS PRECISIONES FINALES secuencias del desarrollo de la dogmática en ámbi-
tos particulares del derecho: la dogmática cumple al
Finalmente, queremos volver sobre algunos as- mismo tiempo una función progresiva, extendiendo
pectos que hacen a la definición de lo que denomi- el campo particular del saber en cuestión, y una fun-
namos espacio simbólico de pertenencia social. En ción conservadora, manteniendo una ostensible ten-
principio, es importante aclarar que el hecho de que sión entre la normalización del saber jurídico y las
planteemos cierto reemplazo sucesivo de distintos modificaciones producidas en el ámbito del conflicto
espacios de pertenencia social, y en consecuencia social regulado. El problema del cambio de paradig-
de distintos modelos de estructuración jurídica, no mas jurídicos debe atravesar y quebrar esta tensión:
implica postular la desaparición total del espacio y durante un período determinado, la dogmática de-
modelo jurídico anterior, sino sólo un desplazamien- sarrollada por un paradigma intenta dar cuenta e in-
to de importancia simbólica, y en definitiva una ma- terpretar los cambios sociales a través de modifica-
yor incidencia económica en la estructura de ocupa- ciones ad hoc de sus propios principios. Denomina-
ción y producción de una formación social determi- remos a este fenómeno «plasticidad» de los para-
nada. No estamos planteando que el libre intercam- digmas jurídicos. Cuando el tipo de modificación de
bio de mercaderías, el trabajo o el consumo consti- la realidad social sea tan importante que resulte im-
tuyan el único espacio que determine la integración posible extender aún más esta plasticidad (por ejem-
al conjunto social, sino solamente señalando ten- plo, con la modificación de lo que denominamos es-
dencias que sugieren su creciente importancia en pacio simbólico de pertenencia social), se produce
los respectivos períodos históricos. El desplaza- la constitución de nuevos paradigmas. Por supues-
miento del modelo individual de relaciones propio del to, es difícil determinar el momento preciso en que
derecho civil por el esquema de relaciones colecti- se produce este cambio, que más que un reempla-
vas del derecho laboral no implica la desaparición zo abrupto constituye un proceso de paulatina im-
del primero, sino únicamente una mayor importan- posición de un nuevo paradigma en ascenso. Pero
cia relativa, calificada por el número de personas una buena guía para estudiar los momentos de mo-
abarcadas por este nuevo modelo de relaciones y dificación de paradigmas estará dada cuando las es-
por el mayor peso económico que genera la activi- tructuras de un paradigma vigente no sean ya aptas
dad regulada por el derecho laboral (es decir, el tra- para retener jurídicamente el conflicto social emer-
bajo industrial). Del mismo modo, no estamos plan- gente. La suma de presiones destinadas al cambio
teando que en nuestros días se esté produciendo es ejercida desde todos los márgenes del conflicto,
una desaparición total del esquema del derecho la- ya que se trata de instalar normativamente las res-
boral a favor de nuevas formas de relación jurídica pectivas posiciones de fuerza en el conflicto, esta-
del estilo del derecho del consumo, sino una mini- bilizándolas, de manera que el derecho actúa al mis-
mización, o pérdida relativa de importancia de las re- mo tiempo como un espacio para garantizar la per-
laciones laborales, frente a un desplazamiento sim- durabilidad de ciertos intereses y como una vía para
bólico hacia áreas ligadas al consumo como espa- detener su extensión ilimitada. Ya hemos visto cómo
cio de inserción social. Este gradual cambio de pa- el derecho laboral extiende el estatuto de derechos
radigmas puede explicarse mejor como un proceso del trabajador asalariado, mientras que limita la ex-
de complejización del derecho, antes que como un tensión del conflicto e iguala a los empleadores, ase-
proceso de eliminación de un tipo de estructura ju- gurando condiciones de competencia similares en el
rídica por otro más novedoso. mercado. El derecho del consumo consolida nume-
Emplear el molde de la teoría de los paradigmas rosos derechos en favor de los consumidores, pero
supone también aceptar las consecuencias de nor- también funciona como válvula que controla la ex-
malización del nuevo paradigma constituido sobre el tensión de esos derechos e iguala las cargas de los
ámbito del saber particular que adquiere vigencia. empresarios frente a los conflictos motivados por el
En el campo del derecho esto significa la constitu- consumo masivo consagrando el postulado de la li-
ción de un nuevo sistema de ideas, descrito en ge- bre concurrencia.
neral como principios o instituciones del derecho en Si bien los nuevos paradigmas jurídicos reflejan
cuestión, y el desarrollo de una dogmática jurídica cambios de la estructura económica, también actúan
que da forma y ordena el contenido de la nueva co- directamente sobre el conflicto social fijando sus
dificación de acuerdo a aquellos principios. Se ha causas y sus límites. Exportado al ámbito del dere-
caracterizado tradicionalmente este proceso como cho, el conflicto social adquiere una nueva defini-
de «autonomización» de una rama del derecho. En ción: los términos, intereses, reivindicaciones, suje-
general el proceso consiste en la creación de un es- tos y espacios físicos que conformaban el conflicto
pacio de interpretación teórica y práctica propio, ve- original son reemplazados por nuevos conceptos,
rificado en lo académico con la creación de cátedras sujetos, derechos, ámbitos y mecanismos de discu-
en las universidades, o bien con el desarrollo de una sión 16. Esta redefinición de conflictos sociales en
nueva bibliografía propia de la materia, y concreta- términos jurídicos y su procesamiento en el propio
do en la práctica jurídica con la creación de un fuero ámbito del derecho es útil para entender la existen-
propio (como, por ejemplo, los tribunales del traba- cia de desajustes entre la evolución de los conflic-
jo), y con el desarrollo de la legislación pertinente. tos sociales y la velocidad con la que el derecho pue-
Es interesante señalar además algunas de las con- de dar cuenta de esta evolución.

16 Cfr. Faria, J. E., «Dogmática jurídica y conflicto social», en


Crítica Jurídica n.O9 (1988), págs. 37-45.

63

También podría gustarte