San Anselmo de Canterbury

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San Anselmo de Canterbury 

Teólogo, filósofo y prelado de la Iglesia 

"Haz, te lo ruego, Señor que yo sienta con el corazón lo que toco con
la inteligencia".

Nació en 1033 en el seno de una familia acomodada en Aosta, en el


norte de Italia.

A los veintisiete años, en 1060, Anselmo ingresó en el monasterio de


Becen, donde se convirtió en discípulo y amigo de Lanfranco. Al ser
nombrado éste abad de San Esteban de Caen, tres años más tarde,
Anselmo pasó a ser el prior de Becen.

Animado por sus monjes llevó al papel las meditaciones en que


basaba sus enseñanzas, escribiendo sus dos obras mas conocidas: El
Monologium, (modo de meditar sobre las razones de la fe), en el que
daba las pruebas metafísicas de la existencia y la naturaleza de Dios,
y el Proslogium (la fe que busca la inteligencia) o contemplación de
los atributos de Dios.

En 1093, a la muerte de Lanfranco, el Papa llamó a San Anselmo para


reemplazarlo en el arzobispado de Canterbury, y como arzobispo
participó en una época de grandes conflictos con el rey Guillermo II,
el sucesor de Guillermo el Conquistador, sobre la independencia de
la Iglesia del poder real. Tanto dentro de Inglaterra como en su exilio
italiano, Anselmo estuvo siempre enfrentado con los poderes
seculares.

En el año 1100, cuando Enrique I heredó el trono quiso también


nombrar él mismo a los obispos y disponer de los bienes de la Iglesia.
Anselmo se le opuso y Enrique quiso expulsarlo. El Sumo Pontífice
amenazó con excomulgar al rey si expulsaba al arzobispo. Entonces
enviaron delegados a Roma y el Papa dio la razón a Anselmo. El
santo consiguió con sus ruegos en Roma que no fuera sancionado el
rey y así obtuvo que Inglaterra no se separara de la Iglesia Católica.

Regresó a Canterbury en 1106, donde vivió hasta el día de su muerte


el 2 de abril de 1109.

San Anselmo de Canterbury fue canonizado en 1163 y


declarado doctor de la Iglesia en 1720. El día de su fiesta se celebra
el 21 de abril.

San Anselmo: Presciencia, Predestinación, Gracia y Libre Albedrío


Llevo unas semanas con el Santo de Canterbury viniendo a mi mente constantemente; entre
correos, blogs, artículos y amigos tocando temas alusivos a tópicos importantes para él me animo a
repasar su obra: "De Concordia Praescientiae, et Predestinationis, et Gratia Dei cum Liberto
Arbitrio" (De La Concordia de la Presciencia, la Predestinación y la Gracia de Dios con el Libre
Albedrío)1.
San Anselmo pretende mostrar que la existencia de la
Presciencia divina, la Predestinación y la Gracia son perfectamente compatibles con la existencia
del libre albedrío. Se trata de cada uno de los tres primeros puntos provenientes de Dios por
separado y su congruencia con el libre albedrío, aunque en cada uno se hace referencia a los
demás, se ahonda, profundiza y superan los enunciados primeros. 

Ya en algún que otro post (aquíy acá) he tratado el asunto de cómo nuestra doctrina sobre estos
temas se venía desarrollando entre acaloradas discusiones, objeciones e imprecisiones mucho
antes de la aparición del Protestantismo. Para antes del año 1110 (cuando ya Anselmo había
escrito esta obra) ni siquiera los tatarabuelos de los Reformadores, los Albigenses, habían sido
condenados abiertamente por la Iglesia. Ni John Hus, ni John Wycliffe pensaban nacer y ya
Anselmo hablaba de cómo habían no pocos cristianos que optaban por creer sólo en uno de los
elementos divinos mencionados rechazando la existencia del libre albedrío a la hora de buscar
conciliaciones.

Anselmo, como buen católico, no pone nunca en duda la existencia ni de la Presciencia divina, ni
de la Predestinación, ni de la Gracia y tampoco del libre albedrío. No dirige sus esfuerzos a probar
la existencia de ninguno de ellos. Para él su existencia es doctrina revelada, de fe, e
incuestionable. Su obra es, como él atestigua, un intento por ayudar al que quiere dejar fuera uno
de estos elementos porque no tiene cómo concilar la existencia entre ellos. Y como él ha sido
ayudado por Dios para recibir inteligencia y sabiduría en estos asuntos, las comparte.

Lo que se me hace más interesante en esta obra es que ella fue parida fuera de la tierra de las
contiendas. Aquí no hay concilio, ni anatemas, ni herejes. No hay repliegues hacia defender alguna
postura pre-establecida, ni miedo a hacer partido con algún bando de rebeldes. Aquí lo que hay es
un hombre recibiendo ayuda y revelación de Dios para mostrar lo que es Revelación.

La razón de ser de una obra así radica en la importancia que Anselmo le da a la libertad de
elección que el hombre tiene. Para él después que el hombre alcanza la edad en la que puede
hacer uso de esta libertad de elección no hay posibilidad de que se salve sin el uso de su voluntad.
Más aún, después de alcanzada esta edad el hombre no se puede salvar sin ser justo. Dadas estas
dos máximas: que sin una voluntad que toma elecciones libres y sin justicia no puede haber
salvación, toda la obra girará en torno a qué papel juega la voluntad en la consecusión de la
justicia y la salvación, dado que no se puede negar que exista, Presciencia, Predestinación y
Gracia de Dios.

Justicia es para Anselmo la rectitud de la voluntad mantenida por su propio beneficio. Libertad, en
el mismo sentido, es la habilidad de mantener esa rectitud de voluntad por su propio beneficio. Lo
de "por su propio beneficio" va en el sentido de que no hay un ulterior motivo para querer
mantenerla que el hecho de mantenerla. No se persigue otro fin al tenerla o quererla. Por eso no
se justifica abandonarla por nada. Ella debe ser querida por lo que ella es, no por lo que
proporcione o deje de proporcionar.
A esta doble definición hay que volver una y otra vez si queremos entender la intención y la
demostración del Santo de Aosta.

Para Anselmo libertad no es una indiferencia existente en el hombre para elegir entre el mal o el
bien. Libertad, es lo que produce la rectitud de voluntad en el hombre que le hace optar por lo
que es recto, no por lo que es beneficioso con un fil ulterior.

Aquí el Santo hila fino. Y para no perderse es mejor seguirle con calma y en círculos concéntricos
que van creciendo en diámetro: volviendo a lo mismo, pero ensanchándolo.

En vez de definir libertad como indiferencia para hacer una cosa o la otra, Anselmo habla de dos
voluntades en el hombre. Una que desea lo beneficioso y otra que desea lo recto (justo). La que
desea lo beneficioso siempre está en el hombre, pero la que desea lo recto sólo procede de la
rectitud de voluntad que existe en el hombre. Esa rectitud de voluntad no es natural. Es un regalo
que Dios le dio al hombre al crearlo, pero este regalo es separable de la naturaleza humana. Dios
se lo dio para que el hombre lo mantenga con una decisión libre de su voluntad, para que quiera
mantenerlo. Cuando el hombre optó por algo no-recto (injusto) perdió ese regalo y se quedó a
merced de una sola voluntad: la que quiere lo beneficioso para él.

El hombre podía mantener siempre la rectitud de voluntad porque de la misma rectitud de


voluntad, que es regalo, procedía la fuerza en él para poder optar por lo recto, por su propio
beneficio. Al optar por lo in-justo el hombre pierde la rectitud de voluntad que le capacita a optar
por lo recto.

El hombre sin rectitud de voluntad es aquel hombre que ha perdido el regalo de Dios.

El hombre sin rectitud de voluntad queda a merced de todos los deseos que surgen de su
naturaleza, queda preso del engaño, de la oscuridad del no saber y nacen en su alma toda clase de
apetitos desordenados como crece la mala-hierba en el campo sin cultivar o trabajar. Quedándose
así inclinado irremediablemente a optar por lo in-justo.

No nacía Jansenio, ni Calvino, pero ya este Santo encontraba revelación para corregirles antes de
nacer. No era Anselmo un pesimista, ni un abogado de la total depravación de los caídos. Anselmo
vuelve una y otra vez a la máxima de que la vida eterna, la salvación, se le ha ofrecido al hombre
justo. No al que obra alguna justicia, sino al que tiene rectitud de voluntad y la mantiene por su
propio beneficio. Es incompatible con la promesa del Cielo una justicia a medias. O se tiene
rectitud de voluntad plena o no se tiene.

Insiste el Santo, curándose en salud de una posible bala del fuego cruzado entre infralapsario o
supralapsarios calvinistas o luteranos, diciendo que la concupiscencia que queda en los bautizados
no es concretamente pecado, sino sólo los actos de injusticia que ellos comentan. Pero no deja de
insistir tampoco el Santo, y aquí pienso yo deberíamos seguirle más de cerca, que una vez se ha
perdido la rectitud de voluntad por un pecado de hecho, el hombre queda sometido a un remolino
que lo va hundiendo al abismo de pecado en pecado hasta que la gracia lo salve.

Habiendo hecho el recorrido así, distinto al que siguió Anselmo, ahora podemos eliminar las tres
dificultades con gran facilidad y brevedad.

Si Dios creó al hombre con libre albedrío, dándole el regalo de la rectitud de voluntad, no sólo
para que la mantenga con libertad sino para que lo disfrute a Él y sea dirigida su voluntad-
beneficiosa por la voluntad-recta, pues es claro que Dios pre-conoció esto antes de crearlo.
Entonces no hay necesidad en los actos que hace el hombre por el hecho de que Dios los haya pre-
conocido, y es así porque Él los pre-conoció como actos libres y los trae a existencia así, como
actos libres de la voluntad-recta que es libre y se mantiene en libertad.

En el orden del la Predestinación dirá el Santo que sólo los actos que son predestinados por Dios
pueden ser meritorios o justificatorios. Es decir que sólo lo que Dios ha determinado que ocurrirá
como obra buena es lo que puede traerle justicia al hombre, por lo tanto salvación. Evidentemente
la primera objeción que salta a la luz es que si Dios ha pre-determinado (que es lo que significa
Predestinación para él) que algo ocurrirá entonces la acción con la que eso se hace no es libre.
Siendo la segunda objeción que si Dios todo lo pre-determina entonces Él es el responsable de las
obras malas y condena al hombre injustamente por ellas, rompiendo así el orden de la justicia.
El de Aosta despacha ambas objeciones de la siguiente manera. La primera cae por su propio peso
con argumento similar al de la Presciencia: Dios pre-determina que los actos buenos del hombre
serán hechos libremente. Está la máxima de que si el hombre no opta libremente por la justicia
entonces no es justo. Pero si Dios salva a los justos y él predestina su adquisición de justicia,
entonces Dios debe pre-determinar que obtengan la justicia haciendo libre uso de su voluntad.

La respuesta a la segunda es elegante y particular. Dios predestina tanto las obras buenas de los
justos como las malas de los injustos. En ambas Él es causante de ellas esencialmente. Pero como
una obra injusta es ausencia de ser, no es nada que Dios pueda haber causado. Dice Anselmo que
se puede decir que Dios ha predestinado a los injustos en el sentido de que no les ha salvado de su
maldad y los dejó al correr de su propia elección de abandonar la justicia. Por tanto Dios no causa
sus obras malas en el hecho de que son malas sino por el simple hecho de que son obras, Dios les
ha dado su ser, al haberle dado el instrumento y posibilitado la inclinación del hombre hacia ellas.
Como Dios creó al hombre con el fin de que mantenga libremente su rectitud de voluntad y le
capacitó para que mantenga esta rectitud de voluntad, otorgándosela Él mismo, pues no se puede
acusar a Dios de haber creado hombres para que renieguen de la justicia. Es el hombre sólo el
responsable de su condenación. Dios sólo es causante, predestinante, de ese abandono del hombre
en el sentido de que Dios le dio la voluntad con la que el hombre opta por la injusticia, pero la
elección de la injusticia jamás se puede pensar sea causada por Dios en cuanto se opta por algo no
creado por Dios, algo que de por sí no es creación. Esto en el mismo sentido que la concupiscencia
no es mala en sí misma por el hecho de que hay una voluntad que desea algo sino por el deseo de
ese algo que no es creado ni querido por Dios y viene de la ausencia de justicia en el hombre. Bye
bye doble-predestinación.

Llegados aquí, a los últimos círculos, Anselmo ha repetido varias veces que Dios le ha otorgado
graciosamente una rectitud de voluntad al hombre que él, por su sola culpa, ha perdido. Insiste
Anselmo en que esta rectitud no se la puede otorgar ninguna otra criatura y se subraya la
imposiblidad que tiene el hombre de alcanzar esta rectitud porque para tener rectitud de voluntad
hay que querer lo recto, y como ya se ha probado que sólo se puede querer lo recto por su propio
beneficio si se cuenta con la rectitud de voluntad que así lo posibilita, es evidente la imposibilidad
que tiene el hombre de alcanzar el estado de justicia a menos que la gracia se lo conceda.

Aquí se podría alegrar alguno con resabios a semi-pelagiano al pensar que cuando se tiene rectitud
de voluntad la voluntad se mueve por sí sola, pero a pesar de que en la época que Anselmo vivía se
creía que ninguno conocía los cánones de Orange II, el Santo insiste en que así como nadie recibe
la rectitud en la voluntad sino mediante la gracia que le precede así mismo tampoco nadie la
puede mantener a menos que no sea con la gracia que le sigue.

De esta manera concluye Anselmo de la siguiente manera: "Como todo está sujeto a la
ordenación de Dios, todo lo que pasa a un hombre que asiste a su libre albedrío para recibir o
mantener la rectitud de la que estoy hablando deber serle imputado a la gracia de Dios."
San Anselmo de Canterbury 

Teólogo, filósofo y prelado de la Iglesia 

"Haz, te lo ruego, Señor que yo sienta con el corazón lo que toco con
la inteligencia".

Nació en 1033 en el seno de una familia acomodada en Aosta, en el


norte de Italia.

A los veintisiete años, en 1060, Anselmo ingresó en el monasterio de


Becen, donde se convirtió en discípulo y amigo de Lanfranco. Al ser
nombrado éste abad de San Esteban de Caen, tres años más tarde,
Anselmo pasó a ser el prior de Becen.

Animado por sus monjes llevó al papel las meditaciones en que


basaba sus enseñanzas, escribiendo sus dos obras mas conocidas: El
Monologium, (modo de meditar sobre las razones de la fe), en el que
daba las pruebas metafísicas de la existencia y la naturaleza de Dios,
y el Proslogium (la fe que busca la inteligencia) o contemplación de
los atributos de Dios.

En 1093, a la muerte de Lanfranco, el Papa llamó a San Anselmo para


reemplazarlo en el arzobispado de Canterbury, y como arzobispo
participó en una época de grandes conflictos con el rey Guillermo II,
el sucesor de Guillermo el Conquistador, sobre la independencia de
la Iglesia del poder real. Tanto dentro de Inglaterra como en su exilio
italiano, Anselmo estuvo siempre enfrentado con los poderes
seculares.

En el año 1100, cuando Enrique I heredó el trono quiso también


nombrar él mismo a los obispos y disponer de los bienes de la Iglesia.
Anselmo se le opuso y Enrique quiso expulsarlo. El Sumo Pontífice
amenazó con excomulgar al rey si expulsaba al arzobispo. Entonces
enviaron delegados a Roma y el Papa dio la razón a Anselmo. El
santo consiguió con sus ruegos en Roma que no fuera sancionado el
rey y así obtuvo que Inglaterra no se separara de la Iglesia Católica.

Regresó a Canterbury en 1106, donde vivió hasta el día de su muerte


el 2 de abril de 1109.

San Anselmo de Canterbury fue canonizado en 1163 y


declarado doctor de la Iglesia en 1720. El día de su fiesta se celebra
el 21 de abril.
San Anselmo: Historia, filosofía y mucho más
San Anselmo, también conocido como San Anselmo  de Canterbury, fue un arzobispo
de la iglesia católica que también es venerado por la iglesia anglicana, sigue con
nuestro articulo para que conozcas mas de él.
San Anselmo, Arzobispo de Canterbury
San  Anselmo Arzobispo de Canterbury  y Confesor,  fue un gran Doctor de la Iglesia y
maestro de la nación inglesa.
Indice De Contenidos [Ocultar]
 1 Biografía de San Anselmo
 2 Oración de San Anselmo
 3 San Anselmo Filosofía
o 3.1 San Anselmo Pensamiento Filosófico
 4 Obras de San Anselmo
o 4.1 Proslogión de San Anselmo
 5 Iglesia de San Anselmo
 6 Aportes de San Anselmo
 7 Teoría de San Anselmo
o 7.1 Antropología de San Anselmo
 8 Ética de San Anselmo

Biografía de San Anselmo


San Anselmo nació de padres nobles, en Aoust, en el Piamonte, Italia,  alrededor del
año 1033.

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Nació en el 1033 en Italia
Su piadosa madre Ermenberga, pertenecía a una noble familia borgoñona y poseía
considerables propiedades. Su padre, Gondolfo, era un noble Lombardo que tenía la
intención de que Anselmo hiciera una carrera política.

Su padre no quería un hijo religioso sino un político


No aprobaba su decisión inicial de entrar en la vida monástica, y para ello le dio
enseñanzas que fueron tan duraderas como su vida.
A la edad de quince años, deseoso de servir a Dios en el estado monástico, solicitó a
un abad que lo admitiera en su casa, pero fue rechazado por la aprensión del
desagrado de su padre.
Con el pasar del tiempo fue perdiendo la vocación de sacerdote, su madre había
muerto y de allí comenzó a andar por el mundo .
El mal trato dado por su padre lo indujo, después de la muerte de su madre, a
abandonar su propio país, donde había tenido un exitoso comienzo en sus estudios.

Fue uno de los mejores latinistas de su tiempo


Después de una aplicación diligente durante tres años en Borgoña,  y en Francia,
invitado por la gran fama de Lanfranc, prior de Bec, en Normandía, bajo
el abad Herluin, se fue y se convirtió en su erudito.

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Anselmo recibió una excelente educación clásica y fue considerado uno de los mejores
latinistas de su tiempo.
Su educación temprana le impresionó la necesidad de ser preciso en el uso de las
palabras, y sus escritos se hicieron conocidos por su claridad.
En 1060 o 1061 tomó sus votos monásticos. Debido a la reputación de Anselmo de
gran habilidad intelectual y piedad sincera, fue elegido prior del monasterio después
de que Lanfranc se convirtiera en abad de Caen en 1063. En 1078 se convirtió en abad
de Bec.
Fue nombrado prior del monasterio en 1063. Su elección para el cargo de abad de la
comunidad en 1078  hablaba del amor y la consideración que le tenían sus
cohermanos. Pero Bec no sería el final de su viaje.
Fue nombrado Prior del monasterio en 1063
Entre las diversas tareas que Anselmo asumió como prior estaba la de instruir a los
monjes, pero también le quedaba tiempo para llevar a cabo rigurosos ejercicios
espirituales, que desempeñarían un gran papel en su desarrollo filosófico y teológico.

En 1093 fu nombrado arzobispo de Canterbury


Se hizo especialmente conocido, tanto en la comunidad monástica como en la
comunidad en general, no solo por el alcance y la profundidad de su comprensión de
la naturaleza humana, sino también por la intensidad de sus devociones y ascetismo.
En 1093 fue convocado a Inglaterra para convertirse en el arzobispo de Canterbury,
sucediendo a su maestro y director espiritual Lanfranc.

Los años de Anselmo en Canterbury no carecieron de controversia política.

Mostró gran coraje al disputar a Guillermo II y a Enrique I con respecto a los abusos
eclesiásticos que estaban siendo visitos en la iglesia por esos reyes. En dos ocasiones
fue desterrado mientras realizaba llamamientos en Roma.

Dos veces regresó a Canterbury, sus habilidades como extraordinario teólogo,


negociador y estadista le dieron brillo y autoridad a la causa de la iglesia.

A lo largo de sus años, Anselmo mantuvo una fuerte lealtad a su estilo de vida
monástica y a sus búsquedas intelectuales. Compuso varios tratados filosóficos y
teológicos, así como una serie de oraciones y meditaciones hermosas, además de su
frecuente correspondencia inspiradora. 

Anselmo ocupó el cargo de arzobispo hasta su muerte en 1109. Una biografía de su


contemporáneo y pupilo  Eadmer proporciona muchas ideas sobre la vida de este
hombre notablemente santo y erudito.
Murió en 1109 a la edad de 76 años

Fue declarado Doctor de la Iglesia Católica


Al regresar a Inglaterra después de la muerte de William Rufus, finalmente se produjo
un conflicto entre el arzobispo y el nuevo rey, Enrique I, lo que obligó a Anselmo una
vez más a viajar a Roma.
 Cuando el Papa Pascual II emitió un juicio a favor de Anselmo, el rey le prohibió
regresar a Inglaterra, pero finalmente tuvo lugar la reconciliación.

Anselmo murió en 1109, dejando atrás a varios alumnos y amigos de cierta


importancia, entre ellos Eadmer, el biógrafo de Anselmo y el teólogo Gilbert Crispin.

Fue declarado doctor de la Iglesia Católica Romana en 1720, y es considerado un santo


por la Iglesia Católica Romana y las iglesias en la Comunión Anglicana.

En este vídeo encontraras una breve biografía de San Anselmo:

Oración de San Anselmo


Esta es la oración de San Anselmo para hacerla a diario, con fe y devoción a Dios.
Su oración se hace con mucha fe
¡Oh Señor mi Dios!. Enséñame a mi corazón este día,  dónde y cómo encontrarte. Me
has hecho y vuelto a hacer, y me has otorgado todas las cosas buenas que poseo, y
todavía no te conozco. Todavía no he terminado eso para lo que fui hecho.
Enséñame a buscarte, porque no puedo buscarte a menos que me enseñes, o
encontrarte a menos que te me  muestres a mí mismo.
Déjame buscarte en mi deseo; déjame desearte en mi búsqueda. Déjame encontrarte
amándote; déjame amarte cuando te encuentre. Amén.
Aquí en este vídeo te dejamos la oración para San anselmo:

San Anselmo Filosofía


San Anselmo (1033-1109) fue un monje benedictino, como lo fue San Benito Abad,
filósofo cristiano y erudito reconocido por muchos logros intelectuales, incluida su
aplicación de la razón para explorar los misterios de la fe y su definición de teología
como “búsqueda de fe y la comprensión.”
Defendía la Existencia de Dios
La brillantez del pensamiento y la escritura de San Anselmo sobre la naturaleza de la
fe y de Dios ha intrigado e influenciado a los eruditos desde la Edad Media. Su trabajo
altamente respetado, Monologium,  racionaliza la prueba de la existencia de Dios.

Para el Dios era lo mas perfecto


Su Proslogium, avanza la idea de que Dios existe de acuerdo con la noción humana de
un ser perfecto en el que nada falta. Desde que se escribieron por primera vez, ambos
trabajos han sido estudiados y elogiados por muchos de los mejores teólogos y
filósofos del mundo.
San Anselmo fue uno de los pensadores cristianos más importantes del siglo XI. Es el
más famoso en filosofía por haber descubierto y articulado el llamado ” argumento
ontológico ” y en teología por su doctrina de la expiación.
Sin embargo, su trabajo se extiende a muchos otros asuntos filosóficos y teológicos
importantes, entre los cuales están:
 Comprender los aspectos y la unidad de la naturaleza divina
 La medida de nuestro posible conocimiento y comprensión de la naturaleza divina
 La naturaleza compleja de la voluntad y su participación en la libre elección
 El interfuncionamiento de la voluntad y acción humana y la gracia divina
 Las naturalezas de la verdad y la justicia
 La naturaleza y el origen de las virtudes y los vicios
 La naturaleza del mal como negación o privación
 La condición y las implicaciones del pecado original.
En este vídeo se da una explicación sencilla sobre la filosofía de San Anselmo:

San Anselmo Pensamiento Filosófico


En el curso de su trabajo y pensamiento, a diferencia de la mayoría de sus
contemporáneos, San  Anselmo desplegó una argumentación que, en muchos
aspectos, dependía indirectamente de la Sagrada Escritura, la doctrina cristiana y la
tradición.
Su pensamiento filosófico se basaba en la doctrina cristiana
San Anselmo también desarrolló análisis sofisticados del lenguaje utilizado en la
discusión e investigación de cuestiones filosóficas y teológicas.

Su trabajo es utilizado en la actualidad


Destacando la importancia de centrarse en el significado de los términos utilizados en
lugar de dejarse engañar por las formas verbales, y examinar la adecuación del
lenguaje a los objetos de investigación, particularmente a la naturaleza divina.
Además, en su trabajo, él discutió y ejemplificó la resolución de aparentes
contradicciones o paradojas haciendo las distinciones apropiadas.
Por estas razones, un título que tradicionalmente se le otorgó es el de Doctor en
Escolástica , ya que su enfoque de los asuntos filosóficos y teológicos representan y
contribuyen a la Escolástica Cristiana temprana medieval.
El trabajo de Anselmo fue influyente para algunos de sus contemporáneos, y ha
continuado ejerciendo influencia de diversas maneras sobre filósofos y teólogos hasta
la actualidad.
El llamado “argumento ontológico” ha tenido numerosos críticos, defensores y
adaptadores filosóficos o teológicamente notables por derecho propio, entre ellos San
Buenaventura, Santo Tomás de Aquino, Descartes, Gassendi, Spinoza, Malebranche,
Locke, Leibniz, Kant. , Hegel, y un número aún mayor en el último siglo, entre los que
destacan Charles Hartshorne, Etienne Gilson, Maurice Blondel, Martin Heidegger, Karl
Barth, Norman Malcolm y Alvin Plantinga.
Icono de San Anselmo de canterbury
Sin embargo, los “argumentos” discutidos en esta literatura frecuentemente no son
precisamente lo que se encuentra en los textos de Anselmo, y se ha desarrollado una
considerable literatura que aborda ese mismo tema.
Los argumentos para el ser o la existencia de Dios forman solo una pequeña porción
del considerable y complejo trabajo de Anselmo, y su influencia ha sido mucho más
amplia y profunda que la originada en una línea perenne de investigación y discusión
filosófica.
En su propio tiempo, tuvo varios estudiantes dotados, entre ellos Anselmo de Laon,
Gilbert Crispin, Eadmer (escritor de la Vita Anselmi ), Alejandro (escritor del Dicta
Anselmi ) y Honorio Augustodunensis.
En este Vídeo tienes la explicación del argumento ontológico de San Anselmo:

Obras de San Anselmo


Fue durante sus días en Bec que Anselm compuso sus obras innovadoras sobre la
existencia y la naturaleza de Dios. De hecho, fue solo por un sentido de obligación y
sumisión a la voluntad de la comunidad que asumió los deberes y las cargas de la
administración.
Escultura de San Anselmo
En 1070,  San Anselmo comenzó a escribir, en particular oraciones y meditaciones a
Dios, que envió a amigos monásticos y nobles para su uso en sus propias devociones
privadas.

Dejo muchas obras de estudio


También se involucró en una gran cantidad de correspondencia, dejando numerosas
cartas. Eventualmente, su enseñanza y pensamiento culminaron en un conjunto de
tratados y diálogos.
En 1077, produjo el Monologion , y en 1078 el Proslogion. Finalmente, Anselmo fue
elegido abad del monasterio. En algún momento, aún en Bec, Anselmo escribió De
Veritate ( Sobre la verdad ), De libertate Arbitrii ( Sobre la libertad de elección ), De
Casu Diaboli ( Sobre la caída del diablo ) y De Grammatico.
Anselmo terminó su Cur Deus Homo, también escribio los tratados Epistolae de
Incarnatione Verbi ( Sobre la Encarnación de la Palabra ),  De Conceptu Virginali et de
Originali Peccato ( Sobre la Concepción de la Virgen y sobre el Pecado Original ).
De Processione Spiritus Sancti ( Sobre el proceder del Espíritu Santo ), y De
Concordia Praescientia et Praedestinationis et Gratiae Dei cum Libero
Arbitrio ( Sobre la armonía del conocimiento previo, la predestinación y la gracia de
Dios con libre elección ).

Proslogión de San Anselmo


En el Proslogion, Anselmo intentó reemplazar los muchos argumentos
interconectados de su anterior y mucho más largo trabajo, el Monologion, con un
único argumento.
En el Proslogion habla y afirma la existencia de Dios
Como se supone que el unico argumento no solo demuestra que Dios existe, sino
también otros asuntos acerca de Dios, como se señaló anteriormente, existe cierta
controversia académica sobre cuál es exactamente el argumento en el texto
de Proslogion.
Más probablemente, San Anselmo intentó que su “único argumento” incluyera la
mayor parte del resto del trabajo,  donde establece los atributos de Dios y su
compatibilidad entre sí.
Continuando con la construcción de un ser más grande que el,  que nada más puede
concebirse, Anselmo propone que tal ser debe ser “justo, veraz, feliz y lo que sea mejor
ser que no ser”. 
Su trabajo fue de inspiración divina
En el Capítulo 6 enumera específicamente las cualidades adicionales de la conciencia,
la omnipotencia, la misericordia, la impasibilidad (incapacidad para sufrir),  y la
inmaterialidad; en el Capítulo 11, habla de la autoexistencia,  sabiduría, bondad,
felicidad y permanencia.
El Capítulo 18, trata sobre la unidad.  La incompatibilidad de, por ejemplo, la
omnipotencia, la justicia y la misericordia se abordan en abstracto por la razón,
aunque Anselmo reconoce que los actos específicos de Dios son una cuestión de
revelación más allá del alcance del razonamiento. 
Aquí te dejamos este vídeo donde se explica el proslogion de San Anselmo:

San Anselmo y la existencia de Dios

Claramente, el llamado “argumento ontológico” para la existencia de Dios juega un


papel central. Debe señalarse que Anselmo en ninguna parte usa el término
“argumento ontológico”, ni de hecho lo hacen los críticos o los defensores del
argumento hasta el tiempo de Kant.
En su argumento ontológico Dios es el tema principal
Desafortunadamente, se ha vuelto tan arraigado en nuestro vocabulario filosófico, sin
embargo, sería pedante insistir en no usarlo en absoluto.
Al observar que se cree que Dios es algo que no se puede pensar en nada más grande
Anselmo pregunta si existe tal cosa, ya que el Loco de los Salmos ha dicho en su
corazón que no hay Dios.
Mira este vídeo para que comprendas el argumento ontológico de San Anselmo de
una manera sencilla:

Iglesia de San Anselmo


Una capilla de la catedral de Canterbury que es muy parecida a la Catedral de San
pablo, al sur del altar mayor está dedicado a San Anselmo; que incluye una
representación de cristal de colores moderna del santo, flanqueado por su maestro
Lanfranco y su steward Baldwin y reyes como  William Henry II y I.
Iglesia de San Anselmo

Tiene Iglesias en varias partes del mundo


El Pontificio Ateneo de San Anselmo, Nombrado en su honor, se estableció en Roma
por el Papa León XIII en 1887.  El adyacente Sant’Anselmo all’Aventino, la sede
del Abad Primado de la Federación de Monjes Negros (todos los monjes bajo la Regla
de San Benito , excepto el cistercienses y los Trapenses ), fue dedicado a él en 1900.
800 años después de su muerte, el 21 de abril de 1909, el Papa Pío X publicó la
encíclica “Communium Rerum“ en donde se alaba a San  Anselmo,  su carrera
eclesiástica, y sus escritos.
En los Estados Unidos, la Abadía de San Anselmo y su universidad asociada se
encuentran en New Hampshire; que llevaron a cabo una celebración en 2009 en
conmemoración del 900 aniversario de la muerte de San Anselmo.
En 2015, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, creó la Comunidad de San Anselmo,
una orden religiosa anglicana que reside en el palacio de Lambeth y se dedica a ” la
oración y el servicio a los pobres”. Como saben la iglesia Anglicana surgió de la
separación de Inglaterra de la Iglesia católica y del vaticano

Aportes de San Anselmo


Dos biografías de San Anselmo fueron escritos poco después de su muerte por su
capellán y secretario Eadmer (Vita et Conversatione Anselmi Cantuariensis) y el
monje Alexander (Ex Dictis Beati Anselmi ).
Sus aportes son muy importantes para la iglesia
Eadmer también detalló las luchas de Anselmo con los monarcas ingleses. Sus
pensamientos han guiado gran discusión posterior sobre la procesión del Espíritu
Santo y de la expiación. Su trabajo también se anticipa a la mayor parte de las
controversias posteriores sobre el libre albedrío y la predestinación.

Estableció muchos debates sobre la filosofía cristiana


Un amplio debate se produjo principalmente entre los especialistas franceses a
principios de 1930 sobre “la naturaleza y la posibilidad” de la filosofía cristiana , que se
basó mucho en el trabajo de Anselmo. 
Los trabajos actuales permanecen fuertemente divididos sobre la naturaleza del
liderazgo episcopal de Anselmo.

Algunos, incluyendo  argumentan a favor de los intentos de Anselmo para gestionar su


reputación como erudito devoto y religioso, lo que minimiza los conflictos mundanos
se vio obligado a vivir.

Y otros argumentan que la imagen cuidadosamente cultivada de la santidad sencilla y


el pensamiento profundo  se empleó precisamente como una herramienta por un
operador político hábil, falso,  mientras que la visión tradicional de la iglesia piadosa y
renuente del líder registrada por Eadmer cuidó un horror profundo de avance
mundano.
En el siguiente vídeo tienes una explicación de la razón al servicio de la fe que escribió 
San Anselmo:
Teoría de San Anselmo
La teoría de la satisfacción de la expiación es una teoría en la teología cristiana
de que Jesucristo sufrió  la crucifixión como un sustituto del pecado humano,
satisfaciendo la ira justa de Dios contra la transgresión del hombre debido al infinito
mérito de Cristo.
Su teoría de la satisfacción de la  expiación es muy conocida

Jesús sufrió  la crucifixión como un sustituto del pecado humano


La teoría se basa principalmente en los trabajos de Anselmo de Canterbury. Se ha
enseñado tradicionalmente en las tradiciones católica
romana, luterana y reformada del cristianismo occidental.
Teológica e históricamente, la palabra “satisfacción” no significa gratificación como en
el uso común, sino más bien “hacer restitución”: reparar lo que se ha roto, o devolver
lo que se tomó.
Dado que una de las características de Dios es la justicia, deben expiarse las afrentas a
esa justicia. Está, por lo tanto, conectado con el concepto legal de equilibrar una
injusticia.
San Anselmo consideraba su satisfacción como la expiación como una clara mejora
sobre la antigua teoría del rescate de la expiación , que consideraba inadecuada. La
teoría de Anselmo fue un precursor de los refinamientos de Tomás de Aquino y Juan
Calvino , que introdujo la idea del castigo para satisfacer las demandas de la justicia
divina.

Antropología de San Anselmo


San Anselmo presentó varias argumentaciones sobre la verdadera existencia de Dios
en su proslogión.
Queria que las personas aceptaran la existencia de Dios
Esto lo hizo debido a la motivación que le hicieron sus hermanos del monasterio
benedictino de que escribiera un argumento valido sobre la existencia de Dios.

Con ello  San Anselmo no solo afirmo dicha existencia sino que a le vez le dio los
argumentos a las personas de que si había una razón valida y firme de la fe .

El definió a Dios para que cualquier persona lo comprendiera y lo aceptara, ya que el


también creía en el ser humano.

Y de allí establece que la existencia de Dios  era tan necesaria como cualquier razón
que tuviera una persona de no creer en el.
Ética de San Anselmo

Decía que la moralidad debía ser una ética


La ética de San Anselmo viene de la existencia de la moralidad o alguna característica
específica de la moralidad para implicar la existencia de Dios.
Existe un argumento moral formal, tomando la normatividad y la autoridad de la
moralidad para implicar que tiene un origen divino.
Y también hay un argumento moral perfeccionista, que sugiere que es solo postulando
la existencia de Dios que podemos dar sentido a los altos estándares que la moralidad
requiere de nosotros.

San Anselmo frases


 Dios es aquello de lo que ningún otro puede ser concebido.
 Si Dios es más grande de lo que puede concebirse, entonces no hay nada más
grande que Dios que pueda imaginarse.
 Por lo tanto, No hay nada más grande que Dios que pueda ser imaginado.
 Si Dios no existe, entonces hay algo más grande que Dios que puede imaginarse.
 Dios existe.
Mira este vídeo sobre las profecías de San Anselmo:

Argumento de San Anselmo

El argumento ontológico de San Anselmo pretende ser una prueba a priori de la


existencia de Dios. San Anselmo comienza con premisas que no dependen de la
experiencia para su justificación y luego procede por medios puramente lógicos a la
conclusión de que Dios existe.
Tenia muchos discípulos entres ellos estaba Edmer su Biógrafo
Su objetivo es refutar al tonto que dice en su corazón que no hay Dios lo cual esta
escrito en el Salmo 14:1. Este tonto tiene dos características importantes:

 El entiende la afirmación de que Dios existe


 El no cree que Dios existe
El objetivo de San Anselmo es mostrar que esta combinación es inestable. Cualquiera
que entienda lo que significa decir que Dios existe puede ser llevado a ver que Dios
existe. Desde este punto de vista, el ateo no solo está equivocado: su posición es
internamente inconsistente.
En este vídeo tienes lo que se llama el argumento Ontológico de San Anselmo:

Iglesia de San Anselmo en Medellin

En Colombia hay una Iglesia de estilo colonial que etsta dedicada a San Anselmo, la
misma esta ubicada en la Parroquia San anselmo

San Agustin y San Anselmo

San Agustín y San Anselmo


Anselmo hace referencia a Sobre la Santísima Trinidad de Agustín, pero como un
trabajo completo, sin dar referencias específicas.
Claramente, Agustín fue una gran influencia en el pensamiento de Anselmo, pero eso
en sí mismo no tiene nada de especial, ya que prácticamente todos sus
contemporáneos encajan de una forma u otra en la amplia corriente de la tradición
agustiniana.
La ambivalencia de las relaciones de Anselmo con San Agustín sigue siendo uno de los
misterios de su mente y personalidad. El pensamiento de Agustín era la atmósfera
dominante en la que Anselmo se movía; pero nunca se contentó con reproducir a
Agustín.

Frases de San Anselmo: Todo lo que desconoce sobre ellas


San Anselmo, fue un monje benedictino, que dejo muchas obras escritas, continua
leyendo nuestro articulo para que conozcas las mejores Frases de San Anselmo.
San Anselmo de Canterbury
Anselmo de Canterbury  también llamado Anselmo de Aosta, un monje benedictino y
abad. San Anselmo fue un gran filósofo y teólogo de la Iglesia Católica, que ocupó el
cargo  de Arzobispo de  Canterbury de 1093 a 1109. Después de su muerte,
fue canonizado como un Santo y su fiesta es el 21 de abril.
Aquí tienes una pequeña biografía de San Anselmo y sepas como pensaba este
hombre Santo:

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San Anselmo con San Agustin


Las Obras de San Anselmo son muchas escritos que aun están vigentes en la
actualidad,así mismo dejo frases que se adaptan a la religión católica hoy día.
Aquí te vamos a enseñar algunas de sus frases mas famosas:
En su escrito Monologion él escribe:

“Al reexaminar el trabajo a menudo, no he podido encontrar nada de lo que he dicho


en él, que no concuerde con los escritos de los Padres Católicos y especialmente con
los del bendito Agustín.”

San Anselmo se basaba mucho en las obras de San Agustín, por lo cual era un fiel
seguidor de esta Santo.

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El objetivo de los tratados de San Anselmo no es proporcionar un sustituto filosófico


de la fe cristiana, ni racionalizarla o sistematizarla únicamente a la luz de la razón
natural.
Trata mediante los recursos de la razón, aspectos centrales de la fe cristiana.
Más bien, en los casos de Monologion  y Proslogion, pretende tratar
meditativamente, mediante los recursos de la razón, aspectos centrales de la fe
cristiana.
De allí sale el Argumento Ontológico de San Anselmo que es uno de los mas famosos,
del cual aquí te dejamos un vídeo que te lo explica completamente: 

sus escritos Monologion y proslogion


A saber, como lo expresa en el Prólogo de Proslogion: “que Dios es en verdad, y que él
es el bien supremo que no necesita otro, y que él es todo lo que necesita es lo que es y
para que esté bien y lo que sea que creamos sobre la sustancia divina “
En los otros tratados (excepto el De Grammatico, que explícitamente dice ser para
“principiantes en dialéctica”, y que “pertenece a un tema diferente al de la Sagrada
Escritura”.
San Anselmo dejo una huella imborrable en la historia. Se ocupa de otros aspectos
importantes, y a menudo relacionados entre sí, de la fe cristiana, desarrollando los
argumentos a través del razonamiento, en lugar de depender explícitamente de la
autoridad escritural o patrística en el curso de la argumentación.
En este video te dejamos que se explica en el Prosologion de San Anselmo:

Otra de las frases de San Anselmo es que decía: “aunque no quisiera creer en ti, no
puedo dejar de comprender que existes”.
En esta  frase hay que leerla como que el santo no “quiere” creer en Dios, sino como
que en el caso supuesto de que no “quisiera”.
Aunque no quisiera creer en ti, no puedo dejar de comprender que existes

Por un momento, dedique su tiempo a Dios y descanse un momento en Él


San Anselmo se refiere a que si, aun no creyendo voluntariamente en Dios, es
comprensible su existencia.

En las Frases de San Anselmo: ¡Vamos, pequeño hombre! huye por un tiempo de tus
tareas, escóndete por un pequeño espacio de la agitación de tus pensamientos.
Ven, deja a un lado tus penosos cuidados y deja de lado tus trabajosos trabajos.
Por un momento, dedique su tiempo a Dios y descanse un momento en Él.
Entra en la cámara interior de tu mente, cierra todas las cosas, excepto Dios y todo lo
que pueda ayudarte a buscar a Dios; y habiendo bloqueado la puerta de tu cámara,
búscalo.
En este otro vídeo tienes una ampliación de varias de las frases de San Anselmo y de
sus obras mas importantes:

Habla ahora, oh mi corazón, oh mi corazón entero, habla ahora y di a tu Dios: Mi


rostro te buscó: Tu rostro, oh Señor, buscaré. 
En estas palabras habla de que la persona tiene que buscar un espacio, un tiempo que
debe ser dedicado a Dios ya que solo el nos da el descanso a nuestras
preocupaciones.
habla de que la persona tiene que buscar un espacio, un tiempo que debe ser dedicado a
Dios
“Enséñame a buscarte y revelarte a Ti cuando te busque, porque no puedo buscarte
excepto que tú me enseñes, ni te encuentre, a menos que te reveles a ti mismo.
Déjame buscarte en anhelo, déjame anhelarte en buscarte; déjame encontrarte en
amor y amarte en encontrar”.
La explicación a estas frases de San Anselmo es que solamente Dios nos puede
enseñar a encontrarlo y solo lo encontraremos cuando se sienta el amor verdadero
hacia él.
Solamente Dios nos puede enseñar a encontrarlo

Daba gracias a Dios por haberlo creado


“Señor, te agradezco y te agradezco porque me has creado en esta tu imagen, para
que pueda ser consciente de ti, concebirte y amarte.
Pero esa imagen ha sido consumida por los vicios, y oscurecida por el humo del mal
que no puede lograr aquello para lo que fue creada, excepto que Tú la renuevas y la
creas de nuevo.”
San Anselmo en toda su Historia  da gracias a Dios por haberlo creado, ya que de él
son todas las criaturas de este mundo, pero a la vez sabe que la maldad destruye a las
personas, pero solo con la fe en Dios podemos renacer como personas nuevas.
“No me esfuerzo, Señor, por penetrar Tus alturas, porque de ninguna manera
comparo mi entendimiento con Tuyo; pero anhelo entender en cierto grado Tu verdad
que mi corazón cree y ama.
Porque no busco entender para poder creer
Porque no busco entender para poder creer, pero creo para poder entender. Por esto
también creo, que a menos que crea que no lo entenderé”.
“Anhelo, oh Dios, conocerte, amarte, para que pueda regocijarte en Ti.
Y si no puedo alcanzar el gozo total en esta vida, al menos puedo avanzar de día en día
hasta que ese gozo llegue a mí por completo”.
San Anselmo nos dice que debe existir un ser más perfecto, ya que la perfección que
incluye la existencia es manifiestamente mayor que una perfección limitada a un
objeto de pensamiento.
En este ultimo vídeo tienes una amplia explicación de la vida y obra de San Anselmo:

ANSELMO DE CANTERBURY (1033-1109)


        
  

Anselmo de Canterbury, padre del escolasticismo medieval y uno de los más


eminentes prelados ingleses, nació en Aosta, Italia, en el año 1033 y murió
en Canterbury, Inglaterra, el 21 de abril de 1109.
Anselmo es nombrado arzobispo de Canterbury,
dibujo de James Doyle
Pertenecía a una rica familia y cuando todavía era muchacho quiso hacerse
monje, deseo al que su padre se opuso rotundamente. Su madre, Ermenburga,
fue una mujer piadosa que murió prematuramente. A la edad de veintitrés años
Anselmo dejó su hogar y tras pasar tres años en Borgoña y Francia se marchó
a Bec, en Normandía, donde su compatriota Lanfranco era prior del monasterio
de Santa María de Bec. Allí tomó los hábitos en el año 1060. En 1063 sucedió
a Lanfranco, que había sido nombrado abad de Caen, en el cargo, siendo
nombrado abad a la muerte de Herluino en el año 1078. Una diligente
administración, una dirección sabia, una vida de caridad y de estudio llevada a
un alto grado, fueron las tareas de su nuevo cargo. Una de las obras de su
inagotable laboriosidad fue dirigir las copias de manuscritos de la antigüedad
efectuadas por sus monjes. Como la abadía tenía posesiones en Inglaterra,
Anselmo tuvo que ir con frecuencia a dicho país, por lo que fue conocido y
estimado de los reyes Guillermo el Conquistador y Guillermo el Rojo, su hijo. Al
quedar vacante la sede de Canterbury, cuando Lanfranco murió en 1089, fue
elegido arzobispo. Sin embargo, el rey Guillermo II prefería que el puesto
quedara vacante, con el objetivo de quedarse para sí mismo con las rentas de
la sede. Pero al caer gravemente enfermo y pensar que su fin estaba cerca, en
el año 1093 obligó a Anselmo a recibir el nombramiento de sus manos,
siendo consagrado arzobispo el 4 de diciembre de ese año. Este estuvo
vacilante por las dificultades que rodeaban al cargo, pues la cuestión de las
investiduras que tenía en guerra a los príncipes de Europa, presentaba su más
grave aspecto en Inglaterra. Además, esta nación no había reconocido
al papa Urbano II, enfrentado al antipapa Clemente III, pero Anselmo había
hecho ya este reconocimiento y se mostró dispuesto a acatar
incondicionalmente sus órdenes.

Los siguientes cuatro años fueron una sucesión de disputas entre el arzobispo
y el rey por asuntos monetarios, derechos y privilegios. Al ser investido del
palio, no quiso recibirlo de manos del rey, yéndose a Roma en 1097, tras, con
mucha dificultad, obtener el permiso del rey para el viaje. Asistió a
un concilio en Bari y otro en Roma, defendiendo en el primero ante los
representantes de la Iglesia griega la procesión del Espíritu Santo. El discurso
forma el De processione S. Spiritu contra Graecos liber. En Roma fue adulado
y honrado, pero tuvo poca ayuda práctica en su batalla con el rey. Volvió a
Inglaterra tan pronto como supo de su muerte (1100) por la llamada del nuevo
rey, Enrique. Pero una dificultad surgió a causa de las investiduras laicas y el
homenaje que los clérigos habían de rendir a las autoridades seculares,
estando por medio bienes materiales. Aunque Anselmo era un hombre pacífico
y gentil, adoptó el punto de vista gregoriano sobre la relación entre el Estado y
la Iglesia, adhiriéndose con firmeza a esa convicción. El rey, aunque inclinado a
la conciliación, fue igualmente firme en su actitud de proteger sus intereses.
Tenía un alto concepto de Anselmo, tratándole siempre con consideración,
siendo las relaciones entre ambos generalmente cordiales. Sin embargo, hubo
muchas disputas entre ellos y varias embajadas infructuosas a Roma, yendo
Anselmo mismo allí en 1103 y permaneciendo hasta 1106, donde Pascual II le
dio cordial acogida. Luego fue a Lión, al lado del arzobispo Hugues. Sus luchas
con el rey se calmaron mediante una solución de compromiso alcanzada en
1107, pasando lo que le quedó de vida pacíficamente aunque dificultado por
sus problemas físicos.

Anselmo es una de las personalidades más atractivas de la Iglesia medieval.


Preponderantemente fue un erudito que consideraba la vida monástica como la
mejor forma de vida posible. Cuando fue llamado al deber no eludió las cargas
administrativas y eclesiásticas, demostrando una rectitud tan firme como
tortuosas eran las maneras de los políticos. Su honestidad y sencillez fueron a
veces problemáticas para los jerarcas eclesiásticos, diplomáticos y
calculadores. Era humilde, tierno de corazón, caritativo en el juicio, de
integridad absoluta, celoso en el cumplimento del deber y paciente bajo la
prueba. Fue capaz de ganar e instruir a jóvenes, alcanzando gran reputación
como maestro, teniendo siempre al pueblo llano de su lado. En la historia de la
teología ocupa un lugar especial como padre del escolasticismo, siendo
denominado el 'segundo Agustín.' Su mente era aguda y lógica, mostrando sus
escritos un intelecto profundo y original. De las dos tendencias teológicas
dominantes de su tiempo, una más libre y racional representada por Berengario
de Tours, y la otra más tradicional representada por Lanfranco, escogió esta
última. Definió el objeto de la teología como el desarrollo lógico y la
demostración dialéctica de las doctrinas de la Iglesia, tal cual fueron
entregadas por los Padres. Para él los dogmas de la Iglesia son idénticos a la
Revelación, sobrepasando su verdad la capacidad de la razón en tal manera
que es mera vanidad dudar de un dogma por su ininteligibilidad. Credo ut
intelligam, non quæro intelligere ut credam, es el principio sobre el que se
fundamenta su postura entre fe y razón, que sería la línea seguida
posteriormente por la teología ortodoxa. El texto de su Proslogion sobre la
relación entre la fe y el entendimiento es esclarecedor:

'No intento, Señor, penetrar tu profundidad, porque de ninguna manera puedo


comparar con ella mi inteligencia; pero deseo comprender tu verdad, aunque
sea imperfectamente, esa verdad que mi corazón cree y ama. Porque no busco
comprender para creer, sino que creo para llegar a comprender. Creo, en
efecto, porque, si no creyere, no llegaría a comprender.'
Como metafísico, Anselmo era realista y una de sus primeras obras, De fide
Trinitatis, supone un ataque contra la doctrina de la Trinidad tal como era
expuesta por Roscelino. Sus obras más celebradas son el Monologium y
el Proslogium, en las que intenta probar la existencia de Dios, y el Cur deus
homo, donde desarrolla su teoría de la satisfacción y la expiación. Las dos
primeras obras fueron escritas en Bec, la última fue comenzada en Inglaterra
'en gran tribulación de corazón' y acabada en Schiavi, una localidad montañosa
de Apulia, donde Anselmo disfrutó unos pocos meses de paz en 1098. Sus
meditaciones y oraciones son grandemente edificantes e impresionantes.

En el Monologium afirma que de la idea del ser procede la idea del ser más
absoluto y elevado, es decir, el Ser auto-existente, del cual derivan los demás
seres su existencia. En el Proslogium la idea de un ser perfecto, que no puede
ser imaginado más grande, no puede separarse de su realidad como
existencia, mostrando la profunda influencia del realismo sobre el pensamiento
de Anselmo, y colocándole como impulsor del argumento ontológico que
posteriormente sería seguido por Descartes (Meditationes), Hegel y su escuela
y especialmente J. Caird (Philosophy of Religion, Nueva York, 1881, páginas
153-159). Resumidamente, el argumento de Anselmo para probar la existencia
de Dios parte de la idea del ser perfecto tal como lo concibe nuestro espíritu.
Esta es la idea de un ser tal que no puede concebirse otro mejor que él. Este
ser debe existir en la realidad; de lo contrario, sería posible concebir otro
existente a la vez en la inteligencia y fuera de ella, el cual sería mejor que
aquél, sólo ideal, y esto es contrario a la idea del ser perfectísimo. En ese
célebre argumento Anselmo se muestra sumamente realista en el sentido en
que le realismo se tomaba en la Edad Media, o sea en el de admitir que una
cosa es tanto más real cuanto más alta es la idea que de ella formamos. Un
monje de Marmoutiers, Gaunilón, refutó, después de aparecido, el argumento
de Anselmo, con el Liber pro insipiente adversus Anselmi in Prologii
ratiocinationem, acusando al autor de confundir dos cosas tan distintas como
el esse in intelecto y el esse in re; de que tengamos la idea de una cosa no se
sigue que ella exista. Anselmo contestó con un Liber apologeticus contra
Gannilonem respondentem pro insipiente, en el que dice que las ideas de las
cosas contingentesno demandan realización en la existencia, pero no es así la
del ente necesario.

El argumento ontológico de la existencia de Dios, expuesto en su Proslogion,


discurre así:

'El insensato tiene que convenir en que tiene en el espíritu la idea de un ser por
encima del cual no se puede imaginar ninguna otra cosa mayor, porque cuando
oye enunciar este pensamiento, lo comprende, y todo lo que se comprende
está en la inteligencia; y sin duda ninguna este objeto por encima del cual no se
puede concebir nada mayor, no existe en la inteligencia solamente, porque, si
así fuera, se podría suponer, por lo menos, que existe también en la realidad
nueva condición que haría a un ser mayor que aquel que no tiene existencia
más que en el puro y simple pensamiento. Por consiguiente, si este objeto por
encima del cual no hay nada mayor estuviese solamente en la inteligencia,
sería sin embargo, tal, que habría algo por encima de él, conclusión que no
sería legítima. Existe, por consiguiente, de un modo cierto, un ser por encima
del cual no se puede imaginar nada, ni en el pensamiento ni en la realidad.'
La clave de la teoría de la expiación de Anselmo fue la idea de 'satisfacción'.
El pecado del hombre ha dañado el honor de Dios y por lo tanto es necesario
que sea realizada una satisfacción a ese honor perjudicado. Esa satisfacción
es hecha por Jesucristo mediante su muerte, la cual compensa la injuria
realizada y permite a Dios ser misericordioso hacia el pecador. Hay en esta
explicación ciertas características adicionales: El pecado es una violación de
una relación privada entre Dios y el hombre, existe la interacción entre
la gracia y la justicia divina, siendo necesario un representante sufriente. En la
doctrina reformada el pecado y la expiación adquieren un carácter más público,
subrayándose la obediencia activa de Cristo y exponiéndose la relación
representativa de Cristo hacia la ley. En el siglo XVII se destacó el aspecto
forense y penal de la justicia de Dios; Cristo sufre el castigo por nuestro
pecado, un equivalente completo del castigo que nosotros debemos sufrir,
siendo el fundamento sobre el que nuestra culpa y castigo son perdonados. En
el siglo siguiente, Owen (Works, ix. 253-254) sostuvo que los sufrimientos de
Cristo por los pecadores no fueron tantidem sino idem. En discusiones
posteriores, Hodge(Systematic Theology, ii. 480-495) mantuvo que Cristo no
sufrió ni la clase ni el grado que los pecadores deben sufrir sino cierta clase y
grado de sufrimiento que judicialmente padeció en satisfacción de la justicia y
la ley. De hecho, no ha habido teoría de la obra de Cristo que no la haya
concebido como satisfacción; incluso las teorías de influencia moral se centran
en esta idea (cf. W. N. Clarke, Outline of Christian Theology, Nueva York, 1898,
páginas 348,349). De ahí se desprende cuán fundamental es la idea de la
satisfacción personal de Anselmo. Sólo debe tenerse presente en primer lugar
que en la evolución de la doctrina cristiana de la salvación la forma particular
en la que se efectuó la satisfacción ha sido diversamente concebida y en
segundo lugar de si el perdón del pecado en Jesucristo se efectúa sólo cuando
la naturaleza ética de Dios queda satisfecha, siendo de subordinada
importancia la forma especial en la que se realiza la satisfacción. En una clase
de ideas, la representativa o jurídica, la satisfacción estuvo condicionada a un
solo y aislado hecho divino-humano, la muerte o la vida y muerte de Cristo; en
las otras teorías la satisfacción es triple: en la expresión de la buena voluntad
divina, por la vida y muerte de Cristo, en la respuesta inicial de los pecadores a
la gracia perdonadora y en traer a todas las almas a una unión perfecta con el
Padre. Cf. C. A. Beckwith, Realities of Christian Theology, Boston, 1906,
páginas 226-229.
San Anselmo de Canterbury

San Anselmo de
Canterbury
San Anselmo de
Canterbury. (Aosta, 1033 -
Canterbury, 1109). Se le
conoce también como
Anselmo de Aosta, por el
lugar donde nació, o
Anselmo de Bec. Fue un
monje benedictino que
fungió como arzobispo de
Canterbury durante el
periodo 1093-1109.
Destacó como teólogo y
filósofo escolástico. Doctor Religión o
Catolicismo
de la Iglesia. Como Mitología
teólogo, fue un gran
defensor de la Inmaculada Patrón(a) o Arzobispo de Canterbury durante el
Concepción de María y Dios(a) de periodo 1093-1109
como filósofo se le
recuerda, además de por
su célebre argumento Fecha de Fue canonizado en 1494 y proclamado
ontológico, por ser padre canonización Doctor de la Iglesia en 1720.
de la escolástica. Fue
canonizado en 1494 y País o región Se le conoce también como Anselmo de
proclamado Doctor de la de origen Aosta, por el lugar donde nació, o
Iglesia en 1720.
Anselmo de Bec. Fue un monje
Teólogo y filósofo benedictino que fungió como arzobispo
medieval, representante de de Canterbury durante el periodo 1093-
la escolástica temprana.
1109. Destacó como teólogo y filósofo
Anselmo afirmaba que la fe
escolástico. Doctor de la Iglesia. Padre de
debe preceder al
conocimiento: es preciso la escolástica. Fue canonizado en 1494 y
«creer para comprender»; proclamado Doctor de la Iglesia en 1720
no obstante, la creencia
puede ser fundamentada Venerado en En   Inglaterra
«racionalmente». En la
disputa sobre los universales mantenía un realismo extremo. (Realismo
medieval). Desarrolló la denominada prueba ontológica de la existencia de
Dios. En calidad de arzobispo de Canterbury, llevó a cabo una tenaz política de
desarrollo de la Iglesia Católica.[1]

Contenido
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 1 Síntesis biográfica
o 1.1 Primeros años
o 1.2 Actividad religiosa
o 1.3 Pensamiento
 1.3.1 La relación entre Fe y Razón
o 1.4 Postura ante el problema de los universales
 1.4.1 Teología Natural
 1.4.2 Filosofía del Lenguaje
 2 Obras
o 2.1 Muerte
 3 Véase también
 4 Referencias
 5 Fuentes

Síntesis biográfica
Primeros años
Nace bajo el nombre de Anselmo de Candia y Ginebra, en Aosta ciudad de la
Longobardia en 1033, ostentante de la herencia de un linaje noble del
Piemonte de Casa de Candia era hijo de Gondulfo de Candia, vizconde de La
Bresse y Bugay, y la princesa Ermenberga de Ginebra, pariente de Otto I de
Saboya.
Como en muchas de las biografías de los santos de aquella época, se presenta
una antítesis entre los caracteres de ambos progenitores: Un padre pródigo y
disipado y una madre profundamente religiosa. Aun siendo esto verdad, no
representaría un caso excepcional, considerando el comportamiento común en
el medievo de hombres y mujeres. Con todo, se puede asegurar que la primera
infancia de Anselmo transcurriría en completa normalidad. El hecho de que
desde muy pequeño mostrara inquietudes religiosas se debería en gran parte
al trato continuo con su madre, quien le habría acercado a sus valores y
prácticas religiosas. Por otro lado, no era raro que hijos de nobles vieran la vida
monástica como una vía solicitada para perpetuar el renombre de la familia.
Lo cierto es que Anselmo deseaba el ingreso al monacato benedictino desde
los quince años, época en la que se le describe como piadoso y estudioso. A
esta idílica etapa de su vida sucede una juventud disipada que lo conduce a un
conflicto con su padre, lo cual provoca el abandono de su hogar.
Después de algunos estudios preliminares sobre retórica y latín realizados en
las ciudades de Borgoña, Avranches y finalmente en Bec, la fama
de Lanfranco lo atrae a la Orden Benedictina, aunque al principio, según
confesión propia, se sintiera indeciso ante el renombre de este monje al que
Anselmo consideraba como un obstáculo en el desarrollo de sus propias
posibilidades para hacerse de una carrera eclesiástica. Corría el
año 1060 cuando, una vez aclaradas sus motivaciones, ingresa al monasterio.

Actividad religiosa
Pese a sus temores iniciales, la carrera de Anselmo ganó fama de manera
vertiginosa, para 1063 sucede a Lanfranco en el priorato de Bec, al ser este
último elegido abad. Ésta será la tónica de toda su vida: posteriormente le
sucede como Abad (1078) y finalmente como arzobispo de Canterbury (1093).
Es en Inglaterra donde Anselmo, además de filósofo y téologo, muestra dotes
de político apologeta. La Iglesia vive el momento más cruento del conflicto de
las investiduras y él debe defender desde la cátedra arzobispal el derecho que
ella "tiene a la libertad" e impedir tendencias cismáticas que amenzaban a su
grey. Los monarcas británicos Plantagenet y Guillermo el Rojo no harán fácil
esta tarea que se había impuesto a sí mismo; pero gracias a esta oposición, se
reconoce otra faceta en los escritos de Anselmo.

Pensamiento
La relación entre Fe y Razón
Anselmo inaugura en filosofía lo que se llamará la escolástica, periodo que
fructificará en las summas y sistemas de hombres como Buenaventura, Tomás
de Aquino y Juan Duns Scoto.
Su formación agustiniana, común en el medioevo, la acercará a su intuición
filosófica más característica: la búsqueda del entendimiento racional de aquello
que, por la fe, ha sido revelado. En el sentir de Anselmo, no se trata de
remover el misterio de los dogmas, ni de desacralizarlos; tampoco significa un
vano intento de comprenderlos en su profundidad, sino tratar de entenderlos,
en la medida en que esto es posible al ser humano.
Esta actitud del "creyente que pregunta a la razón" provoca que en varios de
sus textos las preguntas fundamentales queden sin respuestas. La fe ya será la
encargada de dárselas. Se debe decir que no logra hacer una clara distinción
entre los campos de la teología y de la filosofía; sin embargo, cabe aclarar, que
ello no formaba parte de sus pretensiones y que no era el momento histórico-
cultural para siquiera intentarlo. Por todo ello, es inútil y contradictorio al
pensamiento de Anselmo buscar una teoría del conocimiento tal cual dentro de
sus obras.
El dato primario del entendimiento humano, al menos para el tipo de verdades
más sublimes, es el dato de la fe. Anselmo encuentra este método
epistemológico del fides quaerens intellectum obligado por las circunstancias.
Él mismo comenta que algunos hermanos le habían suplicado frecuentemente
que les escribiera en forma argumentativa racional lo referente a los misterios
que a diario meditaban sin recurrir, para ellos, a la autoridad de la Sagrada
Escritura.
Es por este intento de satisfacer las necesidades de sus correligionarios por lo
que se decide a empezar un camino sin atender por completo a la dificultad del
tema. Esto le ocasionará algunos problemas al principio. Lanfranco, por
ejemplo, considerará este método algo peligroso a la ortodoxia católica. Sin
embargo, es el inicio de una metodología que reinará por lo menos tres siglos
más y que sigue presente en la corriente neoescolástica.

Postura ante el problema de los universales


La postura de Anselmo ante el problema de los universales intenta resolver un
viejo dilema presente en el pensamiento medieval, sobre todo, en los
comentarios que Porfirio y Boecio hacían de la Lógica Aristotélica. Dicho
problema llevaría a discusiones, no siempre pacíficas entre los teólogos y
filósofos de aquella época.
Se podría resumir así: se debe dilucidar si en realidad nuestras ideas tienen un
valor objetivo en la realidad o sólo son puros conceptos o nominaciones
convencionales. Dependiendo de la solución que se dé al problema, las
consecuencias teológicas y ontológicas son diversas. Así, por ejemplo, el
nominalismo defendido en el siglo XI por Roscelino conduce a negar la unidad
de la naturaleza en las tres personas de la Santísima Trinidad, ya que si los
universales no existieran en la realidad, la esencia divina no podría ser común
a las tres personas lo que, a la larga, conduciría a negar la suprema unidad
de Dios.
Frente a esto, Anselmo sostiene una teoría que se podría llamar realismo
exagerado, presente ya en sus meditaciones sobre la existencia de Dios, tanto
en el Monologio, como en el Proslogio. Este realismo exagerado es fruto del
tiempo y de la formación recibida en sus estudios. Recuérdese que la filosofía
imperante en esa época es agustiniana, la cual, como se sabe, hunde sus
raíces en el platonismo y neoplatonismo.
Teología Natural
Una de sus preocupaciones principales fue la compresión de aquello que la fe
le proponía, por eso, en sus dos obras principales intenta demostrar la
existencia de Dios. En el Monologio (1076) expuso diversos argumentos a
posteriori, es decir, de los efectos a la causa, de las criaturas a Dios. La prueba
tiene tres vías o momentos que, siendo fieles a Anselmo, no deberían
confundirse como si tratase de tres pruebas diferentes. La primera vía se funda
en la comunicación que con el Bien Supremo tienen las criaturas.
Inspirada en la teoría platónica supone que todas las cosas en las que
distinguimos el atributo de bondad participan de una única fuente de esa
perfección; por que, siguiendo la misma lógica, si hubiera varias fuentes se
requeriría de otra que les participase la bondad y, suponer esto, exigiría un
remontarse al infinito de fuentes por lo que no existiría, en realidad, la
perfección de la que se hablase, en este caso, la bondad. Por ello, se concluye
la existencia de la Fuente Suprema de la Bondad, es decir Dios.
El mismo esquema mental debe seguirse en otro tipo de perfecciones "las
cuales son mejor tenerlas que no tenerlas". De entre ellas, escoge la grandeza
o vía de la participación en el ser soberano, y la existencia o vía del ser, en las
cuales se siguen aplicando los grados de perfección.
Para quien se enfrenta por primera vez a este autor, pudiera parecer un sin
sentido el hecho de que se comience a demostrar el origen supremo de la
bondad, en vez de empezar a hacerlo por el origen del ser. Pero, para el
pensamiento de Anselmo esto era imprescindible, pues, dentro de la propuesta
platónica, en la que, en última instancia hunde sus raíces la filosofía
anselmiana, la bondad es la idea suprema. En otras palabras, todo cuanto
existe, surge como una participación de la bondad.
A partir de esta fuente suprema y primigenia de bondad, grandeza y ser, se
concatenan una serie de razonamientos que describen poco a poco la
naturaleza y atributos divinos, guiando a la conclusión de que Dios no puede
carecer de alguna perfección, porque sino no sería Dios.
Nuevamente, una petición de sus hermanos, le otorga a Anselmo la
oportunidad de cerrar el ciclo abierto en el Monologio. Aunque había satisfecho
el reclamo de que toda esta disquisición se hiciera sin recurso a los datos de la
fe, el texto resultó demasiado complicado para las mentes de los monjes
del monasterio de Bec. Por ello le piden una nueva prueba de la existencia de
Dios más sencilla. Lo cual desembocó en la composición del Proslogio (1078).
En el capítulo II formuló otro argumento (esta vez a priori), el cual es conocido
desde Kant como Argumento ontológico. Si en el Monologio se había elevado
de las criaturas a Dios, en el Proslogio desciende de Dios a las criaturas. Esta
intención se muestra incluso en el estilo en que está escrito éste último. Ya no
es una meditación en solitario, como en el Monologio, sino la elevación del
alma al Dios en que se cree. Por eso no es de extrañar que la premisa de la
que parte el argumento sea prescisamente el concepto de Dios que se obtuvo
al final del Monologio: Dios es aliquid quo nihil majus cogitari possit: algo que
no puede ser pensado mayor (el ser mayor el cual no cabe pensar otro). El
argumento, en forma resumida quedaría expresado así:

 Todo ser humano tiene la idea de un ser superior tal que no existe ningún otro ser
mayor que él que pueda ser pensado (aliquid quo nihil majus cogitari possit). 

 Pero lo que existe en la realidad, es mayor que lo que existe sólo en el


pensamiento, porque la existencia en lo real supone una perfección más que la
mera existencia intra - mental. 

 Si ese ser tal que nada mayor que él puede concebirse existiera sólo en la
inteligencia, este mismo ser del que nada mayor puede ser concebido sería tal que
algo mayor que él podría ser concebido, pero ello es contradictorio. 

 Ergo, dicho ser existe. Todo el argumento descansa en un presupuesto implícito:


que la existencia es un atributo de perfección. Cualquier cosa que exista en la
realidad es más perfecta que aquellas cosas que sólo existen en el pensamiento. 

Este supuesto y la definición de Dios, expuesta en la primera premisa, han sido


el aspecto más criticado por filósofos posteriores (Tomás de Aquino, Innmanuel
Kant), aunque también existe línea filosófica de renombre que lo acepta y
defiende (Buenaventura, Juan Duns Scoto, René Descartes)
Filosofía del Lenguaje
Las incipientes reflexiones que sobre el lenguaje Anselmo hace, parten de la
distinción dada por Aristóteles. Así, se puede descubrir en su pensamiento dos
tipos de lenguaje: uno interior, referente a la especie que la mente utiliza para
pensar, y otro, el término, es decir el signo lingüístico que usa el hombre para
comunicarse. Este último tiene como referencia al primero. Aunado a lo anterior
se distinguen en el propio lenguaje, una acepción material y otra formal. La
primera se refiere a lo que expresa la palabra en cuanto tal. En cambio, la
acepción formal considera a la palabra en cuanto tal, no a lo que expresa.
Estos términos medievales estarían expresando la actual distinción entre
lenguaje y metalenguaje. Significatio y apellatio son otros dos conceptos en su
reflexiones lingüísticas.
Conexo a este tema realiza un estudio sobre el símbolo en una obra de la cual
sólo se conserva una recopilación hecha por sus discípulos, por lo que no es
claro distinguir entre lo verdaderamente dicho por Anselmo y aquello que se
debe a las reflexiones de ellos.

Obras
 Monologio.

 Proslogio y la respuesta que el mismo Anselmo hiciera a las objeciones de Guanilo


Lo que a esto responda el autor del mismo libro.

 De Grammatico.

 De veritate.

 De De libertate arbitrii.

 De casu diaboli.

 Epístola sobre la encarnación del verbo.

 Cur Deus Homo.

 Sobre la concepción virginal y el pecado original.

 De procesione spiritis sancti

 Las epístolas sobre el sacrficio de los ázimos y fermentados.

 Sobre la concordia de la presciencia divina y la predestinación y de la gracia de


Dios con el libre albedrío.

Además de estas obras se conservan 19 oraciones, llenas de fervor místico; 3


meditaciones y 472 cartas personales. De toda esta vasta producción, sólo
el De Grammatico es un libro en su totalidad dedicado a temas profanos, en
este caso, se trata de un ejercicio dialético. Todas sus demás obras
conservadas tienen una motivación teológica.
Se ha retirado de la lista el De similitudinibus a veces atribuido erróneamente a
Anselmo, pero seguramente redactado por Eadmero como apuntes de las
lecciones dictadas recibidas de su maestro.

Muerte
Muere en 1109 como Arzobispo de Cantebury

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