Agresividad Injustificada Entre Preescolares

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 6

Agresividad injustificada entre preescolares

Rosario Ortega y Claire Monks*


Universidad de Crdoba y * Kingston University (Reino Unido)
El artculo examina la naturaleza de la agresin injustificada en una muestra de preescolares de la ciudad de Sevilla. Los nios y nias se nominaron a s mismos y a sus iguales en los roles de agresor, vctima, defensor, colaborador y espectador. Los sujetos fueron preguntados respecto del estatus sociomtrico de sus compaeros y compaeras. Las maestras fueron interrogadas sobre sus percepciones respecto de los roles y el desarrollo fsico y social de sus alumnos y alumnas. Los resultados muestran que los preescolares tienden a usar la agresin directa (cara a cara) ms que la agresin indirecta (ejemplo, expandir rumores); los agresores no eran percibidos como tales pero eran ms rechazados que los dems; los defensores resultaron ser los ms populares; las vctimas no aparecieron ni como ms dbiles ni como ms rechazadas, lo que contrasta con los resultados de los estudios sobre el mismo tema en edades ms maduras. Se sugiere que estas diferencias se relacionan con la inestable naturaleza del proceso de agresin/victimizacin, durante los aos preescolares.

La tradicin investigadora en el tema del acoso, intimidacin, abuso y en general malos tratos entre iguales (bullying) se ha centrado en los aos de la escolaridad obligatoria, lo cual era esperable por razones tanto psicoevolutivas (son aos en los que la sociabilidad est en primer plano) como metodolgicas (se ha trabajado sobre todo con procedimientos que requieren el dominio de habilidades lectoras). Respecto de las primeras, es razonable pensar que la necesaria estabilidad en las redes de las relaciones interpersonales (Ortega, 2001), as como la intencionalidad que caracteriza el fenmeno del maltrato entre iguales (bullying a partir de ahora) (Olweus, 1993; 1999; Smith, 2003; Ortega, 2002), puede hallarse ausente en aos preescolares. Pero es posible que la ms poderosa razn de la escasez de investigacin relativa a estos aos sobre el fenmeno bullying sea de carcter metodolgico, ya que hasta el momento los instrumentos exploratorios ms comunes han sido los que requieren papel y lpiz. Sin embargo, la edad, o factor psicoevolutivo, es, a su vez, una importante variable en estos estudios, lo que aconseja no descuidar su investigacin en aos preescolares. La hiptesis psicogentica estimula a buscar antecedentes de unas actitudes y conductas agresivas muy especficas que lgicamente no brotan en las aulas escolares de forma espontnea. Particularmente, nos interesaba comprobar hasta qu punto la intencionalidad, la estabilidad y el desequilibrio social, caractersticas diferenciales del bullying respecto de la conducta agresiva ordinaria, estaban presentes entre los preescolares como antecedentes del mismo. Partamos de un estudio previo que una de nosotras haba realizado en Reino Unido (Monks, 2000; Monks, Smith y Swettenham, 2003, en prensa) en el que se puso de manifiesto que entre preescolares est instalado el bullying en sus formas fsica y verbal. Interesadas, como estbamos, en la intervencin preventiva de la violencia escolar, se consider que si dicha prevencin debe arrancar lo antes posible, las aulas de preescolar se presentan como dignas de ser estudiadas. Fue as como se dise y llev a cabo el estudio (Monks, Ortega y Torrado, 2002) del que aqu presentaremos algunos datos y resultados relevantes. Agresividad injustificada durante la primera infancia Que no haya una tradicin de incluir las aulas de preescolar en los estudios sobre bullying no quiere decir que no haya existido una lnea de investigacin sobre agresividad en estos aos. Todo lo contrario, las teoras clsicas (Freud, 1920; Dollard, Doob, Miller, Mowrer y Sears, 1939; Lorenz, 1966; Bandura, 1973) han fo calizado los aos preescolares como objeto de anlisis. Particular relevancia, en este sentido, ha tenido el modelo etolgico que ha puesto a debate cientfico y social el carcter adaptativo de la agresividad (EiblEibesfeldt, 1993, para una visin amplia; y entre nosotros: Braza, Braza, Muoz y Carreras, 1997; Braza, Braza, Carreras y Muoz, 1993; y Carreras, Braza y Braza, 2001, sobre el valor adaptativo de la conducta agresiva); ciertamente que ello ha implicado el uso de metodologas caras como son las observacionales (Artamendi, 2000). Por otro lado, Bjrkqvist, Lagerspetz y Kaukiainen (1992) han identificado dos grandes grupos de conducta agresiva que pueden ser relevantes en el estudio psicogentico: la agresin directa y la indirecta. En su trabajo encontraron que los nios pequeos eran ms proclives a las formas agresivas cara a cara (maltrato verbal y fsico), mientras que casi no existan entre ellos las formas indirectas (maltrato a travs de otro, expansin de falsos rumores, etc.). Algunos autores (Crick y Grotpeter, 1995; Galen y Underwood, 1997) han encontrado que la agresin social, dirigida a daar el prestigio de otro y a lastimar su autoestima era poco frecuente en los nios y nias pequeos. Tambin, Monks et al. (2003) encontraron que en los aos preescolares los nios y nias por ellos estudiados utilizaban la agresin fsica, verbal y social directa (rechazo y expulsin cara a cara) pero no la agresin social indirecta (hacer el vaco social, por ejemplo).

Pero los trabajos sobre la sociometra del bullying (Salmivalli, Lagerspetz, Bjrkqvist, sterman y Kaukiainen, 1996; Sutton y Smith, 1999; Ortega, 2002) nos han llevado a conocer que se trata de un fenmeno complejo de interaccin sostenida que cursa con, al menos, el reparto dinmico de los siguientes roles: agresor (el que comienza y mantiene el abuso); vctima (sujeto que es blanco del abuso); defensor (compaero/a que defiende a la vctima, la consuela y apoya bien directamente bien denunciando a otros lo sucedido); colaborador del agresor (el que sigue la lnea de comportamiento del agresor respecto de la vctima, aunque l no lleve la iniciativa); animador (reforzador de la conducta del agresor, que se re de la vctima y que anima al agresor a continuar); neutral (compaero/a ajeno a lo que sucede, que no toma parte y que es ajeno al maltrato). Respecto al estatus social y la popularidad de los nios y nias envueltos en problemas de agresividad, la literatura es tambin consistente respecto de un punto: las vctimas tienden a ser menos populares (Olweus, 1978; Lagerspetz et al., 1982). Pero no lo es respecto a la sociabilidad de los agresores. Profundizar en la investigacin en los aos preescolares, periodo en el que la agresividad parece una cualidad ms permanente que la tendencia a la victimizacin, sera relevante a este respecto. Los estudios de la dcada de los noventa (Perry, Perry y Boldizar, 1990; Morales-Vives, Codorniu-Raga y Vigil-Colet, 2005) han sugerido que ya en los primeros contactos agresivos se produce una especie de exploracin sobre la resistencia a la agresin. El agresivo ira comprobando si la vctima se deja intimidar e ira eliminando, como objeto a atacar, a los que le hacen frente o los denuncian a los mayores. Ello explicara una suerte de inestabilidad original en el rol de vctima y una cierta estabilidad en el rol de agresor de sus iguales que ellos encontraron, lo que es coherente con la mayora de los resultados sobre agresividad infantil. Por ejemplo, Ladd y Burgess (1999) encontraron estabilidad significativa en la conducta agresiva de los preescolares de entre 4 y 5 aos. Igualmente, algunos estudios (Kochenderfer y Ladd, 1996) muestran que, en opinin de los docentes, el rol de vctima es menos estable que el de agresor. A partir de la revisin de la literatura cientfica sobre este tema y desde la finalidad previamente descrita, se dise un estudio cuyos objetivos concretos han sido: a) examinar los roles de agresor, colaborador del agresor, vctima, defensor y espectador en acontecimientos de agresin injustificada; b) observar los tipos de agresin injustificada que tienen lugar entre los preescolares; c) caracterizar a los protagonistas en cuanto a su desarrollo social (popularidad y amistades) y fsico (aspecto y fuerza), as como las estrategias de afrontamiento de la agresividad de los iguales. Metodologa Muestra Noventa y dos preescolares (49 nios y 43 nias de entre 4 y 6 aos de edad, con una media de 57,95 meses y una desviacin tpica de 7,35) de cuatro aulas de una escuela de Educacin Infantil de Sevilla y sus 4 profesoras fueron los sujetos de este estudio. Instrumentos Para evaluar el papel (rol) social dentro de la dinmica de agresividad injustificada, se realiz una entrevista individual con cada nio/a, utilizando la tcnica de nominacin entre iguales y nominacin propia sobre los roles descritos (agresor, vctima, colaborador del agresor, defensor de la vctima y espectador). Para la entrevista con los nios y nias se utiliz un instrumento de vietas que contena 4 situaciones diferentes de compaeros involucrados en agresin entre iguales correspondiente a las cuatro categoras: a) agresin directa relacional (un nio/a dice a otro que l/ella no puede jugar); b) agresin fsica directa (un nio/a pega, golpea, empuja a otro/a); c) agresin relacional indirecta (un nio/a levanta y distribuye desagradables rumores sobre otro/a); y d) agresin verbal directa (un nio/a grita e insulta a otro). Procedimiento El procedimiento seguido en la entrevista fue: a cada nio/a se le mostraban sucesivamente las cuatro vietas y se le preguntaba qu pasaba en ellas y si en su clase haba alguien que hiciera ese tipo de cosas y quin era. Igualmente, si l las haca. Se le volvan a pasar las cuatro vietas estimulando a que identificara cada uno de los roles establecidos (agresor, vctima, defensor, colaborador y espectador). Los datos de la nominacin de los iguales fueron anotados y evaluados con los siguientes criterios: la nominacin recibida para cada rol se sum y se estandariz por clases. Los nios/as fueron asignados al rol que obtena la puntuacin media ms alta. Si la media de los dos roles en los que puntuaban ms alto era de 0,1 se le asignaba un rol dual. Si no puntuaban por encima de la media en ningn rol, se le asignaba el rol de espectador. La nominacin propia de cada sujeto fue asignada directamente tal cual cada quien la haca. Un cuestionario para docentes, diseado para recoger la nominacin de rol de los preescolares, invitaba a que los nominasen segn el comportamiento observado en las situaciones descritas. El cuestionario se entreg a

las maestras despus de la primera semana de inclusin social de las investigadoras en el centro, cuando consideramos que stas tenan el nivel de conocimiento suficiente sobre los objetivos de la investigacin.
ROSARIO ORTEGA Y CLAIRE MONKS

El estatus y el desarrollo social fue determinado mediante un simple interrogatorio, incluido en la entrevista individual, sobre cules de los nios/as le gustaban y cules no les gustaban (Coie, Dodge y Coppotelli, 1982). Las maestras fueron igualmente interrogadas para nominar a sus jvenes alumnos y alumnas en trminos tanto de sociabilidad (escala Likert donde: 1= muy poco sociable; 2= poco sociable; 3= medianamente sociable; 4= bastante sociable; 5= muy sociable) como de desarrollo fsico (1= muy dbil; 2= bastante dbil; 3= normal; 4= bastante fuerte; 5= muy fuerte). Igualmente, en la entrevista individual, los nios/as fueron preguntados por las estrategias que usaban para afrontar la agresin, siguiendo el siguiente procedimiento: se les mostraba una serie de 6 vietas (instrumento desarrollado por Kochenderfer y Ladd, 1996) en las que se describen, respectivamente, 6 estrategias ante la agresin: 1) devolver el ataque (fighting back); 2) salir corriendo (walking away); 3) buscar la ayuda de un amigo (getting a friend to help); 4) llorar (crying); 5) rendirse, ceder ante la agresin (giving something up); y 6) hablar con un adulto (telling someone). Se les pregunt sobre lo que haran aquellos personajes que haban sido nominados como vctimas ante cada tipo de agresin. Si decan varias estrategias se les preguntaba por cul de ellas era la ms frecuente. Cada sujeto recibi una puntuacin en cada una de las seis estrategias ilustradas, dichas puntuaciones fueron calculadas sumando las nominaciones recibidas para cada estrategia y dividindolas por el nmero de nominaciones recibidas. Por ejemplo, si un nio reciba 3 nominaciones para la estrategia salir corriendo y 4 nominaciones para la estrategia pedir ayuda a un amigo y un total de 7 nominaciones como vctima, el nio/a reciba una puntuacin de 0,43 (3 dividido entre 7), para la estrategia salir corriendo y 0,57 para la estrategia pedir ayuda a un amigo y cero para cada una de las otras categoras. Esta proporcin punta con un rango de 0- 1 para cada tipo de respuesta estratgica, tal y como proponen Kochenderfer y Ladd (1996). Resultados Tipos de agresin y victimizacin injustificada en preescolar En la nominacin de los iguales la mayora de los tipos de comportamientos agresivos fueron: agresin fsica directa (media= 1,28, Dt= 2,04); agresin relacional directa (media= 0,71, Dt= 1,25); agresin verbal directa (media= 0,42, Dt= 0,82); agresin relacional indirecta (media= 0,12, Dt= 0,36). En relacin al gnero, cuando los varones fueron nominados agresores, lo fueron de todo tipo de agresiones, pero tendan a usar en primer lugar la agresin fsica directa, seguida de la relacional directa y la verbal directa, y menos la relacional indirecta. Las nias tendan a usar en primer lugar la relacional directa, seguida de la fsica y la verbal, y no usaron los modos indirectos. Se realiz un MANOVA para examinar si haba diferencias de gnero en las formas de agresin de varones y nias,[F(4,42)= 3,29, p<0,05] y se hall que los varones eran ms nominados en el tipo agresin fsica [F(1,45)= 10,92, p<0,01] y relacional directa [F(1,45)= 4,40, p<0,05], pero no hubo diferencias significativas de gnero respecto del tipo agresin verbal directa [F(1,45)= 3,04, n.s.] y la relacional indirecta [F(1,45)= 3,56, n.s.]. La mayor parte de las nominaciones de victimizacin fueron la victimizacin fsica (media= 2,12, Dt= 1,25); seguido de la victimizacin verbal (media= 1,05, Dt= 0,92); la victimizacin relacional directa (media= 0,67, Dt= 0,94); y victimizacin relacional indirecta (media= 0,02, Dt= 0,15). Tanto varones como nias tendan a recibir ms nominaciones de vctimas de la victimizacin fsica, seguida de verbal y relacional directa. Se otorgaron muy pocas nominaciones de victimizacin relacional indirecta. Tambin el MANOVA que se hizo para examinar las diferencias de gnero mostr diferencias no significativas en la adjudicacin de tipos de victimizacin ms frecuentes entre los varones y las nias [F(1,20)= 0,60, n.s.]. Desarrollo fsico y roles en la agresin injustificada entre preescolares Respecto de la nominacin de roles que haban hecho los iguales, el ANOVA encontr que no haba diferencias significativas respecto de la fuerza y el desarrollo fsico que le haban atribuido las maestras a sus alumnos/as, en general [F(4,85)= 2,18, n.s.], pero cuando se realizaron correlaciones parciales s se encontr diferencia respecto de ciertos roles. As, el rol de agresor correlacion positivamente con la atribucin de mayor fuerza o desenvolvimiento fsico (r= 0,29, p<0,01). Respecto de la nominacin docente no se encontr diferencia significativa entre sta y el desarrollo fsico, respecto del rol de agresor, pero s en relacin a ser nominado como vctima. Paradjicamente, los sujetos nominados como vctimas (por las maestras) eran los que reciban mejor puntuacin en fortaleza fsica [t= -2,01 (36,94df), p<0,05]. No hubo diferencia entre los otros roles y la atribucin de desarrollo fsico. Respecto de la nominacin propia, no hubo, tampoco, ningn tipo de correlacin significativa con ser ms o menos fuerte fsicamente, ni en general, ni rol a rol.

Sociabilidad y roles de agresor y vctima entre preescolares La escala de sociabilidad realizada por las maestras no ofreci diferencias de gnero. Varones y nias fueron encontrados igualmente sociables o poco sociables [t= 0,39 (90df), n.s.]. El ANOVA tampoco encontr correlaciones significativas entre la escala de sociabilidad y los roles atribuidos por los iguales [F(4,85)= 0,98, n.s.], si bien, s se hallaron diferencias en el anlisis rol a rol. As, la nominacin de agresor correlacion significativamente con la puntuacin de desarrollo social: los sujetos con alta puntuacin en desarrollo social eran ms nominados como agresores (r= 0,25, p<0,05). Igual sucedi respecto de la nominacin de rol atribuido por las maestras: los nominados agresores eran puntuados de mayor desarrollo social [t= -3,26 (56,92df), p<0,01]. Igual ocurri con los roles de defensor [t= -2,73 (25,53df), p<0,05] y colaborador [t= 3,35 (18,66df), p<0,01]; pero no ocurra as con el rol de vctima: no hubo correlacin significativa entre la puntuacin de desarrollo social y ser o no considerado vctima por las maestras. Respecto de la nominacin propia, no hubo diferencias significativas entre ser nominado por uno mismo en uno u otro rol y estar en un puesto u otro de la escala de sociabilidad realizada por las maestras, ni en general ni en roles concretos. Respecto de la sociometra inter-pares. Resumiremos mucho diciendo que los anlisis ANOVA encontraron que haba diferencias significativas entre los roles en la escala los que ms gustan [F(4,85)= 4,79, p<0,01. La correlacin ms alta se daba entre los que puntuaban ms alto en la escala me gustan y los que reciben, respectivamente, los roles de defensor y colaborador. En la escala los que menos gustan el ANOVA encontr diferencias significativas entre roles [F(4,85)= 11,32, p<0,01], siendo la correlacin ms alta la que se daba con los roles de agresor o el de colaborador.
AGRESIVIDAD INJUSTIFICADA ENTRE PREESCOLARES

Sobre agresores infantiles, a partir de nuestro estudio no se puede afirmar un supuesto bastante citado respecto de este tpico (Lagersetz et al., 1982; Olweus, 1978; 1993a y 1993b; y 1999), que considera que los agresores son fsicamente ms fuertes que sus iguales; no son esos los datos de tendencia del estudio sevillano. Respecto a la popularidad, hubo una fuerte y positiva correlacin de este rol con la escala de preferencia negativa (los compaeros que menos te gustan), aunque no ocurre lo mismo con los agresores producto de la autonominacin. La relacin ms fuerte entre agresin y rechazo social en esta edad puede estar relacionada con el hallazgo de que los nios pequeos censuran ms la agresin que los mayores (Menesini, Eslea, Smith, Genta, Giannetti, Fonzi y Costabile, 1997). En este sentido, Salmivalli, Kaukianen y Lagerspetz (2000) han informado de que el rechazo social es consecuencia de las formas de agresin directa, mientras que la agresin indirecta tiene incluso posibilidades de lograr la aceptacin social. Digno de mencin es que los docentes puntuaran alto en desarrollo social a los nominados como agresores. Los defensores de las vctimas, ya sean nominados por los iguales, por las maestras o por s mismos, se encuentran en los valores medios respecto de la escala de desarrollo fsico; socialmente son los ms populares y queridos por sus iguales, lo que concuerda con la investigacin homloga realizada en Inglaterra (Monks et al., 2003), as como los estudios en primaria (Salmivalli et al., 1996). Los colaboradores del agresor, en este estudio, tanto en opinin de sus maestras como en autonomizacin (5%) son muy pocos y no destacan en ninguna de las caractersticas que aqu hemos estudiado, salvo en ser, como los agresores, los que ms alto en la escala de preferencia negativa (compaeros que no gustan), y con los defensores en la escala de preferencia positiva (compaeros que gustan), lo cual es paradjico al tiempo que interesante. Quiz deberamos pensar que el rol de colaborador es mucho ms complejo en s mismo y aunque sea difcil de definir en trminos concretos para los preescolares. Quiz se trata de alguien que oculta sus intenciones, que no agrede directamente pero s anima la agresin. Salmivalli et al. (1996) han sugerido que ste es un rol perifrico y poco relevante entre los nios y nias ms pequeos. Concluiremos, pues, afirmando que la agresin injustificada y la victimizacin injusta existen entre los preescolares y el retrato de ella que aparece en nuestro estudio no es muy distinto de los que se han hecho en otros pases europeos como Inglaterra y Finlandia. La escasa diferencia de gnero, ms all de la muy firme diferencia en cuanto al desempeo de roles, habla bien de la integracin social de las nias y los nios en nuestras escuelas de Infantil. Evidentemente, hay que sealar, en este sentido, que el riesgo para los varones est en su implicacin en la agresin directa, mientras que entre las nias ya est presente la tendencia a daar el vnculo relacional, como forma incipiente de agresin injustificada. Para finalizar, concluiremos sealando los problemas metodolgicos y conceptuales encontrados. En este trabajo, como nos haba sucedido anteriormente (Ortega, 1997; Ortega y Mora-Merchn, 2000; y Ortega y Angulo, 1998), la mayor dificultad metodolgica se ha referido a la imbricacin entre la exploracin sociomtrica.

La dificultad para que la nominacin de preferencia positiva y negativa (sociometra ordinaria) sea interpretable a la luz de la dinmica de los roles del maltrato (bullying) es grande, ya que el maltrato es un fenmeno con muchas connotaciones emocionales (Ortega, Snchez y Menesini, 2002) que posiblemente hagan poco fiables las decisiones electivas. Agradecimientos Las autoras han formado parte, como Team leader y como Postdoctoral Researcher, respectivamente, del proyecto Nature and Prevention of Bullying and Social Exclusion (FMRX-CT97139 DGXII) del IV Programa Marco I+D de la Unin Europea, cuya ayuda agradecen. Las autoras agradecen, asimismo, a Kingston University su aportacin financiera para la preparacion concreta de este artculo. Referencias
Artamendi Arrizabalaga, J.A. (2000). Aproximacin a una taxanoma de los diseos observacionales. Psicothema, 12, 56-59. Bandura, A. (1973). Aggression: a social learning theory analysis. New York: Prentice-Hall. Bjrkqvist, K., Lagerspetz, K.M. y Kaukiainen, A. (1992). Do girls manipulate and boys fight? Developmental trends in regard to direct and indirect aggression. Aggressive Behaviour, 18, 117-127. Braza, F., Braza, P., Muoz, J.M. y Carreras, M.R. (1997). The index of amplitude of behavior as a measuring instrument of social ability in preschool children. Psicothema, 9, 305-310. Braza, P., Braza, F., Carreras, M.R. y Muoz, J.M. (1993). Measuring the social ability of preschool children. Social Behavior and Personality, 21, 145-158. Carreras, M.R., Braza, P. y Braza, F. (2001). Implicacin en los comportamientos de agonismo y ajuste social al grupo de iguales en nios de cuatro y cinco aos. Psicothema, 13, 258-262. Coie, J.D., Dodge, K.A. y Coppotelli, H. (1982). Dimensions and types of social status: a cross-age perspective. Developmental Psychology, 18, 557-570. Crick, N.R. y Grotpeter, J.K. (1995). Relational aggression, gender and socialpsychological adjustment. Child Development, 66, 710-722. Crick, N.R., Casas, J.F. y Mosher, M. (1997). Relational and overt aggression in preschool. Developmental Psychology, 33, 579-588. Dollard, J., Doob, C.W., Miller, N.E., Mowrer, O.H. y Sears, R.R. (1939). Frustration and aggression. New Haven: Yale University Press. Eibl-Eibesfeldt, I. (1993). Biologa del comportamiento humano. Manual de etologa humana. Madrid, Alianza Psicologa. Freud, S. (1920). Ms all del principio del placer. Obras completas. Madrid, Biblioteca Nueva, 1972. Galen, B.R. y Underwood, M.K. (1997). A developmental investigation of social aggression among children. Developmental Psychology, 33(4), 589-600. Kochenderfer, B.J. y Ladd, G.W. (1996). Peer victimization: cause or consequence of school maladjustment? Child Development, 67, 1.3051.317. Ladd, G.W. y Burgess, K.B. (1999). Charting the relationship trajectories of aggressive, withdrawn and aggressive/withdrawn children during early grade school. Child Development, 70, 910-929. Lagerspetz, K.M., Bjrkqvist, K., Berts, M. y King, E. (1982). Group aggression among school children in three schools. Scandinavian Journal of Psychology, 23, 45-52. Lorenz, K. (1966). On aggression. New York, Harcourt, Brace and World. Menesini, E., Eslea, M., Smith, P.K., Genta, M.L., Giannetti, E., Fonzi, A. y Costabile, A. (1997). Cross-national comparison of childrens attitudes towards bully/victim problems in school. Aggressive Behaviour, 23, 245-257. 458 ROSARIO ORTEGA Y CLAIRE MONKS Monks, C., Ortega, R. y Torrado, E. (2002). Unjustified aggression in preschool. Aggressive Behavior, 28, 458-476. Monks, C.P., Smith, P.K. y Swettenham, J. (en prensa). The psychological correlates of peer victimisaton in preschool: social cognitive skills, executive function and attachment profiles. Aggressive Behavior. Monks, C.P., Smith, P.K. y Swettenham, J. (2003). Aggressors, victims and

defenders in preschool: peer, self and teacher reports. Merrill-Palmer Quarterly, 49, 453-469. Morales-Vives, F., Codorniu-Raga, M.J. y Vigil-Colet, A. (2005). Caractersticas psicomtricas de las versiones reducidas del cuestionario de agresividad de Buss y Perry. Psicothema, 17, 96-100. Olweus, D. (1999). Norway. En P.K. Smith, Y. Morita, J. Junger-Tas, D. Olweus, R. Catalano y P. Slee (eds.): The nature of school bullying. A cross-national perspective. London: Routledge. Olweus, D. (1993a). Bullying at school: what we know and what we can do. Oxford: Blackwell. Olweus, D. (1993b). Victimization by peers: antecedents and long-term outcomes. En K.H. Rubin y J.B. Asendorf (eds.): Social withdrawl, inhibition and shyness in childhood. Hillsdale, N.Y., Erlbaum. Olweus, D. (1978). Aggression in schools: bullies and whipping boys. Washington, DC: Hemisphere. Ortega, R. (2002). Naturaleza y prevencin educativa de la violencia escolar: informe sobre la investigacin de los malos tratos y la exclusin social en el marco de un proyecto europeo. Investigacin presentada al Segundo Ejercicio del Concurso Pblico a Ctedra de Universidad. Sevilla, Editorial Kronos. Ortega, R. (2001). Lo mejor lo peor de las redes de iguales: juego, conflicto y violencia. Revista Interuniversitaria de Formacin del Profesorado, 44, 93-113. Ortega, R. (1997). El proyecto Sevilla anti-violencia escolar. Un modelo de intervencin preventiva contra los malos tratos entre iguales. Revista de Educacin, 313, 143-158. Ortega, R. y Angulo, J.C. (1998). Violencia escolar. Su presencia en institutos de Educacin Secundaria de Andaluca. Revista de Estudios de Juventud, 42, 47-61. Ortega, R. y Mora-Merchn, J.A. (2000). Violencia escolar. Mito o realidad. Sevilla, Mergablum. Ortega, R., Snchez, V. y Menesini, E. (2002). Bullying and moral disengagement: a cross-national comparison. Psicothema, 14, 37-49. Perry, D.G., Perry, L.C. y Boldizar, J.P. (1990). Learning of aggression. En M. Lewis y S. Miller (eds.): Handbook of developmental psychopathology (pp. 135-146). New York: Plenum. Salmivalli, C., Kaukiainen, A. y Lagerspetz, K. (2000). Aggression and sociometric status among peers: do gender and type of aggression matter? Scandinavian Journal of Psychology, 41, 17-24. Salmivalli, C., Lagerspetz, K.M.J., Bjrkqvist, K., sterman, K. y Kaukiainen, A. (1996). Bullying as a group process: participant roles and their relations to social status within the group. Aggressive Behaviour, 22, 1-15. Smith, P.K. (ed.)(2003). Violence in schools, the response in Europe. London: Routledge. Sutton, J. y Smith, P.K. (1999). Bullying as a group process: an adaptation of the participant role approach. Aggressive Behaviour, 25, 87-111.

También podría gustarte