1 Ficha de Estudio Generación 1837
1 Ficha de Estudio Generación 1837
1 Ficha de Estudio Generación 1837
FICHA DE ESTUDIO
EL NACIMIENTO DE LA LITERATURA ARGENTINA: EL ROMANTICISMO RIOPLATENSE Y LA
“GENERACIÓN DE 1837”. ANÁLISIS DE “EL MATADERO” DE ESTEBAN ECHEVERRÍA.
Introducción
La generación de escritores y hombres de Estado que alcanzó su mayoría de edad en la
década de 1830 (conocida como Generación de 1837) organizaron el primer movimiento
intelectual argentino con un propósito de transformación cultural totalizador, centrado en la
necesidad de construir una identidad nacional. De esta generación surgieron algunos de los
escritores más importantes del siglo XIX argentino, como Sarmiento o José Mármol. Las figuras
principales de la generación fueron pocas, y dominaron la vida cultural argentina hasta la
década ded 1880: Esteban Echeverría, Juan Bautista Alberdi, Juan María Gutiérrez, Domingo
Faustino Sarmiento, Vidente Fidel López, Bartolomé Mitre, José Mármol, a quienes se suman
otros autores de menor trascendencia. Estos primeros románticos lograron en sus comienzos
una cohesión grupal y una institucionalización inusitados para la época y para la región: el
Salón Literario, la Asociación de la Joven Argentina, la Asociación de Mayo, y las redacciones de
un puñado de periódicos de ideas definieron una facción literaria e intelectual, que se imaginó
a sí misma con capacidad para reemplazar a los partidos que por entonces se disputaban el
poder.
La obra de los escritores románticos del 37 abarcó varias disciplinas y géneros (filosofía,
historia, economía, política, novela, cuento, drama, poesía, periodismo), pero en todos ellos
aparecía una problemática común: el problema de la “nación”, cuestión típicamente que en un
país nuevo se intensificaba. Las necesidades de ese nuevo país imponían comom tarea
primordial el conocimiento adecuado de la propia realidad; el “estudio de lo nacional” (como lo
llamó Alberdi) será un leit motiv, un tema reiterado en los escritos de toda la generación.
Además, habiendo nacido en su mayoría entre 1805 y 1821, se concibieron a sí mismos como
los hijos de la Revolución de Mayo, que tenían por misión implementar la segunda fase de la
Revolución: la renovación en las ideas y la definición de la nueva identidad nacional en
términos de los valores de la Revolución de Mayo.
La importancia de esta generación tuvo una dimensión latinoamericana, ya que marcó
el inicio del Romanticismo en el continente y durante casi cincuenta años los escritores y
pensadores argentinos los más radicales y modernos letrados de América Latina. En el exilio
que sufrirían a causa del enfrentamiento con Rosas, esparcieron en los países que los
albergaron las doctrinas del romanticismo y del “socialismo” literario, filosófico y político. Las
1
LENGUA Y LITERATURA
Prof. Gonzalo Oyola Quiroga
elecciones ideológicas de los integrantes de la generación fueron tan diversas y originales como
sus personalidades, pero había en ellas un rasgo en común: el enorme valor que asignaban a la
novedad, al “estar al tanto” de lo nuevo en las culturas europeas.
Los miembros de esta primera generación romántica fueron producto de las
condiciones imperantes en el Río de la Plata en los años posteriores a la Revolución de Mayo.
Por un lado, el espacio cultural está en gran medida vacío (situación que se condice con una
imagen difundida entonces que representaba el actual territorio argentino como un desierto).
En claro contraste con la situación cultural de otras regiones del antiguo imperio español, como
México y Perú, e incluso Chile, el desarrollo intelectual y artístico del ámbito rioplatense había
sido casi nulo. Los grandes monumentos de una cultura barroca, católica y castiza estaban
ausentes del actual territorio argentino (con la única excepción de las ruinas de las misiones de
los Jesuitas). Asimismo, el prestigio de la Ilustración fue menor en el Río de la Plata que en
otras zonas de América Latina, con pocos nombres de importancia, como los neoclásicos
Manuel José de Lavardén y Juan Baltazar Maziel, a quienes la generación romántica reconoció
como precursores. La única experiencia de la escasa historia cultural que ofrecía una vida
intelectual relativamente intensa y de cierta calidad era la de la generación in inmediatamente
anterior, involucrada en la experiencia rivadaviana de la década de 1820. La propia formación
intelectual de la generación de 1837 fue en gran medida producto de las reformas educativas
´promovidas por los gobiernos rivadavianos, en tanto la posibilidad de rápido ascenso en el
medio cultural local derivaba de la ausencia de esas mismas instituciones (desmanteladas o
desactivadas por el poder rosista) Las reformas educativas rivadavianas habían estado
inspiradas en doctrinas de la Ilustración, y sus dos instituciones más prestigiosas fueron el
Colegio de Ciencias Morales (actual Colegio Nacional de Buenos Aires) y la Universidad de
Buenos Aires. De sus claustros habían egresado la mayoría de los jóvenes de la nueva
generación, y esta experiencia les imprimió un carácter nacional, dado que una parte
importante de los alumnos del Colegio y de la Universidad eran becarios provenientes de las
provincias del interior. De esa manera, los porteños Juan María Gutiérrez, José Mármol o
Vicente Fidel López compartieron en los años formativos una misma experiencia cultural con
los tucumanos Juan Bautista Alberdi y Marco Avellaneda, con el sanjuanino Manuel José
Quiroga Rosas, o con el salteño Benjamín Villafañe. Los egresados del Colegio y de la
Universidad rivadavianos representaron la primera manifestación de una élite intelectual cuya
pertenencia a su entorno provincial fue tan importante como su pertenencia a una nación. La
ideología explícita que circuló por las aulas otorgó a la generación romántica una sólida
conciencia de la necesidad de expresar a “la Nación” en su conjunto.
2
LENGUA Y LITERATURA
Prof. Gonzalo Oyola Quiroga
La educación que recibió la generación de 1837 estuvo muy marcada por las
tendencias secularizadoras (no religiosas) del régimen rivadaviano, e hizo de estos jóvenes no
sólo una élite nacional, sino también una élite cultural de procedencia y configuración social
laicas. Al igual que sus inmediatos antecesores, los escritores del 37 fueron los primeros
intelectuales cuya identidad no tenía ninguna relación con las instituciones o las creencias de la
religión católica. Los contenidos formales de la enseñanza rivadaviana moldearon el universo
mental de los futuros escritores románticos, determinándose así que el punto de partida de
cualquier reflexión propia debía ser la visión laica de su formación. SU forma de concebir el
lugar de la Iglesia y de la religión en la sociedad fue un punto de partida para los escritores de
1837. Así, el hecho de haber sido educados en establecimientos públicos, que tanto por su
organización como por su ideología estaban netamente deslindados de cualquier relación
orgánica con la religión, hizo que esta generación intelectual pudiera pensar su propio lugar en
la sociedad y en la cultura en términos modernos. En rigor de verdad, es a partir de esta
generación que surgen en nuestro territorio la figura del intelectual con cierta autonomía
respecto de los poderes sociales constituidos, como el Estado, la Iglesia, las corporaciones y
clases tradicionales; se inicia en nuestra cultura un proceso de transformación que se
completaría recién en las primeras décadas del siglo XX: la existencia de un campo intelectual
autónomo de cualquier poder ajeno a él mismo, y este proceso comienza gracias a la
formación laica de los escritores de la generación romántica.
Los planes de estudio de las instituciones educativas rivadavianas estaban compuestos
por las principales corrientes intelectuales de la Ilustración del siglo XVIII La filosofía que se
enseñaba en las aulas del Colegio y de la Universidad era la promovida en Francia por autores
directamente vinculados con la experiencia de la Revolución Francesa. Esto hizo que haya
cierto “molde” Ilustrado en el pensamiento de la Generación de 1837, que se hace visible en la
adopción de un esquema de valores universales cuya realización debía constituir una meta: el
progreso económico, social, cultural y político; y la creencia de la capacidad de la voluntad
política para influir en el curso de los hechos.
Entre 1830 y 1839, los escritores románticos publicaron sus primeros ensayos
intelectuales, se organizaron en un movimiento de perfiles relativamente nítidos, y definieron
una agenda de problemáticas centrales y un programa intelectual.
El romanticismo apareció en el Río de la Plata de la mano de Esteban Echeverría, en
una fecha muy precisa: 1830, cuando Echeverría dio a conocer sus primeras composiciones
poéticas en la prensa porteña. Echeverría había vuelto poco antes de una residencia de cinco
3
LENGUA Y LITERATURA
Prof. Gonzalo Oyola Quiroga
años en Francia, donde había seguido un régimen de estudio poco claro, pero siguió muy de
cerca los debates del mundo literario francés en el que se destacaba progresivamente la figura
de Victor Hugo. Echeverría fue el catalizador de la nueva corriente en un ambiente que ya
estaba preparado para su aparición. Desde los últimos años de la política rivadaviana,
publicaciones y noticias de las nuevas tendencias literarias, filosóficas y culturales europeas
habían estado llegando a Buenos Aires. En el momento de hacer su primera aparición en la
escena pública porteña, Echeverría encontraría un espacio de referencias simbólicas diseñado
de antemano por las expectativas de un público lector que se venía formando desde por lo
menos desde cinco años atrás. Las primeras reacciones ante la nueva estética en la poesía de
Echeverría fueron favorables, y también hubo una recepción entusiasta por parte del público.
Así entonces, Los consuelos (1834) y Rimas (1837) fueron libros de gran éxito para el pequeño
mercado editorial porteño, y Echeverría se convirtió rápidamente en la figura pública más
prestigiosa de la incipiente renovación romántica.
La generación del 37 tuvo su primera instancia de cohesión grupal en el Salón Literario,
patrocinado por el librero uruguayo Marcos Sastre. El Salón Literario –que sólo funcionó
durante algunos meses de 1837—se propuso adoptar prácticas de sociabilidad intelectual que
se suponían condición necesaria para una cultura moderna. La lectura individual debía ser un
paso hacia una práctica compartida e lectura, donde las ideas aprendidas en los libros llegados
de Europa debían ser objeto de intensas discusiones. EL objetivo de todo esto fue la creación
de saberes enteramente nuevos, originales, sobre la base de lo aprendido en los libros
europeos. El Salón fue una asociación surgida en la sociedad misma, la iniciativa autónoma de
una élite intelectual porteña y sin intervención del Estado. En el Salón Literario el movimiento
romántico cristalizó su identidad. Echeverría, Alberdi, Juan María Gutiérrez, ocuparon el centro
de la escena en un clima ideológico predominantemente romántico y juvenilista. Tras la
experiencia del Salón, los jóvenes del 37 pasarían a una etapa más desarrollada con la creación
de una sociedad político-literaria cuyo propósito era unificar a toda la juventud del país en un
movimiento de regeneración social, cultural y política de la nación: la Asociación de la Joven
Argentina. Fue a través de esta Asociación y de los periódicos editados por sus miembros (en
especial El Iniciador, 1838-1839) que la corriente romántica porteña logró en un inicio expandir
su radio de influencia. Manuel Quiroga Rosas volvió a San Juan e incorporó a Domingo Faustino
Sarmiento.
Desde el comienzo, los jóvenes románticos se propusieron superar la antinomia entre
unitarios y federales, hubo un primer momento en el que se intentó un acercamiento a Rosas.
Pero la intolerancia y autoritarismo del régimen rosista. Alberdi, por ejemplo, justificó su
4
LENGUA Y LITERATURA
Prof. Gonzalo Oyola Quiroga
acercamiento a Rosas sobre la base de argumentos que tuvieron en cuenta la coyuntura del
país: si el de Rosas era el único argumento para la coyuntura política, el pragmatismo indiciaba
que el régimen rosista era el único posible para la coyuntura, era legítimo colaborar con él
mientras se aguardaba el advenimiento de una etapa superior en la historia. Pero pronto los
jóvenes del 37 comenzara a ver en Rosas la encarnación de los males que aquejaban al país, y
se volvieron acérrimos enemigos del rosismo y de sus prácticas censoras y violentas. Como
consecuencia, muchos de los románticos debieron exiliarse de Buenos Aires.
Entre 1839 y 1844, la acción política absorbió las energías de los emigrados románticos,
y su propia identidad colectiva tendió a diluirse con las de los unitarios, que tenían una gran
presencia y organización en Montevideo, principal destino de los exiliados porteños. Alberdi,
secundado por Juan María Gutiérrez, se convirtió en el principal gestor político del movimiento
desplazando a Echeverría. La política del grupo se definió por su antirrocismo implacable. Los
años de la hegemonía de Alberdi serán los de la aventura política, expresada en dos decisiones
osadas: el apoyo a la intervención francesa y la alianza entre románticos, unitarios y de ferales
disidentes del régimen rosista, bajo el liderazgo militar del general Lavalle. La corriente
romántica, convertida ahora en facción política, contó con un importante aval de los jefes
políticos de Montevideo. Con el apoyo de poder de Montevideo buscó el liderazgo no sólo
ideológico sino también político de la lucha antirrosista de los románticos, y convertirse en el
consejero del caudillo unitario Lavalle.
La secuela de derrotas que sufrió todo el movimiento antirrosista en esos años
provocaron el desaliento y la paulatina retirada de buena parte de los románticos de la política
activa. El alejamiento de Alberdi y Gutiérrez fue el más escandaloso, y por eso el más
contundente; optaron, entonces, por su partida a Europa.
por los preceptos del neoclasicismo, regido por la imitación de las obras de la antigüedad
griega y romana; su centro de difusión fue Francia. A fines del siglo XVII surgieron en Alemania
e Inglaterra las primeras manifestaciones de una sensibilidad social y artística que llevó a una
5
LENGUA Y LITERATURA
Prof. Gonzalo Oyola Quiroga
fuerte idea de lo nacional. Además, los románticos rescataron la Edad Media, que durante
mucho tiempo había sido considerada como un período oscuro para el saber y el arte.
Inicialmente, la sensibilidad romántica emergió en Alemania, pero pronto se extendió por toda
Europa y también llegó a los territorios americanos, imponiéndose durante gran parte del siglo
XIX. Esta nueva corriente artística e intelectual propuso basarse en la imaginación, los
sentimientos y las emociones por sobre lo racional (que era la propuesta del neocalsicismo).
Entonces, a medida que la Ilustración del siglo XVII, con su exaltación de la razón y el
movimiento difuso, con características propias en cada lugar. Por otro lado, si el nocasicicmo se
había preocupado por lo universal, los románticos se interesaron por lo individual y particular,
y en la exaltación de la libertad del individuo. Estas nociones no se limitaron al arte, sino que
abarcaban todos los órdenes de la vida de las personas. Los ideales de la Revolución Francesa
además se acentuó el nacionalismo contrastando con el enfoque universal del pasado que
hombre como un ser esencialmente guiado por la Razón; y los románticos lo imaginaron
esencialmente libre.
romanticismo fue individualista, con un gran aprecio por la individualidad y las diferencias
existentes entre las diferentes personas; por eso el romanticismo valoraba al “diferente”: sus
héroes eran rebeldes que quebraban las reglas establecidas, tanto en lo político como en lo
6
LENGUA Y LITERATURA
Prof. Gonzalo Oyola Quiroga
lo exótico (países, culturas y lenguas lejanas o perdidas), lo sobrenatural (nació la novela con
La independencia frente a las reglas artísticas clásicas, los modelos políticos antiguos y
años posteriores. Su gran precursor fue el filósofo francés Jean Jacques Rousseau (1712-1778),
moderna eran influencias que corrompían a las personas, y afirmó que la gente deberían volver
a la vida simple y saludable de la tierra. La hipótesis que daba fundamento a las propuestas de
Rousseau era que la civilización había desviado a los hombres de su condición original,
“natural”, en la que habían sido buenos y libres. El “buen salvaje” (como llamó Rousseau al
de la política, Rousseau consideraba a todo gobierno como opresivo, a no ser que el poder real
7
LENGUA Y LITERATURA
Prof. Gonzalo Oyola Quiroga
frase de Abraham Lincoln: “gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.
numerosos países se inspiraron en el nuevo ideal de la libertad, que prometía romper con la
opresión de antiguo orden. Los románticos del siglo XIX consideraron demasiado simplistas las
soluciones que proponían los pensadores ilustrados; Göethe, uno de los principales
Salón Literario fundado en 1837 por al librero y escritor uruguayo Marcos Sastre, y a la
Asociación de Mayo, agrupación clandestina opositora a la dictadura de Rosas. Estos fueron los
generación romántica debió exiliarse en los países vecinos, debido a su enfrentamiento con
Rosas; algunos de ellos viajaron a Europa para completar su formación intelectual. Todos los
miembros de este grupo intelectual tuvieron un marcado sentido nacionalista, lo cual los hizo
cultural del país, como así también sus ideas y temáticas nacionales.
8
LENGUA Y LITERATURA
Prof. Gonzalo Oyola Quiroga
racional.
Libertad en la creación, rompiendo con las reglas clásicas, y guiándose sólo por la
como ángel como demonio) prescindió de prejuicios sociales. Hay una fuerte
escenario natural.
realidad.
Echeverría escribió “El matadero” entre 1838 y 1840, pero fue publicado
póstumamente recién en 1871 por Juan María Gutiérrez, en la Revista del Río de la Plata veinte
años después de la muerte de su autor. La crítica literaria lo considera el primer texto argentino
de ficción. En relación a su género literario, podría decirse que “El matadero” es un cuento
largo con elementos característicos del cuadro de costumbres, en una mezcla de géneros
propia de la postura artística del romanticismo. Además, se lo considera el primer texto que
conjuga los postulados del romanticismo con el reflejo de la sociedad local. Hay en el cuento
Convalecencia es una metonimia 1 del país, dado que es una parte que representa al todo: el
1
La metonimia es una figura retórica que consiste en denominar una cosa con el nombre de otra con
la que guarda algún tipo de relación (de causa-efecto, el todo por la parte, la parte por el todo, el autor
9
LENGUA Y LITERATURA
Prof. Gonzalo Oyola Quiroga
matadero funciona del mismo modo que el resto del país bajo el régimen político impuesto por
el rosismo.
BIBLIOGRAFÍA
Wasserman, Fabio. “La Generación de 1837 y el proceso de construcción de la identidad
nacional argentina”, en Boletín de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”, Trecer
aser, núm. 15, primer semestre de 1997, pp. 7-34.
Ghiralde, Olsen A. De la escuela del Salón Literario (1837) a la Constitución Nacional (1853),
S/D:
SHUMWAY, N., La invención argentina, Buenos Aires, Emecé, 2002.
Mayers, Jorge. “La revolución de las ideas: la generación romántica de 1837 en la cultura y en
la políticas argentinas”, en Goldman, Noemí (dir.), Nueva historia argentina, Tomo III:
pp. 383-443.
por la obra, el continente por el contenido, etc.). Ejemplos: “Vimos un Picasso”: el enunciado no tiene
como significado haber visto una persona de nombre Picasso, sino un cuadro del famoso pintor; “Tomé
un vaso de agua”: en realidad lo que se bebe no es el vaso sino el agua que contiene.
10