LN Cap 3.4
LN Cap 3.4
LN Cap 3.4
1. Introducción
3. Datos bioquímicos
3.1. Proteínas viscerales
3.2. Índice creatinina/altura
3.3. Balance nitrogenado
4. Pruebas de inmunidad
4.1. Reacción de hipersensibilidad cutánea retardada
4.2. Número y función linfocitaria
5. Índices pronósticos
5.1. Índice pronóstico nutricional
5.2. Índice de riesgo nutricional
5.3. Índice pronóstico nutricional e inflamatorio
5.4. Índice de Maastricht
6. Cuestionarios estructurados
6.1. Iniciativa de Investigación Nutricional
6.2. Mini Nutritional Assessment
6.3. Valoración global subjetiva
7. Pruebas funcionales
10.Resumen
11.Bibliografía
12.Enlaces web
Objetivos
L
a valoración del estado nutricional debe permitir identificar aquellos sujetos, desnu-
tridos o en peligro de desarrollar desnutrición, que pueden beneficiarse de un tra-
tamiento nutricional. Es, pues, el primer paso en un tratamiento de esta naturaleza.
En el proceso de valoración nutricional se debería distinguir entre el concepto
de “cribaje” o de identificación de los individuos que presentan características aso-
ciadas a problemas nutricionales (pérdida de peso, disminución del apetito, abuso
de alcohol, enfermedades crónicas, tratamientos agresivos, etc.), que permitirá
concretar si presentan desnutrición o riesgo de desarrollarla, y el de evaluación o
valoración propiamente dicha que permitirá reconocer si existe o no desnutrición
y, en caso positivo, clasificarla y cuantificarla. La valoración nutricional debería
formar parte de la evaluación clínica de los individuos, ya que permite no sólo
determinar el estado de nutrición de un individuo, sino también valorar los requeri-
mientos nutricionales, predecir la posibilidad de presentar riesgos sobreañadidos a
su enfermedad de base atribuibles a una posible alteración del estado de nutrición
y evaluar la eficacia de una determinada terapia nutricional.
Es importante determinar el estado de nutrición de un individuo, ya que los
trastornos de la nutrición se acompañan de complicaciones tan diversas como me-
nor resistencia a las infecciones; en embarazadas, nacimiento de niños con menor
peso y las consecuencias consiguientes; ante la presencia de traumatismos, heridas
o intervenciones quirúrgicas, retraso en la cicatrización de las heridas; y, en general,
siempre que se precise hospitalización, la desnutrición comportará estancias hospi-
talarias más prolongadas e incremento del coste sanitario.
Al valorar el estado nutricional de un individuo puede suceder que éste sea nor-
mal; que presente diversos grados de desnutrición (leve, moderada o grave); que
presente sobrepeso u obesidad; o, incluso, que presente deficiencias específicas de
algunos micronutrientes.
Un buen marcador de valoración nutricional debería cumplir una serie de requi-
sitos que lo hiciera útil para su uso en cualquier individuo, y debería ser capaz de
reproducir los datos y de predecir con fiabilidad los resultados de otros métodos
más sofisticados (Tabla 1).
La realidad es que ningún marcador cumple los requisitos imprescindibles; es más,
no existe el marcador ideal, básicamente porque los marcadores nutricionales se
ven afectados por la enfermedad y la agresión. Al no haber uniformidad de criterios
respecto a qué parámetros son los más útiles para valorar a escala individual el esta-
do nutricional de un sujeto determinado, es aconsejable utilizar más de un marcador
nutricional y elegirlos en función de la situación de cada persona en particular.
Cualquier marcador se debería comparar, por un lado, con los valores considerados
de referencia y, por otro, con valores previos del sujeto en estudio (Tabla 2).
121
Capítulo 3.4. Valoración del estado nutricional en el adulto
• Ser consistentemente anormal en pacientes desnutridos (alta sensibilidad y escasos falsos negativos)
• Ser consistentemente normal en pacientes sin desnutrición (alta especificidad y pocos falsos positivos)
• No ser fácilmente afectable por factores no nutricionales
• Ser fácilmente normalizable con adecuado aporte nutritivo
Los valores considerados “de referencia” tienen los países subdesarrollados, donde la cantidad de
el gran inconveniente de que no siempre son aplica- alimento disponible no es suficiente. También se
bles a cualquier población en estudio, ya que suelen observa en algunas enfermedades o situaciones
haberse generado para una población y un tiempo fisiopatológicas como la anorexia o la oclusión
determinados. Lo ideal es, si es posible, poder com- intestinal, y en diversas enfermedades crónicas.
parar cualquier valor con datos previos del indivi- El individuo utiliza sus reservas endógenas con la
duo en estudio. No obstante, no siempre se dispone subsiguiente pérdida de peso, de masa muscular
de valores previos del sujeto a analizar. y de los depósitos de grasa. Cursa con alteración
La valoración nutricional permite saber si un indi- de las medidas antropométricas, pero con relativa
viduo presenta desnutrición o alteración del estado conservación de las proteínas viscerales.
de nutrición por exceso o por defecto de energía, La desnutrición tipo kwashiorkor se presenta
proteínas u otros nutrientes que comporte altera- ante una dieta que contiene suficiente energía
ción en la composición y/o funcionalidad corporal. (básicamente, a expensas de hidratos de carbono)
La desnutrición puede definirse de múltiples ma- y muy poca o nula ingesta de proteínas. Este déficit
neras. Una de ellas es “aquel déficit nutricional que se proteico condiciona un trasvase de agua desde el es-
asocia a incremento de la morbimortalidad”. Existen pacio intravascular al espacio intersticial (expansión
diversos tipos de desnutrición: marasmática, tipo del agua extracelular), motivando edemas que dejan
kwashiorkor y mixta. fóvea y que se acompañan de palidez extrema, ascitis
El término “marasmo” significa “consumir”, y se y anasarca. El organismo está más o menos conser-
aplica a aquellos sujetos con pérdida crónica de vado pero tiende a existir exceso de grasa y escasez
masa muscular y grasa subcutánea debida a insufi- de músculo. Diagnosticar este tipo de desnutrición
ciente ingesta energética y de proteínas. Comporta no es fácil y puede, al principio, pasar inadvertida.
un aspecto caquéctico, y se observa en la inanición La desnutrición mixta comparte aspectos de
prolongada. Las ingestas energéticas son inadecua- cada una de las anteriores. De hecho, los trastor-
das, aunque la proporción de calorías no proteicas nos puros se ven poco hoy en día, si no es en países
y proteicas sea aceptable. Suele producirse en con déficit de alimentos.
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2. Parámetros
antropométricos y
composición corporal
La antropometría mide diversos aspectos de la
composición corporal; más específicamente, mi-
de el tamaño y proporciones del cuerpo. El em-
pleo de estos parámetros permite establecer una
valoración somática. Su variación indica cambios
en el estado nutricional; se valoran en función de
un intervalo de normalidad obtenido a partir de
estudios poblacionales, o de la comparación con
los valores obtenidos previamente en la misma
persona.
Sus medidas son fáciles de realizar, rápidas y de
bajo coste. Evalúan las reservas proteicas y de gra-
sa del individuo. Para obtenerlas se necesita sim-
plemente una balanza, un tallímetro o estadióme-
tro, un calibrador de pliegues cutáneos y una cinta
métrica. Esta técnica engloba desde el peso a la al-
tura y las técnicas de medición de masa grasa o
magra y de la composición corporal.
2.1.Talla
La talla se determina con el individuo descal-
zo. La posición de la cabeza ha de ser aquella en la Figura 1. Método de valoración de la altura (talón-rodilla).
que el meato auditivo y el borde inferior de la órbi-
ta estén en un plano horizontal. El sujeto ha de es-
tar con los brazos relajados, y de espaldas al vásta- La longitud rodilla-maléolo externo (LRM) se
go vertical. La talla puede resultar difícil de medir obtiene midiendo la distancia, en cm, desde el bor-
en determinadas situaciones. Es posible calcularla a de superior de la rótula hasta el borde inferior
partir de la altura de la rodilla o la longitud rodilla- del maléolo externo, con la extremidad extendida
maleolo externo. y relajada sin contracción del cuádriceps, con una
La altura rodilla (AR) se mide manteniendo al cinta métrica flexible y no elástica. Las fórmulas pa-
paciente en decúbito supino; mediante un calibra- ra determinar la talla son:
dor se determina la distancia en cm entre el plano
más superior de la rodilla en flexión en ángulo de Talla (varones) (cm) = [LRM (cm) x
90º con la pierna y el plano plantar formando 90º 1,121] - [0,117 x edad (años)] + 119,6
con la pierna, en una línea que une las apófisis pe-
roneas. Este parámetro, a través de unas fórmulas, Talla (mujeres) (cm) = [LRM (cm) x
permite estimar la talla en personas de entre 60 y 1,263] - [0,159 x edad (años)] + 107,7
80 años (Figura 1):
A partir de la talla se puede determinar la com-
Talla (varones) (cm) = 64,19 - [0,04 x plexión de un sujeto. Ésta se obtiene a partir del
edad (años)] + (2,02 x AR) cociente entre la altura y la circunferencia de la
muñeca (ambas en cm). Con ella se clasifica a los
Talla (mujeres) (cm) = 84,88 - [0,24 x individuos como de complexión pequeña, mediana
edad (años)] + (1,83 x AR) y grande (Tabla 3).
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Capítulo 3.4. Valoración del estado nutricional en el adulto
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Capítulo 3.4. Valoración del estado nutricional en el adulto
PPI (%) = peso actual (kg)/PPI (kg) x 100 PPH (%) = peso actual (kg)/PPH (kg) x 100
• Obesidad: > 120 • Obesidad (en función de situación previa):
• Sobrepeso: 110-120 > 120
• Normalidad: 90-110 • Sobrepeso (en función de situación previa):
• Desnutrición leve: 80-90 110-120
• Desnutrición moderada: 70-80 • Normalidad: 96-109
• Desnutrición grave: < 69 • Desnutrición leve: 85-95
• Desnutrición moderada: 75-84
PPI: peso ideal.
• Desnutrición grave: < 75
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Capítulo 3.4. Valoración del estado nutricional en el adulto
2.4.1. Índice cintura/cadera (ICC) Distintas ecuaciones que incluyen el pliegue tri-
cipital permiten calcular la circunferencia muscu-
Los pliegues cutáneos permiten conocer la gra- lar del brazo (CMB) y el área muscular del brazo
sa corporal total, y el índice cintura-cadera la dis- (AMB). Posibles fuentes de error de esta medición
tribución de la misma. Se miden los perímetros son la falsa suposición de que el brazo es circular;
de la cintura y la cadera y se calcula el cociente en- el componente del área ósea, y el hecho de que la
tre ambos valores. A partir de este parámetro se masa muscular en la parte superior del brazo no
puede clasificar la obesidad en central (troncular) proporciona una correcta indicación de los niveles
y periférica (generalizada): de masa muscular corporal.
Cuando se usan como medida estándar los va-
Obesidad Obesidad lores percentiles, se considera (tanto para los plie-
central generalizada gues subcutáneos como para las circunferencias
musculares) que valores entre los percentiles 10
Hombres: ICC > 0,95 ICC ≤ 0,95 y 15 indican desnutrición leve, entre el 5 y 10 des-
Mujeres: ICC > 0,80 ICC ≤ 0,80 nutrición moderada, por debajo del percentil 5
desnutrición grave; valores entre 15 y 85 se consi-
La importancia de este índice radica en que la deran indicativos de normalidad, y valores por en-
distribución central es un buen predictor de al- cima de 85 de sobrepeso. La presencia de edemas
teraciones metabólicas y permite detectar riesgo o flebitis falsea los resultados (Figura 7).
cardiovascular. Sus limitaciones son la falta de nor- Los principales errores en la interpretación de
mas estandarizadas para la medición y la posibili- estas pruebas antropométricas son por impreci-
dad de modificación por factores externos al te- sión, ya que los resultados dependen mucho de
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2.5.Técnicas de
composición corporal
Si bien la composición corporal puede
medirse con técnicas tan simples y accesi-
bles como son los pliegues cutáneos para
medir la masa grasa subcutánea, o los pe-
rímetros corporales (perímetro del bra-
zo) para medir masa muscular, también se
pueden medir con técnicas más sofistica-
das, conocidas como técnicas de compo-
sición corporal (ver Capítulo 3.5).
La utilización de estas técnicas res-
ponde a las dificultades en la valoración
del estado de nutrición, especialmente
en los sujetos enfermos o en los obesos,
y a la necesidad de poder comparar di-
ferentes poblaciones de individuos. Per-
miten, mediante técnicas más o menos
sofisticadas, medir los distintos compo-
nentes corporales. El organismo se pue-
de clasificar en distintos modelos de or-
ganización. Algunos autores dividen el
organismo en varios niveles. El primer
nivel correspondería a un nivel atómico
y separaría el organismo en sus múltiples
elementos constitutivos. Si bien están re-
presentados en el organismo unos 50
elementos químicos, 9 de ellos (oxíge-
no, carbono, hidrógeno, nitrógeno, calcio,
fósforo, potasio, sodio y cloro) represen-
tan el 98% del peso corporal. El segundo
nivel sería un nivel molecular, que divi-
diría el organismo en un compartimien-
to hidratado y otro seco. El hidratado,
o agua corporal, comprendería el agua
intra y extracelular, y el compartimiento
seco comprendería los lípidos, las proteí-
nas y los minerales. El tercer nivel, o divi-
Figura 7. Tablas para determinar el pliegue tricipital (PT), la circunferen- sión celular, estaría formado por la masa
cia del brazo (CB) y la circunferencia muscular del brazo (CMB). Fuente: celular corporal y el espacio extracelu-
modificadas de Alastrué. lar, éste a su vez subdividido en fluidos
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Capítulo 3.4. Valoración del estado nutricional en el adulto
y sólidos extracelulares. El cuarto nivel, o tisular, la cantidad de potasio corporal total. A su vez, és-
englobaría los distintos tejidos, diferenciando el te- ta guarda una relación constante con la masa libre
jido muscular, el tejido adiposo, el tejido óseo y las de grasa. Restando la masa libre de grasa del peso
vísceras, mientras que el quinto nivel corresponde- corporal se obtiene la masa grasa.
ría al organismo considerado globalmente. El estu- Conviene resaltar que la determinación de 40K
dio de estos distintos niveles comporta el uso de no implica una irradiación del individuo estudia-
diversas técnicas. do, sino que se trata de medir con gamma-cámaras
Se reseñan a continuación brevemente las prin- de alta sensibilidad la radiación que naturalmente
cipales técnicas de análisis de composición corpo- emite. Por tanto, es una técnica que se puede re-
ral, técnicas que se describirán más ampliamente petir sin riesgo para los individuos, pero está limi-
en el Capítulo 3.5. tada por la carencia de dispositivos de medida en
la práctica clínica.
2.5.1. Densitometría
2.5.3. Análisis de
Entre las técnicas más sofisticadas se puede citar activación de neutrones
la densitometría, que se basa en considerar al orga-
nismo como un modelo bicompartimental, forma- El análisis de activación de neutrones es una téc-
do por masa grasa y masa libre de grasa, pudiéndo- nica basada en reacciones nucleares. Los neutro-
se calcular la proporción de cada compartimiento nes de una fuente externa interaccionan con de-
en función de su densidad. Se basa en el principio terminados elementos del organismo dando lugar
de Arquímedes, según el cual el volumen de un ob- a isótopos inestables, como el 49Ca o el 15N, los
jeto sumergido en agua es igual al volumen de agua cuales, al pasar a estables, emiten una radiación γ
que dicho objeto desplaza. Debido a los inconve- característica que se analiza mediante un espec-
nientes que la técnica comporta y a su complejidad trógrafo de rayos γ. La aplicación de esta técnica
no resulta de uso habitual. permite determinar el contenido absoluto de los
distintos elementos. Una de sus aplicaciones es va-
lorar el nitrógeno corporal total como expresión
2.5.2. Métodos isotópicos de proteína total, asumiendo que todo el nitróge-
no corporal está únicamente en las proteínas. Ló-
La dilución isotópica permite medir, después de gicamente guarda buena correlación con la ma-
la administración de isótopos radioactivos, el agua sa muscular. Las limitaciones de su uso son la no
corporal total y el líquido extracelular. El agua cor- disponibilidad de instalaciones que puedan reali-
poral total se puede determinar a partir de la ad- zar esta técnica, tanto la activación de neutrones
ministración de un isótopo en una cantidad conoci- y la determinación de la emisión de la radiación γ
da con posterior medición de su concentración en resultante, pues existen pocos centros en el mun-
una muestra de fluido corporal después de un tiem- do que cuenten con ella.
po de equilibrio de la misma. Como isótopos suelen
utilizarse el deuterio (2H), el tritio (3H) y el 18O.
Es una técnica relativamente sencilla. Además, 2.5.4. Impedancia bioeléctrica
mediante fórmulas es posible calcular la masa libre
de grasa y la grasa corporal total. La técnica de impedancia bioeléctrica se basa
También se ha empleado la determinación de en la resistencia que ofrecen el agua y los tejidos
potasio corporal total en el análisis de composi- corporales al paso de una corriente eléctrica. Es-
ción corporal. El potasio corporal total se evalúa ta resistencia viene determinada por el contenido
por medición de la radiación γ específica que emi- de agua y electrólitos. A bajas frecuencias la co-
te su isótopo 40K. El cuerpo humano emite una pe- rriente pasa principalmente a través de los fluidos
queñísima cantidad de radiación γ, que se puede extracelulares, mientras que a frecuencias elevadas
medir. El resultado de esta medición da idea de la penetraría en los fluidos intra y extracelulares. Las
cantidad en peso de 40K y, a partir de ese valor, de medidas obtenidas con frecuencias bajas reflejarían
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Capítulo 3.4. Valoración del estado nutricional en el adulto
el peso puede estar falseado por el peso del ex- proteínas viscerales y la desnutrición, morbilidad
tenso tumor; la medición de la masa libre de grasa y mortalidad.
y de las proteínas corporales totales mediante den- La masa de proteínas viscerales se puede valorar
sitometría, o la medición del potasio corporal total a partir de las concentraciones séricas de las pro-
por dilución isotópica, o incluso del nitrógeno cor- teínas de transporte sintetizadas por el hígado.
poral total por análisis de activación de neutrones
no serían demostrativos de la gravedad de la des-
nutrición existente por incluir en estas mediciones 3.1.1. Albúmina
la gran masa tumoral. La tomografía axial computa-
dorizada revelaría la gran depleción de grasa sub- La albúmina es una proteína fácil de determinar.
cutánea y la importante atrofia muscular. No obs- Se considera que la albúmina es un buen marcador
tante, es evidente que no es una técnica adecuada epidemiológico, pero mal monitor de cambios nu-
para valoración nutricional; sería de utilidad en la tricionales agudos, lo que se debe básicamente a su
valoración del tejido adiposo visceral y de su rela- larga vida media (20 días) y al gran tamaño del pool
ción con el tejido graso subcutáneo. corporal (4-5 g/kg). Se acepta que valores de albú-
mina plasmática entre 2,8 y 3,5 g/dl indican desnu-
trición leve; entre 2,1 y 2,7, g/dl desnutrición mo-
derada; y valores inferiores a 2,1 g/dl, desnutrición
3. Datos bioquímicos grave. Es un marcador no específico, pero se ha de-
mostrado que tiene mayor capacidad que la edad
Se utilizan como marcadores nutricionales las para predecir mortalidad y estancias y reingresos
concentraciones plasmáticas de las proteínas de hospitalarios.
transporte sintetizadas por el hígado, como me- El principal problema de su uso como marcador
dición indirecta de la masa proteica corporal, o la nutricional es que tanto los cambios en la volemia
creatinina sérica para determinar la masa muscu- como distintas situaciones patológicas (síndrome
lar, el número total de linfocitos, etc. Si bien el va- nefrótico, eclampsia, enteropatías perdedoras de
lor de todos ellos puede estar alterado por diver- proteínas, insuficiencia hepática), al igual que cual-
sas situaciones no nutricionales, su disminución se quier grado de agresión, pueden producir disminu-
asocia a la presencia de desnutrición y a un aumen- ción de sus valores plasmáticos.
to en la morbilidad y mortalidad. La hipoalbuminemia, además, puede confundir la
interpretación de los niveles plasmáticos del cal-
cio, el magnesio o el zinc. Se pueden observar fal-
3.1. Proteínas viscerales sos descensos de estos elementos que en realidad
se deben a descensos en los valores de la albúmi-
Aunque se supone que la disminución de las na. Por tanto, en esa situación las concentraciones
concentraciones séricas de las proteínas viscerales libres de estos minerales pueden ser en realidad
depende de una reducción de la síntesis hepática, normales. Por otra parte, la hipoalbuminemia pue-
la realidad es que sus valores están influenciados de afectar la farmacocinética de determinados fár-
por factores no nutricionales, tales como la masa macos, tales como la fenitoína).
real del hígado (que condiciona la capacidad de sín-
tesis proteica hepática), el grado de catabolismo o
degradación proteica, la excreción de proteínas 3.1.2.Transferrina
o de sus catabolitos, el paso o transferencia del
espacio intravascular al extravascular, o el grado La transferrina es una β-globulina que transporta
de hidratación y de expansión del espacio extra- hierro en el plasma. Por su vida media de 8-10 días
celular. Además, en los individuos enfermos la ad- y su pequeño pool plasmático (5 g) reflejaría mejor
ministración de albúmina, plasma fresco y sangre los cambios agudos en las proteínas viscerales. Su
altera los valores de estas proteínas. No obstan- concentración puede estar falsamente incrementa-
te, existe suficiente información sobre la asocia- da ante déficit de hierro, tratamientos con estróge-
ción entre disminución de los valores séricos de nos y embarazo, o erróneamente disminuida en la
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enfermedad hepática, el síndrome nefrótico y las in- atribuir a la nutrición los cambios en las concentra-
fecciones. Se admite que valores de 150 a 175 mg/ ciones plasmáticas de las proteínas viscerales.
dl sugieren desnutrición leve, entre 100 y 150 mg/dl
desnutrición moderada e inferiores a 100 mg/dl des-
nutrición grave. 3.2. Índice creatinina/altura
La creatinina es un producto final de la degra-
3.1.3. Prealbúmina dación de la creatina, molécula de depósito de
energía sintetizada por el hígado y concentrada
La prealbúmina es una proteína que se une a la principalmente dentro de la masa muscular del or-
tiroxina. Tiene una vida media de 2 días y un pool ganismo. La creatinina se excreta por orina sin al-
corporal muy pequeño. Situaciones como trauma- terarse. Por ello su excreción en orina de 24 horas,
tismos o infecciones se acompañan de cambios en ausencia de insuficiencia renal, se correlaciona
en la síntesis proteica, dando preferencia a pro- con la masa muscular total del organismo y con
teínas de fase aguda frente a otras que se sinteti- la altura. El índice creatinina/altura relaciona la can-
zan en mayor cuantía en condiciones de normali- tidad de creatinina eliminada en orina de 24 horas
dad fisiológica. Por ello, se deben interpretar con con la altura del individuo. Se compara la creatini-
cautela sus valores cuando se usa como marcador na eliminada con la esperada para un individuo del
nutricional. No obstante, y a pesar de ello, se con- mismo sexo y talla (según tablas de referencia).
sidera el mejor monitor para valoración del esta- Este índice presenta algunas limitaciones, como
do nutritivo en enfermos y el mejor marcador de la necesidad de recoger orina de 24 horas durante
cambios nutricionales agudos. Los valores de nor- tres días consecutivos, o los cambios experimenta-
malidad oscilan entre 17 y 29 mg/dl. Se conside- dos en la excreción de creatinina por enfermedades
ra que valores entre 10 y 15 mg/dl podrían indicar renales y hepáticas, por tratamientos con diuréticos,
desnutrición leve, entre 5 y 10 mg/dl desnutrición o también los cambios que se observan ante dietas
moderada y valores inferiores a 5 mg/dl desnutri- ricas en proteínas, en pacientes de edad avanzada
ción grave. e, incluso, en un mismo individuo independiente-
mente de la dieta. Se acepta que valores entre el 60
y el 80% representan una depleción proteica mode-
3.1.4. Proteína unida al retinol rada e inferiores al 60% una depleción grave.
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Capítulo 3.4. Valoración del estado nutricional en el adulto
El balance nitrogenado se calcula mediante la a las 24-72 horas. Se considera que existe anergia
fórmula: cuando no hay respuesta o ésta es prácticamente
inexistente. Se ha observado que la desnutrición se
Balance nitrogenado = [(g de proteínas asocia a anergia y que la renutrición ha conseguido
de ingesta/6,25) - (g de urea en orina + 4)] mejorar la respuesta. No obstante, la inmunocom-
petencia se ve afectada por otros factores no nu-
Se acepta que las cantidades absolutas de nitró- tricionales como las infecciones, las intervenciones
geno excretado serían útiles para determinar los quirúrgicas, algunos tratamientos (inmunosupreso-
requerimientos proteicos nutricionales de un indi- res), o incluso la edad.
viduo, así como para valorar el grado de catabolis-
mo presente.
En situación de normalidad, con equilibrio entre 4.2. Número y función linfocitaria
anabolismo y catabolismo, el BN tiene un valor igual
a 0. En situaciones catabólicas (sepsis, traumatismos, El número total de linfocitos es una prueba de
quemados, etc.) o ante una ingesta proteica disminui- uso habitual, relativamente económica, y que per-
da, la excreción de nitrógeno es superior a su ingesta, mite valorar el estado nutricional. En la desnutri-
comportando balances nitrogenados negativos. ción disminuyen la cifra global de linfocitos y la de
linfocitos T. Probablemente, este descenso es debi-
do más a una disminución de la maduración de las
células precursoras que a un aumento de la apop-
4. Pruebas de inmunidad tosis. Se considera que un recuento total de linfo-
citos entre 1.200 y 2.000 células/mm3 es demos-
Desde hace tiempo se conocen las relaciones en- trativo de desnutrición leve, entre 800 y 1.200
tre la inmunidad y el estado nutricional (ver Capítu- desnutrición moderada y por debajo de 800 des-
lo 1.36). La desnutrición es capaz de alterar los meca- nutrición grave.
nismos de defensa del huésped. Por ello, se emplean Otra prueba inmunológica más específica es el
distintas pruebas de valoración de la función inmu- estudio de la función linfocitaria (activación linfo-
nitaria como marcadores nutricionales. La capacidad citaria por mitógenos), la cual se ha visto que es-
de respuesta inmunitaria puede medirse con diver- tá disminuida en la desnutrición y se ha conseguido
sos parámetros, como las pruebas cutáneas de sen- recuperar con la renutrición.
sibilidad retardada, el recuento total de linfocitos,
o la capacidad de respuesta de los mismos.
5. Índices pronósticos
4.1. Reacción de hipersensibilidad
cutánea retardada Ante la dificultad de disponer de variables sen-
sibles y específicas que permitan valorar el esta-
La reacción de hipersensibilidad cutánea retar- do de nutrición, algunos autores han recurrido a la
dada (reacción del tipo IV según la clasificación de elaboración de diversos índices encaminados a de-
Gell y Coombs) es una reacción cutánea que apa- tectar individuos con problemas nutricionales.
rece ante la inyección de recuerdo de un antígeno
al que el paciente ha sido sensibilizado previamen-
te. El antígeno inyectado intradérmicamente es re- 5.1. Índice pronóstico nutricional
conocido por los linfocitos T memoria, liberándo-
se linfokinas, y como respuesta a ellas se movilizan El índice pronóstico nutricional (IPN) es un índi-
los macrófagos y otras células fagocitarias dando ce que se desarrolló en la Universidad de Pennsyl-
lugar a la máxima respuesta linfocitaria. Las prue- vania con la finalidad de obtener una valoración
bas cutáneas de sensibilidad retardada se conside- cuantitativa del riesgo quirúrgico. Ello permitiría
ran positivas cuando existe una induración en el seleccionar aquellos pacientes que necesitan so-
sitio de la inyección del antígeno de 5 mm o más, porte nutricional en el periodo preoperatorio. Más
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que un parámetro de valoración nutricional es un críticos. Analiza dos proteínas reactantes de fase
índice que valora el riesgo del individuo de presen- aguda (proteína C reactiva y α1-glicoproteína áci-
tar complicaciones (relacionadas con el estado de da) y dos proteínas viscerales (albúmina y prealbú-
nutrición) en el postoperatorio de cirugía. Se ob- mina). Pretende conjugar los efectos sobre la infla-
tiene a partir de la siguiente fórmula: mación y los posibles efectos sobre la nutrición. Si
bien algunos autores han probado que este índice
IPN (%) = 158 - [16,6 x albúmina sérica muestra sensibilidad para el diagnóstico y pronós-
(g/dl)] - [0,78 x pliegue tricipital (mm)] - tico de pacientes críticos, no siempre se han obte-
[0,2 x transferrina sérica (mg/dl)] - [5,8 x nido los mismos resultados.
respuesta cutánea retardada]
Se acepta que valores del IPN inferiores al 40% 5.4. Índice de Maastricht
representan un riesgo bajo de presentar complica-
ciones postoperatorias; entre 40 y 49%, riesgo mo- El índice de Maastricht (IM) utiliza los niveles
derado y > 50% riesgo elevado. de albúmina, de prealbúmina y de linfocitos tota-
les y el porcentaje de peso ideal, según la siguien-
te ecuación:
5.2. Índice de riesgo nutricional
IM = 20,68 - [0,24 x albúmina (g/l)] -
Este índice de riesgo nutricional (IRN) fue desa- [19,21 x prealbúmina (g/l)] - [1,86 x
rrollado por el grupo de estudio de nutrición pa- linfocitos (células/μl)] - (0,04 x peso ideal)
renteral total del Veterans’ Affairs TPN Cooperative
Study Group para valorar la nutrición perioperato- Se considera que un IM > 0 es demostrativo de
ria en pacientes que requerían laparotomía o tora- desnutrición.
cotomía (para cirugía no cardiaca). El objetivo del
mismo era poder seleccionar, lo más correctamen-
te posible desde el punto de vista nutricional, aque-
llos pacientes que participaran en ensayos clínicos 6. Cuestionarios
sobre nutrición. Valora la existencia de desnutri- estructurados
ción mediante la siguiente fórmula:
6.1. Iniciativa de
IRN = [1,519 x nivel sérico de albúmina Investigación Nutricional
(g/l)] + [0,417 x (peso actual/peso
habitual)] x 100 La Iniciativa de Investigación Nutricional (IIN)
fue desarrollada en los años 90 del siglo XX en
Se considera que valores entre 97,5 y 100 sugie- EE UU como un proyecto cooperativo entre la
ren riesgo de desnutrición leve, entre 83,5 y 97,5 Academia Americana de Medicina Familiar, la Aso-
desnutrición moderada, y por debajo de 83,5, des- ciación Americana de Nutrición y el Consejo Na-
nutrición grave. Este índice demostró tener espe- cional para la Tercera Edad. Pretende identificar
cificidad y sensibilidad para identificar pacientes en aquella población anciana que por presentar una
situación de riesgo de complicaciones en un es- serie de problemas reales o potenciales puede be-
tudio de 395 pacientes que requerían laparotomía neficiarse de consejos nutricionales, servicios so-
o toracotomía no cardiaca. ciales o sanitarios, o de intervención médica o de
un tratamiento nutricional.
Consta de dos niveles, uno más simple (Nivel I),
5.3. Índice pronóstico y otro más complejo (Nivel II).
nutricional e inflamatorio Tanto los materiales incluidos como el formato
de los mismos han sido evaluados en diversos gru-
El índice pronóstico nutricional e inflamatorio pos de individuos adultos de distinta procedencia
(PINI) se desarrolló para clasificar los pacientes étnica, de diferente edad, nivel económico y edu-
135
Capítulo 3.4. Valoración del estado nutricional en el adulto
Puntuación Sí
Padezco una enfermedad o afección que me hizo cambiar el tipo y/o cantidad de
alimento que consumo 2
Consumo menos de 2 comidas diarias 3
Consumo de poca cantidad de fruta, verduras y productos lácteos 2
Consumo 3 o más vasos de cerveza, licor o vino diariamente 2
Tengo problemas bucales o dentales que dificultan mi alimentación 2
No siempre dispongo del dinero suficiente para adquirir los alimentos que necesito 4
Como a solas la mayoría de las veces 1
Consumo 3 o más medicamentos recetados o de venta libre al día 1
Sin habérmelo propuesto, he perdido/aumentado 5 kg o más en los últimos 6 meses 2
No siempre me encuentro en condiciones físicas de hacer las compras, cocinar
o alimentarme 2
Resultado
0-2: buen estado
3-5: riesgo moderado de desnutrición
> 6: riesgo elevado de desnutrición
cación, con la finalidad de determinar su utilidad y a los 3 meses, o bien se indicará intervención nutri-
credibilidad. cional (Tabla 10).
136
M. Planas Vilà | C. Pérez-Portabella Maristany | N.Virgili Casas
137
Capítulo 3.4. Valoración del estado nutricional en el adulto
Apellidos: ......................................... Nombre: ....................... Profesión: ................... Sexo: ....... Fecha: ............
Edad: .......... Peso (kg): ................ Estatura (cm): ................... Altura de la rodilla (cm): ........................
Rellenar el formulario. Cuando tenga el número total de puntos, compárelo con la puntuación indicadora
de desnutrición
Valoración antropométrica
1. Índice de masa corporal
a) IMC < 19 = 0 puntos
b) IMC 19 hasta < 21 = 1 punto
c) IMC 21 hasta < 23 = 2 puntos
d) IMC > 23 = 3 puntos
2. Circunferencia del antebrazo (cm)
a) CA < 21 = 0 puntos
b) CA 21-23 = 0,5 puntos
c) CA > 22 = 3 puntos
3. Circunferencia de la pantorrilla (cm)
a) CP < 31 = 0 puntos
b) CP > 31 = 1 punto
4. Pérdida de peso durante los últimos 3 meses
a) Pérdida de peso mayor de 3 kg = 0 puntos
b) No sabe = 1 punto
c) Pérdida de peso entre 1 y 3 kg = 2 puntos
d) Sin pérdida de peso = 3 puntos
Valoración global
5. Vive independiente (no en una residencia u hospital)
a) No = 0 puntos; b) Sí = 1 punto
6. Toma más de 3 medicamentos al día
a) Sí = 0 puntos; b) No = 1 punto
7. Ha sufrido estrés psicológico o una enfermedad aguda en los últimos 3 meses
a) Sí = 0 puntos; b) No = 1 punto
8. Movilidad
a) Tiene que permanecer en cama o en una silla = 0 puntos
b) Es capaz de levantarse de la cama o silla pero no de salir = 1 punto
c) Puede salir = 2 puntos
9. Problemas neuropsicológicos
a) Demencia o depresión grave = 0 puntos
b) Demencia leve = 1 punto
c) Sin problemas psicológicos = 2 puntos
10. Úlceras en la piel o por presión
a) Sí = 0 puntos; b) No = 1 punto
Valoración dietética
11. Comidas completas que toma el paciente al día
a) 1 comida = 0 puntos
b) 2 comidas = 1 punto
c) 3 comidas = 2 puntos
138
M. Planas Vilà | C. Pérez-Portabella Maristany | N.Virgili Casas
IMC: índice de masa corporal; CA: circunferencia del antebrazo; CP: cincunferencia de la pantorrilla.
Por medio de la VGS se clasificará a los pacientes mo es el caso del paciente neoplásico. Añade una
en bien nutridos (A), moderadamente desnutridos puntuación numérica (de 0 a 4) a las distintas cate-
(B) o gravemente desnutridos (C). gorías A, B y C en función del grado de toxicidad
Una ampliación de la misma es la conocida co- y tolerancia al tratamiento antineoplásico, de la
mo valoración global subjetiva generada por el pa- pérdida de peso, de la ingesta dietética, del impac-
ciente. Está adaptada a patologías específicas, co- to clínico de los síntomas, de los cambios en las ac-
139
Capítulo 3.4. Valoración del estado nutricional en el adulto
Figura 8. Valoración global subjetiva (VGS). GP: generada por el paciente. Fuente: Ottery DC, 2000.
140
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Figura 8. Valoración global subjetiva (VGS). GP: generada por el paciente. Fuente: Ottery DC, 2000 (cont.).
141
Capítulo 3.4. Valoración del estado nutricional en el adulto
142
M. Planas Vilà | C. Pérez-Portabella Maristany | N.Virgili Casas
Figura 9. Método de screening del riesgo de desnutrición para individuos comunitarios. Fuente: modificado de ESPEN Guidelines for
Nutrition Screening 2002. IMC: índice de masa corporal.
sible determinar en sangre la mayoría de los valo- tado deficitario de vitaminas reconocido. Este défi-
res plasmáticos de oligoelementos, vitaminas, etc., cit afectaba a los marineros que no tomaban frutas
éstos no son indicadores absolutos de deficiencia frescos durante periodos largos de tiempo. El es-
y en muchas ocasiones son los signos clínicos los corbuto cursa con aumento de la sensibilidad cutá-
verdaderos indicadores de la existencia de déficit. nea, diminutas hemorragias petequiales alrededor
de los folículos del vello (en especial, en piernas),
encías tumefactas, dolor articular y dificultad para
9.1. Déficit de vitaminas la curación de las heridas. Puede aparecer también
en niños pequeños que son alimentados con leche
El concepto de déficit subclínico de vitami- de vaca diluída sin suplementarlos con frutas, vege-
nas corresponde a los valores plasmáticos y celu- tales ni vitaminas. Si se trata de niños, estos están
lares disminuidos, y describe las depleciones de vi- irritables y presentan edemas con deformación en
taminas que preceden a los síntomas y signos del los extremos de los huesos largos por hemorra-
déficit. Además, existen diversos factores que in- gias subperiósticas.
fluencian las necesidades de vitaminas, como la fie- El déficit de vitamina B5 (niacina) o pelagra
bre o el hipertiroidismo, donde las necesidades de cursa clínicamente con diarrea, dermatitis, demencia
vitaminas pueden ser el doble de lo habitual. y puede causar el deceso del individuo (se la co-
El déficit de vitamina C o ácido ascórbico noce como la “enfermedad de las cuatro D”). La
es conocido como escorbuto, y fue el primer es- hipovitaminosis A se caracteriza por xerof-
143
Capítulo 3.4. Valoración del estado nutricional en el adulto
talmia, ceguera nocturna, manchas de Bitot y que- la curva de disociación del oxígeno de la hemog-
ratomalacia. El raquitismo o déficit de vitamina lobina. Como consecuencia, la hemoglobina retie-
D cursa con arqueamiento de las piernas, estre- ne gran parte del oxígeno que circula por los ca-
chamiento de la pelvis, aumento del espesor de pilares tisulares. Ello es debido a una disminución
las uniones costocondrales y tetania. Las deficien- de la formación de 2,3-difosfoglicerato. Se han des-
cias de vitamina B1 (tiamina), B2 (riboflavina), crito deficiencias de fósforo en situaciones de nu-
B5 (niacina), B6 (piridoxina) y B7 (biotina) pue- trición parenteral total prolongada cuando las for-
den aparacer conjuntamente, pudiendo observar- mulaciones empleadas eran deficientes en fosfatos.
se diversos síntomas como estomatitis, queilosis, También se puede presentar en el síndrome de re-
dermatitis, diarrea o depresión. El déficit de vita- nutrición. El déficit de zinc produce diarreas,
mina B12 (cianocobalamina) produce anemia me- dermatitis, pérdida del pelo, pérdida del gusto
galoblástica. Esta vitamina se absorbe en su mayor y el olfato, y retraso en la cicatrización de las heri-
parte en el íleon distal y precisa para su absorción das. Puede originarse tanto por una disminución de
de un factor intrínseco gástrico. Su déficit aparece la ingesta o de la absorción como por un aumen-
pues ante gastrectomías y resecciones intestinales to de las pérdidas, como en las fístulas intestinales.
que engloben el íleon terminal. El déficit de vita- También puede ser yatrogénico (nutrición paren-
mina E interfiere con la fertilidad. Se observa, al teral total con escaso aporte del mismo) o secun-
igual que otras deficiencias de vitaminas liposolu- dario a diversas enfermedades hepáticas, renales,
bles, como la A, D y K, en el curso de enfermeda- endocrinas o metabólicas. El déficit de cromo
des o tratamientos quirúrgicos que disminuyen la cursa con pérdida de peso, intolerancia a la glucosa
absorción intestinal de grasa. El déficit de vitami- y neuropatía diabética. El déficit de cobre pro-
na K, con alargamiento del tiempo de protrom- duce anemia, leucopenia e hipoproteinemia. Se ha
bina y tendencia a la hemorragia, aparece también descrito en niños alimentados casi exclusivamente
por déficit intestinal de sales biliares, ya que son con leche o en casos de malabsorción. El déficit
imprescindibles para que esta vitamina se absorba. de hierro suele ser secundario a pérdidas de san-
Para mayor información sobre las deficiencias vi- gre por vía gastrointestinal o ginecológica. Los pa-
tamínicas, ver Capítulos 1.20-1.24. cientes presentan glositis, queilosis, disfagia, atrofia
gástrica y parestesias.
Para mayor información sobre los efectos de las
9.2. Déficit de minerales deficiencias de minerales, ver Capítulos 1.25-1.30.
144
M. Planas Vilà | C. Pérez-Portabella Maristany | N.Virgili Casas
10. Resumen
No existe ningún método simple para definir Los datos de laboratorio más utilizados como
con precisión el estado nutricional. No obs- métodos de valoración nutricional son la albú-
tante, existen diversas estrategias que permiten mina y los linfocitos. También la creatinina así
obtener una orientación sobre el estado nutri- como el balance nitrogenado puede orientar
cional de un individuo, cada una de ellas con una sobre las reservas y/o necesidades proteicas.
serie de ventajas y desventajas.
Si bien se sabe que la inmunidad se afecta con
La valoración del estado nutricional debería ser la desnutrición, también es de todos conocido
el primer eslabón del tratamiento nutricional. que muchas otras situaciones, como las inter-
Al no existir consenso sobre cuál es el mejor venciones quirúrgicas, o algunos tratamientos,
método de valoración del estado nutricional, o incluso la edad, pueden modificar la respuesta
es aconsejable, una vez realizado un cribaje de inmunitaria.
potenciales candidatos a desnutrición, conocer
los distintos métodos existentes y disponibles Existen varios índices o cuestionarios estruc-
para utilizar aquellos en que el evaluador tenga turados que pueden ser útiles en determinadas
más experiencia, utilizar más de un marcador situaciones. Tal es el caso del Mini Nutritional
del estado nutricional, y seleccionar el méto- Assessment, para la población anciana, o la va-
do a utilizar en función del individuo y de los loración global subjetiva generada por el pa-
objetivos. ciente para enfermos oncológicos, o la misma
valoración global subjetiva aplicada a cualquier
La valoración nutricional, una vez selecciona- individuo.
do el individuo, debe ser completa y rigurosa,
y permitir, además de determinar el estado nu- En definitiva, si bien existen diversos procedi-
tricional, valorar sus requerimientos nutricio- mientos que permiten obtener una orientación
nales, determinar la posibilidad de aparición de sobre el estado nutricional de un individuo, la
complicaciones en el caso de que presente una realización de una historia clínica y dietética,
enfermedad y evaluar la eficacia de una terapia una exploración física, la valoración del peso
nutricional. actual y los registros de cambios recientes de
peso, y los valores de albúmina sérica permiten
Si bien los distintos indicadores de valoración determinar o sospechar la presencia de altera-
del estado nutricional son útiles epidemio- ciones del estado nutricional, las cuales deben
lógicamente y se correlacionan en mayor confirmarse y cuantificarse mediante la ayuda
o menor grado con la morbilidad y mortalidad, de las múltiples técnicas descritas.
las medidas individuales no parecen tener valor
consistente en especial en los sujetos enfermos.
El principal problema radica en la incapacidad
de separar los efectos de la desnutrición de
aquellos provocados por las enfermedades en
sí mismas.
145
Capítulo 3.4. Valoración del estado nutricional en el adulto
11. Bibliografía
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