Predica Hoy

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“Quién eres en Cristo JJesú

Introducción.

Efesios 1: 3 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor


Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los
lugares celestiales en Cristo, 4según nos escogió en él antes de la
fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha
delante de él, 5en amor habiéndonos predestinado para ser
adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro
afecto de su voluntad, 6para alabanza de la gloria de su gracia, con
la cual nos hizo aceptos en el Amado”

Déjame decirte que Dios te engrandecerá y te multiplicará.


Cuántos dice amen
Pero para engrandecerte y prosperarte

Tendrás que dejar lo viejo para entrar en lo nuevo.

Hay un nuevo tiempo de sobreabundancia listo para ti, pero es necesario


despojarse de lo viejo, por bueno que haya sido, tu pasado tienes que despojarte
para entrar en lo nuevo de Dios.

El pueblo de Dios vio la bendición y provisión de Dios durante todo su viaje


en el desierto, claro que esa bendición milagrosa venía de Dios; pero Dios mismo les
dijo; “dejarán lo añejo para guardar lo nuevo”.
Sal de Roma.

EL nuevo tiempo que Dios tenía para su pueblo involucraba que ellos fueran
vencedores.

En el desierto Dios les dio todo lo necesario.


Un par de zapatos, un vestido, su comida diaria, su bebida en el momento
oportuno, la nube de Su gloria con ellos.
Pero Dios les dijo una vez
Que cruzarán el Jordán no había marcha atrás,
Dile al que te queda alado:
No hay marcha atrás.

El nuevo tiempo que se abría para ellos era que “todo” lo que obtendrían
iba hacer bajo conquista.

Ya no tendrían un solo para de zapatos.


Ahora tendrían muchos.

Su vestido que nunca se envejeció ni rompió, al cruzar el Jordán se


envejecería y rompería, pero a cambio tendrían muchos vestidos que ponerse.
Dios te quiere meter en ese nuevo tiempo de abundancia como lo hizo
con Su pueblo.

Pero muchos no se deciden a hacerlo.


Muchos le tienen miedo a un futuro desconocido y dicen:

Yo noble veo como hermanito


Yo no me ve con una biblia en la mano
Yo no me veo predicando la palabra de Dios en la calle
Yo no le veo dejando mi trabajo para darle tiempo a Dios y así iglesia.

Mas vale malo por conocido que bueno por conocer.


Esta no es la frase de un hijo de Dios.

Es necesario que creas para poder entrar en este nuevo tiempo.


Diga conmigo voy a creer.

Quiero que creas quien eres.


que creas cual es tu destino.
Que creas para que fuiste diseñado.

que creas lo que Dios quiere de ti.

y entonces te atrevas a cruzar la linea que divide el antiguo tiempo de


suficiencia al nuevo tiempo de abundancia…

SI NO CREES NO TE ATREVERAS?

Así como Josué tomó la palabra profética que se había hablado para él y para
su pueblo y con ella en el corazón peleó para conquistarla.

Así el apóstol Pablo le dijo a Timoteo que era necesario que militara en la
palabra profética que se le había dado.

Pues bien yo persisto en impulsarte hoy para que peleés con la palabra
profética que te he dado, porque Dios te va a sorprender si puedes creerlo.

Dice el Espíritu Santo por medio del apóstol Pablo, que ya hemos sido
bendecidos con toda bendición espiritual que hay en los cielos.

Eres un bendito de Dios por el sacrificio de Jesús

No hay maldición que opere en ti.


Si has creído y tienes a CRISTO COMO TU DUEÑO Y SALVADOR.

Si bien no obedecimos la ley de Dios y eso nos dirigía hacia la maldición,


gracias al sacrificio de Jesús quien llevó nuestros pecados y maldiciones, ahora
hemos sido bendecidos en Él con toda bendición disponible en los cielos.
Cuántos dicen gloria a Dios.
Qien eres en Cristo Jesús?

Diga conmigo soy escogido

1. Escogidos de Dios.

4
según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para
que fuésemos santos y sin mancha delante de él, 5en amor
habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por
medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, 6para
alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en
el Amado”

La idea que fuéramos santos, sin mancha, prósperos, bendecidos, felices, sanos,
libres, con una comunión íntima con Dios como Padre e hijos; surgió desde antes de
la fundación del mundo.
Esta fue siempre la intención de Dios para el ser humano.

No obstante, el diablo, adversario de Dios y nuestro, intentó descarrilar al


hombre de este propósito y hacer su vida miserable.

Allí ustedes pueden ver a tanta gente viviendo miserablemente en todas las
áreas de su vida.

Tienen una familia en que no se aman, pleitos constantes, gente en quien no


pueden confiar, están solos siempre.

Miserables también en su salud, en su economía, en vida laboral


insatisfechos.

Gente que vive cada día sufriendo de todo. El diablo no viene sino a robar, a
matar y a destruir; lo dijo muy claramente Jesús; pero Yo he venido, dijo; para darles
vida y vida en abundancia.

Tú fuiste creado por Dios para ser feliz, para ser próspero, para ser triunfador,
para ser santo, para ser un Hijo de Dios.

Esa fue Su idea desde antes que fueras creado, y ahora en Cristo Jesús
has sido escogido para tener esa vida.

Así lo dice la escritura: Juan 3: 16 “Porque de tal manera amó Dios


al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”

Jesús fue enviado al mundo para ser nuestro representante y recuperar


nuestra posición que nuestro primer representante, Adán, perdió.
Jesús no vino para luchar contra el diablo porque su posición estuviera en
riesgo o para colgarse una medalla que presumir delante de los demás ángeles.

Jesús vino por amor a nosotros, para pelear como nuestro representante,
para recuperar el destino para el cual habíamos sido creados.

Su victoria en contra del diablo es nuestra victoria, es la victoria de todo ser


humano; para que todo aquel que en Él cree, no se pierda de ese destino, sino que
tenga vida eterna.

Y si tú has creído en Él, entonces ya has triunfado.

En Cristo Jesús has sido elegido para una vida excelente, una vida de
felicidad, una vida de santidad, una vida de abundancia, una vida de amor, una vida
de gozo, una vida donde la gloria de Dios dirija tu vida.

Dilo conmigo; Soy un elegido de Dios, con un destino pre-establecido de


gloria, de honor, de gozo, de salud, de abundancia, de poder, de felicidad, de gloria;
he sido elegido para ser un Hijo de Dios.
Cuántos son elegidos aquí?

2. Compórtate como un Hijo de Dios.

Dice el apóstol Pedro: 1 Pedro 2: 9 “Mas vosotros sois linaje


escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios,
para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable; 10vosotros que en otro tiempo no erais
pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no
habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado
misericordia”

Dice el Espíritu Santo por medio del apóstol Pablo que somos un linaje
escogido.

El Espíritu Santo te dice que tu eres parte de un linaje escogido, un linaje real y
sacerdotal.

Un linaje hecho para estar arriba y no abajo, un linaje de santidad, un linaje para ser
ejemplo, un linaje que tiene grandes privilegios como aquellos hijos de reyes, pero
también enormes responsabilidades.

Es así que dice la Palabra de Dios:

Proverbios 10: 5
“El que recoge en el verano es hombre entendido;
El que duerme en el tiempo de la siega es hijo que
avergüenza”

Hay hijos que avergüenzan, dice la escritura, y son aquellos que en el tiempo
de cosechar estan dormindos descansando.
Si tu eres un hijo de Dios no es tiempo para estar dormido tranquilamente
esperando a que las palabras proféticas se cumplan por si solas.

viendo que otros cosechan en abundancia lo que Jesús sembró, agachando la


cabeza tristes porque a ellos no les llega nada.

Es tiempo que, como hijo entendido de Dios, vayas y recojas lo que es tuyo.

Tu no eras pueblo, no eras hijo de Dios, ¡pero ahora lo eres!, ve por lo que es
tuyo.

Quiero decirte que la flojera no es parte de nuestro linaje, quedarte dormido


esperando que algo suceda no es propio de este linaje real.

Pero quiero hablarte de la otra grande limitante de mucha gente, aún del
pueblo de Dios.

Es El miedo.

La mayoría de los que salieron de Egipto no quisieron entrar en la tierra de la


promesa, no quisiera atravesar la frontera entre el tiempo de provisión segura y el
tiempo de victoria segura; porque tuvieron miedo de los gigantes que habitaban
aquella tierra.

El miedo no es parte de nuestra esencia como hijos de Dios, como linaje


escogido de Dios.

Dice la escritura:

Proverbios 10: 24
“Lo que el impío teme, eso le vendrá;
Pero a los justos les será dado lo que desean”

Más allá que la Palabra dice que lo que el impío teme eso le vendrá, y que a
los justos les es dado lo que desean; yo quisiera que pusieramos mucha antención a
lo que sucede con una persona que tienen una genética impía y lo que acontece
con otro que tiene un linaje de justicia.

El impío tiene miedo del futuro, miedo de lo desconocido, miedo de la muerte,


miedo de sus limitaciones, ve los problemas como gigantes, tiene pánico de
enfrentarles.

En cambio, el hijo de justicia, tiene deseos.

Sus expectativas son altas y van en crecimiento, cada día anhela algo mejor,
sueña con ser mejor, con conquistar nuevas alturas aunque obviamente estas sean
desconocidas, o inalcanzables para otros.

El justo camina hacia donde no hay mapa, descubre lo que nadie ha


conocido; porque esto es lo que el Espíritu tiene para él.
Además dice la escritura: Romanos 8: 35 “¿Quién nos separará del
amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre,
o desnudez, o peligro, o espada? V37 “Antes, en todas estas cosas
somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38Por
lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni
principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39ni lo
alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar
del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”

El linaje escogido es vencedor, escucha bien, no luchador, sino vencedor.

Más que vencedor en Cristo Jesús.

La victoria de Cristo es nuestra victoria. Victoria sobre tribulaciones,


angustias, persecuciones, hambre, desnudez, peligros, espada, sobre la muerte,
sobre la vida, sobre ángeles, sobre principados y potestadoes, sobre lo alto, sobre lo
profundo; sobre toda cosa creada; somos más que vencedore en Él.

Nadie nos puede separar del amor en Cristo y del destino que Él reconquistó
para nosotros.

3. Vistete como escogido.

Y para finalizar, quiero decirte que un hijo de Dios es diferente que el resto de
la gente. Dice Colosenses 3: 12 “Vestíos, pues, como escogidos de Dios,
santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de
humildad, de mansedumbre, de paciencia; 13soportándoos unos a
otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra
otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo
vosotros”

Somos linaje escogido en Cristo Jesús, benditos de Dios; por ello debemos vestirnos
como escogido de Dios.

Notemos lo que dice la biblia: Si alguno tuviera queja contra otro, perdónelo.

Ahora lo que no dice: Si alguno tuviere queja contra otro, vaya y aclarelo;
vaya y discuta el asunto; vaya y cuénteselo a todos los que pueda para que se den
cuenta de quien es ese; vaya y busque un árbitro entre los dos para diga quien fue el
ofensor y quien el ofendido.

No, eso no dice.

Es más, quiero decirte que cuando tienes queja contra otro, es el momento
perfecto, la oportunidad dorada, para vestirte como un escogido de Dios, con
misericordia, benignidad, humildad, mansedumbre y paciencia.

Hay un nuevo tiempo para ti, ¿te atreves a cruzar la frontera?


¿Quién eres en Cristo Jesús?

Ministración:

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