Gestion de Negocios

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSITARIA.
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS
CENTRALES “RÓMULO GALLEGOS”.
ÁREA DE CIENCIAS POLÍTICAS Y JURÍDICAS
PROGRAMA MUNICIPALIZADO DE FORMACIÓN EN DERECHO
UNIDAD CURRICULAR: OBLIGACIONES III.
5TO AÑO, SECCIÓN 3.

TEMA 7
GESTIÓN DE NEGOCIOS

PROF. EMILIO DONAIRE

Bachiller:
V-27.589.987 BOLIVAR MICHLLLE
V-29.772.538. MOLINA ELENNY
V-28.169.367. RODRÍGUEZ MARÍA
V-26.615.695. ESCALONA MAICKOL
V-29.671.234. MORALES ENRIQUE

SAN JAUN DE LOS MORROS JUNIO DEL 2023


GENERALIDADES

Tradicionalmente, desde los tiempos de Roma, la gestiones de


negocios, junto con el pago de lo indebido, se han considerado como una de
las especies de la figura genérica del cuasicontrato, noción que dominó el
campo de las legislaciones y de la doctrina hasta bien entrado el siglo
pasado.

Generalmente se ha definido al cuasicontrato como un acto voluntario


lícito del cual surgen obligaciones respecto de las partes, y aun en relación
con terceros, esta definición, no exenta de críticas doctrinarias, mantuvo su
vigencia en la mayoría de los ordenamientos:

En Venezuela, al igual que en la mayoría de las legislaciones


extranjeras, se consideró en alguna época al cuasicontrato como una figura
genérica que comprendía dos casos específicos: la gestión de negocios y el
pago de lo indebido. El Código Civil venezolano vigente (1882) se apartó de
la calificación de cuasicontrato y siguiendo la orientación del Proyecto
Franco-Italiano de las Obligaciones, trata separadamente como fuentes de
obligaciones independientes tanto la gestión de negocios como el pago de lo
indebido.

Nuestro Código Civil contempla la gestión de negocios en los artículos


1173 al 1178, expresando el primero de ellos lo siguiente:

“Quien sin estar obligado asume conscientemente la gestión de


un negocio ajeno, contrae la obligación de continuar la gestión
comenzada y de llevarla a término hasta que el dueño se halle en
estado de proveer por sí mismo a ella; y debe también someterse a
todas las consecuencias del mismo negocio y a todas las obligaciones
que resultarían de un mandato”

Esta norma está inspirada en el CC it. de 1865 y el artículo 61 del


Proyecto Franco-Italiano de las Obligaciones.
DEFINICIÓN

De un modo general, la gestión de negocios ha sido definida como el


acto en virtud del cual una persona, denominada gestor se ocupa
espontáneamente (por su propia voluntad) de los asuntos de otra,
denominada dueño, estando ésta en la imposibilidad de atenderlos, sin
obligación legal o convencional de hacerlo.

Para los hermanos Mazeaud, "la gestión de negocios ajenos es el


hecho de una persona, el gestor, gestor de negocios o negotiorum gestor que
sin haber sido encargado de ello, se ocupa de los asuntos de otra persona, el
gestionado o dueño del negocio" (negotiorum dominus).

Por su parte, Messineo la define como "la iniciativa de la gestión, o


asunción espontánea), de uno o más negocios patrimoniales ajenos
(alienidad negocio), por parte de un sujeto extraño (gestor), al que el titular
de negocio (dominus negotti, o dominus, o gestionado) o un procurador sayo,
por encontrarse distante o impedido, está en la imposibilidad aunque sea
relativa), de proveer por sí mismo [....]".

ELEMENTOS DE LA GESTIÓN DE NEGOCIOS (Condiciones)

De la definición expuesta se deducen los siguientes elementos, un


elemento de naturaleza objetiva: que consiste en la existencia de un negocio
jurídico ajeno; y dos elementos de naturaleza subjetiva, integrados por los
sujetos típicos o específicos que caracterizan la gestión: El Dueño del
Negocio y el Gestor del Negocio.

1. La existencia de un negocio jurídico ajeno.

Se entiende uno o más negocios o relaciones jurídicas, susceptibles


lícitamente de ser realizadas por el gestor quien sabe que se está
inmiscuyéndose en los asuntos del otro. El que gestiona un asunto ajeno
creyéndose propio, no realiza gestión de negocios.
La gestión puede consistir en el cumplimiento de un acto jurídico que
puede efectuarse de dos maneras: Cuando el gestor actúa en su propio
nombre con la intención de beneficiar al dueño y cuando el gestor actúa por
cuenta del dueño del negocio.

Y en la realización de los actos materiales que pueden ser


demostrados por cualquier medio probatorio.

2. Dueño del negocio. (Negotiorum Dóminus)

No debe haber otorgado su consentimiento: Este requisito se explica


porque es de la esencia de la gestión de negocios, si el dueño ha otorgado
su consentimiento, entonces ya no se está en presencia de una gestión de
negocios, sino de un contrato de mandato expreso o tácito.

El dueño del negocio no debe haberse opuesto al acto de gestión: Es


necesario la no oposición del dueño a la gestión, la prohibición del
gestionado hecha al gestor, hace a este responsable de acuerdo a los
principios generales de la responsabilidad civil delictual y por lo tanto,
responderá de los daños causados.

No es necesaria la capacidad del dueño, por cuanto no interviene en la


gestión: La capacidad del dueño es irrelevante, ello se explica por la
circunstancia de que no siendo el dueño parte interviniente en la gestión de
negocios, no hay motivo alguno para exigir su capacidad.

3. La persona del gestor de negocios. (negotiorum gestor)

El Gestor debe tener la intención de intervenir en los negocios del


dueño: Es necesario que el gestor tenga la intención consciente de intervenir
o administrar los negocios del dueño. Si el gestor realiza el acto de gestión
por error, no podrá invocar a su favor las acciones derivadas de la gestión de
negocios, sino las del enriquecimiento sin causa, o pago de lo indebido
según los casos. Es decir, que la intervención debe ser intencional, el gestor
debe saber que se está inmiscuyendo en los asuntos del otro, a su vez que
debe ser espontánea, no debe provenir de un mandato legal, ni de solicitud
del dueño del negocio.
El Gestor debe ser capaz: El Gestor debe tener capacidad para
realizar los actos de gestión. Así lo dispone expresamente el tercer párrafo
del artículo 1.173 del Código Civil: “Quien es incapaz de aceptar un mandato
es también incapaz de obligarse como gestor de negocios; será siempre
responsable de los daños que ha causado y estará obligado en razón de su
enriquecimiento sin causa”.

NATURALEZA

Se ubica dentro de las obligaciones derivadas de una suerte de


cuasicontrato lícito, pero modernamente fue desechada tal calificación. Toda
vez que se considera al cuasicontrato como una figura vacía de contenido,
sin carácter unitario y consistencia dogmática y que encuentra su origen casi
con toda seguridad en un error histórico, siendo válida la observación
también para las otras figuras como el pago de lo indebido y enriquecimiento
sin causa.

Se pretende asociar la gestión al mandato pero se diferencia en que


éste es un contrato revocable que requiere para su constitución de la
voluntad de las partes. En tanto, en la gestión de negocios, resulta forzoso
concluir que la naturaleza jurídica de tal fuente de las obligaciones es la de
constituir una representación intermedia, pues contiene parte de
manifestación unilateral de voluntad por parte del gestor y parte de una
obligación originada por la ley.

Se trata de una figura de conformación “híbrida” por presentar


caracteres del acto unilateral y la imposición de ley. De allí que cobra fuerza
la idea de representación intermedia. La mayoría entiende la gestión de
negocios como una institución unitaria que está presente cuando se dan
determinados presupuestos “El gran principio que preside la dogmática de la
gestión oficiosa es que quien actúa en nombre de otro le transmite los
provechos de su gestión”.

Tradicionalmente se ha considerado la Gestión de Negocios como un


Contrato de Mandato sin embargo, presentan ciertas diferencias entre estos:
● La Gestión de Negocio excluye por su propia naturaleza el
consentimiento del dueño, mientras que el Contrato de Mandato
requiere el consentimiento de las dos partes contratantes.}

● En el Mandato existe la posibilidad de revocarlo unilateralmente y la


terminación del mismo por la muerte de alguna de las partes. En
cambio la Gestión de Negocios no puede ser revocada puesto que su
propia naturaleza no es una relación jurídica; la muerte del dueño no
produce la terminación de la gestión.

● Por último se ha pretendido enmarcar la gestión de negocio dentro del


enriquecimiento sin causa sin embargo presenta algunas diferencias.
En la Figura del Enriquecimiento sin Causa, el enriquecido debe
indemnizar al empobrecido; requiere necesariamente un
empobrecimiento, un enriquecimiento y la relación de causa a efecto
entre uno y otro. En cambio, en la gestión de negocios no se requiere
necesariamente la existencia de un enriquecimiento, por cuanto el
dueño del negocio está obligado a indemnizar al gestor siempre que la
gestión hubiese sido útil y aun cuando no haya experimentado
enriquecimiento alguno; en conclusión la Gestión de Negocios es una
fuente autónoma de las obligaciones de carácter

EFECTOS DE LA GESTIÓN DE NEGOCIOS

Para fijar los efectos de esta fuente de obligaciones se debe partir de


la naturaleza bilateral, de la gestión de negocios por lo tanto, se desprenden
obligaciones tanto para el gestor, como para el dueño del negocio. El dueño
del negocio para ejercer o hacer cumplir sus obligaciones tiene la acción
negotiorum directa contra el gestor, y al gestor, para hacer cumplir las
obligaciones se le acuerda la acción negotiorum gestorum contraria contra el
dueño.
1. Obligaciones del Gestor de Negocios:

a. Obligaciones del Gestor Frente a Terceros: Es necesario


distinguir si el gestor actuó en nombre del dueño o por su
propia cuenta. Si el gestor actuó en su propio nombre, queda
obligado respecto a los terceros en todo lo referente a las
obligaciones derivadas de su gestión, aún cuando la gestión
no haya sido útil. Esto se debe a que el tercero ignora la
gestión, por lo tanto, es obvio que pueda ejercer sus acciones
contra el propio gestor, que fue la persona con quien contrató.

Si el gestor actúa en nombre del dueño, no está obligado


contractualmente frente a los terceros, puesto que el único obligado es el
dueño. Contra quienes los terceros tienen una acción directa, siempre que la
gestión haya sido útil. Pues en los casos de que no lo haya sido, el tercero
puede repetir contra el gestor por los actos culposos de este.

b. Obligaciones del Gestor Frente al Dueño: El gestor tienen la


obligación de continuar la gestión y de llevarla a término, hasta
que el dueño se halle en estado de proveer por sí mismo a
ella; y debe también someterse a toda las consecuencias del
mismo negocio y a todas las obligaciones que resultarían de
un mandato, artículo 1.173 Código Civil.

Artículo 1.175 Está igualmente obligado a poner en gestión todo el


cuidado de un buen padre de familia. La autoridad judicial puede, sin
embargo, moderar el valor de los daños que hayan provenido de culpa o
negligencia del gestor, según las circunstancias que lo han movido a
encargarse del negocio.

2. Obligaciones del Dueño del Negocio:

El dueño solo responde de las obligaciones contraídas por el gestor en


su nombre, siempre que el negocio haya sido bien administrado. Artículo
1.176 Código Civil. Además las obligaciones del dueño del negocio son de
dos clases:

a. Obligaciones del dueño frente a terceros: Está obligado con


los terceros a cumplir las obligaciones contraídas por el gestor
en su nombre. Siempre que el negocio hubiese sido bien
administrado, y la gestión hubiese sido efectuada sin la
prohibición del dueño.

b. Obligaciones del dueño frente al gestor: Son de dos clases.

● El dueño debe indemnizar al gestor, de todas las


obligaciones que haya contraído con motivo de la
gestión.

● El dueño debe reembolsar al gestor los gastos


necesarios y útiles que haya efectuado con motivo de la
gestión, incluyendo los intereses desde el día que el
gestor hubiese efectuado esos gastos.

RATIFICACIÓN DE LA GESTIÓN DE NEGOCIOS

La ratificación, es aquella aprobación de lo actos de gestión por el


dueño del negocio, el cual produce los efectos de un mandato, de acuerdo a
lo establecido en el artículo 1177 ejusdem, en este caso el dueño deberá
pagar todos los gastos, aunque no hubiere sido útil la gestión e indemnizar
los daños y perjuicios. El gestor podrá ejercer el derecho de retención y cobro
de honorarios, esto como consecuencia de la reconvención legal de la
gestión de negocio en un verdadero contrato de mandato.

La ratificación produce los efectos del mandato en todo lo relativo a la


gestión, aun cuando esta haya sido cumplida por una que creía gestionar su
propio negocio y transforma retroactivamente la gestión de negocios en un
mandato. (Art. 1177 CC).
A falta de ratificación por el dueño, sólo deberá responder por los
gastos que originó la gestión hasta la concurrencia de las ventajas que
obtuvo del negocio.

Según lo estudiado por Emilio Pittier, se entiende por ratificación de la


gestión de negocios la aprobación del dueño a los actos de gestión. Puede
ser expresa cuando directamente así exprese su voluntad el dueño o puede
ser tácita cuando se desprende de las actuaciones del dueño.
JTSJ. NO TODA DE PERSONAS JURIDICAMENTE

CAPACES EN NOMBRE DE OTRAS (GESTION DE NEGOCIOS O

COMIS10N MERCANTIL) CONI .F.VA REPRESENTACION NI IMPLICA

RESPONSABILIDAD SOLIDARIA. SI NO EST A ESTABLECIDA

EN LA LEY,v CUANTO SE REFIERE,

LOS EFECTOS DE LA REPRESENTACION SE LIMITAN A LOS TERMINOS


EXPRESAMENTE FIJADOS EN EL CONVRATO.

...Precisado lo anterior, corresponde determinar los términos en que quedó


planteada la controversia de autos y a tal efecto los demandantes alegaron,
con fundamento en el artículo 357 del Código de Comercio, que el Banco es
responsable por haber captado fondos en el territorio para el B.C.A., pues los
contratos se celebraron en Venezuela.

Por su parte la demandada niega que mantuviera relación contractual Con e


lB.C.A que convirtiera a su representado en deudor solidario
toda actuación de personas jurídicamente capaces en nombre de (gestión de
negocios o la comisión mercantil) conlleva representa no implica
responsabilidad solidaria, si no está establecida en la ley, y en cuanto al
mandato se refiere, los efectos de la representación se limitan términos
expresamente fijados en el respectivo contrato.

En relación con la constitución de grupos económicos esta Sala estableció lo


que sigue:

se debe destacar que las sociedades mercantiles pueden constituirse


separadamente y a la vez formar parte de un grupo de carácter económico
financiero, el cual busca expandir sus negocios o posiciones moralmente en
el mercado donde realizan su explotación, tengan o no amplitudes en cuanto
a su objeto social, pero dos sociedades mercantiles constituidas y
registradas individualmente, no pueden ser consideradas responsables
solidarias de obligaciones derivadas de su particular objeto social, salvo por
convenio expreso o por disposiciones de la ley, en forma específica, se
determine lo contrario (Md sentencia de esta Sala NO 13 de agosto de 2002).

De cualquier forma IO relevante en el caso de autos no es establecer


siambasempresas eran o no relacionadas o integraban un mismo grupo
financiero, (que en todo caso -si lo eran- de acuerdo con lo dispuesto en el
articulo 16 de la Ley de Regulación de la Emergencia Financiera publicada
en Gaceta Oficial de la República de Venezuela NO 35.941 del 17 &abril de
1996) sino precisar, con independencia de la constatación o "estas
circunstancias. si ambas instituciones financieras mantenían la relación
contractual que Ies obligara a responder solidaria e indistintat*nte por los
compromisos derivados de las operaciones bancarias reahadas con sus
respectivos clientes.

Sentencia del 28 de junio de 2007. (T-S.J. - Sala Politico-Adminisrativa). L.


Torres y otros contra Banco Consolidado C.A. SAELPAGODELOINDEBIDO.

Contemplado en el Art. I. 178 y ss. Dicho articulo expresa: "Todo supone una
deuda: Io que ha sido pagado sin deberse está sujeto a t5ktición. La
repetición no se admite respecto de las obligaciones aunque se han pagado
espontáneamente".
BIBLIOGRAFÍAS

Código Civil venezolano vigente, (GACETA EXTRAORDINARIA Nº


2.990 DEL 26 DE JULIO DE 1982).

Maduro Luyando, Eloy y Emilio Pittier Sucre (2007) Curso de


Obligaciones. Derecho Civil III. Tomo I. Caracas: Universidad Católica Andrés
Bello.

Freddy Zambrano (2008) Obligaciones.

Domínguez Guillén, María Candelaria (2017). Curso de Derecho Civil


III: Obligaciones. Caracas: Revista Venezolana de Legislación y
Jurisprudencia.

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