12 . LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIM O DÍA CREEN EN..

La revelación divina
LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA CREEN EN..
Mientras a través de toda la historia algunos han dudado de la existencia de
Dios, muchos otros han testificado confiadamente que Dios existe y que se ha
revelado a sí mismo. ¿En qué formas se ha revelado Dios mismo y qué función
cumple la Biblia en su revelación?

Revelación general. La vislumbre del carácter de Dios que proveen la histo­

ria, la conducta humana, la conciencia y la naturaleza con frecuencia se llama
“revelación general”, porque está disponible a todos y apela a la razón.
Para millares, “los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia
La Palabra de Dios la obra de sus manos” (Sal. 19:1). El sol, la lluvia, las colinas, los arroyos, todos
declaran el amor del Creador. “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder
y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo enten­
didas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Rom.
Las Sagradas Escrituras, que abarcan el Antiguo y el Nuevo 1:20 ).
Testamento, constituyen la Palabra de Dios escrita, transmitida p o r inspi­ Otros ven la evidencia del cuidado de Dios en las relaciones de amor felices y
ración divina mediante santos hombres de Dios que hablaron y escribieron extraordinarias entre amigos, familiares, esposo y esposa, padres e hijos. “Como
impulsados p or el Espíritu Santo. Por medio de esta Palabra, Dios comunica aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros” (Isa. 66:13).
a los seres humanos el conocimiento necesario para alcanzar la salvación. “Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le te­
Las Sagradas Escrituras son la infalible revelación d e la voluntad divina. men” (Sal. 103:13).
Son la norma del carácter, el criterio para evaluar la experiencia, la revel­ Sin embargo, el mismo sol que testifica del amante Creador puede volver la
ación autorizada de las doctrinas, y un registro fidedigno de los actos de Dios tierra en un desierto que cause hambre. La misma lluvia puede crear torrentes
realizados en el curso de la historia (2 Ped. 1 :20,21; 2 Tim. 3:16,17; que ahoguen a familias enteras; la misma montaña puede desmoronarse y luego
Sal. 119:105; Prov. 30:5, 6; Isa. 8:20; Juan 17:17; 1 Tes. 2:13; Heb. 4:12). aplastar. Y las relaciones humanas a menudo envuelven celos, envidia, ira y hasta
odio que conduce al asesinato. El mundo que nos rodea da señales mixtas,
NINGÚN LIBRO HA SIDO TAN AMADO, tan odiado, tan reverenciado, tan generando más preguntas que respuestas. Revela un conflicto entre el bien y el
condenado como la Biblia. Hay quienes han sufrido la muerte por su causa. mal, pero no explica cómo el conflicto comenzó, quién está luchando y por qué,
Otros se han convertido en asesinos creyendo así honrarla. Ha inspirado los o quién finalmente triunfará.
hechos más nobles y más grandes del hombre, y ha sido culpada por sus hechos
más condenables y degradantes. Se han levantado guerras sobre la Biblia, re­ Revelación especial. El pecado limita la revelación que Dios hace de sí mis­
voluciones han sido alimentadas en sus páginas, y reinos han caído por sus
mo mediante la creación al oscurecer nuestra capacidad de interpretar su testi­
ideas. Personas de diversos puntos de vista: desde teólogos de la liberación
monio. En su amor nos dio una revelación especial de sí mismo para ayudarnos
hasta capitalistas; de fascistas a marxistas, de dictadores a libertadores, de
a obtener respuestas a estas preguntas. Mediante el Antiguo y el Nuevo Testa­
pacificadores a militaristas, buscan en sus páginas las palabras con las cuales
mento Dios se reveló a sí mismo ante nosotros en una forma específica, no
justificar sus acciones.
dejando lugar a dudas en cuanto a su carácter de amor. Su revelación vino
La exclusividad de la Biblia no viene de su influencia política, cultural y
primeramente mediante los profetas; luego la revelación máxima, mediante la
social inigualable, sino de su origen y de los temas que trata. Es la reve­
persona de Jesucristo (Heb. 1:1,2).
lación del único Dios-hombre: el Hijo de Dios, Jesucristo, el Salvador del
La Biblia contiene tanto proposiciones que declaran la verdad acerca de Dios
mundo.
como la revelación misma de él como persona. Ambos aspectos son necesarios.

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Necesitamos conocer a Dios mediante Jesucristo (Juan 17:3), “conforme a la ver­ I spiritu de Jehová ha hablado por mí, y su palabra ha estado en mi lengua”
dad que está en Jesús” (Efe. 4:21). Y mediante las Escrituras Dios penetra en (2 Sam. 23:2). Ezequiel escribió: “Entró el Espíritu en m í”, “vino sobre mí el Espí­
nuestras limitaciones mentales, morales y espirituales, comunicándonos su an­ ritu de Jehová”, “me levantó el Espíritu" (Eze. 2:2; 11:5, 24). Y Miqueas testificó:
helo de salvarnos. “Mas yo estoy lleno del poder del Espíritu de Jehová’’ (Miq. 3:8).
El Nuevo Testamento reconoció el papel del Espíritu Santo en la producción
El enfoque de las Escrituras del Antiguo Testamento. Jesús dijo que David fue inspirado por el Espíritu Santo
La Biblia revela a Dios y expone la humanidad. Expone nuestra dificultad y (Mar. 12:36). Pablo creyó que el Espíritu Santo habló “por medio del profeta
revela su solución. Nos presenta como perdidos, alejados de Dios, y revela a Jesús Isaías” (Hech. 28:25). Pedro reveló que el Espíritu Santo guió a todos los profetas,
como el que nos encuentra y nos trae de vuelta a Dios. no solo a unos pocos (1 Ped. 1:10; 2 Ped. 1:21). En algunas ocasiones el escritor se
Jesucristo es el foco de la Escritura. El Antiguo Testamento presenta al Hijo desvanecía completamente y solo el verdadero Autor, el Espíritu Santo, era
de Dios como el Mesías, el Redentor del mundo; el Nuevo Testamento lo revela reconocido: “Como dice el Espíritu Santo...” “Dando el Espíritu Santo a en­
como Jesucristo, el Salvador. Cada página, ya sea mediante símbolo o realidad, tender...” (Heb. 3:7; 9:8).
revela alguna fase de su obra y carácter. La muerte de Jesús en la cruz es la Los escritores del Nuevo Testamento reconocieron también al Espíritu Santo
revelación máxima del carácter de Dios. como la fuente de sus propios mensajes. Pablo explicó: “Pero el Espíritu dice
La cruz hace esta última revelación porque une dos extremos: la maldad in­ claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe” (1 Tim.
comprensible de los seres humanos y el amor inagotable de Dios. ¿Qué podría 4:1). Juan habló diciendo haber estado “en el Espíritu en el día del Señor” (Apoc.
dar mayor prueba de la pecaminosidad humana? ¿Qué podría revelar mejor el 1:10). Y Jesús comisionó a sus discípulos mediante el Espíritu Santo (Hechos 1:2;
pecado? La cruz revela al Dios que permitió que mataran a su único Hijo. ¡Qué Efe. 3:3-5).
sacrificio! ¿Qué otra revelación de amor mayor que ésta podría haberlo hecho? De modo que Dios, en la persona del Espíritu Santo, se ha revelado a sí mismo
Sí, el foco de la Biblia es Jesucristo. Él está colocado en el centro del escenario del mediante las Sagradas Escrituras. Él las escribió, no con sus manos, sino con
drama cósmico. Pronto su triunfo en el Calvario culminará en la eliminación del otras manos —más o menos cuarenta pares—, en un período de más de 1.500
mal. La humanidad y Dios serán reunidos. años. Y por cuanto Dios el Espíritu Santo inspiró a los escritores, Dios entonces
El tema del amor de Dios, particularmente como se ha visto en el sacrificio de es el autor.
Cristo en el Calvario, es la mayor verdad del universo, el foco de la Biblia. De
modo que todas las verdades bíblicas deben estudiarse en torno a esta perspec­ La inspiración de las E scrituras
tiva. Pablo dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Tim. 3:16). La palabra
griega theopneustos, traducida como “inspiración”, literalmente significa “alen­
El origen de las E scrituras tada de Dios”. “Dios respiró” la palabra en las mentes de los hombres. Ellos a su
La autoridad de la Biblia tanto en asuntos de fe como de conducta, surge de su vez, la expresaron en las palabras que se hallan en las Escrituras. Por lo tanto, la
origen. Los mismos escritores sagrados la consideraban distinta de toda otra lite­ inspiración es el proceso mediante el cual Dios comunica sus verdades eternas.
ratura. Se refirieron a ella como las “Santas Escrituras” (Rom. 1:2), “Sagradas
Escrituras” (2 Tim. 3:15), y “palabras de Dios” (Rom. 3:2; Heb. 5:12). El proceso de inspiración. La revelación divina fue dada por inspiración de
La individualidad de las Escrituras está basada en su mismo origen. Los Dios a “santos hombres de Dios” que eran “inspirados por el Espíritu Santo”
escritores de la Biblia declararon que ellos no fueron los originadores de sus (2 Pedro 1:21). Estas revelaciones fueron incorporadas en el lenguaje humano
mensajes, sino que los recibieron de Dios. Fue mediante la revelación divina con todas sus limitaciones e imperfecciones; sin embargo, permanecieron como
que ellos pudieron “ver" las verdades que comunicaron (ver Isa. 1:1; Amos 1:1; el testimonio de Dios. Dios inspiró a los hombres, no las palabras.
Miq. 1:1; Hab. 1:1; Jer. 38:21). ¿Eran los profetas tan pasivos como las grabadoras que repiten lo que se ha
Estos escritores señalaron al Espíritu Santo como el Ser que inspiraba a los grabado? En algunas ocasiones se mandó a los escritores a que expresaran las
profetas a comunicar los mensajes al pueblo (Neh. 9:30; Zac. 7:12). David dijo: “El palabras exactas de Dios, pero en la mayoría de los casos Dios los instruyó a que
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describieran lo mejor que pudieran lo que habían visto y oído. En estos últimos ¡.a inspiración y los escritores. El Espíritu Santo preparó a ciertas personas
casos, los escritores usaron sus propios estilos y palabras. para que comunicasen la verdad divina. La Biblia no explica detalladamente
Pablo observó que “los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas” cómo calificó a estos individuos, pero de alguna manera formó una unión entre
(1 Cor. 14:32). La inspiración genuina no anula la individualidad ni la razón, el agente divino y el humano.
integridad o personalidad del profeta. Quienes tuvieron una parte en la escritura de la Biblia no fueron escogidos
En cierto modo, la relación entre Moisés y Aarón ilustra la que existe entre el porque poseyesen talentos naturales. Tampoco la revelación divina convierte
Espíritu Santo y el escritor. Dios dijo a Moisés: “Yo te he constituido dios para necesariamente a una persona o le asegura una vida eterna. Balaam proclamó un
Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta” (Éxo. 7:1; 4:15,16). Moisés informó mensaje divino estando bajo la inspiración a la vez que actuaba en contra de los
a Aarón los mensajes de Dios, y Aarón, a su vez, los comunicó a Faraón en su propósitos de Dios (Núm. 22-24). David, que fue usado por el Espíritu Santo,
propio estilo y vocabulario. De la misma forma los escritores de la Biblia comu­ cometió grandes crímenes (ver Sal. 51). Todos los escritores de la Biblia fueron
nicaron los divinos mandatos, pensamientos e ideas, en su propio estilo de ex­ hombres de naturaleza pecaminosa, que necesitaban diariamente de la gracia de
presión. Es porque Dios se comunica en esta forma que el vocabulario de los di­ Dios (ver Rom. 3:12).
versos libros de la Biblia es variado y refleja la educación y cultura de sus La inspiración que experimentaron los escritores bíblicos fue más que la ilu­
escritores. minación o la dirección divina, puesto que todos los que buscan la verdad la re­
La Biblia “no es la forma del pensamiento de la expresión de Dios... Con fre­ ciben. En realidad, los escritores bíblicos a veces escribieron sin entender plena­
cuencia los hombres dicen que cierta expresión no parece de Dios. Pero Dios no mente el mensaje divino que estaban comunicando (1 Ped. 1:10-12).
se ha puesto a sí mismo a prueba en la Biblia por medio de palabra, de lógica, de Las respuestas de los escritores a los mensajes que portaban no eran todas
retórica. Los escritores de la Biblia eran los escribientes de Dios, no su pluma”.1 iguales. Daniel y Juan dijeron sentirse grandemente perplejos en cuanto a sus
“La inspiración no obra en las palabras del hombre ni en sus expresiones, sino en escritos (Dan. 8:27; Apoc. 5:4), y Pedro indica que otros escritores escudriñaron
el hombre mismo, que está imbuido con pensamientos bajo la influencia del Es­ en busca del significado de sus mensajes o de los de otros (1 Ped. 1:10). A veces
píritu Santo. Pero las palabras reciben la impresión de la mente individual. La estos individuos temían proclamar un mensaje inspirado, y otras veces hasta al­
mente divina es difundida. La mente y voluntad divinas se combinan con la men­ tercaban con Dios (Hab. 1; Jon. 1:1-3; 4:1-11).
te y voluntad humanas. De ese modo, las declaraciones del hombre son la palabra
de Dios”.2 El método y el contenido de la revelación. Frecuentemente el Espíritu Santo
En una ocasión Dios mismo habló y escribió las palabras exactas: los Diez comunicaba conocimiento divino mediante visiones y sueños (Núm. 12:6). A veces
Mandamientos. Son composición divina, no humana (Éxo. 20:1-17; 31:18; Deut. hablaba audiblemente o al sentido interior de la persona. Dios le habló a Samuel “al
10:4,5); sin embargo, aún éstos tuvieron que ser expresados dentro de los límites oído” (1 Sam. 9:15). Zacarías recibió representaciones simbólicas con explicaciones
del lenguaje humano. (Zac. 4). Las visiones del cielo que recibieron Pablo y Juan fueron acompañadas
La Biblia, entonces, es la verdad divina expresada en el idioma humano. de instrucciones orales (2 Cor. 12:1-4; Apoc. 4, 5). Ezequiel observó hechos que
Imaginémonos tratando de enseñar física cuántica a un bebé. Ésta es la clase de ocurrieron en otro lugar (Eze. 8). Algunos escritores participaron en sus visiones,
dificultad que Dios enfrenta en sus intentos de comunicar las verdades divinas a realizando ciertas funciones como parte de la visión misma (Apoc. 10).
la humanidad pecaminosa y limitada. Son nuestras limitaciones lo que restringe En cuanto al contenido de las revelaciones, a algunos escritores el Espíritu les
lo que él puede comunicarnos. reveló acontecimientos que aún tendrían que ocurrir (Dan. 2, 7, 8, 12). Otros
Existe un paralelo entre el Jesús encarnado y la Biblia: Jesús era Dios y hom­ registraron hechos históricos, ya sea sobre la base de una experiencia personal o
bre combinado, lo divino y lo humano hecho uno. De modo que la Biblia es lo seleccionando materiales de registros históricos existentes (Jueces, 1 Samuel, 2
divino y lo humano combinado. Como se dijo de Cristo, también se puede afir­ Crónicas, los Evangelios, Hechos).
mar de la Biblia que “aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros” (Juan
1:14). Esta combinación divino-humana hace que la Biblia sea única entre toda la La inspiración y la historia. La aseveración bíblica de que “toda la Escritura
literatura. es inspirada por Dios”, provechosa y una guía autorizada para regir la vida en lo
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moral y en lo espiritual (2 Tim. 3:15-16), no deja dudas en cuanto a la dirección la fortaleza de sus caracteres. Cuidadosamente despliegan sus pecados, así como
divina en el proceso de selección. Ya sea que la información fuera el resultado de sus victorias.
la observación personal, del uso de fuentes orales o escritas, o de la revelación En ninguna forma se encubre la falta de control propio de Noé o el engaño de
directa, le llegó al escritor a través de la dirección del Espíritu Santo. Esto garan­ Abraham. Se registran fielmente las ocasiones cuando Moisés, Pablo, Santiago y
tiza el hecho de que la Biblia es digna de confianza. Juan perdieron la paciencia. La Biblia expone los fracasos del rey más sabio de
La Biblia revela el plan de Dios en su interacción dinámica con la raza hu­ Israel, y las debilidades de los doce patriarcas y de los doce apóstoles. La Escri­
mana, no en una colección de doctrinas abstractas. Su revelación propia se ori­ tura no los justifica, ni trata de disminuir su culpabilidad. Los describe a todos
gina en hechos reales que ocurrieron en lugares y épocas definidas. Los sucesos tales como fueron y expresa lo que llegaron a ser por la gracia de Dios, o lo que
de confianza de la historia son de extremada importancia porque forman un podrían haber logrado por su intermedio. Sin la inspiración divina ningún bió­
marco para que podamos comprender el carácter de Dios y su propósito para grafo podría escribir un análisis tan perceptivo.
nosotros. Una comprensión exacta nos conduce a la vida eterna, pero una inter­ Los escritores de la Biblia consideraban todos los incidentes que contiene
pretación incorrecta conduce a la confusión y a la muerte. como registros históricos verídicos y no como mitos o símbolos. Muchos escép­
Dios ordenó a ciertos hombres que escribieran la historia de sus tratos con el ticos contemporáneos rechazan los relatos de Adán y Eva, de Jonás y del Diluvio.
pueblo de Israel. Estos relatos históricos, escritos desde un punto de vista dife­ Sin embargo, Jesús aceptaba su exactitud histórica y su importancia espiritual
rente de la historia secular, comprenden una parte importante de la Biblia (Núm. (Mat. 12:39-41; 19:4-6; 24:37-39).
33:1, 2; Jos. 24:25, 26; Eze. 24:2). Nos proporcionan una visión exacta y objetiva La Biblia no enseña inspiración parcial o grados de inspiración. Estas teorías
de la historia, desde una perspectiva divina. El Espíritu Santo otorgó a los escri­ son especulaciones que le quitan su autoridad divina.
tores información especial para que ellos pudieran registrar los sucesos en la
controversia entre el bien y el mal que demuestran el carácter de Dios y guían a La exactitud de las Escrituras. Tal como Jesús “fue hecho carne y habitó
la gente en la búsqueda de su salvación. entre nosotros” (Juan 1:14), para que pudiéramos comprender la verdad, la Biblia
Los incidentes históricos son tipos o ejemplos, y están escritos “para nos fue proporcionada en el lenguaje humano. La inspiración de las Escrituras
amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos” garantiza su veracidad.
(1 Cor. 10:11). Pablo dice: “Porque las cosas que se escribieron antes, para ¿Hasta qué punto salvaguardó Dios la transmisión del texto para asegurarse
nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación que su mensaje es válido y verdadero? Es claro que, si bien es cierto que los ma­
de las Escrituras, tengamos esperanza" (Rom. 15:4). La destrucción de Sodo- nuscritos antiguos varían, las verdades esenciales han sido preservadas.3 Es muy
ma y Gomorra sirve como ejemplo o advertencia (2 Ped. 2:6; Judas 7). La ex­ posible que los escribas y los traductores de la Biblia hayan cometido pequeños
periencia de justificación de Abraham es un ejemplo para cada creyente (Rom. errores. Sin embargo, la evidencia de la arqueología bíblica revela que muchos así
4:1-25; Sant. 2:14-22). Aun las leyes civiles del Antiguo Testamento, llenas de llamados errores fueron solamente malentendidos de parte de los estudiosos. Al­
profundo significado espiritual, fueron escritas para nuestro beneficio actual gunas de estas dificultades se levantaron porque la gente estaba leyendo la historia
(1 Cor. 9:8, 9). y las costumbres bíblicas desde un punto de vista occidental. Debemos admitir que
Lucas menciona que escribió su Evangelio porque deseaba relatar la vida la capacidad humana de penetrar en las operaciones divinas es limitada.
de Jesús “para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido De modo que las discrepancias que se perciban, no debieran despertar dudas
instruido” (Luc. 1:4). El criterio que usó Juan al seleccionar cuales incidentes de acerca de las Escrituras; a menudo son producto de nuestras percepciones
la vida de Jesús incluir en su evangelio fue “para que creáis que Jesús es el Cristo, inexactas más bien que errores. ¿Está Dios a prueba cuando hay algún texto o
el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre” (Juan 20:31). frase que no podemos entender completamente? Quizá nunca podremos expli­
Dios condujo a los escritores de la Biblia a presentar la historia en una forma que car cada texto de la Escritura, pero no es necesario. Las profecías que se han
nos guiara hacia la salvación. cumplido verifican su veracidad.
Las biografías de los personajes bíblicos proveen otra evidencia de la inspi­ A pesar de los intentos de destruirla, la exactitud de la Biblia ha sido preser­
ración divina. Esos registros trazan cuidadosamente tanto las debilidades como vada en forma increíble y hasta milagrosa. La comparación de los rollos del Mar
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Muerto con los manuscritos posteriores del Antiguo Testamento demuestra el Jesús creía firmemente en la autoridad de la palabra profètica y revelaba lo
<uidado con que se ha trasmitido.4 Confirman la veracidad y confianza de las que señalaba hacia él. Refiriéndose a las Escrituras, Jesús dijo: “Dan testimonio
l'.scrituras como una revelación infalible de la voluntad de Dios. de m í”. “Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él”
(Juan 5:39, 46). La afirmación más convincente de Jesús en cuanto a que tenía
l a autoridad de las Escrituras una misión divina surgió de su cumplimiento de las profecías del Antiguo Testa­
Las Escrituras tienen autoridad divina porque en ellas Dios habla mediante el mento (Lue. 24:25-27).
I spíritu Santo. Por lo tanto, la Biblia es la Palabra de Dios escrita. ¿Dónde está la De modo que sin reservas Cristo aceptó las Sagradas Escrituras como la
evidencia de ello y cuáles son las implicaciones para nuestras vidas y el cono­ revelación autoritativa de la voluntad de Dios para la raza humana. Consideraba
cimiento que perseguimos? las Escrituras como un cuerpo de verdad, una revelación objetiva, otorgada para
sacar a la humanidad de las tinieblas de las tradiciones y mitos a la luz verdadera
Las afirmaciones de las Escrituras. Los escritores de la Biblia testifican que del conocimiento de la salvación.
sus mensajes vienen directamente de Dios. Fue la palabra del Señor la que vino a
jeremías, Ezequiel, Oseas y otros (Jer. 1:1,2,9; Eze. 1:3; Ose. 1:1; Joel 1:1; Jon. 1:1). E l Espíritu Santo y la autoridad d e las Escrituras. Durante la vida de Jesús
Como mensajeros del Señor (Hag. 1:13; 2 Crón. 36:16), los profetas de Dios fueron los dirigentes religiosos y la multitud descuidada no descubrieron su verdadera
instruidos para que hablaran en su nombre, diciendo: “Así dice Jehová” (Eze. 2:4; identidad. Algunos pensaban que era un profeta como Juan el Bautista, Elias, o
Isa. 7:7). Sus palabras constituyen sus credenciales y autoridad divinas. Jeremías, simplemente un hombre. Cuando Pedro confesó que Jesús era “el Hijo
A veces el agente humano que Dios usa queda en el trasfondo. Mateo men­ del Dios viviente”, el Maestro señaló que fue la iluminación divina lo que hizo
ciona la autoridad que respaldaba al profeta del Antiguo Testamento que él cita posible esta confesión (Mat. 16:13-17). Pablo enfatiza esta verdad diciendo: “Na­
con las palabras: “Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Se­ die puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo” (1 Cor. 12:3).
ñor por medio del profeta” (Mat. 1:22). Se presenta al Señor como el agente di­ Así también sucede en el caso de la Palabra escrita de Dios. Sin la iluminación
recto, la autoridad; el profeta es el agente indirecto. del Espíritu Santo nuestras mentes nunca podrían comprender correctamente la
Pedro clasifica los escritos de Pablo como la Escritura (2 Pedro 3:15, 16). Y Biblia, ni tan solo reconocerla como la autoridad divina.5Porque “nadie conoció
Pablo testifica con relación a lo que escribe: “Yo ni lo recibí ni lo aprendí de hom­ las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios” (1 Cor. 2:11). “El hombre natural no
bre alguno, sino por revelación de Jesucristo” (Gál. 1:12). Los escritores del Nue­ percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las
vo Testamento aceptaron las palabras de Cristo como la Escritura y dijeron tener puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1 Cor. 2:14). Por
la misma autoridad de los escritores del Antiguo Testamento (1 Tim. 5:18; Luc. consiguiente “la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que
10:7). se salvan, eso es, a nosotros, es poder de Dios” (1 Cor. 1:18).
Unicamente con la ayuda del Espíritu Santo, que discierne “lo profundo de
Jesús y la autoridad d e las Escrituras. A través de todo su ministerio, Jesús Dios” (1 Cor. 2:10), podemos convencernos de la autoridad que le corresponde a
destacó la autoridad de las Escrituras. Cuando Satanás lo tentaba o luchaba con­ la Biblia en su calidad de revelación de Dios y de su voluntad. Es solo así como la
tra sus oponentes, las palabras “escrito está” eran su arma de defensa y de ataque cruz se convierte en “poder de Dios” (1 Cor. 1:18), y podemos unirnos al testimo­
(Mat. 4:4, 7, 10; Luc. 20:17). “No solo de pan vivirá el hombre —dijo—, sino de nio de Pablo: “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el
toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mat. 4:4). Cuando le preguntaron Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido”
cómo obtener la vida eterna, Jesús contestó: “¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo (1 Cor. 2:12).
lees?” (Luc. 10:26). Las Sagradas Escrituras y el Espíritu Santo nunca pueden estar separados. El
Jesús colocó la Biblia por sobre todas las tradiciones y opiniones humanas. Espíritu Santo es tanto el autor como el revelador de las verdades bíblicas.
Amonestó a los judíos por despreciar la autoridad de las Escrituras (Mar. 7:7-9), La autoridad de las Escrituras en nuestras vidas aumenta o disminuye según
y los exhortó a que las estudiaran más cuidadosamente, diciendo: “¿Nunca leis­ sea nuestro concepto de inspiración. Si percibimos la Biblia como una simple
teis en las Escrituras?” (Mat. 21:42; Mar. 12:10,26). colección de testimonios humanos o si la autoridad que le damos en alguna for­