La Oratoria

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LA ORATORIA

1. Concepto

Según Alencar (2007) es el “conjunto de principios y técnicas que permiten


expresarnos, principalmente de manera oral, con claridad, facilidad y sin temores, ante un
público numeroso y variado, con la intención de transmitir un determinado mensaje”. Para la
RAE, la oratoria proviene del lat. tardío oratorium y significa “el arte de hablar con
elocuencia”. Esta última es considerada la “facultad de hablar o escribir de modo eficaz para
deleitar, conmover o persuadir”. Estos dos términos no deben confundirse, pues oratoria y
elocuencia no necesariamente son sinónimos. Lo mismo ocurre con la palabra retórica, que
no se limita al plano de la oralidad, sino que puede referirse al discurso escrito, por lo tanto,
no es equivalente al término en cuestión, aunque también es usado frecuentemente como
sinónimo.

2. Tipos de oratoria según el tema

Estos son algunos tipos principales de oratoria:

a. Oratoria social: Está dirigida a las grandes asociaciones humanas, apela al sentimiento y se
exponen sobre temas de relevancia social, tales como la ciudadanía, el respeto, la igualdad,
entre otros.
b. Oratoria pedagógica Es la transmisión de los conocimientos es una rama didáctica o
académica. Tiene como objetivo enseñar, informar y transmitir conocimientos.
c. Oratoria forense: Es una rama que se enmarca en el lado jurídico, para exponer con
inmensa claridad las leyes judiciales.
d. Oratoria política: Es una rama que gira en torno a exposiciones en relación con los
gobiernos para convencer a los votantes, para atraer la gente para votar.

3. Fines o propósitos de la oratoria

Para Alencar (2007), existen cuatro propósitos de la oratoria:

Conmover y agradar: Se refiere al propósito de influir sobre los sentimientos y emociones del
auditorio mediante la creación de un vínculo o un puente emocional. Para ello, se puede hacer
uso del lenguaje corporal en concordancia con el contenido expresado. Por otro lado, el
propósito de agradar se refiere a hablar con belleza la palabra hablada para producir un
sentimiento de placer con fines determinados.
Persuadir: Es el acto de convencer, direccionar o inducir la voluntad del auditorio para que
tomen determinada acción. Para ello, se emplean argumentos y razonamientos sólidos que
buscan el cambio de parecer de las personas.
Enseñar: Busca transmitir los conocimientos de cultura general a través de la palabra hablada.
Puede emplearse en diversos escenarios pedagógicos, tanto en la educación formal como en
la educación no formal.

4. Recursos

Paris (2014) detalla dos tipos de recursos de la oratoria, que se citan textualmente:

VERBALES:

1. Claridad en la exposición. No cumplirá este requisito si no se tienen en cuenta las características de los
oyentes. El discurso debe adaptarse al nivel del receptor para conseguir su aceptación y comprensión.
Recursos como la enumeración, la gradación de ideas y otros nos ayudarán en nuestro cometido. 2.
Precisión 3. Corrección. Debe ajustarse a la norma. 4. Persuasivo. Crear un clima idóneo para atraer al
receptor y atraparlo con nuestras palabras. En este sentido es muy importante empezar y acabar bien el
discurso.

5.Volumen o intensidad de la voz. Con él demostramos si permanecemos tranquilos y controlados o si


hemos perdido la serenidad 6. Tono. Se refiere a la inflexión de la voz y modo particular de decir. Se
modula mediante la tensión de las cuerdas vocales. Debemos intentar tratar de mantener un tono medio,
entre graves y agudos. 7. El ritmo: se refiere a la velocidad de la intervención. Cada persona se expresa
con fluidez verbal. Para que nuestro mensaje pueda ser entendido debemos emplear un ritmo de entre 100
y 150 palabras por minuto. 8. El valor del silencio. Debe ser manejado estratégicamente. Una pausa
extensa puede ayudar a enfatizar aquello que se ha dicho, nos ayuda a controlar el discurso y preparar la
continuación del mismo. 9. Entonación. Los cambios de frecuencia o variaciones de altura de tono que
forman la curva melódica de una oración o de un texto se denominan entonación.

NO VERBALES:

10. Gestos: se analizan los movimientos de la cara, las manos, los brazos, las piernas, la cabeza y el
cuerpo en su conjunto. Las posturas son comportamientos más estables que los gestos y analiza cómo nos
sentamos, nuestra forma de estar de pie y nuestra forma de caminar. 11. Muy importante es la sonrisa y la
mirada. Nuestros ojos son un indicador de que estamos escuchando a nuestro interlocutor. El orador no
debe mirar nunca al techo o al suelo. Debe dirigir su mirada al rostro de los asistentes ya que así
comprobará el efecto que provoca su discurso y el grado de atención de los oyentes. 12. La postura es el
modo en que se mantiene el cuerpo. Refleja nuestro estado emocional. La ansiedad, por ejemplo, no la
detectamos con la voz, pero sí en la postura ya que seguramente el interlocutor adopta una postura rígida.

Referencias bibliográficas

Alencar, A. A. (2007). Manual de oratoria. Juan Carlos Martínez Coll.

Paris, C. (2014). Reflexiones sobre el discurso oral. Hablar en público. Ribalta: Quaderns d´
aplicació didàctica i investigació, (21), 75-90.

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