Metafisica Resumen

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METAFISICA

OBJETIVOS:
1. Explorar la estructura y contenido del libro "Metafísica" de Aristóteles: El objetivo
es presentar una visión general de la organización del libro y de los temas
principales que aborda. Esto implica analizar cómo Aristóteles divide su obra en
diferentes libros, como los libros A, Alpha y Beta, y explicar qué conceptos y
preguntas filosóficas se abordan en cada sección.
2. Explicar los conceptos clave de la metafísica aristotélica según se presentan en su
libro: El objetivo es analizar y explicar detalladamente los conceptos
fundamentales presentados por Aristóteles en su libro "Metafísica". Esto puede
incluir la noción de sustancia, la teoría de las cuatro causas, la distinción entre
acto y potencia, la causa final y la relación entre la metafísica y la teología.
3. Introducir y familiarizar a la audiencia con los principales temas y conceptos
abordados en "La Metafísica" de Aristóteles, proporcionando una visión general de
la obra y su importancia dentro de la filosofía occidental.
INTRODUCCIÓN:
El libro comienza introduciéndonos a la colección de los libros de la metafisica, tocando
tres ejes temáticos:
a. Forma, contenido y orden de los libros de la metafisica
b. Objeto de la metafisica
c. El problema de unidad de la Metafisica
d. El capitulo de la metafisica

A. FORMA CONTENIDO Y ORDEN DE LOS LIBROS DE LA METAFISICA


1. Forma de los libros metafísicos:
El autor sostiene que la Metafísica, según Aristóteles, no es un tratado unitario, sino una
colección de 14 libros independientes. Estos libros fueron agrupados posteriormente y se
utilizaron originalmente como material de enseñanza. Cada libro aborda un tema
específico y constituye un curso o ciclo de lecciones. El autor también menciona que la
ordenación actual de los libros no necesariamente refleja un orden lógico. Además, se
plantea la posibilidad de que los libros hayan sido escritos en diferentes momentos y que
Aristóteles haya realizado modificaciones en ellos a lo largo del tiempo. Estos aspectos
brindan una perspectiva más amplia y estimulante para el estudio de la Metafísica.
2. El contenido de los libros de la Metafisica
El autor en la introducción presenta una breve explicación del contenido de los libros, en
lo que se explicara de forma puntual y resumida el contenido de estos libros:
Libro I (A):
 Introducción a la Metafísica de Aristóteles.
 Caracterización preliminar de la Sabiduría (sophía) como conocimiento universal,
de las causas y de la divinidad.
 Exposición y crítica de las doctrinas anteriores sobre las causas.
 Propuesta de las cuatro causas como fundamentales.
Libro II (a):
 Breve consideración sobre la filosofía como "ciencia de la Verdad".
 Argumentación sobre la imposibilidad de causas infinitas.
 Consideraciones metodológicas generales.
Libro III (Β):
 Enumeración y desarrollo de una serie de problemas o "aporias" que la ciencia
busca enfrentar.
 Relación directa con el Libro I y respuesta a las primeras cuatro aporias
planteadas.
Libro IV (Γ):
 Existencia de una ciencia universal que estudia "lo que es" en su sentido
fundamental.
 Pluralidad de sentidos del verbo 'ser' y la entidad como sentido primario.
 Argumentaciones contra los negadores del principio de No-Contradicción.
Libro V (Δ):
 Diccionario filosófico que analiza distintos sentidos de términos, incluyendo 'ser' y
'lo que es'.
 Libro autónomo sin referencia a otros libros de la Metafísica.
Libro VI (E):
 Conexión con el Libro IV y desarrollo de los sentidos de 'ser'.
 Análisis de 'ser accidentalmente' y 'ser verdadero'.
Libros VII (Z) y VIII (H):
 Unidad dedicada al estudio de la entidad sensible y las categorías.
 Primacía de la entidad como sentido primario de 'ser'.
Libro IX (Θ):
 Estudio de los sentidos de 'ser' como ser en potencia y ser en acto.
 Conexión con los libros anteriores (VII y VIII).
Libro X (Ι):
 Tratado unitario sobre la unidad y nociones afines.
 Estudio de la identidad, semejanza, igualdad y oposición.
 Sin referencia explícita a otros libros de la Metafísica.
Libro XI (K):
 Exposición abreviada de contenidos de los libros III, IV y VI.
 Extracto de pasajes de la Física copiados literalmente.
Libro ΧII (A):
 Tratado autónomo sobre la entidad o sustancia y la entidad suprema (Dios).
 Enfoque teológico sin conexión formal con otros libros de la serie.
Libros XIII (M) y XIV (N):
 Análisis y crítica de teorías sobre las Ideas y los Números de la Academia
platónica.
 Discusión sobre la existencia de entidades inmateriales aparte de las sensibles.
 Conexión con el objetivo último de Aristóteles en el Libro VII.
Es importante destacar que algunos libros están conectados temáticamente, mientras que
otros son más autónomos, y la serie de la Metafísica presenta desafíos en cuanto a su
composición y cronología.

3. Orden de los libros metafísicos:


Ahora, el autor respecto al orden de los libros se plantea dos preguntas: La pregunta
sobre el orden de los libros de la Metafísica puede abordarse desde el punto de vista
cronológico y lógico. Hasta ahora, no se ha alcanzado un consenso sobre el orden
cronológico de los libros, y es poco probable que se logre en el futuro. Sin embargo, se ha
encontrado cierta coherencia en el orden lógico o doctrinal de los libros.
Existen cuatro libros problemáticos en cuanto a su encaje en la serie de los libros
metafísicos: el libro II, que parece una introducción a la física; el libro V, que contiene un
"diccionario filosófico" autónomo; el libro XI, que contiene un resumen de otros libros de la
Metafísica y extractos de la Física; y el libro XII, que trata sobre la entidad inmaterial como
causa última del movimiento.
Excluyendo los libros problemáticos, los otros diez libros muestran una coherencia en su
orden lógico. Se pueden identificar secuencias y bloques temáticos dentro de ellos. Por
ejemplo, los libros I, III, IV y VI forman una secuencia, y los libros VII, VIII y IX constituyen
una unidad.
Los libros X, XIII y XIV se agrupan debido a su temática común y se sitúan después de la
secuencia principal. Esto se justifica por la relación entre el estudio de las entidades
sensibles y las entidades inmateriales.
En cuanto a cómo se intercalaron los cuatro libros restantes, se plantean conjeturas. El
libro XII se ubicó después del estudio de las entidades sensibles, el libro V antes del libro
VI, el libro II en su posición actual y el libro XI antes del estudio de las entidades
inmateriales.
En resumen, aunque el orden cronológico de los libros de la Metafísica sigue siendo
incierto, se ha encontrado cierta coherencia en su orden lógico o doctrinal. Algunos libros
presentan desafíos de ubicación, pero se han propuesto secuencias y bloques temáticos
que brindan cierta claridad en el orden de los libros.
B. EL OBJETO DE LA METAFISICA
A. La ciencia de la ontología:
1. Polisemia del verbo "ser" y la posibilidad de la ontología:

 Aristóteles afirma que existe una ciencia que estudia lo que es, en tanto que algo
que es, y los atributos que le pertenecen.
 Esta ciencia, la ontología, pretende abarcar universalmente lo que es, en contraste
con las ciencias particulares que se centran en aspectos específicos de la
realidad.
 Sin embargo, surge la dificultad de la polisemia del verbo "ser" y su participio, lo
cual no garantiza la unidad de una noción que corresponda a un objeto coherente
y tratable de manera unitaria.
 Aristóteles reconoce la polisemia del verbo "ser" y la importancia de comprenderla
para reflexionar sobre el lenguaje y la realidad.
2. Los distintos sentidos de 'ser' y ‘lo que es'
1) Utilización casual del verbo 'ser':
 Aristóteles explica que el verbo 'ser' se utiliza para expresar coincidencias
casuales o accidentales, como cuando se dice que alguien es músico y
matemático sin una conexión necesaria entre ambas cualidades.
2) Categorías como significaciones del verbo 'ser':
 Según Aristóteles, las categorías representan diferentes figuras en la predicación y
expresan distintas significaciones de 'ser'.
3) 'Ser' y 'no es' como "verdadero" o "falso":
 El filósofo menciona que 'ser' se emplea para indicar la veracidad o verdad,
mientras que 'no es' se utiliza para expresar falsedad.
4) . Tratamiento científico de lo accidental y lo verdadero:
 Aristóteles sostiene que lo accidental o casual no puede ser objeto de tratamiento
científico, ya que no se puede subsumir bajo reglas o leyes generales.
 Además, argumenta que la verdad se encuentra en el pensamiento que afirma o
niega, no propiamente en las cosas o en la realidad.
3. La entidad (ousía)
El autor se refiere a este aspecto importante en la ontología aristotélica: la entidad ousía.
En relación a la entidad (ousía), Aristóteles comienza distinguiendo los varios significados
de la palabra 'ousía' en el ámbito de la lengua filosófica. Según Aristóteles, la ousía de
cada cosa puede ser su esencia, el género y la especie que delimitan su ser, así como el
sujeto o sustrato. La entidad se considera el sujeto primero o último, que es el referente
último de nuestro discurso acerca de la realidad y el sustrato real al que le atribuimos
predicados. Aristóteles realiza una indagación acerca de la entidad, principalmente
enfocada en el estudio de la entidad sensible y material, en los libros VII y VIII de la
Metafísica.
4. Las propiedades y principios de lo que es
Aristóteles busca establecer puntos de anclaje sólidos y firmes para el conocimiento y el
discurso acerca de lo real. Para ello, Aristóteles distingue la materia y la forma como
componentes de las sustancias o entidades naturales. La forma es lo que determina y da
forma a la materia, y la entidad individual sensible es un compuesto de materia y forma.
Aristóteles identifica la forma como la entidad por antonomasia, es decir, la esencia de
cada cosa que la constituye en su ser. La interpretación de la entidad como forma o
esencia configura una ontología esencialista. Aristóteles busca encontrar, dentro del
universo cambiante e inestable, puntos de anclaje sólidos y firmes para el conocimiento y
el discurso acerca de lo real, y la forma o esencia desempeña ese papel al proporcionar
estabilidad y fundamentos para el entendimiento de cada cosa.
B. LA CIENCIA DE LA ENTIDAD PRIMERA (TEOLOGÍA)
El autor aborda dos temas importantes dentro de la ontología aristotélica: la existencia y
naturaleza de la entidad primera (ousía) y el estatuto de la teología como ciencia primera.
1. Existencia y naturaleza de la entidad primera
En relación a la entidad primera, el autor menciona que Aristóteles se dedica a investigar
su existencia y naturaleza en el libro XII de la Metafísica. Aristóteles distingue entre
entidades sensibles corruptibles, entidades sensibles incorruptibles (astros) y entidades
inmóviles. La entidad primera es considerada inmóvil, inmaterial y plenamente
actualizada. Su actividad es la contemplación y es la causa del movimiento en el
Universo. Aristóteles la describe como un viviente eterno y perfecto, y la identifica con
Dios.
2. La teología como ciencia primera
En cuanto a la teología como ciencia primera, el autor destaca el capítulo primero del libro
VI como un capitulo fundamental para comprender las relaciones entre la ontología y la
teología. Aristóteles argumenta que la teología ocupa un lugar superior a la física y las
matemáticas, ya que se ocupa de entidades inmóviles e inmateriales. Aunque la teología
puede ser considerada una ciencia particular, el autor plantea la cuestión de si es
universal y responde que si existe alguna entidad inmóvil, la teología será la ciencia
primera y tendrá un carácter universal, abordando el estudio de lo que es y los atributos
de la entidad.
C. EL PROBLEMA DE LA UNIDAD DE LA METAFISICA
1. El problema de la unidad de la Metafísica: El autor aborda las interpretaciones
divergentes sobre la relación entre la ontología y la teología en la metafísica de
Aristóteles. Se destacan las interpretaciones dualistas y teológicas como formas
de abordar este problema.
2. Interpretaciones dualistas: Algunos estudiosos sostienen que la ontología y la
teología son dos perspectivas irreconciliables. Se plantea una oposición entre una
"metafísica general" y una "metafísica especial", lo cual no resuelve
satisfactoriamente el problema de la unidad de la metafísica.
3. Interpretaciones teológicas: Otros estudiosos defienden la idea de una única
ciencia primera que engloba tanto la ontología como la teología. Se argumenta
que la teología es la ciencia suprema que se ocupa de los principios supremos de
la realidad.
4. La unidad pros hén: Se sugiere que la unidad de referencia pros hén puede
articular la ontología y la teología. Esta unidad se basa en que la entidad es
"primera" en relación a los demás términos y en la dependencia de las demás
realidades respecto a la entidad suprema.
5. Limitaciones en la explicación de Aristóteles: El autor reconoce que Aristóteles no
desarrolla explícitamente cómo las entidades dependen de la entidad suprema
más allá del ámbito del movimiento. Aunque la teología se ocupa de la causa final
del movimiento, no se ofrece una explicación detallada sobre la dependencia de
las entidades-formas respecto a la entidad-forma inmaterial primera.

4. EL CAPITULO DE LA METAIFISCA. NUESTRA TRADUCCION


a) Los manuscritos de la Metafísica de Aristóteles: El autor discute los manuscritos
más importantes utilizados por los editores de la Metafísica, como el códice
"Parisino Regio" (E), el códice "Laurentiano" (Ab) y el códice "Vindobonense" (J).
Se analiza la relación entre estos manuscritos y su importancia en la edición y
comprensión de la obra.
b) La traducción de la Metafísica: El autor aborda los desafíos de traducir la
Metafísica de Aristóteles, tanto en términos sintácticos como en el léxico. Se
enfoca en realizar una traducción que sea fiel al capitulo original, manteniendo la
frescura y el sentido original del capitulo, y evitando las mediaciones escolásticas
que han afectado las traducciones anteriores. También se menciona el uso de
notas aclaratorias para facilitar la comprensión del capitulo.

LIBRO I: A
CAPITULO 1: EL CONOCIMIENTO DE LAS CAUSAS Y LA SABIDURIA
Como autor, Aristóteles plantea que todos los seres humanos tienen un deseo innato de
conocer. Destaca que el amor por las sensaciones, especialmente la visión, es una señal
de este deseo de conocimiento. Menciona que los animales tienen sensaciones pero solo
algunos pueden generar memoria, lo cual los hace más inteligentes y capaces de
aprender. Señala que los humanos, además de las sensaciones y la memoria, tienen la
capacidad de vivir gracias al arte y el razonamiento.
Aristóteles explica que la experiencia se genera a partir de la memoria y que es similar a
la ciencia y al arte. La experiencia da lugar al arte, mientras que la falta de experiencia
lleva al azar. El arte surge cuando a partir de múltiples percepciones de la experiencia se
forma una idea general sobre casos similares. Destaca que la experiencia práctica es más
exitosa que la teórica, pero que la sabiduría se encuentra en aquellos que conocen las
causas.
El autor menciona que el ser capaz de enseñar es una señal de sabiduría y que el arte es
considerado más ciencia que la experiencia. Destaca que las sensaciones no son
sabiduría, ya que no explican las causas de las cosas. Menciona que el descubrimiento
de las artes llevó a que aquellos que las poseían fueran considerados más sabios,
especialmente las artes orientadas al placer y no solo a la utilidad. Por último, afirma que
la sabiduría se ocupa de las causas primeras y los principios.
En resumen, Aristóteles plantea que la sabiduría es la ciencia de los principios y las
causas, y destaca la importancia de la experiencia, el arte y el conocimiento de las causas
en el camino hacia la sabiduría.
CAPITULO 2: CARACTERISTICAS DE LA SABIDURIA
En este capítulo, Aristóteles presenta las características de la Sabiduría. Destaca que el
sabio posee un conocimiento general en la medida de lo posible, sin necesidad de tener
un dominio detallado de cada cosa en particular. Además, se considera sabio a aquel que
puede comprender y conocer las cosas difíciles y de difícil acceso para la inteligencia
humana común.
El autor resalta que el sabio es aquel que conoce con mayor exactitud y es capaz de
enseñar las causas en cualquier ciencia. Asimismo, enfatiza que la Sabiduría se valora
más cuando se elige por sí misma y por el conocimiento intrínseco que proporciona, en
comparación con aquella que se busca solo por sus resultados.
Aristóteles plantea que la Sabiduría destinada a mandar es superior a la subordinada, ya
que el sabio no debe recibir órdenes, sino darlas. Además, resalta que el conocimiento
más difícil para los seres humanos es el de las cosas más universales, ya que están
alejadas de los sentidos.
El autor también argumenta que las ciencias son más exactas cuando se ocupan
directamente de los primeros principios y las causas. Por último, sostiene que la Sabiduría
es la ciencia más digna de mandar entre todas las ciencias, ya que conoce el fin por el
cual deben realizarse todas las cosas, que es el bien supremo en la naturaleza.
En resumen, en este capítulo Aristóteles explora las características de la Sabiduría,
destacando la amplitud del conocimiento del sabio, su capacidad para comprender lo
difícil, su habilidad para enseñar las causas y la importancia de elegir el conocimiento por
sí mismo. Además, resalta la superioridad de la Sabiduría destinada a mandar, el desafío
del conocimiento de las cosas universales y la importancia de ocuparse de los primeros
principios y causas.
CAPITILO 3: LAS CUATRO CAUSAS Y LA FILOSOFÍA ANTERIOR
En este capítulo, Aristóteles se dedica a analizar las cuatro causas como fundamentos de
la ciencia de la Sabiduría. Comienza señalando que es necesario indagar sobre las
causas y principios de esta ciencia para comprenderla en su totalidad.
Las cuatro causas que Aristóteles menciona son: la causa material, la causa formal, la
causa eficiente y la causa final.
1. Causa material: Se refiere a la materia de la cual está compuesto un objeto.
Aristóteles argumenta que la causa material no es suficiente para comprender la
totalidad de la Sabiduría, ya que solo se centra en la sustancia y la esencia de las
cosas.
2. Causa formal: Esta causa se relaciona con la forma o estructura de un objeto.
Aristóteles sostiene que comprender la forma de las cosas es esencial para
alcanzar la Sabiduría, ya que permite entender su naturaleza y esencia.
3. Causa eficiente: Se refiere a la causa que pone en movimiento o causa un cambio
en un objeto. Aristóteles argumenta que comprender la causa eficiente es
fundamental para entender el origen y el proceso de generación de las cosas.
4. Causa final: Esta causa se refiere al propósito o fin para el cual algo existe o se
realiza. Aristóteles afirma que la causa final es la más importante en la búsqueda
de la Sabiduría, ya que implica comprender el bien supremo y el propósito último
de la naturaleza.
Aristóteles sostiene que comprender ambas causas es esencial para alcanzar la
Sabiduría, ya que permiten entender la naturaleza y esencia de las cosas. Además, la
causa eficiente, que es la causa que pone en movimiento o causa un cambio en un
objeto, es crucial para comprender el origen y el proceso de generación de las cosas.
Sin embargo, Aristóteles enfatiza que la causa final es la más importante en la búsqueda
de la Sabiduría. Esta causa se refiere al propósito o fin para el cual algo existe o se
realiza. Comprender la causa final implica entender el bien supremo y el propósito último
de la naturaleza.
Aristóteles también revisa las opiniones de filósofos anteriores sobre las causas, como
aquellos que consideraban que solo la causa material era relevante. Él argumenta que
todas las causas son necesarias para obtener un conocimiento completo y profundo.
En resumen, en este capítulo, Aristóteles explora las cuatro causas (material, formal,
eficiente y final) y su importancia en la ciencia de la Sabiduría. Cada causa desempeña un
papel fundamental en el entendimiento completo de las cosas, pero la causa final, que
implica comprender el propósito último, es considerada como la más relevante. Aristóteles
destaca la necesidad de abordar todas las causas para alcanzar la verdadera Sabiduría.
CAPITILO 4: LAS CAUSAS EN LA FILOSOFÍA PREPLATÓNICA: EMPÉDOCLES,
ANAXÁGORAS, EL ATOMISMO.
En este capítulo, Aristóteles examina las opiniones de filósofos preplatónicos sobre las
causas en la naturaleza. Hesíodo y Parménides consideraron el Amor y el Deseo como
principios de los entes, mientras que Empédocles introdujo la Amistad y el Odio como
causas de lo bueno y lo malo respectivamente. Estos filósofos reconocieron de manera
vaga las causas material y eficiente, pero sin claridad ni coherencia en su explicación.
Anaxágoras propuso el uso del Entendimiento como recurso para la formación del mundo,
pero no lo consideró como la causa principal en la mayoría de los casos. Por su parte,
Empédocles dividió la causa en diversos y contrarios elementos, como la Amistad y el
Odio. Además, él propuso los cuatro elementos (Fuego, Tierra, Aire y Agua) como
principios materiales, aunque solo utilizó dos de ellos en su explicación.
Leucipo y Demócrito afirmaron que los principios son el Pleno y el Vacío, donde el Pleno
representa el Ente y el Vacío el No-ente. Consideraron que las diferencias en la Figura, el
Orden y la Posición son las causas de las demás cosas. Sin embargo, Aristóteles señala
que estos filósofos también omitieron negligentemente explicar el movimiento y su origen
en los entes.
En resumen, los filósofos preplatónicos abordaron de manera limitada las causas en la
filosofía, incluyendo la material y la eficiente, pero sin un enfoque completo y coherente.
Sus opiniones y explicaciones varían en cuanto a los principios y causas que
consideraron relevantes.
CAPITLO 5: LAS CAUSAS EN LA FILOSOFÍA PREPLATÓNICA: PITAGÓRICOS Y
ELEATAS
Aristóteles destaca que en el tiempo de los filósofos preplatónicos, especialmente los
pitagóricos, se consideraba que los números eran los principios fundamentales de todos
los entes. Estos filósofos veían en los números similitudes con lo que es y lo que deviene,
y creían que las proporciones y armonías numéricas se reflejaban en la naturaleza y en el
orden cósmico.
Según Aristóteles, los pitagóricos sostenían que los elementos primordiales eran el Uno,
lo Par y lo Impar, y que a partir de estos elementos se generaban todos los demás
números y, por extensión, todas las cosas. Los pitagóricos consideraban que los
elementos numéricos eran tanto materiales como causales, y creían que el universo en su
totalidad estaba compuesto por números y armonías.
Aristóteles también menciona a otros filósofos preplatónicos, como Parménides y Meliso,
quienes afirmaban la existencia de principios opuestos, como lo Caliente y lo Frío, y
consideraban que estas oposiciones eran los elementos básicos de la realidad. Estos
filósofos buscaban explicar los fenómenos naturales y las propiedades de los entes a
través de estas oposiciones fundamentales.
CAPITULO 6: LOS PRINCIPIOS Y LAS CAUSAS EN PLATON
En el capítulo, Aristóteles destaca la teoría de Platón como una continuación de las
filosofías preplatónicas, aunque con elementos propios. Platón, influenciado por las ideas
de Cratilo y Heráclito, consideraba que todas las cosas sensibles estaban en constante
cambio y que no se podía tener conocimiento verdadero sobre ellas. Por otro lado,
Sócrates se interesaba por los problemas morales y buscaba lo universal en ellos, lo cual
influyó en Platón y su enfoque en las definiciones.
Platón introdujo el concepto de las Ideas, que eran entidades abstractas y eternas,
distintas de las cosas sensibles pero a partir de las cuales se les daba nombre. Creía que
las cosas sensibles participaban de las Ideas y que las Especies eran los elementos
fundamentales de las Ideas. Para Platón, lo Grande y lo Pequeño eran los principios
materiales, mientras que el Uno era el principio de substancia. Los números también
desempeñaban un papel crucial en su filosofía, ya que creía que eran los elementos de
las Ideas y, por lo tanto, de todos los entes.
Aristóteles señala que Platón separó los números y las Ideas de las cosas sensibles, a
diferencia de los pitagóricos, que veían las cosas mismas como números. Además, Platón
introdujo la noción de Especies como causas para las demás cosas, lo cual tuvo su origen
en la investigación de los enunciados y en la dialéctica. Aristóteles también critica la idea
de Platón de convertir la Díada en el principio opuesto al Uno, en lugar del Infinito, y de
considerar a la materia como una masa blanda de la cual se generan cómodamente los
números.
En resumen, Aristóteles destaca que en la filosofía de Platón se emplearon principalmente
dos causas: la quididad (representada por las Ideas y las Especies) y la materia
(representada por lo Grande y lo Pequeño). Platón influyó en la distinción entre lo sensible
y lo inteligible, y en la concepción de las Ideas como los elementos fundamentales de la
realidad. Sin embargo, Aristóteles también señala las diferencias entre la filosofía de
Platón y las enseñanzas de los filósofos preplatónicos.
CAPITULO 7: LAS CAUSAS EN LA FILOSOFIA ANTERIOR: RESUMEN
Aristóteles destaca que ninguno de los filósofos estudiados ha dicho algo que se aparte
de las causas establecidas por él mismo en la Física. Aunque algunos filósofos se
expresan de manera oscura, todos se acercan de alguna manera a las causas que
Aristóteles ha identificado.
Aristóteles enfatiza que algunos filósofos consideran el principio como materia, ya sea uno
o varios, corpóreo o incorpóreo. Otros se centran en la causa del movimiento, como
aquellos que mencionan la Amistad, el Odio, el Entendimiento o el Amor. Sin embargo,
ninguno de ellos ha enunciado claramente la esencia y la substancia.
El filósofo también destaca que los defensores de las Especies se acercan más a la
noción de esencia, considerándolas como la esencia de las cosas y el Uno como la
esencia de las Especies. Sin embargo, ninguno de ellos afirma claramente que algo sea o
se haga a causa de estas esencias.
En resumen, Aristóteles concluye que ninguno de los filósofos mencionados ha ofrecido
una explicación completa y clara de las causas y principios. Aunque se acercan a ellas en
cierta medida, aún existen dificultades en la forma en que cada filósofo se expresa y
piensa acerca de los principios.
CAPITULO 8: CRITICA A LOS FILOSOFOS PREPLATÓNICO
En su crítica a los filósofos preplatónicos, Aristóteles destaca que aquellos que sostienen
que el universo es uno y que hay una sola materia como base, y que esta materia es
corpórea y dotada de magnitud, están cometiendo errores múltiples. Estos filósofos solo
consideran los elementos de los cuerpos, pero no tienen en cuenta las cosas incorpóreas
que también existen. Además, al tratar de explicar las causas de la generación y la
corrupción, y al abordar todas las cosas desde una perspectiva física, descuidan la causa
del movimiento.
Aristóteles critica también la supresión de la substancia y la quididad como causas, así
como la facilidad con la que algunos filósofos atribuyen la condición de principio a
diversos elementos, excepto a la Tierra, sin considerar adecuadamente la generación
recíproca de estos elementos. Señala que aquellos que solo admiten una causa de esta
naturaleza también cometen errores al no tener en cuenta la alteración y al suprimir la
posibilidad de que lo caliente se origine a partir de lo frío y viceversa.
En relación con Anaxágoras, Aristóteles sugiere que si alguien supone que este filósofo
admite dos elementos, estaría más de acuerdo con un concepto que Anaxágoras mismo
no ha expresado, pero que habría aceptado necesariamente si se le hubiera presentado.
Aristóteles señala que Anaxágoras sostiene que todas las cosas estaban inicialmente
mezcladas, excepto el Entendimiento, y que el principio Uno y lo Otro son los principios
fundamentales. Sin embargo, considera que la forma en que Anaxágoras expresa sus
ideas no es clara ni precisa.
En general, Aristóteles critica a los filósofos preplatónicos por centrarse en la generación,
la corrupción y el movimiento, y por no abordar de manera adecuada la substancia y la
quididad como causas. También señala que sus explicaciones son insuficientes para
comprender los cuerpos matemáticos y los cuerpos sensibles, y que no ofrecen una
explicación satisfactoria sobre cómo se produce el movimiento o cómo algunos cuerpos
son pesados y otros livianos.
CAPITULO 9: CRITICA A LA DOCTRINA PLATÓNICA
Aristóteles critica la doctrina platónica que sostiene la existencia de las Ideas como
causas. Argumenta que aquellos que defienden esta posición aducen un número igual de
Ideas a las cosas sensibles, como si al querer contar creyeran que no podrían hacerlo si
las cosas fueran pocas, y por lo tanto agregaran más Ideas. Sin embargo, Aristóteles
cuestiona la evidencia de la existencia de las Ideas y señala que sus conceptos pueden
llevar a contradicciones y dificultades insolubles.
Además, critica la falta de claridad de la explicación platónica sobre las Ideas y su relación
con las cosas sensibles. Se pregunta qué aportan las Ideas a los entes sensibles y a la
ciencia de las demás cosas, ya que no causan movimiento ni cambio en ellas. Argumenta
que las Ideas no son inmanentes en las cosas que participan de ellas y que la afirmación
de que las cosas participan de las Ideas y que estas son paradigmas es solo un uso
metafórico y palabras vacías.
Aristóteles también cuestiona la idea de que las Especies sean números y que sean
causas de las cosas. Argumenta que si las Especies son números, entonces deben ser
proporciones de otras cosas, lo cual lleva a contradicciones y problemas lógicos. Además,
plantea interrogantes sobre cómo se forma una sola Especie a partir de varias Especies y
cómo se diferencian las mónadas si son impasibles y no son de la misma especie.
En resumen, Aristóteles critica la doctrina platónica de las Ideas argumentando que no
ofrece una explicación clara ni satisfactoria sobre su relación con las cosas sensibles y
sobre su papel como causas. También cuestiona la evidencia y la lógica detrás de la
existencia y la naturaleza de las Ideas.
CAPITULO 10: CONCLUSIÓN
Lo importante destacado en el capitulo es que Aristóteles señala que todos los filósofos
han buscado las causas en la naturaleza, pero lo han hecho de manera confusa y a veces
contradictoria. Empédocles, por ejemplo, menciona que la proporción de los elementos es
la esencia y la substancia de las cosas, pero no lo expresa con claridad y no diferencia
entre la proporción de elementos en el hueso y en otras partes del cuerpo. Aristóteles
sugiere que al examinar estas dificultades y aclarar las ideas, se podrán encontrar
soluciones a los problemas que surjan más adelante.

LIBRO II: a
CAPITULO 1: LA FILOSOFÍA COMO CIENCIA DE LA VERDAD.
Lo importante destacado en el capitulo de Aristóteles es que la investigación de la verdad
tiene una doble naturaleza: es fácil en el sentido de que todos los individuos contribuyen
de alguna manera a la comprensión de la verdad, aunque cada uno pueda tener
perspectivas limitadas. Sin embargo, alcanzar la verdad en su totalidad es difícil y
desafiante.
Aristóteles sugiere que la dificultad de alcanzar la verdad no reside tanto en las cosas
mismas, sino en nuestras propias limitaciones. Compara el estado del entendimiento
humano frente a la verdad con los ojos de los murciélagos ante la luz del día, indicando
que nuestra capacidad de comprensión puede ser limitada en relación a las cosas más
claras y evidentes por naturaleza.
No obstante, Aristóteles resalta la importancia de valorar tanto a aquellos cuyas opiniones
compartimos como a aquellos que se han expresado de manera más superficial.
Reconoce que incluso aquellos que han desarrollado ideas superficiales han contribuido
de alguna manera al progreso de nuestro pensamiento y al desarrollo de nuestra facultad
de razonamiento.
Además, Aristóteles sostiene que la filosofía es la ciencia de la verdad, ya que su objetivo
principal es buscar y comprender la verdad en su forma más fundamental. Afirma que el
conocimiento verdadero implica comprender las causas de las cosas, y que la verdad de
una cosa está relacionada con su capacidad de ser causa de verdad para otras cosas.
Por lo tanto, los principios de los entes eternos son considerados los más verdaderos, ya
que no dependen de causas externas, sino que son ellos mismos la causa del ser
verdadero para otras cosas.
En resumen, Aristóteles destaca que la búsqueda de la verdad puede ser difícil debido a
nuestras limitaciones, pero también resalta la importancia de valorar todas las
contribuciones en el proceso de búsqueda del conocimiento verdadero. Además, subraya
que la filosofía es la disciplina que busca comprender las causas y principios
fundamentales que sustentan la verdad.
CAPITULO 2: LAS CAUSAS NO SON INFINITAS
En este pasaje, Aristóteles destaca la idea de que existe un principio y que las causas de
los entes no son infinitas ni en línea recta ni según la especie. Argumenta que no es
posible que una cosa proceda de otra en un sentido infinito tanto en términos de causa
material como en términos de causa del movimiento. Tampoco es posible que aquello en
vista de lo cual se hace algo proceda al infinito. Aristóteles explica que las cosas
intermedias tienen un término último y otro anterior, y necesariamente el término anterior
es causa de los que le siguen.
Además, Aristóteles sostiene que tanto en el sentido ascendente como en el sentido
descendente es imposible ir al infinito. En el sentido ascendente, la generación no es
infinita, por lo que lo primero de lo que se produce algo no será eterno. En el sentido
descendente, las cosas se convierten recíprocamente, pero la conversión no puede ser
infinita ya que tanto las cosas intermedias como las que se convierten tienen un fin.
Aristóteles argumenta que aquellos que defienden la progresión infinita destruyen la
naturaleza del Bien. Señala que la existencia de un término último es necesaria para la
acción, el entendimiento y el conocimiento. Además, critica la idea de que se pueda
conocer o entender algo infinito, ya que el conocimiento y la comprensión requieren llegar
a las causas y entender las cosas que son infinitas de este modo es imposible.
En resumen, Aristóteles destaca que las causas no son infinitas y argumenta en contra de
la idea de una progresión infinita. Sostiene que la existencia de un término último es
necesaria para la acción, el entendimiento y el conocimiento. Además, afirma que el
conocimiento y la comprensión requieren llegar a las causas y entender las cosas que son
infinitas en un sentido finito.
CAPITULO 3: EL LENGUAJE HA DE ACOMODARSE A LO HABITUAL Y A LAS
EXIGENCIAS DE CADA CIENCIA
En este pasaje, Aristóteles resalta la importancia de las costumbres de los oyentes en el
proceso de enseñanza y aprendizaje. Afirma que estamos acostumbrados a escuchar
ciertas formas de hablar y que las cosas expresadas de manera diferente nos parecen
desconocidas y extrañas debido a la falta de costumbre. Lo que es familiar y
acostumbrado es fácilmente comprensible. Aristóteles destaca cómo la costumbre tiene
una gran influencia, incluso en las leyes, donde lo fabuloso y lo pueril pueden tener más
peso que el conocimiento basado en la realidad debido a la costumbre arraigada en la
sociedad.
Además, Aristóteles señala que los oyentes tienen diferentes preferencias y estilos de
comprensión. Algunos solo escuchan si se habla de manera matemática, otros prefieren
ejemplos concretos, algunos exigen citas de poetas y otros pueden encontrar molesta la
precisión excesiva o la enumeración minuciosa. Aristóteles reconoce la diversidad en las
formas de comprender y argumenta que es necesario comprender cómo cada persona
puede entender mejor para poder transmitir el conocimiento adecuadamente.
Aristóteles también aborda el tema de la exactitud matemática en el lenguaje y su
aplicabilidad en diferentes áreas del conocimiento. Sostiene que la exactitud matemática
no debe ser exigida en todo, sino solo en aquellos temas que no involucran materia. Por
lo tanto, argumenta que el enfoque matemático no es apropiado para la Física, ya que la
naturaleza está compuesta probablemente por materia. En consecuencia, propone que se
investigue primero qué es la Naturaleza para comprender qué aspectos aborda la Física y
determinar si corresponde a una sola ciencia o a varias, y estudiar las causas y los
principios involucrados.

LIBRO III: B
CAPITULO 1: FORMULACIÓN DE LAS APORÍAS
Aristóteles plantea la dificultad y facilidad de investigar la verdad. Menciona que nadie
puede alcanzar completamente la verdad, pero cada persona contribuye con algo en su
búsqueda. La investigación de la verdad es fácil en el sentido de que cada individuo dice
algo acerca de la naturaleza, y cuando se unen todas estas contribuciones, se forma un
conocimiento valioso.
Aristóteles señala que la dificultad radica en el hecho de que no podemos alcanzar
completamente la verdad y que la causa de esta dificultad puede estar en nosotros
mismos. Compara la capacidad de comprensión de nuestra alma ante las cosas claras
por naturaleza con el estado de los ojos de los murciélagos ante la luz del día.
Además, destaca la importancia de estar agradecidos no solo con aquellos cuyas
opiniones compartimos, sino también con aquellos que se expresan de manera más
superficial, ya que incluso ellos contribuyen al desarrollo de nuestro pensamiento.
Aristóteles afirma que la Filosofía es la ciencia de la verdad, ya que el objetivo de la
ciencia teórica es la verdad, mientras que el de la ciencia práctica es la acción. Para
conocer lo verdadero, es necesario conocer las causas, y lo más verdadero es aquello
que es causa de que las demás cosas sean verdaderas.
Concluye resaltando que los principios de los entes eternos son los más verdaderos, ya
que no son temporalmente verdaderos y son causa del ser para las demás cosas. Cada
cosa tiene verdad en la medida en que tiene ser.
CAPITULO 2: DESARROLLO DE LAS CINCO PRIMERAS APORIAS
Aristóteles plantea varias aporías o dificultades en relación a las causas y el
conocimiento. Estas aporías se centran en la idea de que no puede haber una cadena
infinita de causas y que el conocimiento requiere alcanzar un término último.
Una de las aporías se refiere a las causas materiales y su relación de origen. Aristóteles
argumenta que no es posible tener una cadena infinita de causas materiales, donde una
cosa proceda de otra de manera infinita. Por ejemplo, no se puede afirmar que la carne
viene de la Tierra, la Tierra del Aire, el Aire del Fuego, y así sucesivamente de forma
infinita. Si esto fuera así, no se podría llegar a una explicación o origen definitivo.
Otra aporía se relaciona con las causas del movimiento. Aristóteles sostiene que tampoco
puede haber una cadena infinita de causas del movimiento. Si se considera que el
movimiento de un objeto es causado por otro objeto, y este por otro, y así sucesivamente
hasta el infinito, no se podría encontrar un principio o origen del movimiento.
Además, Aristóteles plantea que no es posible que algo sea realizado en vista de algo
infinito. Siempre debe haber un fin o término último en una progresión de causas. Por
ejemplo, si se afirma que el pasear es en vista de la salud, y la salud en vista de la
felicidad, y así sucesivamente sin fin, se perdería la posibilidad de llegar a un objetivo final
y se entraría en un proceso infinito sin conclusión.
Otra aporía se relaciona con la conversión recíproca infinita. Aristóteles argumenta que
algunas cosas se convierten recíprocamente, pero no puede haber una cadena infinita de
conversiones. Siempre debe haber un final o término último en este proceso. Por ejemplo,
si el agua se convierte en aire, y este en fuego, y así sucesivamente infinitamente, no se
podría llegar a una conclusión o resultado final.
Por último, Aristóteles menciona que la existencia de una progresión infinita destruiría la
naturaleza del Bien, la posibilidad de acción y el entendimiento. El conocimiento requiere
llegar a las causas y comprenderlas, pero una progresión infinita de causas no permitiría
que esto sucediera de manera finita y alcanzable.
Estas aporías planteadas por Aristóteles en el capitulo muestran las dificultades que
surgen cuando se considera la posibilidad de una cadena infinita de causas y la
importancia de alcanzar un término último para tener un conocimiento completo y
comprensible.
CAPITULO 3: DESARROLLO DE LAS APORÍAS SEXTA Y SEPTIMA

En este fragmento, Aristóteles aborda las aporías relacionadas con los principios y los
géneros de las cosas que son. Plantea varias dificultades en cuanto a qué posición
adoptar para alcanzar la verdad en estas cuestiones.
Una de las aporías se centra en determinar si los géneros o los constitutivos intrínsecos
primeros son los principios y elementos de las cosas. Aristóteles señala que algunos
consideran que los constitutivos primeros, como las partes constituyentes de las voces o
las proposiciones contenidas en las demostraciones geométricas, son los elementos y
principios. Por otro lado, otros argumentan que los géneros, como el fuego y el agua en el
caso de Empédocles, son los elementos y principios. Esta aporía pone en evidencia la
dificultad de definir cuáles son los verdaderos principios y elementos de las cosas.
Otra aporía se refiere a si los géneros son principios de las especies. Aristóteles plantea
que si conocemos las cosas a través de sus definiciones, y los géneros son principios de
las definiciones, entonces los géneros también serán principios de las cosas definidas.
Esto sugiere que los géneros son principios de las especies. Sin embargo, Aristóteles
también menciona que algunos consideran que "lo Uno" o "lo que es" son elementos de
las cosas y los utilizan como géneros. Esta aporía cuestiona la relación entre los géneros
y las especies, y la forma en que los principios se relacionan con ellos.
Otra dificultad planteada es si los géneros primeros o los últimos que se predican de los
individuos son considerados principios. Aristóteles argumenta que si los universales son
siempre principios en mayor grado, entonces los géneros más elevados, que se predican
de todos, serían principios. Esto implicaría que "lo que es" y "lo Uno" son principios y
entidades. Sin embargo, Aristóteles señala que no se puede afirmar que "uno" y "lo que
es" sean géneros de las cosas que son. Esta aporía se relaciona con la dificultad de
definir cuáles son los verdaderos principios y si estos son infinitos.
En resumen, estas aporías en el fragmento destacan las dificultades asociadas con la
determinación de los principios y los géneros de las cosas. Aristóteles plantea cuestiones
sobre la relación entre los constitutivos intrínsecos y los géneros, así como la forma en
que los principios se relacionan con las especies y los individuos. Estas aporías muestran
la complejidad involucrada en la comprensión de los principios y la búsqueda de la verdad
en relación con ellos.
CAPITULO 4: DESARROLLO DE LAS APORÍAS OCTAVA, NOVENA, DECIMA Y
UNDECIMA.
Aristóteles plantea varias aporías que generan interrogantes acerca de la naturaleza de
las cosas. Estas aporías nos desafían a reflexionar sobre cuestiones fundamentales y a
cuestionar nuestras concepciones del conocimiento y la realidad.
La octava aporía se centra en la dificultad de alcanzar la ciencia de las cosas infinitas.
Aristóteles plantea la pregunta de cómo es posible obtener conocimiento de lo infinito si
no existe algo aparte de los individuos, y si los individuos son infinitos en número. Esta
aporía pone de manifiesto las limitaciones de nuestro entendimiento y nos enfrenta a la
incapacidad de abarcar y comprender plenamente lo infinito.
La novena aporía se refiere a la existencia de algo aparte del compuesto concreto. Se
plantea la cuestión de si existe algo más allá de las cosas individuales y, de ser así, si
está presente en todas las cosas o solo en algunas. También se cuestiona si la ausencia
de algo aparte de los individuos implica que no hay nada inteligible más allá de las cosas
sensibles. Esta aporía nos lleva a reflexionar sobre la relación entre lo individual y lo
universal, y sobre la naturaleza de la realidad y la inteligibilidad.
La décima aporía se centra en los principios de las cosas corruptibles e incorruptibles.
Surge la interrogante de si los mismos principios se aplican a ambos tipos de cosas, y
cómo explicar por qué unas son corruptibles y otras son incorruptibles. Aristóteles critica
las explicaciones mitológicas y destaca la necesidad de buscar causas racionales y
coherentes para comprender esta cuestión. Esta aporía nos invita a reflexionar sobre la
naturaleza del cambio, la generación y la corrupción, y sobre la existencia de principios
universales que los sustenten.
La undécima aporía se refiere al papel del Odio y la Amistad como causas de la
corrupción y la generación. Aristóteles señala la aparente contradicción en la posición de
Empédocles, quien considera al Odio tanto como causa de la generación como de la
corrupción. Esta aporía nos lleva a reflexionar sobre la naturaleza de las fuerzas que
impulsan el cambio y la transformación en el mundo, y sobre la complejidad de los
procesos de generación y corrupción.
En resumen, las aporías planteadas por Aristóteles en este fragmento nos desafían a
reflexionar sobre la naturaleza del conocimiento, la realidad y los principios que rigen el
universo. Nos invitan a cuestionar nuestras concepciones y a explorar nuevas formas de
comprensión en busca de respuestas más profundas y coherentes.
CAPITULO 5: DESARROLLO DE LA APORÍA DECIMOCUARTA
En este capitulo, Aristóteles plantea una aporía relacionada con la entidad de los
números, los cuerpos, las superficies y los puntos. Se cuestiona si estas entidades son
reales o simplemente afecciones de los cuerpos. Algunas personas y filósofos antiguos
consideraban que los cuerpos eran la entidad principal, mientras que otros sostenían que
los números eran los principios fundamentales de la realidad. Si los números no fueran
entidades, según Aristóteles, no habría nada que exista verdaderamente.
Además, se destaca la dificultad de comprender la naturaleza de las divisiones y
relaciones entre los cuerpos, las longitudes, los puntos y las superficies. Se plantea el
problema de cómo estas entidades pueden existir y manifestarse en los cuerpos
sensibles. También se menciona que las divisiones de los cuerpos, como las anchuras,
profundidades y longitudes, parecen depender de la existencia de las entidades
mencionadas.
Otra aporía relacionada con la generación y la corrupción surge al considerar que los
puntos, las líneas y las superficies no pueden generarse ni corromperse, aunque puedan
estar presentes o ausentes en ciertos momentos. Aristóteles señala que, a pesar de su
aparente cambio en presencia o ausencia, estas entidades no experimentan verdaderas
transformaciones. Esto plantea la pregunta de qué es lo que realmente se genera y
corrompe en los procesos de generación y corrupción.
En resumen, Aristóteles nos confronta con la aporía de determinar la naturaleza de los
números, los cuerpos, las superficies y los puntos, y cómo se relacionan con la entidad de
las cosas. También nos desafía a comprender el papel de estas entidades en la
generación, corrupción y transformación de la realidad. Estas interrogantes nos llevan a
reflexionar sobre la naturaleza misma de la existencia y la estructura de nuestro
conocimiento.
CAPITULO 6: DESARROLLO DE LAS APORIAS DECIMOTERCERA Y DUODECIMA.
En este capitulo, Aristóteles plantea varias aporías relacionadas con los principios y la
existencia de entidades universales o particulares. Una de las aporías se refiere a la
necesidad de buscar otras realidades, como las Formas, aparte de las cosas sensibles y
las Realidades Matemáticas. Si las Formas no existen, no habrá entidad que sea una
numéricamente además de ser específicamente. Esto conduce a la pregunta de si los
principios son universales o particulares.
Otra aporía se plantea en relación con la potencialidad de los principios. Si los principios
son de otro modo que no sea la potencialidad, entonces algo más sería anterior a los
principios. Pero si los elementos son en potencia, existe la posibilidad de que ninguna de
las cosas que son exista.
Además, se cuestiona si los principios son universales o individuales. Si son universales,
no serán entidades, ya que los predicados comunes no significan un esto numéricamente
uno. Pero si los principios son individuales, no serán cognoscibles, ya que el conocimiento
científico es universal.
Estas aporías planteadas por Aristóteles nos invitan a reflexionar sobre la naturaleza de
los principios, la existencia de entidades universales o particulares, y la posibilidad de
alcanzar un conocimiento verdadero. Cuestionan la forma en que entendemos y
categorizamos la realidad y nos desafían a buscar respuestas en la filosofía y la
epistemología

LIBRO IV
CAPITULO 1: LA CIENCIA DE LO QUE ES TANTO QUE ALGO ES
El capitulo destaca la existencia de una ciencia que se ocupa de lo que es en sí mismo,
así como de sus atributos. Esta ciencia difiere de las demás disciplinas que se enfocan en
aspectos particulares de lo que es, como las ciencias matemáticas que se centran en los
accidentes de una parte seccionada de la realidad.
Se plantea la búsqueda de principios y causas supremas, que deben ser necesariamente
de una naturaleza propia. Asimismo, se argumenta que si aquellos que buscan los
elementos de las cosas que existen también buscan los principios, estos elementos deben
ser necesariamente elementos de lo que es en sí mismo, y no de manera accidental.
Por lo tanto, se concluye que es necesario alcanzar las causas primeras de lo que es, en
tanto que algo que existe. Este planteamiento invita a indagar en la naturaleza de la
realidad y a buscar principios fundamentales que expliquen su existencia y atributos
esenciales.
CAPITULO 2: LA ENTIDAD. LA UNIDAD Y SUS CLASES. LOS CONTRARIOS.
En el capitulo proporcionado, Aristóteles discute la expresión "algo que es" y su relación
con la unidad y los contrarios. Afirma que esta expresión se dice en muchos sentidos,
pero siempre en relación con una sola cosa y una sola naturaleza, no por mera
homonimia. Compara su uso con términos como "sano" en relación con la salud y
"médico" en relación con la ciencia médica.
Aristóteles sostiene que el estudio de las cosas que son en tanto que cosas que son
corresponde a una única ciencia. Esta ciencia se ocupa de lo primero, es decir, de aquello
de lo cual dependen las demás cosas y por lo cual reciben su denominación
correspondiente. Argumenta que esta ciencia debe poseer los principios y las causas de
las entidades.
Además, señala que a todo género que es uno le corresponde una sensación y una
ciencia. Por lo tanto, una ciencia genéricamente una debe estudiar las especies de lo que
es en tanto que algo que es, y a su vez, a las especies les corresponde estudiar cada una
de las especies de lo que es.
En relación con la unidad y los contrarios, Aristóteles plantea que la unidad y lo que es
tienen una correlación similar a la de causa y principio. Afirmar que algo es uno y algo es
lo mismo significa lo mismo, y no hay diferencia entre ellos. Además, indica que la entidad
de cada cosa es una no accidentalmente, al igual que "algo que es". Por lo tanto,
concluye que hay tantas especies de "lo que es" como hay de lo "uno", y estudiar estas
especies corresponde a una ciencia que es genéricamente la misma.
Aristóteles sostiene que prácticamente todos los contrarios se reducen a este principio, y
que cuantas clases de entidades existen, tantas partes tiene la filosofía. También
menciona que el estudio de los opuestos corresponde a una sola ciencia, y que esta
ciencia debe esclarecer los opuestos de las nociones mencionadas, como lo diverso, lo
desemejante, lo desigual, la multiplicidad y la unidad. La contrariedad se considera un tipo
de diferencia, y la diferencia implica diversidad.
En resumen, en el capítulo Aristóteles explora la relación entre la expresión "algo que es",
la unidad y los contrarios. Argumenta que esta expresión se dice en relación con una sola
cosa y una sola naturaleza. Además, sostiene que el estudio de las cosas que son en
tanto que cosas que son corresponde a una sola ciencia. Destaca que la unidad y lo que
es tienen una correlación similar a la de causa y principio. También menciona que los
contrarios se reducen a este principio y que el estudio de los opuestos corresponde a una
sola ciencia que debe esclarecer los opuestos de las nociones mencionadas.
CAPÍTULO 3: EL ESTUDIO DE LOS AXIOMAS Y, EN PARTICULAR, DEL PRINCIPIO
DE NO-CONTRADICCIÓN
En el texto proporcionado, Aristóteles aborda la cuestión del estudio de los axiomas, en
particular del principio de no-contradicción. Afirma que estos axiomas pertenecen a todas
las cosas que son y no están limitados a un género particular. Por lo tanto, el estudio de
los axiomas corresponde a la misma ciencia que se ocupa de investigar la entidad en su
totalidad.
El principio de no-contradicción es considerado por Aristóteles como el más firme de todos
los principios. Este principio establece que no es posible que lo mismo se dé y no se dé
en lo mismo a la vez y en el mismo sentido. Es un principio fundamental que no está
sujeto a errores y es ampliamente conocido. Se considera un axioma necesario y no
hipotético, ya que es algo que uno necesariamente posee al conocer cualquier cosa.
El estudio de este principio y de los axiomas en general corresponde al filósofo, quien
busca entender la entidad en su totalidad. El filósofo tiene la capacidad de establecer los
principios más sólidos de todas las cosas, y el principio de no-contradicción es
fundamental para todas las demostraciones y razonamientos. Es el principio en el que se
basan muchos otros axiomas y es considerado la base para la coherencia y consistencia
lógica del conocimiento.
En resumen, Aristóteles destaca la importancia del estudio de los axiomas, en particular
del principio de no-contradicción. Este principio, que establece que no es posible que lo
mismo se dé y no se dé en lo mismo a la vez y en el mismo sentido, es considerado el
más firme de todos los principios. El filósofo se ocupa de investigar y comprender estos
axiomas, ya que son fundamentales para el razonamiento lógico y la consistencia del
conocimiento.
CAPITULO 4: REFUTACIÓN DE LOS QUE PRETENDEN NEGAR EL PRINCIPIO DE
NO-CONTRADICCIÓN
En la refutación del autor hacia aquellos que pretenden negar el principio de no-
contradicción, Aristóteles argumenta en contra de la idea de que lo mismo puede
ser y no ser al mismo tiempo. Afirma que algunos sostienen esta posición, incluso
filósofos de la naturaleza, pero considera que es una forma de pensar errónea y
basada en la ignorancia.
Aristóteles sostiene que el principio de no-contradicción es el más firme de todos
los principios y establece que no es posible que lo mismo sea y no sea a la vez y en
el mismo sentido. Argumenta que este principio es conocido y aceptado, y no
requiere una demostración, ya que es imposible que haya una demostración de
todos los principios. Aquellos que piden una demostración del principio de no-
contradicción muestran su ignorancia sobre qué cosas requieren demostración y
cuáles no.
El autor destaca que aquellos que niegan el principio de no-contradicción se
enfrentan a dificultades lógicas y lingüísticas. Argumenta que el lenguaje
significativo se basa en la distinción de significados entre palabras y que negar
esta distinción llevaría a la incoherencia y la imposibilidad de un diálogo
significativo. Además, señala que si uno niega la distinción de significados, todos
los términos se convertirían en sinónimos y todas las cosas serían una sola.
Aristóteles también refuta la idea de que lo mismo puede ser y no ser en diferentes
aspectos. Argumenta que si los términos tienen significados distintos, como es el
caso de "hombre" y "no-hombre", entonces no es posible que lo mismo sea y no
sea a la vez. Además, argumenta en contra de la inclusión de todos los accidentes y
características en una afirmación, ya que los accidentes son infinitos y enumerarlos
sería imposible.
En resumen, Aristóteles destaca la importancia del principio de no-contradicción y refuta
los argumentos de aquellos que pretenden negarlo. Argumenta en contra de la idea de
que lo mismo puede ser y no ser al mismo tiempo y señala las dificultades lógicas y
lingüísticas que surgen al negar este principio. Su argumento se basa en la distinción de
significados entre palabras y en la imposibilidad de enumerar todos los accidentes y
características de una entidad.
CAPITULO 5: REFUTACIÓN DE LAS POSICIONES RELATIVAS.
En su refutación hacia posiciones relativas, Aristóteles aborda la idea de que las
contradicciones y los contrarios pueden coexistir. Estas opiniones surgieron de la
observación de las cosas sensibles, donde se puede ver que los contrarios se generan a
partir de lo mismo. Sin embargo, Aristóteles argumenta que estas opiniones carecen de
conocimiento completo.
Aristóteles sostiene que el mismo término puede tener significados diferentes y que es
posible que algo se genere a partir de lo que no es en cierto sentido, pero no en otros.
Menciona que algo puede ser potencialmente los contrarios, pero no puede estar
actualmente en ambos estados al mismo tiempo. Además, argumenta que existe una
entidad distinta en la cual no se da movimiento, corrupción ni generación.
El autor señala que algunos filósofos llegaron a estas opiniones al considerar las cosas
sensibles como las únicas que existen. Sin embargo, Aristóteles argumenta que las cosas
sensibles son indeterminadas y están en constante cambio, lo que dificulta establecer una
verdad sobre lo que está en constante transformación. Critica la idea de que no es posible
un discurso verdadero sobre lo que está en cambio total y menciona la opinión extrema de
aquellos que dicen que "heraclitizan", como Crátilo, quien incluso llegó a la conclusión de
que no debería hablar.
Aristóteles responde a estos argumentos señalando que lo que está cambiando aún
conserva algo de lo que está perdiendo y que en la generación y corrupción hay algo
previo y posterior. Además, distingue entre cambios en la cualidad y cambios en la
cantidad, y argumenta que aunque algunas cosas sensibles puedan cambiar, no se puede
generalizar esa característica al universo en su totalidad.
El autor también critica la idea de que todas las cosas están en reposo en lugar de estar
en movimiento, ya que argumenta que si todo estuviera en reposo, no habría nada hacia
lo cual algo pudiera cambiar.
En relación a la verdad, Aristóteles menciona que la sensación propia no es falsa, pero
diferencia entre la sensación y la imaginación, señalando que esta última no se identifica
con la primera.
En resumen, Aristóteles refuta las posiciones relativas que sostienen que las
contradicciones y los contrarios pueden coexistir. Argumenta que si bien los contrarios
pueden estar presentes en potencia, no pueden estar presentes en el mismo sentido y en
estado de plena actualización. Además, critica la idea de que las cosas sensibles son las
únicas que existen y que no se puede establecer una verdad sobre lo que está en cambio
constante. También distingue entre cambios en la cualidad y cambios en la cantidad, y
critica la noción de que todo está en reposo. Por último, diferencia entre la sensación y la
imaginación y enfatiza que la verdad no se puede generalizar a partir de la apariencia
sensible.
CAPITULO 6: CONTINUACIÓN DE LA CRITICA DE LAS POSICIONES RELATIVISTAS.
En este fragmento, Aristóteles destaca la importancia de distinguir entre lo relativo y lo
absoluto. Algunos argumentan que todo lo que aparece es verdadero, pero Aristóteles
refuta esta idea al señalar que lo que aparece es relativo a quien lo percibe, cuándo y
cómo lo percibe. Esto implica que no todas las cosas son relativas, ya que algunas son
por sí mismas. Además, el autor advierte que aquellos que buscan imponerse por la
fuerza en la discusión deben tener cuidado de no afirmar que todo lo que aparece es
verdadero, ya que esto convertiría en relativas todas las cosas que son.
Aristóteles también plantea que es imposible que dos afirmaciones contradictorias sean
verdaderas al mismo tiempo en relación a lo mismo. Esto implica que los contrarios no
pueden darse simultáneamente en lo mismo, a menos que se den en cierto sentido o uno
sea absoluto y el otro sea relativo.
En resumen, Aristóteles enfatiza la importancia de distinguir entre lo relativo y lo absoluto.
Argumenta en contra de la idea de que todo lo que aparece es verdadero y sostiene que
los contrarios no pueden coexistir en lo mismo. Estas ideas son fundamentales para
comprender la lógica aristotélica y su rechazo hacia las posiciones relativas.
CAPITULO 7: EL PRINCIPIO DEL TERCIO EXCLUSO
El principio del tercio excluso es destacado y explicado por Aristóteles en este fragmento.
Según este principio, no puede haber un término intermedio entre dos afirmaciones
contradictorias. En otras palabras, se debe afirmar o negar uno de los dos términos
contradictorios, no hay una posición neutral o intermedia.
Aristóteles presenta varios argumentos para respaldar esta idea. En primer lugar, define lo
verdadero como la afirmación de lo que es y lo falso como la afirmación de lo que no es.
Si alguien afirma que algo es o no es, está diciendo algo verdadero o falso,
respectivamente. No se puede afirmar indistintamente que algo es o no es.
Además, Aristóteles argumenta que si existiera un término medio entre los contradictorios,
habría un tipo de cambio o generación intermedia entre los términos opuestos. Sin
embargo, esto no se observa en la realidad. Además, el pensamiento humano tiende a
afirmar o negar, lo que implica que no hay un término medio en el proceso del
razonamiento.
El autor también señala que la existencia de un término medio entre los contradictorios
llevaría a un proceso infinito y a un aumento constante de entidades. Esto sería
problemático y contradiría la noción de definición, que es fundamental para el
pensamiento lógico.
En resumen, el principio del tercio excluso sostiene que no puede haber un término
intermedio entre dos afirmaciones contradictorias. Aristóteles presenta argumentos lógicos
y conceptuales para respaldar esta idea y refutar las opiniones que defienden la
existencia de términos intermedios. Este principio es esencial en la lógica aristotélica y en
el análisis de los enunciados y su verdad.
CAPITULO 8: CONTRA LA OPINIÓN DE QUE TODO ES VERDADERO Y TODO ES
FALSO
El fragmento resalta la refutación de la opinión de que todo es verdadero y todo es falso.
Aristóteles argumenta en contra de esta postura, señalando que no puede haber
enunciados unilaterales y generales que sean verdaderos o falsos para todas las cosas.
En primer lugar, Aristóteles destaca que la afirmación de que nada es verdadero o que
todo es verdadero se identifica con la doctrina de Heráclito, pero estas afirmaciones son
contradictorias y no pueden ser verdaderas. Además, hay enunciados contradictorios que
no pueden ser simultáneamente verdaderos ni falsos.
El autor enfatiza que es necesario exigir a quienes sostienen estas opiniones que
ofrezcan definiciones claras y significativas. La discusión debe partir de una base definida
para comprender el significado de "verdadero" o "falso".
Aristóteles argumenta que si afirmar algo verdadero implica negar su opuesto falso, no es
posible que todo sea falso, ya que uno de los términos contradictorios debe ser
verdadero. Del mismo modo, si se debe afirmar o negar todo, no puede haber una
situación en la que ambos sean falsos.
Además, el autor señala que estas opiniones se destruyen a sí mismas. Quien afirma que
todo es verdadero convierte su propia afirmación en falsa, ya que el enunciado contrario
dice que no es verdadero. Lo mismo ocurre con quien afirma que todo es falso.
Aristóteles también refuta la idea de que todas las cosas están en reposo o en
movimiento. Argumenta que si todo está en reposo, se generarían enunciados verdaderos
y falsos eternamente, lo cual no es posible. Del mismo modo, si todo está en movimiento,
nada sería verdadero, lo cual también es contradictorio.
En conclusión, Aristóteles refuta la opinión de que todo es verdadero y todo es falso,
argumentando que estas afirmaciones son contradictorias y se destruyen a sí mismas.
Además, destaca la importancia de definiciones claras y significativas en la discusión de
la verdad y la falsedad.
LIBRO V
CAPITULO 1: PRINCIPIO
Lo más importante en este fragmento es la explicación de los diferentes significados y
tipos de principios. Aristóteles presenta varias categorías de principios y destaca que
todos ellos comparten la característica de ser lo primero desde donde algo se origina, se
realiza o se conoce.
En primer lugar, el principio puede referirse al punto de partida desde donde alguien
puede comenzar a moverse o actuar. Por ejemplo, en el caso de la longitud o el camino,
el principio será el punto de partida.
En segundo lugar, el principio puede ser el punto desde donde algo se puede hacer de la
mejor manera posible. Por ejemplo, en la instrucción, no siempre se debe empezar desde
el principio de la materia, sino desde el punto donde el estudiante pueda aprender con
mayor facilidad.
En tercer lugar, el principio puede ser aquello desde lo cual algo comienza a formarse,
siendo intrínseco a la cosa. Por ejemplo, en una nave, la quilla es considerada el principio,
al igual que los cimientos en una casa. En el caso de los animales, algunas personas
consideran que el corazón es el principio, mientras que otros señalan alguna otra parte
similar.
En cuarto lugar, el principio puede ser aquello desde lo cual algo comienza a formarse, sin
ser intrínseco a la cosa. Por ejemplo, el hijo comienza a existir a partir del padre y la
madre, y la lucha puede empezar a partir de una injuria.
En quinto lugar, el principio puede ser aquello según cuyo diseño se mueven o cambian
las cosas. Se aplica a los magistrados, las potestades, los reinos y las tiranías en los
Estados, así como a las artes, especialmente las arquitectónicas.
Además, el principio también puede referirse al punto desde donde una cosa se vuelve
cognoscible. Por ejemplo, en las demostraciones, las premisas son consideradas el
principio.
Aristóteles destaca que todos estos principios pueden ser intrínsecos o extrínsecos a la
cosa. La naturaleza, el elemento, la inteligencia, el diseño, la substancia y la causa final
son ejemplos de principios, ya que son lo primero desde donde se origina el conocimiento
y el movimiento de muchas cosas.
CAPITULO 2: CAUSA
Lo más importante en este fragmento es la explicación de las diferentes categorías y tipos
de causas. Aristóteles presenta una variedad de causas y destaca que todas ellas tienen
un papel en la generación, el movimiento o el conocimiento de las cosas.
En primer lugar, la causa puede ser la materia inmanente de la que algo se hace. Por
ejemplo, el bronce es la causa de la estatua, y la plata es la causa de la copa. También se
incluyen los géneros de estas cosas como causas.
En segundo lugar, la causa puede ser la especie o el modelo según el cual algo se
realiza. Esto se refiere a la esencia y sus géneros, como la relación de dos a uno en la
octava musical. También se consideran las partes que forman el enunciado.
En tercer lugar, la causa puede ser aquello de donde proviene el principio del cambio o la
estabilidad. Por ejemplo, el que da consejos es la causa de la acción, el padre es la causa
del hijo y el agente es la causa de lo que es hecho. También se incluyen otros elementos
que producen cambios.
En cuarto lugar, la causa puede ser el fin o el bien para el cual algo se realiza. Por
ejemplo, la salud puede ser la causa del pasear, ya que se pasea para mantenerse sano.
Estas causas son consideradas las mejores y el objetivo de las demás cosas.
Aristóteles señala que todas estas causas pueden dividirse en cuatro clases principales:
aquellas relacionadas con lo que algo se hace, aquellas relacionadas con lo que es el fin,
aquellas relacionadas con lo que causa el cambio o la estabilidad, y aquellas que son
causas de los contrarios. Cada una de estas clases tiene diferentes especies y modos de
manifestarse.
Además, Aristóteles destaca que las causas pueden ser propias o accidentales, pueden
estar en potencia o en acto, y pueden ser consideradas como singulares o como géneros.
También se pueden combinar en diferentes formas, y algunas causas están relacionadas
con otras de manera concatenada.
En resumen, Aristóteles establece una clasificación detallada de las causas, mostrando
que hay diversos aspectos y perspectivas desde los cuales podemos comprender los
procesos de generación, movimiento y conocimiento en el mundo.
CAPITULO 3: ELEMENTO
Aristóteles define el concepto de elemento como aquello que es lo primero, inmanente y
específicamente indivisible en otra especie. Por ejemplo, en el caso de una voz, los
elementos son las partes en las que se divide la voz y que no se pueden dividir en otras
voces diferentes. Lo mismo ocurre en los cuerpos, donde los elementos son las últimas
cosas en las que se dividen sin que estas últimas se dividan en otras cosas diferentes.
También se aplican los elementos a las proposiciones geométricas y a las
demostraciones, donde las demostraciones primeras e implícitas se consideran
elementos.
En sentido metafórico, el término "elemento" se refiere a algo que es uno, pequeño e
indivisible pero útil para muchas cosas. Además, se menciona que las cosas más
universales son consideradas elementos, ya que cada una de ellas, al ser simple y
universal, está presente en muchas o en la mayoría de las cosas. Esto lleva a que
algunos consideren al Uno y al Punto como principios fundamentales.
En relación a los géneros, se argumenta que también pueden ser considerados
elementos, ya que son universales e indivisibles. Al contrario de las diferencias, los
géneros son más universales y están presentes en lo que tiene diferencia. En resumen,
los elementos son lo primero, indivisible e inmanente en otra especie de lo que algo está
compuesto, y pueden ser partes de una entidad, como una voz, o principios
fundamentales, como el Uno y el Punto.
CAPITULO 4: NATURALEZA
En primer lugar, Aristóteles define la naturaleza como la generación de las cosas que
crecen, como el alargar una vocal. También se refiere a aquello que es inmanente y lo
primero a partir de lo cual crece algo. Además, la naturaleza se relaciona con el primer
movimiento que se encuentra en los entes naturales como parte de su propia existencia.
La naturaleza también se comprende como el crecimiento que ocurre en las cosas a
través de la unión natural o por contacto y adherencia, como en el caso de los embriones.
La unión natural implica que hay algo idénticamente uno en ambas partes que las hace
estar unidas y formar una sola entidad en términos de continuidad y cantidad, aunque no
necesariamente en cuanto a la cualidad.
Otro aspecto de la naturaleza es el elemento primero, informe e inmutable que constituye
la base de algo o de lo que algo está hecho. Por ejemplo, el bronce se considera la
naturaleza de una estatua y la madera de los objetos de madera. Algunos mencionan los
elementos como el Fuego, la Tierra, el Aire o el Agua como la naturaleza de los entes
naturales.
En un sentido más amplio, la naturaleza puede referirse a la substancia de los entes
naturales y la composición de las cosas mezcladas. Sin embargo, la verdadera naturaleza
de algo se encuentra en su especie y forma. En resumen, la naturaleza se refiere a la
substancia, el movimiento intrínseco y el crecimiento de los entes naturales, así como a
los elementos fundamentales y la unión natural entre las partes.
CAPITULO 5: NECESARIO
En primer lugar, Aristóteles define lo necesario como aquello sin lo cual no es posible vivir.
Se refiere a la respiración y al alimento como ejemplos de cosas necesarias para la
existencia de un animal. Además, lo necesario se relaciona con aquello sin lo cual no es
posible alcanzar el bien o evitar el mal. Por ejemplo, tomar medicina es necesario para
mantenerse sano, y navegar hacia Egina es necesario para recibir dinero. También se
menciona lo forzoso y la violencia como formas de necesidad, ya que se oponen a la
tendencia y el designio y pueden ser aflictivas. La necesidad se entiende como algo que
no se puede evitar y va en contra del movimiento conforme al designio y la reflexión.
En segundo lugar, lo necesario se refiere a lo que no puede ser de otro modo. Cuando
decimos que algo es necesario, significa que no puede ser de otra manera. Esta noción
de necesidad se aplica a varias cosas. Asimismo, se menciona la demostración como algo
necesario, ya que una vez que algo ha sido demostrado, no puede ser de otro modo. Las
premisas de una demostración también son necesarias, ya que si es imposible que sean
de otra manera, entonces la conclusión también es necesaria. Algunas cosas tienen su
causa de necesidad en otras, mientras que para algunas otras su necesidad se deriva de
su propia naturaleza.
Por último, Aristóteles plantea que lo primero y propiamente necesario es lo simple. Lo
simple no puede ser de varios modos, ya que de lo contrario sería variable. Por lo tanto, si
existen seres eternos e inmóviles, no hay nada forzoso o preternatural para ellos, ya que
su existencia se rige por una necesidad propia y no está sujeta a influencias externas.
CAPITULO 6: UNO. UNIDAD
En este pasaje, Aristóteles aborda el concepto de unidad y destaca diferentes formas en
las que algo puede considerarse uno. En primer lugar, se menciona la unidad accidental,
que ocurre cuando dos o más elementos se consideran uno debido a su relación
accidental, como "Corisco músico" o "lo músico y lo justo". También se menciona la
unidad de continuidad, que se refiere a la unidad que surge de la cohesión y continuidad
de un objeto, como un haz de maderos unidos por cola. Además, se destaca la unidad
que surge de la indivisibilidad según la sensación, como el vino o el agua que se
consideran uno en virtud de su naturaleza indivisible.
Aristóteles también explora la unidad en relación con la especie y el género. Se dice que
las cosas son una en virtud de tener la misma especie o género, como los caballos,
hombres y perros que son uno en cuanto a ser animales. Asimismo, se menciona la
unidad en relación con la continuidad y la indivisibilidad, como las partes de un cuerpo o
una línea recta que se consideran una. Además, se aborda la unidad en relación con los
enunciados y la intelección, donde algo es uno si su enunciado es indivisible o si su
intelección no puede producir separación conceptual.
En resumen, Aristóteles explora diferentes dimensiones de la unidad, incluyendo la unidad
accidental, la unidad de continuidad, la unidad según la especie y el género, y la unidad
en relación con los enunciados y la intelección. Destaca que la unidad puede surgir de la
relación entre elementos, la continuidad física, la indivisibilidad según la sensación y la
similitud en especie o género. La comprensión de la unidad es fundamental para el
estudio de la filosofía y la naturaleza de las cosas.
CAPITULO 7: LO QUE ES
En este pasaje, Aristóteles distingue dos formas en las que se puede considerar algo
como un ente. Por un lado, está el ente por accidente, que se refiere a la relación
accidental entre dos atributos o características. Por ejemplo, cuando decimos que "el justo
es músico" o "el músico es hombre", estamos indicando una relación accidental en la cual
ambos atributos se dan en el mismo sujeto. También se menciona que las cosas que se
dicen por accidente pueden serlo porque ambos atributos se dan en un mismo ente, o
porque uno de ellos es accidente del otro, o porque ambos existen en el mismo sujeto.
Por otro lado, está el ente por sí, que se refiere a las cosas significadas por las figuras de
la predicación. Los predicados pueden significar quididad, cualidad, cantidad, relación,
acción o pasión, lugar y tiempo. En este caso, "ser" y "ente" tienen el mismo significado
que cada uno de estos predicados. Además, "ser" y "es" también pueden significar la
verdad, mientras que "no ser" significa falsedad, tanto en la afirmación como en la
negación.
Además, Aristóteles señala que "ser" y "ente" pueden tener diferentes significados según
se refieran a algo en potencia o en entelequia. Por ejemplo, podemos decir que algo es
vidente tanto si tiene el potencial para ver como si lo está ejerciendo activamente. Lo
mismo se aplica a otras características como el saber, el reposo y las substancias.
En resumen, Aristóteles explora las diferentes formas en las que algo puede considerarse
como un ente, ya sea por accidente o por sí mismo. Además, destaca que el "ser" y el
"ente" pueden tener diferentes significados dependiendo de si se refieren a una relación
accidental o a las características inherentes de un sujeto. Esta distinción es fundamental
para comprender la naturaleza de las cosas y cómo se relacionan entre sí.
CAPITULO 8: ENTIDAD – SUBSTANCIA
En este pasaje, Aristóteles presenta dos conceptos principales de substancia. En primer
lugar, se refiere a las substancias como los cuerpos simples, compuestos y partes
inmanentes de las cosas. Estas substancias son aquellas que no se predican de ningún
otro sujeto, sino que son la base sobre la cual se predican las demás cosas. En segundo
lugar, Aristóteles sostiene que la substancia también puede referirse a aquello que es la
causa interna del ser en las cosas, como el alma en el caso de los animales. Además,
menciona que las partes inmanentes que limitan y significan algo específico también son
consideradas substancias. En resumen, la substancia se caracteriza por ser el sujeto
último que no se predica de otro y por su capacidad de limitar y determinar algo específico
en la realidad.
CAPITULO 9: LO MISMSO, DIVERSO. SEMEJANTE, DESEMEJANTE.
En este pasaje, Aristóteles discute los conceptos de identidad, diferencia y similitud. En
primer lugar, menciona que algunas cosas son idénticas por accidente, es decir,
comparten los mismos accidentes o atributos. Por ejemplo, lo blanco y lo músico se
consideran idénticos cuando son accidentes de lo mismo. Además, hay cosas que son
idénticas por sí mismas, ya sea por tener la misma materia, la misma especie o la misma
substancia. La identidad implica una unidad y se refiere a la relación entre varios
elementos o cuando un objeto es considerado como dos.
Por otro lado, Aristóteles habla de las cosas que son diferentes, las cuales pueden tener
características similares en ciertos aspectos, pero no son idénticas en términos de
número, especie o género. También menciona que aquellas cosas que tienen un género
diferente, son contrarias o tienen una alteridad en su substancia se consideran diferentes
entre sí. Por último, el filósofo aborda el concepto de similitud, que se refiere a las cosas
que comparten características comunes o son sujetos pasivos de las mismas cosas.
Además, la similitud puede basarse en la cualidad de los objetos o en la relación con otros
elementos similares. En contraposición a las cosas semejantes, se utilizan el término
desemejantes para referirse a las cosas que no comparten estas similitudes.
En resumen, Aristóteles explora los conceptos de identidad, diferencia y similitud. La
identidad se refiere a la relación entre cosas que comparten accidentes o atributos, ya sea
por accidente o por sí mismas. La diferencia se establece cuando las cosas son distintas
en términos de número, especie, género o substancia. Por otro lado, la similitud implica
que las cosas comparten características comunes, ya sea en términos de cualidad,
relación o sujetos pasivos.
CAPITULO 10: OPUESTOS CONTRARIOS: DIVERSOS EN CUANTO A LA ESPECIE.
En este pasaje, Aristóteles discute los conceptos de opuestos, contrarios y cosas
distintas. Los opuestos son cosas que no pueden coexistir en un mismo receptáculo,
como lo gris y lo blanco. Los contrarios, por otro lado, son diferentes en términos de
género y no pueden coexistir en una misma entidad. También se mencionan diferentes
tipos de contrariedad, como la máxima diferencia y la diferencia según el género o la
especie. Además, se aborda la idea de cosas distintas en términos de especie, aquellas
que no están subordinadas entre sí o que tienen diferencias incluso estando en el mismo
género. En resumen, Aristóteles explora las relaciones entre opuestos, contrarios y cosas
distintas, destacando cómo estos conceptos se aplican en diferentes categorías y
situaciones.
CAPITULO 11: ANTERIOR Y POSTERIOR
En este pasaje, Aristóteles discute los conceptos de anteriores y posteriores en diferentes
aspectos. Algunas cosas se consideran anteriores o posteriores en relación al lugar, al
tiempo, al movimiento, a la potencia y a la ordenación. Por ejemplo, algo puede ser
anterior en términos de distancia espacial o temporal, o bien en relación a un proceso de
movimiento o desarrollo. También se menciona que algunas cosas son anteriores en
términos de conocimiento conceptual, mientras que otras lo son en términos de
sensación. Además, se destaca la relación entre la sustancia y su anterioridad, donde la
sustancia es considerada anterior a los accidentes. Por último, se menciona la distinción
entre cosas que pueden existir independientemente de otras y aquellas que requieren la
existencia de otras.
En resumen, Aristóteles explora diversas dimensiones en las que se pueden entender la
anterioridad y posterioridad de las cosas. Estos conceptos pueden referirse al espacio, al
tiempo, al movimiento, a la potencia, a la ordenación, al conocimiento y a la relación entre
sustancia y accidentes. La anterioridad y posterioridad pueden manifestarse en términos
de existencia independiente o dependiente de otras cosas.
CAPITULO 12: PONENCIA O CAPACIDAD. IMPOTENCIA O INCAPACIDAD.

En este pasaje, Aristóteles resalta la noción de potencia o capacidad (dynamis) y la


impotencia o incapacidad (adynamia). La potencia se refiere al principio del movimiento o
cambio que está presente en otro o en sí mismo en cuanto otro. Es la capacidad de
causar cambios o ser afectado por ellos. Aristóteles menciona que hay distintos tipos de
potencias, como las habilidades artísticas, las disposiciones que hacen a las cosas
impasibles y las potencias para alcanzar un estado óptimo.
Por otro lado, la impotencia o incapacidad es la privación de potencia. Se refiere a la falta
de capacidad para causar cambios o ser afectado de cierta manera. Aristóteles menciona
que hay diferentes formas de impotencia según los principios y disposiciones particulares
de cada situación. Además, se aborda el concepto de lo posible y lo imposible, donde lo
posible se refiere a lo que no es necesariamente falso y lo imposible se refiere a lo cuyo
contrario es necesariamente falso.
En resumen, Aristóteles destaca la importancia de comprender la potencia o capacidad
como el principio del movimiento y cambio, así como la impotencia o incapacidad como la
privación de esa potencia. Estos conceptos son fundamentales para entender cómo las
cosas pueden ser transformadas o afectadas, y cómo algunas capacidades pueden estar
presentes o ausentes en diferentes situaciones.
CAPITULO 13: CANTIDAD. LO QUE POSEE CANTIDAD.
En este pasaje, Aristóteles explora el concepto de "cantidad" y lo relaciona con la
divisibilidad en partes integrantes. Distingue entre multitud y magnitud, donde la multitud
se refiere a lo divisible en partes discontinuas, mientras que la magnitud se refiere a lo
divisible en partes continuas. Se mencionan diferentes tipos de magnitudes, como
longitud, latitud y profundidad, que corresponden a dimensiones específicas. Además, se
destaca la diferencia entre cosas que son intrínsecamente cuantitativas y aquellas que
adquieren cualidades cuantitativas de manera accidental. También se mencionan
afecciones y hábitos cuantitativos, como lo mucho y lo poco, lo largo y lo corto. En
resumen, Aristóteles analiza la importancia de la cantidad y su divisibilidad en partes
integrantes, diferenciando entre multitud y magnitud, y señalando las diversas
manifestaciones y atributos cuantitativos en los objetos.
CAPITULO 14: CUALIDAD
En este pasaje, Aristóteles profundiza en el concepto de cantidad y su relación con la
divisibilidad de los objetos en partes definidas. Destaca la distinción entre multitud y
magnitud, donde la multitud se refiere a la división en partes discontinuas, mientras que la
magnitud se refiere a la división en partes continuas. Aristóteles introduce distintos tipos
de magnitudes, como longitud, latitud y profundidad, que corresponden a dimensiones
específicas de los objetos. Además, enfatiza la diferencia entre aquellas cosas que son
inherentemente cuantitativas y aquellas que adquieren cualidades cuantitativas de
manera accidental. También menciona afecciones y hábitos cuantitativos, como lo mucho
y lo poco, lo largo y lo corto. En resumen, Aristóteles explora y destaca la importancia de
la cantidad en la comprensión de los objetos, analizando su divisibilidad en partes y
señalando las diferentes formas en que se manifiestan los atributos cuantitativos.
CAPITULO 15: RELATIVO
El concepto de "relativo" se refiere a las conexiones y dependencias entre diferentes
aspectos de los objetos. Aristóteles señala que hay diferentes tipos de relaciones
relativas, como las que se basan en el número, la potencia activa y pasiva, la cantidad y la
medida. Estas relaciones expresan la conexión entre un aspecto y otro, indicando que uno
depende del otro de alguna manera.
Aristóteles destaca que las relaciones relativas pueden ser numéricas, como lo doble en
relación a la mitad, o pueden estar basadas en la capacidad de realizar una acción o
recibir una acción, como lo que puede calentar en relación a lo que puede ser calentado.
También menciona que algunas relaciones relativas están relacionadas con el tiempo,
como lo que ha sido hecho en relación a lo que ha hecho, o lo que será hecho en relación
a lo que será hecho.
En resumen, el concepto de "relativo" implica la existencia de conexiones y dependencias
entre diferentes aspectos de los objetos, ya sea en términos numéricos, de capacidad o
de tiempo. Estas relaciones son fundamentales para comprender la interacción y la
dependencia mutua entre los elementos que conforman la realidad.
CAPITULO 16: PERFECTO. COMPLETO.
El concepto de "perfecto" se refiere a algo que no tiene carencias y cumple plenamente
con su naturaleza o excelencia. Lo perfecto implica que no falta nada y no puede ser
superado en su género. Es una condición de totalidad y plenitud, donde algo alcanza su
máximo potencial y se realiza de manera óptima.
Por otro lado, el término "completo" también se relaciona con la idea de totalidad y
ausencia de carencias. Algo completo implica que contiene todas las partes o elementos
necesarios y no deja nada pendiente. Es la condición de plenitud y totalidad en la que
nada falta o sobra.
Tanto lo perfecto como lo completo destacan la idea de alcanzar un estado ideal en el que
se ha logrado plenamente el propósito, la excelencia o la totalidad de algo, sin carencias
ni aspectos pendientes. Son conceptos que resaltan la perfección y la integridad en
diferentes aspectos de la realidad.
CAPITULO 17: LÍMITE.

En este pasaje, Aristóteles explora el concepto de "término" y destaca su importancia en


varios aspectos. El término se refiere a la última parte o el último punto de algo, así como
al primer punto fuera del cual no se puede tomar nada más de ello. Es el límite o el punto
final en el que se encuentra todo lo que pertenece a algo.
Además, el término también se relaciona con el fin de cada cosa, es decir, aquello hacia lo
que se dirige su movimiento y acción. Es el objetivo o propósito final que guía el desarrollo
y la realización de algo. También se menciona que el término puede ser tanto la causa
final, aquello que da sentido y dirección al proceso, como la sustancia y la esencia misma
de la cosa. El término se asocia con el conocimiento, ya que su comprensión implica
conocer plenamente la realidad de algo
CAPITULO 18: AQUELLO POR LO QUE, POR LO CUAL
En este pasaje, Aristóteles destaca el significado y las diferentes acepciones de la
expresión "por lo que" y "por sí mismo". En primer lugar, "por lo que" puede referirse a la
especie o substancia de algo, es decir, aquello que define su naturaleza y esencia. Por
ejemplo, el Bien en sí es aquello por lo que uno es bueno.
Además, "por lo que" puede tener el mismo sentido que "causa". Se utiliza para preguntar
por la razón o el motivo de algo, o para identificar la causa de un fenómeno o acción.
También se utiliza para referirse a la posición o lugar en el que algo se encuentra, ya sea
detenido o en movimiento.
Por otro lado, "por sí mismo" también tiene varias interpretaciones. Puede referirse a la
esencia misma de algo, como la identidad individual de una persona. También puede
referirse a todo lo que constituye la quididad o naturaleza de algo, es decir, aquello que lo
define. Además, se puede utilizar para describir algo que ocurre directamente en sí mismo
o en una de sus partes. También se utiliza para señalar aquello que no es causado por
otra cosa y para referirse a algo que se encuentra en un único ser.
CAPITULO 19: DISPOSICIÓN
En este capítulo, Aristóteles aborda el concepto de disposición, el cual se refiere a la
ordenación de las partes de un objeto. Aristóteles destaca que la disposición puede
manifestarse a través de la posición espacial de las partes, su capacidad funcional o su
clasificación según su especie. Según el filósofo griego, la disposición es esencial para
comprender la estructura y el funcionamiento de los objetos que poseen partes. Este
concepto revela cómo las partes se organizan y se relacionan entre sí, brindando una
comprensión más profunda de la naturaleza y la forma de los objetos en el mundo.
CAPITULO 20: POSESIÓN, HÁBITO Y ESTADO.
En este pasaje, Aristóteles aborda la relación entre la posesión, el hábito y el estado de
las cosas. El hábito se refiere tanto a un acto de posesión como a una disposición que
determina si algo está bien o mal dispuesto. Se destaca que la posesión no puede tener
un hábito propio, ya que esto conduciría a un ciclo infinito de posesiones. El hábito
también puede ser entendido como una parte de una disposición más amplia, como la
excelencia de las partes. En resumen, Aristóteles resalta la importancia del hábito en
relación con la posesión y el estado de las cosas, como una disposición que afecta la
manera en que algo es poseído y se encuentra dispuesto.
CAPITULO 21: AFECCIÓN
En este pasaje, Aristóteles pone énfasis en las afecciones, entendidas como las
alteraciones y movimientos que afectan a las cualidades y estados de las cosas. Se
refiere principalmente a las afecciones negativas, como los daños penosos, los infortunios
y las penas grandes. Estas afecciones pueden ser experimentadas tanto por los
individuos como por los objetos. Aristóteles destaca su importancia al mencionarlas en
contraste con las cualidades y acciones relacionadas con ellas. El término "afecciones" se
utiliza para referirse a los efectos negativos y perjudiciales que pueden tener un impacto
significativo en la vida de las personas. En resumen, se resalta la relevancia de las
afecciones negativas y cómo afectan a las cualidades y estados de las cosas, enfatizando
su impacto en la experiencia humana.
CAPITULO 22: PRIVACIÓN
En este pasaje, Aristóteles destaca la importancia de la privación, que se refiere a la falta
o ausencia de algo en un sujeto. Se mencionan diferentes sentidos en los que se puede
entender la privación. En primer lugar, se refiere a la falta de algo que no está destinado a
ser tenido por naturaleza, incluso si el sujeto no es capaz de tenerlo. Por ejemplo, una
planta está privada de ojos. En segundo lugar, se habla de la privación cuando un sujeto o
su género, que son naturalmente aptos para tener algo, no lo tienen. Por ejemplo, tanto
un hombre ciego como un topo están privados de la vista, pero de diferentes maneras.
También se menciona la privación cuando un sujeto, siendo naturalmente apto para tener
algo, no lo tiene en el momento adecuado. Además, la privación puede ser resultado de la
ablación violenta de algo. Aristóteles señala que las privaciones se expresan mediante las
negaciones basadas en la partícula "a privativa". Por ejemplo, "ánison" (desigual) se
refiere a la falta de igualdad en alguien que es naturalmente apto para tenerla. También se
menciona que algunas privaciones pueden significar tener algo en malas condiciones o no
hacer algo fácilmente o correctamente. En resumen, Aristóteles destaca la variedad de
formas en las que se puede entender la privación y su importancia en la caracterización
de las cualidades y estados de los sujetos.
CAPITULO 23: TENER
En este pasaje, Aristóteles resalta la variedad de significados de la palabra "tener". En
primer lugar, se refiere a llevar algo de acuerdo con la propia naturaleza o el propio
impulso, como cuando decimos que la fiebre tiene al hombre o los tiranos tienen a las
ciudades. En segundo lugar, se utiliza para describir algo en lo que otra cosa está
presente como en un receptáculo, como el bronce que tiene la forma de una estatua o el
cuerpo que tiene una enfermedad. También se utiliza para referirse a algo que contiene o
sostiene otras cosas, como una vasija que tiene líquido o una ciudad que tiene habitantes.
Además, se menciona que "tener" puede significar mantener unido o impedir el
movimiento o la acción de algo, como las columnas que tienen pesos superpuestos.
Aristóteles señala que el concepto de "estar en algo" se relaciona de manera similar y
consecuente con el concepto de "tener". En resumen, Aristóteles destaca la diversidad de
sentidos en los que se puede entender el verbo "tener" y cómo se aplica a diferentes
situaciones en las que algo posee, contiene, mantiene o impide el movimiento de otras
cosas.
CAPITULO 24: DE ALGO. A PARTIR DE ALGO.
En este pasaje, Aristóteles resalta diferentes formas en las que algo puede proceder o
surgir a partir de algo más. En primer lugar, menciona que algo puede proceder de algo
como su materia, ya sea según el género o la especie. Por ejemplo, todas las cosas
licuables proceden del agua y la estatua procede del bronce. Luego, destaca que algo
puede proceder del primer principio motor, es decir, de aquello que fue el inicio o causa de
algo. Por ejemplo, la lucha puede proceder del insulto, que fue el principio que
desencadenó el conflicto. También menciona que algo puede proceder del compuesto de
materia y forma, como las partes que proceden del todo o el canto que procede de la
Iliada. Además, señala que algunas cosas pueden proceder de una parte específica,
como el hombre que procede de lo bípedo y la sílaba que procede de la letra. Aristóteles
también destaca que algo puede proceder de algo en términos temporales, cuando viene
después de ello. Por ejemplo, la noche procede del día y la tempestad procede del buen
tiempo. En resumen, Aristóteles resalta las diversas formas en las que algo puede surgir o
proceder a partir de algo más, ya sea como su materia, su causa inicial, su compuesto de
materia y forma, una parte específica o en términos temporales.
CAPITULO 25: PARTE
En este pasaje, Aristóteles examina el concepto de "parte" en diferentes contextos.
Destaca que una parte puede referirse a una división de una cantidad, ya sea en términos
proporcionales o absolutos. También menciona que las partes pueden ser divisiones de
una especie o de lo que compone un todo. Además, señala que las cosas incluidas en el
enunciado que expresa una entidad también pueden considerarse partes. En resumen,
Aristóteles explora los diferentes significados y aplicaciones del concepto de "parte" en
relación con la división, la composición y la inclusión en diversas entidades.
CAPITULO 26: UN TODO, ALGO ENTERO
En su obra, Aristóteles explica el concepto de "entero" como aquello que no carece de
ninguna de las partes necesarias para ser considerado completo según su naturaleza. Un
entero puede ser entendido de dos maneras: como una unidad individual o como una
composición de varias partes que forman una unidad. Lo universal, aquello que se predica
de muchas cosas individuales, también se considera un entero en ese sentido. Aristóteles
señala que la integridad y la unidad son características fundamentales de los entes
completos. Además, cuando la posición de las partes no marca una diferencia, se utiliza el
término "todo" para referirse a ellos, mientras que cuando la posición es relevante, se
utiliza el término "entero". Es importante destacar que algunas cosas pueden ser
consideradas tanto "enteras" como "todo", como la cera o un manto, ya que su naturaleza
se mantiene intacta aunque sus partes sean transpuestas. Por otro lado, se utiliza el
término "todo" para referirse al agua, a las cosas líquidas y al número, aunque en casos
metafóricos se pueda hablar de un "número entero" o "agua entera". El término "todas" se
emplea para hacer referencia a cosas que se consideran divididas en partes, como "todas
estas unidades".
CAPITULO 27: MUTILADO
En su obra, Aristóteles explora el concepto de "mutilado" y lo relaciona con la cantidad y la
posibilidad de ser algo entero. Según él, para considerar algo como mutilado, debe ser
divisible y conservar su substancia. No cualquier cosa puede ser mutilada, y la posición y
diferencia de las partes también influyen en esta noción. Aristóteles destaca que aquellas
cosas en las que la posición de las partes no marca diferencia no pueden ser
consideradas mutiladas, a menos que su disposición afecte su substancia. Además, no
todas las partes de algo entero pueden ser mutiladas; solo aquellas que son propias de la
substancia y que no se regeneran pueden llevar a considerar algo como mutilado. En
resumen, Aristóteles establece criterios específicos para definir la mutilación y resalta la
importancia de la relación entre las partes y la substancia en este concepto.
CAPITULO 28: GÉNERO
En su obra, Aristóteles aborda el concepto de "género" y destaca sus diferentes
acepciones. Por un lado, se refiere al género como la generación continua de individuos
de la misma especie. Por otro lado, lo describe como aquello de lo que algo procede y
que fue el principio de su movimiento hacia el ser, ya sea un fundador de una estirpe o la
materia subyacente a las diferencias. Además, menciona que el género puede ser
entendido como el primer elemento que se enuncia en la quididad de los enunciados, del
cual se derivan las diferencias y cualidades. En resumen, Aristóteles nos presenta varias
perspectivas sobre el concepto de género, destacando su relación con la generación, el
primer motor, la materia y las diferencias entre distintos sujetos y predicaciones del ente.
CAPITULO 28: FALSO:
En su obra, Aristóteles aborda el concepto de "falso" y resalta sus diferentes significados.
En primer lugar, se refiere a algo falso como una afirmación que no concuerda con los
términos o que es imposible de concordar. También menciona que se llaman falsas a las
cosas que, siendo entes, parecen ser o no ser lo que realmente son, como los sueños o
los dibujos sombreados. Asimismo, destaca que un enunciado es falso si se dice de una
cosa que no es verdadera en relación a ella. Aristóteles critica la opinión de Antístenes de
que cada cosa debe tener un enunciado propio, ya que es posible enunciar algo no solo
con su propio enunciado, sino también con el de otra cosa, incluso de manera falsa.
Además, menciona que una persona puede ser considerada falsa si elige y difunde
enunciados falsos intencionalmente. Aristóteles también cuestiona la afirmación de que
alguien pueda ser tanto falso como verdadero, argumentando que el que engaña
intencionalmente es considerado falso. En resumen, Aristóteles examina el concepto de
"falso" desde diferentes perspectivas y critica la noción de la falsedad voluntaria.
CAPITULO 30: ACCIDENTE
En su obra, Aristóteles aborda el concepto de "accidente" y destaca su naturaleza como
algo que puede atribuirse con verdad a algo, pero no de manera necesaria o en la
mayoría de los casos. Un accidente se refiere a algo que se da en algo más, pero no
porque sea precisamente eso, ni en ese momento ni en ese lugar. Aristóteles enfatiza que
no hay una causa determinada para los accidentes, sino que son producto del azar e
indeterminados. Por ejemplo, llegar a Egina puede ser un accidente si uno no llega
intencionalmente, sino debido a una tempestad o a ser capturado por piratas. Aristóteles
también menciona que el accidente puede referirse a aquello que es inherente a algo en
cuanto tal, pero no forma parte de su substancia, como el contener dos rectos en un
triángulo. Además, señala que estos accidentes pueden ser eternos, a diferencia de otros
tipos de accidentes. En resumen, Aristóteles explora la noción de "accidente" como algo
que puede atribuirse a algo, pero sin ser necesario ni determinado, y distingue entre
diferentes tipos de accidentes.

LIBRO VI:
CAPITULO 1: LA CLASIFICACIÓN DE LAS CIENCIAS TEORÉTICAS. ONTOLOGÍA Y
TEOLOGÍA.
En este texto, Aristóteles destaca la búsqueda de principios y causas en relación a los
entes. Menciona que las ciencias teóricas, basadas en la razón y el razonamiento, se
centran en causas y principios, y tratan sobre entes y géneros específicos en lugar del
Ente en general. Señala que estas ciencias no se preocupan por la quididad en sí misma,
sino que utilizan la quididad como base para demostrar propiedades inherentes a los
géneros que estudian. Además, menciona que la Física y las Matemáticas son ciencias
especulativas, pero cada una aborda diferentes tipos de entes, ya sea entes móviles o
entes inmóviles. También destaca la importancia de la Teología como una de las tres
filosofías especulativas, junto con la Matemática y la Física, y señala que estas ciencias
especulativas son más nobles que las demás ciencias. En resumen, Aristóteles enfatiza la
importancia de la búsqueda de principios y causas en las ciencias teóricas, así como la
distinción entre diferentes tipos de entes y la relevancia de la Teología como una ciencia
especulativa.
CAPITULO 2: LOS SENTIDOS DE “SER” Y “LO QUE ES”. NO HAY CIENCIA DE LO
QUE ES ACCIDENTALMENTE.
En este pasaje, Aristóteles discute el concepto de accidente. Se refiere a los entes que no
son necesarios ni constantes, sino que se dan de forma ocasional o no habitual. Menciona
que ninguna ciencia, ya sea práctica, factiva o especulativa, se ocupa de los accidentes,
ya que no son objeto de conocimiento sistemático. Los accidentes están relacionados con
características o propiedades que no son esenciales ni inherentes a la naturaleza de los
entes.
Aristóteles señala que los entes por accidente no están sujetos a generación y corrupción,
a diferencia de los entes que son necesarios o generales. Utiliza ejemplos como el clima
inusual durante la canícula o el color de una persona para ilustrar la naturaleza accidental
de ciertos fenómenos.
El filósofo también destaca que los accidentes no son producidos por un arte o una
potencia específica, sino que su causa es casual y fortuita. Los accidentes surgen de la
combinación de circunstancias particulares y no pueden ser explicados ni comprendidos
mediante el conocimiento científico.
En resumen, Aristóteles argumenta que los accidentes son características o propiedades
de los entes que no son necesarias ni constantes, y que no son objeto de estudio de
ninguna ciencia específica. Su aparición y existencia se deben a factores casuales y
fortuitos, y no están sujetos a generación y corrupción como los entes esenciales.
CAPITULO 3: NATURALEZA Y CAUSAS DE LO QUE ES ACCIDENTALMENTE
En este pasaje, Aristóteles reflexiona sobre la existencia de principios y causas que son
generables y corruptibles sin que haya un proceso de generación o corrupción. Argumenta
que si todas las cosas tuvieran una causa necesaria y no accidental para su generación y
corrupción, entonces todo estaría determinado por necesidad.
Aristóteles plantea una secuencia de eventos en la que se resta constantemente tiempo a
un tiempo finito hasta llegar al presente. A través de esta reducción temporal, se llega a
situaciones particulares y a la ocurrencia de eventos específicos. Por ejemplo, un hombre
puede morir violentamente si sale de su casa, y esto sucede si tiene sed, y la sed puede
ser causada por otra situación. De esta manera, se argumenta que todas las cosas
futuras serían necesarias y predeterminadas.
Sin embargo, Aristóteles también señala que si nos remontamos a lo ya sucedido, el
razonamiento es el mismo. En este caso, lo que ya ha ocurrido está presente en alguna
forma. Por lo tanto, todas las cosas futuras serían necesarias y predeterminadas. Por
ejemplo, se sostiene que si alguien está vivo, será inevitable que muera, ya que algo ya
ha sucedido en su interior, como la presencia de contrarios. Sin embargo, Aristóteles
plantea la pregunta de si esta reducción nos lleva a la causa material, final o eficiente.
CAPITULO 4: “SER” EN EL SENTIDO DE “SER VERDADERO”
En este pasaje, Aristóteles se centra en el análisis del Ente como verdadero y el No-ente
como falso. Señala que esta distinción se realiza a través de la composición y división de
los conceptos, y que el pensamiento desempeña un papel fundamental en esta
determinación.
Aristóteles argumenta que lo verdadero implica la afirmación en el compuesto y la
negación en lo dividido, mientras que lo falso implica la contradicción de esta partición.
Sin embargo, destaca que cómo se realiza el pensamiento simultánea o separadamente
es una cuestión aparte.
Es importante destacar que Aristóteles enfatiza que lo falso y lo verdadero no se
encuentran en las cosas en sí, sino en el pensamiento. Además, aclara que esta distinción
no se aplica a las cosas simples y a las quididades, sino específicamente al ámbito del
pensamiento.
Aristóteles sugiere que se debe omitir el análisis del Ente como accidente y el Ente como
verdadero, ya que la causa del primero es indeterminada y la del segundo se relaciona
con una afección del pensamiento. Estos conceptos se refieren a un tipo diferente de Ente
y no revelan la existencia de una naturaleza del Ente externa a ellos.

LIBRO VII
CAPITULO 1: LA ENTIDAD COMO SENTIDO FUNDAMENTAL DE “SER” Y COMO
CATEGORÍA PRIMERA.
En este pasaje, Aristóteles aborda la variedad de significados que tiene el término "Ente".
Según él, "Ente" se dice en varios sentidos, refiriéndose tanto a la quididad y algo
determinado, como a la cualidad, cantidad y otros predicados de esa naturaleza. Sin
embargo, destaca que el primer y más fundamental sentido del "Ente" es la quididad, que
representa la substancia.
Aristóteles sostiene que cuando expresamos la cualidad de algo determinado, como ser
bueno o malo, no estamos hablando del "Ente" propiamente dicho, sino más bien de
características como el color, la temperatura o el tamaño. En cambio, cuando
preguntamos "¿qué es?" estamos buscando comprender la quididad o la substancia de un
objeto, como ser un hombre o un dios.
El filósofo plantea la cuestión de si conceptos como "andar", "estar sano" o "estar
sentado" representan entidades en sí mismas. Sin embargo, argumenta que ninguno de
ellos posee una existencia propia ni puede separarse de la substancia. En última
instancia, son aspectos o propiedades que se atribuyen a algo que posee una substancia,
un sujeto determinado.
Aristóteles enfatiza que la Substancia es el Ente primero, el Ente absoluto y fundamental.
Es separable de los demás categoremas y desempeña un papel central en el enunciado y
en el conocimiento. Señala que cuando conocemos la substancia de algo, como qué es el
hombre o el fuego, tenemos un mayor entendimiento de la realidad que cuando solo
conocemos sus cualidades o cantidades.
El estudio de la Substancia y su comprensión es una preocupación constante en la
filosofía, ya que la pregunta sobre qué es el Ente es esencialmente la pregunta sobre qué
es la Substancia. Aristóteles menciona que ha habido diferentes posturas sobre la
naturaleza de la Substancia, si es única o múltiple, si su número es finito o infinito. Por lo
tanto, considera necesario dedicar un estudio primordial y exclusivo a comprender qué es
el Ente en este sentido fundamental de la Substancia.
CAPITULO 2: DISTINTAS OPINIONES ACERCA DE LA ENTIDAD. EL PROBLEMA DE
LA EXISTENCIA DE REALIDADES SUPRASENSIBLES.
En este fragmento, Aristóteles aborda la cuestión de la Substancia y su relación con los
cuerpos y otras entidades. Destaca que la Substancia se encuentra de manera más
evidente en los cuerpos, incluyendo animales, plantas y sus partes, así como en los
cuerpos naturales como el fuego, el agua, la tierra y otros elementos similares, incluyendo
el cielo, los astros, la luna y el sol.
Sin embargo, hay diferentes opiniones sobre qué constituye una Substancia. Algunos
sostienen que los límites del cuerpo, como la superficie, la línea, el punto y la unidad, son
substancias en mayor medida que el cuerpo mismo. Además, hay quienes creen que solo
existen substancias dentro de las cosas sensibles, mientras que otros admiten la
existencia de substancias eternas y más numerosas, como las Especies y las Cosas
matemáticas, además de la substancia de los cuerpos sensibles. Otros filósofos, como
Platón y Espeusipo, amplían aún más el concepto de substancia, incluyendo principios
para los números, las magnitudes y el alma.
Aristóteles plantea la necesidad de examinar cuáles de estas opiniones son correctas o
erróneas, cuáles son las verdaderas substancias y si existen otras más allá de las
sensibles. También se plantea la pregunta sobre si hay alguna substancia separada, es
decir, una substancia que exista independientemente de las cosas sensibles.
Antes de profundizar en estas cuestiones, Aristóteles propone exponer de manera
resumida qué es la Substancia. Con esto, sugiere que es necesario comprender la
naturaleza de la Substancia antes de abordar las discusiones sobre sus diferentes formas
y su relación con otras entidades.
CAPITULO 3: LA ENTIDAD ENTENDIDA COMO SUJETO O SUSTRATO
En este pasaje, Aristóteles aborda los diferentes sentidos en los que se utiliza el término
"Substancia". Destaca que se habla de Substancia en al menos cuatro sentidos
principales: la esencia, el universal, el género y el sujeto. El sujeto se refiere a aquello de
lo que se hablan las demás cosas, sin que él mismo se predique de otra cosa. Aristóteles
plantea que es importante determinar la naturaleza del sujeto, ya que parece ser la
Substancia en su máximo grado.
Se mencionan tres aspectos relacionados con el sujeto como Substancia: la materia, la
forma y el compuesto de ambas. La materia se refiere a aquello que no es algo en sí
mismo ni es una cantidad ni ninguna otra categoría, sino que es el sustrato del que se
predican las demás cosas. Aristóteles argumenta que algunos podrían considerar que la
materia es la única Substancia, ya que si se eliminan todas las demás cosas, solo queda
la materia. Sin embargo, Aristóteles sostiene que esto es imposible, ya que la Substancia
implica ser algo separable y algo determinado, características que corresponden más a la
especie y al compuesto de materia y forma que a la materia en sí misma.
Aristóteles señala que es necesario investigar y comprender mejor la naturaleza de esta
tercera forma de Substancia, que es la más difícil de abordar. Reconoce que se está de
acuerdo en que algunas de las cosas sensibles son Substancias, por lo que sugiere que
la investigación debe comenzar por estas entidades sensibles.
En resumen, en este fragmento Aristóteles destaca la existencia de diferentes sentidos en
los que se utiliza el término "Substancia" y plantea la importancia de comprender la
naturaleza del sujeto como Substancia, incluyendo la materia, la forma y el compuesto de
ambas. Además, enfatiza la necesidad de investigar las Substancias sensibles como
punto de partida para su análisis.
CAPITULO 4: LA ENTIDAD ENTENDIDA COMO ESENCIA. DE QUÉ COSAS HAY
ESENCIA.
En este fragmento, Aristóteles se enfoca en el sentido de la esencia como una forma de
Substancia. Destaca la importancia de avanzar hacia lo más fácilmente conocible,
partiendo de las cosas menos cognoscibles hacia las más cognoscibles. El aprendizaje
debe pasar de las cosas conocidas para uno mismo a las que son cognoscibles por
naturaleza. La esencia de cada cosa se define como aquello que se dice que algo es en
cuanto tal.
Aristóteles argumenta que la esencia no es el mero ser de una cualidad o cantidad, ni
tampoco el compuesto de ambos. La esencia se encuentra en el enunciado en el que no
esté lo que se define, pero que lo enuncie. En otras palabras, la esencia se revela cuando
se enuncia algo que no se predica de otra cosa. El enunciado de la esencia de una cosa
será aquel enunciado que explique lo que significa que algo se dé en otra cosa.
El filósofo discute la relación entre la esencia y la quididad, señalando que la quididad
puede tener diferentes sentidos. Se aplica absolutamente a la substancia, pero también
de manera secundaria a los demás predicamentos, como la cantidad o la cualidad. Sin
embargo, Aristóteles destaca que la esencia se encuentra primordialmente en las
substancias y secundariamente en los demás predicamentos.
En resumen, Aristóteles resalta que la definición y la esencia pertenecen primordialmente
a las substancias, pero también pueden aplicarse de manera semejante a los demás
predicamentos. Sin embargo, la esencia se encuentra en un sentido absoluto en las
substancias. Además, se menciona la relación entre la esencia y el enunciado, y cómo la
esencia se revela cuando algo se enuncia sin ser predicable de otra cosa.
CAPITULO 5: LA ESENCIA Y LA DEFINICIO EN EL CASO DE LOS COMPUESTOS.
En este pasaje, Aristóteles discute la dificultad de determinar la definición de las cosas
que no son simples, sino que están compuestas por la unión de dos elementos. Por
ejemplo, toma el ejemplo de la "nariz" y la "concavidad", donde la "chatez" es el
compuesto de ambas. Argumenta que estas características no son atributos accidentales
de la nariz, sino que se aplican a ella en cuanto tal. La nariz chata no se le aplica como lo
blanco a un individuo en particular, sino como lo masculino se aplica al animal o lo igual
se aplica a la cantidad. Estas características implican el enunciado o el nombre de aquello
a lo que pertenecen y no pueden explicarse separadamente.
Aristóteles plantea una dificultad al tratar de establecer si hay esencia y definición de
estas características compuestas. Si "nariz chata" es lo mismo que "nariz cóncava",
entonces también sería lo mismo decir "chato" que "cóncavo". Pero si no es lo mismo,
surge el problema de mencionar la chatez sin mencionar la nariz, ya que la chatez es una
concavidad de la nariz. Esto lleva a la conclusión de que solo hay definición de la
substancia. Si hubiera definición de las demás categorías, sería por adición, pero esto
llevaría a repeticiones absurdas. Por lo tanto, la definición es el enunciado de la esencia y
la esencia pertenece a las substancias en un sentido exclusivo o en grado máximo.
En resumen, Aristóteles sostiene que la definición se aplica primordialmente a las
substancias y que las características compuestas implican la esencia de la substancia a la
que pertenecen. Las dificultades surgen al tratar de definir características compuestas sin
mencionar la substancia de la cual son atributos. La definición y la esencia tienen un
alcance limitado y se aplican de manera más clara a las substancias.
CAPITULO 6: CADA ENTIDAD SINGULAR SE IDENTIFICA CON SU PROPIA ESENCIA
En este pasaje, Aristóteles aborda la relación entre la esencia y cada cosa en particular.
Argumenta que en las cosas que consideramos accidentales, como "hombre blanco", la
esencia y la cosa en sí parecen ser distintas. Sin embargo, en las cosas que decimos que
son en cuanto tales, como las substancias, la esencia y la cosa se identifican totalmente.
Por ejemplo, la esencia del Uno es lo mismo que el Uno mismo.
Aristóteles plantea la pregunta de si hay otras substancias y naturalezas además de las
mencionadas, como las Ideas de Platón. Si la esencia y la substancia son distintas,
entonces habría otras substancias y naturalezas que serían anteriores a ellas. Pero si
están desligadas unas de otras, no habrá ciencia de unas ni serán entidades. Por lo tanto,
argumenta que la definición y la esencia primordialmente pertenecen a las substancias.
En cuanto a las cosas accidentales, como lo músico o lo blanco, debido a su doble
significado, no se identifican totalmente con su esencia. Por ejemplo, la esencia de lo
blanco no es lo mismo que el hombre o el hombre blanco, sino que es lo mismo que la
afección. Aristóteles concluye que en las cosas primeras que son en cuanto tales, la
esencia y la cosa en sí se identifican totalmente.
En resumen, Aristóteles sostiene que la esencia y cada cosa en particular se identifican
totalmente en las cosas primeras que son en cuanto tales, como las substancias. Sin
embargo, en las cosas accidentales, hay una distinción entre la esencia y la cosa en sí
debido a su doble significado.
CAPITULO 7: ANALISIS DEL CAMBIO Y DE SUS CONDICIONES GENERALES
En este pasaje, Aristóteles discute las diferentes formas de generación y producción.
Afirma que todas las cosas que se generan lo hacen por la acción de algo, desde algo y
hacia algo. Las generaciones naturales ocurren por el desarrollo natural, con la materia
como aquello desde lo que algo se genera y algún ente natural como lo por obra de lo
cual se genera. Las generaciones artificiales, por otro lado, se producen a través del arte
y la especie está en el alma. Aristóteles también menciona que algunas generaciones
ocurren espontáneamente y por casualidad, como en los casos en los que algo se genera
con o sin semilla.
El filósofo destaca la importancia de la materia en la generación y producción. Menciona
que la materia es una parte necesaria para que la generación ocurra, ya que está
presente en la cosa y se convierte en ella. Además, señala que las cosas que proceden
de algo como materia no se denominan "aquello", sino "de aquello" de lo que proceden.
Por ejemplo, no se dice que la estatua es una piedra, sino que es de piedra. Aristóteles
explica que esto se debe a que la generación se produce a partir de la privación y del
sujeto, al cual llamamos materia. Sin embargo, cuando la privación es oscura o sin
nombre, la generación parece desarrollarse a partir de estas cosas como en el caso del
enfermo. Por lo tanto, se utiliza la expresión "de algo" en lugar de identificar directamente
la cosa generada con su materia.
En resumen, Aristóteles aborda los conceptos de generación y producción. Explica que
las generaciones pueden ser naturales, artificiales o espontáneas. Destaca el papel de la
materia como aquello desde lo que algo se genera, así como la importancia de la especie
y el arte en la generación de cosas artificiales. Además, discute cómo se nombra y se
identifica la relación entre la cosa generada y su materia.
CAPITULO 8: QUE NO SE GENERAN NI LA MATERIA NI LA FORMA.
En este pasaje, Aristóteles discute la relación entre la generación y la materia. Afirma que
lo que es generado se hace a partir de algo y desde algo, refiriéndose a la materia. La
materia es aquello desde lo que algo se genera, pero no es la privación, sino lo que
subyace y cambia en el proceso de generación. Aristóteles destaca que la generación no
implica la creación de la especie o forma en sí misma, sino la creación de algo
determinado que posee esa especie o forma. Por ejemplo, se puede hacer que exista una
esfera de bronce a partir del bronce y la esfera, poniendo la especie en la materia. Sin
embargo, Aristóteles argumenta que no hay necesidad de postular la existencia de las
especies separadas de los individuos, ya que lo generante actúa como causa de la
especie en la materia. En última instancia, los individuos, como Calias o Sócrates, son la
combinación de una especie determinada y una materia distinta, pero son lo mismo en
cuanto a la especie.
En resumen, Aristóteles enfatiza que la generación se produce a partir de la materia y que
la especie o forma no se genera en sí misma, sino que se manifiesta en la materia. La
generación implica la combinación de una especie con una materia específica, pero no
requiere la existencia de especies separadas de los individuos. Esto significa que los
individuos son la realización concreta de una especie en una materia particula
CAPITULO 9: CONCLUSIÓN DEL ANÁLISIS DEL DEVENIR. LA GENERACIÓN
ESPONTÁNEA LA PREEXISTENCIA DE LA FORMA
En este pasaje, Aristóteles explora por qué algunas cosas se generan por arte y otras de
forma automática. Argumenta que la diferencia radica en la naturaleza de la materia y su
capacidad para moverse de manera determinada. Algunas cosas, como las piedras, no
pueden moverse de forma específica por sí mismas y requieren ser impulsadas por otros,
mientras que otras, como la semilla, tienen la capacidad intrínseca de desarrollarse y
generar algo similar a ellas mismas. Aristóteles destaca que la substancia es el principio
de todas las cosas y que las generaciones se producen a partir de un homónimo, es decir,
de algo que comparte la misma especie o forma. Sin embargo, señala que la generación
de la especie en sí misma no ocurre, sino que la materia adquiere la especie o forma a
través del proceso de generación.
En resumen, Aristóteles argumenta que la generación de las cosas depende de la
naturaleza de la materia y su capacidad de moverse de forma determinada. Algunas
cosas se generan por arte, impulsadas por el conocimiento y habilidades humanas,
mientras que otras se generan de forma automática, por ejemplo, a través de semillas.
Aristóteles destaca que la generación no implica la creación de la especie en sí misma,
sino que la materia adquiere la especie a través del proceso de generación. Además,
enfatiza que la substancia es el principio de todas las cosas y que la generación se
produce a partir de algo que comparte la misma especie o forma.
CAPITULO 10: LAS PARTES DEL COMPUESTO. LAS DE LA FORMA Y LAS DE LA
DEFINICIÓN.
En este pasaje, Aristóteles discute la relación entre las partes y el todo, así como la
relación entre el enunciado y su objeto. Se plantea la pregunta de si el enunciado de las
partes debe estar contenido en el enunciado del todo. Aristóteles señala que en algunos
casos las partes están incluidas en el enunciado del todo, mientras que en otros casos no.
Por ejemplo, el enunciado del círculo no contiene el enunciado de los segmentos, pero el
enunciado de la sílaba sí contiene el enunciado de sus elementos.
Además, Aristóteles distingue entre las partes materiales y las partes del enunciado.
Algunas partes son anteriores al compuesto, mientras que otras son anteriores al
enunciado y la especie expresada por el enunciado. Argumenta que las partes materiales
son posteriores al compuesto, pero las partes del enunciado y de la especie son
anteriores. También menciona que algunas partes son simultáneas y son indispensables
para la existencia del concepto y la substancia.
En cuanto a la materia, Aristóteles distingue entre la materia sensible y la materia
inteligible. La materia sensible se refiere a cosas como el bronce y la madera, mientras
que la materia inteligible se encuentra en las cosas sensibles, pero no como cosas
sensibles en sí mismas, como en el caso de las cosas matemáticas.
En resumen, Aristóteles examina la relación entre las partes y el todo, así como entre el
enunciado y su objeto. Destaca que las partes pueden estar incluidas o no en el
enunciado del todo, y distingue entre las partes materiales y las partes del enunciado.
También discute la distinción entre la materia sensible y la materia inteligible.
CAPITULO 11: LAS PARTES DE LA FORMA Y LAS PARTES DEL COMPUESTO
En este pasaje, Aristóteles aborda la cuestión de cuáles son las partes de la especie y
cuáles pertenecen al compuesto. Destaca que hasta que no se aclare este punto, no es
posible definir adecuadamente ninguna cosa, ya que la definición se refiere al universal y
la especie. Se plantea la diferencia entre aquellas cosas que vemos producirse en otras
de distinta especie, como un círculo en bronce o madera, donde la substancia del círculo
no parece estar relacionada con el bronce o la madera, y aquellas cosas que no se
pueden separar fácilmente, como la especie del hombre que siempre se encuentra en
carne y huesos.
Aristóteles también menciona que algunos filósofos reducen todas las cosas a los
números y argumentan que el enunciado de la línea es el de la díada. Sin embargo,
sostiene que esta reducción no es correcta y que algunas cosas no se pueden definir sin
referencia a su materia.
En relación a la materia, Aristóteles distingue entre la materia sensible y la materia
inteligible, y señala que todas las cosas que no son esencia ni especie en sí mismas
tienen alguna forma de materia determinada. También explica que el alma es la
substancia primera, el cuerpo es materia, y el hombre o el animal son el compuesto de
ambos. Además, discute cómo la definición es un solo enunciado y cómo algunas
definiciones incluyen las partes del objeto definido, mientras que otras no lo hacen.
En resumen, Aristóteles examina la relación entre las partes y el compuesto, destaca la
importancia de entender las partes materiales y no materiales de una especie, y enfatiza
que la definición es fundamental para comprender la esencia de las cosas. También
explora la distinción entre la materia sensible y la inteligible, y la identificación de la
esencia y la cosa singular en ciertos casos.
CAPITULO 12: LA UNIDAD DE LA DEFINICIÓN
En este fragmento, Aristóteles aborda la cuestión de la definición y la unidad de las cosas
definidas. Destaca que en las definiciones, como en el caso del hombre definido como
"animal bípedo", se busca comprender por qué el enunciado es uno y no varios, es decir,
por qué se considera que esa combinación específica de palabras constituye una
definición.
Aristóteles plantea que la unidad de la definición radica en la unidad de las cosas
incluidas en ella. La definición es un enunciado único que se refiere a algo único. Para
comprender las definiciones, se enfoca en las definiciones que se hacen por división,
donde se considera el género primero y las diferencias.
Se destaca que el género puede existir como materia o solo en relación a las especies
que pertenecen a él. Aristóteles argumenta que la definición es el enunciado basado en
las diferencias, y se debe proceder dividiendo por la diferencia de la diferencia hasta
llegar a la última diferencia, que será la especie y la substancia de la cosa.
El filósofo enfatiza que en la definición no hay un orden establecido, ya que no se puede
considerar una parte como anterior o posterior a otra en la substancia. Además, señala
que si se cambia el orden de las definiciones, se puede volver redundante ciertos
términos en el enunciado.
En resumen, Aristóteles explora la naturaleza de las definiciones, su unidad y cómo se
construyen a través de la división por género y diferencias. Destaca la importancia de
llegar a la última diferencia como la especie y substancia de la cosa definida.
CAPITULO 13: EL UNIVERSAL NO ES ENTIDAD
En este fragmento, Aristóteles examina la naturaleza de los universales y su relación con
la substancia. Destaca que los universales no pueden ser substancia, ya que son
comunes y se predican de varios sujetos, mientras que la substancia es propia y única
para cada cosa.
Aristóteles argumenta que los universales no pueden ser substancia ni definidos como tal,
ya que no representan una realidad determinada, sino más bien una cualidad. Además,
señala que si la substancia estuviera compuesta de universales, se generarían problemas
como el "tercer hombre" y contradicciones lógicas.
El filósofo también rechaza la idea de que la substancia esté compuesta de substancias
en entelequia, ya que esto implicaría la imposibilidad de formar una substancia única y la
falta de definición para cualquier objeto.
En resumen, Aristóteles concluye que los universales no son substancia y que la
substancia misma no puede ser definida de manera completa. Esto plantea desafíos para
la comprensión de la naturaleza y la definición de los objetos.
CAPITULO 14: LAS IDEAS PLATÓNICAS NO SON ENTIDADES
En este fragmento, Aristóteles cuestiona las consecuencias de afirmar que las Ideas son
substancias separadas y que la especie se compone del género y las diferencias.
Argumenta que si existen Ideas separadas, entonces los elementos que componen una
especie también serían substancias separadas.
Aristóteles plantea que si hay un "Animal en sí", entonces sus elementos, como "animal" y
"bípedo", también serían substancias separadas. Esto llevaría a la conclusión de que
habría infinitas cosas cuya substancia es "animal", lo que resulta problemático. Además,
argumenta que cada individuo sería el Animal en sí, lo que contradice la idea de que solo
existe una Idea para cada cosa.
El filósofo también cuestiona cómo puede un animal proceder del Animal en sí y cómo es
posible que el animal exista aparte de esta entidad separada.
En resumen, Aristóteles plantea los problemas y contradicciones que surgen al afirmar la
existencia de Ideas separadas y su relación con la substancia y las especies. Estas
dificultades cuestionan la coherencia de esta postura y su aplicabilidad a las cosas
sensibles.
CAPITULO 15: QUE NO HAY DEFINICIÓN DE LAS REALIDADES INDIVIDUALES Y,
POR TANTO, TAMPOCO LA HAY DE LAS IDEAS
En este fragmento, Aristóteles argumenta que no es posible definir ni demostrar las
substancias sensibles singulares, ya que son corruptibles y su existencia puede variar.
Tampoco se puede definir ninguna Idea, ya que las Ideas pertenecen a las cosas
singulares y tienen existencia separada.
Aristóteles sostiene que las definiciones requieren el uso de nombres, pero los nombres
existentes son comunes a muchas cosas, lo que impide una definición precisa. Además,
señala que las Ideas están compuestas por elementos que también se aplican a otros, lo
que dificulta su definición exclusiva.
El filósofo destaca que aquellos que afirman la existencia de Ideas separadas cometen
errores al agregar características accesorias o predicar elementos de las Ideas de
múltiples cosas singulares. Argumenta que la definición en las cosas eternas, como el Sol
o la Luna, también es problemática, ya que añadir cualidades adicionales no es necesario
y puede llevar a definiciones comunes en lugar de singulares.
En resumen, Aristóteles argumenta en contra de la posibilidad de definir substancias
sensibles singulares y Ideas separadas. Señala las limitaciones de los nombres comunes
y los errores en la definición de elementos de las Ideas. Además, destaca que la definición
en las cosas eternas también presenta dificultades.
CAPITULO 16: NI LAS PARTES DE LAS REALIDADES SENSIBLES NI LOS
UNIVERSALES SON ENTIDADES

En este fragmento, Aristóteles argumenta que la mayoría de las aparentes substancias


son en realidad potencias, como las partes de los animales, la Tierra, el Fuego y el Aire.
Estas cosas solo existen como materia cuando se separan, y solo adquieren unidad
cuando se transforman en algo concreto.
Aristóteles también examina los conceptos de Uno y Ente como posibles substancias,
pero concluye que no pueden ser substancias porque lo común no puede ser substancia
en sí mismo. Además, señala que lo uno no puede estar en varios lugares a la vez,
mientras que lo común sí, lo que indica que los universales no existen separadamente de
las cosas singulares.
Los partidarios de las Especies son criticados por convertir el Uno aplicado a muchos en
una Especie, sin poder identificar substancias incorruptibles fuera de las cosas singulares
y sensibles. Aristóteles sostiene que, aunque no seamos conscientes de ellas, deben
existir substancias eternas separadas, como los astros.
En resumen, Aristóteles argumenta en contra de los universales como substancias y
sostiene que ninguna substancia está compuesta de substancias. También plantea la
existencia de substancias eternas separadas, aunque reconoce la falta de conocimiento
sobre ellas.
CAPITULO 17: LA ENTIDAD Y LA FORMA. LA FORMA COMO FIN
En este fragmento, Aristóteles aborda la cuestión de qué se entiende por substancia y
cuál es su naturaleza. Destaca que la substancia es un principio y una causa, y que se
busca comprender por qué algo se da en algo más. Se plantea la diferencia entre la causa
final y el primer motor como formas de entender la esencia.
Aristóteles también señala que es difícil encontrar la substancia en cosas que no se
predican unas de otras, como en el caso de preguntar qué es un hombre. Se busca la
causa por la cual la materia es algo determinado, y esa causa es la especie, que
constituye la substancia.
Además, se discute la naturaleza de lo compuesto y lo elemental, y se argumenta que la
substancia es la primera causa del ser y puede ser considerada como un principio.
En resumen, Aristóteles explora la definición de substancia, su relación con la causa y la
especie, y la distinción entre lo compuesto y lo elemental. También destaca la importancia
de comprender la naturaleza de la substancia en la investigación filosófica.

LIBRO VIII
CAPITULO 1: RESUMEN DEL LIBRO VII. LA MATERIA Y EL CAMBIO
En este fragmento, Aristóteles resume y destaca puntos importantes de su investigación
sobre las substancias. Se reconocen las substancias físicas, como los elementos, las
plantas, los animales y las partes del cielo, como substancias admitidas por todos.
También se mencionan las Ideas y las cosas matemáticas como posibles substancias,
aunque se necesita una reflexión más profunda al respecto.
Aristóteles discute la naturaleza de la substancia en relación con la materia, el sujeto, la
forma y el enunciado. Se señala que todas las substancias sensibles tienen materia y que
la materia misma puede considerarse como substancia en diferentes sentidos. También se
enfatiza que la materia es el sujeto de los cambios y se mencionan los diferentes tipos de
cambios que pueden ocurrir.
En resumen, Aristóteles destaca la existencia de substancias físicas y plantea la cuestión
de las Ideas y las cosas matemáticas como substancias. Examina la relación entre la
substancia y la materia, el sujeto y la forma, y resalta la importancia de comprender los
diferentes tipos de cambios que afectan a las substancias.
CAPITULO 2: LAS DIFERENCIAS Y LA FORMA COMO ACTO EN LAS REALIDADES
SENSIBLES
En este fragmento, Aristóteles destaca la importancia de identificar la substancia de las
cosas sensibles consideradas como acto. Se discuten las diferencias en las cosas
sensibles, como la proporción, la figura, la posición, el contacto, la composición y otras
cualidades. Se argumenta que ninguna de estas diferencias es substancia por sí misma,
pero cada una tiene analogías con la substancia.
Aristóteles señala que, al definir las cosas sensibles, se debe tener en cuenta tanto la
materia como el acto. Por ejemplo, al definir una casa, se mencionan los materiales
(piedras, ladrillos, maderas) como la materia, y la función de proteger bienes y personas
como el acto. También se menciona la tercera substancia, que es una combinación de
materia y acto.
En resumen, Aristóteles resalta que la substancia sensible puede ser entendida tanto en
términos de materia como de acto. Se discuten las diferencias en las cosas sensibles y se
enfatiza la importancia de considerar tanto la materia como el acto al definir las
substancias sensibles.
CAPITULO 3: LA FORMA NO ES UN ELEMENTO MATERIAL DEL COMPUESTO. LA
UNIDAD DE LA FORMA COMO ACTO PERFECTO

En este fragmento, Aristóteles aborda la cuestión de la definición de la substancia y cómo


se relaciona con la materia y el acto. Se discute la dificultad de definir la quididad de las
cosas y se argumenta que la definición es un enunciado que afirma una cosa de otra,
donde una está en función de la materia y la otra en función de la forma.
Aristóteles también menciona que las substancias pueden entenderse de cierta manera
como números, pero no como una suma de unidades, ya que la definición y la esencia no
son lo mismo si se les añade o se les quita algo.
En resumen, Aristóteles destaca la importancia de comprender la relación entre la materia
y el acto al definir la substancia. Se discute la dificultad de definir la quididad y se plantea
que la substancia es una entelequia y una naturaleza única. También se argumenta que la
substancia no puede ser reducida simplemente a números y que la generación y la
corrupción de las substancias tienen sus propias particularidades.
CAPITULO 4: LAS CAUSAS EN LAS ENTIDADES Y ACONTECIMIENTOS SENSIBLES
En este fragmento, Aristóteles aborda la cuestión de la materia y la causa de las cosas.
Destaca que aunque todas las cosas proceden de la misma materia prima, cada cosa
tiene su propia materia específica. Además, señala que la causa eficiente y el principio del
movimiento pueden influir en la diversidad de la materia utilizada para crear algo.
Aristóteles también plantea la importancia de enunciar todas las posibles causas al buscar
la explicación de algo. Menciona ejemplos como la causa material, la causa motora, la
especie y la causa final. Además, distingue entre las substancias naturales y generables,
que tienen materia, y las substancias naturales pero eternas, que pueden no tener materia
o tener solo materia localmente movible.
En resumen, Aristóteles destaca la diversidad de la materia en las cosas y la influencia de
las causas eficientes y el principio del movimiento en su formación. También resalta la
importancia de considerar todas las posibles causas al buscar explicaciones y distingue
entre substancias naturales generables y substancias naturales eternas en términos de su
relación con la materia.
CAPITULO 5: LA MATERIA Y LOS CONTRARIOS. LA GENERACIÓN
En este fragmento, Aristóteles reflexiona sobre la relación entre los contrarios y la materia
de las cosas. Destaca que no todos los contrarios pueden generarse recíprocamente, y
que solo las cosas sujetas a generación y cambio tienen materia. Además, plantea la
pregunta sobre si la materia de una cosa tiene en potencia ambos estados contrarios. Por
ejemplo, si el cuerpo está sano en potencia, ¿tiene en potencia también la enfermedad?
Aristóteles también aborda la cuestión de por qué ciertas transformaciones no ocurren de
manera recíproca. Por ejemplo, el vino no se convierte en materia del vinagre ni
viceversa, aunque se pueda obtener vinagre a partir del vino. Del mismo modo, el viviente
no se convierte en materia del cadáver ni el agua en materia del vinagre. Se plantea si
estas transformaciones son accidentales o si la materia misma se convierte en potencia y
materia de la otra sustancia.
En resumen, Aristóteles reflexiona sobre la relación entre los contrarios y la materia de las
cosas, planteando preguntas sobre la potencialidad y la transformación de las sustancias.
También cuestiona por qué algunas transformaciones ocurren de manera recíproca y
otras no.
CAPITULO 6: LA UNIDAD DE LA DEFINICIÓN
En este fragmento, Aristóteles aborda la dificultad de comprender la unidad en las
definiciones y los números. Plantea la pregunta de qué causa la unidad en el hombre, por
ejemplo, si existen el Animal en sí y el Bípedo en sí. Aristóteles argumenta que esta
dificultad se resuelve al distinguir entre la materia y la forma, entre la potencia y el acto.
La unidad surge cuando la potencialidad se actualiza mediante la forma.
Aristóteles destaca que la causa de que algo en potencia se convierta en acto en las
cosas sujetas a generación es la esencia de ambas. También señala que la materia puede
ser inteligible o sensible, y que los enunciados tienen tanto materia como acto. Aquellas
cosas que no tienen materia, ya sea inteligible o sensible, son directamente una unidad.
Algunos filósofos hablan de "participación" o "coexistencia" para abordar esta cuestión,
pero no logran explicar la causa de la participación ni qué significa participar. Aristóteles
sostiene que la unidad surge de la relación entre la materia y la forma, entre la potencia y
el acto. Cada cosa es una unidad en sí misma, y tanto lo potencial como lo actual son uno
en cierto sentido. No hay otra causa más allá de aquella que transforma la potencia en
acto.
En resumen, Aristóteles examina la dificultad de comprender la unidad en las definiciones
y los números, y argumenta que la unidad surge de la relación entre la materia y la forma,
entre la potencia y el acto. También critica las explicaciones basadas en la participación y
la coexistencia, argumentando que la causa de la unidad está en la transformación de la
potencialidad en actualidad.
LIBRO IX:
CAPITULO 1: SENTIDOS FUNDAMENTALES DEL TÉRMINO POTENCIA
En este fragmento, Aristóteles aborda el concepto de potencia y entelequia (acto) como
principios fundamentales. Destaca que la potencia se dice en varios sentidos y que
existen potencias pasivas y hábitos de inmunidad frente al cambio. Estas potencias están
relacionadas con la capacidad de realizar o experimentar una acción. La potencia de
hacer y la de padecer una acción son distintas pero están relacionadas.
Aristóteles también menciona la relación entre la potencia y la privación, señalando que
toda potencia tiene una impotencia contraria. La privación puede ser entendida como la
falta de algo, la incapacidad natural de tener algo o la falta debido a la violencia.
En resumen, Aristóteles examina el concepto de potencia y entelequia. Destaca que la
potencia se dice en varios sentidos y está relacionada con la capacidad de realizar o
experimentar una acción. También aborda la relación entre la potencia y la privación.
CAPITULO 2: POTENCIAS IRRACIONALES Y POTENCIAS RACIONALES
En este fragmento, Aristóteles distingue entre potencias racionales e irracionales. Todas
las artes y ciencias productivas son potencias, pero las racionales tienen la capacidad de
producir tanto efectos positivos como negativos, mientras que las irracionales se limitan a
un solo efecto.
Aristóteles explica que la ciencia es un enunciado que puede manifestar tanto la cosa
como su privación, pero de manera diferente. Las ciencias abarcarán necesariamente los
contrarios, pero se enfocarán en uno de ellos de manera específica, mientras que el otro
se mencionará de forma accidental.
Además, Aristóteles establece que las potencias basadas en un concepto tienen la
capacidad de producir efectos contrarios, ya que el concepto contiene ambos contrarios y
está presente en el alma, que es el principio de movimiento. En cambio, aquellas
potencias que no se basan en un concepto no tienen esta capacidad.
En resumen, Aristóteles diferencia entre potencias racionales e irracionales y explica que
las potencias basadas en un concepto pueden producir efectos contrarios, mientras que
las potencias sin un concepto se limitan a un solo efecto.
CAPITULO 3: LA POTENCIA ES REAL. Y REALMENTE DISTINTA DEL ACTO.
CRÍTICA DE LA TESIS MEGÁRICA
En este fragmento, Aristóteles critica la postura de los megáricos, quienes sostienen que
solo se tiene potencia mientras se actúa. Aristóteles argumenta que esto lleva a absurdos,
ya que un constructor dejaría de ser constructor cuando no está construyendo, lo cual es
problemático si consideramos que el ser constructor implica tener la potencia para
construir.
Además, Aristóteles refuta la idea de que algo pueda existir pero no exista, o que pueda
no existir pero exista. Esto contradice la noción de movimiento y generación, ya que
implica que algo pueda permanecer estático o cambiar sin posibilidad de cambio.
Aristóteles diferencia entre potencia y acto, afirmando que son cosas distintas y que la
potencia implica la capacidad de realizar un acto, pero no requiere que ese acto se esté
llevando a cabo en todo momento.
En resumen, Aristóteles cuestiona la postura de los megáricos y argumenta que la
potencia y el acto son diferentes, rechazando la idea de que algo pueda existir sin existir o
no existir pero existir. Además, destaca la importancia del concepto de movimiento y
generación en la comprensión de la potencia y el acto.
CAPITULO 4: (IMPOSIBLE Y LA IMPOSIBlLlDAD
En este fragmento, Aristóteles discute la relación entre lo posible y lo imposible.
Argumenta que algo no puede ser considerado posible pero no sucederá, ya que esto
contradice la noción de lo imposible. También distingue entre lo falso y lo imposible,
señalando que algo puede ser falso pero no necesariamente imposible.
Además, Aristóteles examina la relación entre dos elementos, A y B, y plantea que si la
existencia de A implica necesariamente la existencia de B, entonces B también será
necesariamente posible. Sin embargo, si B es necesariamente imposible, entonces A
también será necesariamente imposible. En resumen, Aristóteles destaca la relación entre
lo posible y lo imposible, y argumenta que si algo es posible y su existencia implica
necesariamente la existencia de otro elemento, entonces ese otro elemento también será
necesariamente posible.
CAPITULO 5: TIPOS DE POTENCIAS. MODOS DE ACTUALIZACIÓN
En este fragmento, Aristóteles analiza las distintas categorías de potencia y cómo se
relacionan con la acción y la elección. Destaca que algunas potencias son congénitas,
como los sentidos, mientras que otras se adquieren a través de la práctica o el estudio,
como las artes. También diferencia entre potencias racionales e irracionales, y señala que
las potencias racionales están inherentemente ligadas a los seres animados.
Aristóteles sostiene que las potencias que se dirigen a un solo objeto producirán efectos
necesarios cuando las condiciones sean propicias, mientras que las potencias que se
extienden a los contrarios no podrán producir efectos contrarios simultáneamente, ya que
esto es imposible. Destaca que la elección y el deseo previo desempeñan un papel en la
determinación de qué efecto se llevará a cabo. Además, enfatiza que la potencia está
limitada por las condiciones y los factores presentes en la definición de la potencia.
En resumen, Aristóteles examina las diferentes categorías de potencia y argumenta que la
elección y las condiciones determinan qué acciones se llevarán a cabo en función de la
potencia y las circunstancias específicas.
CAPITULO 6: NOCIÓN Y TIPOS DE ACTO
En este pasaje, Aristóteles analiza la naturaleza del acto y su relación con la potencia.
Afirma que el acto es el estado de existencia de una cosa, distinto de estar en potencia. El
acto se refiere a la realización plena de algo, mientras que la potencia se refiere a la
capacidad de llegar a ese estado.
Aristóteles también señala que el término "estar en acto" se aplica de manera analógica y
no en el mismo sentido para todas las cosas. Algunas cosas están en acto en relación al
movimiento y la potencia, mientras que otras están en acto en relación a la substancia y la
materia.
Además, Aristóteles distingue entre acciones que tienen un fin determinado y acciones
que son movimientos imperfectos. Las acciones que tienen un fin son consideradas actos,
mientras que los movimientos imperfectos son considerados movimientos. Por ejemplo,
ver y haber visto al mismo tiempo se consideran actos, mientras que caminar o construir
se consideran movimientos.
En resumen, Aristóteles explora la naturaleza del acto y su relación con la potencia.
Destaca la diferencia entre estar en potencia y estar en acto, así como la distinción entre
acciones que son actos y acciones que son movimientos.
CAPITULO 7: CUANDO ALGO ES POTENCIALMENTE ALGO
En este pasaje, Aristóteles aborda la cuestión de cuándo una cosa está en potencia y
cuándo no. Examina ejemplos como la tierra y un hombre, y señala que la tierra no está
en potencia para convertirse en un hombre, a menos que se haya convertido en semen o
haya alcanzado cierto estado de desarrollo. Destaca que lo que puede ser sanado por la
medicina o el azar es lo que está en potencia para ser sano.
Aristóteles también discute la noción de algo que llega a su estado de entelequia, es decir,
cuando se realiza plenamente desde su estado de potencia. Define este proceso como el
momento en que, habiéndolo querido, algo llega a ser sin ser impedido por nada externo.
Además, explora la idea de la materia y la forma, donde una cosa puede ser de otra cosa
en potencia. Por ejemplo, una caja es de madera y la madera es de tierra, lo que implica
una relación de potencia entre ellas.
En resumen, Aristóteles establece criterios para determinar cuándo algo está en potencia
y cuándo no, considerando factores como el desarrollo natural, la capacidad de ser
sanado y las relaciones de materia y forma.
CAPITULO 8: ANTERIORIDAD DEL ACTO RESPECTO DE LA POTENCIA
En este pasaje, Aristóteles destaca que el acto es anterior a la potencia en varios
sentidos. Argumenta que el acto es conceptual y sustancialmente anterior a la potencia,
ya que el concepto y el conocimiento del acto preceden al conocimiento de la potencia.
Además, sostiene que el acto es anterior en términos de generación y tiempo.
Aristóteles también discute la relación entre el acto y la substancia, afirmando que el acto
es anterior a la potencia en cuanto a la especie y la substancia. Menciona que todo lo que
se genera va hacia un principio y un fin, y el acto es el fin que causa la potencia.
Además, señala que el acto es el resultado final de algunas potencias, como la visión o la
edificación, mientras que en otras potencias el acto está en el agente mismo, como la
visión en el que ve o la vida en el alma.
En cuanto a la substancia, Aristóteles argumenta que el acto es anterior a la potencia,
tanto en sentido temporal como en sentido fundamental. Afirma que las cosas eternas son
substancialmente anteriores a las corruptibles, ya que las cosas eternas están siempre en
acto y no en potencia.
En resumen, Aristóteles sostiene que el acto es anterior a la potencia en varios aspectos,
como el conceptual, el sustancial, el temporal y el fundamental. Destaca la importancia del
acto en la generación, el movimiento y la existencia de las cosas
CAPITULO 9: CUÁNDO EL ACTO ES MEJOR QUE LA POTENCIA. LA
ACTUALIZACIÓN DE LOS TEOREMAS GEOMÉTRICOS
Lo más importante destacado en este pasaje es que el acto es considerado mejor y más
valioso que la potencia. Aristóteles argumenta que la potencia puede incluir tanto la
capacidad de hacer algo bueno como algo malo, mientras que el acto implica la
realización concreta de una de esas posibilidades. Además, afirma que en las cosas
malas, el fin y el acto son peores que la potencia, ya que la potencia puede abarcar
ambos extremos, pero el acto solo puede ser uno de ellos.
Aristóteles también menciona que el mal no está fuera de las cosas, ya que el mal es
posterior a la potencia. En otras palabras, el mal surge cuando la potencia se manifiesta
en una dirección negativa. Por lo tanto, en las cosas primordiales y eternas, no hay mal,
error ni corrupción.
Además, el autor explica cómo las figuras geométricas son descubiertas a través del acto
de dividir y cómo el pensamiento es un acto que lleva al conocimiento de las formas en
potencia.
En resumen, Aristóteles sostiene que el acto es superior a la potencia, ya que implica la
realización concreta y positiva, mientras que la potencia puede abarcar tanto lo positivo
como lo negativo. También destaca que el mal surge cuando la potencia se manifiesta en
una dirección negativa y que las figuras geométricas son descubiertas a través del acto de
llevar las formas en potencia al acto de división.
CAPITULO 10: LA VERDAD Y ERROR
Lo más destacado en este pasaje es la reflexión sobre el ser y el no ser, lo verdadero y lo
falso. Aristóteles plantea que el ser y el no ser no son propiedades compuestas, sino que
se refieren a la existencia o ausencia de algo. Lo verdadero se alcanza cuando se ajusta
a la realidad y se expresa correctamente, mientras que lo falso es cuando hay una
contradicción con los hechos.
En relación a las cosas no compuestas, como las substancias puras, no es posible
engañarse, ya que su ser y acto son indisolubles y no están sujetos a generación o
corrupción. En estos casos, no hay falsedad o engaño, sino ignorancia o falta de
conocimiento.
Aristóteles también menciona que en las cosas inmóviles no hay engaño en cuanto al
tiempo, ya que si se consideran inmóviles, no se espera que cambien. Sin embargo, se
puede equivocar al pensar que algo siempre es de una manera determinada.
En resumen, Aristóteles argumenta que lo verdadero se ajusta a la realidad y se expresa
correctamente, mientras que lo falso implica una contradicción con los hechos. En las
cosas no compuestas no hay engaño, sino ignorancia o falta de conocimiento. Además,
en las cosas inmóviles no hay engaño en cuanto al tiempo si se consideran inmóviles,
pero puede haber equivocaciones en la atribución de propiedades permanentes.

LIBRO X:
CAPITULO 1: SENTIDO DE UNO Y UNIDAD. LA UNIDAD COMO MEDIDA
En este pasaje, Aristóteles discute los diferentes sentidos del Uno y su relación con la
medida. Destaca que el Uno puede referirse a lo continuo, a un todo, a la singularidad y a
lo universal. Además, el Uno es considerado como medida en diferentes ámbitos, como la
cantidad, la cualidad y el movimiento. Aristóteles sostiene que el Uno es indivisible en su
forma más pura y que es la medida exacta de todas las cosas. También menciona que la
medida puede ser numérica o no numérica, y que la ciencia y la sensación también son
consideradas medidas. En resumen, Aristóteles explora el concepto del Uno como medida
y su relación con diferentes aspectos de la realidad.
CAPITULO 2: UNO NO ES, EN SI, UNA ENTIDAD, SINO UN PREDICADO.
En este pasaje, Aristóteles explora la naturaleza del Uno y su relación con la substancia y
la naturaleza. Destaca que el Uno no puede ser una substancia separada ni un género, ya
que el Ente y el Uno son predicados universales. Aristóteles examina diferentes ejemplos,
como colores, sonidos y figuras, para ilustrar que el Uno en sí mismo no es la naturaleza
de ninguno de estos géneros, sino que es una naturaleza presente en todos ellos.
Concluye que el Uno en sí mismo debe buscarse como una substancia, al igual que en los
colores se busca como un color. Además, Aristóteles señala que el Uno y el Ente tienen
una relación cercana, ya que ambos acompañan a todas las categorías. En resumen,
Aristóteles investiga la naturaleza del Uno y su conexión con la substancia y la naturaleza
en diferentes géneros y ejemplos.
CAPITULO 3: SOBRE LAS NOCIONES DF. LO MISMO Y LO DIVERSO, LO
SEMEJANTE Y LO DESEMEJANTE, Y LO DIFERENTE
En este pasaje, Aristóteles explora las relaciones entre el Uno y la pluralidad, así como la
identidad, la semejanza, la igualdad y la alteridad. Destaca que el Uno y la pluralidad se
oponen como lo indivisible y lo divisible, y que la pluralidad tiene prioridad conceptual
debido a su mayor perceptibilidad sensorial. Explica que el Uno implica identidad,
semejanza e igualdad, mientras que la pluralidad implica alteridad, desemejanza y
desigualdad. Aristóteles también discute diferentes sentidos de los términos "otro" y
"diferente", relacionándolos con la identidad y la diferencia en términos de género y
especie. En resumen, Aristóteles analiza las relaciones entre el Uno y la pluralidad, así
como las ideas de identidad, semejanza, igualdad, alteridad y diferencia.
CAPITULO 4: LA OPOSICIÓN DE CONTRARIEDAD
En este pasaje, Aristóteles analiza la noción de contrariedad y su relación con la privación
y la contradicción. Destaca que la contrariedad es una diferencia máxima y perfecta,
mientras que la privación es una forma de contradicción. Explica que los contrarios
difieren en grado máximo y pueden tener un término intermedio, a diferencia de la
contradicción que no admite nada intermedio. Además, señala que no toda privación es
contrariedad, ya que la privación puede manifestarse de diferentes maneras. Aristóteles
concluye que algunos contrarios se definen por la privación, mientras que otros no. En
resumen, Aristóteles examina las relaciones entre contrariedad, privación y contradicción,
y explora cómo estos conceptos se aplican a los contrarios en diferentes contextos.
CAPITULO 5: COMO SE OPONE IGUAL A MAYOR Y MENOR
En este pasaje, Aristóteles aborda la oposición entre los conceptos de "uno" y "muchos",
así como la relación de "igual" con "grande" y "pequeño". Se cuestiona cómo se oponen
estos términos entre sí, ya que ninguno de ellos es contrario a uno solo o a ambos
términos. Aristóteles plantea que la oposición de "igual" a los otros términos no es de
contrariedad, sino de negación o privación. El concepto de "igual" se opone a "grande" y
"pequeño" como una negación privativa de ambos, y se considera intermedio entre ellos.
Además, señala que lo que no es ni bueno ni malo se opone a ambos, pero no tiene un
nombre específico y está limitado a ciertos atributos. Aristóteles argumenta en contra de la
idea de que siempre debe haber algo intermedio entre dos términos, ya que esto no se
sigue necesariamente. En resumen, Aristóteles examina la oposición entre los conceptos
de "uno" y "muchos" y la relación de "igual" con "grande" y "pequeño", y plantea que esta
oposición se basa en la negación privativa de ambos términos.
CAPITULO 6: DE QUE MODO SE OPONEN UNO Y MUCHOS
En este pasaje, Aristóteles aborda la oposición entre los conceptos de "uno" y "muchos".
Se plantea la cuestión de cómo se oponen estos términos entre sí y se llega a la
conclusión de que "uno" se considera "poco" en relación a "muchos". Aristóteles
argumenta que si "dos" se consideran "muchos", entonces "uno" sería "poco" en
comparación. Además, se discute que tanto "mucho" como "poco" se refieren a la
pluralidad, pero se utilizan en diferentes sentidos. "Mucho" se aplica a cosas divisibles y
se opone a "uno" en el sentido de la medida y lo medible, mientras que "poco" se refiere a
la inferioridad en una pluralidad. Aristóteles también señala que "uno" y "número" se
oponen como medida y lo mensurable, y aunque la ciencia tiene una relación similar con
lo escible, la ciencia se mide por lo escible. En resumen, Aristóteles analiza la oposición
entre "uno" y "muchos" y su relación con los conceptos de "poco", "mucho" y la pluralidad.
CAPITULO 7: LOS INTERMEDIOS Y LOS CONTRARIOS
En este pasaje, Aristóteles explora la naturaleza de los conceptos intermedios que se
encuentran entre los contrarios. Se argumenta que los intermedios pertenecen al mismo
género que los contrarios y se componen de ellos. Los intermedios son aquellos hacia los
cuales debe cambiar algo antes de llegar a los contrarios. Se discute que los contrarios no
se componen mutuamente, pero los intermedios sí lo hacen. Además, se sostiene que los
intermedios son generados a partir de los contrarios y que todos los intermedios tienen su
origen en los primeros contrarios. En resumen, Aristóteles sostiene que los conceptos
intermedios se encuentran entre los contrarios, pertenecen al mismo género que ellos y
se componen de los contrarios.
CAPITULO 8: LA DIVERSIDAD EN CUANTO A LA ESPECIE
En este pasaje, Aristóteles aborda la diversidad en cuanto a la especie. Argumenta que lo
que hace que dos entidades sean específicamente diferentes es la contrariedad en su
naturaleza. La contrariedad se refiere a la diferencia perfecta entre dos entidades del
mismo género, pero con características opuestas en términos de especie. Aristóteles
sostiene que la diversidad específica solo se da entre entidades del mismo género y que
ninguna especie es idéntica o completamente diferente al género mismo. En resumen, la
diversidad en cuanto a la especie surge de la contrariedad entre entidades del mismo
género pero con características opuestas en términos de especie.
CAPITULO 9: LA DIFERENCIACION SEXUAL DE LOS ANIMALES
Aristóteles plantea la cuestión de por qué la diferenciación sexual entre hombre y mujer
no resulta en una diferencia específica, a pesar de ser contrarios. Argumenta que esto se
debe a que la contrariedad que se encuentra en el concepto, como la diferencia entre pies
y alas, produce una diferencia específica, mientras que la contrariedad que está en el
compuesto con la materia, como la blancura o la negrura, no la produce. En el caso de los
seres humanos, la diferencia de color de piel, por ejemplo, no genera una diferencia
específica, ya que la materia no produce diferencias en el concepto. Además, Aristóteles
señala que la diferencia sexual entre macho y hembra es una característica propia del
animal, pero no de su sustancia, ya que se encuentra en la materia y en el cuerpo.
Concluye que la alteridad específica se da cuando hay contrariedad en el concepto, pero
no en todas las afecciones de la materia.
CAPITULO 10: LO CORRUPTIBLE Y LO INCORRUPTIBLE
En el capítulo X del libro I de "La Metafísica" de Aristóteles, se aborda la distinción entre lo
corruptible y lo incorruptible. Según Aristóteles, los contrarios, como lo corruptible y lo
incorruptible, tienen alteridad específica y pertenecen a géneros diferentes. En este
sentido, Aristóteles señala que la corruptibilidad y la incorruptibilidad son atributos
necesarios que se encuentran en la substancia de las cosas corruptibles e incorruptibles
respectivamente. Esta distinción implica que no puede haber especies específicamente
diferentes para entes corruptibles e incorruptibles, como menciona Aristóteles en este
capítulo. En consecuencia, las cosas que tienen alteridad genérica, como lo corruptible y
lo incorruptible, difieren más entre sí que aquellas con alteridad específica.

LIBRO XI:
CAPITULO 1: BREVE DISCUSIÓN DE LAS APORÍAS DEL LIBRO III.

En este capítulo, Aristóteles plantea una serie de interrogantes sobre la naturaleza de la


Sabiduría y su objeto de estudio. Se cuestiona si la Sabiduría es una sola ciencia o varias,
si trata de los contrarios y si abarca todas las substancias. Además, se discute si se
refiere a las substancias sensibles, las Especies o las Cosas matemáticas. Aristóteles
sugiere que la Sabiduría trata de los universales, como el Ente y el Uno, que son
considerados los primeros géneros y los más cercanos a los principios. Se plantean
también las dificultades relacionadas con la existencia de las Especies y la relación entre
las especies y los géneros. En conjunto, este capítulo explora las aporías y las
complejidades en torno al objeto y el alcance de la Sabiduría.
CAPITULO 2: SE CONTINÚA Y CONCLUYE LA BREVE DISCUSIÓN DE LAS APORÍAS
DEL LIBRO III
En este capítulo, Aristóteles plantea una serie de interrogantes acerca de la existencia de
una substancia separada y eterna fuera de las substancias sensibles. Se cuestiona si hay
una ciencia que trata de esta substancia y si es posible que haya un principio único para
todas las cosas, tanto eternas como corruptibles. También se analiza la posibilidad de que
el Ente y el Uno sean principios separados e independientes, así como la dificultad de
definir la relación entre el Uno y el número. Aristóteles discute diferentes propuestas de
principios, como las líneas y las figuras, y plantea la cuestión de si la substancia puede
ser considerada un universal. Además, se aborda el tema de la existencia de algo más
allá de la materia concreta y se reflexiona sobre la identidad de los principios. En
resumen, este capítulo explora las dificultades y las incertidumbres relacionadas con la
existencia y la naturaleza de los principios en la Sabiduría.
CAPITULO 3: POSIBILIDAD Y OBJETO DE LA FILOSOFÍA
En este capítulo, Aristóteles aborda la cuestión de la posibilidad y el objeto de la filosofía.
Se plantea si la filosofía debe tratar de cosas singulares o si debe haber algo más allá de
ellas. Se argumenta que la filosofía se ocupa de lo universal y no de lo particular. Se
discute la idea de que el objeto de la filosofía es el "ente en cuanto ente", es decir, el
estudio de la existencia misma. Se concluye que la filosofía busca comprender los
principios fundamentales y universales que subyacen a todas las cosas, y que estos
principios son el fundamento de todo conocimiento. En resumen, la filosofía se centra en
la investigación de los principios universales y esenciales del ser, trascendiendo lo
particular y buscando la comprensión profunda de la realidad.
CAPITULO 4: FÍSICA. M ATEMÁTICAS. FILOSOFÍA
En este pasaje, Aristóteles destaca que tanto la Matemática como la Física son disciplinas
que se ocupan de conceptos comunes de un modo particular. Mientras que la Matemática
estudia aspectos cuantitativos y continuos de objetos específicos, la Física se enfoca en
los accidentes y principios de los entes en cuanto móviles. Sin embargo, la Filosofía
primera, que es la Sabiduría buscada, se ocupa del Ente en cuanto ente, no de sus
particularidades. Por lo tanto, la Filosofía engloba tanto la Matemática como la Física, ya
que busca comprender los principios universales y esenciales de todas las cosas.
CAPITULO 5: REFUTACIÓN DE LOS QUE NIEGAN EL PRINCIPIO DE NO
CONTRADICCIÓN

En este pasaje, Aristóteles destaca la importancia de ciertos principios fundamentales que


no admiten engaño. Estos principios se refieren a la imposibilidad de que una misma cosa
sea y no sea al mismo tiempo, así como otras afirmaciones que contienen una oposición
similar. Aunque no se puede demostrar absolutamente estos principios, sí se puede
demostrar en contra de aquellos que sostienen afirmaciones contradictorias. Para tener
una discusión efectiva, es necesario que las palabras utilizadas sean claras y tengan un
significado unívoco. Si una afirmación tiene un significado claro, es imposible que su
contradictoria sea verdadera. Además, si una afirmación es verdadera, lo es por
necesidad y no puede dejar de serlo. Si se permitiera que afirmaciones contradictorias
fueran verdaderas respecto a una misma cosa, se llegaría a conclusiones absurdas, como
que algo puede ser tanto hombre como caballo al mismo tiempo. Aristóteles critica la
opinión de Heráclito sobre la posibilidad de que afirmaciones contradictorias sean
verdaderas y argumenta que, si esto fuera cierto, incluso su propia afirmación no podría
ser verdadera. Finalmente, se señala la inconsistencia de aquellos que intentan destruir
completamente el diálogo al negar la existencia de afirmaciones verdaderas.
CAPITULO 6: REFUTACIÓN DE LOS ARGUM ENTOS EN QUE SE APOYAN LOS
NEGADO RES DEL PRINCIPIO DE NO CONTRADICCIÓN
En este fragmento, Aristóteles discute la afirmación de Protágoras de que el hombre es la
medida de todas las cosas, lo cual implica que cada individuo tiene su propia verdad.
Aristóteles argumenta en contra de esta posición, señalando que si se permite que
afirmaciones contradictorias sean verdaderas, se llega a conclusiones absurdas. Además,
critica la idea de que la percepción individual determine la verdad, ya que cada persona
puede tener percepciones diferentes debido a condiciones particulares. Aristóteles
defiende la existencia de principios universales y la posibilidad de alcanzar la verdad a
través del estudio de las cosas que son permanentes y no cambian, como los cuerpos
celestes. También cuestiona la noción de que todas las cosas están en constante cambio
y flujo, ya que esto llevaría a la imposibilidad de tener conocimiento y tomar decisiones.
En resumen, Aristóteles argumenta en contra de la relatividad absoluta de la verdad y
destaca la importancia de buscar la verdad basada en principios universales y constantes.
CAPITULO 7: FÍSICA. MATEMÁTICAS. TEOLOGÍA
En este fragmento, Aristóteles sostiene que cada ciencia busca principios y causas para
los objetos que estudia. La Medicina, la Gimnástica y otras ciencias, tanto productivas
como matemáticas, estudian diferentes géneros de objetos y buscan comprender su
realidad y su ser. Sin embargo, Aristóteles distingue la Física de estas ciencias, ya que la
Física se ocupa de las cosas que tienen un principio de movimiento en sí mismas.
Mientras que la Física es especulativa y trata de las causas y principios de los objetos en
movimiento, la Matemática se centra en entes permanentes pero no separados. Además,
Aristóteles plantea la posibilidad de una ciencia del Ente en cuanto ente separado e
inmóvil, que sería la Teología y que trata del principio primero y más importante, lo divino.
En resumen, Aristóteles distingue entre la Física, la Matemática y la Teología como
ciencias especulativas, cada una con su objeto de estudio específico y su grado de
universalidad.
CAPITULO 8: SER ACCIDENTALMENTE Y SER VERDADERO.
En este fragmento, Aristóteles discute la naturaleza del accidente y la imposibilidad de
una ciencia del accidente. Afirma que el accidente es lo que sucede casualmente y no
siempre ni generalmente, por lo que no puede ser objeto de una ciencia. Mientras que las
ciencias versan sobre lo que es siempre o generalmente, el accidente no encaja en
ninguna de estas categorías. Además, sostiene que no hay causas y principios para el
ente accidental de la misma manera que los hay para el ente por sí mismo. Si todo tuviera
causas y principios necesarios, todas las cosas serían determinadas y no habría lugar
para la casualidad y la posibilidad. Aristóteles también distingue entre el ente verdadero,
que es una combinación del pensamiento, y el ente accidental, que es indeterminado y
tiene causas desordenadas e infinitas. La suerte, como causa accidental, se relaciona con
la elección previa y es inaccesible al razonamiento humano. Aunque la suerte pueda ser
considerada como causa del Cielo, Aristóteles argumenta que el Entendimiento y la
Naturaleza son causas anteriores. En resumen, Aristóteles aborda el concepto del
accidente, la falta de una ciencia del accidente y la relación entre la suerte y las causas
determinantes.
CAPITULO 9: POTENCIA. ACTUALIZACIÓN Y MOVIMIENTO
En este fragmento, Aristóteles discute la naturaleza del movimiento y el cambio. Afirma
que el movimiento se produce cuando la entelequia (actualización) de algo en potencia se
realiza, y que el movimiento es una acción en cuanto a lo que está en potencia. Sostiene
que hay tantas especies de movimiento como categorías de ente, y que el movimiento se
da en todas las cosas de dos maneras: en acto y en potencia. Aristóteles señala que el
movimiento no puede ser incluido en otro género y que su definición no es fácil, ya que
algunos lo llaman "alteridad" o "desigualdad", pero estas nociones no implican
necesariamente el movimiento. Además, argumenta que el movimiento parece ser
indeterminado debido a que no puede ser atribuido a la potencia o a la actualización de
los entes. En resumen, Aristóteles analiza la naturaleza del movimiento y destaca su
relación con la actualización de lo que está en potencia.
CAPITULO 10: EL INFINITO NO TIENE EXISTENCIA ACTUAL
En este fragmento, Aristóteles discute la idea del infinito. Sostiene que el infinito puede ser
entendido de diferentes maneras: como algo que no puede ser recorrido debido a su
naturaleza, como algo que solo puede ser recorrido de manera incompleta, o como algo
que no puede ser recorrido ni limitado a pesar de su capacidad para ello. El infinito puede
existir por adición o por sustracción, pero no puede ser considerado una substancia
separada. Aristóteles argumenta que el infinito no puede existir en acto, ya que sería
indivisible, y que tampoco puede ser un principio, sino un accidente de algo más. Además,
señala que el infinito no se encuentra en las cosas sensibles ni en los cuerpos
compuestos o simples. Argumenta que si el Universo fuera infinito, las partes también
serían infinitas, lo cual llevaría a problemas lógicos. Por lo tanto, concluye que es
imposible que exista un cuerpo infinito y un lugar para los cuerpos, ya que el infinito no
puede estar sujeto a las afecciones de peso o levedad ni puede tener ubicaciones
específicas. En resumen, Aristóteles cuestiona la posibilidad de la existencia del infinito y
presenta diversos argumentos en contra de su existencia en el mundo sensible.
CAPITULO 11: TIPOS DE CAMBIO Y MOVIMIENTOS
En este fragmento, Aristóteles discute el concepto de cambio y movimiento. Afirma que el
cambio puede ocurrir accidentalmente, cuando afecta a un sujeto de manera secundaria,
o de manera general cuando algo del sujeto cambia en sí mismo. El movimiento puede
ser causado accidentalmente, parcialmente o por sí mismo, y hay una distinción entre lo
que mueve primariamente y lo que es movido. Aristóteles argumenta que las especies, las
afecciones y los lugares hacia los que se mueven las cosas son inmóviles, ya que el
cambio no se da en ellos, sino en los contrarios, los intermedios y las contradicciones. El
cambio puede ocurrir de un sujeto a otro sujeto, de un no-sujeto a un no-sujeto, de un
sujeto a un no-sujeto, o viceversa, lo cual implica generación o corrupción. Aristóteles
sostiene que lo que no es no puede moverse ni estar en reposo, y argumenta que solo el
cambio que va de un sujeto a otro sujeto es verdaderamente movimiento. Los sujetos del
cambio pueden ser contrarios o intermedios y se expresan mediante afirmaciones como
"desnudo", "desdentado" o "negro".
CAPITULO 12: QUE NO HAY CAMBIO DEL CAMBIO.
Aristóteles sostiene que no hay cambio del cambio. Argumenta que el cambio implica ir de
una cosa a otra, pero el cambio en sí mismo no puede cambiar ni generarse a sí mismo.
Si hubiera un cambio del cambio, se produciría un infinito regreso, lo cual es imposible.
Por lo tanto, el cambio es una acción que se da entre los opuestos, los cuales son los
contrarios y la contradicción. El cambio no puede ocurrir en sí mismo, sino que ocurre
entre elementos diferentes.

LIBRO XII:
CAPITULO 1: LOS TRES TIPOS DE ENTIDAD
Lo más importante es que Aristóteles distingue tres tipos de substancias: la sensible, la
eterna y la inmóvil. La substancia sensible se divide en eterna y corruptible, y ejemplos de
ello son las plantas y los animales. La substancia eterna puede ser uno o varios
elementos, y la substancia inmóvil es considerada por algunos como separable y se divide
en dos categorías: Especies y Cosas matemáticas. La substancia sensible es sujeta al
cambio, el cual ocurre entre los opuestos o los intermedios, pero no entre todas las
categorías de opuestos, sino entre los contrarios. El cambio requiere un sujeto que pase
de un contrario a otro.
CAPITULO 2: MATERIA, PRIVACIÓN Y FORMA COMO PRINCIPIOS DEL CAMBIO
Lo más importante es que Aristóteles sostiene que además de los contrarios, existe una
tercera entidad: la materia. La materia es aquello que cambia y que está en potencia para
ambos contrarios. Todos los objetos que experimentan cambios tienen materia, pero
diferentes tipos de materia. También señala que las cosas eternas, que no son generadas,
pueden experimentar cambios a través de la traslación. Aristóteles plantea la cuestión de
qué tipo de No-ente da origen a la generación, y argumenta que debe ser algo en
potencia pero no cualquier cosa, ya que cada cosa proviene de algo distinto. Además,
destaca que hay tres causas y tres principios: la contrariedad, que incluye el enunciado, la
especie y la privación, y la materia es el tercer principio.
CAPITULO 3: LA GENERACIÓN Y LA FORMA
Lo más importante es que Aristóteles afirma que ni la materia ni la especie se generan. Lo
que cambia es la materia, y lo que es cambiado es la especie. Además, menciona que
cada substancia se genera a partir de otra substancia del mismo tipo. Hay tres tipos de
substancias: la materia, la naturaleza y la substancia individual. En algunos casos, lo
determinado no existe fuera de la substancia compuesta, mientras que en otros casos
existe aparte, en las cosas que se producen por naturaleza. Aristóteles también explica
que las causas motrices son anteriores a sus efectos, mientras que las causas
conceptuales son simultáneas. En resumen, Aristóteles argumenta que no hay necesidad
de que existan las Ideas, ya que un individuo genera a otro individuo y el arte es el
concepto de lo que produce.
CAPITULO 4: LOS ELEMENTOS Y LAS CAUSAS DE LAS REALIDADES SENSIBLES
Aristóteles sostiene que las causas y principios de diferentes cosas pueden ser diferentes
en un sentido, pero también pueden ser los mismos en otro sentido, de manera universal
y analógica. Aunque cada género tiene sus propios principios, hay tres principios
comunes: especie, privación y materia. Además, existen causas inmanentes y externas,
como la causa motriz. Los principios se dividen en estos aspectos, y se puede considerar
que hay tres o cuatro causas en diferentes contextos. En última instancia, existe una
causa motriz primordial que mueve todo.
CAPITULO 5: EN QUÉ SENTIDOS LAS CAUSAS DE TODAS LAS COSAS SON LAS
MISMAS, Y EN QUÉ SENTIDO SON DISTINTAS
Aristóteles sostiene que las causas de todas las cosas son las mismas porque sin las
substancias no habría afecciones ni movimientos. Estas causas incluyen el alma, el
cuerpo, el entendimiento, el deseo y el cuerpo. Los principios también son
analógicamente idénticos, como el acto y la potencia, pero difieren en diferentes
contextos. Algunas cosas pueden estar en acto y en potencia al mismo tiempo, mientras
que otras difieren en acto y en potencia debido a su materia o especie. Las causas y
elementos de las substancias, relaciones y cualidades pueden ser los mismos o diferentes
según el sentido en que se consideren, pero en un sentido determinado son los mismos y
se refieren a la materia, especie, privación y causa motriz. Sin embargo, en otro sentido,
los contrarios y las materias son primordialmente diferentes.
CAPITULO 6: HAY UNA ENTIDAD EN ACTO E INMÓVIL QUE CAUSA ETERNAMENTE
EL MOVIMIENTO
ristóteles argumenta que hay una necesidad de una substancia eterna e inmóvil, ya que
todas las cosas no pueden ser corruptibles. Esta substancia eterna debe ser un principio
que actúa y no simplemente una potencia, ya que de lo contrario no habría movimiento.
Además, esta substancia debe ser inmaterial y acto puro. Aunque hay una aparente
dificultad en cuanto a la prioridad entre el acto y la potencia, Aristóteles sostiene que el
acto es anterior y que siempre hay algún motivo para el movimiento. Por lo tanto, no es
necesario buscar otros principios más allá de esta primera causa eterna e inmóvil.
CAPITULO 7: EL ACTO DE LA ENTIDAD PRIMERA. O DIOS, CONSISTE EN ETERNA
ACTIVIDAD INTELECTUAL
Aristóteles sostiene que el acto de la entidad primera, es decir, Dios, consiste en una
eterna actividad intelectual. Esta actividad intelectual es la forma suprema de vida y es
eterna, noble e inmutable. Dios se entiende a sí mismo y es el principio y la causa de todo
movimiento en el universo, sin ser movido por nada externo. Su existencia es necesaria
para explicar la existencia y el orden del mundo. En resumen, Dios es un ser que se
encuentra en un estado perpetuo de actividad intelectual y es la fuente de todo
conocimiento y movimiento en el universo.
CAPITULO 8: CUÁNTOS SON LOS MOVIMIENTOS DE LOS CUERPOS CELESTES Y
CUÁNTAS LAS ENTIDADES QUE LOS PRODUCEN
Aristóteles sostiene que la entidad primera, o Dios, consiste en una eterna actividad
intelectual. Además, argumenta que debe haber múltiples substancias eternas e
inmóviles, en correspondencia con las distintas traslaciones de los astros. Estas
substancias son los principios y causas de todo movimiento en el universo. Aristóteles
también menciona la tradición antigua que consideraba a estas substancias como dioses,
aunque él distingue entre las creencias mitológicas y las verdaderas ideas filosóficas. En
resumen, Dios es una entidad eternamente activa e intelectual, y existen múltiples
substancias eternas e inmóviles que son los principios y causas del movimiento en el
universo.
CAPITULO 9: EL ACTO DE LA ENTIDAD PRIMERA ES AUTOINTELECCIÓN
Según Aristóteles, el acto de la entidad primera, o Dios, consiste en la autointelección.
Surge la pregunta de cómo puede ser esto, ya que si no entiende nada, carecería de
dignidad, pero si entiende algo externo, su substancia no sería la más noble. Aristóteles
concluye que el entendimiento divino se entiende a sí mismo, siendo su intelección una
intelección de su propia naturaleza. Esta autointelección es el acto supremo y eterno de la
entidad primera.
CAPITULO 10: EL BIEN EN EL UNIVERSO. CRITICAS A OTRAS TEORÍAS
RELATIVAS A LOS PRINCIPIOS.
Aristóteles critica diversas teorías sobre los principios y destaca la importancia del Bien en
el universo. Se plantea si el Bien es algo separado e independiente o si reside en el orden
del universo. Aristóteles argumenta que el Bien es el principio y el orden, y que todas las
cosas están coordinadas hacia él en diferentes grados. Critica otras teorías que no
explican adecuadamente el papel del Bien y los contrarios en la generación de las cosas.
Además, señala la necesidad de un principio único y la unidad en el universo, rechazando
la multiplicidad de principios propuesta por otros filósofos. En resumen, destaca la
importancia del Bueno como el principio supremo y la necesidad de un gobierno unificado.

LIBRO XIII
CAPITULO 1: SE INICIA INVESTIGACIÓN SOBRE EL ESTATUTO ONTOLÓGICO DE
LOS OBJETOS MATEMATICOS. PLAN A SEGUIR.
En su investigación sobre el estatuto ontológico de los objetos matemáticos, Aristóteles
propone un plan a seguir. En primer lugar, se centrará en las Cosas matemáticas, como
los números y las líneas, considerándolas como entidades separadas o presentes en las
cosas sensibles. Analizará si existen y, de ser así, cómo existen. Posteriormente, abordará
la cuestión de las Ideas, examinando si son las substancias y los principios de los entes.
El objetivo principal es comprender el modo de existencia de estos objetos matemáticos y
su relación con el mundo sensible.
CAPITULO 2: LOS OBJETOS MATEMATICOS NO TIENEN EXISTENCIA ACTUAL EN
LOS CUERPOS SENSIBLES. Y TAMPOCO SEPARADOS DE ELLOS.
Aristóteles sostiene que los objetos matemáticos no tienen existencia actual en los
cuerpos sensibles ni tampoco existen separados de ellos. Argumenta que no es posible
que coexistan dos sólidos en el mismo lugar y que la existencia de otras naturalezas
separadas en las cosas sensibles llevaría a una acumulación absurda de entidades.
Además, cuestiona cómo podrían ser una unidad las magnitudes matemáticas y señala
que no hay evidencia de que las líneas, superficies y puntos sean substancias. Aristóteles
concluye que los objetos matemáticos no son substancias en mayor grado que los
cuerpos ni son anteriores a las cosas sensibles en cuanto al ser, sino que existen de
cierta manera y no se les puede atribuir el ser absoluto.
CAPITULO 3: DE QUÉ MODO EXISTEN LOS OBJETOS MATEMÁTICOS
Aristóteles argumenta que los objetos matemáticos existen de cierta manera y no son
substancias separadas de las cosas sensibles. Sostiene que las ciencias matemáticas
tratan de las magnitudes y los números en cuanto a sus propiedades específicas, no en
cuanto a su capacidad de tener magnitud o ser divisibles. Además, señala que las
magnitudes sensibles pueden tener enunciados y demostraciones, pero no en cuanto
sensibles, sino en cuanto dotadas de cualidades particulares. Aristóteles destaca que las
ciencias matemáticas consideran la simplicidad y la exactitud, y no se refieren a objetos
separados de los accidentes, sino que estudian sus propiedades específicas. También
argumenta que las ciencias matemáticas abordan aspectos de la Belleza y el Bien a
través del estudio del orden, la simetría y la delimitación, que son considerados como
causas de otros fenómenos.
CAPITULO 4: ORIGEN DE LA TEORÍA DE LAS IDEAS. CRÍTICA DE LA MISMA
Aristóteles critica la teoría de las Ideas al argumentar que surge de la necesidad de
encontrar una base estable para el conocimiento en un mundo de cosas sensibles en
constante cambio. Sin embargo, considera que los argumentos a favor de la existencia de
las Ideas son insatisfactorios y contradictorios. Además, señala que si se acepta la
existencia de las Ideas, se tendría que admitir la existencia de Especies de todas las
cosas, lo cual conduce a problemas lógicos y contradicciones. Aristóteles cuestiona la
relación entre las Ideas y las Especies, y argumenta que si las Especies son participables,
entonces deben ser substancias en sí mismas. En resumen, Aristóteles critica la teoría de
las Ideas por su falta de fundamentos sólidos y las inconsistencias que plantea.
CAPITULO 5: CONTINÚA LA CRÍTICA DE LA TEORÍA DE LAS IDEAS
Aristóteles critica la teoría de las Ideas argumentando que las Especies no aportan nada a
los entes sensibles ni a la ciencia de las cosas. No son causas del movimiento ni del
cambio, ni ayudan a la existencia de las demás cosas. Además, cuestiona la idea de que
las Especies sean paradigmas y que las demás cosas participen de ellas, ya que esto
parece ser solo una metáfora poética. Aristóteles plantea que algo puede ser o llegar a ser
cualquier cosa sin haber sido copiado de un modelo, y que las Especies no pueden estar
separadas de las cosas de las que son substancias. También señala que las Especies no
son causas eficientes del ser y del devenir, ya que existen cosas que llegan a ser sin la
necesidad de las Especies. En resumen, Aristóteles presenta numerosas objeciones a la
teoría de las Ideas que ponen en duda su validez y coherencia.
CAPITULO 6: DISTINTOS TIPOS DE UNIDADES Y DISTINTAS CLASES DE NÚMEROS
Aristóteles discute distintos tipos de unidades y clases de números. Algunos argumentan
que los números son substancias separadas y primeras causas de los entes, mientras
que otros sostienen que los números son solo matemáticos y no están separados de las
cosas sensibles. También menciona la visión de los pitagóricos, que consideran que el
mundo celestial está compuesto por números con magnitud. Además, se discute la
distinción entre los números matemáticos y aquellos que son posteriores a las Ideas. En
resumen, Aristóteles encuentra todas estas opiniones como absurdas, aunque algunas
pueden ser más razonables que otras.
CAPITULO 7: CRÍTICA DE LA DOCTRINA DE LOS NÚMEROS IDEALES A PARTIR DE
LA NATURALEZA DE LAS UNIDADES
Aristóteles critica la doctrina de los números ideales a partir de la naturaleza de las
unidades. Argumenta que si las unidades son combinables, entonces se produce el
número matemático y no hay lugar para las Ideas como Números. Por otro lado, si las
unidades son incombinables, surgen problemas de coherencia y contradicciones en la
generación de los números. Además, cuestiona la idea de que las unidades sean
diferentes entre sí y sostiene que las unidades son indiferenciadas y que los números son
iguales o desiguales. En general, considera que esta doctrina de los números ideales es
absurda y ficticia, ya que contradice la realidad y destruye muchas verdades.
CAPITULO 8: CONTINÚA LA CRÍTICA DE LA TEORÍA PLATÓNICA DE LOS
NÚMEROS IDEALES Y DE OTRAS TEORÍAS RELATIVAS A LOS NÚMEROS
Aristóteles critica la teoría platónica de los números ideales y otras teorías relacionadas
con los números. Argumenta que no hay diferencia entre un número y una unidad ni por
cantidad ni por cualidad. Cuestiona la idea de que los números sean entidades separadas
y que los cuerpos estén compuestos de números. Señala que es absurdo suponer que los
números sean infinitos o que lleguen hasta la Década. También critica la noción de que las
unidades difieran entre sí y que haya una Díada primera y una Tríada primera. En general,
considera que estas teorías conducen a incongruencias y contradicciones.
CAPITULO 9: SE AÑADEN NUEVAS ARGUMENTACIONES CONTRA LAS TEORÍAS
QUE SOSTIENEN LA SUBSISTENCIA DE LOS NÚMEROS Y LAS FIGURAS
Aristóteles argumenta en contra de las teorías que sostienen la subsistencia de los
números y las figuras, como las ideas platónicas y otras concepciones similares. Critica la
idea de que las unidades sucedan al Uno en sí y cuestiona cómo se generan las
magnitudes a partir de la pluralidad. Señala la falta de coherencia y los absurdos en estas
teorías, así como la dificultad de conciliar los principios universales con las cosas
singulares. También critica la idea de que las ideas sean substancias universales y existan
separadamente de las cosas sensibles. En general, argumenta que estas teorías carecen
de fundamentos sólidos y conducen a contradicciones y dificultades.
CAPITULO 10: APORÍA SOBRE LA UNIVERSALIDAD DE LOS PRINCIPIOS
Aristóteles plantea una aporía sobre la universalidad de los principios. Si se niega la
existencia separada de las substancias, se destruye su naturaleza como elementos y
principios. Por otro lado, si se acepta que las substancias tienen existencia separada,
surge la dificultad de cómo pueden ser sus elementos y principios. Si los elementos son
singulares y no universales, los entes serían iguales en número a los elementos, lo cual
los haría incognoscibles. Además, si los principios son universales, las substancias que se
derivan de ellos también serían universales, lo que plantea la cuestión de qué ocurre con
lo que no es substancia. Aristóteles argumenta que estas dificultades surgen cuando se
derivan las Ideas de los elementos y se postula la existencia de algo uno y separado.
También señala que la ciencia versa sobre lo universal, pero hay diferentes sentidos en
los que se puede entender esta afirmación. En resumen, la aporía plantea interrogantes
sobre la naturaleza de los principios y su relación con las substancias universales y
singulares.

LIBRO XIV:
CAPITULO 1: EXPOSICIÓN Y CRÍTICA DE LAS EXPLICACIONES PLATÓNICAS
ACERCA DE LOS PRINCIPIOS
Aristóteles critica las explicaciones platónicas sobre los principios. Argumenta que los
contrarios no pueden ser los principios de todas las cosas, ya que los contrarios siempre
son predicados de un sujeto y ninguno es separable. Además, plantea que no hay nada
contrario a la substancia misma. Aristóteles examina las diferentes propuestas sobre los
elementos y principios, como lo Grande y lo Pequeño, lo Mucho y lo Poco, lo Desigual y lo
Igual, y la Multitud y el Uno. Cuestiona la idea de que los contrarios sean principios y
señala que estos atributos son más bien afecciones y accidentes de los números y las
magnitudes. Además, argumenta que la relación, que se considera como un principio en
algunas teorías, no es una substancia ni un ente en sí misma. En resumen, Aristóteles
critica las explicaciones platónicas acerca de los principios y señala las inconsistencias en
sus argumentos.
CAPITULO 2: CONTINÚA LA CRÍTICA A LA TEORÍA PLATÓNICA DE LOS
PRINCIPIOS
Aristóteles critica la teoría platónica sobre los principios. Argumenta que si las cosas
eternas tienen elementos, entonces tienen materia y podrían no existir. Además, cuestiona
la idea de que lo Desigual y lo Relativo sean principios, ya que no son contrarios ni
negación del Uno y el Ente, sino naturalezas de los entes. Aristóteles señala que la
pluralidad de entes no puede explicarse mediante los contrarios y las relaciones, y critica
la falta de fundamentos para creer en la existencia de los números como entidades
independientes. También plantea dificultades en la concepción de la pluralidad de
substancias y cuestiona cómo pueden ser muchos los entes sin identificarse con la
cantidad. En resumen, Aristóteles expone una serie de críticas a la teoría platónica de los
principios, señalando sus inconsistencias y falta de fundamentos.
CAPITULO 3: CRÍTICA DE LOS FUNDAMENTOS EN QUE SE BASAN QUIENES
AFIRMAN LA EXISTENCIA DE LOS NÚMEROS MATEMÁTICOS
Aristóteles critica los fundamentos en los que se basan aquellos que afirman la existencia
de los números matemáticos. Argumenta que las razones que ofrecen no son necesarias
ni posibles y no justifican la existencia de los números. Critica la idea de que los números
son la composición de los entes y cuestiona por qué deberían existir separados si sus
propiedades se encuentran en los cuerpos sensibles. Además, señala que los números y
las magnitudes matemáticas no aportan nada a los entes y no se les aplican teoremas
relevantes. Aristóteles concluye que estas teorías son absurdas, contradictorias y
contrarias al sentido común, y plantea la necesidad de investigar los principios de las
cosas inmóviles en relación con la generación de números.
CAPITULO 4: LA GENERACIÓN DE LO ETERNO. LA RELACIÓN ENTRE LOS
PRINCIPIOS Y EL BIEN
Aristóteles aborda la generación de lo eterno y la relación entre los principios y el bien.
Critica la idea de que la generación de lo impar es negada, y señala que algunos
construyen el primer número par a partir de elementos desiguales. Cuestiona la relación
entre los principios y lo bueno y lo bello, y plantea la dificultad de decidir si el uno en sí es
el bien en sí o si hay otro elemento. Argumenta que lo primero y eterno, que se basta a sí
mismo, debe poseer inherentemente el carácter del bien. Expresa que es verdadero que
el principio tenga este carácter, pero sostiene que es imposible que el uno o cualquier
elemento numérico sea el principio. Además, advierte sobre las consecuencias absurdas
de asociar el mal con la pluralidad y lo desigual. En resumen, Aristóteles cuestiona las
teorías que relacionan los principios con el bien y el mal, y argumenta en contra de la idea
de que los números sean las substancias primeras separadas.
CAPITULO 5: LOS NÚMEROS Y SUS PRINCIPIOS LOS NÚMEROS COMO CAUSAS
Aristóteles cuestiona la forma en que los números son considerados como principios y
causas. Argumenta que no se interpreta correctamente el papel de los principios y las
substancias primeras al equipararlos con los principios de los animales y plantas. Señala
que los principios perfectos siempre proceden de algo indeterminado e imperfecto, por lo
que el uno en sí mismo no sería una entidad. Critica la idea de asociar el lugar con los
sólidos matemáticos y sostiene que los números no pueden ser considerados como
elementos. Examina cómo los números proceden de los principios y plantea la cuestión
de si es por mezcla o composición, argumentando que ninguno de los enfoques es
satisfactorio. Cuestiona la naturaleza de los elementos numéricos y su relación con las
substancias y el ser, señalando que los números no son causas de la forma, sino que la
proporción es la substancia. Concluye que los números no son ni causa eficiente, ni
materia, ni concepto y especie de las cosas, y tampoco pueden ser considerados como
causa final.
CAPITULO 6: QUE LOS NÚMEROS SEAN CAUSAS ES IMPOSIBLE
Aristóteles argumenta que los números no pueden ser considerados como causas en
ningún sentido. Critica la idea de que la mezcla se ajuste a un número y señala que las
relaciones de las mezclas consisten en una adición de números, no en números mismos.
Cuestiona la idea de que ciertos números sean la causa de características específicas,
como las estaciones o las proporciones musicales. Afirma que las realidades matemáticas
no son causas de la naturaleza y sostiene que las analogías encontradas en los números
son coincidencias y no fundamentos sólidos. Concluye que las dificultades y la falta de
coherencia en la generación de los números demuestran que las cosas matemáticas no
existen separadas de las cosas sensibles y que no son los principios de la realidad.

CONCLUSION:
En conclusión, el libro "Metafísica" de Aristóteles es una obra filosófica profunda y
compleja que aborda temas fundamentales sobre la realidad, la existencia y los principios
que la rigen. A lo largo de sus páginas, Aristóteles explora conceptos como la causa, la
sustancia, el ser, la unidad y la pluralidad.
En su búsqueda por comprender la naturaleza de la realidad, Aristóteles plantea
argumentos, distinciones y categorías que han influido en el pensamiento filosófico
posterior. Su enfoque en la causa y su identificación de cuatro tipos de causas (material,
formal, eficiente y final) han sido especialmente significativos, ya que proporcionan una
base para la explicación y comprensión de los fenómenos y eventos.
A través de su análisis, Aristóteles también reflexiona sobre la relación entre lo sensible y
lo inteligible, entre lo material y lo abstracto, y entre lo individual y lo universal. Sus ideas
han estimulado debates y discusiones en la filosofía, la teología y la ciencia a lo largo de
la historia, y su influencia perdura en la actualidad.
Si bien algunos aspectos de la "Metafísica" pueden resultar difíciles de comprender o
pueden generar controversias, su valor radica en su capacidad para cuestionar y explorar
los fundamentos de la realidad y la existencia humana. Es una obra que invita al
pensamiento crítico y al análisis profundo de los conceptos más trascendentales de
nuestra experiencia.
El libro "Metafísica" de Aristóteles ha tenido una gran influencia en la filosofía posterior y
ha sido ampliamente estudiado y debatido a lo largo de la historia. Esta obra, que aborda
temas fundamentales sobre la realidad y la existencia, ha tenido un impacto significativo
en diversas corrientes filosóficas.
Una de las contribuciones más importantes de la "Metafísica" de Aristóteles es su
concepto de causa y su enfoque en la explicación de la realidad a través de principios y
fundamentos. Aristóteles distingue cuatro tipos de causas: material, formal, eficiente y
final, lo que ha sido fundamental en el desarrollo de la filosofía y la ciencia occidental.
Además, la "Metafísica" de Aristóteles ha sido relevante en el debate sobre la existencia
de Dios y la naturaleza de la realidad. Su argumento sobre la existencia de un primer
motor inmóvil ha influido en la teología y en las discusiones sobre la relación entre Dios y
el universo.
La influencia de la "Metafísica" se extiende a lo largo de la historia de la filosofía, siendo
especialmente relevante en la Edad Media y el período escolástico, donde la obra de
Aristóteles fue estudiada y comentada por filósofos como Santo Tomás de Aquino.
En resumen, el libro "Metafísica" de Aristóteles ha tenido un impacto duradero en la
filosofía posterior, tanto en la formulación de conceptos fundamentales como la causa y la
existencia, como en los debates teológicos y ontológicos. Su enfoque en los principios y
fundamentos de la realidad ha sido un punto de referencia para el desarrollo del
pensamiento filosófico a lo largo de los siglos. Además que la "Metafísica" de Aristóteles
es una obra filosófica de gran importancia que ha dejado un legado perdurable en el
pensamiento occidental. Su contenido desafiante y profundo nos incita a reflexionar sobre
los principios fundamentales que subyacen en nuestro mundo y a buscar una
comprensión más profunda de la naturaleza de la realidad.

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