tESIS cAPITULO 3 - El Amor Te Destruye o Te Conestuye
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CAPITULO 3
Una separación es un instante trágico. La buena noticia es que a veces podemos prevenir que no
suceda. Te explicamos cómo lograr que el lazo que te une a tu chica sea duradero
No lo llegamos a entender. Todo parecía perfecto. No habíamos notado ningún signo que nos
hiciera presagiar la catástrofe, sin embargo, un día nuestra pareja nos comunica que no puede
más, que ya basta, que lo deja. Peor aún, puede ocurrir que ni siquiera nos diga nada y cuando
volvemos después de un viaje o de un largo día de trabajo nos encontramos con los cajones vacíos
y un inmenso espacio en el hogar que nos va a costar un mundo volverlo a llenar. Fuera del shock
que implica que una situación así suceda de manera imprevista, lo más desasosegante es no
entender los porqués: la ayudábamos cuando nos lo pedía, la cuidábamos, nos mostrábamos
disponibles y amables con ella en todo momento... No es cuestión de maldad, no hay detrás
sentimientos como la venganza. No se trata de que sea una decisión correcta o injusta Probamos a
llamarla y no coge el teléfono o responde con evasivas, investigamos su perfil en las redes sociales
para encontrar pistas sobre una tercera persona, preguntamos a sus amigos o algún familiar,
buscamos indicios de una depresión, de algún problema que no nos quería confiar... Todo en vano.
Sabemos que tenemos que comenzar una nueva vida, pero sin respuestas que sean transparentes
carecemos de un remedio que nos permita curar las heridas y poner el necesario punto final a una
etapa que tenemos que dejar atrás. La vida de una pareja es tan compleja como los miembros que
la componen y las razones de una ruptura solo las conocen quienes han pasado juntos muchos
meses o incluso años en compañía. Con todo, el consultor matrimonial Justice Schanfarber intenta
ofrecer a los hombres una fórmula basada en su experiencia para alertar sobre el detonante que
conduce la mayoría de las relaciones a su fracaso: las mujeres nos dejan porque sienten que no
estamos presentes.
La conclusión es trágica, ya que la ruptura puede no tener nada que ver con el amor. Nuestra novia
o esposa puede seguir prendada de nosotros, nos admira todavía, nos considera unos padres
maravillosos, pero si siente que no estamos ahí, puede entender que el vínculo que nos unía se
encuentra de alguna manera roto. No es cuestión de maldad, no hay detrás sentimientos como la
venganza. No se trata de que sea una decisión correcta o injusta. La resolución para ellas puede ser
incluso terrible, les destroza por dentro, pero las mujeres llegan a decidirse por una acción así
como un impulso vital imposible de eludir.