12 Beneficios de La Música en El Cerebro de Los Niños

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INSTITUCIÓN EDUCATIVA N.

º 80823
“EL INDOAMERICANO”

12 beneficios de la música en el cerebro de los niños

Escuchamos música desde la cuna o, incluso, en el período de gestación. Los bebés, en los


primeros meses de vida, tienen la capacidad de responder a melodías antes que a una
comunicación verbal de sus padres. Los sonidos musicales suaves los relajan. Se sabe, por
ejemplo, que niños prematuros que no pueden dormir son beneficiados por los latidos de la
madre o sonidos que los imitan.
Diversos estudios demuestran la importancia de la música como ayuda para el crecimiento
intelectual, ya que genera gran cantidad de actividad neuronal. Es el estímulo humano que más
partes del cerebro activa. La exposición desde recién nacidos a la música, especialmente a la
clásica, y su desarrollo musical según van creciendo, ya sea cantando, bailando o tocando un
instrumento, tienen los siguientes efectos positivos en los niños:

1. Aumento de la memoria, la atención y la concentración. Al atender a la melodía y a


la letra de las canciones, los niños aprenden a recordar y reproducir lo escuchado
mientras se divierten cantando. Es una actividad que les encanta y que a la vez
refuerza todas estas características.
2. Mejora de la fluidez de expresión. Tanto hablada como corporal, esta se desarrolla al
cantar y bailar. Entonar la letra de una canción resulta sencillo cuando se conoce su
ritmo, por lo que el niño puede repetir frases complejas que de otro modo no utilizaría.
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“EL INDOAMERICANO”
El baile le aporta la capacidad de expresarse con el cuerpo y tocar un instrumento
añade una nueva forma de comunicación.
3. Mayor facilidad para la resolución de problemas. La percepción de los patrones
rítmicos aumenta el razonamiento del niño para encontrar soluciones más complejas a
problemas matemáticos y de lógica. Si además se le añade la educación musical, el
efecto aumenta: comprender la duración de las notas en una partitura activa
directamente la zona del cerebro relacionada con las operaciones matemáticas. 
4. Estimulación de la imaginación y la creatividad. Enfrentarse a una disciplina
artística hace que se desarrolle el mundo interior del niño. También aumenta su
habilidad para desplegar otras materias de la misma rama, como el dibujo y la pintura.
Además, el reconocimiento de patrones rítmicos en una melodía actúa sobre la región
creativa y la motivadora del cerebro, impulsando directamente al niño a desarrollar su
imaginación. 
5. Refuerzo del lenguaje. Las letras de nuevas canciones aportan palabras y sonidos
para que el niño pueda ampliar su vocabulario. De nuevo, cabe mencionar la facilidad
para reproducir frases complejas cuando se sigue un ritmo que en otro contexto el niño
no utilizaría. La música es también un gran apoyo para el aprendizaje general, por lo
que puede ser un recurso didáctico directo.
6. Desarrollo del equilibro, los sentidos y los músculos. Al bailar adaptando sus
movimientos a los ritmos, el niño adquiere mayor coordinación, fuerza muscular y
sentido espacial. Le ayuda a aprender a moverse y a ser consciente del espacio que le
rodea. 
7. Enriquecimiento del intelecto. La evocación de recuerdos relacionados con la música
provoca un desarrollo intelectual mayor en el niño. La creación de memorias está
relacionada en muchas ocasiones con canciones y hay recuerdos concretos que se
despiertan con gran facilidad al volver a escucharlas. 
8. Aumento de la sociabilidad. La música les da la oportunidad de interactuar con otros
niños y con adultos, dándoles más ocasiones para desarrollarse en sociedad. Bailes en
grupo, grupos de canto o el simple hecho de conocer la misma canción hacen que los
niños puedan conocer a más gente y divertirse juntos. 
9. Mayor control de los estados de ánimo. La música evoca emociones tanto en niños
como en adultos: puede relajarnos o puede activarnos cuando escuchamos las
melodías correctas. Escuchar canciones alegres puede mejorar desde un momento
triste hasta un estado importante de estrés. 
10. Implantación de rutinas. Al asociar ciertas actividades a música y canciones
concretas, el niño se habituará a realizarlas cuando vuelva a escuchar la melodía que
relaciona con ellas, haciendo también que se vuelva más disciplinado.
11. Aumento de la autoestima. El aprendizaje de canciones y bailes, ya sea como ocio o
como actividad supervisada, aporta al niño mayor amor propio mediante una acción
divertida y entretenida. Conseguir tocar una melodía con un instrumento provoca la
misma reacción. 
12. Mejora de la salud. La música tiene el efecto de aliviar el dolor y fortalecer el sistema
inmunológico. También ayuda a coordinar la respiración y los latidos del corazón, por lo
que consigue calmar y relajar. Escuchar melodías tranquilas y alegres ayuda para la
recuperación tanto física como mental.

Los beneficios son extensos y muy variados. A ellos se puede sumar el hecho de que este
desarrollo cerebral afecta una vez pasados los años también al adulto, por lo que se puede
comprobar que la música es de vital importancia en el ambiente infantil. Tanto padres como
educadores deben conocer estos efectos positivos para ser conscientes de la repercusión que
implica el uso de melodías y canciones durante la educación del niño y para saber rodearle de
un ambiente que fortalezca su desarrollo. La música es un refuerzo positivo y poderoso para
todos.

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