Discapacidad e Inclusión en Colombia
Discapacidad e Inclusión en Colombia
Discapacidad e Inclusión en Colombia
FACULTAD DE DERECHO
CONSULTORIO JURÍDICO
ENSAYO
DISCAPACIDAD E INCLUSIÓN EN COLOMBIA
OCTUBRE 2022
DISCAPACIDAD E INCLUSIÓN EN COLOMBIA
Los abismos diferenciales que se evidencian entre los seres humanos, ya sea por su
posición social, edad, sexo, orientación política, religiosa, entre otros; condicionan y algunas
veces obstaculizan el desarrollo de sus labores, capacidades, oficios o artes, entre múltiples
factores detonantes tenemos el fenómeno de la discriminación, la cual constituye un
anómalo político, social y económico presente en la población mundial. Es un perjuicio
universal que carcome las sociedades y las culturas; se vincula con otras formas de
injusticias e inmoralidades, provoca crímenes y asesinatos, violencia, muerte y toda clase
de impunidad; genera marginalidad, exclusión y miedo en los más pobres, mientras otros
utilizan legítimamente el poder en su provecho
La discapacidad, la exclusión social, las barreras físicas y sociales, son palabras que en
una lectura separada pudiesen llevarnos a conceptos distintos, pero cuando los vemos
entrelazados logramos dimensionar que estos términos puedan llegar a conformar un todo,
y es este todo, el sentir de aquellos que no gozan de los mismos privilegios, es así como
en el grupo de las personas que padecen alguna discapacidad física, motora, sensorial y/o
intelectual, se encuentran inmersas por un lado, personas con deficiencias en problemas
de salud, y por otro, aquellos sectores que por múltiples impedimentos, ya sea de índole
social, política y económica, no pueden satisfacer sus necesidades básicas o acceder a
una ciudadanía social plena. Ahora bien, las personas con discapacidad, en la mayoría de
los casos por su limitación física, mental o sensorial y por barreras que la misma sociedad
y el entorno les impone, presentan altos grados de exclusión social limitando su acceso a
empleo, educación, accesibilidad a sitios públicos, entre otras desventajas sociales.
Actualmente, gracias a la modernidad tecnológica, las redes, los estudios, la voz que han
dado activistas, organizaciones no gubernamentales y algunos países, se ha tornado de
interés social el tema “de la población discapacidad”, generando el avance en su inclusión
en la agenda legislativa y el reconocimiento jurídico de sus derechos, lo cual conlleva a la
posible aplicación efectiva de los mismos.
Sin embargo, las personas en condición de discapacidad, aún necesitan el poder disfrutar
de una vida digna en condiciones de igualdad, que permita su acceso optimo y efectivo a
servicios educativos, recreativos, de transporte, de salud convencional, restaurativa y
ocupacional; adicionalmente, estas personas aun no gozan de acceso amplio y suficiente
a escenarios que les permita la participación activa en el ámbito social, político, económico,
sin qué en este ejercicio se vean vulneradas y sean víctimas de algún tipo de discriminación
o encuentren barreras que les impidan el libre ejercicio de sus derechos. Para que esto sea
factible, es necesaria la protección de sus derechos, la efectiva aplicación de la legislación
tanto internacional como doméstica, y la acción continua, integral, coherente y coordinada
de los diferentes sectores gubernamentales y de la sociedad en general.
A ello se le suma también las etiquetas, las estigmatizaciones que los han marcado de por
vida por el solo hecho de ser diferentes y colocados en una posición de inferioridad, lo que
conduce a tratarlos como personas incapaces de valerse por sí mismas, potenciarse y
desarrollarse.
Ahora, desde el enfoque de derechos, se integra la salud, pero se concibe a la persona con
discapacidad como un sujeto multidimensional al cual deben garantizársele sus derechos
humanos y el acceso a los servicios públicos en términos de igualdad e inclusión social;
desde el enfoque de derechos la salud es solo una parte y la persona con discapacidad
entendida desde su dignidad y autonomía pasa a ser el centro de la atención
Es así como se logra la promulgación de la Convención sobre los Derechos de las Personas
con Discapacidad, promulgada en 2006, la cual ha permitido una localización en casi todos
los países en especial de Latinoamérica, motorizando nuevas medidas en torno a la
población con discapacidad.
Los derechos de las personas con discapacidad han sido objeto de gran atención en la
Organización de las Naciones Unidas y en otras organizaciones internacionales durante
mucho tiempo.
La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, está dirigida a
promover, proteger y asegurar los derechos humanos y libertades fundamentales de todas
las personas con discapacidad. Es uno de los instrumentos de derechos humanos
técnicamente más avanzados de cuantos se han desarrollado hasta la fecha, es, además,
el primer instrumento jurídicamente vinculante que protege de manera general los derechos
de las personas con discapacidad y supone la consagración del cambio de modelo en la
forma de concebir la discapacidad desde el Derecho internacional, siendo necesario
destacar como en el artículo Primero de la Convención, se añade un segundo párrafo, que
sin definir la discapacidad, clarifica que "las personas con discapacidad incluyen a aquellas
que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al
interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la
sociedad, en igualdad de condiciones con las demás".
Las personas que presentan algún tipo de discapacidad sin distinción de clase social, raza,
cultura, género, edad y condición económica, pertenecientes a un grupo familiar o sola
demandan de la sociedad el derecho a una vida en igualdad de condiciones. Tales
exigencias han sido impulsadas desde los mismos movimientos sociales que se han
conformado en la región. Además, el discurso de estos colectivos se basa en el acceso
equitativo a los servicios (salud, educativos, ocupacionales, recreativos) y diversos
entornos, a la vez que se aclama por el ejercicio cierto de sus derechos, en especial los
concernientes a la vida digna y de buena calidad, la participación plena y la capacidad de
adjuntarse al desarrollo socioeconómico de la comunidad.
En esta medida, la integración de las personas con discapacidad se presenta como una
responsabilidad conjunta que envuelve al Estado, pero además las instituciones de toda
índole y inclusive la comunidad, entendiendo que la inclusión es una cuestión que no sólo
concierne a la persona con discapacidad, sino a toda la sociedad en general.
Esta perspectiva reconoce que existe una inequidad de facto que afecta la distribución de
los recursos tanto físicos como simbólicos, que condicionan la calidad de vida de las
personas con discapacidad, provocando unas relaciones de poder en que se subvalora el
aporte de esta población al desarrollo social y económico del territorio.
En otras palabras, debido a que las capacidades y fortalezas de las personas con
discapacidad no han sido identificadas y potenciadas, se ha impulsado, desde la conexión
entre el desarrollo humano o individual y el desarrollo social o colectivo, visibilizar a las
personas con discapacidad en los procesos políticos, sociales, culturales y económicos.
En nuestro país, aún con la existencia de una constante y significativa población con
discapacidad, no fue sino hasta la Constitución de 1991 que se empezó a brindar protección
directa a este sector y a respetar sus derechos.
Es así como la acción de tutela fue y continúa siendo una de las herramientas con las que
las personas en condición de discapacidad cuentan para hacer efectivos sus derechos, al
igual que las acciones populares y de grupo que dieron más claridad a las garantías en la
prestación de bienes y servicios. La creación de la Corte Constitucional como ente protector
y guarda de la Constitución y los derechos fundamentales ha constatado en distintas
providencias la importancia de proteger a quienes por su condición de indefensión o de
debilidad se puedan ver discriminados por las acciones desarrolladas por el mismo Estado
o por la sociedad en general.
Particularmente, el artículo 13 indica que el Estado promoverá las condiciones para que la
igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas en favor de grupos discriminados o
marginados. El Estado protegerá especialmente a aquellas personas que, por su condición
económica, física o mental, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y
sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan- reivindican los derechos
de la población con discapacidad, pues de manera taxativa determina la obligación de la
sociedad desde un enfoque de derechos, así las cosas, es en este articulo donde se
reivindican los derechos de las personas en condición de discapacidad, determinando de
manera clara y taxativa la obligación de la sociedad desde un enfoque de los derechos
Por otra parte, con la Constitución del 91 el principio de igualdad evoluciona gracias tanto
a la conciencia social y como a la conciencia jurídica actual de la población en general,
pues se establece que todos los seres humanos merecemos un trato digno por el simple
hecho de nacer. En este sentido, de acuerdo con Nogueira (2006),
En el año 2019, es sancionada por el gobierno nacional la ley 1996 de 2019, por medio de
la cual se establece el régimen para el ejercicio de la capacidad legal de las personas con
discapacidad mayores de edad se garantiza el derecho a la capacidad legal de las personas
en condición de discapacidad que hayan cumplido su mayoría de edad.
Las instituciones que agrupan personas en condición de discapacidad tienen una labor
fundamental para el logro de los objetivos propuestos en los tratados, las convenciones y
las leyes, teniendo en cuenta que cada una de las entidades y organizaciones de régimen
nacional deben contar con la experiencia y conocimiento de la población con discapacidad.
El estado debe tener a las personas en condición de discapacidad, son estas últimas
quienes realmente conocen sus necesidades específicas, agrupan a los beneficiados y
deberían hacer parte de la creación de la política pública. Además, son ellos los llamados
a promover la sensibilización de la ciudadanía, llevando a cabo campañas, actividades de
promoción y capacitación sobre discapacidad e igualdad, y tienen el papel primordial de
llevar a cabo auditorias de los entornos y servicios para fomentar la eliminación de barreras.
Se debe continuar trabajando para mejorar las condiciones de vida de las personas en
situación de discapacidad y diseñar e instaurar nuevas estrategias y programas que se
adapten al perfil de dicha población. La política pública en el ámbito familiar, cultural, social
y económico, es la herramienta que fortalece los procesos de promoción, prevención que
reconocerá el mejoramiento de la calidad de vida e inclusión de las personas en situación
de discapacidad.