Las Partes en El Juicio de Amparo
Las Partes en El Juicio de Amparo
Las Partes en El Juicio de Amparo
Se denomina parte a las personas que adquieren los derechos y obligaciones que nacen de una
determinada relación jurídica que ellos crean. Cuando asume la posición activa se le denomina acreedor,
y es deudor cuando asume la posición pasiva.
Además, en una relación jurídico-procesal, parte son los sujetos que intervienen en el litigio, ya sea al
ejercitar una acción, oponer una excepción o interponer un recurso en su calidad de actor o demandado.
Para los efectos del juicio de amparo, son parte el gobernador que en su calidad de quejoso ejercita la
acción en contra de una autoridad a la que denomina responsable; además, del tercero interesado, como
contraparte del agraviado (cuando se trate de un juicio civil, mercantil, laboral) y por lo mismo, desea que
prevalezca el sentido del fallo que ahora se impugna; por otro lado, también se considera parte al
Ministerio Público Federal (Adscrito al juzgado o tribunal) quien tiene como función esencial, defender
los intereses de la sociedad o del Estado, para con ello velar por la observancia del orden constitucional.
CONCEPTO DE PARTE EN EL JUICIO DE AMPARO
I. El quejoso
El quejoso puede ser cualquier persona (física o moral), nacional o extranjero, a quien
presuntamente la autoridad (ahora responsable), con su forma de actuar (positiva, negativa,
omisiva o prohibitiva), le ha violentado o restringido alguna de sus garantías individuales, o
derechos fundamentales.
De ahí que, al ejercitar la acción, deberá probar que dicho acto en efecto le ha vulnerado su esfera
jurídica (interés jurídico o legítimo para comparecer ante el órgano jurisdiccional), toda vez que, de
proceder su petición, deberá restituirse en el pleno goce del derecho violado, o bien deberá evitar
que se materialice tal conducta en perjuicio del gobernado.
TERCERO INTERESADO
De ahí que, ei tercero interesado (en los amparos administrativos, agrarios, civiles o
laborales), es la contraparte, es decir, quien ha resultado favorecido con la
resolución que ahora el quejoso impugna al promover el amparo, y por lo mismo,
tiene interés en que dicho acto prevalezca al dictar la sentencia el órgano de control
jurisdiccional.
TERCERO INTERESADO
Por otro lado, el artículo 5°, fracción III, en sus incisos a), b),c), d) y e) de la Ley de
Amparo, señala quiénes pueden intervenir con el carácter de terceros
interesados, por lo que para no incurrir en inútiles repeticiones, sírvase el lector
consultar los citados incisos de la fracción III, del numeral en comento, a fin de
complementar su estudio y comprensión.
AUTORIDAD RESPONSABLE
Concepto de autoridad
Potestad legalmente conferida y recibida para ejercer una función pública, para
dictar al efecto resoluciones cuya obediencia es indeclinable bajo la amenaza de
una sanción y la posibilidad legal de su ejecución forzosa en caso necesario.3
Desde el inicio del amparo, los tratadistas se dieron a la tarea de emitir diversos criterios
respecto a la autoridad responsable. Actualmente, resulta indispensable citar a una de las
voces más especializadas sobre el tema, como lo es el Dr. Valdemar Martínez Garza, quien
después de indicar la imperfección del artículo 11 de la Ley de Amparo (ahora abrogada),
proponía una reforma del numeral en comento, mismo que en su concepto debería estar
redactado de la siguiente manera:
Ordenadoras. Las que resuelven y sientan las bases para la creación de derechos y obligaciones; por ejemplo, el juez de
primera instancia del ramo penal que libra una orden de aprehensión.
Ejecutoras. Las que obedecen o llevan a la práctica el mandato de aquéllas; es decir, en el supuesto anterior, quienes
cumplimentan dicha orden serían los elementos de cualquier corporación policíaca que ejecuten un acto privativo de la
libertad.
En la demanda de amparo indirecto, es importante señalar tanto a las autoridades ordenadoras como a las ejecutoras, toda
vez que si se solicitó la suspensión del acto reclamado, no podrá concederse esta medida caute- lar si sólo se menciona a la
autoridad ordenadora pero no a la ejecutora, por estar en presencia de un acto consumado; sin embargo, esto no impide
que se analice el fondo del negocio planteado, y con ello la constitucionalidad o inconstitucionalidad del acto que se
reclama. Por otra parte, si en la demanda sólo se menciona a las autoridades ejecutoras, podrá otorgarse la suspensión que
se solicita respecto a los actos de ejecución, siempre y cuando éstos no se hayan realizado; amén de que sea admitida la
demanda, ésta se va a sobreseer por tratarse de un acto derivado de otro consentido.
Naturaleza de las autoridades
El amparo es procedente contra todos los actos de autoridad, sin importar su jerarquía, siempre y
cuando éstos se encuentren dentro de alguna de las tres hipótesis que refiere el artículo 103
constitucional.
Así las cosas, el quejoso será el gobernador, con independencia de la autoridad que con su forma
de actuar positiva, negativa u omisiva, vulnere o restrinja sus derechos fundamentales, o invada la
esfera competencial de la Federación o de los estados en su perjuicio.
Ahora bien, a raíz de tales criterios, cualquier ciudadano afectado por actos de empresas
paraestatales, universidades públicas, fideicomisos del gobierno y todo organismo federal,
estatal y municipal, incluso, de las comisiones de derechos humanos, podrá acudir al juicio de
amparo para que un juez federal determine la constitucionalidad de las acciones de esas
entidades.
ORGANISMOS DESCENTRALIZADOS
Son organismos descentralizados las entidades creadas por ley o decreto del Congreso de la Unión
o por decreto del ejecutivo Federal con personalidad jurídica y patrimonio propios, cualquiera que
sea la estructura legal que adopten,
La transcripción que antecede, señala lo que son los organismos descentralizados; sólo falta
reiterar que están dotados de personalidad jurídica propia, diferente de la del Estado, por quien
son creados para desempeñar una función técnica, además de ser titulares de derechos y
obligaciones frente a los particulares e incluso frente al propio Estado.
MINISTERIO PÚBLICO FEDERAL
El carácter de parte en el juicio de amparo, se reconoce en la fracción XV, del artículo 107, de la Carta Magna,
misma que a la letra indica: El Fiscal General de la República o el Agente del Ministerio Público de la Federación
que al efecto designe, será parte en todos los juicios de amparo en los que el acto reclamado provenga de
procedimientos del orden penal y aquéllos que determine la ley.
El Ministerio Público Federal en todos los juicios, donde podrá interponer los recursos que señala esta Ley, y los
existentes en amparos penales cuando se reclamen resoluciones de tribunales locales, independientemente de
las obligaciones que la misma ley le precisa para procurar la pronta y expedita administración de justicia. Sin
embargo, en amparos indirectos en materias civil y mercantil, y con exclusión de la materia familiar, donde sólo
se afecten intereses particulares, el Ministerio Público Federal podrá interponer los recursos que esta Ley
señala, sólo cuando los quejosos hubieren impugnado la constitucionalidad de normas generales y este aspecto
se aborde en la sentencia.
MINISTERIO PÚBLICO FEDERAL
La intervención del Ministerio Público Federal, como parte en el juicio de amparo, así como su permanencia, es discutible,
pero lo que es impostergable es su reestructuración o replanteamiento de sus funciones, a fin de que cumpla oportuna y
cabalmente con sus deberes constitucionales. No pasamos desapercibido como Don Juventino V. Castro y Castro, entra a
la defensa de esta institución y después de citar el artículo 2° de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la
República de 1999, respecto a sus atribuciones, indica:
Si todo lo anterior ya no va a quedar a cargo del Procurador y de sus agentes, en el juicio de amparo, acogiendo la reforma
en tal sentido, tendremos que empezar por pensar qué otro funcionario lo hará, o bien absurdamente cancelar esas
atribuciones que siempre han estado bajo la supervisión del Ministerio Público Federal.
LAS PARTES EN EL JUICIO DE AMPARO SEGÚN LA
LEY DE AMPARO
I. El quejoso, teniendo tal carácter quien aduce ser titular de un derecho subjetivo o de un interés legítimo individual o
colectivo, siempre que alegue que la norma, acto u omisión reclamados violan los derechos previstos en el artículo 1o de
la presente Ley y con ello se produzca una afectación real y actual a su esfera jurídica, ya sea de manera directa o en
virtud de su especial situación frente al orden jurídico.
II. La autoridad responsable, teniendo tal carácter, con independencia de su naturaleza formal, la que dicta, ordena,
ejecuta o trata de ejecutar el acto que crea, modifica o extingue situaciones jurídicas en forma unilateral y obligatoria; u
omita el acto que de realizarse crearía, modificaría o extinguiría dichas situaciones jurídicas.
IV. El Ministerio Público Federal en todos los juicios, donde podrá interponer los recursos que señala esta Ley, y los
existentes en amparos penales cuando se reclamen resoluciones de tribunales locales, independientemente de las
obligaciones que la misma ley le precisa para procurar la pronta y expedita administración de justicia.
LAS PARTES EN EL JUICIO DE AMPARO SEGÚN
LA JURISPRUDENCIA…
El artículo 11 de la Ley de Amparo, previene que sean consideradas como partes en el juicio, las
personas que hayan gestionado el acto contra el que se pide el amparo, cuando se trate de
prevenciones dictadas por autoridades distintas de las judiciales; y tal disposición debe aplicarse a
los juicios iniciados antes de la promulgación de la ley citada, si no habían sido fallados.
Queja en materia administrativa. Presidente y Síndico Municipales de San Andrés Nuxiño, Oaxaca.
12 de julio de 1920. Unanimidad de votos. La publicación no menciona el nombre del ponente.
LAS PARTES EN EL JUICIO DE AMPARO SEGÚN LA
JURISPRUDENCIA…
Si bien la ley admite como partes en el juicio de amparo, a las personas que gestionaron el acto
reclamado, cuando se trata de providencias distintas de las judiciales, esta disposición debe
entenderse en el sentido de que la resolución reclamada, necesita para que se dicte, una resolución
expresa de parte interesada; y no cuando la autoridad que se designa como responsable, la
pronuncia en uso de facultades propias, sin necesidad de promoción alguna de particulares.