La Alfabetizacion Inicial
La Alfabetizacion Inicial
La Alfabetizacion Inicial
INTRODUCCIÓN
● El Ministerio de Educación de la Nación y los Ministerios Jurisdiccionales han promovido
“modificaciones organizativas, institucionales, pedagógicas, didácticas y del trabajo
docente” con la intención de fortalecer las políticas de enseñanza y crear condiciones
para que todos los alumnos aprendan, para que se apropien de los contenidos que se
enseñan en la escuela.
● En el caso de la alfabetización inicial, una modificación que reviste particular
importancia es la de considerar como unidad pedagógica a los dos primeros años de la
escuela primaria.
● Es importante asegurar la continuidad entre primero y segundo grado es vital para
lograr que en ese primer período de la escolaridad obligatoria sea posible cumplir con
una ineludible responsabilidad de la institución escolar: la de sentar las bases para la
formación de los futuros ciudadanos de la cultura escrita.
OBJETO DE ENSEÑANZA
● El gran propósito educativo de la enseñanza de la lectura y la escritura es incorporar a
los chicos a las comunidades de lectores y escritores, está claro que el objeto de
enseñanza debe definirse tomando como referencia fundamental las prácticas sociales
de lectura y escritura.
● Hacer de la escuela y de cada aula una comunidad de lectores y de productores de
textos. Promover que los alumnos recurran cotidianamente a los textos para cumplir
diversos propósitos, que pongan en común y discutan sus interpretaciones, que
conozcan obras relevantes tanto literarias como vinculadas con los temas que están
estudiando.
● Crear un ambiente de producción cooperativa que permita a los niños compartir sin
temores sus escritos con los interlocutores presentes en el aula con el maestro, por
supuesto, y también con sus compañeros- sabiendo que éstos les harán sugerencias
para mejorarlos.
¿Qué enseñamos cuando enseñamos a leer y a escribir?
Los contenidos esenciales que estarán en juego en los dos años que conforman la Unidad
Pedagógica son:
● Los quehaceres del lector y del escritor: se construye tomando como referencia las
prácticas de lectura y escritura, se conciben como contenidos fundamentales de la
enseñanza los quehaceres del lector y los quehaceres del escritor.
● Entre los quehaceres del lector: implican interacciones con otras personas acerca de
los textos, se encuentran, por ejemplo, los siguientes: comentar o recomendar lo que se
ha leído, compartir la lectura
● Los quehaceres del escritor: Planificar, textualizar, revisar una y otra vez... son los
grandes quehaceres del escritor, que no son observables desde el exterior y se llevan a
cabo, en general, en privado.
● El lenguaje que se escribe: Se pone en acción tanto practicantes de la lectura y la
escritura recursos lingüísticos a los que es necesario apelar para resolver los diversos
problemas que se plantean al producir o interpretar textos
● El sistema de escritura: Los niños lo reconstruyen de manera activa, formulando
hipótesis, poniéndolas a prueba y rechazándolas o reelaborándolas en función de los
conflictos cognitivos que enfrentan a lo largo de un prolongado proceso
¿Qué situaciones proponemos a los niños para que aprendan a leer y a escribir?
Se plantean cuatro situaciones didácticas fundamentales que constituyen verdaderos desafíos
para que los alumnos pongan en juego y avancen en sus posibilidades de producir e interpretar
textos desde muy pequeños.
Los niños leen a través del maestro: el niño pequeño que todavía no domina el
sistema de escritura puede apropiarse del lenguaje escrito a través de la voz del otro,
como así también comentar y participar de un espacio de discusión sobre lo leído. A
través de este tipo de situaciones, el niño se está formando como lector y se está
nutriendo de palabras, ideas y formas que incidirán positivamente también en la
elaboración de sus producciones escritas.
Los niños escriben a través del maestro: las situaciones en las que los niños
escriben a través del maestro está ubicado en el proceso de escritura y en el
aprendizaje del lenguaje escrito.
El maestro, establece con sus alumnos un diálogo “de escritor a escritor”: incita a
planificar lo que se va a escribir, propone pensar en diferentes alternativas para el
comienzo del texto e invita a elegir la versión que el grupo considera más adecuada o
impactante, sugiere buscar diversas posibilidades de expresar cada idea, propone leer y
releer lo escrito para asegurar la coherencia con lo que se está por escribir o para
revisarlo desde la perspectiva del lector potencial…
Las situaciones en las que los niños “dictan” al maestro, por ser grupales, tienen la
ventaja de permitir la verbalización de los diversos problemas que en un silencioso
trabajo de escritura individual no se hacen explícitos.
Los niños leen por sí mismos: la forma en que suele concebirse el acto de lectura: se
cree que leer un texto consiste siempre en leerlo completa y exhaustivamente,
empezando por la primera palabra e identificando todas y cada una de las siguientes
hasta llegar a la última.
los niños que aún no leen convencionalmente usan las mismas estrategias básicas que
los lectores experimentados: anticipan significados posibles en función de la
coordinación inteligente de datos del texto con datos del contexto.
Los niños escriben por sí mismos: Las situaciones didácticas de escritura que
contribuyen a la adquisición de la alfabeticidad son aquellas que permiten a los niños
poner en acción sus propias conceptualizaciones y confrontarlas con las de los otros;
son aquellas que plantean desafíos que los impulsan a producir nuevos conocimientos
acerca de la escritura, a recurrir a las diversas fuentes de información existentes en el
aula.
Las propuestas didácticas dan prioridad, en estos casos, a la producción de textos
cuyas características hacen posible poner en primer plano la exploración de rasgos del
sistema: listas de personajes o de títulos de cuentos leídos, rótulos para las partes de
una imagen significativa -del cuerpo humano, por ejemplo-, epígrafes para fotos o
dibujos, etcétera.
¿Cómo se organizan las situaciones didácticas en el tiempo escolar?
● Se organizan por diversas situaciones con continuidad, también considerando la
simultaneidad; en el sentido de que en un mismo período un día, una semana, o un
lapso mayor se articulan la lectura y la escritura realizadas a través del docente o por
los alumnos mismos.
● Simultaneidad, también, entre diferentes modalidades organizativas: los proyectos, las
actividades habituales y las secuencias de situaciones coexisten y se articulan a lo largo
del año escolar.
Los proyectos de interpretación/producción de textos: a diferencia de todas las
otras modalidades organizativas, se caracterizan por estar orientados hacia la
elaboración de un producto que tendrá un destinatario, razón por la cual la lectura y la
escritura cobran un sentido particular para los alumnos. Permiten una organización muy
flexible del tiempo: según el objetivo que se persiga, un proyecto puede ocupar sólo
unas semanas o desarrollarse a lo largo de varios meses.
Las actividades habituales se reiteran en forma sistemática y previsible con una
frecuencia diaria, semanal o quincenal a lo largo de todo el año escolar. Pueden incluir
situaciones de lectura y/o escritura.
Las secuencias de situaciones, a diferencia de los proyectos, no tienen un producto y,
a diferencia de las actividades habituales, tienen una duración relativamente restringida.
Pueden centrarse ya sea en el desarrollo de la lectura y la escritura, ya sea en la
reflexión y sistematización sobre contenidos gramaticales u ortográficos.
OBSERVACIONES FINALES
Compartir entre docentes la planificación y el análisis de las situaciones de clase fortalece la
enseñanza, al mismo tiempo que hace posible asumirla como una responsabilidad cooperativa.
Asimismo, al debatir puntos de vista y explicitar los criterios didácticos que subyacen a las
propuestas formuladas, se hacen visibles aspectos relevantes del trabajo docente que suelen
permanecer invisibilizados.
Abrir espacios y generar tiempos comunes para el trabajo colaborativo entre docentes es una
cuestión que involucra al equipo directivo y a la institución en su conjunto. Asumir este
compromiso es una de las condiciones insoslayables para transformar la escuela en una
auténtica comunidad de lectores y escritores.