Unidad I y II
Unidad I y II
Unidad I y II
El proceso de la creación del Instituto Nacional de la Nutrición fue largo y requirió una
tediosa y ardua labor llena de contratiempos y dificultades. El interés por los temas de la
nutrición con referencia a la clínica médica y la patología fueron en gran parte como ya
se ha mencionado suscitados en nuestro país por la labor de Pedro Escudero, quien en
1927 sustituyó en la Cátedra de Clínica Médica al famoso Dr. Luis Güemes. El Dr.
Escudero, que se desempeñaba como médico clínico en el Hospital Rawson propuso a
la dirección de la Asistencia Pública la creación en dicho Hospital de un Servicio
Especial para enfermos de la nutrición, en especial diabéticos idea que fue aceptada y el
Servicio Especial se creó en 1924. Sobre estas bases, pocos años después, en 1928, se
fundó el Instituto Municipal de Enfermedades Metabólicas, que según su creador, sería
un centro de investigación para el estudio de los problemas de la alimentación racional,
y de las enfermedades derivadas de problemas metabólicos y de la avitaminosis. El
Instituto tuvo además como objetivo el llevar a cabo una función docente que permitió a
los médicos y químicos su especialización en el área de la nutrición y dio lugar a la
formación de personal técnico auxiliar. La acción desarrollada entonces fue pródiga en
iniciativas originales, entre otras actividades se habilitó la primera cocina hospitalaria y
se implantó la sistematización del estudio y tratamiento del enfermo diabético (2,3).
El Instituto constituyó un ente de asesoramiento para las autoridades municipales y
nacionales en cuestiones alimentarias tales como, la planificación del suministro de
alimentos a los hospitales, la venta de vino en las ferias, la legislación sobre el diseño de
productos alimenticios especiales, el racionamiento de colectividades, comedores
infantiles, entre otras. Los alcances de la labor cumplida hasta ese momento y las
posibilidades de lograr aún un campo de acción mayor, llevaron en 1934, a un cambio
en el nombre del Instituto, que dejó de denominarse de"enfermedades" de la nutrición,
para convertirse simplemente en Instituto de la Nutrición. Esto no constituyó
simplemente un mero detalle de denominación, implicaba reconocer la constitución de
una entidad independiente, de orden técnico, de investigación y de asistencia, que
abarcaría la consideración de todos los problemas de la nutrición humana. Con estas
características el Instituto se trasladó a una nueva sede en un inmueble en las cercanías
del Parque Centenario en la ciudad de Buenos Aires, en predios del Instituto Pasteur,
donde se inició un nuevo período de progreso.
La función docente que había sido esbozada en los primeros momentos en el área
municipal, quedó plasmada con la creación de la Escuela Municipal de Dietistas.
Asimismo el Instituto fue sede de la novísima Cátedra de Clínica de la Nutrición, que
fue creada gracias a los empeños del propio profesor Pedro Escudero (4).
Hasta entonces, aún cuando era objeto de consultas y pedidos de asesoramiento por
parte de organismos provinciales y nacionales, el Instituto operaba administrativamente
en la órbita municipal. Pero su rumbo hacia el nivel nacional estaba señalado, en 1937,
el Dr. Jaime Espejo Solá presentó ante la Cámara de Diputados de la Nación un
proyecto de ley para su nacionalización. Entre los fundamentos para esta propuesta se
manifestaba la necesidad de crear un organismo nacional que centralice y organice todo
cuanto se relacionara con el estudio de la alimentación racional y económica de la
población argentina. El poder Ejecutivo, no esperó la sanción legislativa y por decreto
firmado por el general Agustín P. Justo el 17 de febrero de 1938 dispuso la creación del
Instituto Nacional de la Nutrición y de la Escuela Nacional de Dietistas. El edificio, las
instalaciones y la organización del Instituto Municipal pasaban a formar parte de una
nueva dependencia, así como los subsidios que recibía. Se adquirió como sede de parte
de sus instalaciones una propiedad en la Avenida Córdoba 3120, y aún fue necesario
alquilar un edificio en la Avenida Pueyrredón, para instalar parte de sus oficinas y
laboratorios.
"He hallado laboratorios más completos que los que posee en Instituto, lugares de
asistencia médica más importantes y trascendentales, pero la organización y orientación
del Instituto Nacional de la Nutrición no la hay en ninguna parte. El profesor Escudero
es el pionero de una nueva idea respecto del estudio del hombre dentro de la sociedad en
que vive".
El Instituto Nacional de la Nutrición sustentó una doctrina particular que fue expuesta
en sus publicaciones oficiales y presentada en los congresos médicos nacionales e
internacionales; esta doctrina médico-social, se extendió lentamente hasta su
generalización en el país y fuera de él. En unos de sus trabajos Pedro Escudero expresa:
"La base de la conservación del ser viviente es la nutrición: vida, vigor, reproducción,
espíritu, sociedad y moral dependen de ella. Por eso este Instituto se denomina de la
Nutrición y comprende solidariamente el estudio de la vida del hombre como entidad
física y moral y el estudio de la sociedad que constituye. El Instituto Nacional de la
Nutrición no es asiladamente un hospital aunque cura enfermos, no un laboratorio
biológico aunque analiza la vida, ni un centro de estudio social aunque investiga la
sociedad, ni una oficina de acción social aunque ayude a necesitados, ni una escuela
aunque enseña, ni un púlpito aunque predica. Es todo ello junto, pero la investigación es
su centro y su fin: investigación de los hechos, de las causas, y de los remedios. Por
todo ello, es sustancialmente un instrumento de gobierno, el consejero de la política
social, el compás de la asistencia social. En ello estriba la originalidad de su creación y
la oportunidad de su acción".
"Siendo alumna de cuarto año, un día recibimos la visita del Profesor Dr. Pedro
Escudero que venía a promocionar la creación de una nueva carrera femenina, con
exigencias de estudios universitarios, que se crearía próximamente".
Un año después se sancionó la ley que acordaba la subvención anual para habilitar la
Escuela, que inicia las actividades el 8 de abril de 1935 y pasa a tener dependencia
nacional en febrero de 1938 por decreto del Poder Ejecutivo Nacional (5,6).
La Escuela otorgaba becas para el estudio de la carrera a alumnas del interior del país y
a raíz de la III Conferencia Internacional de la Alimentación, celebrada en Argentina, en
1939 se implementaron también becas para estudiantes de países latinoamericanos,
quienes sembraron en la región la doctrina del Dr. Escudero. Las primeras dietistas de
Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, Guatemala, Honduras, México,
Nicaragua, Paraguay, Panamá, Perú y Uruguay, eran egresadas de la Escuela Argentina
y con posterioridad en dichos países se crearon Escuelas a semejanza de la propuesta de
Escudero, adaptando las curriculas a las necesidades de cada país (7).
Escudero concibió a la inicialmente dietista como:
"Una estudiante con preparación universitaria que tuviera los conocimientos básicos del
médico, que conociera su léxico y su orientación biológica para poder colaborar con él
realizando la fórmula dietética, como el farmacéutico realiza la fórmula farmacológica".
En 1966, por decreto del Poder Ejecutivo Nacional la Escuela Nacional de Dietistas
pasa a denominarse Escuela de Nutricionistas - Dietistas; en 1968 es transferida a la
Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y se realizan reformas en el
plan de estudios, ampliando la currícula que pasa de tres a cuatro años. La primera
Directora Interina fue la dietista Telma Caputti, una de las egresadas de la primera
promoción de dietistas, quien ejerció la dirección hasta el año 1991. En 1987 se amplía
el plan de estudios a cinco años y desde entonces los egresados reciben el título de
Licenciados en Nutrición.
Conclusiones
"El problema alimentario de un pueblo presenta dos fases obligadas una biológica y otra
económica, es erróneo querer estudiarlas separadamente… A veces es necesario
también agregar al estudio una tercera fase, la historia del pueblo cuya alimentación se
trata de determinar, es decir el conjunto de tradiciones, creencias y costumbres de la
alimentación..."
En homenaje a una Institución modelo que dio orígenes y sello distintivo a la nutrición
en nuestro medio, en las actuales dependencias de la Escuela de Nutrición de la
Universidad de Buenos Aires (Marcelo T de Alvear 2202, 4to piso, Ciudad Autónoma
de Buenos Aires) se exhibe una muestra fotográfica de exposición permanente junto a
una colección de objetos y publicaciones originales que retratan una parte de la historia
del Instituto Nacional de la Nutrición.
Agradecimiento
Referencias bibliográficas
16. Wahlqvist L. The new nutrition science: Sustainability and development. Public
Health Nutr 2005; 8: 766-772. [ Links ]
DIETOTERAPIA
La palabra dieta proviene del latín DIAETA, que significa: Régimen que se debe tener
en el comer y en el beber. A su vez, la palabra Régimen hace alusión a un orden
orientado al bienestar y a la conservación de la salud.
Esto es lo que, hoy, técnicamente se conoce como Alimentación Normal o lo que todos
llaman “comer sano” que es un concepto muy impreciso del que todo el mundo habla
sin saber exactamente a que hace referencia.
La palabra dieta fue cambiando de connotación y tiene, actualmente, mas vinculación
con la recuperación de la salud. Es decir, hacemos dieta cuando nos sentimos mal
físicamente o psicológicamente con nuestro cuerpo.
La dietoterapia es, entonces, el tratamiento de sindromes y enfermedades por medio de
la dieta.
Una definición clásica de dietoterapia es: la modificación en cantidad o calidad de la
alimentación normal para adecuarla a una situación patológica.
Esto significa que a diferencia de la Alimentación Normal, en un régimen dietoterapico,
no se respetan necesariamente las leyes de la cantidad, la calidad y la armonía, pero si
necesariamente la de la adecuación.
Por ejemplo, en el tratamiento dietético de la obesidad, se indica una dieta hipocalórica
que aporta menos calorías que las que el individuo necesita según su masa corporal y
actividad física, es una alimentación insuficiente, que tiene por objeto lograr un balance
negativo de energía.
En el tratamiento de una pancreatitis o un síndrome de mala absorción se requiere un
régimen marcadamente hipograso, es decir disarmonico, y para una insuficiencia renal,
en ciertas etapas de la enfermedad, un régimen hipoproteico estricto no cumple con la
ley de la calidad.
Pero en estas dietas se esta cumpliendo con la ley de la adecuación a la situación
particular del individuo que es destinatario de ellas. La adecuación no solo debe hacerse
a la capacidad de su organismo de digerir, metabolizar o excretar los nutrientes o sus
metabolitos, incluidos en la dieta, sino también a su situación económica y social y a sus
pautas culturales.
Se debe tener en cuenta:
• La fisiopatología de los órganos afectados
• El estado de la digestión gástrica e intestinal
• El momento evolutivo de la enfermedad
• Los síntomas y síndromes concomitantes
• El estado nutricional del enfermo
• Intolerancias individuales
• Patrones culturales
• Influencias psicológicas y sociales
• Situación económica
La dietoterapia es, por lo tanto, siempre individual, no se pueden indicar dietas a través
de una revista, no es serio y puede ser peligroso. Es parte de lo que se denomina
Charlatanismo Nutricional.
• Paliativa: Apunta a conservar y/o mejorar el estado nutricional del paciente para
optimizar la respuesta inmunológica, la cicatrización y regeneración de los
tejidos, lograr una sensación de bienestar y confort, mejorar su calidad de vida
durante la convalecencia. Ej: enfermedades digestivas, oncológicas, renales,
quemaduras, infecciosas.
El plan de alimentación
Recuperación
Prevención de
de la salud
enfermedades
DIETOTERAPIA
Hipertensión
Tratamiento no farmacológico: modificaciones del estilo de vida (según guías europeas)
Dejar de fumar
Reducción del peso y su estabilización
Reducción de la ingesta de alcohol
Actividad física aeróbica
Reducción de la ingesta de sodio (≤ 4g de ClNa)
Incrementar la ingesta de frutas y verduras y reducir la de las totales y saturadas
Guidelines for the Management of Arterial Hypertension. The Task Force for the Management of Arterial
Hypertension of the European Society of Hypertension (ESH) and of the European Society of Cardiology (ESC)
Journal of Hypertension 2007, 25:1105-1187
Dislipemias
Cáncer
Mantener un peso ideal
Aumentar el consumo de frutas y hortalizas
Reducir el consumo de grasas, sodio, azucares refinados y alcohol
Cuidar las formas de preparación de los alimentos, evitando los productos de
tostación
Ser prudentes con el consumo de alimentos envasados, conservados y ahumados