Una Ficcion Criminal en Estado Puro

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Revista del Departamento de Estudios Españoles y Latinoamericanos

Facultad de Humanidades, Universidad Hebrea de Jerusalén

Número 10, 2001-2002

Una ficción criminal en estado puro: Sobre Plata quemada de Ricardo Piglia

Edgardo H. Berg

pp. 7-11
(Jnsfrcci6n criminsl
en estsdo puro:
Sobre Plataquemada
de Ricardo Piglis
Edgardo H. Berg
Nosofros, pequefios artesanosburgueses,
nosofros que abrimos con nuestras honradas
ganzlas las niqueladas cojos registradoras de /os
pequefios negocios,somos deuorados por los
grandes empresarios,detrds de los cuales est6n
lasgrandes instituciones bancarias.tQud es una
llaue maestracomparada con un t(tulo
accionario? tQud es el asaltoa un banco
comparado con Ia fundaci6n de un banco
Bertold Brecht

apuesta que hace Piglia con Plata quemada (1997)


Brechty el eslab6nperdido es desarrollaruna novela policial en estadopuro.' La
'lffJE permito empezarcon un fragmentodel parla- reducci6n filmica del director argentino Marcelo Pi-
lllmento pronunciadopor un personajedeLa 6pe- fieyro, quien transforma una historia de fuerte con-
ro de dos centalos, de Bertold Brecht, para abrir flictividad social en una relaci6n casi adolescente de
estecuadrominimo de reflexionessobreuna novela una pareja goy;2 o los comentarios poco afortunados
que conviertela cita brechtianaen an6cdota.La de Martin Prieto, quien piensa a Piglia como un artista

Argentino contempordnea del Centro


Mor del Plato, Argentina, 1962. Es docente e inuestigador en el drea de Literaturo
Es coautor de ltinerarlos entre la iiccl6n
de Letras Hispanoomericanas de Io :Jniuersidod Nacionol de Mor del Plato.
y arsentino(1993),v supersticionesde
en la literatura hispanoamertcano
,'tiiii"ri{.Trr""ii"."iaira"a Narratioa y poesia hispanoame'
iinaje. Genealogias y reescrituras (1996). Porticip6 ei los uolamenes colectiuos
icina Ag6a-figai Osi6); ialiraci6n'miltipie, sobre Ricardo Pislia (2001): Historia cultutal del siglo )(X
y resei'as crtticas,
(ZOOI). Uo publicado art{culoi sobre podticas de li narr.acion en Ia literotura argentina contempordnea
y omericanas y in Reflejos. Colaboro en t'orma permanente con orticulos, resei'as crfticas y textos
en reutstas europeas
;; f*:;;;";i;;" iet aio,aL; c"p't"t d" M* d"tPht"v "'
'"ii^.i"i
publicadas en las revistas Confluencia
1 Las primeras reflexiones sobre la novela de Piglia se encuentran en mis resefias
Octr-rbredel 2000 en el ll
(199g) e Hispam1rica tiSSS). Et presente tr-abajo, con ligeras variantes, Jue leido el20 de
de
b;Gl"* hi;r;u.ionA aJ f"o,iiy Critcgliteraiia, Faculiad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional
Rosario, Centro de Estudios de Teoria y Critica Literaria'
notables, tanto en la composici6n narrativa como en la proyecci6n
-2 Comosabemos, la novela sirve de base con variantes
ideolOgica, al exitoso fif-"-a" ftl.."io Pifreyro. Concebida b6sicamente para un p(blico adolescente y joven -una de
taquillero Tango feroz, que recupera de
las eshategias basicas ae mercado iel director, basta pensar en su otro fiime
Tango o Tanguito-, transforma-una historia
un modo lavado la tlgura Je Jos6 Angel Iglesias, m6s conocido por su apodo
sustentada en las actuaciones de Leonardo
de fuerte contenido politico(Ln h veisi6n'de Piglia) en una historia de imor,
FiUf. E.fr"ri Leiicia.Br6dice, H6ctor Alterio, enhe ohos actores. Asimismo, veanse los
Sbaraglia, Eduardo N*i"gi,
comentarios de Martin priJtl p
roUrn fu o6ticadePiglia en Maria Teresa Gramuglio, Marlin Prieto y Beatriz Sarlo (2000)' 7
del consensoy la producci6n del autor como una una lizado el engranaje secreto entre dinero, crimen y de-
suerte de po6tica populista (la podtica de Piglia como lito. La literatura en su vertiente "dura" o "negra"
satdlite de la podtica de Osvaldo Soriano, dice el cr(- discute y polemiza con las razones capitalistas; articu-
tico argentino) no dejan ver la propuesta altamente la una contraversi6n que perturba el estado nafural
transgresiva del escritor. M6s bien, creo yo, se trataria de las cosas y provoca una fisura sobre las reglas y
de hacer del discurso de un salteador de caminos -de normas del buen funcionamiento social. Podriamos
Macheath, alias Makie Navaia- un emblema ideol6- decir que algunas novelas actuales ingresan en el
gico. mundo contempordneo observando "la jungla del as-
Ya hemos hablado en otros trabajos (ver Berg falto" y vuelven a encontrar el tema balzaciano de la
7993;Bergl995;Berg1996 a;1996 b) sobrela fun- relaci6n entre poder y secreto.
ci6n y los efectos proliferantes y migratorios de la cita
cQu6 es laley? Lqu6 es el delito? aqu€ es robar un
en el tejido pigliano: la cita como un modo de la in-
banco comparado con fundarlo? Y en esto hay que
triga novelesca; la cita como robo y destrozo andrqui-
volver a Marx. Digo a Marx a secasy no a sus espe-
co en elbuen decir proudhoniano; la cita como pillaje jismos. Ser radical para el discipulo descarriado de
arltiano en boca de Borges; la cita como inscripci6n Hegel consistia en empufiar las cosas por su raiz.
y desv(o geneal6gico; la cita como respirador artificial
cQui6n determina a qui6n? lLaley determina el de-
para arpegiar, en registro wittgensteniano, aquello de
lito o el delito determina la ley?
lo que no se puede decir; la cita como perversi6n
sanguinolentaen la cadena de la serie familiar de la La actividad del crimen ha interesado siempre y
literafura argentina; la cita como utopia benjaminiana continfa interesando. La productividad del delin-
en clave polaca; la cita como modelo de pasaje entre cuente ante el aparato judicial y los agentespoliciales
critica y ficci6n; o la cita, deciamos, como emblema del Estado ha cambiado a menudo o, al menos, ha
ideol6gico. Utilice su escritura para amplificar las citas vacilado en distintos contextos hist6ricos y culturales.
o las disuelva en su propia escritura, habria que afir- Y en este sentido, el delito puede ser visto como una
mar que en Piglia la cita funciona como una suerte de las formas mds pol6micas sobre el s/ogon bdsico
de sintaxis:una cadena o un engranajehecho de en- de la propiedad privada.
vios que, muchas veces,se expande y prolifera como Entre los innumerables actores sociales,los ban-
un sistemade lecturao de pruebas,amenazadosiem- didos siempre han producido una fuerte seducci6n
pre por los efectos de la repetici6n y los espejismos en el armado de las intrigas novelescas.Novelas,
falsos de la critica. La po6tica de Piglia como una poemas, filmes, juegos electr6nicos abundan en
novela criminal hecha de delitos y apropiaciones proyecciones de im6genes sobre asaltantesde ban-
pone en juego los modos de transcripci6ny deriva-
cos y salteadoresde caminos. Desde la tradici6n tar-
ci6n del tr6fico literario: "las citas en mis trabajos", domedieval de las baladas anglosajonas -basta
cita Hannah Arendt, recitando a Walter Benjamin, pensar en Robin Hood- al furor y el impetu rom6n-
"son como ladrones junto a la carretera que realizan
tico del ladr6n noble en Schiller, pasando por los
un ataque armado y exoneran a un holgaz5n de sus Moreiras de la serie gauchesca,la recreaci6n de Vi-
convicciones" (Arendt 1990: 1,78). fias de Mate Cosido (sic), Severino Di Giovanni o
los personajes arltianos de nuestra tradici6n, la lite-
ratura ha construido h6roes vengadores que encar-
Un tratadoradicalsobre nan formas de resistencia social y sueiios de justicia
la delincuencia que, todavia hoy, perduran en nuestra sociedad. En
m6s de una ocasi6n, en nuestra lectura de algunos
l!N nuestra contemporaneidad regida por el desa- textos de ficci6n, de una u otra manera, todos he-
llnollo de los medios masivos de comunicaci6n, la mos deseado que el criminal triunfe o salga victo-
mayoria de las veces, vemos los acontecimientos so- rioso, porque el criminal, incluso en su versi6n mds
ciales,casi sin darnos cuenta, bajo la lupa del registro ddbil, siempre enfrenta la ley, los mecanismos se-
policial; miramos el mundo desde la l6gica del delito cretos y salvajes del capitalismo. "El bandido, afir-
y descubrimos nuestra realidad en el escenario del maba Bakunin, es siempre elhdroe, el vengador del
crimen. Los delitos de Estado, la corrupci6n en los pueblo, el enemigo inconciliable de toda forma re-
ministerios p(blicos, la asociaci6n entre sectores de presiva y autoritaria de Estado" (Hobsbawm 1983:
la instituci6n policial y la delincuencia com(n, el hd- 49). Sin embargo, Piglia no trabaja, en Plata que-
fico de drogas y el lavado de dinero son algunas hue- mada, la figura del bandido romdntico, cuya mo-
llasde lo empirico que generanun debate socialsobre deraci6n forma parte de la imagen noble del ladr6n
la constituci6n del Estado y de nuestra sociedad. En amigo, quien roba a los ricos y distribuye a los po-
este sentido, la literatura muchas veces ha puesto en bres, sino, mds bien, la de criminales en estado
8 discusi6n las relaciones entre verdad y ley y ha ana- puro.
Se suele pensar -en uox populi- que el m6dico puestosde la economia politica. Pensaruna crimino-
produce la salud o activa la enfermedad; los profeso- logia radical es ir de una l6gica juridica sustentada en
res universitarios fabrican popers, cuadernillos de c6- la teoria de la desviaci6na otra, basada en una lectura
tedra, escritos en formato de Tesis; los pol(ticos y los materialistade la legislaci6ny el delito.
empresarios, actos de corrupci6n y delito. En un Pero Lqu6 pasa cuando el dinero que produce la
apartado dela Hlstorls critica de la teoris de la Ieg g genera los tratados sobre la moral y las buenas
plusoalia, Marx se detiene y retoma las reflexiones costumbres es incinerado?
sobre la producci6n intelectual de Hans Storch en su
Curso de economia politica (7823),libro que re-
coge las conferencias que pronunciara el autor ante
el gran duque Nicol6s, para luego polemizar con la
distinci6n que establece Adam Smith entre trabajo
Una incineracion
productivo e improductivo. Marx da otra vuelta de andrquica
tuerca y ve, en el escenariosocial que produce el ca-
pitalismo, una serie plural de actores, y amplifica el ! En qud contexto leer Plata quemada, la (rltima
Onovela de Ricardo Piglia?iEn el contexto de la gue-
criterio de Storch, seg0n el cual la producci6n intelec-
rra de interesesde los suplementosculturalesque se
tual queda reducida s6lo a las profesiones especiales
presentan bajo la forma de la poldmica "franca" e
de la clasedirigente.
"independiente"? LEn el contexto de las formas de
Como sabemos a partir de Marx, un criminal no
legitimaci6ny consensoque regula el mercado litera-
s6lo produce delitos y estimula las fuerzas producti-
rio?3csobre el marco de los relatos en sordina que
vas, sino que adem5s "el delincuente rompe la mo-
entrelejen los criticos y escritores en los enkeactos de
notonia y la seguridadcotidiana de la vida burguesa"
los Congresos,Paneles Internacionaleso en las dis-
(Marx 1945: 265). MarxcitalaFdbula delas abejas
cusionesprivadas de las redacciones?oiO en el con-
(1708) de Bernard de Mandeville -y en esto, Marx
texto de la podtica de un autor que permite disenar
era tambidn un salteador de caminos y un artista de
lineas de continuidad y ruptura en la historia de una
la cita literaria- y sugiere que el libro presenta todas
escritura?Me detendr6 sobre este (ltimo punto.
las clases de actividad productiva. En un pasaje im-
pregnado de ironia, ironla que Marx solia usar para Existen todas las posibilidades de que un nove-
hostigar a los burgueses-y que Josefina Ludmer vuel- lista en su trayectoria -m6s o menos extensa, m6s
ve a citar en su libro El cuerpo del delito (1999)- o menos intensa- adopte una serie de modificacio-
analiza el papel de los criminalesen las relacionesde nes y cambios de perspectivacon respectoa un mo-
producci6n y afirma: mento inicial. Sin embargo, no hay que pensar o
imaginar la composici6n o el diseno de una potitica,
Un fil6sofoproduceideas,un poetaversos,el pastor c om o u n a s e r i e d e b l o q u e s a i s l a d o s e i n d e -
sermones, un profesormanuales, eic.Eldelincuente
pendientes. Si desde una pespectiva del cambio
producedelitos[...] El delincuente no produceso'
lamentedelitos,sino que producetambidnun de- una por5tica puede ser vista como un perpetuum
recho penal, produce el profesor que da cursos so- mobile o como un uork in progress,se puede ad-
hre dprpchonenalu hastael inevitablemanualen vertir, tambi6n, c6mo fragmentos textuales, moii-
que esteprofesorcondensasusenseianzascon vis- vos, escenas narrativas o lineas de reflexi6n se en-
tas al comercio[...] El delincuenteproduce,ade-
tretejen como un nudo o un pliegue, y resuenan, de
m6s,toda la organizaci6n de la policiay de la justicia
penal,producelosagentesde policia,losjueces,los esta manera, como una m(sica familiar y conocida.
jurados,losverdugos,etc.[....]Ademdsde manua- Una po€tica podr(a pensarse,en este sentido, como
les de derechopenal, de c6digospenalesy legisla- un modelo de expansi6n semi6tico, con sus mar-
dores,producearte,literaiura,novelase inclusotra- chas y contramarchas, como una proyecci6n virtual
gedias.(Marx 7945: 264-265) y ut6pica de la letra propia -eso que llamamos nor-
En los manuales cldsicos de criminologia se suele malmente escritura o regisho de un autor- en el uni-
caraclerizar a los criminales como elementos asocia- verso simb6lico de una cultura determinada.
les. La evaluaci6n de las normas legales (y de su mo- Podr(amos decir que la novela retoma zonas y
ralidad implicita) de una sociedad es directamente puntos de articulaci6n narrativa propias de la po€-
proporcional a la estigmatizaci6n de las actividades tica de Piglia. En primer lugar, la configuraci6n de
que ponen en contradicci6n o interrogan los presu- la pareja de los asaltantes, el gaucho Dorda y el

3 l-a novela obtuvo el premio Planeta de novela 1996, otorgado por el siguiente jurado: Mario Benedetti, Maria Esther de
Miguel, Tom6s Eloy Martinez, Augusio Roa Bastos y Guillermo Schavelzon.
4 Sobre la pol6mica entre formas de legitimaci6n y consenso est6tico y las relaciones entre literahrra y mercado en la
contemporaneidad, ver Berg 7994. 9
Nene Brignone, recupera la construcci6n de los ro- maquinaria social.En estesentido,los textos de Piglia
les complementarios,la identidad m6vil del uno por pueden ser leidos como textos politicos. En tercer lu-
el otro y el efecto del "doble" que se desarrrollaen gar, la cita de Bertold Brecht que sirve de epigrafe a
algunos cuentos y novelas del autor: "El cuerpo es la novela ("cQu€ es robar un banco comparado con
el Gaucho, el ejecutor pleno, un asesino psic6tico; fundarlo?" ) que ya hab(a ingresado en la voz del gor-
el Nene es el cerebro y piensa por 61" (Piglia 1997: do Rinaldi, en un supuesto cuaderno de notas atri-
69). As( por ejemplo, la dupla Dorda-Brignone po- buido a Arlt en "Homenaje a Roberto Arlt" (Piglia
dria ponerse en correlaci6n con otras, como con la 7975:705) o en su conocido ensayo sobre el policial
del morocho y Celaya (en el cuento "La invasi6n" negro (Piglia 7990: tl7), repone, olravez,la proble-
1967:91-99) Ia de Miguel y Santiago Santos (en m5tica entre politica y delito, entre ley y transgresi6n,
"Mi amigo", 7967 : 83-90), la de Rinaldi y Genz (en entre dinero y moral. A pesar de los paralelismosy
"La caja de vidrio", 7975: 57-68),la del "Vikingo" los motivos recurrentes, podriamos decir que con
y el laucha Benftez (en "El laucha Benitez cantaba Plata quemado Piglia abandona el trabajo de expe-
boleros", 7975: 47-55),la de Tardewski y Renzi (en rimentaci6n que, a partir del andamiaje narrativo
Respiraci6n arttficial, 1980: 131 y ss.) o con ia construido sobre la base del policial, el cruce de gd-
de Russo y Macedonio Fern6ndez (en La ciudad neros y los juegos de homenajes, caracterizabasus
ausente,7992: 179-723). Por otra parte, cabe se- textos anteriores. A trav6s de la historia narrada, la
flalar que la configuraci6n de Dorda como gaucho inscripci6n del suspensoy el sistema de marcos que
o matrero gay desautorizaciertos remedios que pro- construye el texto, la novela se coloca deliberada-
ponia C6sare Lombroso (1902) para la curaci6n de mente en el registro de la novela de no ficci6n o el
ciertas conductas "desviadas" del criminal nato.s Si thriller documental.La novela, en estesentido,quiere
hacemos memoria, uno de los antidotos que acon- ser leida al lado de In cold blood (1965) de Truman
sejaba el crimin6logo y creador de la escuela posi- Capote, Caso Satanorpsky (1973) de Walsh, o
tivista italiana en derecho penal, era promover una Cr6nica de unamuerte anunciads (1981)de Ga-
emigraci6n al campo, sacar al rdprobo de su medio briel Garcia M6rquez.
natural (la ciudad) y de los espacios mds poblados
La estrategiab6sica es convencer al lector de que
para prevenirlo de las peores influencias. Como
el relato es veridico, basado en actasjudiciales, gra-
sabemos Dorda es pervertido en el campo:
baciones secretasde la polic(a, notas period(sticasy
Porquedesdesiempre,al Gaucho,que eraun ma- entrevistasa los sujetos implicados en el suceso.Los
trero,un retobao,un asesino,hombrede agallasy
par6ntesisnarrativos("dijeron los diarios" , "seg(n las
de temeren la provinciade SantaFe,en los alma-
cenesde frontera,al Gauchosiemprele habiangus- fuentes", "yo vi, dijo la mujer", etc.), el epilogo y la
tadoloshombres,lospeones,losarrieros viejosque contratapade la edici6n de la editorial Planetarefuer-
cruzabana la madrugadapor el arroyo,al otro lado zan el encuadre narrativo sobre el estatuto de la ver-
de MariaJuana.Lo llevabanbajo los puentesy lo si6n documental o "no ficci6n". Sin embargo, al in-
sodomizaban (esaera la palabraque usabael Dr.
cluir como pruebas documentales las entrevistasal
Bunge),lo sodomizaban y lo disolvianenunaniebla
gaucho Dorda, las notas y la cr6nica "veraz" del en-
de humillaci6ny de placer,de la que saliaa la vez
avergonzado v llbre.(p.224) viado especialdel diario El Nlundo, Emilio Renzi, la
novela juega a la desestabilizaci6ny ruptura con el
En segundo lugar, el punto de colocaci6n o lugar
registro. La aparici6n de ese alter ego del autor, ver-
de enunciaci6n que ocupan los personajesenPlata
dadero fragmento e instantebiogr6fico en la vida del
quemada se inserta junto a toda la serie de exiradi-
personaje,inscribela paradoja; reduplica y bifurca la
tados, infames o oufsiders de otros textos. En la ma-
narraci6n en por lo menos dos: lo que se cuenta tiene
yoria de los cuentos que pertenecen a Lo inrsasi6n
ya la forma de la ficci6n.
(7967\, Nombre falso (1975\, Prisi6n perpetus
(1988) o en sus dos novelasanteriores,Respiraci6n La novela cuenta centralmente la historia de un
artificial (1980) V La ciudad ausente (1992\, las asalto a un cami6n transportador de caudales de la
voces de los fracasados,inventores,locos o criminales Municipalidad de San Fernando, de la Provincia de
socavan y minan las reglasde la "buena" sociedady Buenos Aires, en \965. La ruptura de la cadena y del
articulan un discurso alternativo y contrahegem6ni- pacto que une a politicos, policias y asaltantesprovo-
co. Dicho de otro modo. esos "infames" o outsiders ca primero la fuga de la banda, luego, el asedio poli-
interrumpen o abren una fisura sobre las normas y cial y finalmente, la captura definitiva. Al ser cercados
creenciasque hacen posible el funcionamiento de la por la policia, en un departamento de Montevideo,

5 Es inieresanie el an6lisis de la novela que hace Maria Coira (7999) a partir de cierlo efecto de leciura "naturalista". En
este sentido, la critica argentina, conjuntamente con ciertos apoftes que le proporciona Alberto Vilanova, investigador
de la UNMdP especializado en historia de las ideas de la psicologia, advierte ciertos matices del positivismo argentino de
10 fin de siglo y resonancias lombrosianas en la construcci6n de la figura del gaucho Dorda.
los ladronesdeciden quemar quinientos mil pesosan- de repeticionesy mutaciones del dinero y, a su vez,
tes de morir. socava las motivaciones econ6micas que unen de-
Podriamos decir que el suspenso dura lo que dura lito y transgresi6nde la norma. Como un signo sin
la ficci6n del valor. Y en este sentido, no es casual el voz en el mundo de la ley, la raz6n "perversa" es
cambio de registro de la escritura y el ritmo desqui- una contraversi6n y una r€plica a la raz6n capitalis-
ciado y vertiginoso que asume la novela, al modo del ta. Negar el "brillo" o disolver la forma del dinero
trauelling onirico del filme Asesirios por naturale- es un acto que perturba el estado natural de las co-
za de Oliver Stone, en la escenafinal del asedio po- sas y provoca una fisura sobre las reglas y normas
licial (Parte Seis en la novela). del buen funcionamiento social:
La heroicidad sobrehumana ante el asedio poli- Empezarona tirar billetesde mil encendidospor la
cial del Gaucho Dorda, el Nene Brignone y el Cuer- ventana.Desdela banderolade la cocinalograban
que la plataquemadavolarasobrela esquina.(p.
vo Mereles, preanuncia la cat6strofe o el derrumbe
190)
posible del sistema, sobre el borde mismo de la
Y despu,isde todos esosinterminablesminutosen
muerte. En este sentido, la "monstruosidad" o la
los que vieron arder los billetescomo p6jarosde
hybris deI acto final del Gaucho Dorda abre un va- fuegoqued6 una pila de ceniza,una pila funeraria
cio, formula un interrogante que desafia y hace tam- de losvaloresde la sociedad.(p. 193)
balear los propios cimientos de la sociedad burgue-
sa, construidos sobre la base del valor de la propie- La novela pareceria decir que a pesar de la "fan-
dad y el dinero. La incineraci6n del bot(n, la des- tasmagoria" y el enrejado simb6lico que sostienenla
trucci6n anSrquica o el "rito crematorio" es un acto moral y las buenas costumbres,"todo lo s6lido se des-
acto criminal en estado puro que rompe la cadena vanece en el aire" .

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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