La gallinita sufría de un fuerte ataque de hipo. Sus amigos, la lombriz, el gallo y el avestruz, le dieron varios consejos para curarlo, como saltar en una pata, usar un disfraz y mirarse en un espejo, y correr en el lomo del avestruz. Nada funcionó hasta que el avestruz la llevó a una laguna asustándola y haciéndola caer al agua, donde un pez la asustó tanto que se le quitó el hipo.
La gallinita sufría de un fuerte ataque de hipo. Sus amigos, la lombriz, el gallo y el avestruz, le dieron varios consejos para curarlo, como saltar en una pata, usar un disfraz y mirarse en un espejo, y correr en el lomo del avestruz. Nada funcionó hasta que el avestruz la llevó a una laguna asustándola y haciéndola caer al agua, donde un pez la asustó tanto que se le quitó el hipo.
La gallinita sufría de un fuerte ataque de hipo. Sus amigos, la lombriz, el gallo y el avestruz, le dieron varios consejos para curarlo, como saltar en una pata, usar un disfraz y mirarse en un espejo, y correr en el lomo del avestruz. Nada funcionó hasta que el avestruz la llevó a una laguna asustándola y haciéndola caer al agua, donde un pez la asustó tanto que se le quitó el hipo.
La gallinita sufría de un fuerte ataque de hipo. Sus amigos, la lombriz, el gallo y el avestruz, le dieron varios consejos para curarlo, como saltar en una pata, usar un disfraz y mirarse en un espejo, y correr en el lomo del avestruz. Nada funcionó hasta que el avestruz la llevó a una laguna asustándola y haciéndola caer al agua, donde un pez la asustó tanto que se le quitó el hipo.
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La gallinita con hipo
Ésta es la historia de una gallinita que vivía muy feliz en el
campo. Un día, mientras buscaba semillas, le dio un ataque de hipo tan fuerte que no se le quitaba con nada. Le preguntó a la lombriz qué debía hacer. Ella le recomendó que saltara en una pata. Pero nada; el hipo no se le pasaba.
En eso se encontró con el gallo, quien al ver a la gallinita
hipando también quiso darle su consejo.Debes ponerte un disfraz y mirarte en un espejo, eso sí que no falla, —le dijo el gallo muy seguro. La gallinita se puso un disfraz, se miró en un espejo y… nada; el hipo seguía ahí.
El avestruz, que tenía fama de ser muy sabia, le dijo:
—Súbete a mi lomo. Una carrera hasta la laguna será el mejor
remedio para quitarte el hipo.
Al llegar a la laguna, el avestruz se detuvo bruscamente y
se fue de panza. La pobre gallinita saltó por los aires y cayó de cabeza al agua. La gallinita no salía de su sorpresa cuando un pez poco amistoso la miró con sus grandes ojos y abrió su enorme boca de par en par. Fue tan terrible el susto que se llevó la gallinita que salió muy rápido de la laguna. Y… no lo van a creer, pero se le quitó el hipo. Práctica de comprensión lectora
❃ Te invitamos a reconstruir el cuento; para hacerlo, sigue estas instrucciones:
• Completa las oraciones.
• Une con líneas los consejos que le dieron los animales a la gallinita.