Job Ejemplo de Aguante

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Job ejemplo de aguante

Quizá nuestra reacción inmediata cuando afrontamos adversidades sea pensar


que sufrimos injustamente, como al parecer pensó Job. La reacción usual es
preguntarse: “¿Por qué a mí? ¿Por qué otras personas, que son mucho peores
que yo, disfrutan de una vida relativamente libre de problemas?”. Estos son
pensamientos negativos que podemos contrarrestar meditando en la Palabra de
Dios.

A diferencia de Job, nosotros podemos comprender las importantes cuestiones


implicadas. Sabemos que Satanás “anda en derredor como león rugiente,
procurando devorar a alguien”. (1 Pedro 5:8.) Como revela el libro de Job, el
Diablo quiere causarnos problemas para quebrantar nuestra integridad. Está
empeñado en demostrar su alegación de que solo somos testigos de Jehová
cuando el viento sopla a favor. (Job 1:9-11; 2:3-5.) ¿Tendremos el valor de apoyar
la soberanía de Jehová, y así probar que el Diablo es un mentiroso?
El ejemplo de Jesús, y el de muchísimos otros siervos fieles de Jehová, muestra
que es casi inevitable algún tipo de sufrimiento en este sistema de cosas. Jesús
dijo que sus discípulos deben estar dispuestos a ‘tomar su madero de tormento’ si
desean seguirle. (Lucas 9:23.) Nuestro “madero de tormento” personal pudiera ser
una o varias de las adversidades que aguantó Job: mala salud, muerte de los
seres queridos, depresión, apuros económicos u oposición de los no creyentes.
Sin importar el tipo de problema que afrontemos, hay un lado positivo. Podemos
ver nuestra circunstancia como una oportunidad de demostrar nuestro aguante y
lealtad inquebrantable a Jehová. (Santiago 1:2, 3.)
Así reaccionaron los apóstoles de Jesús. Poco después del Pentecostés se les
azotó por predicar acerca de Jesús. En vez de desanimarse, se marcharon
“regocijándose”. Estaban alegres, no por el sufrimiento en sí, sino porque “se les
había considerado dignos de sufrir deshonra a favor del nombre de [Cristo]”.
(Hechos 5:40, 41.)
Por supuesto, no todos nuestros problemas vienen como consecuencia de servir a
Jehová. Puede que nosotros mismos nos los causemos, al menos hasta cierto
grado. O quizá, sin ser directamente responsables, el problema haya afectado
nuestro equilibrio espiritual. Sea cual sea la situación, una actitud humilde como la
de Job nos permitirá entender dónde nos hemos equivocado. Job admitió ante
Jehová: “Hablé, pero no entendía”. (Job 42:3.) Es más probable que el que admite
sus errores de esta forma evite problemas parecidos en el futuro. Como dice el
proverbio: “Sagaz es el que ha visto la calamidad y procede a ocultarse”.
(Proverbios 22:3.)
Lo más importante es que el libro de Job nos recuerda que nuestros problemas
no durarán para siempre. La Biblia dice: “Pronunciamos felices a los que han
aguantado. Ustedes han oído del aguante de Job y han visto el resultado que
Jehová dio, que Jehová es muy tierno en cariño, y misericordioso”. (Santiago
5:11.) Podemos estar seguros de que Jehová recompensará del mismo modo la
fidelidad de sus siervos hoy en día.
También esperamos el tiempo en que los problemas de todo tipo, “las cosas
anteriores”, hayan pasado. (Revelación 21:4.) Hasta que despunte ese día, el libro
de Job nos sirve de guía inapreciable que puede ayudarnos a tratar los problemas
con sabiduría y entereza.

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