Actividad 4 Metodologia
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Actividad 4 Metodologia
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
2. Datos Personales:
FRIAS ROCIO SOLEDAD
DNI: 39136878
LEGAJO: 491613
CARRERA: ABOGACIA
MATERIA: METODOLOGIA DE LA INVESTIGACION JURUDICA
Vivimos en una sociedad desigual, donde las personas siguen recibiendo un trato
distinto en función de su raza, cultura, clase social o sexo. Estos prejuicios y
estereotipos de distinta tipología proceden de ideologías que ha construido la historia
de la humanidad, en nuestro caso, la historia del mundo occidental. Por actualidad,
presentamos un estudio sobre la desigualdad de género y los estereotipos sexistas en
la escuela, pues la escuela es un escenario donde se reproducen las relaciones sociales,
el lugar donde valores, modelos y pautas de comportamiento se transmiten
promoviendo la equidad e igualdad o la inequidad de género.
La igualdad de género está en el centro mismo de los Derechos Humanos de Primera
Generación y los valores de las Naciones Unidas. Un principio fundamental de la Carta
de las Naciones Unidas, aprobada por los dirigentes del mundo en 1945, es “derechos
iguales para hombres y mujeres” y la protección y el fomento de los derechos
humanos de las mujeres como responsabilidad de todos los Estados.
Por ello, la educación, junto a la colaboración de las familias y de la sociedad en
general, ha de ser una herramienta clave que nos permita desprendernos de la
desigualdad entre mujeres y hombres. Las leyes educativas y el currículo de Educación
Primaria en concreto incluyen la educación para la igualdad de género, pero ¿es
suficiente con nombrarla? Hay quienes creen que con la escuela mixta nos deshicimos
de la desigualdad de género, pero esa no es la realidad. Avanzar hacia la coeducación
es encontrar soluciones para seguir desarrollando el camino de la igualdad, entendida
como igual acceso a todas las posibilidades y no como construcción de seres idénticos.
Pero para coeducar, es imprescindible que el profesorado o el futuro personal docente
se informe y se forme al respecto, solo así, se podrá transmitir a los niños los valores
adecuados. A partir del reconocimiento de esta realidad injusta, surge nuestro interés
por ahondar en este tema a través de la investigación para describir y analizar las
concepciones y estereotipos sociales de género presentes en la Educación Primaria.
En todas las sociedades se han diferenciado y diferencian a los seres humanos debido a
su sexo, por razones sociales, religiosas, económicas y políticas. Los estudios actuales
distinguen el sexo del género, reservando para el significado de sexo solo a las
condiciones biológicas, fisiológicas y genéticas por la que se diferencian el macho y la
hembra de una especie. Con el concepto de género se alude a la dimensión psicológica
y social del sexo, es decir, las características atribuidas a la feminidad y la masculinidad
(se habla de género masculino y género femenino) y los roles que desempeñan
hombres y mujeres. Hay que diferenciar entre “roles sexuales” y “roles de género”: los
roles sexuales se refieren a aquellos comportamientos basados en las diferencias
sexuales biológicas y los roles de género a los comportamientos socialmente creados
que se asignan diferencialmente a hombres y mujeres. Así, el estándar tradicional de
rol del género femenino destaca las expectativas para las féminas de ser pasivas,
tiernas y dependientes. El estándar de los roles de género masculino incorpora las
expectativas alternativas de un comportamiento agresivo, competitivo e
independiente. Si bien el comportamiento apropiado para cada género varía a lo largo
de la historia y el contexto cultural, las ideologías de género “naturalizan” estas
juvenil actual está en contacto constante con la televisión, internet, los anuncios o las
películas, ámbitos en los que los estereotipos se acentúan más aún.
A continuación, se recogen algunos ejemplos en los que se perpetúa el sistema sexo-
género a través de la familia. Son ejemplos que muestran cómo desde la infancia, en
su socialización primaria, los niños y las niñas reciben referentes sociales por parte de
las personas adultas sobre cómo comportarse y relacionarse, de manera que se
perpetúan los estereotipos sexistas imperantes.
A partir de las expectativas de la familia sobre cómo se debe comportar un niño o una
niña. Se espera que el niño sea activo, travieso y más descarado mientras que la niña
será más tranquila, trabajadora y dulce. · La forma de tratar a hijas e hijos en función
de su sexo. Si una niña llora se la abraza, pero si quien llora es un niño se le dice que
debe aguantar como un “macho”. · Con los comportamientos adultos que los niños y
las niñas ven a su alrededor, en casa. Si, por ejemplo, la madre siempre se encarga de
las tareas domésticas (limpiar, cocinar…) pero el padre no lo hace nunca un niño
tomará como referente a su padre y asumirá también ese comportamiento cuando
crezca, de la misma manera que la niña lo asumirá cuando se haga mayor. O si el padre
es agresivo verbal o físicamente con su mujer, inculcará a su hijo que el hombre debe
ser dominante y mostrar fuerza, mientras que la mujer debe ser sumisa y silenciada
(rol que seguramente interiorizará la hija).
A través de los juguetes que tienen. La gente suele comprar o regalar a las niñas
muñecas, cocinas, juegos de peluquería y estética o libros y películas de princesas,
mientras que a los niños se les da coches, pelotas, muñecos violentos o libros y
películas de dragones y héroes.
La manera de vestir que se inculca en casa. A los niños la gente normalmente los viste
con ropa más funcional que les permite hacer cualquier cosa, mientras que la
intención es más estética para las niñas (vestidos bonitos, faldas, peinados…) cosa que
las limita ya que les impide hacer ciertas acciones. No podrán hacer todo porque se les
dirá que se les verá las braguitas, o se despeinarán y se quedarán sin su trenza tan bien
hecha o su lazo tan bien puesto. Evidentemente, la gente dirá a las niñas “¡qué guapa
vas hoy, ¡qué vestido tan bonito llevas!” mientras que no se escuchan muchos
comentarios similares referidos a los niños.
4.2. Relevancia
Investigar en educación es importante para saber en qué ambiente se mueve el niño.
Para este trabajo hemos seguido: el método descriptivo (mediante una técnica
cuantitativa, el cuestionario), el método interpretativo (mediante una técnica
cualitativa, la entrevista) para comprender y aprehender a partir de las concepciones
de los niños y las niñas acerca de la igualdad de género; y el método crítico para
cambiar y mejorar el contexto escolar en este sentido, gracias a la interpretación de los
resultados, a las conclusiones y a la toma de medidas.
espacio con otros niños y niñas, un 19% sólo con niñas y el 13% restante, con niños.
Podemos comprobar que todavía hay diferencia entre las decisiones a la hora de jugar,
pues hay alumnos que siguen prefiriendo compartir sus recreos con los iguales de su
mismo sexo. Por último, hay que decir que en la pregunta número seis, el 46% de los
alumnos que encuentran el patio ya ocupado, decide marcharse a otro lugar, mientras
que el 54% intenta dialogar y/o negociar con sus compañeros para poder compartirlo.
En la pregunta número siete sobre si creen que es el padre quien debe salir a trabajar
mientras la madre se queda en el hogar, vemos como un 6% opina que no, un 15%
está a favor, y el 79% de los encuestados dice que ambos pueden trabajar dentro y
fuera de casa. Respecto a la influencia de la televisión en los más pequeños, un 85 %
dice que los protagonistas de los dibujos animados deben ser tanto chicos como
chicas, mientras que un 15% piensa que sólo deben ser chicos. La última pregunta que
hemos propuesto hace alusión a la permisividad de las parejas, en la que un 17% opina
que no dejarían a su pareja hablar o jugar con otros chicos/as, un 43% opina que
depende de las circunstancias lo haría o no y un 40% comenta que sí dejaría que su
pareja se relacionase con personas del sexo contrario. Además, hay que destacar que
estos resultados son bastante uniformes y de altos porcentajes ante una misma
pregunta.
Estudio cuantitativo: Este segundo estudio surge, de nuevo, para indagar y verificar
un problema existente en la escuela, por lo que se elige partir sobre si existen o no,
rasgos sexistas en la concepción de los niños y niñas de la etapa de Educación Primaria,
y más concretamente buscando diferencias (si las hay) entre centros de diferente nivel
socioeconómico. Ya que en un principio pretendíamos comparar los resultados entre
colegios públicos, concertados y religiosos, pero al no colaborar los últimos tuvimos
que cambiar la dirección del estudio. Tras el vaciado de datos del nuevo cuestionario
se analizará y se comprobará si siguen existiendo concepciones sexistas de género
tanto en los niños como en las niñas de los cursos seleccionados de los colegios.
Instrumentos y variables: Al igual que el estudio anterior, éste tiene como intención
analizar y describir concepciones y estereotipos sociales de género en la Educación
Primaria. Para ello se utiliza un instrumento de investigación cuantitativo; un
cuestionario con la finalidad de obtener, de manera sistemática y ordenada,
información sobre las concepciones y estereotipos sociales de género en los niños y
niñas de Primaria. El muestro es intencional, seleccionando a los sujetos (alumnos y a
alumnas de 5º de Primaria) en función de los objetivos e interrogantes de la
investigación. Consiste en 12 preguntas tipo test cerradas de elección múltiple y 1
tabla.
4.4. Metodología
La igualdad de género está en el centro mismo de los Derechos Humanos de Primera
Generación y los valores de las Naciones Unidas. Un principio fundamental de la Carta
de las Naciones Unidas, aprobada por los dirigentes del mundo en 1945, es “derechos
iguales para hombres y mujeres” y la protección y el fomento de los derechos
humanos de las mujeres como responsabilidad de todos los Estados.