Ciclos Biogeoquímicos
Ciclos Biogeoquímicos
Ciclos Biogeoquímicos
Los seres vivos y los ciclos biogeoquímicos, activados por la radiación solar, guardan una
estrecha relación de dependencia que marca el equilibrio eco sistémico de la vida y de
nuestro planeta. Presentan un movimiento cíclico o cerrado porque circulan y se reciclan,
a diferencia del flujo de energía en los ecosistemas que es abierto.
Conocer estas y otras características de los ciclos biogeoquímicos ayuda a comprender las
dinámicas de los ecosistemas y cómo las actividades humanas son capaces de alterarlos.
Este ciclo es uno de los más importantes para que se preserve el equilibrio de la biósfera,
pues incluye procesos físicos, químicos y biológicos.
Ciclo del azufre
Este ciclo biogeoquímico es considerado como uno de los más complejos porque el azufre,
durante este proceso, debe pasar por diferentes estados de oxidación cuando se combina
con el oxígeno.
En este ciclo, el azufre se incorpora en los vegetales para poder llegar a los consumidores
primarios. Por otra parte, puede llegar a la atmósfera como dióxido de azufre y al agua
una vez que se ha formado el ácido sulfúrico, que produce la lluvia ácida.
El oxígeno (O2) en estado gaseoso y como gas carbono (CO2) es utilizado en la respiración
de animales y plantas. Por su parte, los animales y seres humanos usamos y reciclamos
continuamente el oxígeno para poder respirar y, por tanto, vivir.