Guion Teatral Cuento

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TERESA DE CALCUTA.

LA MADRE DE LOS MÁS POBRES


ACTO I
Escena 1:
NARRADOR. Su vida como misionera, empieza a tomar vida en su mente. En sus
recuerdos se hace presente su familia. Su madre Drana, su padre Nikollë y sus
hermanos Lazar y Aga. El Monte Negro viene a su cabeza, los buenos momentos que
ha pasado ahí, incluso cuando Nikollë ya ha fallecido y Lazar se haya marchado a
estudiar a la Academia Militar de Tirana.
Habitación amplia y oscura. Se enciende una luz en el medio, apuntando a Madre Teresa sobre
una camilla. Sobre ella se encuentra la imagen de Jesús. A la izquierda hay un
electrocardiograma, tomando su débil pulso. A su derecha se encuentra la hermana Gertrudis
observándola permanentemente. En eso madre Teresa empieza a tener dificultad para respirar.

MADRE TERESA. (Asustada) ¡No puedo respirar!


HERMANA GERTRUDIS. (rápidamente intenta ponerle el oxígeno) ¡No!, ¡No!, ¡Ayuda!
¡Ayuda por favor! (Se escucha un ruido fuerte y todas las luces se apagan)
Escena 2:
AGNES. Hola de nuevo, Madre, ¿cómo has estado?, yo muy bien, espero que tú
igual. (Agnes admira la estatua y se pone de rodillas.)
AGNES. Madre, que descubra el camino que tu Hijo tiene preparado para mí. Amén
(se levanta para retirarse)

VIRGEN MARÍA. (empieza a moverse y dice con voz suave) ¡Espera!, no te vayas, tengo
algo que decirte hija mía.

AGNES. ¿Madre?, ¿en verdad me estas concediendo la oportunidad de hablar


contigo?
VIRGEN MARÍA. Querida Agnes, Dios te ha elegido para que dediques tu vida hacia
Él, para que te entregues por completo, quiere que tú seas misionera. Quiere tú
dedicación al servicio del prójimo, él sabe que tú eres capaz de cumplir su deseo tal
cual te lo pide.
AGNES. Madre estoy tan conmovida al poder ser yo quien cumpla está misión.
VIRGEN MARIA. Sé que lo harás, él sabe que tú eres capaz de cumplir su deseo tal
cual él te lo pide.
AGNES. Entonces, que se cumpla según su voluntad. ¡Gracias!, ¡Muchas gracias,
madre mía!
Escena 3:
Vivienda acomodada. La casa posee un pequeño jardín. En la entrada, se encuentra un tapete
de bienvenida. Al lado izquierdo de la puerta se posiciona el timbre. Tocan la puerta y abre
Drana.

DRANA. Buen día padre Jambrekovich, ¿Qué lo trae por aquí?


PADRE. Buen día Drana, vengo a hablar con Agnes, sobre la carta que me acaba de
llegar, de su decisión de ser misionera.
Entra Agnes a la habitación.

AGNES. Padre Jambrekovich, no esperaba su visita.


PADRE. Agnes me acaba de llegar la carta desde Irlanda, sobre convertirte en
misionera.
ACTO II
Escena 1:
Cuarto pequeño. Cama pequeña ubicada al lado izquierdo del escenario. A la derecha, un lugar
de oración. En la parte superior de la cama se encuentra un cuadro, y en el medio de la
habitación una pequeña ventana.

MADRE TERESA. ¡Menudo día me espera!


Suena la puerta.

MADRE TERESA. Adelante.


HERMANA. Madre, ya nos están esperando.
MADRE TERESA. Enseguida voy.
HERMANA. La esperaremos afuera.
La hermana se retira.

MADRE TERESA. Querido Jesús, pongo en tus manos mi día y el de mis hermanas,
que tengamos un buen viaje hasta Darjeeling. Ayúdame a servirte a ti y a los demás
con todo mi corazón. Amén.
Escena 2:
En el tren. Un vagón chico. Lleno de gente. Madre Teresa posicionada en el asiento derecho.
Cansada, se queda dormida.

JESÚS: Hija mía, dichosos los ojos que te ven. Orgulloso estoy por ver en lo que te
has convertido.
MADRE TERESA. ¡No puede ser!, amado padre, que feliz me siento de poder
apreciarte. ¿A qué se debe tu visita?
JESÚS. Teresa, te he observado todo este tiempo, y he podido afirmar que eres tu mi
elegida. Sigues el camino que deseo para ti, nunca pones peros ni dudas a ello, por
eso, quiero decir que tu misión no termina acá.
MADRE TERESA. ¿Qué me estas queriendo decir padre?
JESÚS. Me has demostrado que eres capaz de muchas cosas y quiero que
abandones la orden de Loreto para poder servir a los más pobres de los pobres, ¡ellos
te necesitan!
MADRE TERESA. ¿Abandonar la orden de Loreto?, ¿Cómo haré eso padre?
JESÚS. Estoy seguro de que lo sabes.
MADRE TERESA. Señor, estoy segura de que, si me pides algo, también me
ayudarás a realizarlo, si Dios lo quiere, estoy dispuesta a irme a los barrios más
pobres a ofrecerles mi mano.
Escena 3:
Puerta de ingreso de la congregación. Madre Teresa ve a la gente pasar.

MADRE SUPERIORA. Suerte en su misión, hermana Teresa. Recuerde que si hubiera


algún problema puede regresar con nosotras, la recibiremos con mucho gusto.
MADRE TERESA. Muchas gracias madre, pero espero y no sea necesario.
Madre Teresa se dirige a la puerta y sale de la orden de Loreto.

MADRE TERESA. (Asustada) Dios mío, no tengo a donde ir. Ya no tengo casa, ni
familia ni… Dios mío, ¡ayúdame! ¿He obrado bien o esto no es más que una locura?...
Madre no me dejes en estos momentos, necesito valor para cumplir los deseos de tu
hijo. No me dejes sola, no me dejes sola por favor.
Escena 4:
NIÑO 1. ¡Corran, se nos va a escapar!
NIÑO 2. Eso hacemos, va muy rápido.
Los niños chocan con madre Teresa.

NIÑOS. ¡Disculpe hermana!


MADRE TERESA. Hey niños, ¿por qué tanto alboroto?
NIÑO 3. Es que estamos persiguiendo a una rata para poder almorzarla.
MADRE TERESA. ¿Saben qué?, mejor tomen esto. (saca un sándwich de su bolsillo y
se los da)

NIÑO 1. ¡Muchas gracias madre!


El niño parte el sándwich.

NIÑO 1. Tome, esto es para usted.


MADRE TERESA. ¿Quieren jugar algo conmigo?
NIÑOS. ¡Sí!, ¿pero a qué?
MADRE TERESA. Aprenderemos a lavarnos los dientes.
NARRADOR. Es así como surge su pequeña escuela, la cual es el comienzo de uno
de sus muchos proyectos. Le siguen: “La casa de los moribundos”, “Hogar para niños”,
“Colonia de los leprosos” y “La casa de acogida de Shanti Negar”. Y esto es por
mencionar solo algunos. Madre Teresa tenía un don para ayudar a los demás.
ACTO III
Escena 1:
NARRADOR: Son las doce de la mañana cuando las hermanas Nirmala, Paulina,
Justina, Paula, Rosario y Dolores, son llamadas al cuarto de la Madre Teresa. Las seis
han sido elegidas para llevar a cabo una misión especial.
HERMANA NIRMALA. Madre, ¿nos ha mandado a llamar?
MADRE TERESA. Sí, hermana, pasa ¿Están contigo las demás?
HERMANA NIRMALA. Sí, madre.
MADRE TERESA. El obispo de Venezuela quiere que vayamos ahí. ¿No es eso
maravilloso?
TODAS LAS HERMANAS. ¡Lo es, Madre!, ¿pero dónde?, ¿a Caracas?
MADRE TERESA. No, a una ciudad más pequeña, será nuestra primera fundación en
América Latina, este es un hecho significativo.
HERMANA PAULINA. ¿Cuándo nos iremos?
Madre Teresa. Mañana mismo, no hay tiempo que perder.
NARRADOR. Esta misma escena va a repetirse, a partir de este momento, con gran
frecuencia.
MADRE TERESA. es increíble los países que hemos podido recorrer, Filipinas, Gran
Bretaña, Bélgica, Holanda, Alemania, Estados Unidos, México, Panamá, Colombia,
Perú, y mucho más. ¡Nuestra misión está cobrando frutos!
Escena 2:
NARRADOR. Pronto ya no solo eran las hermanas las que servían a los demás, la
congregación se hizo tan famosa que día tras día llegaban voluntarios a apoyar a esta
causa. Algunos de estos voluntarios tenían claro que pasarían allí el año; otros, los
pintorescos mochileros, aterrizaban a Calcuta casi sin proponérselo y terminaban
quedándose varios meses y por supuesto, Madre Teresa los recibe a todos con los
brazos abiertos.
MADRE TERESA. Se los agradezco de todo corazón queridos hermanos, pero no
olvidéis que aprenderán mucho de nuestros hermanos pobres también, mucho más de
lo que todos piensan.
VOLUNTARIO. Gracias por todo, madre, sobre todo por esta experiencia que nos ha
regalado a todos.
Escena 3:
NARRADOR. Un día, mientras la Madre Teresa está atendiendo a un enfermo junto a
otra hermana cuando llega una hermana corriendo buscando a la Madre Teresa.
MADRE TERESA. ¿Hija mía, qué sucede?
HERMANA. (Jadeante) Madre, nos acaban de llamar del Gobierno de Delhi. Dicen
que quieren hablar con usted.
NARRADOR. Madre Teresa, con gesto de contrariedad, abandona al enfermo y corre
hacia el despacho donde espera la llamada.
MADRE TERESA. ¿Dígame?
GOBIERNO DE DELHI. Por favor, ¿La Madre Teresa?
MADRE TERESA. Soy yo, la Madre Teresa, Dígame…
GOBIERNO DE DELHI. ¡Felicidades, madre! Se le ha sido concedido el Nobel de la
Paz.
Madre teresa deja caer el teléfono de la impresión.
GOBIERNO DE DELHI. ¿Hola?, ¿hay alguien ahí?
NARRADOR. La Madre Teresa al principio no piensa aceptar el premio Nobel; sin
embargo, las hermanas la persuaden de que acepte el premio Nobel, ya que sería
muy beneficioso para la congregación y las ayudaría a traer a más personas a unirse.
Finalmente, madre Teresa acepta el premio Nobel, con la condición de que, en
reemplazo de la cena lujosa, donen el dinero a las hermanas para poder ayudar a los
más necesitados.
Escena 4:
NARRADOR. El trabajo intenso y los años van a acabar minando la débil salud de
Madre Teresa. Las diversas malarias que ha sufrido a lo largo de su vida se unen por
primera vez. Es cuando los médicos descubren que sufre un inicio de obturación de
las arterias, una enfermedad que puede acabar con su vida en cualquier momento.
Madre se niega tantas veces a ser atendida, que esta enfermedad va deteriorándola
poco a poco. Es cuando su cuerpo está dando malas señales que decide pro fin ser
internada.
HERMANA GERTRUDIS. Muchas gracias por dejarnos darle los ultimo sacramentos.
ENFERMERA. No se preocupe, sé que ella lo hubiese querido así.
HERMANA GERTRUDIS. Adelante padre.
SACERDOTE. Buenas noches madre, hoy le daré el sacramento de la unción de los
enfermos, comencemos para no cansarla tanto.
Por esta santa unción y por su bondadosa misericordia, te ayude el señor con la gracia
del espíritu santo, para que, libre de tus pecados, te conceda la salvación y te conforte
en tu enfermedad. En el nombre del Padre, del Hijo y de Espíritu Santo. Amén.
NARRADOR. Luego de haber cumplido sus últimos deseos, a las hermanas se les
acaban las esperanzas de que madre Teresa salga del hospital, cuando escucharon
que era poco probable que sobreviva a más de dos días
ENFERMERA. Lamento decirle que su pulso es demasiado débil. Dudo que se salve.
HERMANA GERTRUDIS. Lo entiendo. La acompañaré hasta donde me lo permita.
ENFERMERA. Las dejaré solas para que puedan hablar. Cualquier cosa que necesite
estaré a su disposición
HERMANA GERTRUDIS. Muchísimas gracias.
Escena 5:
HERMANA GERTRUDIS. ¿Cómo se encuentra madre?
MADRE TERESA. Me encontraría mejor si estuviera con ustedes, atendiendo a los
que en verdad lo necesitan.
NARRADOR. Madre Teresa respira con dificultad, pero es controlado con el
respirador. Pasan los minutos y la hermana Gertrudis observa que su respiración se va
haciendo más pesada y acelerada.
MADRE TERESA. (Asustada) ¡No puedo respirar!
HERMANA GERTRUDIS. (rápidamente intenta ponerle el oxígeno) ¡No!, ¡No!, ¡Ayuda!
¡Ayuda por favor
NARRADOR. Para su mala suerte el incidente coincide con un corte de corriente
eléctrica en toda la ciudad. Nadie puede evitar que el fallo de respiración le produzca
un paro cardiaco.
MADRE TERESA. (expresa con voz baja) ¡Jesús, Jesús!
NARRADOR. El electrocardiograma deja de sonar, y es cuando reportan a la madre
Teresa como fallecida. El 5 de septiembre de 1997, dio partida la hermana Teresa,
dejando en toda una huella importante y más que eso, un ejemplo a seguir.
Se escucha de fondo una entrevista pasada con la Madre Teresa.

REPORTERO. ¿No le preocupa el futuro?


MADRE TERESA. En nuestras constituciones hay un enunciado que dice: “Dejemos
que Dios planee nuestro futuro, porque el ayer ya ha pasado, el mañana no ha llegado
aún y solo tenemos el hoy para hacerlo conocer, amar y servir. Por eso todo lo
intentaremos sin desconfianza, pues para Dios todo es posible”.

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