La Moral
La Moral
La Moral
1. CONCEPTO DE MORAL:
La Moral, es una palabra de origen latino, que proviene del término Moris (“costumbre”). Se
trata de un conjunto de creencias, costumbres, valores y normas de una persona o de un
grupo social, que funciona como una guía para obrar. Es decir, la moral orienta acerca de qué
acciones son correctas y cuales son incorrectas
Según otra definición, la moral es la suma total del conocimiento que se adquiere sobre lo más
alto y noble, y que una persona respeta en su conducta. Las creencias sobre la moralidad son
generalizadas y codificadas en una cierta cultura o en un grupo social determinado, por lo que
la moral regula el comportamiento de sus miembros. Por otra parte, la moral suele ser
identificada con los principios religiosos y éticos que una comunidad acuerda respetar.
Cabe mencionar que la idea de responsabilidad moral aparece con el convencimiento de que
el accionar del individuo siempre se realiza con un fin, a menos de que se encuentra
inconsciente (ya sea por una enfermedad mental, un desequilibrio psicológico, los efectos de
una droga, etc.). Se dice que una persona que hace uso de los valores morales de su sociedad
puede forjarse un mejor destino.
El término moral también puede utilizarse como sinónimo de ética, por lo que adquiere sentido
como disciplina filosófica o como sinónimo de la teología moral (una disciplina teológica).
Varía según las circunstancias: Matar es moralmente malo, pero en la guerra se justifica.
CONCIENCIA MORAL
La posición innatista: afirma que la conciencia nace con el individuo, es una capacidad
propia de la naturaleza humana. Se afirma, por ejemplo, que la capacidad para juzgar lo
bueno y lo malo de una conducta es un don divino, o, es un producto propio de la razón
humana, la misma que descubre a priori el sentido del bien y del mal.
La conducta obligatoria:
La conducta moral es una conducta obligatoria conforme al deber, es decir, el individuo se
haya obligado a comportarse de acuerdo a una regla o norma de acción y a evitar los actos
prohibidos por ella. La obligatoriedad moral impone deberes al sujeto. Toda norma
establece un deber.
El carácter social de la obligación moral, viene dado por las siguientes razones: en primer
lugar, existe obligatoriedad moral para un individuo cuando sus decisiones y sus actos
afectan a los demás, o a la sociedad entera; en segundo lugar, lo obligatorio de un acto no
es algo que el individuo establece, sino que lo encuentra ya establecido, en una sociedad
dada u en tercer lugar, las normas morales, no son modificadas por cada individuo, sino
que cambian de una sociedad a otra; por tanto el individuo decide y actúa en el marco de
una obligatoriedad dada socialmente.
Conciencia Moral:
En la actividad intelectual del individuo, en el uso de su inteligencia, se presentan dos tipos
de conciencia. Una es la conciencia Psicológica y otra la conciencia MORAL, que tienen
características diferentes, pero que ambas son como una reflexión del intelecto sobre
hechos y realidades.
El juicio moral:
La conciencia moral, como juez de nuestros actos, sólo puede darse cuando éstos son
actos humanos voluntarios, o sea los actos en los que ha intervenido la libertad de acción.
No puede haber un juicio de conciencia cuando los actos efectuados han sido obligados
por una autoridad o por una acción coercitiva de agentes extraños a nosotros mismos. Se
podría poner con ejemplo la acción de un soldado en tiempo de guerra En la actividad
profesional a veces se toman decisiones por obligación o por seguir esquemas
A un sentimiento de culpa
A un remordimiento
A un arrepentimiento.
En este campo intervienen una serie de elementos a los cuales se les ha dado en llamar
PUENTES DE LA MORALIDAD, que constituyen la conformidad o disconformidad con la
recta razón que dirige al acto humano.
Al analizar concretamente un determinado acto humano ya sea realizado por uno mismo o
por otra persona, hay tres elementos para juzgarlo.
Perfil profesional:
La formación profesional es distinta para cada área y nivel de desempeño, y dependiendo
de esto mismo, la formación puede ser larga y pesada o corta y ligera e incluso puede
realizarse mientras se desempeña un trabajo ya sea similar o distinto, aunque de menor
nivel por lo general. La formación profesional también puede ser muy teórica o muy
práctica. Sin embargo, excepto algunas profesiones eminentemente especulativas como la
de filósofo, todas deben contener una cierta dosis tanto de teoría como de práctica o sea la
auténtica "praxis", entendida ésta como la aplicación de un Conocimiento o de una teoría
que a su vez fue extraída de experiencias concretas,
Dice Scherecker que "el profesional adquiere por su actividad el derecho a un sueldo que
cambia la distribución del dinero, o de otros bienes, en el mundo, y normalmente su
actividad cumple ciertas obligaciones estipuladas".
2. FUNDAMENTOS DE LA MORALIDAD
La teoría de los fundamentos morales es una teoría psicológica y social que pretende explicar
los orígenes y/o las variaciones en el razonamiento moral sobre la base de fundamentos
innatos y modulares. Hasta este momento, la teoría ha propuesto seis fundamentos: el
cuidado, la justicia, la libertad, la lealtad, la autoridad y la pureza; no obstante, sus autores
avisan sobre la posibilidad de incluir más fundamentos. La teoría fue propuesta por primera vez
por los psicólogos Jonathan Haidt y Craig Joseph, en base al trabajo realizado por el
antropólogo cultural Richard Shweder, y ha sido subsecuentemente desarrollada por un
Aunque el desarrollo inicial de los fundamentos de la moral está enfocado en las diferencias
culturales, trabajos posteriores con esta teoría se han enfocado en la ideología política. Varios
académicos han propuesto la teoría de los fundamentos morales como una explicación de las
diferencias entre los liberales y los conservadores y han sugerido que esto puede explicar
variaciones en la opinón sobre asuntos cargados políticamente, como el matrimonio gay o el
aborto. Por su parte, Haidt ha sugerido que los liberales ponen su énfasis en solo tres
fundamentos morales (el cuidado, la justicia y la libertad) mientras que los conservadores
enfatizan de la misma forma en los seis.
ORÍGENES
Los fundamentos morales inicialmente surgen como una reacción contra la teoría del desarrollo
racionalista de la moral asociada a Lawrence Kohlberg y Jean Piaget. En base al trabajo de
Piaget, Kohlberg argumentó que el razonamiento de la moral de los niños cambia a lo largo del
tiempo, y propuso una explicación a través de sus “seis estados del desarrollo moral”. El
trabajo de Kohlberg enfatiza en la justicia como concepto clave del razonamiento moral,
considerándolo como una actividad cognitiva primaria, y la convierte en el enfoque dominante
de la psicología moral, influenciando fuertemente en los trabajos posteriores. Haidt escribe que
encuentra las teorías de Kohlberg poco satisfactorias desde que las encontró en la facultad
porque “parecen demasiado cerebrales” y no se centran en los aspectos emocionales.
a. El valor moral perfecciona a las personas en cuanto a tal, en tanto que los demás
valores perfeccionan al individuo en aspectos parciales o periféricos, el valor moral se
enclava en el núcleo de la identidad personal.
b. La persona con valor moral es todo lo contrario al sujeto mezquino, egocéntrico
interesado exclusivamente en su propio bienestar.
c. La Persona con moral manifiesta y contagia una felicidad que surge de su propia
interioridad, del núcleo de su identidad personal.
d. La persona con valor moral manifiesta una triple armonía: Su conducta es congruente
con lo que piensa y lo que dice. No hay autoengaño ni falsas posturas hacia los demás.
Y los tres niveles:pensamiento, palabras y acciones, expresan lo mismo, la naturaleza
que se está realizando en forma armoniosa.
e. La Persona que actúa con un nivel moral positivo tiene puesta su atención en valor
moral intrínseco del acto que ejecuta y no del beneficio personal que le traerá este.
f. Un acto honesto es una acción que posee un valor intrínseco y, además, se ejecutan
dentro de una actitud de benevolencia, desinterés y generosidad que procede del
núcleo de identidad personal del individuo.
Existen diferentes tipos de normas y reglas: éticas y morales, las de cortesía, de higiene, las
religiosas, etc. Asimismo, están las leyes, que son normas jurídicas que establece la sociedad,
mediante sus representantes, para ordenar la vida de la comunidad.
Toda nuestra convivencia social se sustenta en normas. Las relaciones que se establecen entre
personas son reguladas por distintas normas. Ellas definen y determinan los derechos, deberes y
permiten al individuo saber cómo actuar correctamente.
Podríamos definir el concepto de norma como toda regla de carácter obligatorio que manda,
permite o prohíbe una determinada conducta o comportamiento al interior del grupo social a la cual
se pertenece.
En nuestra vida cotidiana nos encontramos con diversas situaciones que nos contactan con el
Derecho, simples acciones como subirse a un micro generan consecuencias jurídicas como la
obligación de pagar el pasaje y el derecho a que el micro haga su recorrido.
El Derecho surge como una manifestación de la necesidad de establecer normas que nos permitan
convivir en forma organizada y pacífica, evitando que las personas resuelvan los conflictos por sus
propios medios.
TIPOS DE NORMAS
Todas las normas regulan conductas. Nos dicen lo que es posible o necesario hacer, o no hacer,
en determinadas circunstancias. Estas reglas son necesarias para lograr una convivencia social
Existe una diferencia muy importante entre las normas legales y las normas morales.
La moral está formada por normas de conducta individual dictadas por la conciencia. Si no
cumplimos nuestras normas morales, nos sentimos mal porque sabemos qué hacemos algo
incorrecto.
Las leyes son normas establecidas por la sociedad. Las leyes establecen obligaciones,
prohibiciones y permisos concretos para determinadas acciones. Las normas legales están
publicadas en forma de códigos y decretos. Si desobedecemos las leyes nos arriesgamos a ser
sancionados con una multa o, en casos graves, con penas de prisión.
Se definen como el conjunto de reglas o preceptos que se imponen a la conducta de los seres
humanos que viven en sociedad, y cuyo cumplimiento suele ser de carácter obligatorio en la
mayoría de los casos.
Dado que el incumplimiento de estas normas es posible, se les otorga la facultad a ciertas
personas calificadas, para poner en movimiento el aparato coactivo e imponer una sanción. Pero,
en lo fundamental, la función principal de toda norma jurídica es sugerir una determinada conducta;
tratar de orientar y regular la actividad humana, así como de presionar sobre la conciencia humana
la amenaza del castigo o la sanción que ha de merecer toda conducta contraria a lo que ha
quedado establecido por ella.
Del mismo modo en que el Derecho pretende regular la conducta humana, así mismo las normas
morales son imperativas; pero a diferencias de las jurídicas; no son obligatorias.La organización
social no descansa por completo sobre el Derecho, pues la moral interviene también en ese
propósito. Pero la percepción de lo moral es muy subjetiva e inciden múltiples factores para
determinar cuál es la verdadera norma moral. Algunos autores afirman que las normas morales son
muy difíciles de identificar y hay muy poca claridad en determinar cuáles normas deben tomarse
como morales. Por ejemplo: respetar a los padres.
Las prescripciones de la moral no se refieren sino a la conciencia de cada individuo, quien la viola
no se expone a ningún castigo o presión material, solamente puede incurrir al desprecio o al
rechazo por parte de la sociedad. Las normas morales son espontáneas y tienen un carácter
subjetivo, surgen de la propia conciencia del sujeto; por lo que son unilaterales y autónomas.
Según ALEJANDRO BARBOSA PEREZ, las diferencias clave entre normas morales y normas
jurídicas son las siguientes:
Coercible: El derecho siempre tiene respaldo Incoercible: No se utiliza la fuerza para obligar
de una norma legal, y en el momento que no se a alguien al cumplimiento de algún acto o norma
Mucho se ha dicho y discutido acerca de la relación que guardan los dos campos
normativos por excelencia, la moral y el derecho, aún más en estos tiempos donde las
intersecciones de los temas éticos y el derecho aparecen cotidianamente y por doquier:
eutanasia, aborto, objeción de conciencia, pena de muerte, derechos de las generaciones
futuras ,nanotecnología, calentamiento global, genoma humano, etc.
Partimos de la suposición de que esos dos órdenes son dos realidades sociales y
normativas diferentes cuya interrelación se presenta en el ámbito del deber ser, del orden
prescriptivo, y cuya diferencia, las más de las veces se presenta desde diversos campos
de observación. Por consecuencia, se nos presenta una oportunidad para proponer una
nueva re exposición de su relación desde la perspectiva jurídica analítica que contemple 1)
las relaciones de indiferencia, 2) las relaciones de complemento y 3) las relaciones
de antagonismo. Este análisis teórico jurídico quizá pueda ayudar a superar el marco de
ambigüedades en el que ha caído la discusión sobre las consecuencias jurídicas que
comporta el problema de la distinción entre las normas jurídicas y las normas morales, ya
sea por la asunción de su irrelevancia (los problemas morales no son temas que
corresponda a la teoría del derecho analizar) y asea por la presunción de su
improductividad (discutir sobre moral para qué serviría al jurista). Por el contrario,
esperamos que al finalizar la lectura, se concluya sobre su utilidad.
Esta es la tesis de aquellos que suponen que entre derecho y moral no hay caminos de
comunión debido a que el derecho positivo es un campo normativo muy diferente del orden
de la moral, y que en todo caso, cada reino tiene su objeto de estudio o su campo de
acción bastante bien definido y muy bien delimitado. En términos coloquiales valdría decir
que lo que es derecho no es moral y viceversa, lo que atañe a la moral no atañe al
derecho. Las bases por las cuales se plantea esta tesis están bien patentes. Kant es un
buen antecedente. Con él hay que distinguir tres cosas. Primera: que el deber moral se
cumple por deber y no por inclinación. La buena voluntad lo es en sí misma y no por las
cosas que ella busca, por los fines que se propone. Segunda: que los imperativos, como
formulaciones de los mandatos de la voluntad, son hipotéticos o categóricos. Los primeros
hacen referencia a un fin externo a la voluntad y los segundos se representan laacción
como objetivamente necesaria, podríamos decir, que su fin es la voluntad misma; además,
los primeros podrían ser caracterizados como particulares, heterónomos, basados en
principios a sertóricos (condicionales), renunciables a sus principios y tendientes a la
felicidad, cuando los segundos como universales, autónomos, basados en mandatos
apodícticos (necesarios), irrenunciables a sus imperativos y tendientes a la perfección.
Como consecuencia, en tercer lugar, que hay un orden de la heteronomía y un orden de la
autonomía. Esta historia y su dicotomía se remonta a Kant, de quien dice La porta que “…
la obligación moral, como decía Kant, se caracteriza por el motivo de la acción, que es la
norma misma, mientras que en la obligación jurídica el motivo de la acción es un cálculo,
un temor, una conveniencia adaptativa, es decir, algo externo a la norma.”En ese tenor, si
se considera que el derecho se obedece por evitar el mal que implica la imposición de la
pena, es decir, un fin utilitario, sacar un provecho o evitar un perjuicio, estamos en el
campo de los imperativos hipotéticos y de la heteronomía, mientras que si se obedece por
A diferencia de Kant, Hegel se muestra más razonable a la hora de entender el papel que
juegan la moral y el derecho. La «abstracción» de Hegel, como concepto, permite
comprender versiones del derecho en las cuales éste, como lo hace Kelsen es analizado
en sí, separándolo de su determinación por otra u otras ideas. Recordemos que Kelsen, en
su teoría pura el derecho, separa al derecho de cualquier otra teorización relacionada con
la moral, la política, la economía, por citar a las principales; su intento es el de neutralizar el
análisis del derecho de cualquier otro campo de lo social, a riesgo de fundamentar y
discursar doctrinalmente sobre moral jurídica, política jurídica o economía jurídica,pero no
sobre teoría del derecho. En ese tenor, la propuesta jurídica de Kelsen es abstracta,
porque se para el derecho de cualquier otra determinación social. Para superar esta
abstracción, hay que acudir a lo concreto. Una idea concreta une dos abstracciones que es
lo que hace Hegel en la eticidad, porque une el derecho abstracto y la moral, asumiendo el
ser para sí, de forma tal que el derecho concreto es aquel que se relaciona con otros
ámbitos de la praxis humana. En Hegel, el derecho abstracto y la moral, se superan en la
eticidad, que es lo universal. Como se ve, Hegel es un buen exponente de esta relación
transitoria, pero al fin relación, entre derecho y moral. La primera etapa –el derecho
abstracto- tiene a la voluntad en su inmediatez. Los protagonistas en esta parte son la
persona, la propiedad y el contrato. La segunda –la moralidad- es la superación de la
legalidad abstracta de la persona, comienza con la intelección del sujeto moral, cuando la
persona se convierte en sujeto y la cosa en acción.5 Si por un lado, la personalidad se
define por una auto-referencia (yo=yo), el sujeto moral por su parte, se define por la
autodeterminación interior de la propia voluntad, donde son relevantes las opiniones, las
intenciones, los motivos.
Hemos partido de la relación básica de indiferencia entre derecho y moral, así como de la
relación de complemento que se presenta cuando se reconoce el papel que juega la moral
para interactuar con algunos contenidos de las normas jurídicas. Sintomáticamente, en los
Un primer conflicto es el que acaeció con motivo de las consecuencias destructivas del
abuso de los regímenes totalitarios y las normas jurídicas que les sirvieron para construir
su discurso social y político de legitimidad. Las consecuencias de la posguerra dejaron en
entredicho muchos de los planteamientos del positivismo temprano del siglo XX. Supuso,
ante todo, considerando el exterminio de judíos por el régimen nazi, que había ciertas
exigencias éticas elementales, profundas, universales, que estaban en la base de cualquier
civilización humana posible. Uno de los teóricos del derecho más importantes de la
posguerra, Radbruch, piensa que para superar la concepción de abuso del positivismo dela
legislación nacionalsocialista, es menester determinar que el derecho surgido de ese
régimen no es en absoluto derecho.
Lo que esta situación histórica plantea es pues, palabras más, palabras menos, la
distinción entre lo legal y lo justo, idénticamente a los problemas quela Antígona de
Sófocles hace varios miles de años ya delineaba.
Una segunda conclusión es que el jurista debe tomar sus decisiones basado en razones
jurídicas, es decir, en las normas jurídicas. Esto parece una verdad de Perogrullo, pero no
lo es tanto si consideramos los veredictos morales de la opinión pública ysu
distanciamiento respecto de las decisiones jurídicas. Si bien es cierto que la moral por sí
misma no aporta determinación, seguridad y certeza jurídica, es también cierto que no se
puede desechar su papel para auxiliar al operador jurídico a construir soluciones jurídicas
socialmente relevantes.
Una tercera conclusión es que al analizar los casos jurídicos difíciles, el jurista debe prever
la utilización de métodos de ponderación que guíen el proceso de construcción de sus
dictámenes y soluciones, máxime que la inclusión de la moral enlos campos del derecho
internacional, ambiental, civil, familiar, entre otros, se presenta con mayor intensidad
conforme avanzan los días. Se trata, en la mayoría de casos, de fenómenos de choque de
principios jurídicos, y en última instancia del conflicto de valores morales protegidos
constitucionalmente. Ahí están, por vía de ejemplo, los conflictos entre reglas democráticas
y autonomía de gestión en el ámbito electoral, los conflictos entre el uso racional de los
7. CRISIS DE LA MORAL
Los seres humanos vamos interiorizando los valores morales en el núcleo familiar. De ahí
aprendemos el respeto, la tolerancia, la honestidad, la generosidad, la responsabilidad, la
lealtad y la perseverancia, entre otros. A medida que maduramos comenzamos a asumir
los valores sociales, y comenzaremos a pensar en el respeto a nuestros semejantes, la
cooperación, la comprensión, la vocación de servicio, etc.
Efectivamente, estas normas morales han sido siempre el limitador real de la interacción
social entre los seres humanos y su negación es la causa principal de la crisis social que
actualmente padecemos. Sin una ética de valores adecuada se nos hace difícil
relacionarnos con otras personas ya que los valores no sólo son una cuestión personal,
sino que repercuten en todos los ámbitos de la sociedad.