Spanish 4th Sem
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Introducción
El origen del pueblo azteca es incierto, pero los elementos de su propia tradición sugieren que
eran una tribu de cazadores y recolectores en la meseta del norte de México antes de su
aparición en Mesoamérica, quizás en el siglo XII EC; Aztlán, sin embargo, puede ser
legendario. Es posible que su migración hacia el sur fuera parte de un movimiento general de
pueblos que siguió, o quizás ayudó a desencadenar, el colapso de la civilización tolteca
altamente desarrollada del centro de México y su capital, Tula, un centro urbano espectacular
que presentaba pirámides, templos, edificios públicos y estatuas.
A principios del siglo XII, la civilización tolteca sufrió una catástrofe cuando Tula fue
atacada y destruida, al igual que otros importantes centros toltecas. Tribus de cazadores y
recolectores, incluido un grupo de chichimecas bajo el liderazgo de Xólotl, aprovecharon la
situación y viajaron desde la árida meseta del norte de México hacia la fértil y densamente
poblada zona central. Los chichimecas de Xólotl unieron fuerzas con los toltecas restantes, lo
que resultó en un período de relativa paz y progreso cultural en el Valle de México. Durante
este tiempo los aztecas, que según la leyenda habían estado errantes en busca de un nuevo
lugar donde asentarse, establecieron un hogar precario cerca de las ruinas de Tula. Allí
mejoraron su enfoque de la agricultura y adquirieron otros conocimientos tecnológicos.
Sin embargo, su estancia fue temporal. La tradición azteca sostiene que el dios
Huitzilopochtli les ordenó partir nuevamente en busca de un hogar permanente, cuya
ubicación sería revelada por la aparición de un águila posada sobre un nopal con una
serpiente en el pico (imagen que está conmemorada en la bandera nacional de México).
Siguió una larga peregrinación que terminó en 1325 en una pequeña isla en el lago de
Texcoco, donde, según se dice, los ancianos del pueblo vieron el águila, el cactus y la
serpiente. Allí construyeron un templo y, a su alrededor, en islas del lago de Texcoco, las
primeras viviendas de lo que sería la poderosa ciudad de Tenochtitlán.
Establecimiento del imperio azteca
Bajo el gobernante Itzcóatl (1428-1440), Tenochtitlán formó alianzas con los estados vecinos
de Texcoco y Tlacopan y se convirtió en el poder dominante en el centro de México. Más
tarde, mediante el comercio y la conquista, Tenochtitlán llegó a gobernar un imperio de 400 a
500 pequeños estados, que en 1519 comprendía entre 5.000.000 y 6.000.000 de personas
repartidas en 80.000 millas cuadradas (207.200 km cuadrados). En su apogeo, Tenochtitlán
en sí cubría más de 5 millas cuadradas (13 kilómetros cuadrados) y tenía más de 140,000
habitantes, lo que lo convierte en el asentamiento más densamente poblado jamás logrado por
una civilización mesoamericana. El imperio que establecerían los aztecas fue igualado en el
Nuevo Mundo sólo por el de los incas del Perú, y la brillantez de su civilización es
comparable a la de otras grandes culturas antiguas de América y el Viejo Mundo.
la conquista española
La base del éxito azteca en la creación de un gran estado y, en última instancia, un imperio
fue su notable sistema de agricultura, cuya alta productividad hizo que el estado fuera rico y
poblado. La agricultura azteca presentaba el cultivo intensivo de toda la tierra disponible, así
como elaborados sistemas de irrigación y recuperación de tierras pantanosas mediante el uso
de campos elevados conocidos como chinampas ("jardines flotantes"). La rica tierra del fondo
de un lago se apilaba para formar crestas entre hileras de zanjas o canales. Como resultado
del clima templado del Valle de México y la abundancia de agua para riego, las chinampas
producían múltiples cosechas al año. Un sistema de lagos (Texcoco, Chalco, Xochimilco,
Xaltoca y Zumpango) que estaban conectados naturalmente y por medio de canales
artificiales contribuyó a la importancia estratégica del Valle de México al proporcionar un
amplio transporte de agua que favoreció la unificación económica y política temprana de el
valle.
Religión azteca
El imperio azteca también se caracterizó por una organización sociopolítica compleja, cuya
naturaleza continúa siendo debatida por los antropólogos. Algunos académicos señalan la
división de la tribu en calpulli (“casas grandes”), pseudounidades familiares establecidas en
Tenochtitlán, como evidencia de una organización igualitaria; otros enfatizan que la prueba
de la estratificación social es innegable. Debido a la existencia de una nobleza hereditaria
azteca, se ha argumentado que la sociedad azteca era "feudal"; sin embargo, la relación de
estos grupos nobles con los reyes aztecas, con la sociedad en general y con la propiedad de la
tierra era distinta del feudalismo del Viejo Mundo, en parte porque el gobierno del monarca
azteca era más absoluto. Los registros del reinado de Moctezuma II indican que el imperio
estaba organizado en provincias y que el tributo se pagaba de acuerdo con la producción de
cada región. Se construyó una gigantesca burocracia política, militar y religiosa, con
gobernadores, recaudadores de impuestos, tribunales de justicia, guarniciones militares,
servicios de correo y mensajería y otros cargos civiles.
Náhuatl: la lengua azteca
El idioma de los aztecas era el náhuatl (también llamado azteca), parte de la familia
lingüística uto-azteca que, en la época de las primeras exploraciones de América por parte de
los europeos, estaba influyendo en idiomas tan al norte como el río Yellowstone y tan al sur
como Panamá. El náhuatl, el más importante de los idiomas uto-aztecas, fue el idioma de las
civilizaciones azteca y tolteca. Una vez que los aztecas lograron ascendencia política, el
náhuatl se convirtió en la lengua franca de un área casi tan grande como el México actual.
Una gran cantidad de literatura en náhuatl que fue producida por los aztecas sobrevive desde
el siglo XVI. Fue registrado en una ortografía que fue introducida por sacerdotes españoles y
basada en la del español. El náhuatl clásico (siglo XVI) empleó un conjunto de 15
consonantes y cuatro vocales largas y cortas y se destacó por el uso de un sonido tl producido
como una sola consonante y por el uso de la oclusión glotal.