Expo Historia

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“In the long run, we are all dead” es la famosa frase que el economista John

Maynard Keynes acuñó en su obra “Un tratado sobre la reforma monetaria” en


1923.
La teoría keynesiana del empleo le da la vuelta a la teoría clásica. El salario
real viene determinado por el empleo, y no al revés. Y el empleo viene
determinado por la cantidad de bienes y servicios que las empresas están
dispuestas a producir y vender. Por ello, la “solución” vendría dada por una
expansión de la demanda agregada, ya sea reduciendo el tipo de interés y/o
una política fiscal expansiva (a través de mayor gasto público o menores
impuestos).
Es bastante conocida la frase de Keynes “En el largo plazo, todos estaremos
muertos”. Aunque quizá no sea tan conocido el contexto en que surgió. En la
recesión que siguió a la primera Guerra Mundial, los monetaristas no eran
partidarios de bajar el tipo de interés del dinero, porque acabaría generando
inflación, y por lo tanto proponían aguantar los tipos y esperar a que se
produjera la recuperación (algo que la teoría económica predice que sucederá,
al menos en el largo plazo).

Es en este momento histórico (1923) en el que John Maynard Keynes publicó


su “Breve tratado sobre la reforma monetaria” en la que aparece la famosa cita:
“…en el largo plazo ello es probablemente cierto (…) Pero este largo plazo es
una guía confusa para la coyuntura. En el largo plazo estamos todos muertos”.

John Maynard Keynes decía que en el largo plazo estaremos todos muertos.
De este modo pretendía controvertir algunas concepciones de los economistas
clásicos, que miraban hacia el futuro desde grandes líneas que, con el correr
del tiempo, generarían positivos resultados de modo más o menos espontáneo.
A diferencia de otros economistas, para él, el problema no era la escasez de
recursos, sino el paro y la existencia de recursos sobrantes.

Economista inglés (Cambridge, 1883 - Firle, Sussex, 1946). Recibió una


educación de elite en Eton y Cambridge, orientándose hacia la economía
por consejo de su maestro, Alfred Marshall. Tras un breve periodo
trabajando en el servicio administrativo británico para la India, en 1909
entró como profesor en el King's College de Cambridge, donde enseñaría
economía hasta su muerte.
Keynes fue un hombre de vasta cultura, un humanista erudito y de
prosa exquisita, gran orador, contertulio y mecenas de intelectuales y
artistas; pero también fue un hombre de mundo interesado por los
asuntos políticos y por la economía práctica, dedicando parte de su
tiempo a negocios ajenos y propios con los que llegaría a hacerse
millonario. Todos sus escritos económicos fueron respuesta a problemas
acuciantes de la economía de su tiempo. Así, como fruto de su trabajo
en la administración colonial, escribió La moneda india y las
finanzas  (1913).
El tiempo demostraría, desgraciadamente, que sus previsiones eran
acertadas. Keynes volvió sobre el tema en Una revisión del
tratado  (1922); las cuestiones monetarias siguieron atrayendo su
atención en el Tratado sobre la reforma monetaria  (1923) y el Tratado
sobre el dinero  (1930), en donde criticó respectivamente la adhesión al
patrón oro y la teoría cuantitativa de la moneda.

Pero su obra decisiva fue la Teoría general de la ocupación, el interés y


el dinero  (1936), con la que dio una respuesta definitiva a la grave
depresión económica desencadenada en todo el mundo a partir
del crash  de la Bolsa de Nueva York de 1929. Retomando intuiciones
olvidadas de los teóricos del subconsumo (como Thomas R. Malthus),
Keynes indicó que la causa de la crisis era la insuficiencia de la
demanda, debida a la creciente propensión marginal al ahorro de las
sociedades desarrolladas (esto es: que a medida que aumenta la renta,
es mayor la parte de ésta que se destina al ahorro y menor la que se
dedica al consumo, con lo que una parte de la producción no encuentra
comprador).

El prestigio alcanzado por Keynes fue tal que el rey Jorge VI le nombró
barón en 1942, ingresando en la Cámara de los Lores.

 Keynes indicó que la causa de la crisis era la insuficiencia de la demanda,


debida a la creciente propensión marginal al ahorro de las sociedades
desarrolladas Es decir, que a medida que aumenta la renta, es mayor la parte
de ésta que se destina al ahorro y menor la que se dedica al consumo, con lo
que una parte de la producción no encuentra comprador. En su opinión, el
desempleo así originado no podía remediarse únicamente con medidas
monetarias. La debilidad del consumo privado sólo podía remediarse
incrementando el gasto público en periodos de recesión

Hijo de John Neville Keynes, profesor de economía y filosofía en la


Universidad de Cambridge, y de Florence Ada Brown, precursora de la
asistencia social y alcaldesa de Cambridge en 1932. Tuvo dos hermanos,
Margaret y Geoffrey.

Terminados sus estudios, trabajó en el Ministerio de la India experiencia


que recogió en su primer libro Moneda y Hacienda pública en la
India (1913).

En 1902, ingresó en el King's College en la Universidad de Cambridge, donde estudió


matemáticas y teoría de probabilidades, orientándose luego hacia la economía por consejo
de sus maestros Alfred Marshall y Arthur Pigou.

Keynes murió el 21 de abril de 1946 a causa de un infarto. Sus problemas cardíacos se


agravaron por la presión de su trabajo en los problemas financieros internacionales de la
posguerra.
Keynes falleció en la pequeñ a villa de Firle en el condado de
Sussex (Inglaterra), en plena actividad, y precisamente por
ello, teniendo como causa final un infarto de miocardio el 21
de abril del añ o 1946.
Antes de conocer en 1918 a su mujer Lidya Lopokova, se le
asociaron varias parejas masculinas, confirmando su
homosexualidad.

Florence Ade Brow fue una de las primeras mujeres en estudiar en


Cambidge

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