21233-Texto Del Artículo-85447-1-10-20220630
21233-Texto Del Artículo-85447-1-10-20220630
21233-Texto Del Artículo-85447-1-10-20220630
Esta separación solo sería el principio de un conflicto que continúa en las últimas
décadas. Años más tarde, en 1950, estalló la Guerra de Corea, en la que ambos países
buscaban ocupar toda la península, aunque ninguna de las dos llegaría a ver
cumplido su objetivo. Finalmente, en 1953 se firmó el armisticio (Ocaña, 2003) tras
la gran cantidad de bajas sufridas. Después del fin de este conflicto, se establecieron
los límites entre las dos Coreas alrededor del paralelo 38, donde se creó la frontera
más vigilada del mundo, también llamada Zona Desmilitarizada de Corea (ZDC) (El
Mundo, 2004).
Corea del Sur sufrió una gran represión (Biblioteca del Congreso Nacional de Chile,
2011) y varios golpes de Estado hasta que la oleada de protestas y manifestaciones
obligaron al gobierno a proclamar las primeras elecciones democráticas de Surcorea
en 1988. Actualmente, es un país bipartidista muy influenciado por la cultura
estadounidense y occidental. Sus partidos más relevantes son el Partido Gran
Nacional o Partido Saenuri, que es de corte más conservador y capitalista, y el Partido
Democrático (Robert, 2011), de tendencias liberales y de centro.
El estudio de estas dos naciones se hace más relevante en los últimos años debido a
dos factores: La conversión de Corea del Sur en la potencia mundial número 11 en el
ranking mundial (Mars, 2015), en parte debido a la actual ola de popularidad de la
cultura coreana (Farrar, 2010); y la declaración de guerra entre ambos países en 2013
(La Voz de Galicia, 2013). En los años precedentes se habían llevado a cabo grandes
esfuerzos de reconciliación. No obstante, en 2013, debido a los vuelos de prueba que
hizo Estados Unidos con dos de sus bombarderos sobre Corea del Sur, la República
Democrática de Corea decidió declarar el estado de guerra.
3. Metodología.
Se ha realizado una investigación orientativa, y no estadísticamente representativa
que analiza 24 carteles: 12 carteles de las elecciones presidenciales de Corea del Sur, y
12 carteles propagandísticos de Corea del Norte.
En cuanto a las piezas de Norcorea, todas provienen del Partido del Trabajo de Corea
y, a su vez, éstas son supervisadas por el Ministerio de Propaganda y Agitación
(Hoare, 2012), un organismo profundamente hermético. Debido a esto, no ha sido
posible datar los carteles con precisión. En este caso los carteles han sido elegidos en
función de la resolución de estos, de modo que todos los detalles pudiesen ser
apreciados, y según la precisión de la traducción que se hubiera obtenido.
ser el objeto de este estudio algo tan lejano y diferente al mundo occidental como es
Corea.
Gráfico 1. Estructura formal del mensaje propagandístico (fuente: Pineda Cachero, 2006:
244)1.
En otra línea diferente, las condiciones de recepción según Pineda hacen referencia a
“las predisposiciones actitudinales y a los elementos de contenido que se imputan a
los receptores de la propaganda por parte del emisor de la misma, y en función de los
cuales va a formularse un Propagandema” (2006: 280). Éstas abarcan creencias,
mitos, estereotipos, ritos, estilos de vida, valores, etc., y son utilizados por el Emisor
para instrumentalizarlos y cumplir sus propios objetivos.
Del mismo modo, también forman parte de este estudio los distintos elementos
representados, la orientación de los carteles, los elementos que más se repiten, la
organización de la composición, etc. La aparición o ausencia de todos estos
componentes puede resultar un reflejo de su contexto socioeconómico, de su cultura y
de la sociedad de cada nación.
Todos estos elementos (la textura, la forma, el color, la orientación de los carteles, la
reiteración de determinados elementos, etc.), han sido analizados cuantitativamente,
contabilizando la presencia de estas variables, así como el número exacto de
ocasiones en las que se repite una misma variable en una pieza, para convertir los
datos en porcentajes y así poder realizar un mejor manejo de ellos.
4. Resultados.
En Surcorea, todos los carteles investigados eran fotografías. La gran mayoría
(83,3%) eran en color, siendo solamente el 16,6% de las piezas en blanco y negro.
los diferentes candidatos, con un tamaño mucho mayor que el resto de elementos y
ocupando gran parte de la superficie. El siguiente objeto más grande responde al
nombre del político, normalmente emplazado en la parte inferior en un 91,6% de
ocasiones. Le siguen en dimensiones el eslogan, que se coloca sobre el nombre del
candidato, y, por último, la denominación del partido.
Imagen 1. Candidata del Saenuri Party y actual Presidenta de Surcorea. Traducción cartel:
“La mujer presidente preparada, Park Geun-Hye” (Sun, 2012).
Tras observar la gran carga semántica que tienen las caras de los políticos en el centro
de la composición, y la escasa relevancia de los demás elementos, se puede deducir
que la disposición de las piezas sigue una orientación de carácter centrípeto. De esta
forma, toda la atención recae en el centro, evitando que la mirada se pose en otros
objetos.
En cuanto al color, en las piezas gráficas predominan las tonalidades y tipografías del
partido político al que pertenece. Dentro del empleo de los colores corporativos, estos
suelen ser saturados, luminosos y brillantes. El fondo de la imagen, acostumbra a ser
de un color plano, o a estar decorado con figuras amorfas con apenas importancia. En
general los carteles de esta nación son bastante sencillos.
Por otro lado, la mayoría de los individuos que aparecen representados son hombres
(58%), mientras que las mujeres solamente suponen un 42%.
Gráfico 2. Comparación de aparición de hombres y mujeres en Corea del Sur y Corea del
Norte
Por su parte, Corea del Norte utiliza la ilustración para todos los carteles
seleccionados. El tipo de dibujo que emplea suele ser bastante realista, aunque a
veces se puede observar cierto infantilismo en los trazos. En contraposición a
Surcorea, y siendo consecuencia directa del uso de este tipo de manifestación
artística, la textura da un aspecto bidimensional y plano a la composición.
Imagen 2. Cartel de Corea del Norte. Traducción cartel: “Expulsemos a los americanos y
reunifiquemos la patria” (The Clinic Online, 2013).
Por otro lado, las composiciones siguen una disposición centrípeta muy marcada, que
es reforzada por las miradas de los soldados, la trayectoria de los misiles y otros
objetos. Además, también se emplea una distribución centrífuga al desviar la mirada
de los receptores hacia arriba y hacia fuera de la pieza gráfica.
Pasando a analizar los colores, se observa un uso reiterado del azul y el blanco de la
bandera estadounidense, y del rojo y el verde, apareciendo alguno de estos últimos en
el 83% de los casos. Excluyendo estas principales tonalidades, el resto de colores que
aparecen son muy variados, tanto fríos como cálidos, aunque no son tan brillantes ni
saturados como los anteriores.
Solo en un 60% de los posters que aparecen son mujeres, mientras que podemos
encontrar figuras masculinas en un 90% de los carteles. Si se contabiliza el total de
individuos, se encuentra además que sólo un 19% de las personas que aparecen son
mujeres.
Por otro lado, el contenido de los carteles es algo más complejo que los de su vecina
capitalista, ya que se observa un mayor detalle en las ilustraciones, un importante
número de personajes y elementos que interactúan entre sí, y un uso del color con
objetivos más fijos y claros. Así, por ejemplo, se puede percibir la reiteración del rojo,
que es el color del comunismo (Yorde, 2014) y de la bandera Juche, y que busca con
su repetición que siempre esté presente esta ideología en los carteles. Asimismo, esta
tonalidad simboliza también la violencia y la sangre (Oesterreicher-Mollwo, 1983),
por lo que se emplea con el objetivo de mantener la cultura de la agresión, y para
justificar la necesidad de defensa de la nación ante el ataque inminente del enemigo.
5. Discusión
Comenzando por Surcorea, los carteles de Corea del Sur están compuestos solamente
por fotografías. Esta preferencia se debe a que la fotografía es más realista, induce
menos al engaño, y en una sociedad democrática como es esta nación, resulta de gran
importancia mostrarse de forma transparente, objetiva y directa.
Sin embargo, Corea del Norte utiliza exclusivamente ilustraciones, lo que está
motivado, por el contrario, por el gran margen de subjetividad y complejidad que
permite un dibujo respecto a una fotografía. Además, como ya se verá más adelante,
esta técnica artística permite jugar con las formas, los colores y los tamaños según los
objetivos del estado totalitario. No obstante, para intentar que su propaganda
también parezca veraz, y para mantener la credibilidad de sus mensajes, el tipo de
ilustración empleada es el realismo comunista, método que se usa en la mayor parte
de los carteles de Norcorea (Jauregi, 2011). En esta misma línea, es importante
resaltar que se trate de conservar la verosimilitud, ya que éste es uno de los
principales pilares de la propaganda, como ya apuntaba Goebbels (Doob, 1950).
Pasando a los tres parámetros de Groupe µ (1993), Corea del Sur emplea una textura
tridimensional para, una vez más, darle más realismo a sus mensajes. El hecho de que
el candidato ocupe la mayoría del espacio en los carteles se debe al deseo de utilizar
una “perspectiva jerárquica”, destacando a éste sobre los demás elementos, que son
emplazados con un menor tamaño. Esta “perspectiva jerárquica” no es un recurso
moderno, sino que ya era empleado en el antiguo Egipto para enaltecer a los faraones
frente a sus súbditos (Palomero, 2012). Por lo tanto, que el candidato tenga el mayor
protagonismo se debe al deseo de centrar la atención en él, cumpliéndose otro de los
principios de Goebbels, quien defendía la relevancia de atraer todo el interés sobre
una sola figura (Doob, 1950).
También es interesante resaltar que todos los candidatos adoptan una postura
relajada y sonríen de forma amable y cálida, ya que este hecho también es una de las
principales técnicas de propaganda, que se basa en mostrarse cercano, como una
persona común y corriente capaz de empatizar con el espectador (Jackall, 1995).
Por otro lado, que el logotipo del partido tenga unas dimensiones mucho menores y
aparezca en una esquina, normalmente la superior a la izquierda, se debe a la
personificación de los partidos (Zamora y Losada, 2011), de modo que la propia
formación queda en segundo plano. Del mismo modo, que el nombre del candidato
aparezca en grandes letras se debe a que se busca darle mayor importancia, lograr
una fácil recordabilidad y alcanzar una buena opinión del público. Asimismo, el
hecho de que el eslogan aparezca con un tamaño más reducido que el nombre del
candidato está motivado por la demagogia que promueve el marketing político
(Sánchez, 2005), en el que los mensajes realmente carecen de importancia, y las
imágenes y las personas, son los elementos más destacados.
Para explicar la colocación de los elementos, es importante apuntar que los coreanos
escriben de izquierda a derecha y de arriba abajo, como los occidentales (Kim,
2013a). Esta semejanza con el alfabeto latino permite aplicar el “Patrón de
disposición en Z” a la muestra analizada. Este modelo se basa en la ordenación de los
elementos siguiendo la forma por la que se lee los bloques de texto (Badawy
Eldesouky, 2013), de izquierda a derecha y de arriba abajo, siguiendo la estructura de
una zeta. Según esta teoría se puede justificar que los logotipos aparezcan en el
margen izquierdo, a continuación la imagen central y, para rematar, el nombre y el
eslogan, aprovechando esta tendencia de dirección de lectura para dirigir la vista.
Respecto a los colores, el hecho de que se suelan utilizar los colores de los partidos se
debe a un deseo de unificación, manteniendo la coherencia y cohesión entre los
candidatos y los partidos. De esta forma se logra que no se desvinculen unos de otros,
y se impide posibles confusiones en cuanto a la pertenencia de un político a una
formación. Además, esta intención de mantener la unidad entre ambos, justifica que
se tienda a utilizar una tipografía parecida, si no la misma, a la del partido.
Por otro lado, el gran dinamismo que se encuentra en las piezas está motivado por el
deseo de Norcorea de incitar a la acción a sus compatriotas, exhortándolos a la lucha
Analizando los colores, el uso predominante del rojo es debido a que es el color del
comunismo (Yorde, 2014), como fue mencionado anteriormente, encontrando
también esta tonalidad en la propia bandera comunista y en la del Partido de
Trabajadores de Corea. Además, éste es el pigmento de la vitalidad y de la acción
(Lüscher, 1973), y también el “color de la guerra, […] del odio” (Oesterreicher-
Mollwo, 1983: 190), por lo que este Gobierno lo utiliza tanto para hacer referencia al
comunismo, como para incitar al movimiento y continuar cultivando el odio.
Respecto al empleo del verde, Norcorea es un país con importantes valores militares,
y sus uniformes y elementos para la guerra son de este color, lo cual explica el gran
uso de esta tonalidad. En esta misma línea, el verde también simboliza la defensa
(Lüscher, 1973) y Corea del Norte siempre presenta una actitud defensiva al
considerar al resto del planeta como sus enemigos.
Por otro lado, observando los componentes que aparecen en los carteles, se considera
interesante analizar la representación de hombres y mujeres. No obstante, hay que
resaltar que, debido a la reducida muestra de esta investigación, las diferencias
obtenidas en cuanto a los porcentajes de hombres y mujeres en las dos Coreas, no
resultan estadísticamente significativas.
En Corea del Sur, aunque aparecen más hombres que mujeres, están más o menos
equiparados en número. No obstante, teniendo en cuenta que actualmente el
porcentaje entre ambos es aproximadamente el mismo en el país (indexmundi, 2012),
el motivo por el que aparecen más varones es que Corea del Sur es un país con un alto
índice de machismo. Éste se puede ver reflejado en que las mujeres ganan un 47%
menos, y solamente el 60% de las graduadas de entre 25 y 64 años está trabajando
(The Economist, 2010). Asimismo, reciben también menos ascensos, e incluso existe
en Surcorea un “consenso no escrito” entre los altos cargos, de que pueden librarse de
los cargos por acoso sexual (Kim, 2013b).
Women are accorded equal social status and rights with men.
The State shall afford special protection to mothers and children by providing maternity
leave, reduced working hours for mothers with several children, a wide network of
maternity hospitals, creches and kindergartens, and other measures.
The State shall provide all conditions for women to play their full roles in society.
(Naenara. Democratic People´s Republic of Korea, 2013).2
No obstante, indicios como que las jóvenes más bellas son seleccionadas para ser la
“guardia” personal del líder (Demick, 2009); el que se obligue a futuras madres a
abortar si el padre es surcoreano o japonés (León, 2013); la existencia de una ley que
prohibía a las mujeres llevar pantalones hasta mediados de 1970, y otra que prohibía
hasta 1992 que montasen en bicicleta (Lankov, 2014), así como el tráfico de mujeres
desde Norcorea a China para obligarlas a contraer matrimonio o a prostituirse (The
Editorial Board, 2014), hacen dudar acerca del cumplimiento de ese artículo.
Teniendo en cuenta estos hechos, y los datos demográficos que demuestran que las
mujeres suponen el 51,12% de la población, y los varones un 48,87%
(Datosmacro.com, 2012), se puede decir que la existencia tan minoritaria del género
femenino en los carteles se deba al machismo de Corea del Norte y la subestimación
del papel de las mujeres en la sociedad.
Por último, la aparición reiterada de misiles, armas, u otros elementos para la guerra,
así como uniformes militares, y gran variedad de violencia explícita, responden a la
técnica de McFarlane (2013) conocida como “web paranoia”. Ésta consiste en lograr
la parálisis de decisión a base de infundir miedo, generando al mismo tiempo ese
“brainwashing” que también ayuda a destruir el pensamiento racional. Del mismo
modo, la frecuente presencia de bombas sigue la intención de culpar al enemigo de
emplear armas no autorizadas como las nucleares, situación que se utiliza en
propaganda con asiduidad para legitimar los actos violentos del propio bando
(Morelli, 2001).
Por otro lado, también hay que resaltar que todos estos componentes bélicos también
eran representados en la propaganda de otros países comunistas, tales como la
República Popular de China y de la Unión Soviética, los cuales han influenciado a
Corea del Norte en la forma de hacer piezas propagandísticas.
2
Las mujeres tienen concedido el mismo estatus social y derechos que los hombres. El Estado
debe proporcionar protección especial a las mujeres y niños a través de permisos de maternidad,
jornadas de trabajo reducida a madres con varios hijos, una amplia red de hospitales de
maternidad, guarderías y jardines de infancia, y otras medidas. El Estado debe proporcionarle a
las mujeres todas las condiciones para que cumplan su rol completo en la sociedad
6. Conclusiones
Tras analizar la muestra de propaganda en las dos partes de la península coreana, se
ha encontrado que las diferencias son muy amplias y variadas. Pese a que estos dos
países hubiesen sido uno solo, y aunque tienen una cultura en común, actualmente
han pasado a ser diametralmente opuestas en muchos aspectos. Así pues, estas
grandes diferencias están motivadas por los dispares objetivos que tiene cada nación
en sus mensajes. Teniendo en cuenta que una de ellas es una democracia, y la otra
una dictadura comunista, estas disimilitudes no solo se reflejan en el estilo de vida,
sino también en la estructura superficial de la propaganda, es decir, en los elementos
estético-expresivos.
En otra línea diferente, las similitudes que se pueden encontrar son muy pocas y
están relacionadas con la base cultural que comparten. Así pues, el primer parecido
responde al “Patrón de disposición en Z”, debido a que los dos países poseen la
misma lengua (aunque ésta más tarde haya evolucionado en los últimos sesenta años
en formas diferentes). El segundo punto de encuentro es el alto índice de machismo
que está presente en la cultura asiática en general, y el uso de la “perspectiva
jerárquica”, que es un instrumento empleado por la propaganda desde tiempos muy
antiguos.
Cabe también resaltar que los carteles de ambos países cumplían las técnicas de las
teorías que se utilizaron para su análisis, pese a que dichas teorías tienen su origen en
América y Europa. Esto sugiere que existen ciertas tendencias universales en el
fenómeno propagandístico.
Tras el análisis de los carteles, se ha podido observar la fuerte influencia que tienen
sobre la península coreana los países que participaron en la Guerra de Corea. Corea
del Sur, que tuvo el apoyo de EE.UU., ha seguido el modelo de propaganda de éste,
como se puede ver en el uso del marketing político y la estética de los carteles. Por su
parte, Corea del Norte, que tuvo la ayuda de la República Popular de China y de la
Unión Soviética, sigue la estética comunista que estos países utilizaban.
En cuanto a la teoría usada para llevar a cabo el análisis de los carteles, el modelo de
Pineda (2006) ha permitido realizar una aproximación entre dos culturas muy
diferentes, la occidental y la asiática, permitiendo sacar conclusiones. Del mismo
modo, el método utilizado también ha posibilitado, pese a las disimilitudes de ambos
países, acotar la investigación siguiendo sus parámetros.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
<http://www.allkpop.com/article/2010/05/south-korea-starts-border-
propaganda-war-with-4minute>
BADAWY ELDESOUKY, Doaa Farouk (2013): “Visual Hierarchy and Mind Motion in
Advertising Design”, en theartsjournal. Disponible en Internet (15.7.2015):
<http://www.theartsjournal.org/index.php/site/article/view/78>
DEMICK, Barbara (2009): Querido líder: Vivir en Corea del Norte. Madrid, Turner.
EL MUNDO (2004): “Corea del Norte se niega a abrir la frontera con el Sur para que
la ayuda humanitaria llegue más rápido”, en El Mundo, abril. Disponible en
Internet (15.7.2015):
<http://www.elmundo.es/elmundo/2004/04/26/sociedad/1082965075.html
>
FARRAR, L. (2010): “'Korean Wave' of pop culture sweeps across Asia”, en CNN,
diciembre. Disponible en Internet (15.7.2015):.
<http://edition.cnn.com/2010/WORLD/asiapcf/12/31/korea.entertainment/i
ndex.html?iref=NS1>
FRIZZLE, Kari (2002): “The Korean DMZ: A Propaganda Playground – South Korea,
North Korea”, en Bootsnall, abril. Disponible en Internet (15.7.2015):
<http://www.bootsnall.com/articles/02-04/the-korean-dmz-a-propaganda-
playground-south-korea-north-korea.html>
KIM, Sam (2013b): “South Korea Has A Sexism Problem”, en TPM, mayo de 2013.
Disponible en Internet
(15.7.2015):<http://talkingpointsmemo.com/news/south-korea-has-a-sexism-
problem>
LANKOV, Andrei (2014): “No bikes, no trousers: North Korea’s strange rules for
women”, en nknews, marzo. Disponible en Internet (15.7.2015):
<https://www.nknews.org/2014/03/no-bikes-no-trousers-north-koreas-
strange-rules-for-women/>
LA VOZ DE GALICIA (2013): “Corea del Norte se declara en «estado de guerra» con
Corea del Sur”, en La Voz de Galicia, marzo. Disponible en Internet
(15.7.2015):
<http://www.lavozdegalicia.es/noticia/internacional/2013/03/30/corea-
norte-declara-estado-guerra-corea-sur/00031364628387338819645.htm>
LEÓN, José Luis (2013): “La propaganda anime de Corea del Norte”, en El correo,
abril. Disponible en Internet (15.7.2015):
<http://blogs.elcorreo.com/influencias/2013/04/02/la-propaganda-anime-
de-corea-del-norte/>
LÜSCHER, Max (1973): Color - the mother tongue of the unconscious. Capsugel N.V.
MARS, Amanda (2015): “¿Cuáles son las mayores economías del mundo? ¿Y las más
diminutas? ”, en El País, abril. Disponible en Internet (15.7.2015): <
http://economia.elpais.com/economia/2015/04/15/actualidad/1429060990_
180502.html>
OCAÑA, Juan Carlos (2003): “La guerra de Corea, 1951-1953”, en Historia siglo 20.
Disponible en Internet (15.7.2015):
<http://www.historiasiglo20.org/GLOS/guerracorea.htm>
THE CLINIC ONLINE (2013): “Así es la propaganda anti-gringa de Corea del Norte”,
en The Clinic Online, abril. Disponible en Internet (15.7.2015):
<http://www.theclinic.cl/2013/04/03/asi-es-la-propaganda-antigringa-de-
corea-del-norte/>
THE ECONOMIST (2010): “Gender arbitrage in South Korea Profiting from sexism”
en The Economist, octubre. Disponible en Internet (16.9.2014):
<http://www.economist.com/node/17311877>
YORDE, Kaled (2014): “El color del comunismo” en La verdad, enero del 2014.
Disponible en Internet (15.7.2015): <http://www.laverdad.com/opinion/23-
opinion-politica/45070-el-color-del-comunismo.html>
ZAMORA, Rocío y LOSADA DÍAZ, José Carlos (2011): “La imagen del candidato
electoral: Hacia una integración de su dimensión racional y emocional” en
Cuadernos de información, 29, pp. 9-24.