Embarazo - Fecundacion

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“UNIVERSIDAD NACIONAL AMAZONICA DE

MADRE DE DIOS”
ESCUELA PROFESIONAL DE ENFERMERIA

 CAMBIOS CORPORALES NORMALES DURANTE EL


EMBARAZO
 FECUNDACION, DESARROLLO EMBRIONARIO Y
ENFERMERIA MATERNO INFANTIL
INTEGRANTES:
 Pamela Beatriz Puma Mamani

 Yamile Rocío Gonzales Macahuachi

 Lara Lupaca Mayory Xiomara

 Valverde Macahuachi Susan Emily

 Mileyne Mayli Piedra Choque

 Melissa Pedraza Lima

 Meza Nuñez Maritza Sucel

DOCENTE:
Lic. Arellano Puente Doris Amelia

SEMESTRE: V

2023

CAMBIOS CORPORALES NORMALES DURANTE EL EMBARAZO


El embarazo provoca muchos cambios en el cuerpo de la mujer. La
mayoría de los cuales desaparecen tras el parto. Estos cambios dan lugar a
algunos síntomas, que son normales. Sin embargo, también pueden aparecer ciertos
trastornos, como la diabetes gestacional, que se detectan mediante los síntomas.
Los síntomas que han de comunicarse de inmediato al médico si se manifiestan durante
el embarazo son los siguientes:
 Cefaleas persistentes o inusuales
 Náuseas y vómitos persistentes
 Mareo leve
 Trastornos visuales
 Dolor o calambres en la parte inferior del abdomen
 Contracciones
 Sangrado vaginal (ginecorragia)
 Pérdida del líquido amniótico (conocido como rotura de aguas)
 Hinchazón de las manos o de los pies
 Disminución de la cantidad de orina
 Cualquier enfermedad o infección
 Temblores (sacudidas de manos, pies o ambos)
 Convulsiones
 Aceleración de la frecuencia cardíaca
 Disminución de los movimientos fetales
Si el trabajo de parto fue rápido en embarazos anteriores, la mujer debe informar a su
médico tan pronto como se presentan indicios de que está comenzando.

I. Salud general
A menudo se siente fatiga, sobre todo en las primeras 12 semanas y, de nuevo, al final
del embarazo. Puede ser necesario descansar más de lo habitual.

II. Aparato reproductor


A las 12 semanas de embarazo, el útero agrandado puede causar un leve abultamiento
en el abdomen. El útero continúa agrandándose durante todo el embarazo. A las 20
semanas alcanza la altura del ombligo y, hacia las 36 semanas, el borde inferior de la
caja torácica.
La cantidad de secreción vaginal normal, que es clara o blanquecina, suele aumentar, lo
que es totalmente normal. Sin embargo, si la secreción tiene un color o un olor fuera de
lo habitual o está acompañada de prurito y escozor vaginales, se debe acudir al médico.
Estos síntomas pueden indicar una infección vaginal. La tricomoniasis (una infección
por protozoos) y la candidiasis (una infección por levaduras) son infecciones vaginales
frecuentes durante el embarazo que pueden tratarse.
III. Mamas
Las mamas suelen agrandarse porque las hormonas (sobre todo, estrógenos) están
preparándolas para producir leche. Cada vez hay más glándulas productoras de leche,
que se preparan para esta función. Las mamas pueden notarse tensas y sensibles al
tacto. Puede ser beneficioso usar un sujetador que se ajuste de forma adecuada y brinde
el soporte necesario.
Durante las últimas semanas de embarazo, puede que las mamas
produzcan una fina secreción, amarillenta o lechosa, denominada
calostro. El calostro también aparece durante los primeros días tras el
parto, antes de la leche. Este líquido, que contiene gran cantidad de
minerales y anticuerpos, es el primer alimento del bebé.

IV. Corazón y flujo sanguíneo


Durante el embarazo, el corazón de la mujer trabaja más porque, a medida que el feto
crece, debe bombear más sangre al útero. Al final del embarazo, el útero recibe una
quinta parte de todo el riego sanguíneo de la madre. Durante el embarazo, la cantidad
de sangre que bombea el corazón (gasto cardíaco) aumenta entre un 30% y un 50%. A
medida que esto ocurre, la frecuencia cardíaca en reposo asciende desde el valor
normal de 70 latidos por minuto antes del embarazo hasta incluso 90 latidos por
minuto.
El crecimiento del útero afecta al retorno de la sangre desde las piernas y desde la
región pélvica al corazón. Como resultado, suele haber hinchazón (edema), sobre todo
en las piernas. Pueden aparecer varices en las piernas y en la zona que rodea el orificio
vaginal (vulva), lo que a veces causa molestias. Resulta más cómodo llevar ropa suelta
alrededor de la cintura y de las piernas, que además no impide el flujo de la sangre.
Algunas medidas no solo alivian las molestias, sino que también pueden reducir la
hinchazón de las piernas y ayudar a que las varices desaparezcan con más facilidad tras
el parto:
 Usar medias elásticas compresivas
 Reposar a menudo con las piernas elevadas
 Acostarse sobre el lado izquierdo

V. Vías urinarias
Al igual que el corazón, los riñones trabajan más durante el embarazo. Se encargan de
filtrar el mayor volumen de sangre. El volumen de sangre filtrado por los riñones
alcanza su valor máximo entre las 16 y las 24 semanas y permanece en este valor hasta
justo antes del parto. Entonces, la presión que ejerce el útero agrandado puede
disminuir ligeramente el aporte de sangre a los riñones.

En condiciones normales, la actividad de los riñones aumenta al acostarse y disminuye


al ponerse de pie. Esta diferencia se acentúa durante el embarazo, lo que justifica en
parte que la mujer embarazada sienta la necesidad de orinar con más frecuencia al
intentar dormir. Al final del embarazo, acostarse de lado, sobre todo en el lado
izquierdo, aumenta la actividad del riñón en comparación con la posición de estar
acostada sobre la espalda. Acostarse sobre el lado izquierdo alivia la presión que el
útero agrandado ejerce sobre la vena principal que transporta la sangre desde las
piernas. Como resultado, el flujo sanguíneo mejora y la actividad renal aumenta.

VI. Aparato respiratorio


La concentración elevada de progesterona, una hormona que se produce de forma
continua durante el embarazo, envía señales al cerebro para que el cuerpo respire de
forma más rápida y profunda. Como resultado, una mujer embarazada exhala más
dióxido de carbono para mantener baja su concentración. (El dióxido
de carbono es un producto de desecho que se desprende durante la
respiración). También es posible que respire más rápidamente porque
el útero se va agrandando y limita la expansión pulmonar al inspirar. El
diámetro torácico de la mujer aumenta ligeramente.

VII. Tubo digestivo


Son frecuentes las náuseas y los vómitos, en especial por las mañanas (las llamadas
náuseas del embarazo). Se deben a las altas concentraciones de estrógenos y de
gonadotropina coriónica humana, dos hormonas que ayudan a mantener la gestación.
Las náuseas y los vómitos se pueden aliviar mediante cambios en la alimentación o en
las pautas alimentarias, por ejemplo, haciendo lo siguiente:
 Beber y comer porciones pequeñas con frecuencia
 Comer antes de tener hambre
 Consumir alimentos blandos (como caldo, consomé, arroz y pasta)
 Comer galletas saladas y tomar una bebida carbonatada
 Tener siempre galletas saladas junto a la cama y comer una o dos antes de
levantarse para aliviar las molestias matinales.

VIII. Ingerir menos cantidad en las comidas


 Evitar acostarse o flexionar el cuerpo durante unas horas después de comer
 Evitar la cafeína, el tabaco, el alcohol y la aspirina (ácido acetilsalicílico) y
fármacos similares (salicilatos)
 Tomar antiácidos líquidos, pero no los que contengan bicarbonato sódico
porque tienen demasiada sal (sodio)

IX. El ardor durante la noche puede aliviarse de la siguiente


manera:
Comer varias horas antes de acostarse
Elevar la cabecera de la cama o utilizar almohadas que mantengan elevados la
cabeza y los hombros
El estómago produce menos ácido durante el embarazo. Por lo tanto, no es
habitual que aparezcan úlceras durante el mismo y, en muchos casos, las que ya
existen empiezan a cicatrizar.

X. Piel
El cloasma (paño del embarazo) es un pigmento de color marrón, similar a una
mancha, que aparece en la piel de la frente y de las mejillas. Puede que la piel que rodea
los pezones (areola) también se oscurezca. A menudo, aparece una línea oscura
(llamada línea nigra) en la mitad del abdomen. Estos cambios pueden deberse a que la
placenta genera una hormona que estimula a los melanocitos, células que pigmentan la
piel de color marrón oscuro (melanina).

MELASMA
LINEA NEGRA
ANGIOMAS ARACNIFROMES (ARAÑAS VASCULARES)

FECUNDACION, DESARROLLO
EMBRIONARIO Y FETAL.

FECUNDACION: La fecundación tiene


lugar habitualmente en la ampolla de la
trompa uterina. Las señales químicas
(factores de atracción) segregadas por
el ovocito y por las células foliculares
que lo rodean guía a los
espermatozoides capacitados
(quimiotaxis de los espermatozoides)
hasta el ovocito.
La fecundación Es una secuencia
compleja de eventos moleculares
coordinados que se inicia con el contacto entre un espermatozoide y
un ovocito.
Finaliza con la mezcla de los cromosomas de orígenes materno y paterno en
la metafase de la primera división meiótica del cigoto, que es un embrión unicelular. El
proceso de fecundación requiere aproximadamente 24 h.

FASES DE LA FECUNDACION
Paso de un espermatozoide a través de la corona radiada. Las enzimas segregadas por
la mucosa tubárica parecen facilitar este proceso de dispersión, los movimientos de la
cola del espermatozoide también son importantes para que pueda atravesar la corona
radiada. Penetración de la zona pelúcida. Es la fase más importante en el inicio de la
fecundación. La formación de una vía de paso también se debe a la acción de las
enzimas liberadas por el acrosoma. Las enzimas esterasas, acrosina y neuraminidasa
parecen dar lugar a la lisis de la zona pelúcida. La acrosina, que induce un efecto
proteolítico. Una vez que el espermatozoide atraviesa la zona pelúcida tiene lugar una
reacción de zona (un cambio en las propiedades de la zona pelúcida), que la hace
impermeable al paso de otros espermatozoides.
Fusión de las membranas celulares del ovocito y el espermatozoide.
La cabeza y la cola del espermatozoide se introducen en el citoplasma del ovocito, pero
no ocurre así con la membrana celular (membrana plasmática) del espermatozoide ni
con sus mitocondrias Finalización de la segunda división meiótica del ovocito y
formación
La penetración del ovocito por un espermatozoide activa el ovocito para finalizar la
segunda división meiótica y convertirse en un ovocito maduro y en un segundo
corpúsculo polar. Tras la descondensación de los cromosomas maternos, el núcleo del
ovocito maduro se convierte en el pronúcleo femenino.
Formación del pronúcleo masculino.
En el interior del citoplasma del ovocito, el núcleo del espermatozoide aumenta de
tamaño formando el pronúcleo masculino, al tiempo que la cola del espermatozoide
experimenta degeneración. Los pronúcleos masculino y femenino son indistinguibles:
durante el crecimiento de los pronúcleos se produce la replicación de su ADN 1n
(haploide), 2c (dos cromátidas).
El ovocito contiene ahora dos pronúcleos haploides y se denomina Ovótida.
A medida que los pronúcleos se fusionan dando lugar a una agregación diploide ˙nica
de cromosomas, la ovótida se con vierte en un cigoto.
Los cromosomas del cigoto se disponen en un huso de segmentación como forma de
preparación para la segmentación del cigoto.
El cigoto es nicho desde el punto de vista genético debido a que la mitad de sus
cromosomas proceden de la madre y la otra mitad del padre, el cigoto contiene una
nueva combinación de cromosomas. Este mecanismo es el fundamento de la herencia
biparental y de la variación en las especies humanas. El cruzamiento de los
cromosomas mediante la recolocación de los segmentos de los cromosomas maternos y
paternos baraja los genes y así da lugar a una recombinación del material genético.
El sexo cromosómico del embrión se determina en el proceso de
fecundación y está en función del tipo de espermatozoide (X o Y).
• La fecundación por un espermatozoide portador del cromosoma X genera
un cigoto 46, XX, que se convierte finalmente en un individuo femenino.
• La fecundación del ovocito por un espermatozoide portador del cromosoma Y da lugar
a un cigoto 46, XY, que se convierte finalmente en un individuo masculino.

FECUNDACION (CARACTERISTICAS)
● Estimula al ovocito penetrado por un espermatozoide para completar la segunda
división meiótica.
● Restablece el número diploide normal de cromosomas (46) en el cigoto.
● Es el mecanismo en el que se fundamenta la variación en la especie humana a través
de la mezcla de los cromosomas maternos y paternos.
● Determina el sexo cromosómico del embrión.
● Da lugar a la activación metabólica de la ovótida (un ovocito casi maduro) e inicia la
segmentación del cigoto.
1. Crecimiento celular
El cigoto experimenta en los primeros 4 días, una serie de divisiones celulares, proceso
llamado segmentación, que ocurre mientras viaja el joven embrión por la Trompa de
Falopio hacia el útero. Estas segmentaciones subdividen al cigoto en dos células, a
continuación, en cuatro, después en ocho, etc. Las células hijas, denominadas
blastómeros, no crecen entre las divisiones, por lo que el tamaño del embrión no
cambia (Figura 3). A partir del estado de 6 a 8 blastómeros, en el embrión se
diferencian 2 grupos de células: una masa de células externas, periférica, y una masa de
células internas, central. La masa de células externas, también denominada trofoblasto,
es el origen principal de la placenta y de sus membranas embrionarias asociadas,
mientras que, la masa de células internas, también llamada embrioblasto, produce el
embrión propiamente dicho y el amnios (figura 4). Hacia el estadio de 32 células (entre
los días 4 y 5 del desarrollo) comienzan a formarse en el embrión, ahora llamado
mórula, una cavidad central llena de líquido, el blastocele.
2. Implantación
Tal como vimos anteriormente, el embrión sigue dividiéndose en su viaje por las
trompas. Luego de llegar al útero, deben pasar uno o dos días más para que se
implante. En este punto, el embrión se encuentra en el estado de blastocisto, el que
comienza a fijarse en la cavidad uterina, que nutrirá y protegerá a esta nueva vida en
desarrollo. El blastocisto está formado por un embrioblasto (o masa celular interna),
que originará al organismo como tal, y por el trofoblasto (o masa celular externa), que
proveerá nutrientes al embrión. La implantación es posible gracias a las células del
trofoblasto, las que liberan varias enzimas que degradan a las células presentes en la
cavidad uterina y le permiten invadir y adherirse al endometrio, el que ya ha sido
preparado por los esteroides sexuales, especialmente por la progesterona, para acoger
al nuevo ser, lo que favorece su crecimiento y desarrollo. Luego de la implantación, se
observa una rápida proliferación, especialmente de las células del trofoblasto, para
formar la placenta y los anexos embrionarios.
Posterior al estado de blastocisto se forma la gástrula. Esta posee tres
capas:
• El endodermo, que formará el tubo digestivo, hígado, páncreas, pulmones y
otros órganos.
• El mesodermo, que originará el esqueleto, las gónadas y los músculos, entre otras
estructuras. • El ectodermo, que formará el cerebro, la piel, la médula espinal y los
nervios, entre otras estructuras.

3. Anexos embrionarios
Una vez que el embrión se ha implantado en el endometrio uterino, se genera el
siguiente problema: las reservas alimenticias que provenían del ovocito se han acabado
y ya no puede nutrirse a partir de ellas. Por esto, deben desarrollarse diversos órganos y
estructuras que entreguen nutrientes y brinden protección al embrión y le permitan,
además, establecer una comunicación metabólica con la madre. Entre tales estructuras
destacan los anexos embrionarios, que comprenden al corion y al amnios (ambos
habitualmente denominados membranas fetales), junto con el alantoides y el saco
vitelino. Además, se forma el órgano materno-fetal denominado placenta, de gran
importancia para el desarrollo del embrión. A continuación se esquematizan y explican
en mayor profundidad las principales estructuras anteriormente mencionadas.
4. Período embrionario y fetal
Ya sabemos que luego de la implantación se forman los anexos embrionarios y la
placenta, los que permiten una constante comunicación entre la madre y el embrión.
Pero el desarrollo continúa durante el embarazo o gestación, que dura entre 38 y 40
semanas en los seres humanos. En el embarazo podemos distinguir dos períodos
sucesivos: el embrionario y el fetal. El período embrionario abarca los dos primeros
meses de desarrollo (ocho semanas). En él se produce la organogénesis, es decir, la
formación de la mayoría de los órganos y estructuras del cuerpo, tales como el cerebro,
la médula espinal, el corazón (que comienza a latir), otros órganos internos, los huesos
y las extremidades. Debido a que en este período se está estableciendo la estructura del
embrión mediante diversos procesos de proliferación, crecimiento, división y migración
de células en su interior, asociados a la organogénesis, resulta fundamental que la
mujer en gestación no se exponga a tóxicos ambientales, drogas ni alcohol, ya que estas
pueden producir alteraciones cognitivas o malformaciones graves en el embrión. El
período fetal abarca desde el inicio del tercer mes hasta el momento del parto (durante
el noveno mes, aproximadamente). En esta etapa ya se le denomina feto, y sus órganos,
previamente formados, comienzan a crecer. En el feto se observa el movimiento de los
ojos, los músculos comienzan a desarrollarse y su cuerpo se cubre de un vello muy
delgado y suave, denominado lanugo. Alrededor del cuarto mes, la madre comienza a
percibir los movimientos fetales. Si bien hasta este momento el feto ha avanzado
considerablemente en su desarrollo, no es sino hasta el séptimo mes que tendrá las
mayores posibilidades de sobrevivir fuera del vientre materno, pero con ayuda de una
incubadora. En el último mes, aproximadamente, adquiere protección inmunológica
por parte de su madre, quien le entrega los anticuerpos que lo
protegerán de las enfermedades durante los meses iniciales de vida
después del nacimiento.
Primer trimestre
Al final del primer mes el embrión mide alrededor de 1 cm, su corazón late, se
comienzan a formar los brazos y las piernas y se desarrollan la mayoría de los órganos.
Al finalizar el segundo mes el embrión comienza a llamarse feto y mide unos 3 cm.
Terminando el tercer mes, todos los órganos están formados; incluso es posible
reconocer el sexo del feto, debido a que su sistema reproductor ya se ha desarrollado.
Su tamaño es de unos 11 cm.
Segundo trimestre
Los sistemas circulatorio y nervioso terminan su maduración. Aumentan los
movimientos del feto, los que pueden ser percibidos por la madre. Al final del sexto
mes, el feto ya mide alrededor de 35 cm.
Tercer trimestre
Se produce la maduración del sistema respiratorio. Durante esta etapa el feto crece
hasta alcanzar unos 50 cm y aumenta de peso rápidamente, abre los ojos, escucha
sonidos, se mueve cada vez más y cambia su postura, preparándose así para nacer.

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