Cuadernillo Unidad 1
Cuadernillo Unidad 1
Cuadernillo Unidad 1
Psicoanálisis I
Unidad 1
Centro de Estudiantes
de Psicología
¿Sabías qué?
Unidad 1
Sacando tus copias en la
1 - Freud - Conferencias de Introducción al Psicoanálisis. Conferencias 1 y 16. fotocopiadora
Pág 1 a 12. del Centro de Estudiantes
2 - Assoum - Introducción a la epistemología freudiana.
Pág 13 a 22.
3 - Foucault - ¿Qué es un autor?. Ayudas a mantener el precio
Pág 23 a 46. más económico
4 - Lacan - Seminario 2. Psicología y metapsicología.
Pág 47 a 54.
5 - Kuri - Vigencia de lo metapsicológico.
Pág 55 a 62.
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1
n 14
Jita para formarse un juicio. Casi todo depende, es evidente,
bla, cuenta sus vivencias pasadas y sus impresiones presen
de .llll fe que puedan ustedes pr�star al informante.
tes, se queja, confiesa sus deseos y sus mociones afectivas.
· Figúrense ustedes que no han concurrido a una confe
El médico escucha, procura dirigir las ilaciones de pensamien
to del paciente, exhorta, empuja su atención en ciertas di rencia de psiquiatría sino a una de historia, y que el confe
recciones, le da esclarecimientos y observa las reacciones renciante les cuenta acerca de la vida y de los hechos béli
de comprensión o rechazo que de ese modo provoca en el cos de Alejandro Magno. ¿Qué motivo tendrían para creer
enfermo. Los parientes incultos de nuestros enfermos -a en la veracidad de sus comunicaciones? Primero, la situación
quienes solamente les impresiona lo que se ve y se palpa, parece todavía más desfavorable que en el caso del psicoaná
de prefetencia las acciones como se ven en el cinematógra lisis, pues el profesor de historia asistió tan poco como us
fo--, nunca dejan de manifestar su duda de que «meras tedes a las expediciones guerreras de Alejandro; el psicoana
palabras puedan lograr algo con la enfermedad». Desde lue lista por lo menos les informa de cosas en que él mismo ha
go, es una reflexión tan miope como inconsecuente. Es la participado. Pero entonces hay que considerar aquello que
misma gente que sabe, con igual seguridad, que los enfer confirma lo que el historiador dice. Puede remitirlos a us
tedes a los informes de autores antiguos que fueron contem�
mos «meramente imaginan» sus síntomas. Las palabras fue
poráneos de los acontecimientos o estuvieron muy próximos
ron originariamente ensalmos, y la palabra conserva todavía
hoy mucho.de su antiguo poder ensalmador. Mediante pala a ellos, vale decir, a los libros de Diodoro, Plutarco, Arriano,
bras puede un hombre hacer dichoso a otro o empujarlo a etc.; puede presentarles reproducciones de las monedas o
estatuas conservadas del rey, y hacer ·circular entre los pre
la desesperación, mediante palabras el maestro trasmite su
sentes una fotografía del mosaico pompeyano que representa
saber a los discípulos, mediante palabras el orador arrebata
la batalla de Issos. En rigor, todos esos documentos sólo
a la asamblea y determina sus juicios y sus resoluciones. Pa
prueban que generaciones anteriores ya creyeron en la exis
labras despiertan sentimientos y son el medio universal con
tencia de Alejandro y en la realidad de sus hazañas, y en este
que los hombres se influyen unos a otros. Por eso, no des
punto podría recomenzar la crítica de ustedes. Descubrirán
preciemos el empleo de las palabras en la psicoterapia y dé
entonces que no todo lo que se informa sobre Alejandro es
monos por satisfechos si podemos ser oyentes· de las palabras
digno de crédito ni susceptible de certificarse en sus detalles,
que se intercambian entre el analista y su paciente.1
pero yo no puedo suponer que saldrán de la sala de confe
Pero es que no podemos hacerlo. La conversación en que
rencia& dudando de la realidad de Alejandro Magno. Su jui
consiste el tratamiento psicoanalítico no soporta terceros
cio se regirá por dos consideraciones principales: la pri
oyentes; no admite ser presentada en público. Desde luego,
mera, que el conferenciante no tiene ningún motivo concebi
en una lección de psiquiatría es posible presentar a los alumnos
ble para presentarles como real algo que él mismo no tenga
un neurasténico o un histérico. C.uenta entonces sus quejas
por tal, y la segunda, que todos los libros de historia ase
y síntomas, pero nada más. Las comunicaciones de que el
quibles exponen los acontecimientos de una manera pare
análisis necesita sólo serán hechas por él a condición de que
cida. Y si después se enfrascan en la compulsa de las fuentes
se haya establecido un particular lazo afectivo con el mé
antiguas, tomarán en cuenta estos mismos factores, a saber,
dico; callaría tan pronto notara la presencia de un solo tes
los motivos posibles del informante y el acuerdo recíproco
tigo que le fuera indiferente. Es que esas comunicaciones to
de los testimonios. El resultado del cotejo será sin duda
can lo más íntimo de su vida anímica, todo lo que él como
tranquilizador en el caso de Alejandro, pero es probable que
persona socialmente autónoma tiene que ocultar a los otros
no acuna lo mismo si se trata de personalidades como Moi
y, además, todo lo que como personalidad unitaria no quiere
sés o Nimrod. Ahora bien,· en lo que sigue tendrán ocasión
confesarse a sí mismo.
de individualizar con suficiente nitidez la duda que pueden
No pueden ustedes, por tanto, ser los oyentes de un tra
elevar contra la credibilidad del informante en psicoanálisis.
tamiento psicoanalítico. Sólo pueden oír· hablar de él y to·
Ahora tienen todo el derecho de hacer esta pregunta: Si
mar conocimiento del psicoanálisis de oídas, en el sentido
no existe ninguna certificación objetiva del psicoanálisis ni
estricto de la palabra. Esta instrucción de segunda mano,
por así decir, los pone en una situación por completo ins6· posibilidad alguna de hacer demostración pública de él, ¿có
mo se puede aprenderlo y convencerse de la verdad de sus
1 [Véase un pasaje análogo en ¿Pu�den los legos ejercer el aná
aseveraciones? Ese aprendizaje no es en .realidad fácil, ni
lisis? (1926e), AE, 20, pág. 175.] son muchos los hombres que lo hayan hecho en regla, pero
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desde luego existe un camino transitable. El psicoanálisis cica que ustedes 3 pretenden conseguir en manos de esos
se aprende primero en uno mismo, por el estudio de
la per médicos legos, naturistas y místicos, a quienes tanto des
sonalidad propia. No coincide esto en un todo con lo-que precian.
se llama observación de sí, pero si es preciso puede subsu No ignoro la disculpa que puede hacerse valer respecto
mírselo en ella. Existe una serie íntegra de fenómenos aní de esa carencia. Falta la ciencia auxiliar filosófica que pu
micos harto frecuentes y de todos conocidos que, tras alguna . diera servir a los propósitos médicos de ustedes. Ni la filo
instrucción en la técnica, pueden pasar a ser objeto del aná sofía especulativa ni la psicología descriptiva, ni la llamada
lisis en uno mismo. Por esa vía se obtiene la buscada con psicología experimental, que sigue las huellas de la fisiolo
vicCión acerca de la realidad de los procesos que el psico gía de los sentidos, tal como se las enseña en las escuelas,
análisis describe y acerca de lo correcto de sus concepciones. son capaces de decirles algo útil acerca de la relación entre
De todos modos, los progresos alcanzables por este camino lo corporal y lo anímico o de ponerles al alcance de la mano
encuentran límites precisos. Más lejos se llega si uno se hace las claves para la comprensión de una perturbación posible
analizar por un analista experto, si se vivendan en el yo en las funciones anímicas. Dentro de la medicina, es cierto
propio los efectos del análisis y se aprovecha esa oportuni que la psiquiatría se ocupa de describir las perturbaciones
dad para atisbar en el analista la técnica más fina del pro del alma observadas y de reunirlas en ciertos cuadros clíni
cedimiento. Desde luego, este excelente camino es transita cos, pero por Il\Omentos los propios psiquiatras dudan de
ble en cada caso para una persona individual, nunca para que sus clasificaciones meramente descriptivas merezcan el
un curso entero. nombre de una ciencia. Los síntomas que componen esos
cuadros clínicos no han sido individualizados en su origen,
ni en su mecanismo, ni en su enlace recíproco; no les co
rresponden alteraciones registrables en el órgano anatómico
Hay una segunda dificultad en la relación de ustedes con
del alma, o esas alteraciones son tales que a partir de ellas
el psicoanálisis de la que no puedo hacer responsable a este,
no podría explicárselos. Y esas perturbaciones del alma sólo
sino que debo achacarla a ustedes mismos, mis oyentes, al
son susceptibles de influencia terapéutica cuando se las pue
menos en la medida. en que hayan cultivado hasta ahora es-
de individualizar como efectos colaterales de una afección
. tudios de medicina. Esa formación previa ha imprimido a
orgánica por lo demás.
la actividad de pensamiento de ustedes una determinada
He ahí la laguna que el psicoanálisis se empeña en llenar.
orientación que ha de apartarlos mucho del psicoanálisis. Se
Quiere dar a la psiquiatría esa base psicológica que se echa
les ha enseñado a buscar un fundamento anatómico para
de menos, y espera descubrir el terreno común desde el cual
las funciones del organismo y sus perturbaciones, a expli se vuelva inteligible el encuentro de la perturbación corpo
carlas en términos de físi.ca y de quúnica y a concebirlas ral con la perturbación anímica. A este fin debe mantenerse
biológicamente, pero ni un fragmento del interés de ustedes libre de cualquier presupuesto ajeno, de naturaleza anató
fue dirigido a la vida psíquica que, no obstante, corona el mica, química o fisiológica, y trabajar por entero con con
funcionamiento de este organismo maravillosamente com ceptos auxiliares puramente psicológicos; por eso me temo
plejo. Por eso les es ajeno un modo dé pensamiento psico que al principio les suene a cosa extraña.
lógico y se han habituado a mirarlo con desconfianza, a ne
garle carácter de cientificidad y a abandonarlo a los legos,
a los poetas, a los filósofos de la naturaleza 2 y a los mís
En cuanto a la dificultad que sigue, no quiero echar parte
ticos. Esta limitación importa por cierto un perjuicio para
de la culpa a la formación previa o a la actitud de ustedes.
la actividad médica de ustedes, pues el enfermo les presen
Por dos de sus tesis el psicoanálisis ultraja a todo el mundo
tará primero, como es la regla en todas las relaciones hu
y se atrae su aversión; . una de ellas choca con un prejuicio
manas, su fachada anímica, y yo me temo que en castigo se intelectual, la otra con uno estético-moral. Permítanme que
verán precisados a dejar una parte de la influencia terapéu-
no subestime estos prejuicios; so n poderosos, son los sedi
mentos de procesos de desarrollo útiles y aun necesarios
2 [En el sentido de los partidarios de la «filosofía de la natura·
leza• panteísta de Schelling, que tuvo vigencia en Alemania en la
S [ «Sie» (ustedes) en las primeras ediciones alemanas; «SÍe» (ellos)
en GS y GW.]
primera parte del siglo XIX.]
3
17 18
para la humanidad; alimentados _por fuerzas afectivas, ]a que el psicoanálisis proclama como uno de sus hallazgos con
lucha contra ellos es asunto difícil. tiene, en efecto, la aseveración de que mociones pulsionales
La primera de esas aseveraciones ingratas del psicoanálisis que no pueden designarse sino como sexuales, en sentido
dice que los procesos anímicos son, en sí y por sí, incon estricto y en sentido lato, desempeñan un papel enorme
cientes, y los procesos candentes son apenas actos singula mente grande, hasta ahora no apreciado lo suficiente, en la
res y partes de la vida anímica total.4 Recuerden ustedes que, causación de las enfermedades nerviosas y mentales. Y; más
por el contrario, estamos habituados a identificar lo psíquico aún, que esas mismas mociones sexuales participan, en me
con lo conciente, A la conciencia la consideramos directa dida que no debe subestimarse, en las más elevadas crea
mente el carácter definitorio de lo psíquico, y ¡{ la psico ciones culturales, artísticas y sociales del espíritu humano.6
logía, la doctrina de los contenidos de la conciencia, Hasta Según mi experiencia la repulsa por este resultado de la
nos parece tan trivial esa igualación que sentimos como un investigación psicoanalítica es la fuente más importante de
absurdo manifiesto toda contradicción a ella. Y no obstante, la resistencia con que ella ha chocado. ¿Quieren saber cómo
el psicoanálisis no puede menos que plantear esa contra uos explicamos este hecho? Creemos que, bajo el acicate
dicción;. le es imposible tomar como supuesto la identidad del apremio de la vida, la cultuta fue creada a expensas de la
entre lo conciente y lo anímico.l1 Su definición de lo aní satisfacción pulsional, y en buena parte es recreada siempre
mico dice que consiste en procesos del tipo del sentir, el de nuevo en la medida en qúe los individuos que van ingre
pensar, el querer; y se ve obligado a sostener que hay un sando en la comunidad de los hombres :t:epiten, en favor del
pensar inconciente, hay un querer inconciente. Pero con eso todo, ese sacrificio de satisfacción pulsional. Entre las fuer
se ha enajenado la simpatía de todos los amigos de la cien zas pulsionales así empleadas, las pertenecientes a las mo
tificidad sobria y se ha hecho sospechoso de ser una fantás ciones sexuales desempeñan un importante papel; en ese pro
tica doctrina esotérica que querría edificarse en las tinieblas ceso son s ublimadas, vale decir, desviadas de sus metas se
y pescar en río rewelto. Desde luego que ustedes, mis oyen xuales y dirigidas hacia otras, q_ue se sitúan socialmente en
tes, no pueden todavía co�prender todo el derecho que me un plano más elevado y ya no son sexuales. Pero esta cons
asiste para tachar de prejuicio un enunciado de naturaleza trucción es lábil; las pulsiones sexuales no quedan bien do
tan abstracta como «Lo anímico és lo conciente»; tampoco madas, y en todo individuo que debe sumarse a la obra cul
pueden aún colegir el desarrollo que eventualmente llevó a tural subsiste el peligro de que sus pulsiones sexuales se,;
desmentir lo inconciente, si es que existe una cosa tal, ni rehúsen a ese empleo. La sociedad no discierne amenaza ma
la ventaja que de esa desm�ntida pudo obtenerse. Todo sue yor a su cultura que la eventual emancipad6n de las pulsio
na como' una vacía disputa verbal: ¿se hace coincidir lo nes sexuales y el regreso de ellas a sus metas originarias.7
psíquico con' lo candente o debe extendérselo más allá? No Por eso no gusta de que se la alerte sobre esa delicada pieza
obstante, puedo asegurarles que con el supuesto de que exis de su basamento, no tiene interés alguno en que se reco
ten pro;esos anímicos inconcientes se ha iniciado una reorien nozca la fuerza de las pulsiones sexuales y se ponga en claro
tación decisiva en el mundo y en la ciencia. la importancia que la vida sexual posee para los individuos;
Menos todavía pueden ustedes sospechar cuán estrecho es más bien, con propósito pedagógico, opta por desviar la aten
el lazo que une. esta primera audacia del psicoanálisis con la ci6n de todo ese ámbito. Por eso no soporta el mencionado
segunda, que ahora mencionaré. Este segundo enunciado hallazgo de la investigación psicoanalítica, y daría cualquier
cosa por ponerle el marbete de repulsivo en lo estético, de
4 [Destaquemos desde ya q.ue en alemán las palabras «Unbewu.rst» vituperable en lo moral, o de peligroso. Pero nada puede
{inconclente} y cbewu.rst» {conclente} tienen .una forma srll!lla· hacerse con tales objeciones contra un hallazgo del trabajo
tical pasiva y, en general, .un sentido pasivo, En inglés, las palabras
«conscious» y «unconscious» pueden ser .utilizadas en forma pasiva,
científico que se supone objetivo. Si es que ha de expresarse
pero, con ig_ual frec.uencia, lo son en forma activa. Así, en inglés se en voz alta esa contradicción, debe trasponérsela al ámbitc
diría: «1 am consciou.r of a pain in m'Y toe» {literalmente: «Soy con intelectual. Ahora bien, es propio de la naturaleza humana
ciente de .un dolor en .un dedo mío del pie»} o cHe wa.r unconscious
of bis hatred» {ill era inconciente de s.u odio»}; en alemán, en
6 [Las pulsiones sexuales son el tema de la 20� conferencia, 16,
éambio, lo habitu al sería decir q.ue el dolor es conciente o el odio págs. 277 y sigs ]
es inconclente, y este es el .uso adoptado comúnmente por Fre.ud.]
.
T [El tratamiento más completo que hizo Freud del tema del an
.
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el inclinarse por tachar de incorrecto algo que no gusta, y
después es fácil hallar argumentos en su contra. La sociedad
convierte entonces lo ingrato en incorrecto y pone en entre
dicho las verdades del psicoanálisis con argumentos lógicos
Y fácticos, pero lo hace a partir de fuentes afectivas y sos
tiene estas objeciones, en calidad de prejuicios, contra todo
intento de réplica.
Ahora bien: nosotros, estimadas señoras y señores, pode
mos decir que cuando formulamos ese enunciado que se nos
objeta no perseguíamos ningún prop6sito tendencioso. No
quisimos sino expresar algo que pertenece al orden de los
hechos y que, mediante u n empeñoso trabajo, creímos ha
ber reconocido. Y ahora exigimos también el derecho de
mantener lejos del trabajo científico la injerencia de tales
prevenciones prácticas, y ello incondicionalmente, aun antes
de que hayamos averiguado si se justifica o no se justifica
el temor que pretende dictárnoslas.
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6
vo? Ni siquiera a nuestros pacientes les ex1g1mos un acto
16' conferencia. Psicoanálisis
. . de convencimiento o de adhesión al psicoanálisis. Que lo
/
y pstqutatna hagan nos resulta a menudo sospechoso. La actitud que más
deseamos en ellos es la de un benévolo escepticismo. Procu
ren ustedes, pues, dejar que la concepción psicoanalítica co
exista y crezca en paz junto � la popular o a la psiquiátrica,
hasta que se presenten oportunidades en que ambas puedan
influirse, cotejarse y conciliarse en una decisión final.
Por otra parte, ni por un instante deben creer que esto
Señoras y señores: Me regocija que nos volvamos á ver, que les presento como concepción psicoanalítico sea un sis
después de un año, para proseguir nuestros coloquios. El tema especulativo. Es más bien experiencia: expresión di
año pasado les expuse la concepción psicoanalítica de las recta de la observación o resultado de su procesamiento. Si
operaciones fallidas y del sueño; ahora querría introducirlos este último procedió o no de manera suficiente y justificada,
en la comprensión de los fenómenos neuróticos, que, como he ahí algo que se verá con el ulterior progreso de la ciencia;
pronto descubrirán, tienen mucho en común con aquellos. y por cierto tengo derecho, trascurridos ya casi dos decenios
Pero les anticipo que en esta oportunidad no puedo conce y medio y bastante avanzado yo en la vida/ a aseverar sin
derles la misma posición frente a mí que el año anterior. jactancia que fue un trabajo paúicularmente difícil, intenso
Aquella vez me empeñé en no dar un paso sin que hubiera y empeñoso el que brindó estas observaciones. A menudo
acuerdo entre el juicio de ustedes y el mío; discutimos mu he recibido la impresión de que nuestros oponentes no que
cho, me sometí a sus objeciones y en verdad los reconocí rían conside�ar para nada este origen de nuestras aseveracio
a ustedes y a su «sano sentido común» como instancia decisi nes, como si creyesen que no eran sino unas ocurrencias de
va. Ahora no será así, y por una simple circunstancia. Opera cuño subjetivo a las que otro podría oponer su propio ca
ciones fallidas y 'sueños no les eran extraños como fenómenos; pricho. Este comportamiento opositor no me resulta del
podía decirse que poseían al respecto tanta experiencia como todo comprensible. Quizá provenga de que los médicos se
yo o que podían fácilmente procurarse una experiencin igual. comprometen muy poco con los neuróticos; oyen con tan
Pero el campo de fenómenos de las neurosis les es ajeno¡ si poca atención lo que ellos tienen que decirles que se han
no son médicos, no tienen otro acceso a él que mis comu enajenado la posibilidad de extraer algo valioso de sus comu
nicaciones, y de nada vale el mejor discernimiento cuando nicaciones, y por tanto de hacer en ellos observaciones en
falta la familiaridad con el material que ha de juzgarse. profundidad. En esta ocasión les prometo que en el curso
Pero no entiendan este anuncio como si yo me propusiera de mis conferencias polemizaré poco, al menos con personas
hacerles una exposición dogmática y exigirles una fe in individuales. Nunca he podi¿o convencerme de la verdad de
condicional. Semejante malentendido me haría grave injus la sentencia según la cual la guerra es el padre de todas ]as
ticia. No es mi propósito despertar convencimientos; quiero cosas. Creo que proviene de la sofística griega y falla, como
dar incitaciones y desarraigar prejuicios. Si, por desconocer el esta, por sobrestimación de la dialéctica. Me parecía, al con
material, ustedes no están en condiciones de juzgar, no deben trario, como si la llamada polémica científica fuese en todo
ni creer ni desestimar. Deben escuchar y dejar que produzca sentido infecunda, prescindiendo de que casi siempre se la
en ustedes· su efecto lo que se les refiere. El convencimiento cultiva con un se�go en extremo personal. Hasta hace unos
no se alcanza con tanta facilidad o, cuando se ha llegado a años podía gloriarme, respecto de mí mismo, de que con un
él tan sin esfuerzo, pronto se evidencia falto de valor e in solo investigador (Uiwenfeld, de Munich) había entablado
consistente. Sólo puede pretender convencimiento quien, una vez una polémica científica en regla? El final fue que
como yo lo hice, ha trabajado durante muchos años con el
mismo material y ha vivido, él mismo, estas experiencias 1 [Freud tenía alrededor de 60 años a la saz6n.]
2 [La polémica gir6 en torno de las primeras teorías de Freud so
nuevas y sorprendentes. ¿Por qué, entonces, se producen en
bre la angustia. Su segundo trabajo sobre ese tema ( 1895/) estuvo
el campo intelectual esas convicciones súbitas, esas conver enteramente consagrado a las críticas de U>wenfeld. Aunque este
siones fulminantes, esas repulsiones instantáneas? ¿No repa nunca adhiri6 a las opiniones de Freud, tuvo más adelante una acti
ran en que el «coup de foudre>>, el amor a primera vista, tud más favorable hacia ellas. Cf. mi «Nota introductoria•> a dicho tra
bajo, AE, 3, pág. 119.]
proviene de un campo enteramente diverso, el campo afecti-
7
223 224
nos hicimos amigos y lo seguimos siendo hasta el día de Debo presentarles, entonces, la concepción psicoanalítica
hoy. Pero por mucho tiempo no he repetido el experimento; de los fenómenos neuróticos. Para ello, me parece indicado
no estaba seguro de obtener idéntico desenlace.3 empalmar con los fenómenos ya tratados, tanto a modo de
Ustedes juzgarán, sin duda, que una repulsa tal de la dis analogía como de contraste. He de echar mano a una acción
cusión académica atestigua un grado particularmente alto de sintomática * en que veo que incurren muchas personas en
.inaccesibilidad a las objeciones, de terquedad o, como lo mis horas de consulta. El analista no atina a hacer gran cosa
suelen expresar los científicos en su cortés lenguaje, de «ex con la gente que lo visita en su consultorio médico para des
travagante pertinacia». Me gustaría responderles que si a plegar frente a él, en un cuarto de hora, las lamentaciones de
costa de tantos trabajos ustedes adquiriesen una convicción, su larga vida. Su saber más profundo le impide pronunciar
les cabría cierto derecho de sostenerla con alguna tenacidad. el veredicto a que recurriría otro médico: «Lo que usted tie
Además, puedo invocar en mi favor que en el curso de mis ne no es nada», e impartir el consejo: «Tome una ligera cura
trabajos he modificado mis opiniones sobre algunos puntos de aguas». Uno de nuestros colegas, preguntado por lo que
importantes sustituyéndolas por otras nuevas, de lo cual, hacía con sus pacientes de consultorio, respondió incluso,
desde luego, hice comunicación pública en cada caso. ¿Y el con un encogimiento de hombros: «Les impongo una multa
resultado de esta sinceridad? Algunos ni siquiera han toma-. de unas buenas coronas». Por eso no les asombrará enterarse
do conocimiento de mis autoenmiendas y todavía hoy me de que aun en el caso de psicoanalistas con mucha clientela
critican por tesis que desde hace mucho ya no significan las horas de consulta no suelen ser rnuy concurridas. Yo
para mí lo mismo. Los otros me reprochan justamente esas puse doble puerta en remplazo de la simple que separaba mi
mudanzas y me declaran por eso mismo poco sólido. ¿No sala de espera de mi sala de tratamiento y consultorio, re
es cierto que quien ha cambiado algunas veces sus opiniones forzándola además con una cubierta de fieltro. El propósito
no merece crédito, pues con harta probabilidad puede andar de este peC}ueño artificio no es nada dudoso. Ahora bien,
errado también en las aseveraciones que últimamente ha siempre acontece que personas que hago pasar desde la saola
hecho? Pero· a'l que se atiene, imperturbable, a lo que una de espera descuidan cerrar la puerta tras sí, y por cierto casi
vez expresó o no se deja apartar de ello con suficiente rapi· siempre dejan las dos puertas abiertas. Tan pronto lo obser
dez, le llaman obcecado y extravagante. ¿Qué puede uno vo, me obstino, con tono bastante inamistoso, en que el o la
hacer, en vista de estos contrapuestos ataques de la crítica, ingresante vuelva sobre sus pasos para reparar ese descuido,
sino mantenerse como uno es y comportarse como su propio por más que se trate de un elegante caballero o de una dama
juicio lo autoriza? Estoy decidido a esto, y no me abstendré empingorotada. Esto hace la impresión de una descortés pe·
de rehacer y corregir todas mis doctrinas según lo exijn mi dantería. Y aun en ocasiones me he puesto en ridículo con
experiencia más avanzada. En las intelecciones básicas, has esa exigencia, ante una de esas personas incapaces de asir un
ta ahora no he hallado nada que modificar; y espero que en picaporte y que ven con agrado que su acompañante les
lo sucesivo sea también así.4 ahorre ese contacto. Pero en la enorme mayoría de los casos
yo tenía razón, pues quien se porta de ese modo, quien deja
3 [Hay aquí una alusión a las controversias, mucho más recientes,
que mantuvo Freud con Adler y Jung, especialmente en su «Contri· abierta la puerta que separa la sala de espera d�l consul
bución a la historia del movimiento psicoanalítico» ( 1914d) . ] torio del médico, pertenece a la plebe y merece que lo
4 [El cambio fundamental que habían experimentado las concep traten descortésmente. Ahora bien, no tomen ustedes partido
ciones de Freud hasta el momento de esta conferencia fue, tal vez, su
abandono de la noción de una causación puramente traumática de antes de oír lo que sigue. Este descuido del paciente, en
las neurosis y su insistencia, en lugar de ello, en la importancia de efecto, no acontece más que cuando se ha encontrado solo
las mociones pulsionales innatas y en el gran papel desempeñado por
las fantasías. Véase, al respecto, su trabajo sobre la sexualidad en la tri!Zado en El yo y el ello ( 1923b). Todas estas modificaciones serían
etiología de las neurosis ( 1906a), AE, 'l, págs. 165-9. Más tarde, sus e xaminadas quince años más tarde, en las Nuevas conferencias de
puntos de vista sufrieron, por supuesto, otros cambios importantes; introducción al psicoanálisis ( 1933a) .] {En la nota precedente y en
por ejemplo, en lo tocante a la naturaleza de la angustia ( cf. Inhibi todas las que siguen hemos traducido «pulsióm� cuando Strachey em·
ción, síntoma y angustia ( 1926d), AE, 20, págs. 147 y sigs. ) y al de plea «instmct».} .
sarrollo sexual de la mujer ( cf. mi «Nota introductoria» a «Algunas * {Cf. 15, pág. 54. Se entiende que estas remisiones internas corres
consecuencias 'psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos» ponden al volumen 15 de la presente edición. La equivalencia, página
(1925i), AE, 19, págs. 261 y sigs.). Pero lo decisivo en años posterio por página, con las Gesammelte Werke y la Standard Edition, como
res fue la revisi6n de la teoría de las pulsiones en Más allá del prin· aclaramos en la «Advertencia» ( 15, pág. x, n. 5), se dará en el vo
cipio de placer (1920g) y el nuevo cuadro estructural de 1::! psique lumen 24.}
225 8 226
en la sala de espera y por tanto deja tras sí una habitación Un joven oficial, al regresar a la casa con una breve licen
cia, me pidió que tomara bajo tratamiento a su suegra, que,
desierta; nunca cuando otras personas extrañas esperaron
viviendo en las más dichosas condiciones, se amargaba la
con él. En este último caso comprende muy bien que es su
vida y la amargaba a los suyos a causa de una idea dispara
interés no ser espiado con las orejas {be/auschen} mientras
tada. De ese modo conocí a una dama de unos 53 años, bien
habla con el médico, y jamás omite cerrar cuidadosamente
conservada, de naturaleza simple y afable, que sin resistirse
ambas puertas.
me dio el siguiente informe: Vive en el campo, en feliz ma
La omisión del paciente obedece entonces a un determi
trimonio con su marido, quien dirige una gran fábrica. Todo
nismo, no es contingente ni carece de sentido; ni siquiera es
le parece poco para encomiar el amoroso cuidado que él le
intrascendente, pues veremos que ilustra la relación del re
dedica. Casada por amor treinta años antes, desde entonces
cién llegado con el médico. El paciente pertenece al gran nú
ninguna nube, ni querella, ni ocasión de celos. Y a bien ca
mero de los que claman por una autoridad mundana, de los
sados los dos hijos, el marido y padre, movido por un sentí
que quieren ser deslumbrados, intimidados. Quizás hizo
preguntar telefónicamente cuál era la mejor hora a que podía miento de deber, no quiere darse todavía descanso. Hace un
venir y se preparó para encontrarse con un gentío en busca año ocurrió lo increíble, incomprensible para ella misma: le
de asistencia, como si fuera una filial de Julius Meinl.� llegó una carta anónima donde se le denunciaba que su vir
Y ahora entra en una sala de espera desierta, por añadidura tuoso marido mantenía relaciones amorosas con una mucha
en extremo modesta, y eso lo perturba. Tiene que hacerle cha joven, y ella le prestó crédito en el acto; desde entonces
pagar al médico su intención de ofrecerle una muestra tan quedó destruida su dicha. Más en detalle, lo ocurrido fue
superflua de respeto y . . . omite cerrar las puertas entre aproximadamente como sigue: Tenía una mucama con quien
sala de espera y consultorio. Con eso quiere decirle: «¡Ah! conversaba quizá demasiado de cosas íntimas. Esta muchacha
A,quí no hay nadie, y probablemente durante todo el tiempo perseguía a .otra con una hostiHdad animada directamente
en que yo esté no vendrá nadie tampoco». Además, en la por el odio; ello se debía a que esta última había progresado
entrevista se portaría con total descortesía y falta de respeto mucho más en la vida, sin ser de mejor cuna. En lugar de
si desde el comienzo mismo no se le pusiera un dique a su entrar a trabajar en servido doméstico, se había procurado
arrogancia mediante una tajante reconvención. una formación en asuntos de comercio, ingresó en la fábrica
En el análisis de esta pequeña acción sintomática ustedes y, a causa de la falta de personal producida por el llamamien
no encuentran nada que no les sea ya familiar: la aseveración to a filas de los empleados, fue promovida a un buen puesto.
de que no es contingente, sino que posee un motivo, un sen .Ahora vivía en la propia fábrica, tenía trato con caballeros
tido y un propósito; que pertenece a una trabazón anímica y aun se hacía llamar señorita. La que se había quedado
pesquisable y que, en calidad de pequeño indicio, anotkia atrás en la vida estaba naturalmente dispuesta a decir todo
de un proceso anímico más importante. Pero, sobre todo, el mal posible de su antigua compañera de escuela. Un día
que la conciencia de quien la consuma ignora el proceso cuya conversaba nuestra dama con su mucama acerca de un señor
marca es la acción misma: ninguno de los pacientes que han anciano que habían recibido en la casa, y de quien se sabía
dejado abiertas ambas puertas admitirían que mediante esa que no vivía con su mujer, sino que mantenía una relación
omisión quisieron testimoniarme su menosprecio. Muchos, con otra. Ella no sabe cómo fue que de pronto dijo: «Para
probablemente, recordarían haber tenido un conato de des mí sería lo más terrible enterarme de que mi buen esposo
engaño al ingresar en la sala de espera desierta; pero el nexo tiene también una relación». Al día siguiente recibió por el
entre esta impresión y la acción sintomática subsiguiente ha correo una carta anónima que, con escritura disimulada, le
permanecido con seguridad desconocido para su conciencia. comunicaba eso mismo que ella, por así decir, había conju
Ahora abandonaremos estos pequeños análisis de una rado. Extrajo la conclusión -probablemente acertada- de
acción sintomática para pasar a la observación de un enfer que la carta era obra de su maligna mucama, pues señalaba
mo. Escojo una por tener fresco su recuerdo, y también por· como la amada del marido precisamente a esa señorita a
que puede exponerse en breve espacio. Un cierto grado de quien la sirvienta perseguía con su odio. Pero aunque se per
prolijidad es indispensable en una comunicación así. cató enseguida de la intriga y en su lugar de residencia
había vívido sobrados ejemplos de la poca fe que merecían
5 [Se refiere a las colas que, en la época de la guerra, se forma tales cobardes denuncias, aconteció que esa carta la hizo de
ban en Austria en esa conocid:; cadena de almacenes.] rrumbarse al instante. Presa de una terrible emoción, envió
9
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de inmediato por su marido para hacerle los más acerbos re uico se avivará con fuerza todavía may<;Jr. Si una idea deli
proches. El hombre rechazó riendo la imputación e hizo ],o rante no puede ser desarraigada refiriéndola a la realidad, no
mejor que podía hacer. Llamó al médico de la casa y de 1 a ha de provenir de esta. ¿Y de dónde vendría entonces? Exis
fábrica, quien puso todo su empeño en calmar a la desdichét· ten ideas delirantes del más diverso contenido; ¿por qué
da señora. El ulterior .proceder de ambos fue también ente justamente los celos son en nuestro caso el contenido del
ramente razonable. La mucama fue despedida, pero la s1Jl· delirio? Aquí querríamos escucharlo al psiquiatra, pero aquí
puesta rival no. Desde entonces, una y otra vez, la enferm a mismo nos deja en la estacada. Se internará, exclusivamente,
pareció tranquilizarse a punto tal de no dar más crédito &1 en una sola de las cuestiones que hemos planteado. Investí·
contenido de la carta anónima, pero nunca radicalmente rj!1 gará en la historia familiar de esta señora y nos aportará
por mucho tiempo. Bastaba que oyera nombrar a esa señCJ· quizás esta respuesta: «<deas delirantes se presentan en aque
rita o que la encontrara por la calle para que se le desencst· llas personas en cuyas familias han aparecido repetidas veces
denase un nuevo ataque de desconfianza, dolor y reproche�. estas y otras perturbaciones psíquicas».. Con otras palabras,
He ahí, pues, la historia clínica de esa honrada señora. N..O esta señora ha desarrollado una idea delirante porque es
hacía falta mucha experiencia psiquiátrica para comprend�r taba predispuesta a causa de una trasmisión hereditaria. Es
que, a diferencia de otros neuróticos, había expuesto su cas..O por cierto algo, pero, ¿es todo lo que queremos saber?
más bien suavizando las tintas, como si dijéramos disimut· ¿Todo lo que ha cooperado en la causación de este caso pato
lándolo, y que nunca había vencido su creencia en la incu· lógico?· ¿Tendremos que contentarnos con suponer que es
pación de la carta anónima. indiferente, arbitrario o inexplicable que se haya desarrollado
Ahora bien, ¿qué actitud adopta el psiquiatra frente a ull un delirio de celos en vez de cualquier otro delirio? ¿Y es
caso clínico así? Harto lo sabemos: la misma que adoptarí a lícito que entendamos también en sentido negativo el aserto
frente a la acción sintomática del paciente que no cierra la.s que proclama el predominio de la influencia hereditaria, a
puertas que dan a la sala de espera. La declara una conti� saber, que son indiferentes las vivencias que sobrevinieron
gencia sin interés psicológico, y no le da más importanci�· a esta alma pues estaba condenada a producir alguna vez un
Pero esta conducta ya no es viable en el caso patológico de La delirio? Querrán ustedes saber por qué la psiquiatría cientí
señora celosa . La acción sintomática parece ser alg9 indife· fica no quiere darnos más referencias. Pero yo les respondo:
rente, pero el síntoma se impone como importante. Va ce?· ¡Maldito sea quien dé más de lo que tiene! Digamos que el
nectado a un intenso sufrimiento subjetivo, y objetivament e psiquiatra, justamente, no conoce ningún camino que lo haga
amenaza la convivencia de una familia; es, por tanto, ull avanzar más en el esclarecimiento de un caso de esta índole.
objeto insoslayable del interés psiquiátrico. El psiquiatr a iJ11· Tiene que conformarse con el diagnóstico y una prognosis
tenta primero caracterizar el síntoma mediante una propi� del desarrollo ulterior, prognosis insegura por rica que sea
su experiencia.
dad esencial. La idea con que esta mujer se martiriza no h:a
de llamarse disparatada en sí misma; ocurre, en efecto, qu.e Ahora bien, ¿puede el psicoanálisis desempeñarse mejor?
Sí, por cierto; espero mostrarles que aun en un caso así, de
hombres casados de edad avanzada mantienen relaciones ame?·
tan difícil acceso, es capaz de descubrir algo que posibilite
rosas con muchachas jóvenes. Pero otra cosa hay aquí di�·
paratada e incomprensible. El único fundamento que tien e la comprensión más directa. Primero, les ruego que atiendan
a este pequeño detalle: fue la propia paciente quien provocó
la paciente para creer que su tierno y fiel esposo pertenece ;a
esa carta anónima que sirve de apoyo a su idea delirante,
esa categoría de hombres -no tan rara, por lo demás- e s
cuando, el día anterior, dijo a la intrigante muchacha que
la aseveración de la carta anónima. Sabe que ese escrito nc>
su máxima desventura sería que su marido mantuviera un&
posee fuerza probatoria alguna, puede esclarecerse satisfacto·
relación amorosa con una muchacha joven. Sólo entonces
riamente su origen; debería poder decirse, entonces, que nc>
concibió la servidora la idea de enviarle la carta anónima. La
tiene fundamento para sus celos, y así se lo dice; no obstan·
idea delirante cobra así una cierta independencia de la carta;
te, sufre como si admitiera la total justificación de esos
ya antes había estado presente como temor -¿o c.omo de
celos. A ideas de este tipo, inaccesibles a argumentos lógico s seo?- en la enferma. Ahora agreguen ustedes algunos pe
y tomados de la realidad, se ha convenido en llamarlas idea5 queños indicios más que sólo dos sesiones de análisis han
delirantes. La buena señora padece, pues, de un delirio d# brindado. La paciente se comportó con mucha renuencia
celos. He ahí la característica esencial de ese caso patológiCO'· c uando se la eXhortó a comunicar, tras el relato de su his-
Tras esta primera comprobación, nuestro interés psiqui�·
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toria, sus ulteriores pensamientos, ocurrencias y recuerdos. anímico inconciente colegido por otros indicios, y precisa
Aseveró que nada se le ocurría, lo había dic:ho todo, y tras mente a esta dependencia debe su carácter delirante, su re.
curridas dos sesiones fue preciso interrumpir realmente el sistencia a los ataques basados en la lógica y la realidad. Es
ensayo con ella, pues había proclamado que ya se sentía a su vez algo deseado, una suerte de consuelo. En tercer lu
sana y estaba segura de que la idea enfermiza no reaparece gar: La vivencia que hay tras la contracción de la enfermedad
ría. Lo dijo, desde luego, sólo por resistencia y por angustia determina unívocamente que habría de engendrarse una idea
frente a la prosecución del análisis. Pero en esas dos sesiones de celos delirantes y ninguna otra cosa.6 Bien lo recuerdan
había dejado caer algunas observaciones que permitieron una ustedes: el día anterior había manifestado a esa muchacha
interpretación determinada, y aun la hicieron inevitable; y intrigante que lo más terrible sería que su marido le fuera
esta interpretación echa una luz fulgurante sobre la génesis infiel. No descuiden tampoco las dos importantes analogías
de su delirio de celos. Había dentro de ella un intenso con la acción sintomática que hemos analizado, a saber, en
enamoramiento por un hombre joven, ese mismo yerno que cuanto al esclarecimiento del sentido o del propósito y en
la instó a buscarme en calidad de paciente. De este enamora cuanto a la dependencia de algo inconciente que estaba dado
miento, ella no sabía nada o quizá muy poco; dada la rela dentro de la situación.
ción de parentesco existente, esta amorosa inclinación podía . Con ello, desde luego, no quedan respondidas todas las
enmascararse fácilmente como una ternura inocente. Tras preguntas que pudimos plantearnos a raíz de este caso. Más
todas las experiencias que hemos recogido en otras partes, no bien, él rebosa de otros problemas, unos que todavía nos
nos resulta difícil una comprensión empática ( einfühlen} de resultan insolubles y otros que no se dejan solucionar a causa
la vida anímica de esta decente señora y honrada madre de lo desfavorable de las circunstancias. Por ejemplo, ¿por
de 53 años. Un enamoramiento así, que sería algo mons qué esta señora, que vive un matrimonio dichoso, sufre un
truoso, imposible, no pudo devenir candente; no obstante, enamoramiento hacia su yerno, y por qué el alivio, que tam
persistió y, en calidad de inconciente, ejerció una seria pre bién habría sido posible por otras vías, ocurre en la forma
sión. Alguna cosa tenía que acontecer con él, algún remedio de un espejarniento así, de una proyección de su propio es
tenía que buscarse, y el alivio inmediato lo ofreció sin duda tado sobre su marido? Y no crean ustedes que es ocioso o
el mecanismo del desplazamiento, que con tanta regularidad pretencioso plantear tales preguntas. Disponemos ya de mu
toma parte en la génesis de los celos delirantes. Si no sólo cho material para una respuesta posible. Esta señora se en
ella, una señora mayor, se había enamorado de un hombre cuentra en la edad crítica que trae a la necesidad sexual
joven, sino también su anciano marido mantenía una rela femenina una intensificación indeseada y repentina; quizás
ción amorosa con una joven muchacha, entonces su con esto baste por sí solo. O tal vez quepa agregar que su marido,
ciencia moral se descargaba del peso de la infidelidad. La bueno y fiel, desde hace muchos años ya no posee aquella
fantasía de la infidelidad del marido fue entonces un paño capacidad de rendimiento sexual que esta señora bien con
frío sobre su llaga ardiente. Su propio amor no le había servada necesitaría para satisfacerse. La experiencia nos ha
devenido candente, pero el reflejo de él, que le aportaba hecho notar que justamente esos maridos, cuya fidelidad se
esa ventaja, ahora se le hizo candente de manera obsesiva, descuenta, se distinguen por una particular ternura en el
delirante. Todos los argumentos en contra no podían, desde trato con sus esposas y por una inhabitual paciencia hacia
luego, dar fruto alguno, pues sólo se dirigían a la imagen sus achaques nerviosos. Y hasta quizá no sea indiferente que
reflejada, no al modelo a que aquella debía su poder y que fuera el joven marido de una hija quien deviniera objeto de
acechaba inatacable en lo inconciente. este enamoramiento patógeno. Un fuerte lazo erótico con la
Resumamos ahora lo que un breve y dificultoso empeño hija, que en su último fundamento se reconduce a la consti
psicoanalítico aportó para la comprensión de este caso clí tución sexual de la madre, a menudo halla el camino para
nico, suponiendo, desde luego, que nuestras averiguaciones proseguirse en una trasmudación de esa índole. En este con
se hayan realizado correctamente, cosa que no puedo someter texto, quizá me sea lícito recordarles que la relación entre
aquí al juicio de ustedes. En primer lugar: La idea delirante suegra y yema fue juzgada desde siempre espinosa por los
seres humanos, y entre los primitivos dio ocasión a tabúes y
ha dejado de ser algo disparatado o incomprensible, posee
pleno sentido, tiene sus buenos motivos, pertenece a la tra
6 [Esta oración no aparece con la misma claridad en algunas de
ma de una vivencia, rica en afectos, de la enferma. En se las primeras ediciones alemanas.]
gundo lugar: Es necesaria como reacción frente a un proceso
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«evitaciones» muy estrictos.7 Tanto en el aspecto positivo péutico. Ustedes saben que nuestra terap1a psiquiátrica no
cuanto en el negativo ella rebasa a menudo la medida cul ha sido capaz hasta ahora de influir sobre las ideas delirantes.
turalmente deseada. Ahora bien, cuál de estos tres factores ¿ Podrá hacerlo acaso el psicoanálisis gracias a su intelección
operó en nuestro caso, si dos de ellos, si todos se conjuga del mecanismo de estos síntomas? No, señores míos, no
ron, no puedo decírselo a ustedes, pero únicamente porque puede; al menos provisionalmente, es tan impotente contra
no me fue permitido proseguir el análisis del caso má.s allá esta enfermedad como cualquier otra terapia. Podemos com
de esas dos sesiones. prender, es verdad, lo que ha ocurrido dentro del enfermo,
pero no tenemos medio alguno para hacer que él mismo lo
comprenda. Acaban de escuchar que yo no pude llevar el
análisis de aquella idea delirante más allá de los primeros
Ahora caigo en la cuenta, señores míos, de que he hablado
de cosas que ustedes todavía no están preparados para com esbozos. ¿Afirmarán por ello que el análisis de esos casos
prender. Lo hice con el fin de comparar la psiquiatría con el es desestimable porque no arroja fruto? Creo que no, en
modo alguno. Tenemos .el derecho, más aún, el deber, de
psicoanálisis. Pero · hay algo que tengo derecho a preguntar
les : ¿Han observado alguna contradicción entre ambos? La cultivar la investigación sin mirar por un efecto útil inme
psiquiatría no aplica los métodos técnicos del psicoanálisis, diato. Al final -no sabemos dónde ni cuándo- cada par
omite todo otro anudamiento con el contenido de la idea de tícula de saber se traspondrá en un poder hacer, también en
lirante y, al remitirnos a la herencia, nos proporciona una un poder hacer terapéutico. Aunque para todas las otras for
mas de contracción de enfermedades nerviosas y psíquicas el
etiología muy general y remota, en vez de poner de mani
psicoanálisis se mostrara tan huero de éxitos como en el caso
fiesto primero la causación más particular y próxima. Pero,
¿hay ahí una contradicción, una oposición? ¿No es más bien de las ideas delirantes, seguiría siendo; con pleno derecho,
un completamiento? ¿Acaso el factor hereditario contradice un medio insustituible de investigación científica. Es verdad
la importancia de la vivencia? ¿No se conjugan ambos, más que entonces no estaríamos en condiciones de ejercitarlo; el
bien, de la manera más eficaz? Me concederán que en la na material de hombres en que queremos aprender, un material
turaleza del trabajo psiquiátrico no hay nada que pudiera viviente, tiene su voluntad propia; le hacen falta motivos
rebelarse contra la investigación psicoanalítica . Son entonces para colaborar en el trabajo, y en tal caso rehusaría hacerlo.
los psiquiatras los que se resisten al psicoanálisis, no la psi Por eso, permítanme que concluya hoy con esta comunica
quiatría. El psicoanálisis es a la psiquiatría lo que la histolo ción: existen vastos grupos de perturbaciones nerviosas para
gía a la anatomía: esta estudia las formas exteriores de los los cuales la trasposición de nuestra mejor comprensión en
órganos; aquella, su constitución a partir de los tejidos y un poder hacer terapéutico se ha comprobado en los hechos,.
de las células. Es inconcebible una contradicción entre estas y en el caso de estas enfermedades, de difícil acceso por
dos modalidades de estudio, una de las cuales continúa a la otras vías, obtenemos, en ciertas condiciones, éxitos que no
otra. Como saben, la anatomía es hoy para nosotros la base les van en zaga a otros cualesquiera en el campo de la me- ·
de una medicina científica, pero hubo un tiempo en que es dicina clínica.8
taba tan prohibido disecar cadáveres humanos para averi
guar la constitución interna del cuerpo como lo parece hoy
ejercer el psicoanálisis para averiguar la fábrica interna de
la vida del alma. Y previsiblemente, en una época no muy
lejana comprenderemos que no es posible una psiquiatría
profundizada en sentido científico sin un buen conocimiento
de los procesos de la vida del alma que van por lo profun
do, de los procesos inconcientes.
Ahora bien, quizás el psicoanálisis, tan combatido, tiene
entre ustedes también amigos que verían con buenos ojos que
se lo pudiera justificar desde otro costado, el cost:tdo tera-
i Véase mi libro Tótem y tabú ( 1912-13) [ «Ensayo !», AE, 13, 8 [La última de las conferencias de esta serie ( la 28!) tiene por
págs. 21 y sigs. ] tema el psicoanálisis como método de psicoterapia. ]
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SEGUNDA PARTE
,.r• ,
· .: J . ,;,
. tica. 'sobre : lo�. : mod elo s �is*émicOS · Iesultan TIO tabJemente conVer
gentes . . En:la t;iple;�-ección .en que s e · despliega . I a amb ició n ex
plicativa de F.reud, o ses en la tópica, l a dinámica y la económica,
y en _bas� a. 5ü;�pie . imperativp, cientilicista,. Hsicalista ·, y · agnos
tkísta, . el sa ber ana1itico se concib e como una especie de Últe:r
'valci imagina�9. . que �xplora. un esp aciq tra.nsitorio . :s u .validez y
·
quíere · Ja :épistemo ¡og!a "freudía;1 a, qúe . por ·pr.i.11 c ipi .o toma nota '·dito en un mismo discurs o. ·� •
ci erta solemnidad. . .
de la unión · indísolu-ble del lenguaje ·y de s� objeto, pára siempre, Es un hec hq que �Í' saber e !l ro p eo , en la sectiencia decisiva
·: · · · -· 1550·1 aso' esca nde sus éxitos co n.struyen do !lila e!!p ecie de mi·
.
·
en la figura .fechada d� Freud . . -
toda tología de los fu:nd ado res y de Jos precursores. A partir del siglo
·
. Así, el mejor medio de' u.lcanzar lo inédito · del 'ob'jéto en: ·u. PÁRÁSOLA CO'PÉ!NlCO·DAltvlN !ANA Y SU ORIGEN
de las luces, en particular, la histo ria del saber se descifra rela
su u.mplitud es a bord án d olo por los isomorfismos,
'a l'á vez en· ,HAECKELIANO
' ." · tá.oáose D•Jr ws fuuckdo res . •/;sí es como se consdruyeu unas se-'
gai:i.o5o s y rev elado res; del lenguaje del sab�r . :.
· : ·· . .. • ·
. · . cueocia.s: i.rtvestidas de l e. flinc ión enaltecedora de celebrar las' ·
· Ahora bien, ¿qué podemos decir com o recapitul ación de esta j us t amen te céleore, en oue Freud sit�a, .en
se conoce el .texto,
. '
etapas de un p rogr eso .irresistible del p ensamiento, eri¡;arnándo
investigación L'ltroductoria? Que un.os modelos 'determin
ados 1917, en 'er'.mo mento e:ri · oue el' sab·ar analitií:: o� ha conqtristado sus las en figuras encargad.as de e:thibirlas. Una hii;'tÓcla qué ab unde . .
e.!aboian r.Hreüdismo., proporcionári.do1é su basé: Vi.mo·s
!il.t:rgir un 'letras de noble.za; :;u áp�rtác.Íón · en "{éhis'toria"'ú::: la hi.ci:rÍani en e:sas secuencies nos. muestra cómo se ha ceu y se. des hacen a
: · :
qu interviene
. ' . .. . . .
·'
li.d, Nicolás ,Copérnico, c;uyo descub �ento .Pnme.�o e� ac�p
·
.Que el . psicoanáli sis como fomia de saber· e 'en e!
�, . En efe::to,. este .;fextq, dbtuvo. . de· entr��a un gran ·.:érito� pues
. ·
ta.d o , luego negado , lu�go · redescub ierto y condena do a través' de
espacio de lo inacabado, se .realizará en su: muerte, al alcanzar el .f:irindaba ért',¡:ierto i:q.odo uria: pái'!lbi:íia: dé':fWidaéi6n .al '·psicp aná G alileo ; acaba po r ser investido qe ese papel· esencial d� 'precur
limite .de su. pel':fección 'epi s témica, a bsorbida ·por ·lo s · p emás sa .li�is. Freud. ref�¡;ia S� des'?ub df!?Jen'to: .a'..lfl:l. J:�P.a. :determiJ;ta�'?· 'sar: Desde los · Enciclopedistas,' eri-párticular, la· referencia funcio'
el mdicando' 'a la·· ·pas'terid ad 'e'Q. .bus a de )u f\igá.r qu� 'a),U e:¡-a don
.b�res. lm �gift!=mos -;:-puesto ,que esta· .imagen .está, sin. cesar .en � ¡:¡a come:. un lu,ga¡;; co�ll,n_· P ero lo que �.os i.rtteresa p ara captar la
,
horizonte ,qe. ¡¡:¡, conc iencia spis,témíca de ..Freud-:- ·las correlacío· de había. .que buscarlo , en los' .pasb:f' del funda dor 'de la a.stron.o .
. n es . ahatóm.ico.s !i.jadas, : las · sustancias. químicas descubierta s,
a1
�
las ·.i:ní imód�j:ila. :Y. d e la .hlstoxia nat
� m..oderná; ,: , . . . . .:: . ::
'
;. J Cf: la b.rta de Karl Á.brahan':t·a Freud del 18 de maJ:Zo di: 19l7:· y la
me d i c iones réaii.Zadas,· tópica, . dinámlca. · .Y e con ómi ca acabadas ;
'::; .. P�i'Jó' ·
drúaás ; se"produjeror (i.ti.ni'ed.iá'tiuñ.ént'e ré'a.ccioñ�s areé 'r<$!Juesta'·á� Fi'�ud·e[ 25 (Carr., pp. 25:;' y .254) , e n la '•que"'hlega p'reton·
· ·
.c errDise : el c arQ.p O, el · psicoanálisis · · acabado ·.como � e dific io 'der ''tener un :lugar ju<1to e· Cooérnié:<Y:yre>arwin."''y tom•r e Dlp�rnico
me
ívas·: · a üii.. en . Karl
'
'l . . .
Abraham, ::eL .mco'Ddicicinal, :
. . .;desp' .' 'úña . re·
u'n. ta' -
.. por s-..1 "'�oie.§-a". ·
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·
14
CONCLUSIÓ N. ú.''�.ij)jLA
j0 CO?ÉP.NIC:D-DARVINlSIA 191
d.e:constift!ción preciso de. 'ÍillEl; secuenéi:a·que une· a Copérnko. con m1md o y que -bautiza "Monismo": podemos considerar a H aeck:el
efectivamente de . un p'réstamo, y no de una' ®incidencia¡ 2] la
Darwin.: Sin ·e;¡:artú:nar, defulladamen.�e k 'historia de: la · referencia como e� primer �!darvinista", ¡dándoselas de más · dnrviniano que
significación de esta homólogía, relacionando esta: secuencia con
copemicana:, lo q4� nos interesa es � sa secÜeilcia-que:.üne a: Co el -propio Darwinl �
el univerSO' de sentido histórico e .ideológico de que es poi:-tadoni.: .
pémieo. .r-a Dar¡vin; p�esto,'que ésta .es la 'qúe. Freud hereda. De ·hecho, Haeckel no es simplemente uno 4e los. p ri.:ilcip al es
En efecto,'·b.ay que hablar en verd9:d de una hpmologtr;¡..� Pues .
�:: Nuestra . hip6tes i s de que Freud no 1a· inventiba, 'sino que uti difusores del darvinismo: consumó' la unión- entre la teoría: de
el aceréamiento de los nom.bres"de Copérnico y d'e D arwl.n no es'
lizab a un esque!!f.a gene¡;lógíi:�,-.fue confin:nada 'Pot la localización Darwin y la ciencia . y ·ra. episteÍI)plogia de s� tiempo. Gorrelati- :
de ·ese ·uso _:qllly:pre.ciiio en· el- efetv]!sce!lte,,movpmento cientificis ei único punt� .en común: éste no es sin o la, manife_staclÓn de una
vamente, contribuyó más . que ningún otro a. definil;. e! us o de D ar
ta -:inspirado .en las ·cienéias de la na tur!lle a en dl!-. seg¡¡..nda mitad
z problemática· general común que "se .'expresa por una analogía li
w±ri. c omo reíerente histórico e ideológico;� por último, él es quien
. del siglo ·:X:I::c: F.sé . mo'vimí ento ..:naturalista forjó -el - esquema :que 'tercl que llega hasta la �epet�c�ón. ·· • · ·
define y codlfíca el uso de la s,ecuencia copérn ico-d�rvírtiana ·que ·'
' Freud utiliza. y SL comoreoáeinós la' •funcióo." :reveladora de . ese
. Freud, entre otros, utilizará. . .: .. .
esquema 1 la�_. necesidadei.precisas -para I'<is cuales fue forjado, es
' taremos en , cond icion es �e pro esar de man¡;ra notable en la Por .tanto, se - trata de establecer:
. .. 1 ] la !Í.omologÍa de la se- En p.t'i.m:er lug�r. po demos señalar ta constancia con la cual
.
:1.:
Haeckel "introduce. su esquema genealÓgico · copérnici:i-aarviniano
. identidad I?Pistémii::a"de'flr¡ ud qpe, ,a ·o;avés �e.�¡; p_un\101 partlcu- .
en los �e;tos cl�ves , que alonn:_n 5tL .apostoladq ' d arvmlsia, o sea
J
lar, se .sitúa ¡(se fech? "con uli.a clarldadi.e:ttraórdillaria: :. ; � Rei:ordemos,.. despué ; de Yvette Conry (en L'l�troductlon - du dar .
winisme · en Fra11c'e au XIX• siec/e, Vrln, 1974, ''El desarrollo sobre el
durante todo el último tercio ' dei siglo xrx.: ... - ·.. .. ' •
'·Natura1meñta, la- secuenéÍ :i. CopéWlcó-Darr-.rii::t ' fue · uosibl'é• en . .
·ClllHÚO e) . n'o,mqr¿' éle'.'J:Ú_r.'l'{m' �
fue.. sin nimo dé re:Yolución¡ O Gea d arvinismo en. Alemania", •pp. 25-21) , 1ds lineamientos :de esta lntroduc p .
'Esto uede comprobarse á tiávé .dé tres : untos d · · �; p � réf���::
en Cl.\anio su aportaciq��·�.e. . ídentill có como un''!- modiiicaciop., de ciún del- darvinismo en i\lemania: desde 1 844, A lexander van Humboldt cía fundamentales, que corresponden a tres momeñtos importan
c!siva d"- la Weftaascf;,éiüurtg"buma_na, 'Pe¡:o la his toria del .dar, había' dado la pr!mera versión al.eüiana mundial) del Joumal of Re
_(y tes'· de s u· mensaje ideológico, o ·sea:.. su
vinismo nos .enseña el..-)iecho curioso de -que Darwin no fue su sl!arches:' Virchow, en su Zellularpatho/ogie (1 859) . constituye un hito
primér� . obra 'mayor, la
Historia de la creación de los sereS organizados '-.�eir.tn lcci leyes
eri la aceptabilidad de las · teorías' do.:rvinianas en Alemania. También ha)•
artesano más activo. D'�;j::v,in aguardó veinte año s - para dar a su
que tornar en cuenta les implicaciones poHticas : Virchow, l ib e t·al en un naturales (1868j -que ·cons�tuye la contiliu�cióp. de. su Mor
s(nte.�ís ·un a . fon:na: pt¡bfi:�able, y eso.!iue ési:a, E[ origan- de las as
principio, acus a al d arvin ismo , en su versi ón haeckeliaoe, de ser c6mpl!ce t�iogía general (1-862-1 866)-; su p rofesión dé fe sin.tépca pu bli cada
P.ecies, publicada· en tS�9, s aca con 1¡¡. roay ' prudencia las con� del soci¡¡lhmo, hasta tal punto que exige su supresión en la cnseñ11ru:a con el tí tulo · general El Monismo; por
ciusiolli!s ideolog{cas. d'e ·Jo que raveló la 'práctica cientúica. Se
l timo , sus.. Enigmas riel
ú
c'om o hipótesis ' no de mostrad a. Esto suce de en el co ng-reso de naturalis uníversOj publica dos simbólicamente en .1 899 , 'cqmo conclusión
está de �cue'rdo en pansii:t que nD será ' sino hasta el s e gundo gran tas éle lvj:unich, én J Síí. -lo cual nos recuerda que en. ese momento ser
libro, La. d�scendencia dd · homóre, en 1 8 7 1 , cuando Dal'Win va darvinista está en el' ambiente, pero s_ignifica ser no conform.lsta, incluso del siglo. de oro del naturalismo -=-uno de los lib:t;9.S -más leídos de
más lejos en" l a gene¡' lidad. Este libro .es, ·ade�ás, el que conte n peliwoso. . · propaganda científícista, · · ,.,
drá [g carga 'ideq16gicá _m ás· ·explosiYa. Si se pi;:m sa· en pal-ticular n Emsf' Heinrlch . Heeckel · (1834-1919) fue alumno da Joho.ll.nes Mü Se trata · éste? no es fortuito,
;y de los llbros d id�c tico� prese q
.
en el t?pico según< ei.cual el hoD;lb�7 des ciend,¡; del sim io; que se ller y �sLudió medicina y ciencias naturales en Berlín, Wurtzburgo y tados en ÍOl'U:ia de lecciones; de conferencias· O de estudios de ini
.
volvió sinónimo ''del ' darvinismo . en""l<i'. pólérnica ·· ideológica, no Viena. · Profesor d e anatornln en .,Jena en 1861, ocupa a p artir de 1855
la cátedra de zoologfa,.en la que enseña las teorías. de D atwin que adopta
cia ción . Ahora bien, de 1 8 6 8 a 1899, HaecWl introduce repeti
cabe duda,· ae' �ue las fórmulas que 'P udieron ciar pre texto a esta
visión carii::alurizad!l >e eocuentrao en· e l · libro de 1 87 1: En efec con e ntusia smo después 'de haber' cónocido personalmefl�é a barwiñ eri das Yecies nuestra 'filia.ción, ' como un-leitmotiv.'·Ín capítulo x.:m d e
to, allí es donde el "darvinismo" se 'vuelve . algo más· que una 1866, • conYirtiéndo* en un p rop agandis ta cuyo ¡;¡;lo esp!l.ll tará al propio 1os Enigmas del imiverso co ntiene en est� sentidó u�a.conciusión
teorfa :éiimtífii!n:: hlgo así como una ' !'9,octrina", fun da mento "Y maestro, que le reco_mlenda prudenci a en su c.orresponderx:ia. Su. silltesís de la carrera 'de "esa fó�ui�:- "·D'a�whl· se ·'convirtió
.
en. el Co"
ré' J de r:rEitlción •
, .J • , -· · ' ' 1
lugar dJ u.n�··:vlsfóri ' d el mundo. del liombre·.- : . . : ':-: ':;:::.
de 1 868 sob a His{ orla ·narnral Ia . 'de los .seres organizados , , ,•• , , , , .•• r J • • , • " •
y {/é�e. infra) , tta.ducldn �n echo lenguas . euto p�s, eotre . 1 S7L y 1878 (de pé�niao de! muado ll!VIente, tal c.omo lp .expreso.b.a ya en, 1 868:',•
. . No obs'tiOte, Dnrwi.tl no fue" el 'ii.rfe.sano más: actiVQ del''Dar:
las ·.cual es .el . f.tÍl.llc6s . en. 1874 y el inglés en 1 87G) ,.se vuelve el evangelio escribe' H.aecltet' en es'e libro 'qué' éónside'rri" 'comO: su'•'v'el:daaero
•�inismils, éoo�ebido ·c'omo anna de . coo.tróv�l'1>ill. y,, 'de · eamb ate . darvinista·: Produce 'íma·· obra. suniameUlc ' abund�tlÍEl dé'polÍgrafo, im hi
E�te 'mice auráote los ·a.iios' 1860, •ilcaoxa ·su apogeo· eo." Alemania �stamento ideológico � --consagrando su apeg<? . a esa idea. .
· cual cabe distinguir. su Morfología general de los 'or-ganismos (1866) ,. su .
en" li:is a'ñqs · 1870·1900 l:iajó 'el·'iinpulsó -de ·Úüa·_per.ionalidád con�·
.
Añtro'piigilitia -(1874) y su Filogenia sistenuítica (1894) . ·En lo s últimos De hecho, es".i idea' aparece en · su..prioi'era · sín.tési�, desde sus.
8ur
si.�ernble: '·.Ernst:B�ll0ke1. . �te: deseí:iipe¡li;, ..UÍl' curl,os"o" papel dé alias del' siglo se pone a ·extrapolar de''1os hechas ·una:-visión del mundo lecgiones . .iiiati alés! ·. Asüius.mo, · r!'nun ar· ¡¡jr, �i :P q: pr?fesi6n . de
dq�Ie y _d¡:··�rcip�gn.ndi�tit de :�� .!*sb�fa : éia�iana. Haciei:l�9 sudaz, en los Enigmas áel uni.v.�<•o, la profesión. de fe monis ta (véase irtfra) fe naturalista durante el. jubileo1 de la . Natu'rforschencle Gésells-.
poco caso' de la ·prudenci!J. rde su maestro .inglés, Haeckel erige . la y sus '?9.�it::reru:ias. df? - 19.05. �obre R�fiªCó¡¡ Y.:!1vc¡¡luci6tl. Entre 1 863, , fecht!
teoda de D atWin en da.¡-vi.nismo,:·a· su.-vez reconstruido en'.una ef\1. que,. áegún él, .h�bl6 .por :¡¡¡;j,me;:s Y"-7. de ln� opiniones de Dal"Wln . anta
tió' cóngreso' de' 'naturalistas' en ' Stettin, hasta , su' muerte,· ininediate.mente ' Las Ettigmes de l'1mh•ers, Scbleicb er freres, trad. frsnc., p¡i. 288-:289 .
después' de la pr:in:iera giletta1 inundiªl, .llevq·-·a cabo u¡¡ _yetd�dero apos 1 Histoire de I::Í création &r: elres orgonisJs d'apres tes · fois nafurelles,
tolado 'dat"'in]sta: todo ·lo que se refi�i'é ·a Da.nvin·J!!ñ'";\lemania no p· uedé traducida pór Ch�rles Letourneau 'i •evisnda en base . D la séptÍIUe. eaición
prescinc;ür
.
..de .pasar -po'r ia -:voz ·de. Hae�JCel>·· ·: . . ..-, ·
alemana, 1922, Alfrcd Cúsles édi teur, 2s.. lección, pp. 29-30. ..f.;
� 1
15
· CONCLUSióÑ
1!:14
. . ti.. p¡JW;au COP.il.!rniro-DIJ!.VIh"lSTA 19:5
cr.aft des Oster(and�..,P��.!:��_i�..:e.r.EviÉa,¡:¡.4o? �ae;cke�..vuel-
·
----- ---·-.
,� y e -�··..�órlli4é;f -!á�.dea. ::OP. �!J;ila ?1�.� que g,uL.-:á.. peqnit!l · si?E.&. - . masJJel. uñiiíerw? "l)ar-wii:ls� -·� ·· _ - HABC!a\L FREUD
e:.convirtió en el .�op�rnico �C:t�!lll-
ciax ael �ejor mo do ;:postb�e �1. p�tt:SCO c·on ,la.s ·formUlaciones (V�ót: A)
·
(yersión ··�)
_ do orgánico, así como lo expre��aba ya en 1868 y así como ·.Ef D u
fl:eudianas.:. �'Así· como Copém;tco (_1543) asestó. el golpe mq rt al Bois-Reymond lo decía quince años después, 'r�pitiendo Iriis pa-
al doar.ia
,... .
geocéntrico
. :'l;!,•
.. fundado en la Biblia, D� (1 859) hizo • Jau .. as.., u ·
'"" : · ·:
··- ..· . · •· ·
•
·' · ·. · ·· '' "' · · .
. · .. Esta hipótesis (de la creación) con· En el curso de los siglos, la cien.
lo mismo .�t;, ��. �?gm_a ·?P.:trop,o�én�� íntim�éñte .r�l¡¡.cionad!J ; .
. ' � As( cua::do �.n 1917_ .F;eu� �ac: liso �e �te c:Squema, "&te ha
tiene dos. errores! cía infligió al egoísmo in genuo de
. .
.
co n el P���o. , ., . e 1.: · : • . .- •• -�: . . .. .. : •• , ,s¡ao productdo desde haC{l '1pedio s1glc¡ y: na sid,o ,ob¡eto . l!Il .cuartp . . . la humanidad "dos graves mentfs:
• ·•
• el error geoCéntri .
No �ébe ._obje�a..-:s�, q�e. se tr�41 · d�: una ge!J.eralidad· Jlistoaca, e.e siglo arites . d e una .CpJ?.troyersia. prec�a qu� ÍJ!Stitü.ciórializa y
en primer luga·r
. .. ln prúnera"· Yliz "fue culi:iid ci i:nostró
que fun"ciona como una trivial referencia:cult�:·Cpmp ·Ve:rémos, generaliza SU•.USo en er·campo del ¡:ieotificismo: naturalispa;,Y .fi� co, qu� ba�e de la Tierra el centro
•.
que la 'I'ietra, lejos de ser el centró
desempeña uoa función det�!lll4tante ·en la .. argumentación mo- .nalmen.te, quien .había.f�a.rlzado a 'QJl al:nplio púbüco .con �e
del mundo, en tomo al cual giran del universo, no es sino una par·
el sol, l a lU!la y las estrellas. cela insignificá.nte del
l).ista . . Pero 1¡¡. qbstin¡¡ción con q'ue . Haeekel la reitera ya co¡;¡sti- esquéma del uso persona'! que hace Fre.u� de él sobrevive (mo-
. . . sistema cós·
ruye � inaicio ��.�lió. II?-clu�o i:oll!Jiiiesta·.uq a�ego celoso a e�. rlrá dos años desp?és)·: :Inte�o breve ' �;¡ .el espacio 'histórico, ..
mico.
En segundo lugar, el. error antro El segundo mentfs fu.e infligido por
que s e ·expr�á en·��a· C!ll'Í� querell.a ,de propledad · a proiJ?.stfo .
•pero que se había ' ensanchado en la cooctenClll de Fx:eud y- de !fU�
de :estad :órmula:en' cont;a �.s� ' rival" ei;\. Ci!lntificismo, Émile Du pocéntrico, que consldei:a al hom la iz¡:l!es t!gaclpq. . l:iio"lóg icn, cuando
contemporáneos, puesto que n o hablan de c;llo ni ·el interesado,
bre como el fin s upremo y des eado redujo a n nd a ,las pretenslonei del
Bois-Reymgnd, cuya \mpoctancia :en !a· génes� ·�1 �gnosticismo ni su interlocutor epistolario · Abraham/ni su biógrafo . Jorics. Si.o
naturalista quedó:'delilostrai:!a.'�'• . . . : · : ,·:
.. ·
: · •. . . . : - · · . ·
d� :la ct-e�clón terrestre, el ser Pl!ra hombre a·.un lugar privilegiado eri
embargo, esta evo cación hubiese permitido evitar que esta "inte-
el ·cual se c:reó todo . el re:,-! o. de. la el· orden· de la cre:aclón,· estable-
De hecho, Haeckel no tiené i� propleaa.d ';;xclÚsiva. a e ' la ref,;,. 'res¡¡nte· serie 'C!e ideas''.'" :fúe�e· considerada como "un documento
ciend o .. su .. descendencia .d el .reino
rencin. El 25 de enero de 1BB3, Du B ois.:Reymó nd pronunció en
naturaleza.
pe�onal" '"' para restituid�;: su ob jetivid a d de esquema histórico.
la Acadenlia de. Cten.ci!!S de Berlín un dlscu;i;p 'pub:¡icado ' cuatro Para mostrar in concreto el .efecto de . reflejo de los textos
�uimal.
años después ·coQ. el título sig¡:¡ificati•¡o Danvin y Copérnico. En haeckeliános en los textos freudia nos, podemos disponerlos en Estos dos errores han sido aniqui·
este texto se lee la siguiente fórmLtla: "Para mí, Darwin es el forma paralela, para qu e al leerlos s e- siga horizontalmente e l eco· lados:
Couérnico del mundo orgár1ico." " Así, este te;::t o confirma que a de las palabras." el primero p¡¡r la teoría copemica· Esta primera se
-priÜcipios de los afias 1880, �r esquema gene.Hógico está en
demostración
na. del sistema del mundo, a co vincula psra nosotros al nombre
circulación� se 'iUelve incluso tópico en el discurso. naturalista. mienzos del siglo xvr,· éie Copérnico.
·
Hasta tal punto que B:aeckel recuerda '.iDía tigablemente, a par· el segundo por la teoría genealógi
" O p cil., p. 289. ,La · aira re•:olución se reali2.6 en
tir de ese · momentº, qÜe a !U se P,ehefisu pateroi�ad. Como . prue ca de Lamarck•, a prlncipios . de 1
• .
es la e:q>resl ón ompleada
' ><· ltsa por Freud en su respuesta a Abrahem nuestros días, consecuencia d�
a
ba d e·· ello,, esta p.ota que comenta:�·id: dis�urso , é!e Du Beis-Rey· el :25 de mar"..o de 1917. siglo XlX. los trabajos de Cl)..· Dnrwin.
mond: "Yo ··mismo había desarrollado a fondo, .hace quince a.=..os, u Véase la. reseña de Tan�. op. ciL, t. IT, p. 241.
u Hemos dlspu�sto lado e lado: a] las das v rsion es m�s dcsuroUa·
e
la comparación .ent re Darwin .y Copémico, ;.· .Ill QSfrad� �i .lll.Órito
·
das,d� Hucket en la ccilum.ne .éc la izquie;da, a s�· la "ver.ión A" con (Versión B) (Versión .B)
de esos dos héroes qúé de!ÍtrÜyerón e l· anh:opó�e ntrismo · y el gep· tenida en la Hístoriá natural de 1868 y la versió n B" contenida en l a
"
centrismo, en nti. conferenciá Obér die E11tslehung und de¡z Stam profesión de fe monista d e 1892 (véase supra) ; ó ] e n l a columna · d e ··¡a . . .
derecba, ¡� dos versiones simuitá.neas del texto de Frcud, o se� la "Ycr-
La tdea an tropocént dc a, la conVLC· El narcisismo, el a mor propio de la
mbacim des Me��ch�irgescÍtie�hÚ . . ".i.: Y �sin;ismq:.en los
. Enig-
. · sión A" contenida en la 'confermcia 18 y la "varsión B" contenida en"'ei cíón de que el .hombre es el punto humall.idad en· general, lia sufi·id9
.L. 0 �:
j ' ;, ·� · · · . 100::,� �� J �:·.;a1�0
- - . � • •• - • •; ·.� .. . ' ensayo Una dificultad dsl · pdcaauilisls.·Naturalmente, también .se pu�de central del universo, el úl timo y hasta · ahora, gracias a la investiga·
com�arnr la versl n A de cada tillo da las lacutares can la B <!.al
.
·' Publicad a can e! :utu la ,Mortismo, profesídll. de je cie un . natura
:- � .
vansi?n: s).lpremo fi.n de · la cre ación , y qué
·
ció¡;¡ científica, tres graves huiói·
lisia. "Har:ckel imprO'IÍSÓ ese. discurs� cá Alten�Úrgo,-:!:furame.- el jubileo� otra, baclcndp ·ast una Jecrura · =d.� .'�el .
cuat1r0. Por último,:.� ."· Pll�e el resto de la naturale:za . · sólo fua
,compru:ar:las· vomancs .51lcc:sivas o can stmultáneas que Haecl:et· y·'Freud
Ilaciones.
dt:l i5 aulvers.srlo de e;-a · ;;ocicdad, en respuesta. sl ·discu:rso pronuoci�clo bécho Pfl· .ra •
.er vi!'"·.al hom
.. bre.
du'ranW esa . ceremonia por Schlesinger, ' praéesar itienl::i, sobre ""''Jos ar·
dan respectivamente de la núsme temática. Remas 'rep,oduCido Uteral.men- _ ,
.te los textos . de Haeckel y de F=d, disponiéndolos ¡ior pi'opo�iciooc� de En · la Edad Medial esto se anedLa Al prl+tcipio · . de esta investigación ,
t!culos áe fe de !at� ciencia. naturales" (rurtuMJJissa=ha}tliche G/aubalt· a la idea geocéntrica, según la cual el hombre pensó primero que su
tal. modo que 3e capte en el �a plano las ..�auricilidos .r.espcctivps de
siltze) (trad. fmnc. Schleichcr; véase p refacio, p. 7) .
Haeckel y de Freud , ajustando con este. Cm el desarrollo ,te Jos . enun- la Tierra como residencie del hom· "habitación, .!S. Tierra, se mantenle
· s· Pp... .cit.., p* 1 9. .. · ·.
.
:. : · · ......4.s..· ;J:-, ·· clados. · · · · · · · · · . ., . .
.1.o .Véase supra, 1. 3, 1. .. . · · · . · bre o cup ab a el punto central· exac· · en· reposo ezi.-ePceun:o del univer·
'
16
VAOq��C��----�---- 197
FREi.Jo" y HAECKEL 195
iñvestigación· e::::amine. 10 que está::eo,jue'go' eplsfemológic 2Jllente
·-- ".En todos e:;os sJs.temes ·d ualistas j plutalistas de. coiu;e¡ición'
.en··.c:sc c;;quema · g.iu'eaiógicu · ¿Por = qué :le- tiene •tanto ' apego
Así como ' Cop<!r:oico · (1543) . asastó . .. Todos �abt:tt!Os. que Jos trabajos .de. • .
deL mundo, hay. que .reconocer.·.que la,idei .fundame!itál:más'Í!Ir�
el golpe mortal. el dogma geocén-" ' Chnrlc3 · Darwln acabaron con esa HaécY.el a ése esqué.Jlla ? ··¿CuáFes "sil.'·"S!liit!do ·eplsié� có�· .Y én que
portante ··es el anb:opomotfisino, :la· ·huma.ni:zaclón de :Dios. ·El
trioo, Darwin .(18S9) .hÍ.zo lo mÍs pretensiÓn del hombre . . . : � es .. medid.a: F�d .hace· suy'o. ·ese ·'sentid.c? at. ·."Íi:ivindicar"el. ·eSquema lióinhré":mismo, .como. un; ser. .semejante' a Dios,. o·.que.. deri:v.a:dí
:· .-. · ..�. .. _ ,. · :
.. .
i¡o cbn el dogma' · antropocéntrico la segUnda humillaciÓn del· . narci copéÍnicWa!Viniiuléi? : ' · · ·:· · •� · ·• ' rectamente de él, ocupa : un lugar.particular. etr"-el :mtindo; .y: está:
f.o tilliamente. relacionado con. el sismo: la hu�llnción �iqlólffca:. Vimoo que la significación del esq��ma radicaba en la deilcin s eparad o de .lártnatural�;a::poi: ·. tin · profundo· ·abLOnj,a,.'�··.·� .El an
.:.
primero. ..�.·� .'\''w':'"'.·-' ·t: , 'cia.' de una problem ática anb:opocentrista. .Se trata, pues, de com: .
tropocentr"¡smó· eS :la .e;or'relacióO: r;!e ese. :antropomorfismo�: ·es' sos
·. . ;l préhd er !o . qüe. eso · siiolfiéa ':en .'�l'.�áj:�··gez;�r� .. ¡te,i . m� ÍSJ!to, � tenido ·p·or..'ull finalismo secreto;.¡_según' el�cuiü ."el hombre:'es ·el·
: haeckella.no. La mejor manera de vhlorlia.i-. el,monismo es cuando' punto ceilb:al: del · Uolversó, ·el último;.y .supremo: fin· de. la: crea-'
.: · ·)?:1 e�é(se' de]a de�'cifiar p"o¡· si. mismo al· le¿;· este cuadro·. Pre; .
&té' se· i:onstituyé i:ó,tiro 1/icict:dna:;- en 'el'ini:mént C {en; q¡j J �ni:úen
císé.mps táii . s ólo los Jogros comunes. .
. ., . · ·; . - · · · tra Eni iriB..níiies to. m 'nl'ob.is-ma 'es; se� ' E:aecki:l , ,¿la t:ciricepci6n
.
ci6n; y que· el.resto 'd e .la :;:z¡:tturalexa.se.creó soliunente·para serv:ir
al: li.ombre':,:.Por último, el geoceatri.sn¡.o .de.rl;va .coQlo ,.un,; efecto
· En pi:imer lugar, .se . encúenti-a en"ambos 't�"ttos, la prC?gresión
. tiñitariá ile tóda. la hatúi-aleia:•·,· ctiya : tems otiticá es. '"ia unidad de · esa. ilusión. Ésta equivale; pues;,•a:
de los tiempos, presentando una sucesión ordinal (e,l -primer y el fünaamerital de lá .iuit"in;iúci 'orgáhléa:·e- 'in�rgánii:a•: � cÜya: t�
.
.
separar, .el , hombre
naturaleza, ..��por .un profundo. abism,¡¡::. Esto. ;signJ.fica . que. recu-:
.de":lá.
.
segundo errores, la primera y. . l a segutuia huñi.ll.laciones) ; que epistémica 'eS que .'.'tocfo;:ei )nündo 'C?ñ'ocib1e. exi.ste y re :deS<!t'ro . ,. sarln equiy.ale,a acn:Oitar ·una visión monista .en' la que. el .hombre
constituye .un prece dÚ:n"lent o" didáctico' característico 'del discurso lla. seg,lil 'una ley' fun a ilinenfa·l 'c-clinú.é.'? ''" ,"" , . . se -�ecoqoce,Jmulatinarp.en,te, como ima parte de la naturaleza.,._ . .
�ientificista.- Se -tram,:cie g.i:abar .en la·méi:tte d�l lector ¡ma. ley <;le · ! A.'partir . de aru;:-:Ha�ck�t· ré(úti{tódós i'o("sisteOias . ·dualistas , ·::·.Vayamos más -lejo�:. la denuncia del ·ar.�tropocenb:ismo en·:to··
los é tados de la ··q_úe se desprendf? tina filosofía del progreso de y p¡u:¡:·alistas".". SÚ filos.o ffa i:le' l �).lstori�·:se resuri;te'.en tm.R pro das = fon¡:¡as. desempeña la: funcióq.. de . una �speci� de'terapéu•
]a ciencia y de la' visión del iriündo, con: la'segunda' intención:pro ppsí ció n: ·�<_cada gran :progp�s9· e'n � �cóoociroiéot\) ,pr9fuñdii:ado tica pnr�:uso.-del· hombre qtte,· de derrota en derrota de,su orgu"··
implicii un alejamiento a�l .dtia,!ismo ' tradi cional, o d�l P.luralismo
bada ·de "prese�t'ªt 'ü� . tei�er 1 esta do .que ·da el séntido· de 1� pro· •
!lo, vuelve -a insertarse eD"- el gran Todo, Haeokel- canta, pues-, ·la
y un. ac Elrce,miento n) monisri_¡o•::•: .Es.a 'e¡¡ p recisam ente la razón d
Odisea del gran regreso el-hombre a su patria �¡;i.ginaria1.1a
Na"
grési6n: el descii:b.rirnientó:ae! i nc on sciente por el psicoanálisis en ·
F reud no hac.e sino l'eemplaiar .funcioiiiilineo.te,en su e squ em a, el
pór la cual, ' en su ó'olnión, el mónismo es "la concepción rac ional turaleza, y es a través de ese esquema como lee h!� eYolución cien
del l)iundo que "se, ¿os 'impooe como una necesid a d lógica por los tífica.. En esta perspectiva, Copé i o rn c y tn;
Darw :;;de:ierp.peñ el
aii�renimiento deJ...monisl?Jo . e11 Ha eckel .'�. . · . . :, . progresos recientes gel con ocimien to unitario de;' la naturnl eza"," pap el eminente de terap eutas . en �a especie de " teleología ·mo:
Por otra p�¡ft.e , se pued e observar. un'a analogía de las expre-.
siones, más allá::ifle la homolog(a de los · temas y dé las ideas. El
.. fllenzané!O po_r e[ .darvinismq, 'el !ln,erge_tismo =�:y el atoiriisi:rio.
s?· ni sta. . : . . ·. . . . . ..
. .. : Pe.ro: la consecuen::ia primordial de·. esta representa'ción mo . E n Jos Enigmas del universo,. Haeckel llame. "�ntropismo" . esa
vocabulario . remite. a asociaciones sintagmáticas" y a. redes paró.· histe. , . dc sde el punto".iie vista del hombre, es -volverlo . a colocar ilusión fundamental, J:.o define como un "poderos'O y:amplio com·
digmáticas cQmunes, �n rela ció n a l a . descentralización y a la eri'· su Jugar en el órder.i objetivo de la sustancia. Á contrario, uno pi ejo de nocioocs erróneas que t!eoden a poner el organismo
pérdidá de priVilegio' .:..:_señalep:!o� en part�culat .que. Fteud habla d\>.1 los sírltomas . prl¡lcipales de \oda .forma de dualj�mo o -df! plu· .
huma no en oposición con todo el rest o de la n türeleza, haciendo a
de la Tierra coino "habitación" en · resonancia �.metafórica literaL•,· ralismo es con�bit .al "hombre :'como-.un imperi9 dentro de un d.e él' eÚin .osignado de. e.ntematio"' a la: creación orgé.!lica,' tenién•·
d e la imageti dé Háeckel acerca de "la Tierr'a 1 como residencia� imperio",l:.t. según la' célebre fórmúla de ·Splnoia,: á quien ·Ha ec kel dolo por· radicalmente . diferente . de ésta y de esencia divj.ria'?5
. Este antropismo genérico . se . especlfica en. tres. "dogmas:: especí�
del ·hombre". · · ' · · .:. coiisidera uno d e ·· los .precursores' de .su Ílloniso:ió.
; La narracicSn •·está más te�ida · aféctiv"a)lle nte en Freud, simple · :r ... ·.
•
ñcos; · antropocéntci"co, an trop omórfico : y !mfropolátrico.�· �A .est e
mente por el hecho de que · está subtendida · por el diagnóstico i:l.e 13 Le J'rfonUma, p. 12. Vé.a...¡:e �uprtJ, 1, 1, Unn "c.oo.se:cu-! ia' b:npo;.. antropismo, el monism o opa� ,el remedio' pot...su �·pcrs¡ieútlva
· ·�
tante: el monhmo epislemológico. cosrrio16gica": :t h .. �·:�! . .,: .? ·:··,¡:· •.
narcisismo, peto cabe obs ervar ]a presencia de una problemática • ,. Op. cit., p. 18.
;"'''Esta grandiosn'·¡5erspeétititi: cosmológica es ld qüe mejol! ;Jós
afec;tiya en Haeckel \ambién, pu es to q�E- .la pé¡:d id a del privilegio •• OD, cíJ., p. !9. · :. • · .· ·. i.•t . r · =-·· ;t!::· •· ··' . ,:·. ··:t:..,l:';.t:.. :.t
y_ l a c;miqu ista del; s abe¡; jmplipan igualmente la pérdida de: las u Op. cil., p: g,:: : : ·
,; 1 · :u'Véasa supra, 2 , 3 , 2. ; ·
liot�i��··d� ia ��id�d cis� ic;, de 1� · solid��ia;d:· �seca�:ili t� d�· ���!���
ilus'io nes de · gral1d eza·:
. .ttic:d, ·.advetteada íina! · del. libro ·r! "Nuestra conce.cci6n monista
.. ::S . ·
1 y de la sustancia, del osp!ritu y de la malaria o, co�o tninbién "se p uiode
dei u�vano Pertenece,· oués, á es� gniPó· de· ·rute.úias .ruoióñcos o u� se
d.;.{gna cÍesd� otm punto d� vista <i:i o los nombres dé inecani'cistas éi pan•
decir; de Dios y del mundo" {op, cit;;· p'p.: 12-13) . ·: :· ·· ,
te(stes. Por diferentemente que estt!a expresadas an los�sistemas de un �; Op, . e!�• 1'· 1�:· -:
3. EL REFERENTE 1.\'EODARVINISTA. FREUD Y HAEci<,E�::.:- Eni�docles · y de' ua · búcrccio> de un•Spinbza' y de" un Bruno; '.da tln Ea·· • - _Op. Clf� P. . b.,
. .
" Acerca dt! .la diferencia de foodo de las posturas. que se oculta tras
�3
asta hornologfa funcional, véase {nfra.
17
-
198 • CONCLUS'tóN müD;·:coEl'HE Y DÚ.WIN 1\1!1
;,
brmd d�Scle ei p rmC:í:f!ia;·¡a jüstá. n:iédiéla" );ia:rnesolver ,; el gran 4.· · ��UD, GOETHJl. Y DA�);<I'I� CONCLUstd�·
enigma del ·Universo .que nos rodea. ·.Pues de · este-modo no sólo :. �
se: demuestra claramente cuál es el lugar exacto del hombre en Tones. naturalmen.te tomó J;Ipta de ese perlodo naturalista por el que ce� de maCia, lie DarwirÍ me a �·p.oderosÍU:nente,.como .algo. que
la naturaleza; �ino ·que, además,· se refuta el delirio antropista de pasó Freud: lo presenta 'Cómo UDa conversión con .respecto a su prometía dar un impulso extraordinario a la compreosióli de las
grandeza, tan:poderoso. Aquí, se le· da su merecido a la pretensióp. ·tendencia:·priinit iva a la Naturphilosophie: "El propio Freud, cosa:s, d.el u�iverso, .Y ,recue�do, qua : al escuchar. la ·lectuxa;:poE. el
.
con la cual el · hcimbre · se opone al Universo infinito .y s e · rinde · bnjo .la influencia . de Goethe que ·había sido u n o de ios pioneros D:;. Carl �rühl, dur..nt.e un cm:so.pubüco, .poco, sntes del./fmal de
homenaje como elemento más. importante· del . coSi:O.os�· . 'Ahora com t
�.m.rs. es u td os secunda no s, e
� � . b e o
lll?- so ..ensayo, de Go,.éthe . sobre
de esa teoria' pasó por un corto periodo d e ·Naturph iloso.phie. .
prendemos de qué función heroica están investidos · Copérnico y . •" f1"a • La· natu raleza ·eso me dectdi6 a =nbirme en la facultad de
Luego [subrayado por nosotros] , su entustasmo por la f"l · . : .: . : .-. .
.
1 oso
medicilla�'.···· . '
Darwín: han curado al hombre ·de· ·su· :''delirio antropista de gran física ri�al lo J:izo. conve�e· e n )a d ocíri?a. 0P���ta, siendo du· : Así, Goefue n o es e n cl�r� -��d�� sino un est��te ·:cuyas
deza'\ y por.ende lo hicieron entrar e n la: edad de razón cósiiiica. rante cterto tiempo rad1;alment: :· w,a . te a t
�t .li� �- Exis�en de .virtudes ;proceden1 en el conte:r:to . de · los, años 1870;.de sus acen
Pero.:aquí es · donde · conviene introducir la inierrención de �echo esos dos "momentos , � el �tínerano.lD1Clal ·d� F;reud, p ero "tos darv}n.i¡¡.nes. En .efecto, ¡brinda 'al ¡;¡aturaliemo, que .h.a.ll6. eo '
.
Freud. :Al · mtrviljzar''esta· temática . cuyo origen ya no deja' ningún ál } presentarlos como dos . tiempos SUCf?SlYos 'Y ; ngurosamente .Darw:in su teórico positivo y su )léroe1 ' su· pqeSía· y su metafísica!
lugar a· dudas,. ¿Freud no suscribe por ende a esa represe¡itación opuestos; Jon�s desconoce .un fenómeno iliteresante que es la. ... ·. :Resulta significativo que Freud,. 1iaya .experimentado su "fle·
monista? ¿No· habla,::en 'última · instancia', como émulo: . del mo amalgama, . característica del movimiento naturalista· en el que chazo naturalista", por boca. de UO. propagSJJdista;· relativamente
nismo haeckelianó"en el seno de la psicología? Se dirá que esta participa el joven Freud, .de cierta Naturphilosophie c�n el mate- modesto, del d_arvinismó; y d�rante un curso público . .Esto se- debe
· a �ue,. desde f�a,les de los llllos i8�0, uoa·escuadra d� prppagao·
interpretación sobrestima de entrad a ,la importancia de ese texto riali�o más positivo , .
dts.as. de Dnrwtn, s. cuy�cal:ieza e-:t�, � rnst Haec�el (vease supra) ,
de· Freud, que después de todo no es sino una especie de ' frng· :Naturalmente, hay una oposición . profunda entre el roman�i- lleva a cab? .una c':�Dp�n� 9ue _se· clli:ige a un publico : letrado ba�·
mento efectista; y que, además, Haeckel funciom· mucho más por cisma especulativo de la Naturphilosopltie ·de principios del siglo ta.ate ,l!Dlpho. · La cteocta- Sl.I'Ye de portaestandarte para un moVJ.-
. . . · · . d . �:
referencia impl.ícita,- a · pesar de su no.table precisión: dicho · de y . e1 poSlti.Vl5IDO ,
est;:¡cto � 1 a generaq1'órt d e 1 os natura1.tstas a �·- miento -de ideas que 1 pe- · ·
• • • mei;l'¡o: de la -�,• vwganx:act '6o, pasa a¡ pn·
o tro niodo, refenrse al esquema ·haeckelia:ó.o n'o implica una adhe· na les de1 mt• smo. per � � 1. rom�n.ttc!SU1 � d. e 1 ' prl.ID�
· •
•
os ros SJ.i'\Te a:r a
p mer plano de la a¡:tualJár.d. ,l'(q �s -asombroso , pues, que hacia
.
sióri a. la ·obediencia haeckeliana. · Pero esto no hace más· que darle colando al posltiYlsmo d e los ultimas . Por Cierto; · no cual· 1872-73 ese joven alUID..tao o estu diante que era Silnnund Freud
desplazar el problema. En última instancia, la 'átlhesión a las epi· quier. Naturphilosophie inspira a los naturalistas: seguramente no se Yea envuelto i!O �e moYi:mient'l. que Haeckel había lanzado
niones ·de Haeckel importa mcnos-'que la· carga, tanto más activa la de un Scheliipg, especulativa, sino más bién la de Goethe, au- -el miS!Ilo eñe , acaso, eo.. que: Du Bois·Reymood pronunciaba el
cuanto que es inconsciente en F.reud, · d e un tipo de argumenta· ter de La Metm:norfosis de las plantas, qTJe combina curiosamen� disc�t:so que se ·coovertiria en el manifiesto .del nuevo movitnien
to, Y cu�tro o cinco t;Eo� .desplJ�:� �e la. pub�icac}ón an Alema�ia
clón'y de concepción que s e · alimenta de una corriente ideológica
y epistemológica bien determinada', que· brinda a 'Freud el lengua
te la eJtigencia de lo positiyo con la ambición sin.tética.u
Desde esta perspectiva, podemos ·reinterpretar ·la famosa �e ;a �eras
pnmera gra;t smtes¡s · �arY!rusta, la f:ltsiorca el¡;. la crec;cró11
� seg� !�. leyes naturales.
· anécdota relatada gustos�ente por Freud y coment¡¡.da larga·
e •. os orgamra os
je pbr el cual piensa su descubrirnieílto revolucionario del inco'ns
Pero hay algo mas Pl""
, .,
'ftso .rcxlavia. · Hay . qu� referirnos a e,sc
ciente;�u intervención -propia en el cámpo del saber. Por tanto, lo mente por su biógrafo. Según dice en su Selbstdarstei!Urtí!, fue la
' text_? de G �et?e q�e s�du¡o a Freud .hesta t::I _Pun to que ·lo:c:;
que está en juego aquí es nada menos que ·.Ja identidad epistémica audición del "hertnoso ensáyo de Goethe sobre La naturaleza" · lo _
. . ., 30 loco en el cammo ce Hip6crates. No es cualqme, poema -lo cual
que " me dec1d. r_o a lDSC!lblime en 1a factl1tau d e me d
' ' · · -" ' .,. •
freudián'á, al menos tal como Se · autodesciÍra. El' haeckelismo, . IC.�� Pero ,
• .hizo que la !Ilayo r!a de la¡; veces se ·illtcrpretara este .texto como
_ � 1mporümte . .p estarle · atenc!ón
aunque aquí sólo sea un- esquema, sirve para expresar lo inédito en esta :ers1on,
· ·
; él · ·C:o�tex.· una especie de coover�ión poética . irracional, basada en algú)l
freudiano . .Pero el .lenguaje, aunque .sólo sea un .préstamo , ¿no .to:.: a decrr verdad no. fue el P.rop10 Goethe qu1en convutió a vago, panteísmo . Es un te:::t o qu¡; tiene ya todo· un. uso . en e� mo.
hipoteca·, el contenido? ;¡� .. · : :: , .- · ,. ':·.·, r Freud a .la medicina únicamente· por sus virtudes p.Géticas y meta- vimien to cientifidsia: As!,. se. lo encuentra 'citado in . . e:<lenso en
AiiemáS, se ttatá en Haeckel de Weltanschauw:g, ;que podría físicas; . Podda decirse ·que · no cwlqúier . . Goethe ejerció e sa·'·in· e;;:ergo de esa .Historia áe . la creación de lcrneres.or.gcmiz:ados de
calificarse de neoda,n,i�'lista. l\'io �.eria . también ,ést� el referente ·fluenci� e n.:Preud, sino el Goethe c!gr:ylnf.�do . que· fo rjó en esa Ha�kel,�� ma.clfiesto 'de. I�. �uaY�. escue�·a daninista. .N� es sor·
freudiano? ¿No habríamqs apa:rta.do uno de los rostros de la época el:. naturalismo.;Así, esa frase' a:r.roja'.ntievas luces en cuanto preoé!ente, ·pues, que Ludwtg · lilrulil, émulo del mov!lD1ento , lo
baya . decla� do; Se trataba de � verdadero t7xto- canón!co e.o
Welt(mschacmng (energetista) taD. sólo para volver a .introducir alla·reláci6n d�l jGven· Freud, .'eti. lo�:linQ.eros de su camino hacia .
. la llllt�l?gía q�e se había construi�o el d�IYUltsmo alemao.. La
su tiempo : "La doctrina' enton·
· .
·' la mediéina con las ·Corrientes.tie
o t�o (darvinista) ? . · ., . ,· revelacton del Inglés Da.-wm
· • . se acoplaba lírtcame t e:.con.!ll can lo
. . . , n, _
En efecto, es un hecho que el mensaje científic� del psicoaná .·
• sagrado del grao ·Goer.he, sellando la unión de Cierta Naturvhilo-
' . , '. ::
•
lisis freudiano se vale desde el principio de un esquema neodar .. os Jooes, o¡i,' cit., 't, I,'p. 48. • .
vioi.ano. Y el monismo haeckeliano expresaría, en plena �adU· .. �•.Véase en. port!cu!ar la teorin de la Urpflan>:e (tTsdufci6o. fra.aces:�., u Op. cit., pp. y.;o¡.
ed. Trlades, 1975) . '"' ) ,
'D r. W 'llTV. n . 34. ::1<1
18
.
FRE'OD, GOl!"l'11.E l' DA?..WIN
201
sop!úe . con-cierto .'pasitivismo' eo:-el seno : de un"'3lllplio i:Oattn:á íisiol6gico .,�i empre fue .moderado · en Viena y éon Brücke. Sin se traduce en .particular
por esa inflexión .de la Íllll.ción del refe-
lismo. Cuando el. oído del joven Freud vibra 'al as'cuchar esas:co
'
emb �go, e::cistla. " 31 •• . :.
•
rente darviniano. ·. :•. ' · ·
p a s , .: o ·. que.�.expetimenta· es· el 'encanto · ¡;le· ese: naturaüsmo de . . .. . .
l l De hecho, Berlfn 'Y Viena constituyen dos eje s geográficos que -::.Lq que Fre,ud descubre con la lectur� d� la s, cm:iferencias SO·
doble .valencia y esto, ·como lo vemos, de manera .d,uradera.·.Pero correspond en á dos· práctic as y dos concepciones muy distintas de bre. la fisiología publicadas por, .Br
al ·.mismo·tiempo se · advierte que,:no hay realmente in'versi60: de ü cke . en· 1 874, .. en ·p�ena ·efer
l.tituici6n ·natur.aJ,ista pri.ll::dtiva ..al mo nismo de .tendenéia .mafe
· la fisiolo gía . Esta .diferencia consiste genernhnente en =una sobrie· · vescencia dnrvinista, · y so bre todo lo. que
la · · ·infiere de ello . al ex"·
rialis'.a ,: toiruu:ii:lo·•.en . cuenta el.:h·echo . de ·que . se· habían ·wndo
dad ·mucho .mayor del .aura ''éspect.ilatíva .de 1as concepciones fi. , per.l.mentar'su:-práctica, ya no es un ·
a · doctrina grancli;sa que. abar
desde un prine\pio en la espue a �inista alemana:,La evolilción
l siológicas. Piénsese en Ia oposic ión · de las pe.rsonalidades ·de Du ca �:'la creación· cle. los · seres organi,zados"
y que se eleva hasta la
de Freud- se producirá · ectivamente, pero en :otro �ntido.". : .,
!óf Bois-Reymond y de . Brüclée: · el primero, h9mbre de los manifies- dimensión de una cosmogonía y de una
. b iogo nía. como en Haec- ·
Señalemos ·simplemente 'que: e1: camino de Goethe' a D'arwin ¿tos, cuyo verbo elevado�le yaJdtá· la ·repu taci6ú de fundador �e. kel, sino· una. fecimda ·hi ótesis genética; que
p b rinda ·ciertamente
que siguió .Freud en su pr.ii:oera :incursión .en el campo·.'del .saber escuela (véase supra) ; . el segundo; · el hombre 'de la"prá�tica m o- un .hilo conductor sin�éti co .Y ambicioso
no as un ¡¡. cidente . da recorrido, · ni.sig:uiera un recorridó · odginal.
a l a ciencia de)os orga
c desta, .'que no se aventuta ert'!··abso�uto fue¡:a de .los límites de su nismos, pero que proporciona la clave prbgramática
Es un camino . que . �1, discurs o. naturalista :no deja iie.. acreditár
de una prác
taboratorio . !n±imamente uriído.s en el origen, en los aiios 1 840-45, tica experimental -una cienCia del
· sistema, nervioso-- más bien
como el. itinerario "Dqrmal deF':saber europeo. :Así, ·. en Ha.eckel, e� esa Berliner 'f'hysifcalische Gesellschaft que . fu� .una de las que .. un instrumento de totalización, . como
Goetl'i\l comparte cofi }::amarck, y en pie ; de igualdad con él; la en . el bien llamado
avanzadas de la renovación c ientífica, definen sin embargó, hacia. "m01rismo" . haeckeliano.
Íuoción ·de heraldo .precursor . de Darwiri: ·�Ya · pres entida por
Goetb7· hace más de_::l,lil ..(la teoría dei .la evo u ión) ; pero
. .siglo; l c f's75, .dos tipos de prácticas · heterogéneas, el primero oficiando Esta hipótesis sirve de esquema unificad�r para una represen
Ío:rmu�da satisfactor'i.li:inente tim sólo pox: Lamarck a �principios
en la capital lnl:electual,. el segundo, . un tanto al margen finalrnen- tación · que por lo · demás sigue slendo fisicalísta y _ dlnamista:
del .siglo, fue finalm��te·.establec!da · por· Charles Darwln . . ;" " ter a p esar del pres tigio de la F�;.cultad de Viena, oste!f-tando una Brücke piensa sin .ces.sr en términos de
fuerzas,1Jo cual impide
;
Goetl;J.e es preseo tad� i;proo h�biendo "•rislumbrado proféticamen· seriedad más modesta en la capital de la: Schia:mperai. . . que la idea de evolución se hipostasie· en principio metabiológico
ta" desde finalas delj)gl?· :x:vm ·la idee de evolución ,'. Hasta
. tal No cabe duda que el contacto de Brücke surtió el efecto de un o alimente un D1levo vitalismo.
�d
punto que, Haeckel P.i!ede dec larar con entusiasmo: "Hemos lle· sedante en lo que· tenían de ro mánti co s los primeros entusiasmos- Hay algo más preciso aún en el momento d e' ) a primera gue·
ga?o . eri e�¡te. moment.9�.: a finales del siglo ::a:<, a este método cien·
'
de Fr eud . El aprendizaje de corto alcance pr onto lo alejará del rra mundial, Freud exp!lrlm'entn un nuevo acces o,;: de
tffico monista . . . qu'étGoethe . . . había re conocido como e únicol fervor de la Naturphilasophi.e, Jp ues ' es- cierto que resulta dlfí<t� mo tl:ansformista"y datvirusta, pero esta vez v�#·re a él como
su entusias7
con!ol'I!le a .la naturill eza." " Así, cpmpara estrech3lllente la . vi·
sión de la naturaleza . (Nalw:an�chauung) de Goethe y de Darwin!'
encontrar una Weltanschauung "en la anatomía . de. los cangrejos .fundador del psicoanálisis q ue trata de 'fundar url ,�xamen ítico
· cr
de ri o! y. un intercambio epist�mico . J ones ros bxinpa una valiosa i ndi-
¿Cómo se producirá la .evolución epistémica de Freud? Esta
vez, j ones• nos proporciona una indicación muy pertinente
cuan· Freúd
.. se siente indudablemente más cercano' a Brücke auto- cación de ese proyecto : "Al princinio de la gúerra., con mot ivo
do' señala .de . pasQ la heterogene.ii:lad er¡ cierto modo geográfica ·rídad plácida de la fisiología y éle la hlstología, que a � n Du de . la visita a papá, Freud dis cutió' con Ferenczl la posibilidad de
de las corrientes cienti.ficistas. Observa que los ·métodos :de in7
" Bois-Reymond -portaestandar te · de una nueva visión del mun do y ! escrib ir junto. con él un libro sobre las rejacion es del l ama.rekismo
:vestigación.. (en el seno de la fisiología fbica) se traosfo:rmaron en celeb�idad . berli.o.es'a, No obstante, siempre será 'de Berlín de don- 1 con el psicoanálisis.'.' 03 Freud parecía .tener interés en ese pro yec�
We!lanschp:uung" asegurando la funciótt de substitu1;o de la filo- de ven,drán las seducciones del brillo y . de la especulación para 1 t�, . que . es mucho más. qu e una l?i:p:J.ple sugerencia. El · 22 qe ·
, so fía, y prer:isa: "Esta oilvicc�ón .era, m ás· o· meno,s iñtensa .�egún
c .
Freud : ·con· el interés apasionado po1: Fliess, el eje del universo diCiembre de 191 6, aprovechando los ·ocios forzados de: la . gue
Jos sables y Jos lugares. Fue en Berlín, con Du. Bois-Reymond, intelectuai dé· ·Fretld se desplaz¡rrá nué:vamente hai::ia· Berlín a fi; ti:a, ·vuelve a proponer el proyecto . ¡¡ . Ferenczí , a quien le pide
d•.Jnde <:5te e.stado de á,.'l.imo. 'fue llevádo a sU 'extremq y I;lezciado
.. col,ifirmación, como si quisiera despertar el en:tusiasi:no de su
nales dei ·siglo. ·
,C??r: c:!er to · nacioi;!alisl:t\O· Pt;USÍaD.O.- · En':f:us�ri:-, ...Ja
eiJ.I:!'.añ��n��
lVfiWrph_qosopfl:e nt!llca tuvo gran auge. �ot .�o..: �! Janai:)Sroo �
Esta dis tinción tiene:: efectos · ·.epi�temológiéoo 'importantes en � ;:o�abor�dor.: "Pid i ó bros s o bre este. tem a a � a bibl io teca de 10:·
.
.1:. .. ..;'1 t: ... cuanto ·al ·darv:inismo : Pues ·5¡· se"puede d�ir que éste es imiver- un ¡�·ers�d ad Y · de claro ..que le b astaba· con: un :y¡stazo ,para retener
�-;: V�e- r.1pra,. 2, 1. .
s·iili:riente asimilado .y i:econocido ·p oi los naturalistas haciendo las vanas 1deas prometedoras , de cuya verdad ya estaba coliven-
, Oj:J ·cít
•••
' ·.H
·•'
Le; énÍgmes del'wtiveriJ p> 6.: y
vece�· en 'cierto modo de ·carta · común,· cobra en una otra corrien- cido ." 30
•
...
.
modestamente como una hipótesis de trabajo n·e'c'ésaria ·"en . los, lame ntar jun'to con Jop.es , Y declara el 1 de enero_ d� 19 1 7 q ue
otros. 111 mutación epistémica de FreÜd en contacto. con f:lr licke está' leyendo la Fllosojía zool6gica. El 25 de enero, confi�sa su
.
:
•• Jones, �p. cit.;\. m, p. 354.
Jones, op;' cil., t p. 48 ,. � ·
· · ••
r. � ,. Jones, ibid.
•
,
•
19
CONCLUSIÓN · · ·- --�2i:ís'� 206 ·éin·li:wsriíÑ
20-1- ·FR.EOD�. COE!H.E Y O,IJlW.J::l'l
����r;e&�-=!�¡,�J\·;u¿�� ��r:�f.�;. ��·:. . ;�:�a:��!!��?��a!!!O::�ucho;�ás-·d!sc�eto -. é.-:incp_n�P.ient¡;, en es t e e so el psicoanálisis como u n a extensión del- neodarvi
rii;m."o .
·a ios fenómenos. psíquicos.·Y si"ñ embargó, este lenguaje
le he abl a-
. habla de· ello con Karl Abrahám: ¿De veras ·nunca
h �
·" . . . ·� . . ,
tan persistente permanece separado por un hi ato de ext erioridad a
do de la idea de· Lamarck? --s}llgi.ó entre''Fe�nczi Y '.yo, pero
.
Asi, el neoda.rvinismo orlgi.narlo es moderaqo por e i Íne smó.
cál:t{ ·;
·
ninguno de nosot:ras · tiel;le en este m_o;nent� ·el tiemp o Dl el v�lor que lo es�ecifi�a . •No obstante, vuelve a intrriduc::irsa a través de lá revolución del o bieto .
de trabajar en ella.- Nuestra mtenc10n ser¡ a .ha�er �asar · a L.
.. a la atraccion que e¡erc;e s ��re Freu¡;l ·el monismo baeckeliano . como
. ente cult;ural �
Es un h echo qué Haeckel constituye un referente omnipresen
nuestro propio terreno y mostr�r qu�- su - n�1�¡¡� :; q?e _ crea_ Y
.: refer �tentüico. te en Freud. Más allá de este esquema específico; su ím1uencia se
. ·'
trañsfoiiiJa los órganos; no es smo el P.O�er e¡ercr�o p�r _la rep. e- �.- ¡�!?:. ley br?ge�etlca: fundamental. grat�. a ;Haeckel. -:-7recapitu- �n9uentra en numerosos puntos de lá conceptua.jización freudia
sentacióri inconsciente en el cuerpo propto,: cuyos -�estigiOS pode- lacten de la filogenes¡s _ por la' ontogénesis_ na, desde la teoría de 'las pclsiones fud arnent ale s, que restablece
'":":"" � utilizada ·de _ma-
mes ver en la histeria, en resumen; la 'omnipotencia d� los PC:�- nera muy fecunda p or F.(eud. · Se la. encuentra en esa .lqea de la insplracion atomística y cosmogónica," hasta la teona de la
_
samientos'. As(, la finalidad se ·e;tplicar!a en verdad psrcoanaüti- esquemas f'!logenéticos tr 2D..5Zl+itidos que·valverí� ¡¡. emerger en la civilización, con las consideraciones antiiinalistas ·que la eón
came n te;· seria la · cúlmi.nación del psicoanálisis." �' · '1 . .. viver;-;ia. .ontogénica. Las escenas originarias ·:(coito parental, se- notan.••
Así, vemos· que en el momento de la red acc�ó.n de .os t�tos dt,t!=�ton) que. Freud e.otu�ntra, en. el origen de su investigación en
Pero todo sucede como si ese referente, p or más p ersist ente
que nos interesan, ;Freu d está en p��na efervesc�ncra transf?,J::?l!sra �1 discurso d �--�os r:euróttcos son c?nsideradas :t;í:nalm��te �omo
·que sea, se re dujera simultáneamente a un papel funcional muy
y darvi.nlsta. Sabemos· per una carta a Ferenczt que lee ;'! ps!cO- fantasmas .ongmanos" (Urpr.anlasren) con el rrüsm o título que
lamarcldanos, conio Pauly".<• Asimismo, se encontrab a.aentro de los grandes complejos (Edipo, ca�tración) : _ ?Es p osible; declare. localizado: proporcionar el código de .desciframiento de algo iné
la corriente ne oda rvinista haeckeliana. Mienttas·que, por una par;· auqazmente, que todos los f.mtasmas . que se no s cuenta hoy .en dit o que transgrede irresistiblemente sus términos . Por eso, el re
te, b uscaba una "culmina ción del ps�coanálisis" e n c�a�t? a su d!a en el :m élisis . .·. hay-<l.ll sido antaño, en . loa -tiempo s origina curso a Hneckel pareC\'l resorberoe · sin cesar en generalidad cul·
contenido teórico, por otra parte desc1fraba � aporte .l�edtto con nos. �Urr;uten] de la familia .humana, realidad, y que al i:rear unos tural, de tal modo que Fre!l9. _utilizarfa l a· reÍerencla baeckeliena
resoactp al lenguaje filosófico que servía para 1dentiflcar .lE.\ in- f�nt�;nas el niiio tan sólo colm�. con ay¡;¡�a de la -verdad pré· como cualquier hombre cul lO: de · su época. Referencia ineYitable,
t�ten ción en el campo del sab e::- y de la antropología; b1sto�ca, las lagunas de la verdad individual." ·� Hasta tal punto Haedkel .se encuentra :incluso i ntegrado en los delirios cultos, ya
Sabemos, por otra pllrte, que el proyecto laroarckta.no nunca q;re, . cuando !os acontecirnieotes no se adaptan al esquema here· que Paul Sch reber, en sus Memorias de un neurópata, inc.luye la
sa "concretó: "Freud debió pensar. en esa etapa que abrigaba una .dttarto, sufren un a modificación en el fantasma"." Historia natural de Haeckel en la bibliografía indispensable para
visión biológica grandiosa, - pero es eviden t e que alguna �uda . . Ast en última instan.�ia, toda la a::t1vi_dad fantasmátisa, pro quien de= pen�trar en su racionalidad p a ran o i c a.' 9 Pero hay
interior lo frenó ente el pensamiento de · aventurarse demasra� Tiene de ese trabajo de recapi�ación "de .esquemas 'filoge¡¡étlca
lejos en cempos desco nocidos, ya. que poco tiempo después ese�!- mente transmitidos. La famo sa tesis del asesinato de[' p¡:!dre en
bía a Farenczl c¡_ue no lograba decidirse a prosagUtr el traba¡o
.
T6tem Y labti co bra todo su sentido desde este p unto· de vista. par ejemplo el
<r Se puede comparar uso que hace "Freud de Empá·
sob e r L a ro arck , y que probs.bl�meó.te ninguno ¡k -los · dos lo es- Una vez más, se trata mucho menos de invención d e Freud que d oclcs como pr-ecursor del d aiismo u pulsional (vense Freud, la phi/oso�
cribiría jam ás. Así, las cosas quedaron en eso, :• " Segur�nte, · de :teactualización de 'un esquema de 'explici!cióa detério.inado . ' El phie et les philasophes, �gunda parte, cap. u, párr. 3, Frec.cd el Empé·
·
y .. aquí ten�mo� un;¡ confirmaci�J.J-·.�<Je' que alg� �etiene _a· -Fre?d hee�kel;ismo' sitye una vez·n;és de· !efere�te piu·a _desc�rar ),cis me- docle, pp. 15G-l52) y el uso que de él hace HEeckel en Los enigmaS' del
en . el umbral de toda Weltanscliáwmg. Pero SI bten abando�aoa C';Ullsmos más rmp:¡rtantes . ael p stquism q. . universo.-
.. Cf• . E/ porvenir de w1a ilusión y Malestar en la cultura, pa...,.im.
ese proyecto en el que tenía gran interés , podemos estab}e�er que ·Pn o bservador. exterior a lo -inéaito freudlanó p odr.ía identificar El. antiíir¡alímto se .resume cl principio de c:;tc
.
ú.l timo l ibro (¡:ap. u) :
se indemnizaba simbólicamente tomando del neoda�mtsmo · el :·· : .� . ,
.. . .- , . _ .
,
_
. .. "Todo el universo �L. macroc osm y el microcosmo- se confabula
o
lcDoouaje qu e -le ·permitía ar icul ar· su proyecto; lenguaje de s u
t •• S e !a �ncuen!Z"- expuesta d e:ñ e :!a. .P�mera l�cciéo . de Ia·Histoi'ia
; · hlstona. _ , .:ontra su· programa (el principio de placer dél hg.mbre) . E:ste es abrohttn
•rurtf!�a}.: ..La a.o la ..evolucuSn mor'lldual o la ontogenia .
es· una
repetición ¡1brevicda, rápida , Wl.!! recapitulación de la . hls;otia • evolutiVa. mente írrealli:eble; todo el orden del universo se opo ne a �1; nos a tre
/bid., p. 355. ·' • · p.,Jeontol6gica o. :de.-la ñlogenia, .conlotme .a las. leyes de. la. he:=ncla· ':i veríamos a. dJ:cir que no entró dentro del plan 'de la 'Cr:eaCÍÓfl' .q u .o el
C..rta del 1 1-:.:t-1917, ·..;n Correspondanco; : S!gmund Frcud ·Karl
'" foncs,
}' de::la adapt¡¡c!6n a los· mod!os!:. (pp•• 8-9) . . Señalemos junto con.-.Yvette holl!.P.re Se:t �feliz"' (O.W., :::!V, P- 4:-4) . Se observará que e! teme entlte
Abr •ham, p. 266. Véase también la e.IU!!ión de la cana del 5-:x:·l91.7, o p. Conrr..{op. cit., p. 26). que una de le.s caracterist!c¡¡s nroolas ,deL . darvl leológico esta clarnmenle teñido ·de pesimismo =n Freud, lo cual permite
.
cil� p. 253: " sé si ya le mencioné el libro de Lamarck que. Jllce,
. . .no nlsm?_.ale��n es que. "el evoluc:!ow.imo -"-'tá pU\lS"to ;al secY:ir;:lo de la• de• y1ncular curiosamente el monismo baecJ:elíano·; con tUJa 'inspiración sebo·
al par::ccr, ca sustA�cie que la.. 'ornnipotencia de. los .pen•amlentos' �· du=on- de una ley de desarr9Uo•:, con respecto· a l a ·embrlolo¡¡!a. .EL'ptin·
penhauerlana (cf. Frsud, la philosophle•et le� phi/osophtis, p;'201 ) .
� ..:. . :-·. . ..,
bien 'tu.:· otrora rt!alldod.'• cipiq había · sido formulado llllt.es de Hn.cJ<;el por Mülle:.
·
·· •• Cf. la importante nota de la p. 57 de las Mémoires 'd'un névropathe
· .
., Carta del 2S de enero de 19-17 a Ferenc:zi, cltad p odones, �P· el/.,
·:·
20
5üñvERSióÑ nr:L LiNGu.úr: PoR r:i. ol!TE'!o 207 '
;¿u� _:.....___ .... -- - · COHi:LÚStÓN St13VliilS!ÓN DEL UNau.\p;: l>Oit i:it."oajEii) · - ------,-.· --.209 '
trar su adherenc ia. a su diséu rso como ver 'el desenlace de la suer·
.
sobre. todo¡ si, hien:los 'descubrimientos de. Copéntico Y de D ar- no tiene que andar bllS$dolo. Lo qu� en Haecke!
.ern. ,una invi
te üe la idea e'X'!?resa'iia y la 'd�l ler:� aje que le da. cuer?o .
.
win son libetad.o� y constitit.yen tUl progreso tanto para Freud tación jovial a·reconcentfa;;se, s e 'vuelve e n
Freud:uñ acta d e des·
e<;Jmo para H ec kel, su aportación tiene para el opti..-nista Haec�el c;qtracj<;S� · - · �
· · : : · · ·
;t
algo de. triunral,eu.?n�P que. p �ra Fre�d revrs .
.t e uu sabor. amargo. . .,,,Es cierto .'J.Ue algo �e. ga¡;¡� im el ·as1;1nto:
• · : �-: . . \'· . ;:
. . en :vez de rech=r
OB JETO
En efecto, para Haeckeh Copermco Y Darwm, terapeutas d e la in!!Bnuamente el anuncio de la pérdida:del cen tro; haY que ceP
5. LA s�BVERSró'l::( PEL .t�NGUA(� :ioR EL humanidad, .sustraen de las opi,niones de. ésta dos ilusiones muy r ;1 . n :
a o y despedlxse ·de 'Ias'.'llusiones. ' Ahora: bien, esas- ilusioQ.es soo.
importante�, ·n;Jentras q �; .\'ara .Fr:;ud pl. f n �iar a ��as lll!sio- peligros?-S. .T g?-)!1
Para. darlo a entender, volvamos a la confrontación del tahto en : � � ' o patogenia �e !)rigina en el d esconociroie�to de
nc:s, la humamdád tambten renuncta a la ilus10 n de que es. la fuerza. det . e;rtrnño ea sf (la pulsión) . Con ia obsolescencw. d el
que" se declara . la ..identidad freudiana con su «modelo'' haecke- Tanto para Haeckel ·como . Para .Freud, se resisti•5 al mensaje deséo noc�pq.to; la : cura ;e vueh<: posible ., ]?ero. aquf curai; no
· J.:;, · .
. ·
•
li ano. '
.
·
de .<:;opernico· y de DarwÜl proporciónal.rJ;le.nte · a su 'Verdad; !!las es recupe rar �u. cel}tro ni · hallar; un nuevo cent:ro:. _es: vivir en· paz
'Pa
' No se podrra ·s� rar pura {'simpLemente el lenguaje baecke · .
para Haec!i:el esta pérdida es ipso fat;to: un a g¡znancia, pues la co]l e] . .otro, !ecc;mocfg:> com1:1 uoo mismo, vivJ,r en bu�n� inteli
fianC? de la idea qu�:ayuda a expresar en Freud: al utilizarlo �me human'id ad se reconquista en la misma ·medida . en que pierde. ge ncia :con. su pulsión -nueya .versión, -p11lsione.l, d,el "conóce te
vehfculo, Freud P..!lg� en efecto un tributo. a la concepcióo que Para Freud; hay pérdida total, por decirlo . aaí. Por eso, esta histo- n . ti mismo":· Pero lo qué llm:na;la atepcióa es .. cl;_;c:s.rácter domés·
traduce. Pero a� m.:��o tiempo, Freud subvierte es� lengu�je que ría análoga se' presenta como una brecha hacia la lu:z: eo la ver- tico de esa pequeña reconciliación -;-eon resJ?.ec�o 1-"1 carácter cÓ>·
emplea para signi.pcal: su �specificídad inédita. ·¿Cómo Sf? re aliza sión heeckeliana, en tanto que reviste un aspecto tragicón�ico en mico de la Odisea haeckeliana. .
': .
ese p roceso ? Eso;:es lo que queremos mostrar ahora para con- Freud. En la historia contada por Haeckel, el homb re prog;:r.s� E's'- cierto que la. analogia con el monism? i:Q.s.iste �a�ta e �. fi
cluir. · · de derrota ep. derrota, pues los héroes de la ciencia transpe.san la nal, cúando se 'advierte que l a .P.ulsió¡¡'no es .litar�tménte sino un
ilusión' · irrisoria: En la misma historia transcrita po,r .Freud; el pedazo ·i:Ie aatur!!leza·. (cE. supra, '!e . an2logía cap. la 'químicá) -:i<: .
hombre se ase meja a un Don Quijote que· va de desgracia en des- . tal mÓdo q ue asumi r la e:cistencia en sí de las· pul: iones, es re
.
an alizado por Freud, integra coc. pleno ?erec�o e[ ·tnonisruo haeckel iano , gracia. 'Así, .se parece a un "señor'! ' arruinado Y venido a ;m en05. co nocerse co ino ser imJsís>o�l. y en este s ntido parte e la ns,tu
�
encargado de d o tar al delirio de sus rererenc¡a.:;, ha �t a tal :punt� que se que �e reba¡a sin cesar. :
raleza: Pero esto nos pe=ue captar me¡or hasta que p unto ei .
encuentra sin cesar en é l "el eco de ideas". Las memorias de "'0freber,
.. •
Por tanto, la diferenci a de las versiones remite flnaim,nte a na turalismo , determinación tan .persistenl;e de la idí,osincrasie h¡. s
publlcade's a principios de siglo (1903) Y refere.n t�s a lectu!:a� !lec �as en
.
una diver"encia: "' profunda en ·la concepción del· hombre. Para tócica de . Freud ,- se·. autoinmuniza en. cie;:to modo, de: tal . forma
el peno do que conueoza ha�¡a 1885 • const! tu·1·en ·un · documento tnte•re- · ·
· ·
. .
.
•
' ncue r hombre una nueva llena .ae . promesas : se. · nena el ab'tsmo a alerto valor momsta:·:A.st, el natura · •
a e t
n a en Sclu-e·
u;r unUpolog�.a
��n a car!!a andetim
l. gebatll
� e1t. ta que.
cn¡uts a se Y ale� d� ·la
c: ;Íe��1•3• Llega hast
a pre· 1: entre él y 1� 'i:tai:ural.eza por la Weltar.schauu;tg ai::ttecior. Ha. lle- digó; restituy'éndo ii." !á 'humanidad su rique�,: ptorir;�tiéndole · el
se:> tar . s u expenenc a pe.� -anal o o . oo • p rmi realizar "una ga. ' • la
• • • • con natf.U'w.e:z:a;
�1 · e1 . gran To do.. '·a..ro y e. l moro · · de la esencta · �· · 1 h b��e
. · ..; ep. tanto que Freud 1:e.. tra- a -01:11
o • '1 c rn a}a oue e te gado la hora '·de la reconciliacton · ·
.l
·
n?.ncia' inestimable" si. "1; tierra pudi�:r:> tragar de una buen a vez .a to o s
• ·
Tal e.s ' la gran profecía. . mcmista. :y: aun si et • hombre ije. • • ·t!.n' ev pg
d .a elio •m•uy . med estq,· :desi
. ·
.
•
• muestra & d o¡ e 1 :-s : cru:sucu'!3,
1ós �ofensores del materlalismó . wlgar 2.Sí' .como-' del panteísmo �u¡; • o" ! ] •
•
• · gn-o
lÍl+ 'tBiltO reaciq ti .Cli;IDOÍar �e· ser i de pe,iJsamien.�o c,ot;to; ún .ri¡ño' áolc:_s. UJ?-a car.encia �ec.�-:a· :e·invit��?lo: � medi��; l�l.nue\'�.-d�
· ana " t m�
que ·ha : tenido miüoo h á'Oitos durante da niasiado' tiempo, acabará ya no tener que buscarse mera de ..:s_e ir!f�to . · !!:lc.a! q.u� e� p_ul
c!ones, para preve.nir lUla lnt:rp:etación . ,ps!Stwát:rtca. (kraepe�an �) .
exhorta .a reconocet:las .':si la p stqwatda no; CJ.Ulere .negar pura Y Stm.P e :
: pói:· ,aven'ii:se
. ., . ·a: la
. . ratón, pue s h a llegado a la ed�d de la ·rezón. :rl:ó n , cuyo c_entro .���� · en t�� as"p�rtes
... . , .. ,
.. �)a
:.=c��re.nél.a. e�
.
. . e·¡ert�ep.te, GopemtcO, D . runguna· me¡or aun:. que. demuestra que n o centro
nientc todo lo soorenatúral :l citér . de ese modo a p�e 'juntillas' !ltl l .c?m: r que dite r��=· de. to�o er;¡ F�u'di ya haY. m ru
po del mateiialismo desnudo''' (p. 78) · (subr¡¡yado por no sotros) ·, Hee aqUJ. : �r�- ci rc unfe;encla. Acaso .esro· sea. lo qu� :coq�tituy!i.; la;originalidad
.
wm ':1 él m.!Smo s�n pres� nta4o� ca�� )o�.Pe��gogos tie un � hum � de· la nueva de .Freud, ·e o. .ie:medida en que el inscoasciente se
definido de maravilla lo que .está �n juego en 7S!l ép oca: p ens�ali r.-os !�
p s n id ad , que lrdespterta" Cle sus 1lus10nes, Y esro e¡:¡trana, _S!.ll duna efi.ri omo' l ú:ñ o ibiliá ·
de la ci encia· evitando al mismo tiempo el abtsrno de l rna�en . n:;oo . . ro- .d e c a p s . ad de pensar el cenéro: · : ··
bierñática tan persistente c¡ue eL delirio !nteg� no la hace '?lY)dar•. mejor
aún:''-' ¡la :cec.tupU.éa, N'Velaodo ,U mismo liemp.o el· rcveraa p�rat:tGJtco �el
·
'3 1-
cientiiicismo .ID.i.Smol :· �
21
'210 · - - ----� ' 1 : : . .: · . CON CLUSI N
Ó t
.
"':o.""'(,'BYE:ttSltJtrU�"-2-t:N'-'0"1\I c.-rur.:-� 14•...-· --·-.. -· .------�o. ·- . - ·-�·. .. . _
�
L6 vemos a ·traves del libre u56 'der'mo ism.ó haeckelieuio'·por i
Freud. -este brind a· algo así como ún �squem·a de ·uriiflcación. l.ma: 1
gin¡¡.rla que permite que el cüerpo. freudiano del saber se proyet:te
-y en este sentido resulta -muy típico de la relación de Freud con
los modelos de saber de ,Su �poca. El mo.n}snio, Ct?mo corpus' uni
ficador de los- logros de· la ci encia, revela el seníido ·'unitano de
la tópi�, dii la enargética �; d� la 'dinámiéa . Sólo' que �b logra_ re- ·
sorbe'-: el hiato" que sepa.r¡l el campo· de la· t?talidad._ Se · aViene ·
muy bien 'al agnosticism.o,:• pero ·comete el· error; redhibitorio en
Freucy, de encen·ar el todo así proyer¡:tado en< Weltanschauuñg.61
_
L.a an;tbigüedad del uso de la Weltanschaaung haeckeliana
traduce :nlaravillqsamente bien su ambivalencia, ·pues Freud .se
vale del lenguajé de una W¡¡Uanschauung dé la recentiación 'para
sugt.'r:r un objeto de d e:;centrDci ón radical, o sea "el inconscien
te'J.::;tf.'-�í. Freud .hace .. de él 'un uso puram�nte "regulador", cuan
do :pj�rece hacer de él un empleo "constitutivo". De tal modo que
. nuestra conclusión sobre las relaciones de Freud con ·la ·raciona-
lidad c:iei:!tífice. coincide �uriosemerite con n uestra conclu si ó� an
terior sobre su reláción con la metafísica." Ei saber freudiano
llega hasta Jo inédito 'de su objeto combin ando -.e� ideal de la �pe·
80 'E n efe<¡to, hay que ad-oerti.r. que, a pesar ·de' ·:rus. afinldacles con el
.
materialismo como monismo, Haeckel siempre rechazó ·esa etiqueta, ta·
chando al 'matarlalimi.o de '-'pel.abrota". Su: postura . no :vnrló. d.,d.e Jn
Historia n.atura[ en- que declara no .poder. ."dejar de: protestar: contra la
21IlÍ:J!gü¿dad. de esa el(J?resión v. contra !á. perfidia-con 1á éÜal se 'la \Uillza
eq ciertas 'pat.te:�, :para poilér "en eotre diebo a :riuestrá"doctrina" (p; 27) .
· hasta Jos · Enigmas·· del Miverso en qtie declara tajant=ente:- ''Nues6:o
puro· j:nonismo nb es idéntico ni .'al materialismo teórico .que niega ·el es·
píritu . ·. . DÍ al espiritualismo · teórico (reciententcnte · éles'ignado ;por Ost
Wi!ld con el nombre · .de eo,ergética) . ; .'!. (p_:; 22) . La f'sus_!:!!ncia". pe_r:n!t•
:,
., Seiia[emos, en efecto, · que el inconsciente se introduce corno una
superar la duilidad eSpíritu/materia. ,
.
" Véase Fre!.!d•• la phi[of!Jphie et [es philqsop'hes, . pp. �Ss-a.
.'
. nueva ' ( tercera) Ii.sura, en tanto que el monismo hacckellnno es el te�cer.
5: E:tiste, eu efecto, ·la. misma 'rcle.clón dé ·•!replicaciÓn" esqÚematizzn:
tiempo reconciliado¡ des�ués de laa dos fiSUras•
' te" '(op. 'dt:, p; 226)': ·hi v·.:rdad metapsicológic-o.:pi.tede· · qaroe a i 'peosar
. s� ·Este saber -inédito es el que tendrá qu:- soroeter a prueba un tra·
·p�oyec�dose en :un referente qui! la; bñi:Lda . un médiuni, substrato que
tado de epistemología freudi2ne., en adelante seguxo de su diferencia á tra.
le p�nnite- "esquemat)zarse" por-un� espec!.e de jp!uición, sqgetizante: >.
_
vés de la adherencia his�rica y más allá de ella. .-,_ ,.,
22
0
¿Qué es un Autor?
Michel Foucault
¿Qué es un Autor?
Michel Fou ca ul t
46
INTRODUCCION
I mún. Vale decir que hay cierta concepción preanalítica del Y<?
-llamémosla así por convención, para orientarnos- que
PSICOLOGIA Y METAPSICOLOGIA ejerce su atracción sobre aquello radicalmente-nuevo que en lo
concerniente a esta función introdujo la teoría de Freud.
Podría sorprendernos una tal atracción, y hasta subducción
S eminario I I . " El Yo eri l a t eo r í a de Freud y
o subversión, si la noción freudiana del yo no produjese una
en l a t é cni c a p s i coanal í t i c a " conmoción tan grande que merece que a su respecto se intro
duzca la expresión revolución c.op ernicana, cuyo sentido hemos
ido entreviendo en el curso de nuestras--reuniones del año pa
sado, base de las que sostendremos en éste.
Los resultados que hemos llegado a alcanzar serán integra
Verdady saber.
dos casi por completo en la nueva fase en que ahora retomamos
El cogito de los dentistas. la teoría de Freud, que sigue siendo J.+Uestro hilo conductor: no
Elyo 0e)noes el:yo.1, el sujeto no es el individuo. olviden que éste es un seminario de textos.
La crisis de 1920.
tópica freudiana. . Esto sigue 'siendo muy en,igmático. Sería incapaz de afectar
. En castellano, irremediablemente, tanto je como moi, son <<yo>>. A los
nos si no trascendiera el conflicto eri.tre escuelas, entre retró
fines de solución para este libro se han tenido en cuenta razones de orden
práctico. En lo sucesivo se leerá; pues; yo (je) para je, y yo, a . secas, para grados y avanzados, ptolemaicos y copernicanos. Pero va mu
moi. [T.] · cho más allá. Se trata del establecimiento de una compl1cidad
11 47 12
PSIC0LO GIA Y METAPSICOLOGJA INTR OD UCCION
concret�, eficaz, entre el .análisis, manejo liberador, desmistifi cijada que el psicoanálisis ocupa realmente en un cierto pro
cante, de una relación humana; y la ilusión fundamental dé lo greso de la subjetividad humana.
vivido por el hombre, al menos por el hombre moderno . · Esta singular ambigüedad del saber y la verdad se ve desde
El hombre contemporáneo cultiva cierta idea de sí mismo, el origen, aunque. nunca se esté por completo en el origen, pero
idea que se sitúa en un nivel semi-ingenuo, semi-elaborado. Su tomemos a Platón por origen, en el sentido en que se habla de
creencia de estar constituido de tal o cual modo participa de un origen de las coordenadas. La vimos J;"evelarse ayer en el Me�
.
registro de nociones difusas, culturalmente admitidas. Puede n6n, .pero igualmente podríamos, haber tbmado ef Protágoras,
este hombre imaginar que ella surgió de una inclinación natu del que 110 se habló.
ral, cuando de hecho, en el estado actual de la civilización, le es ¿ Quién es Sócrates ? Só�rates -�� quien inaugura en la subje
�p.señada por doquier. Mi -tesis e� que la técnica de Freud,. en su tividad huma.na el estilo del que brQt.ó la noción de un saber
origen, trasciend.e esta ilusión, ilusión que ejerce concreta . vinculado a determiria.das exige�cig.s.. de..c.oherencia, saber pre=
mente una influencia decisiva en la subjetivida(i de lcis md!vi- . vl.o a todo progreso ulterior de la- ciencia e-ii-cüanto experimen
_duos. El problema entonces es s·ab�r si el psicoanálisis se dejará tal; tenqremos que definir el significado de esa suerte de auto-
llevar poco a poco a abandonar lo que por un momento fue . nomía que adquirió la ciencia con el registro experimental.
vislumbrado o si, por el contrario, manifestará otra vez, Pues bien, en el momento precisq en que se inaugura .e.s.e nueyo _
Q..álldole .nueva vida, su relieve. · · ser�en-el-J:11.yg_4Q-)que aquí designo �orno una .�u.bjet�y�4�d, S�
De ahí la utilidad de referirse a ciertas obras de ci�rto estilo. crates advierte que en lo tocante_ a lo más :precioso, la arúé, la.
En mi opinión, no es conveniente dividir nuestros comen e�celen.c!a del ser humanÓ,(IÚ). e�'_.la .�i�ncia la que podrá:-trans-_
tarios en las diferentes series en que se despliegan: Por ·ejemplo, mitir las vías que a dla conducen. ya ahí se produce un deseen- .
lo que introdujo Alexandre Koyré en su conferencia de ano tramiento ; a partir de esta virtud se abre un éampo ·al saber·,
che, acere� de la función del diálogo platónico, precisamente a pero. esta v-irtud misma; en cuanto a su transmisión, su tradi-
partir del Menón, ·puede insertarse sin artificio en la cadena de . ción, su formación, queda fuera del campo. Esto es algo en lo
la enseñanza que aquí se va desarrollando. Las conferencias de que vale la pena detenerse, antes de apresurarse a pensar que al
los martes, llamadas con justicia extra-ordinarias, tienen la fun final todo se arreglará, que se trata de la ironía de Sócrates, que
ción de permitir que cada uno de ustedes cristalice las interro un d!á. u otro la ciencia �onseguirá récuperar eso mediante una
gaciones · suspendidas en las fronteras de lo que -desarrollamos acción retroactiva. Empét9.,.en ·el transcritso:de -I a historia nada
en este seminario. hasta· hoy nos lo ha prob.a�o. ·
.. . ..
Anoche, en las pocas palabras que pronuncié, destaqué, ¿Ql:lé. _p_a�ó. .después 'de·· Sócrates·?· ·Muchá:f'éosas y, - en parti
tra_psformando la$ ecuaciones menonianas, lo que podemos lla cular,· que. lai:p.gción del yo vio la luz.
mar la · fup.éión de la verdad en estado naciente. En efecto, el Cuando álgQ: ve la .luz,· algo . que estamos obligados a admitir
saber al cual se anuda la verdad debe estar dotado, sin duda, de coq¡o D:uevo, cuando otro orden de la estructura emerge. ¡Pues
una-¡;;:��ci� p�opi�� q��-1� h�� perder algo de la virtud a partir bien! Este' crea su propia perspectiva en el pasado y decimos :
de la cual comenzó a deposi�arse como tal, ya que muestra una !'!)t.'!!:.f� P.tJ.df!JJ:.Q��s�q,r ah í, exis' t.t; d.e_�!]�_ sj_e_mpre. ¿No es ésta,. por
evidente propensión a desconocer su propio sentido. No hay lo defl.lás, · una ptopiedad que nuestra experiencia demuestra?
sitio donde esta degradación sea más evident� que . en el psi :Pi�nsen·en el origen del lenguaje. Imagip.amos que hubo un
coanálisis, y por sí solo este hecho .revela la posición de encru- I!fOmento en que, sobre esta- tierra, se tuvo que empezar a ha-
�r·
13 ·. 14
48
PSICOLOGIA Y METAPSICOlOGIA INTR ODUCCION
blar. Admitimos, por tanto, que hubo una emergencia. -Pero. a como noso.tros, desde hace escasos setenta y cinco años están
partir del momento en que esa emergencia es aprehendida en su habituados . a encender la luz eléctrica.
estructura propia, nos ,es .absolutamente imposible especular Fíjense ep. la literatura. Dicen ustedes que eso es propio de
sobre aquello que la pr�cedió si no lo hacemos mediante sím la gente · que piensa, pero que la gente que no piensa siempre
bolos que siempre han podido · ·aplicar§e. �o nuevo que surge debería tener, de manera más o menos espontánea, alguna no
parece extenderse siempre en la perpetuidad, -indefinidamente, ción de su yo . ¿ Qué saben ustedes de eso? Ustedes, en todos
más acá de sí mismo. Con el pensamiento no podemos ab�lir los casos, están del lado de la gente que piensa, o al menos
un orden nuevo. Esto se aplica a todo lo que quieran, iríduicfo vienen después de gente que pensó en ello. Tratemos entonces
el origen del mundo. de abrir la cuestión, antes que zanjarla con tanta facilidad.
· De igual modo, ya no podemos dejar de pensar con ese La clase de -personas que definiremos, por notación con
registro del yo que hemos adquirido en el transcurso de la his vencional, como _los dentistas, están muy seguras del orden del
toria, aun cuando nos encontremos con las huellas de la. espe mundo porque piensan que el señor Descartes expuso en El
culación del hombre sobre sí mismo en épocas en que dicho .Discurso del Método las leyes y los procesos de la razón clara.
registro como tal no estaba promoviqo. Su pienso, luego soy es absolutamente fundamental en lo to
Nos parece entonces que Sócrates y sus interlocutores de cante a la nueva subjetividad, no es sin embargo tan sencillo
bían poseer, como ·nosotros, un� noción implícita de esta fun como les parece a estos ·dentistas, y algunos creen tener que
ción central; que el yo de�ía de ejercer en ellos una función ·reconocer en él un puro y sjp1ple. escamoteo. Si es verdad, en
análoga a la que ocupa en nuestras reflexiones teóricas, pero efecto, que la conciencia es transparente a sC-m.isina�· y ·se
también en la aprehensión espontánea que tenemos de nue;stros aprehende- como tal, resulta evidente que el yo (je) no por ello
pensamientos, tendencias, deseos, de lo que es nu�stro y de lo 1� tra,J.1�par.ente. No le es dado en forma diferente a un
que no es ..nuestro, de lo que admitimos como expresiones de ·o�jeto. La aprehensión de un objeto por la conci�ncia noJe
:r;ruestra personalidad o de lo que rechazamos como parásito en entr_ega al mismo tiempo sus propiedades. Lo mismo sucede
ella. Nos es muy difícil pensar que toda esta psicología no es con__cl yo _(jg).
eterna. Si este yo lje) nos es ofrecido como una suerte de dato in
¿ Lo es ? Vale, al menos, hacer la pregunta. mediato · en el acto de reflexión en que la conciencia se
Hacerla nos incita. a examinar con mayor .detenimiento si, aprehende transparente a sí misma, nada indica que la totalidad
en efecto, no existe un momento en que esa noci:ón del yo se de esa realidad -y ya es mucho decir que se desemboca en un
deja apreh�nder en su estado naciente. No hace falta ii tan juicio de existencia- quede con ello agotada.
lejos: los documentos aún están bien frescos. La cosa no se Las consideraciones de los filósofos nos llevaron a una no
remonta mucho más atrás de esa época, todavía reciente, en ció��_el yo cada vez · más puramente formal y,_. para decirlo ··
que se produjeron tantos progresos en nuestra vida que nos todo, a una crítica de · dicha función. �� progr�so _ del Ee.�sJ
__
causa gracia leer en el Protágoras� cuando alguien llega por 1� !I!.i.�!!t9 se desvió, cuando menos provisionalmente, �e Ja �cJ&ª
mañana a lo de Sócrates : ¡Hola! Entre, ¿ qué pasa? -Hd lle de que efyo fuese sustancia, como de un _mito que debe ser
gado Protágoras. Lo que nos divierte es que todo sucede, y lo sometido a una estricta crítica. científica. Legítimamente o no,
dice Platón como al azar, ·e n una negra . oscur�dad. Esto nunca poco importa, el pensamiento . se embarcó en el intento de con
nadie lo observó, porque sólo puede interesar a perso.nas que, siderarla como puro espejismo, con Locke, �ori. Kant e incluso
15 . 49 16
PSICOLOGIA Y METAPSICOLOGIA INTR OD UCCION
con los psi�ofísicos, que no tenían más que ir tras éstos, claro 2
que con otras razones y otras premisas. Ellos con�ideraron con
el mayor recelo la función del yo, en la medida en que ésta
perpetúa de manera más o menos implícita el sustancialismo No se dejen impresionar por esto, no se pongan a propagar
implicado en la noción religiosa del alma, en cuanto sustancia por doquier que yo es otro; créanme, no surte ningún efecto. Y .
revestida, por lo menos, con las propiedades de la inmortali además, no quiere decir nada. Porque primero hay que saber
dad. qué quiere decir otro. Otro : no se babeen con este término.
· ¿ No es llamativo que mediante un extraordinario malaba Uno de nuestros colegas, de nuestros ex colegas, que tuvo
rismo de la historia -por haber abandonado u_n instante lo algún trato con Les Temps Modernes, la revista del existencia-
subversivo de la aportación de Freud, lo cual, en cierta tradi . lismo, como le dicen, nos presentaba como una gran audacia la
ción de elaboración del pensamiento puede pasar por un pro idea de que para que alguien pueda hacerse analizar tiene que
greso-, se haya retornado más acá de esta crítica filosófica,
·
ser capaz · de aprehender al otro como tal. Tipo listo ése. Ha
que no es reciente? bríamos podido preguntarle: ¿ Qué quiere decir usted con eso,
Para calificar el descubrimiento de Freud hemos usado el el otro ? ¿ Su semejante, su prójimo, su ideal del yo (je), una ·
término revolución copernicana. Esto no implica que lo que no palangana? Todo .eso, son otros.
es copernicano sea absolutamente unívoco. Los hombres no El inéonsciente escapa por completo al círculo de .certi�um.,.
siempre creyeron que la Tierra era una especie de planicie infi bres mediante las cuales el hombre s e reconoce corno y�. Es
- nita, también le atribuyeron límites, formas diversas, a veces la fuera de este campo donde existe algo que posee todo el dere
de un sombrero de mujer. Pero, en fin, pensaban que había cho a expresarse por yo (je), y que de�uestra este derecho en la
cosas que estaban abajo, digamos en el centro, y que el resto circunstancia de ver la luz expresándose a título de yo (je). Lo
del mundo se edificaba encima. Pues bien, si no sabemos exac .
que en el análisi� viene a formularse como, hablando con pro
.
tamente lo que un contemporánf!O de Sócra�es podía pensar Pi.�dad·,- erji-o (}i:J; es precisamente lo más desconocido ppr e1
acerca de su yo, así y todo había algo que tenía que estár en "él campo: del yo. ·
·
centro, y no parece que Sócrates lo ponga en duda. Probaple · · · Tal es el registro _ donde lo que Freud nos ep.seña sobre el
_l];JJ!_:Q.te no se trataba de algo hecho como el yo, que comienza""en inconsciente puede cobrar su alcance y su relieve. El hecho de
una época que podemos situar hacia mediados del siglo dieci haberlo expresado llamándolo inconsciente lo arrastra a verda
séis, . comienzos del diecisiete. Pero estaba en el centro, en la �eras contradicciones in . adjecto, - lo lleva a hablar de pensa
base. En relación con esta concepci6n, el descubrimiento freu- · mientos - · él mismo lo dice, sic venia verbo, por lo que se dis
diano tiene exactamente el mismo sentido de descentramiento culpa todo el tiempo-, pensamientos inconscientes. Todo esto
q��- aporta el descubrimiento de Copérnico. Lo expresa · muy aparece . enormemente complicado, porque desde la perppectiva
bien la fulgurante fórmula de Rimbaud ·-los poetas, que no de la comunicación; en la época en que Freud comienza a ex-.
saben lo que dicen, sin embargo siempre dicen, como es sa presarse, está obligado a partir dela idea de que lo - que perte
bido, las cosas antes que los demás-: ]e est un autre fY!2.!..� nece al orden del yo también pertenece al orden de la concien
otro}. cia. Pero esto no es seguro. Si él lo dice, es debido a _cie.qo
_pr.Qgr_e�.Q-�J!Jl3:._eJ?:Q9J.ªfi9_�jiJg_�_§fica, qg� por entonces.for!I_l�- .
laba la eql1iyaJenci;;t YQ =__�o_n_ci�n.:c_iq. Pero Freud, cuanto más
FAC . DE PSIC OLOGIA
17 BIBLIOTECA
18
.
50
INTR OD UCCION ,.r·�
PSICOLOGIA Y METAPSICOLOGIA
avanza eú su obra, �eno.s cons�gue situar la conciencia, y debe Por ahora nos atendremos a esta metáfora tópica : el sujeto
confesar que ella ·es, en definitiva, insituable. Todo se organiza. __ está· descentrado con respecto al individuo . Y o es otro quiere
cada vez �fts_ e1l_g_na dialéctica donde el yo (je) es distinto del yq_. __ decir eso.
Fmaliñe;te, Freuci · ahañ"éíona la partída : tiene que haber · ahí, En cierto modo e �to estaba ya al margen de la intuición
dice; condlciones que se nos escapan, el futuro nos dirá de qué se cartesiana fundamental. Si para leer a D escartes se quitan las
trata. Este año intentaremos vislumbrar de qué modo es posible gafas del dentista, percibirán los enigmas que nos propone, en
situar la conciencia, de una vez por todas, en la funcionalización particular el de cierto Dios engañoso. Cuando se aborda la no
. freudiana. ción del yo, no es posible dejar de concluir al mismo tiempo
. Con' Fre{rd irrumpe una nueva perspectiva que revoluciona que en alguna parte hay error. El Dios engañoso es, a firi. de
el estudio de la subjetividad y muestra, precisamente, que el cuentas, la reintegración de aquello de lo que había rechazo,
sujeto no se confunde con el individuo. Esta distinción, q�e les ectopía. .
presenté primer.amente en el plano subjetivo, es también -y Hacia la misma época, uno de esos espíritus frívolos aficio
quizá se trate del paso más decisivo desde el punto de vista cien nados a ejercicios de salón -donde a veces comienzan cosas
tífico- asequible en el plano objetivo. , muy sorprendentes, pequeñas recreaciones hacen surgir de
Si se considera, a la manera de los conductistas, lo que en el cuando en cuando un orden nuevo de fenómenos-, un tipo
animal humano, en el individuo en cuanto ·organismo, se pro muy curioso, que responde m�y poco a la noción corriente de
pone objetivamente; salen a luz cierto número de propiedades, l o · clásico, La Rochefoucauld para nombrarlo, tuvo de pronto
desplazamientos, determinadas maniobras y relaciones, y de la el antojo de enseñarnos algo singular que no había merecido
organización de estas conductas se infiere la mayor o menpr am bastante atención, y que él llama amor propio. Es curioso que
plitud de los rodeos d� que es capaz el individuo para obtener se haya considerado esto tan escandaloso, porque, ¿ qué dijo La
cosas que ·por definición son planteadas como sus metas. Con Rochefoucauld ? Hizo hincapié en que hasta nuestras activida
ello nos hacemos una idea de la dimensión de sus relaciones �on des aparentemente más desinteresadas se hacen por afán de .glo
el mundo exterior, medimos el grado de su inteligencia, fijamos ria, incluso el amor-pasión o el más s ecreto ejercicio de la vir
-en suma- . el nivel, el estiaje con el que evaluar el perfecciona tud.
miento, o la'areté de su especie. Pues bien, _Freud nos aporta lo ¿ Qué dijo, exactamente? ¿ Dijo que lo hacíamos por nues
. $iguiente : las e¡aboraciones del sujeto. en cuestión de ningún tro placer? Cuestión ésta muy importante porque en Freud
�o do son situables sobre-pn eje donde, a medi<;l_a qJJ.e fueran más todo va a · girar alreded0·r de ella. Si La Rochefoucauld sólo
elevadas� se confundirí.an cada v�z más con la'inteligencia, la ex- hubiera dicho eso, no habría hecho más que repetir lo que se
. celencia, la perfecciqn delindividuo, . . · venía enseñando en las escuelas desde siempre; nada es nunca
..,
Freud nos dice: elsujeto no es su inteligencia, no está sobre el desde siempre, pero pueden advertir la función que en esta oca
mismo eje, es . excéntrico , El sujeto como tal, funcionando en sión cumple desde siempre. Era así desde Sócrates : el placer es
tanto que sujeto, es otra cosa y no un organismo que se adapta. la búsqueda del propio bien. Aunque se crea otra cosa, se per
Es otra cosa, Y · para quien sabe oírla, toda su conducta habla sigue el propio bien, se busc� el propio bien. El problema está
desde otra parte, no desde ese eje que podemos captar cuando lo únicamente en saber si tal animal humano, captado como hace
consideramos como función en un individuo, es decir, con un un momento en su comportamiento, es lo bastante inteligente
cierto número de intereses concebidos sobre la areté individual. para aprehender su verdadero bien : si comprende dónde está
19 51 20
FAC . DE P S I C O L O G IA
PSICOLOGIA Y METAPSICOLOGIA INTR OD UCCION
ese bien, oqtiene el placer. que de él siempre resulta. El señor es la libido ? ¿ Qué es · el proceso primario ? Creen ustedes sa
Bentham llevó esta teoría hasta sus últimas cons"ecuencias. berlo -yo también-, lo cual no significa que estemos tan
Pero La Rochefoucauld pone otra cosa de relieve : que al seguros como parece. Habrá que volver a ver esto de cerca, y es
embarcarnos en acciones consideradas como desinteresadas, lo que trataremos de hacer este año.
nos figuramos liberarnos del placer inmediato y buscar un bien
de orden superior, pero nos engañamos. Esto es lo nuevo. No
se trata de una teoría general como la de que el egoísmo en
globa todas las funciones humanas. Esto ya lo dice la teoría 3
física del amor en santo Tomás : el sujeto, en el amor, busca su
propio bien. Santo Tomás, que sólo decía lo que s e venía di
ciendo desde hacía siglos, fue contradicho, por otra parte, por ¿A qué hemos llegado hoy? A una cacofonía teórica; a una .
un tal Guillaume de Saint-Amour, quien hacía notar que el impresionante revolución de pos�ción. ¿ Y por qué? Antes que
amor debía de ser otra cosa que la búsqueda del propio bien. nada, porque la . obra metapsicológica de Frerid posterior a 1 920
Lo escandaloso en La Rochefoucauld . no es que considere el fue leída de través, interpretada en forma deliráÍi.te p_or .la
amor propio como el fundamento de todos los comportamien primera y la segunda generación después-de Freud;_ esos inep�
·
tos humanos, sino que es engañoso, inauténtico. Hay un hedo tos.
nismo propio del ego, y es esto precisamente lo que nos em ¿ Por qué decidió Freud introducir estas nu�vas nociones
bauca, es decir nos frustra a la vez de nuestro placer inmediato metapsicológicas; denominadas tópicas, que se llaman yo, su
y de las satisfacciones que podríamos extraer de nuestra· supe peryó y ello ? En la experiencia iniciada tras su descubrimiento ·
rioridad con re$pecto a dicho placer. Separación de plano, re · se produjo un viraje, · ld.:g.-ª cd�.i,$. _c;::gg�reta. En una palabra, - el
__
lieve por primera vez introducido y que comienza a abrirnos, nuevo yo (je), con el que se tení� que dialogar, al cabo de cierto
por obra de una cierta diplopía, a algo que se mostrará como tiempo · se negó a responder. .
una separación de plano real. Esta crisis se muestra claramente expresada en los testigos
·
Esta concepción se inscribe en una tradición paralela a la de históricos ·de los años 1 91 0 a 1 920. En la época de las primeras
los filósofos, la tradición de los moralistas. No son éstas perso revelaciones· analíticas, los . sujetos se curaban de forma niás o
nas que se especializan en la moral, sino que iñtroducen una menos milagrosa, lo cual nos resulta también· perceptible
perspectiva llamada de verdad en la observación de los com cuando leemos las observaciones �e Freud� con sus interpreta
portamientos morales o de las costumbres. Esta tradición cul ciones fulgurantes y las explicaciones de nunca a�abar. Pues ,
mina en La genealogía de la moral, de,Nietzsche, que perma bien : es un hecho que este funcionó cada vez menos, qt;te se fue
nece toda ella en la perspectiva, de algún modo negativa, según debilitando con el correr del tiempo.
la cual el comportamiento humano está como tal, entrampado. . .· Lo cual hace pensar que hay alguna realidad en lo que les
En este hueco, en este tazón viene a verterse la verdad freu estoy explicando, esto es, en la existencia de la subjetividad
diana. Están ustedes entraii?-pados, no cabe duda, p ero la ver- como tal, y sus modificaciones en el transcurso del tiempo
dad está en otra parte. Y Freud nos dice dónde. . según una causalidad, una dialéctica propia que va de subjetivi
Lo que irrumpe en ese momento, con ruido atronador, es el dad a subjetivid�d, y que .tal vez esc4pa a cualquier especie de
instinto sexual, la libido. Pero, ¿ qué es el instinto sexual? (Q:ué ·condicionamiento inaividual. En esas unidades convencionales
21 22
52
PSICOLOGIA Y METAPSICOLOGIA INTROD UCCION
que llamamos subjetividades en razón de particularidades indi sujeto que cree en sí, que cree que él es él, locura harto común
viduales, ¿ qué sucede, qué se cierra, qué resiste? y que no es una locura completa porque forma parte del orden
Fue precisamente en 1 920, es decir, justo después del viraje de las creencias. Es evidente que todos tendemos a creer que
del que acabo de hablarles -la crisis de la técnica analítica nosotros somos nosotros. Pero observen con atención y verán
cuari-do Freud decidió introducir sus nuevas .nociones metapsi que no estamos tan seguros como parece. En muchas circuns
cológicas. Y si se lee con atención lo que escribió .a partir de tancias, muy precisas, dudamos, y sin sufrir por ello ninguna
1_920, se advierte que hay un estrecho lazo entre esa crisis de la despersonalización. No sólo se nos quiere hacer volver a esa
técnica que había que superar y la:· fabricación de estas nuevas ingenua creencia; se trata de un fenómeno, para ser exactos,
nociones. Pero para eso hay que leer sus escritos, y en orden, sociológico, que concierne al análisis como técnica o, si lo pre
es preferible. El'hecho de que Más allá del principio del placer fieren, como ceremonial, como sacerdocio determinado en un
fue escrito antes que Psicolog}a de las masas y análisis del yo, y cierto contexto social.
antes que El yo y el ello, es algo que debería _suscitar ciertas ¿ Por qué reintr_o ducir la realidad trascendente del autono
preguntas : nadie nunca se las ha hecho . mus ego ? Bien mirado, se trata de autonomous egos más o
J. o .. que Freud introdujo a partir de 1 920 son las nociones menos iguales2 según los individuos. Volvemos aquí a una enti
sup��ntarias entonces necesarias para mantener-el principio ficación conforme a la cual no sólo los individuos en cuanto
·
del descentramiento del sujeto. Pero lejos de habérselo-com tales existen sino que además algunos existen más que otros.
prendido como debía, hubo una avalancha general, verdadera Esto contamina, más o m�nos implícitamente, las llamadas no
liberación de colegiales : ¡Ah, el buen yo, otra vez con nosotros! ciones del yo fuerte y el yo débil, que son otros tantos modos
¡ Qué alivio, volvemos a los caminos de la psicología general! de eludir los problemas planteados tanto por la comprensión de
¿ Cómo no volver a ellos con regocijo cuando esta psicología las neurosis como por el manejo de la técnica.
general no sólo es asunto de escuela o de comodidad . mental, Todo esto lo veremos en el momento y lugar oportunos.
sirio realmente la psicología de todo el mundo ?_ Fue una alegría
poder creer nuevamente que el yo es central. Y, como su más
reciente manifestación, tenemos las geniales elucubraciones Proseguiremos, pues, este año, el examen y la crítica de la
que en 'este momento nos llegan de ultramar. noción del yo en la teoría de Freud, precisaremos su sentido en
El señor Hartmann, querubín del psicoanálisis, nos anuncia función del descubrimiento de Freud y de la técni'ca psicoanalí
la gran nueva, después de la cual podremos dormir tranquilos : tica, y al mismo tiempo, en forma paralela, estudiaremos algu
l a existencia del ego autónomo. A este ego que desde el inicio nas de sus incidencias actuales, enlazadas a cierto modo de con
del descubrimiento freudiano siempre fue considerado conflic cebir, en el análisis, la relación de individuo a individuo.
tivo, que incluso cuando se lo situó como una función vincu La metapsicología freudiana no comienza en 1920. Está en
lada a la realidad nunca dej ó de ser tenido por algo que, al igual teramente presente al principio -vean lo que se recopiló sobre
que ésta, se conquista en un drama, a ese ego de pronto nos lo los comienzos del pensamiento de Freud, las cartas. a Fliess y
restituyen como un dato central. ¿ Qué necesidad interior satis los escritos metapsicológico$ de este período- y continúa al
face el hecho de decir que en alguna parte tiene que haber un final de la Traumdeutung. Está . lo bastante presente entre 1 9 1 0
. autonomous ego ? · . ..
Esta convicción desborda la ingenuidad individual' ·del 2. E gos y égaux (iguales) son' homófonos en francés. [T.]
23 53 24
PSICOLOGIA Y METAPSICOLOGIA
�
. y 1 9 20 para que hayan re arado en ello el año pasado. A partir
. de 1 920, se entra en lo qtie podemos llamar el óltimo período
metapsicológico. En cuanto a este p eríodo, Más allá del princi
pio del placer es el texto primero, el trabajo-pivote. Es el más
difícil. No resolveremos de entrada todos sus enigmas. Pero así
fue: Freud lo aportó primero, antes de elaborar su tópica. Y si
para abordarlo se espera hasta haber profundizado, haber
creído profundizar, en los trabajos del período que sigue, será
imposible no cometer los imás grandes error,e s. Así es como la
mayoría de los analistas, en lo que respecta al famoso instinto
de muerte, se dan· por vencidos.
Desearía que alguien de buena voluntad, Lefebvre-Pontalis
por ejemplo, hiciera una primera lectura de Más allá del princi
pio del placer.
17 DE NOVIEMBRE DE 1954.
.! ·
54
Cuadernos de Melapsicologia 1 1 coordinado por Carlos l<uri. 1' ed. Rosario: U N R
Editora. Editorial de l a Universidad Nacional de Rosario, 201 1 .
70 p. ; 26x1 7 cm.
CUADERNO S DE lVI:ETAPSICOLOGÍA ISBN 978-950-673-875-4
ISBN 978-950-673-875-4
© Kuri, Carlos 20 1 1
Hecho e l depósito que marca l a ley 1 1 .723
<:::�:- n4-::?
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.:::ó':> U �� � N t·� � o
REUN EDITORIALES
DE LA A.U.G.M.
R fO O' I<.OtTOAIAUS
.as:xa�.C\0/'f CE ll'liVEASID.AOE.S
MJ.Q(Wi.C.,(.$
DEUHNEit5illA.O ES
C&IUP'O MOHTe\1'101<0
55
Presentación La investigaci ón que se encuentra enmarcando varios de los textos
que aquí se publican se desarrolló baj o el título : El apremio clínico de la
metapsicologíay su retorno en la enseñanza. L o que determina como pri
mer movimiento la reconsideradón y desarticulación de l a tradicional dis
Haber elegido el nombre de Cuadernos de metapsicología para esta
tribución entre teoría y práctica, general y particular, abstracto y concreto y,
publicación me insta a presentar algunos comentarios sobre los dos térmi
en definitiva, metapsicología y clínica. Lo .cual nos conduj o por añadidura
nos. Podemos decir que hay un uso tradicional del nombre Cuadernos, se
puede constatar en Cah iers du cinéma, Cahiers pour la psychanalyse, Cua a una s egunda cuestión: ¿de qué manera les llega la dimensión de las difi
dernos dejazz, los famosos Cuadernos hispanoamericanos, Cuadernos de cultades de la práctica, esto es de la clínica psicoanalítica, a los alumnos de
grado (y hasta podríamos decir de posgrádo)? ¿Se enseña clínica cuando se
filosofia 1, los Cuadernos de guerra de Sartre. No podría decir. rotundamente
les habla de clfnica? ¿Qué incidencia tiene· en esto que los profesores sean
que en todos los casos esto involucre un género de escritura, pero segura
analistas?
mente podríamos observar los rasgos que atraviesan a esas publicaciones y,
Se podrá constatar que en diferentes artículos se reiteran algunas re
por supuesto, los que quisiera que le otorguemos a la nuestra.
ferencias bibliográficas o citas, esto responde a lo que acabamos de señalar,
Los cuadernos de Sartre invocan una escritura de resistencia, diaria y
que en su mayoría- los trabajos provienen de manera directa del tema de la
fragmentaria ("la forma 'cuaderno' juega un papel importante; esta forma
investigación. Conviene advertir, quizás para ser encarado en próximos nú
de escribir, libre y quebrada, no está sometida a ideas preconcebideas, se
escribe cada día según la inspiración del momento y se hace el balance meros, que también estos Cuadernos puede o.fi:ecer un lugar propicio para
indagar la pregunta de qué es investigar en psicoanálisis y qué es hacerlo
cuando se quiere "), que con la idea de una casi caducidad inmediata, ·con
además en la Universidad. Qué introduce en cuanto a los géneros académi
siguen sin embargo una persistencia más allá de las circunstancias.
. cos y qué tipo de resistencias ha sufrido y construido.
En nuestro caso pretendemos hacer uso del sentido de anotaciones/ .-·
56
Vigencia de lo metapsicológico medida el tratamiento que hace el propio Freud, para el cual el problema de
la fu�rza y el sentido son una sola y misma cosa. De todos modos Ricoeur
analiza con rigor las vicisitudes de la economía freudiana, la aparición de
una e.nergía extraña, no mensurable: "la libido como el .prirner concepto
Carlos Kuri
energético sin ser anatómico'\ y hasta el lugar determinal)te (esto quizás
sea.lo más atractivo), de l o clínico para la consideración de lo cuantitativo
¿Qué involucra hablar actualmente de rnetapsicología? ¿Estamos ante (la cantidad deriva .de la clínica por las representaciones hiperintensas . que
un pensamiento en desuso; lo tópico, lo económico y lo dinámico ha sido sufren las histéricas). Aún así, la presión d e un orden de problemas filosó
ficos al que debería responder el Freud de Ricoeur ( determinismo o teleo
relevado por simbólico, imaginario y real?
logía, o el programa hermenéutico mismo), señalan .la ajenidad que posee
Por supuesto que esta pregunta hay que ubicarla en otra, que si bien
la· práctica en su estudio. El apremio que la práctica impone en la reflexión
ha de intervenir de manera c onstante en estas páginas, no la afrontaremos
teórica no tiene un papel rector o sencillamente no lo reencontrarnos de ese
de modo sistemático: ¿;Qué lugar e -intervención tiene lo actual (ya sea en la
modo en Ricoeur: ri.o encontrarnos la altendad con que l o clínico infiltra a
figura de actualización que 'lo� problemas de la época' l e impondrían a la
la rnetapsicología (siempre demandándole nuevas argumentaciones) y que
clínica --esteriotipado tema de Congresos- 'o con la fórmula insistente y
la hace precisamente rnetapsicología, sino, por el contrario, prevalece el
difusa del progreso teórico en el discurso psicoanalítico)? P or lo demás hay
tributo que Ricoeur busca hacerle rendir a Freud con el dominio de lo Uni
que añadir que esta pregunta implica o tra:, de l a que habitualmente se detec
versal entendido . corno Cultura.
ta la respuesta operando de modo obvio y con escasa argumentación: ¿Lacan
El caso de Assoun probablemente s ea el que nos comprometa más
es la superación de Freud?
cercanamente. La circulación de sus trabaj os declaradamente rnetapsico
Voy a distribuir la incidencia de lo metapsicológic0 alrededor de tres
lógicos han dejado una impronta dificil de esquivar. La indagación que
problemas: los distintos ensayos que en los últimos 40 años buscaron irida
desarro lla de las influencias o filiaciones epistemológicas que impregnan
gar o resucitar esta dimensión del psicoanálisis; lo específicamente con
la metapsicología, la emergencia y la ubicación y razón histórica de los
ceptual; y, por último, considerar lo que en Lacan s e transcribe como me
términos, poseen una importancia indiscutible. Hay que decir sin embargo
tapsicolo gía.
la ,diferencia de tratamiento y de tono que existe entre su·.trabaj o Introduc
ción a la epistemologíafreudiana, sin dudas el más interesant�, y los poste
I. La historia y las confusiones
riores .(Jnt7·oducción a,. la metapsicología freudiana; La metapsic.ología;
Freudy los.filósofos: FreudyNietszche; Freudy rVittgenstein), que p endulan
Las posiciones que dispusieron una requisa explícita y
entre reseñas introductorias y proposiciones que buscan expandir la rnetap
una éspecie de reivindicación de la metapsicología en los últi
sicología pon una terminología extrínseca e imprecisa ( "sujeto angustia
mos años p odrían resumirse en tres nombres: Ricoeur (la metap
do"; "subj etivación de la pulsión" ) o evocadora de un lacanisrno disimula
sicología baj o el dominio de la h ermenéutica) ; Assoun (la
do ("Cosa sexual" , " acto" , "resto").
metapsicología como episteme) y Green (la ampliación de la
Sólo quisiera detenerme brevemente en dos términos · tesc�dos por
m etapsicología). Ninguno de los tres. se ene<uentran en la direc
Assoun que encuentro luminosos .para indagar lo metapsicológico, pero
ción en que entendemos la vigencia de lo metapsicológico .
que el domin.io epistemológico en el que define su trabaj o impide oír lo que
esos términos avisan. Me refiero a la localización de la revelación que ad
Si bien hay que considerar el trabaj o de Ricoeur Freud, una interpre
quiere en la rnetapsicblogía la palabra volS/tfufig.> (P.r�oX·i�oz:io). Y, por otra
tación de la cultura (1970) como uno de los más importantes en volver a parte, a·la caracterización de ia rnetapsicología .c;.or.p.p.:¿sQtérlca (en contra
poner atención sobre la estructura de la obra .freudiana, la distribución que poSición del carácter exotéri co, público, que adqu.irl ó' ..de inmediato el tér
gobierna su estudio, entre energética y hermenéutica, disuelve en alguna mino psicoanálisis).
9 La ubicación de un intervalo entre la tÓpica y la anatomía, entre la
dinámica y l a quirnica, entre l o económico y la fisica, q�e designa l a rela
ción asintótica que l� .metapsicol ogía tiene con los modelos cieJ!.tíficos, es
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señalada por Assoun con precisión; es allí en donde en las proposiciones de tíficos, por no tocar la orilla de una ftsica que permita una libido mensura.:
Freud se lee.el carácterprovisorio qu� le otorga a sus concepciones econó ble, y no alcanzar una tópica cerebral para lo inconciente o la sustancia
mica, dinámica y tópica: provisorio 'hasta tanto consigamos un saber posi química de las zonas erógenas. Pero esto, que es justo, queda encogido al
.tivo\ 'provisorio basta que la Ciencia confirme o mejore nuestras conjetu apoyarse en el ideal de cientificidad de las proposiciones freudianas, como
ras'. Pero al �:�quci.r esto a la relación de la metapsicología y la episteme del eje rector de su planteo. Esto eclipsa que en ese. intervalo Freud instaura
siglo x;rx, impide que se observe ·.una irradiación de lo provisorio en el una verdadera retórica como vehículo de las razones ana,líticas. Es la retó
discurso metapsicológico, en lo metapsicológico como discurso, . en el esti rica freudiana la q:U� hace funcionar a lo provisorio (el 'digo esto por ahora',
lo de funqa.w�.J..ltª_ci.9n fr§udiana, en sus marchas y contramarchas, en las 'el estar dispuesto a cambiar la definiqión si en el curso de la-investigación
afii!I).g.ciohes ·e¡:; su�pen�·o . Aquello que lo pr01>isorio2 introduce como fun s e presenta como necesario') en un intervalo itinerante, que lo encontramos
cionamiento en la argumentación psicoanalítica, queda en Assoun.retenido entre lo tópico y la localizaCión en la anatomía cerebral, entre lo económico
en nombre de la episteme. y lá termodinámica, pero también entre el Eros instip.tual y .Platón, entre
La.exposición de Assoun sobre el modo en ·que Freud toma los mode Tótem y Tabú y la antropología, entre el cuerpo histérico �echo de repre
los científicos con los cuales se formó, es absolutamente detallada y riguro sentaciones y la conversión charcotiana, entre e l no:J:I1inalismo lingüístico y
sa; haciendo un tejido de conceptos a partir de los nombres y sus influen la represent.ación-cosa/representación-palabra.
cias, desfilan entre otros: Helmholtz, Fecbner, Herbart, Brücke, Darwin3 • Cqnsiderar esto nos dej a en condiciones de afirmar que la potencia
Es en medio de esos detalles específicds del contexto científico de Freud, de lo provisional reside en el modo metapsicológico de ensayar razones de
en donde constata la repetfción del significante vorliiufig, que interviene carácter general f�ente al apremio de una práctica de lo singular.
para indicar que entre los conceptos que Freud construye y·la terminología
e ideales (termodinámicos, fisiológicos, a:¡¡atómicos) que adopta, produce ap
El nombre de .mei sicoiogía -simultáneo a la presentación pública
una subversión, un 'espacio' que no termina de transitarse entre, po/ejem del nombre psicoanálisis (1896)-, efectivamente parece reservarse a un ejer
plo, la libido y su medición energética. cicio conceptual para un grupo de iniciados, esto es; la. caracterización de lo
Sin embargo el titulo que Assoun coloca a esta parte de su texto re metapsicológico como esotérico, tal la idea de Assoun, ofrece, frente a lo
sulta suficiente para entender que al mismo tiempo que descubre lo que exotérico del término 'psicoanálisis', un contrapunto atractivo. " ¿Es verda
sucede e:n el discurso metapsicológico de Freud, encoge su dimensión cíe deral'l!ente metf)-psicología lo que bago?", el tono de la pregunta que en la
discurso: Assoun entiende vorliiufig como un intervalo imaginario y no Carta 84 le clirige Freud a Flie�s, a la espera aparentemente de una respues
como una acción discursiva, esto es, entiende que el intervalo es un espacio .
ta que no llegó, equivale para Assoun a " la práctica: epistémica freudiana
de inacabamiento y no un modo cliscursivo de la alteridad. Si creemos que que se nombra". Es la identidad epistéinica la que domina, el sitio y la im
la metapsicología es una episteme y no un e!)tado o un modo de argumentar, portancia que Assoun le otorga a lo esotérj.co metapsicológico.
el inte/-"alo ha de quedar quieto entre lq qu� s ejuega en esas tres dimensiones Pa,ra nosotros el va:lor se encuentra en otro lado. Aunque el enunciado
de la metapsicología; si bien señalando con preCisión la insuficiencia -afor resulte chocante y hasta ridículo, podemos decirlo así: los pacientes piden
tunada -del psicoanálisis por no haber alcanzado a cumplir sus ideales cien- un psicoanálisis, no una metapsiCología, se demanda un psicoanálisis, no
una metapsicología. Quiero decir que el nombre de metapsicología, que
históricamente avisa que los argumentos clínicos necesitan excetler el re
2. « . . . 'provisionalmente' -esto es, desde el principio estaremos dispuestos a cambiar la definición de la
·gama de objetos si en el curso de l a investigación esta posibilidad se presenta como necesaria-. De esta curso a la conciencia, es lo que da inicio a l a conversación entre analistas,
mane� se le confiere ·a la investigación cierta dirección, pero se la puede modificar en cualquier punton. inaugura un tráfico de términos y explicaciones que tendrá que ver también
(R. Tngarden. Das /1/erar/sche Kunstwerk; citado por !.. Lutereau en Lacan y el Barroco, Ed. Lumen,
Buenos Aires, 2009). con l a vigencia que estarnos buscando justificar, con un modo de da� razo
3: La ·genealogía ¡le la tópica proviene de una fisiologla como extensión de la fisica, derivada de la nes de lo clínico que s e emancipa de un orden de razones apuntalados en la
observación ·microscópica de la estructura histológica de la cclula nerviosa, reaHzada por Frcud en el
Instituto de BrOcke. La noción de representnciól' (Vorsre/lung), utilizada por Herbart para desplazar la episteme.
'psicología de las fuculrades' y ubicar alli fuerzas en oposición entre representaciones, l e pennitc a Fri:ud Comienza alli no exactamente la identidad epistémica, sino el trabajo
considerar la importancia de lo dinámico (del conflicto). Por otra parte, la influencia energctica que
poseen Fcchner y Helmholtz; en relación a la medición y regulación de las cantidades de excitación del discurso, de retórica freudiana, .de rectificación de lc;>s términos y·de sus
{principio de inercia neurónica) lo encauza a p�stular /o económico, una economía inherente al principio acentos semánticos, en definitiva una tarea con lo otro (iel concepto. La
de placer-displacer.
constitución de los conceptos metapsicológicos s e establece como ejerci-
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cio de a lterid,ad. La metapsicología instaura una zona de cruce entre inda., II. La marcha de los conceptos
gación y escritura también es e l punto en que se cruza Lacan con Freud. La
caracterización de esotérico nos permite pensar en lo que este discurso de Se trata de observar las tensiones y efectos argumentales
los conceptos impone como conversación entre analistas. Aquí se juntan que siguen provocando, en el tratamiento deproblemas delpsi
entonces lo esotérico con lo-provisional (vorliiufig): lejos de establecer una coanálisis, nociones oriundas de lo que se nombra como metap
identidad, estabilidad de la epistem�. cohesión y unidad de ].ln saber, prepa sicologta:· ·investidura, descarga, excitación, pulsión de muer
ra las condiciones para la ocasión de lo ad hoc, propió del pensamiento te, masóquismo primordial, ..represió_n.
m etapsico -
ló gi co : provisional : que podamos cambiar de rumbo cuando las
circunstancias clínicas lo requieran. Volvamos a nuestra pregunta de un modo más extenso: ¿Qué función
le otorgamo� al estudio de los trabajos met!'lpsicológicos de Freud, de lo
Mencionemos finalmente en lo que hace a 'este punto, unE\ posición metapsicológico como r?-sgo, a l a emergencia de esos conceptos en Lacan y
que si bien, como anunciamos, se puede resumir en ·el nombre de A. Green, a los cruces conc;eptuales en su obra y en los artículos contemporáneos en
confluyen alli varias pollticas actuales del psicoanálisis. En este caso l a donde esas nociones freudianas parecieran compartir la misma estirpe?
vigencia d e l o metapsico lógico padece la idea d e evolución y ampliación; Los efectos de conceptos tales como investidura (o carga), p ercep
es justamente por esto que la ' actualización' ha· dominado uno de los modos ción, pulsión, libido, represión, inconciente, representante de la representa
de reconsiderar la metapsicología;· Se trata de proposiciones que buscan ción, angustia, facilitación -por nombrar algunos al azar- no son sólo refe
agrandar la metapsicología, dar:le nuevas especialidades, como para alber rencias frecuentes, sino que · intervienen y presionan en la argumentación
gar, en la idea de un conocimiento progresivo; los avances supues�os del clínica y en nociones lacanianas como el goce o el significante. Considerar
psicoanálisis (podríamos decir que indirectamente se trata de controlar la la vigencia de Jo metapsicologico tanto en la contextura de las nociones
explosión, diseminante·y multiforme del discurso de Lacan). Así encontra como en el· modo de dar razones de lo clínico p ermite, entre otras cosas,
mos "la concepción psicoanalítica de los afectos", como si se tratara de · establecer un programa básico de prob.lemas que atraviesan el discu:r�so psi
ampliar el psicoanálisis atendiendo a cada una de las facultades psicológi coanalítico.
cas -una concepción para la inteligencia, para el afecto o para"la voluntad-, Bahnung; Abfitht; Besetzurig, para nombrar inicialmente tres concep
en lugar de preguntarifos , como lo hace Freud, qué son los afectos a p artir tos·en los cua-les algunos detalles, a veces señalados por Lacan, serían sufi
de1 descubrimiento del inconciente. En esta línea s e puede adscribir tam cientes para ac�ptar que en leves diferencias se deciden importantes discu
bién "la metapsicologla del vínculo ", tiza tercera tópica ", "el·proceso ter siones sobre el estado del psicoaná,lisis y sobre la argumentación que infil
ciario "�. Todo pa,rece dominado en un inverosímil requerimiento de au tra nuestra práctica.
mentar los temas que caigan b ajo la s ombra metapsicoló ica, en lugar de g Anuncio entonces con esto lo que revisaré de manera un poco más
observar l a porosidad de la argumentación metaps�cológica. Más que am detenida: el término Béihnung expone una oscilación entre lo que se presen
pliar la metapsicología se trata de observar qué alteraciones provoca sobre ta como facilitación, tal la traducción habitual, y articulación significante
lo metapsicológico, en su ejercicio discursivo, la actividad de los concep (dirá Lacan). Lq que se demuestra fundamental para considerar la asimetria
tos como razón de· lo cHnl.co. entre Abfo.hr (descarga) y Besetzung (carga, investidura, catexis) -sobre lo
Poi supuesto que .algo de esto hay en Foucault cuando piensa en Freud cual se sostiene tácita y al borde de la contradicción; la abusada noción de
como instaurador de discursividad, los conceptos nunca se quedan quietos, goce-.
obedecen la política del -retomo, lo que queda por leer, lo que nunca dijo En el Proyecto de una psicología p(lra n,eurÓlogos ( 1 89 5), Bahnung,
Freud y que sin embargo contiene la látencia de la enunciación. traducido, comQ dije, por facilitación, es urrtétiflíp.o::dite�:§jv.p,.,para l a prime
ra concepción de un aparato como "aparato neÜr.Ó ai'•;'- p (Pre-a:r;_uncio del apa
rato psíquico, en donde lo que importa es la condición de aparato, de una
memoria mecánica). Transfigurado de un discur.so neurofógico (Bahn "en
la neurología del siglo XIX designaba las vías nerviosas ';5). L a figura de
4. GREEN, A. "Notas sobre procesos terdarios"; en Lametapsicologla re visitada. Dejours, Ch.: "La troi.ñeme
5. HANNS, L. A: Diccionario de terminas alemanes de Freud, Ed. Lohlé-Lumen, Buenos Aires, 2001
Iopique", en Lecores entre biologie et psychanalyse. Zukerfeld, R.: "Acerca de la tercera tópica".
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vía, de camino, de "hacer transitable" el pasaj e de una neurona a otra (de sueño es dónde el término adquiere su exacta dimensión: para que el sueño
un� representación a otra) e� lo dominante en el concepto. Al punto que la alcance sus fines -por ejemplo la figurábilidad exenta de censura-, no se
reencontramos en el retomo· que la importartcia de lo económico tiene en requiere otra cosa ".que transitar las vías que ya encuentra facilitadas (ge
Nfdsaliá de/principio delplac'ér: " ( . . .) en su avance de un elemento a otro bahnt) en el pensamiento inconciente"8•
la excitación tiene que vencer una ·resistencia, y justamente la reducción de Hay que notar que el acento decisivo lo col.o ca aquí la expresión "de
ésta creg la �mella permanente de la �xcitación (la traza, el camino facilita terminadas vías". El tipo de vías en las que piensa Frerid éondtice la noción
do -faciÍitaci6i:.ilBahnung-) ( . . .)". E's fácil encontrar en está huella el modo de descarga a un impasse. Los medios de 'descarga' atañen a la conversión
en que la f�c�)j!¡¡t�JQfbO..f!C:c.f?. Ja figu�a de la memoria como traz�, como es- histérica, a la satisfácción del chiste y, si se quiere invocar al cuerpo, para
• -'U.- 1 . ........ �.·""·
!"!• �·! •. r. •""'_. .�.;. • • • no desentendemos qe que el aparato freudiano lo tiene en su base con la
entura, y ü!Ci:'�tra.hsitát. qúe'.Pemiite el cammo de las mvestiduras 9 de las
· pulsión, podríamos incluir hasta el problema del orgasmo. Quiero decir
cargas: sin embargo, para alcanzar la dimensión de lo qu� in��lucra el
que estamos hablando de vías que desvían, que fadlitpn/articulan un cir
concepto quiero señalar dos aspectos que exponen cierta ambigüedad be
cuito no motor, vías que articulan carga (investidura ...:.Besetzurig�): el sín
neficiosg. Por un lado 'las variantes co:q las qu� el propio Freud somete al
tom!l .O el plus del chiste, las escenas de un sueño, todo ello está muy lejos
térr:qino: .en el parágrafo '(3] de la Parte III del Proyecto, advierte de la per
de cualquier descarga motriz: Y, como decíamos, el orgasmo sólo podría
turbación que sufre la tendencia de segu'ir la mej or facilitacfón a raíz de lo
ubicarse en el abismo de la satisfacción o en su dificultad, como vicisitud
que llama investiduras colaterales, que no son otra cosa que el desvío que
del deseo, las vías a través de las cuales se l o interroga . están hechas de
la investidura-deseo, esto es una representación deseo, impone como una
huellas inves-tidas; de estilos del deseo.
modificación del nivel por donde circula la facilitación: la memoria consis
Este enfoque h�y que sumarlo a otras razones que también llevan la
te en facilitaciones, que no son alteradas, pero que valen para un determina
noción de descarga a un calleJón sin salida: en lo que hace a la energía libre,
do nivel, el deseo introduce un desnivel en el circuito mnémico, y el camino
la movilidad de cargas (que implica por ejemplo desplazamiento y conden
obedece ·en ese· ·cas·o, más que a la mejor facilitación, a "la v�cindad ci'e la
sación), claramente no es igual a descarga. Como por otra parte en lo que
investidura-deseo de l a Vorstellung'45• Esto 9,ej a en claro que Y,a para Freud
respecta a la energía ligada,.que remitiría a lo preconciente y a percepción
la contigüidad no responde a la inercia de registros el!)píricos sino ·a los acen conciencia, enc·ontramos que requiere para su ligazón, de 'menor descarga
tos impuestos .por el deseo. Lo que justifica sin dudas el deslizamiento que de investidura', lo que mantiene l a distancia entre l o preconciente y el polo
Lacan procura sobre el térl!)ino, cuando conduce facilitación a la noción de motriz e impide que conciencia se coE.funda con descarga. Dejemos insta
articulación sign,ificante; no es forzado pensar entonces en Bahn.wzg como arti lado entonces una prímera condición: la-. noción descriptiva, fisiol6gica o
culación significante en el marco de la vigencia metapsicológica que bus sexo/6gica (no hay una nc;;ción exactamente psicoanalítica, únicamente su
camos. defecto) de descarga, ·queda sin lugar-en la m etapsicologta;
El otro aspecto al que quiero darle importancia es una llave de paso Estos comentarios se dirigen por lo· pronto a advertir que es por este
para el otro término que puse en esta breve lista, apunta a la distancia que el cauce donde..encontramos la medida de comentarios de Lacan, que aunque
término B ahnung tiene con Abfuhr (descarga). Digo esto porque la idea de intermitentes, despiertan la latencia metapsicológica del discurso freudia
vía de facilitacion se ha entendido como el camino tra sitable que el apara no, y · aunque se trata de afirmaciones conocidas, enmarcadas en lo que
to psíquico encuentra para l a descarga. Si bien es posible encontrar un sen estamos señalando modifican, mejoran creo, un poco su sentido :' "Todo el
tido del término en tanto "acciones de descarga que siguen determinadas esquema qu-e soporta fantásticamente la idea de la descarga de las tensiones
vías'17, es indispensable analizarlo bajo las líneas de fuerza del aparato freu pulsionales, está 5Qstenido sobre la-base de la func.i on de la detumescencia
diano. Siempre la facilitación opera como ttayecto ·en cuanto a la memoria que impone este l:ímite al goce ( . . . ). En la pulsión no se ·trata en modo
freudiana; es decir, en las formaciones del inconcil:mte y en la resistencia alguno de energía cinética, no se trata de algo que. va a regularse con el
que la asociación libre de sus pacientes expone (hay que mover simultánea mov:imiento. La desca,:-ga en juego es de otra natu¡;-al�za, y s e sitúa en otro
mente la resistencia en el discurso ylaresistencia•que interviene,.liviana o plano ( . . . ) . La constancia del empuje veda toda asimilapión de la pulsión a
densa, entre una huella y otra). Me refiero a que cuando Freud se·enfrenta al una función biológica, la cual siempre tiene un ritrno"9•
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III. ¿Metapsicolo gía l acaniana? Están allí entonces, al modo de una transcripción de lo metapsicológico en
Lacan, el descentramiento del sujeto como el más ailá. de la psicologia y el
Lejos de considerar una correspondencia lacaniana- de inicio conceptual del go ce como consecuencia de los problemas económi
la m etapsicología o establecer una clasific ación de conceptos cos del más allá del principio de placer -determinante de la segunda tópica-.
lacanianos que posean, anaiógicamente, estirpe m etapsi Con esto nos dirigimos a desplazar la metapsicología desde el lugar
cológica, se trataaesituarlospuntos que en Lacan s.?_ transcribe de complemento gnoseológico de l a práctica (de la metapsicologia como
lo metapsicológico y el modo en que su discurso se sitúa en 'decisión de entender', de un 'conocimiento en cuanto a lo real clínico', tal la
inter-locución10 con losproblemas abiertosporFreud. El campo idea de Assoun) a la metapsicologia como discurso permeable a las pregun
freudJano es lo metapsicológico, no ·COmo identidad epis tas suscitadas en lo clínico. Se trata de esto cuando se invoca l a célebre
temológica, sino como lo otro de los c�mceptos que circulan hechicera' de l a dígresión de Freud en Análisis terminable e interminable:
entre Freudy Lacan (probablemente declarado en el "soyfreu " Si se pregunta por qué den:oteros y con qué medios acontece ello (la clau
diano " dicho por Lacan en 1980). dicación de la pulsión en cuanto a su satisfacción), no es fácil responder.
Uno no puede menos que decirse: ' Entonces es preciso que intervenga la
bruj a' . La bruj a metapsicologia, quiere decir. Sin un especular y un teorizar
"Creo poder demostrar que ( . . . ) para leer toda la metapsicología freu
metapsicológicos -a punto estuve de decir: fantasear- no se da aquí un solo
diana, es indispensable servirse de l a distinción d e planos y relaciones ex
paso adelante. Por desgracia, los informes·de la bruja tampoco esta vez son
presada por l o s términos simbólico; imaginario y real " . Hay que observar
muy claros ni muy .detallados. Tenemos sólo un punto de apoyo -si bien
en .esto la operación más. célebr.e de transcripción, un reordenamiento -y no
inestimable-: la oposición entre proceso primario y secundario, y a este he
un reemplazo o superación- provocado por el ret0.\110 a Freud, que parece
de remitir·aquí" . Con el 'fantaseó' Freud está nombrando un estado del dis-
reinscribir el tríptico freudiano inserto en las tópicas, con estos tres nom
"cur.so , el del:'ensayo (que él mismo utilizaba para calificar tanto a sus escri
bres bautismales de Lacan. Lo mismo sigue sucediendo, muchos años más
"tos metapsicológico� como a sus historiales clínicos), proclive a los des
tarde, cuando real, simbólico e imaginario, transcribe y se deja a su vez leer
víos .y conjeturas, punto en que l a identidad de pensamiento le hace lugar al
podnhibición, síntoma y angustia; quizás la zona freudia,na en donde la
:.pensamiento como alterida.d, como lengua.
metapsicología alcanza su. estado clínico: cuando l a metapsicología es la
Esto último nos deja en condiciones de establecer algunas proposi
c1ínica 1 1 •
ciones: la metapsicología es el vehículo por donde se instala la posibilidad
" ¿Por qué decidió Freud introducir éstas nuevas n o ci ones meta
de argumentación ant;J.lítica. L.a aparición en los escritos, en los artículos,
psicológicas, denominadas tópicas, que se llaman yo, superyó y ello? En la
en las ponencias, en los cursos, esporádica pero inevitable, de términos con
experiencia iniciada tras su descubrimiento se produj o un viraje, una crisis
carga metapsicológica, no son usos débiles, sino verdaderos indicios de que
concreta. En' una palabra, el nuevo yo Ue), con el que se tema que dialogar,
.la conversación entre analistas .no podría �ndar sino por esos significantes.
al cabo de cierto tiempo se negó a responder". Esta perspectiva es l a que
Indicios de que allí encuentran lo metapsicoló'gico como vehículo de una
reconocemos en nuestrá insistencia sobre que · el estatuto de lo m etap
lectura .de retomo y de la instauración de una conversación, es esto la ins
Sicológico n o es causa de si mismo, el apremio de lo clínico encuentra en
tauración de una discursividad: la metapsicología es lo otro que permite
esto una búena figura, que l a crisis de la técnica psicoanalítica, el punto en
que la conversación no sea entre sem� antes, que entre analistas (a veces)
que el yo dej a de responder, en 1 920, es cuando Freud decide introducir sus
haya más argumentación que comunicad ón, lo que ofrece además una prueba
nuevas nociones metapsicológicas. "Y si se lee con atención lo que escribió de la eficacia de lo en.sayístico en la instauración de un saber13• Es también
a partir ·de 1 920, se advierte ·que hay un estrecho lazo entre esa crisis de l a
" 1 2•
lo que permite salvaguardar la pregunta ..cJ.ípjgª'·º-� jª ccm1;r:t;�eña, la jerga o
técnica que había que superar y 1 a faori c a.ci ón d e estas nuevas noGi ones de cierta. c onsecuencia afásica de la top�i �gt
a;,:g�:n)�:ii a6�:�: t
Finalmente, que estos. significantes de lo metapsicológico sean con
1 O. La interlocución como registro teórico de las influencias e s una idea que puede encontrarse en Nora siderados como vehículo entre los analistas, . .involi.1crá una cuestión ética.
Trosman en "Interlocutores filosóficos de Lacan" (puede verse en !mago Agenda, mayo 2009 o en In
.fundamentación del programa del Seminario del ·mismo nombre correspondiente a la Maestrla en
psicoanálisis de la Facultad de Psicologla UNR. 1 3 . Convcndrla aquí tener en cuenta el modo en que Foucault provoca una cs�isiól} entre saber y cpistc:mc en
! l. Seminario 22. R.S.I., clase del 13/0Sns. su Arqueologla del saber.
12. Seminario 2; clase l; "Psicologla y metapsicologla".
18
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"Si aferramos ( . . . ) de cerca lo que se puede llamar 1� evolución de la
metapsicología freudiana, es porque. es aquí donde podemos pensar hallar . . . ,
podría p.ndar sin ella; allí se cuela, aprovecha su porosidad, se aviene -sin
impostación- a lo inesperado : "Co�sidero -le escribía Freud a Ferenczi
que no ·hay que elaborar teorías; éstas deben caer de improviso en la casa,
como huéspedes a los que no se había invitado, mientras está uno ocupado
en los detalles... ". Lej os del amparo de las sistematizaciones o fórmulas, en
la metapsicolo·gía estamos ante un pensamiento condescendiente con el
detalle clínico., el otro modo d.e decir la diferencia que busca Lacan entre
los conceptos (amo) como citas de clausúFa y la separación entre saber y
verdad (restricción incesante, trabajo de analista). Es el trabajo incesante
del retomo de lo no leído de los conceptos, del enrarecimiento de los su
puestos, es la alteridad metapsicológica, con la que ·
tanto insistimos, la que
comanda esta separación.
Bibliografía
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