Trabajo Final de Antropologia

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GUÍA PARA ENTREVISTA

MITOS Y CREENCIAS SOBRE EL ORIEGEN DE LA ENFERMEDAD Y SU


PROCESO VURATIVO EN REPÚBLICA DOMINICANA.

O. Datos del entrevistado/a


Nombre: Cando Jiménez lugar de nacimiento: hondo valle, Elías Piña
Nivel educativo: ninguno Estado civil: Unión libre Ocupación: Agricultor y
curandero
1. ¿Cómo usted aprendió a curar? ¿Nació con esa capacidad o la
aprendió de alguien?
Desde pequeño fue viento esta practica y le causo interés y fue aprendiendo de
nuestros vecinos y hermanos haitianos ya que en la localidad había esta
necesidad de curanderos ya que los médicos no eran muy abundantes en esa
zona
2. ¿A qué edad usted empezó a curar?
19
3. ¿Qué usted se considera: curandera/o, brujo/a o mago/a?
curandero
4. ¿Sabe usted qué es la magia?

5. ¿Cuáles enfermedades usted sabe curar?


Pecho apretado, papera, migraña, mal de ojo, pasmo, golondrinos, mal de
boca,
6. ¿Cuáles plantas medicinales usted usa para preparar los remedios que
da a sus usuarios?
Ruda, romero, caldo santo, anamú, hierba buena, melaza, hoja de dragón, palo
de burro, maraquinta, cicuta, campana, molleja de gallina, hinojo, orégano
poleo, gratey, llantén, apazote, copada, tua-tua, árnica, hierba luisa, zen,
peonia, cicuta, violeta, etc….
7. ¿Sabe curar el mal de ojo? ¿Conoce la causa que lo produce?

8. ¿Invoca algún espíritu o algún santo en sus curaciones?


Si, en José Gregorio Hernández
9. ¿Sabe leer la taza, las barajas y las manos?
Si, leo los 3. Solo lo hago si me lo piden.
10. ¿Sabe usted curar el mal de amor? ¿Cómo lo hace?
No
11. ¿Ha tenido algún conflicto con pacientes disgustados?
Que sepa no
12. ¿Ha tenido algún problema con determinado profesional de la salud?
no
13. ¿Qué ganancias usted percibe por sus servicios?
Marco teórico
El curanderismo
Un curandero es alguien que no cuenta con un titulo oficial para el ejercicio de
la medicina, pero de todas formas desarrolla practicas curativas. Estas
personas ejercen la llamada medicina tradicional, que se basa en creencias,
experiencias y practicas que pueden ser o no explicables.

Un curandero es un sanador tradicional que utiliza elementos naturales para


curar medios tanto físicos como espirituales. Por ello, su posición antropológica
puede incorporar también los roles tradicionales del hombre que cura y del
chaman. Sus funciones van desde proveer curación a enfermedades mentales,
emocionales, físicas y espirituales mediante tratamientos herbolarios y
masajes, hasta la purificación del espíritu y la sanación de males mágicos con
ayuda de espíritus y deidades.

Existen curanderos y curanderas especializados en una técnica o disciplina


como son las yerberas (hierbas), oracionistas (rezos), hueseras(huesos),
parteras(partos), etc.

En la cultura latinoamericana, el curanderismo es un remanente moderno de


antiguas tradiciones mágico-religiosas profesadas por los pueblos originarios
del continente americano previo a la llegada de los europeos, muchas veces
sincretizadas con las practicas religiosas occidentales modernas. Su practicas
religiosas occidentales modernas. Su practica antigua se encuentra atestiguada
por los códices precolombinos y documentos coloniales, y su amplia difusión
moderna por los testimonios etnográficos contemporáneos.

Actualmente las practicas de curanderismo en América se han extendido más


allá de los países latinoamericanos, y desde la década de 1990, es común
saber de curanderos en las ciudades del norte de Estados Unidos.
La medicina popular

En ciertos aspectos, la tarea de la medicina popular guarda relación con la


medicina académica: curar a los enfermos mediante conocimientos adquiridos.
Decidimos emplear medicina popular como concepto que engloba a las
practicas medicas no institucionalizadas. El término “curanderismo” aparece en
las fuentes como una referencia peyorativa a estas prácticas o como sinónimo,
aunque el, aunque el concepto hace mención a la implicancia de la religión en
los tratamientos. En esta investigación adoptamos la nominación nativa que
aparece en la documentación a fin de restituir la voz de los sujetos sociales del
periodo estudiado.
La medicina popular está basada en acciones y conocimientos de la tradición.
La tradición significa la transmisión de conocimientos y prácticas de una
generación a otra, pero que está sujeta a cambios y modificaciones a fin de
sobrevivir y no ser considerada obsoleta. Es decir que las resignificaciones de
costumbres, prácticas y creencias, entre otras cosas, se adaptan a los tiempos
en los que se dan, en un juego entre el presente y el pasado que continúa vivo,
pero con sus matices.

Elegimos esta noción porque nos permite comprender una de las razones por
las que las personas en situaciones específicas preferían acudir a un curandero
antes que a un médico. El término “tradición” implica un anclaje cultural de
ciertas prácticas, en este caso médicas, que pueden ser de difícil desarraigo en
la población. Como bien se puede ver en la actualidad, los patrones de
racionalidad occidentales, que engloban tanto lo referido al comportamiento
cotidiano como a las prácticas científicas (como curaciones), aún siguen siendo
cuestionados y puestos muchas veces en duda por sociedades, sectores de
estas e incluso personas que optan por otro tipo de prácticas.

Para muchos de los personajes mencionados en la documentación que


analizamos, las prácticas ligadas a la medicina popular carecen de racionalidad
y se describen como resabios de barbarie, pero en el seno de ciertas
tradiciones poseen una determinada lógica. Dentro del espectro de creencias
de la sociedad bonaerense de fines del siglo xix no era contradictoria la
presencia de curanderos y médicos en el mismo territorio. Por el contrario, en
el discurso de ciertos sectores de la academia, la administración estatal y la
opinión pública de esa época, la creencia en curanderos u otro tipo de
sanadores era condenada por no formar parte de los cánones de lo
interpretado como civilización. En otras palabras, se lo considera obsoleto.

Las costumbres como mecanismo de reproducción cultural no son fácilmente


reemplazables ni modificables en las sociedades, por lo que los dispositivos de
legitimación pueden tardar en ser aceptados por la población. De esta forma,
durante el proceso de medicalización comenzado a mediados del siglo xix
convivieron los médicos diplomados junto con los médicos populares. En este
capítulo nos centramos en las representaciones sobre la medicina popular y en
las causas según las cuales sus consumidores y detractores acudían a ella. En
primer lugar, presentamos un panorama económico-político de la provincia,
como así también demográfico, a fin de comprender la coyuntura en la que se
dieron los casos por analizar.

En segundo lugar, explicamos qué leyes se sancionaron para regular la


práctica de la medicina y cuáles fueron sus alcances y limitaciones, para luego
finalmente en el tercer y cuarto apartado centrarnos en las representaciones y
en las razones por las cuales la medicina popular tenía relevancia, según
distintos actores, en la provincia de Buenos Aires durante el periodo
contemplado.
Para ello examinamos la situación en la que se dieron casos caratulados como
ejercicio ilegal de la medicina del Departamento Judicial del Sud de la provincia
de Buenos Aires y el de la Capital de la provincia en La Plata. En las carátulas
podremos apreciar la tipificación bajo el rótulo “ejercicio ilegal de la medicina”,
aunque para nuestro análisis empleamos las categorías medicina popular y
curanderismo específicamente tal como ya las definimos. Aunque antes de
ahondar en los casos judiciales es necesario señalar la legislación y su
instrumentación, así como también sus limitaciones.
En otra sección de este capítulo analizamos las causas de la propagación y
existencia de la medicina popular desde la prensa de principios del siglo xx.
Estos artículos permiten reconstruir la visión creada desde la opinión pública
sobre los médicos populares, como también así la de los médicos,
responsables en parte de la presencia de estos personajes en la provincia de
Buenos Aires.
Introducción

La medicina popular son las prácticas y los saberes del pueblo, transmitidas
oralmente por generaciones para resolver los problemas de salud-enfermedad
de la comunidad. No es académica, ni es resultado del conocimiento oficial de
la ciencia occidental. Todos estos saberes surgen como resultado de un
sincretismo cultural en el que se mezclan los conocimientos indígenas,
africanos y españoles.

A eso se le suma la falta de credibilidad en los doctores que ha venido


creciendo durante muchos años. Bien se sabe que para el dominicano la
familia es importante de ahí viene entonces la creencia de cualquier solución
que le permita ver a sus queridos en optima salud, sin importar si es cierto o
no, pero dejando como última opción al médico.
Conclusión
A pesar de los avances en la medicina, los dominicanos tienen una fuerte
creencia en los curanderos debido a que en numerosas ocasiones se pueden
escuchar historias de cómo casos imposibles para los doctores han sido
curados por curanderos y porque prefieren la medicina natural que no hace
tanto daño como los convencionales.
Como futura médico que soy debo tener claro este percance a la hora de
atender mi paciente. Debido a que no debo contradecirlos ya que debo de
respetar sus creencias, más bien debo de manejar la situación y así llegar a
resolver el problema.
La creencia en este tipo de medicina está muy lejos de desaparecer, pero se
debe de recalcar que la medicina tradicional está en todas las culturas, por lo
que creo que, si se tuviera los conocimientos necesarios acerca de las plantas
que se usan y los efectos secundarios que pueden ocasionar y quitándole la
parte de lo divino en ella, esta medicina alternativa seria de mucha ayuda para
los dominicanos
causas que haces a las personas recurrir a un curandero
el tipo de problemas de salud por los que se recurre a la medicina tradicional,
problemática asociada con el cotidiano vivir; el estrés, la tensión y los nervios;
padecimientos musculoesqueléticos; enfermedades relacionadas con los
diversos sistemas que regulan el cuerpo; problemas espirituales; enfermedades
provocadas y padecimientos asociados con la identidad cultural de hombres y
de mujeres.

Problemas asociados con el cotidiano vivir

De acuerdo con la percepción de los médicos tradicionales y de los usuarios,


entre los principales motivos de consulta se encuentran los problemas
amorosos (conseguir marido, novio, alejar al amante); los familiares (peleas
con los padres, los hijos, los yernos y nueras); los laborales (conseguir trabajo,
que salga algún negocio, promoción o ascenso en el trabajo actual); los
económicos (no alcanza el dinero, dificultades para cubrir las necesidades de la
familia) y los legales (pago de impuestos, deudas en el banco, etcétera).

Para los médicos tradicionales, los problemas de tipo amoroso, familiar o


económico tienen como consecuencia que las personas se depriman. Sin
embargo, según la percepción de los curanderos, la gente se queja y los
consulta para remediar sus conflictos amorosos y/o económicos y no por
sentirse tristes, deprimidos y/o enojados. Es decir, la demanda de cura es para
quitar el objeto o la causa del padecimiento, de lo que se deduce, con bastante
claridad, que el demandante tiene la noción de que la tristeza, el enojo o la
preocupación son sólo los síntomas de la enfermedad. Así lo señala el relato
de Martha, quien se autocalifica como yerbera:

Una persona llegó conmigo, "señora yo vengo a que usted me ayude porque mi
esposo me está engañando" y llorando me dice: "yo quiero deshacerme de él,
yo quiero vengarme de él". ¡Deténgase!, le digo, ¿a ver qué pasa? Me empezó
a platicar toda su historia, empezó a llorar la mujer, empezó a desahogarse
como una criatura, entonces le dije yo, mira qué te parece si hacemos una
cosa, porque aquí conmigo no vas a encontrar nada de venganzas.

Yo estoy para ayudarlas, estoy para aconsejarlas si puedo, ya viniste, ya me


explicaste, ya te desahogaste, ya me dijiste que es lo que te pasa, ¿qué te
parece si hacemos una cosa? "¿Dígame señora que puedo hacer?" Mira yo te
aseguro que, si tu esposo te trató mal, no te dio dinero, sufren tus hijos. Si a ti
te está haciendo todo eso, yo quiero que entiendas una cosa, tú no te lo vas a
cobrar por tu propia mano, porque eso que a ti te está haciendo, otra persona
lo va a cobrar, porque en este mundo todo lo pagamos, buenos y malos...

El estrés, la tensión y los nervios

El estrés, la tensión y los nervios también se encuentran entre los motivos


primordiales por los cuales los curanderos perciben que son solicitados sus
servicios y conocimientos. Señalan que este tipo de padecerse están asociados
con una gran variedad de problemas emocionales y síntomas fisiológicos. Entre
los principales problemas emocionales asociados señalan las presiones y los
miedos característicos del cotidiano vivir en las grandes ciudades. La
desesperación, el consumo de drogas o alcohol por parte de algún miembro de
la familia y las diferencias generacionales entre padres e hijos. Entre la
diversidad de los componentes fisiológicos, con mayor frecuencia se
mencionaron cansancio, dolor de cabeza, dolores estomacales, temblores en el
cuerpo, presión arterial alta, inflamación del hígado, tensión muscular y que los
nervios se encuentren fuera de su lugar, débiles o quebrantados. Cuatro
pacientes mencionaron asistir con el curandero por problemas de este tipo.

La posibilidad de utilizar conceptos como nervios, tensión o estrés para


diversos problemas está dada por la construcción cultural que existe, es decir,
son conceptos que tienen un significado compartido dentro de la población
citadina y que son del dominio popular. Lo anterior permite que exista una
comunicación clara y directa entre el sanador y el usuario, de tal forma que, si a
una persona se le dice que está mal de los nervios, tensa o estresada, sabrá
claramente cuál es su problema, y entenderá el tipo de tratamientos que debe
recibir y las cosas que debe hacer para recuperar y conservar su salud. De la
misma manera, permite a las personas situarse en un territorio entre lo normal
y la locura. Es más, en la actualidad el estar nervioso, tenso o estresado podría
hasta conceptualizarse dentro de lo normal. La sociedad se ha acostumbrado
de tal forma a sufrir este tipo de padecerse que ya son parte de su vida
cotidiana y no los califica como problemas de salud.

Padecimientos musculoesqueléticos y enfermedades relacionadas con los


diversos sistemas que regulan el cuerpo

Dentro de la categoría de padecimientos musculoesqueléticos, los médicos


tradicionales incluyen las fracturas o quebraduras, las torceduras, los dolores
musculares, los golpes, los calambres y las hernias, entre otros. Para cuatro de
los pacientes, estos padecimientos fueron la razón para asistir con un sanador.

Dentro del grupo de enfermedades relacionadas con los diversos sistemas que
regulan el cuerpo se incluyen enfermedades del riñón, males cardiacos,
problemas respiratorios, problemas estomacales. También se consideran las
enfermedades crónicas y el evitar las intervenciones quirúrgicas. Según los
sanadores, la frecuencia con la que asisten personas con problemas
musculoesqueléticos o de los sistemas que regulan el cuerpo es inferior a la
relacionada con problemas nerviosos, económicos, familiares o amorosos.

Problemas espirituales

En lo que se ha denominado problemas espirituales, los médicos tradicionales


agrupan las enfermedades relacionadas con el alma o espíritu. Para ellos, las
enfermedades espirituales son el odio, el rencor, la ambición y los celos.
También, la pérdida del alma queda dentro de esta categoría. Dicha pérdida
puede presentarse por múltiples razones, entre las que destacan un accidente,
un susto, una sorpresa, etcétera. Si la persona pierde el alma, se queda sin el
control, ya que se le considera el elemento conductor del ser humano. Parten
de la creencia, heredada de las doctrinas mesoamericanas y de las
enseñanzas cristianas, de que cada persona tiene un alma singular y ésta es el
principio vital de su ser. Así, los problemas espirituales sólo pueden ser
curados por la misma persona que las padece y los curanderos sólo funcionan
como "espejos" para ayudar al paciente a reconocer el origen de su problema
anímico. Gustavo, médico tradicional, ofreció el siguiente relato:

Entonces el alma tiene otro tipo de enfermedades como son el odio, el rencor,
la ambición, los celos, que esos no hay realmente quien los cure sino
solamente uno. Podemos nosotros servir como espejos para reflejar los
problemas de salud del alma, para que tú los reconozcas y para que tú los
puedas solucionar, y hay métodos para dominarlos y hay métodos para
alcanzarlos y comprenderlos y aceptarlos en el caso necesario y convertirlos en
elementos que te permitan aprovechar estas fuerzas. En lugar de ser un
elemento destructivo se convierte en un elemento positivo.
Enfermedades "provocadas o puestas"

De acuerdo con los informantes, las enfermedades provocadas o puestas


también se encuentran entre los principales motivos de consulta. Se entienden
como enfermedades provocadas a todas aquellas dolencias que son causadas
por la envidia, la ira o los celos despertados en alguien. La persona que quiere
hacer el daño o mal generalmente es muy cercana a la víctima (amigo,
compañero de trabajo, vecino, familiar, rival, etc.). Para provocar el daño, se
acude con un "brujo" o "curandero que usa magia negra", quien a través de
encantos y conjuros envía el mal. La enfermedad así causada puede ser de
cualquier género (desde un dolor de estómago hasta la locura) y tener
síntomas muy diversos, pero generalmente son enfermedades sin una causa
aparente.

Todos los médicos tradicionales entrevistados señalaron con insistencia que


ellos no se dedican a provocar daño o enfermedades, que ellos sólo ayudan a
quienes las padecen. Del mismo modo, ninguno de los pacientes asistió con un
curandero para "hacer un trabajo" o "enviar un daño"; por el contrario:
acudieron como víctimas del mal.

La mitad de los curanderos creen que la brujería como daño mágico no existe.
En este sentido consideran que los individuos son convencidos por otras
personas o por autosugestión de que les están haciendo un daño, y esta
creencia es tan fuerte que ellos mismos se provocan la enfermedad. Esta es la
opinión de Gustavo, médico tradicional:

Hay métodos de brujería, como dicen y le pongo dos comillas a los lados, que
yo te trato de convencer, de hacerte un daño. Entonces te digo: "te voy a hacer
un daño" y el día de mañana encuentras en tu casa una muñequita de trapo
muy parecida a ti físicamente, atravesada con tres alfileres y tú sientes miedo.
Ya le permitiste entrar a esto y va a entrar y va entrar y te va a destruir igual
que la envidia que estamos comentando. Estos son métodos subliminales de
enfermar a la gente. Tanto autosubliminarte como otro agente externo te puede
subliminar".

Por su parte, la mayoría de los pacientes entrevistados consideran que sí es


posible provocar enfermedades, desgracias o accidentes por medio de la
brujería. Para ellos el daño no se realiza de manera fortuita, siempre existen
motivos muy definidos, y las motivaciones principales son la envidia y los
conflictos amorosos. Seis de los pacientes entrevistados (cuatro mujeres y dos
hombres) fueron en algún momento víctimas de una brujería. Para los dos
hombres y una de las mujeres, el mal fue causado a consecuencia de envidias,
mientras que para las tres mujeres restantes la causa estuvo relacionada con
conflictos amorosos. En esta sección sólo ejemplificaremos los casos
relacionados con problemas de envidia, ya que en la siguiente categoría se
verán con detenimiento los relacionados con conflictos amorosos. David
recordó lo siguiente:

Mira yo tenía siete años. Yo vivía ahí en el Centro, en una vecindad fea, ahí se
vivía lo peor, mariguana, cocaína, rateros, asesinos, de todo. Mi mamá tenía
que trabajar todo el tiempo, nosotros, todos mis hermanos, nos quedamos ahí.
Entonces, casi la mayoría de los que vivían ahí salieron malos, y a pesar de
que nosotros no teníamos quien nos cuidara, no salimos malos. Pues así fue y
nos agarraron envidia. Una vecina, no sabemos en qué forma me hizo daño a
mí, brujería. Los síntomas que yo sentía, empezaban yo a no sentirme de mi
tamaño normal, hacerme como hormiguita. Y a mí ya me daba miedo de que
me fueran a pisar. Yo no me hacía chiquito, en mi mente, mi mente era la que
se hacía chiquita, me hacía chiquito yo. Me tapaban y no quería que me fueran
a pisar, y por más que gritaba no me oían, entonces ya mi mente, ya estaba
loca…
Curanderos en República dominicana
Los curanderos son los proveedores de salud más accesibles para aquellos
que viven en áreas remotas o aquellos que experimentan barreras de acceso,
barreras económicas o lingüísticas. Su influencia se extiende más allá de sus
pacientes a una comunidad de forma más amplia.

Matilde (Vinéala) Brand, una joven madre de siete hijos de la provincia de


Monte Plata en República Dominicana, lo sabe muy bien. Ella ha estado
trabajando como curandera desde los 16 años, ayudando a las personas a
resolver diferentes problemas de salud, trabajo y familia por medio de la
medicina alternativa y natural por más de 10 años.

Sin embargo, como curandera tradicional, sabe que no todas las dolencias son
tratables por medio de métodos alternativos.

"Me gusta encontrar la solución a los problemas de mis pacientes; por eso
cuando no puedo resolverlos, busco dónde deben ir para que puedan ser
tratados”, dice Vinéala.
Nombre
Yazmin
Apellido

Martinez Montero

Matricula
100621325
Sección
35
Materia

Antropología aplicada a la medicina


Profesor
José Vásquez R.

Fecha
16-11-2022
Tema
El curanderismo

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