Abstraccionismo
Abstraccionismo
Abstraccionismo
Con su máxima expresión sobre el tramo final del siglo XIX, el abstraccionismo podría
catalogarse como una confluencia de los movimientos que dominaron el primer tramo del
siglo XX, Fauvismo, Cubismo, Futurismo, Pintura Metafísica, Expresionismo, y Dadaísmo.
Todas estas corrientes, y la radicalización propuesta por pintores como Cézanne, Van
Gogh y Gauguin, reformulan la escena pictórica, sacudiendo sus cimientos. El
abstraccionismo se apoya claramente en los colores y formas, lleva más allá el espíritu
sintético de los movimientos previos, y minimiza la importancia del tema subyacente en la
obra. Reformula el arte como libre, y como un fin en sí mismo, y al artista como portador de
una verdad esencial y vehículo del cambio artístico. Arte abstracto es el estilo artístico
que enfatiza los aspectos cromáticos, formales y estructurales, acentuándolos, resaltando
su valor y fuerza expresiva, sin tratar de imitar modelos o formas naturales. Surgió
alrededor de 1910, como reacción al realismo, e influido por la aparición de la fotografía
que provocó la crisis del arte figurativo, siendo una de las manifestaciones más
significativas del arte del siglo XX. El arte abstracto deja de considerar justificada la necesidad
de la representación figurativa y tiende a sustituirla por un lenguaje visual autónomo,
dotado de sus propias significaciones.
Este lenguaje se ha elaborado a partir de las experiencias fauvistas y
expresionistas, que exaltan la fuerza del color y desembocan en la llamada abstracción
lírica o informalismo, o bien a partir de la estructuración cubista, que da lugar a las diferentes
abstracciones geométricas y constructivas. El arte abstracto es un movimiento artístico
que surgió alrededor de 1910 y cuyo propósito es prescindir de todos los elementos
figurativos, para así concentrar la fuerza expresiva en formas y colores sin ninguna
relación con la realidad visual
Pintura abstracta
En la pintura abstracta, la obra de arte se convierte en una realidad autónoma, sin conexión
con la naturaleza y, como consecuencia, ya no se representa hombres, paisajes, casas o
flores, sino simplemente combinaciones de colores que intentan expresar la necesidad
interior. Una de las características principales de la pintura abstracta es el uso de un
lenguaje sin forma y la libertad cromática. El ruso Wasily Kandinsky es el artista que
impulsa la pintura no figurativa en Munich (precursor del abstraccionismo) a principios del
siglo XX. “En el campo pictórico, una mancha redonda puede ser más significativa que una
figura humana”, señala el pintor. Para él, el elemento interior determina la obra de arte.
En 1921 Kandinsky se traslada a Berlín dónde se incorpora a la escuela de diseño, arte y
arquitectura de la Bauhaus. En esta escuela se encuentra otro de los artistas destacados en
la pintura abstracta, el suizo Paúl Klee. El maestro explicaba en sus clases y en sus
escritos cómo los elementos gráficos (el punto, la línea, el plano y el espacio) adquieren
significado mediante una descarga de energía dentro de la mente del artista.
Escultura abstracta
A lo largo del siglo XX ha habido muchos artistas plásticos que han pasado por la abstracción.
La escultura abstracta persigue los mismos fines que la pintura abstracta. Hans (Jean) Arp,
pintor y escultor franco-alemán es uno de los máximos exponentes de este tipo de
escultura. Arp aplicaba las formas de sus pinturas en un arte de tres dimensiones,
desarrollando una iconografía de formas orgánicas conocida como escultura biomórfica, en
la que se trata de representar lo orgánico como principio formativo de la realidad. Otro de
los escultores que se fija en la abstracción es Naum Gabo Pevsner, con obras como
“Columna desarrollada” o “La columna de la paz”, dónde cuatro ángeles desean materializar
el espacio. El artista español Eduardo Chillida fue otro de ellos. Representante de la
abstracción plena, Chillida abandonó sus estudios de arquitectura para esculpir bloques
enormes de hierro en los que parece haber representado el punto de unión entre la
arquitectura y la escultura.
Actividad 1: en tu cuaderno realiza un mapa mental con la lectura anterior
Actividad 2: Observa la imagen, escoge un diseño y represéntalo a todo
color en la retícula.