La Fuente Gris

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LA FUENTE GRIS

Había una vez un niño que paseando por un bosque creyó


escuchar un triste lamento, como si lloraran cantando. Siguiendo el
ruido llegó hasta una gran fuente circular, misteriosa y gris. De su
estanque parecía surgir aquel sollozo constante; y al asomarse, entre
las sucias aguas de la fuente no vio más que un grupo de grises peces
girando en círculo lentamente, de cuyas bocas surgía un sollozo con
cada vuelta al estanque.

Divertido por la situación, el niño trató de atrapar uno de aquellos


increíbles peces parlantes, pero al meter la mano en el agua, se volvió
gris hasta el codo, y una enorme tristeza le invadió, al tiempo que
comprendió enseguida la tristeza de aquellos peces: sentía lo mismo
que sentía la tierra, y se sentía sucio y contaminado.

Sacó la mano del agua rápidamente, y se fue corriendo de allí.


Pero aquella mano siguió gris, y el niño siguió sintiéndose triste.
Probó muchas cosas para alegrarse, pero nada funcionaba,
hasta que se dio cuenta de que sólo devolviendo la alegría a la tierra
podría él estar alegre. Desde entonces se dedicó a cuidar del campo,
de las plantas, de la limpieza del agua, y se esforzaba porque todos
obraran igual. Y tuvo tanto éxito, que su mano fue recobrando el color,
y cuando el gris desapareció completamente, y volvió a sentirse
alegre, se atrevió a volver a ver la fuente.
Y desde lejos pudo oír los alegres cánticos de los peces de
colores, que saltaban y bailaban en las cristalinas aguas de aquella
fuente mágica. Y así supo que la tierra volvía a estar alegre, y él
mismo se sintió de verdad alegre.
Contesta.

¿Por qué estaban tristes los peces de la fuente gris?

¿Cuál fue la causa de que los peces se volviesen alegres?

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