Unidad V Remuneracion
Unidad V Remuneracion
Unidad V Remuneracion
A.- REMUNERACION
INTRODUCCION:
Conforme lo establece el art. 115 LCT, el trabajo no se presume gratuito,
constituyendo una de las características del contrato de trabajo la onerosidad de las
prestaciones recíprocas de las partes (para el trabajador, que busca obtener una
retribución por sus servicios y para el empleador que debe abonarla).
Esto es por cuanto, conforme lo expresa el Dr. Juan Carlos Fernández Madrid,
el salario, desde un punto de vista jurídico laboral, es el pago, es decir la percepción
económica a que tiene derecho el trabajador con motivo de la prestación de su trabajo.
También tiene derecho al salario aunque no preste tareas en tanto que ponga su fuerza
de trabajo a disposición del empleador y éste no lo ocupe o si la ausencia de prestación
efectiva se encuentra especialmente protegida por la ley (caso de suspensiones que dan
2
derecho a salario como licencia anual ordinaria, licencia por enfermedad, licencia por
matrimonio, etc.).
CONCEPTO:
Conforme lo señala el art. 103 LCT, la remuneración supone la
contraprestación que percibe el trabajador como consecuencia del contrato de trabajo y
constituye la principal obligación del empleador, como ya se ha estudiado.
Este concepto, además, se relaciona con la subordinación económica ya que
precisamente lo que caracteriza el vínculo es que una persona que sólo tiene como
patrimonio productivo su capacidad laborativa, pone a disposición de otra tal potencial
para que éste la utilice en beneficio propio comprometiéndose al pago de una
remuneración, salario y/o retribución. El trabajador tiene derecho a trabajar, como
resulta del art. 78 de la LCT, que consagra la obligación del empleador de darle
ocupación efectiva de acuerdo a su calificación o categoría profesional, y si pone a
disposición del empleador su fuerza de trabajo y éste no la utiliza o rechaza, la
prestación desde un punto de vista contractual se considera cumplida por mora del
acreedor. De ahí que si el principal no puede invocar una justificación legal (por
ejemplo: suspensión disciplinaria, por falta o disminución de trabajo no imputable al
empleador o por causa de fuerza mayor), debe abonar los salarios correspondientes al
lapso no trabajado. Respecto de los períodos de inactividad protegidos, como ya
dijimos, se trata de los supuestos en que la prestación resulta imposible sin culpa del
trabajador y media una disposición de la ley que obliga al pago de los salarios (caso de
licencia anual ordinaria, licencia por enfermedad, accidentes, feriados, licencias
sociales, etc.). La relación de trabajo reviste carácter oneroso y existe reciprocidad de
prestaciones entre las partes, por lo cual la remuneración siempre configura una
ganancia o ventaja patrimonial para el trabajador. Es por ello que se ha afirmado, en
principio, que todo valor percibido por el trabajador en el transcurso de la relación
laboral subordinada, constituye remuneración, careciendo de importancia la
denominación que las partes le den a las sumas abonadas, salvo que se acredite que
responde a la existencia de una relación de otra índole. Sin embargo, a pensar de éste
principio, el trabajador percibe, junto con la remuneración, otros montos que no son
considerados remuneratorios. Estas sumas son beneficios que tienen vinculación con su
situación familiar (régimen de asignaciones familiares) o que se traducen en mejoras de
su calidad de vida (beneficios sociales) y que la propia LCT ha considerado no
2
remuneratorio. Dichos beneficios tienen naturaleza jurídica de la seguridad social y su
objetivo principal es el de mejorar la calidad de vida del trabajador y de su núcleo
familiar a su cargo (Conforme Art. 103 Bis 1º párrafo in fine LCT)
Todo pago que es considerado remuneración está sujeto a aportes y
contribuciones, se tiene en cuenta para liquidar SAC, vacaciones, indemnizaciones, etc.
y es embargable dentro de los límites legales.
Las remuneraciones deben expresarse en su totalidad en dinero. El salario
mínimo debe pagarse siempre íntegramente en dinero y el básico de convenio debe
pagarse por lo menos en un ochenta por ciento en dinero, pudiendo solo el empleador
imputar el pago en especie hasta el veinte por ciento del monto de la remuneración
fijada para la categoría del convenio.
2
c. Insustituible: la remuneración no puede ser reemplazada, en su totalidad, por otras
formas de pago.
d. Dineraria: lo que indica que debe abonarse principalmente en dinero de curso legal,
encontrándose limitado el pago en especie (20 %).
e. Inalterable e Intangible: el empleador no podrá disminuirla unilateralmente porque de
esa manera estaría modificando una condición esencial del contrato (IUS VARIANDI);
así como tampoco podrá ser inferior al salario mínimo vital y móvil ni al mínimo
establecido en el convenio colectivo correspondiente.
f. Integra: el trabajador la debe percibir íntegramente (totalmente); sólo
excepcionalmente el empleador puede otorgar adelantos hasta el 50 % (Art. 130 LCT) y
se pueden practicar descuentos hasta el 20 %.
g. Conmutativa: con lo cual debe existir proporcionalidad entre el trabajo realizado y la
remuneración percibida.
h. Continua: las remuneraciones deben abonarse al trabajador durante todo el transcurso
de la relación laboral, sin interrupciones.
i. Alimentaria: porque constituye, en principio, el único medio de subsistencia para el
trabajador y su familia, al ser utilizado para solventar sus necesidades (salud, vivienda,
alimentación, educación, etc.).
j. Inembargable: por su carácter alimentario, el salario es inembargable hasta la suma
equivalente al salario mínimo vital y móvil (salvo por deudas alimentarias) y si lo
supera es embargable con ciertas restricciones. En el caso del embargo de la
remuneración por cuotas alimentarias, se traslada la tutela que la ley le asigna al
trabajador en alguien más desprotegido que es el menor.
k. Irrenunciable: toda renuncia del trabajador a la remuneración es considerada nula, por
aplicación del principio de irrenunciabilidad de derechos.
2
A su vez, cuando no existe ventaja patrimonial para el trabajador o no hay
contraprestación correspondiente al trabajo, no nos encontramos ante prestaciones
salariales (Ej: pago de indemnizaciones por despido, reintegro de gastos, pago de la
indemnización sustitutiva del preaviso omitido, las gratificaciones extraordinarias por
cese, las asignaciones familiares - provenientes de la seguridad social -, pagos a título
extralaboral, los beneficios sociales, etc.). Entonces, las prestaciones no remunerativas
son aquellas que se originan en la relación laboral pero que no se otorgan como
contraprestación del trabajo efectivamente realizado y tienen por objeto otorgar
beneficios o reparar un daño. Resulta fundamental diferenciar perfectamente lo que es
salario de lo que no lo es, pues esto nos sirve para poder determinar correctamente la
base de cálculo para el despido, pago del SAC, el pago de las vacaciones, los aportes y
contribuciones a la seguridad social, etc., en donde sólo se tienen en cuenta los rubros
salariales.
BENEFICIOS SOCIALES:
A la par de los ingresos económicos que el trabajador percibe con motivo de su trabajo
es frecuente que el empleador reconozca unilateralmente o pacte en los convenios
colectivos, prestaciones no remunerativas, no dinerarias, no acumulables ni sustituibles
en dinero denominadas beneficios sociales, que exceden el esquema contractual y
apuntan a mejorar la calidad de vida del trabajador o de su familia a cargo. Se
encuentran contempladas en el art. 103 bis de la LCT.
Como características de estos beneficios, podemos encontrar las siguientes: son
beneficios otorgados voluntariamente por el empleador; se conceden a todo el personal
de la empresa, sin distinción de categorías o funciones; tienden a beneficiar al trabajador
y su familia; no están relacionados con el trabajo realizado (ni con la cantidad ni con la
calidad), no poseyendo entidad de contraprestación; su finalidad es asegurar el goce del
beneficio por parte del trabajador y/o su familia, no siendo prestaciones dinerarias ni
sustituibles en dinero; tiene fines concretos (asegurar una mejor alimentación, proteger
la salud del trabajador, facilitar su capacitación, etc.).
Ahora bien, la definición del artículo 103 bis LCT precisa como beneficio
social a las prestaciones de naturaleza jurídica de seguridad social, no remunerativas, no
dinerarias, no acumulables ni sustituibles en dinero, que brinda el empleador al
trabajador por sí o por medio de terceros, que tiene por objeto mejorar la calidad de vida
2
del dependiente o de su familia a cargo. Este artículo expresa, en nueve incisos,
diferentes tipos de beneficios sociales: a) Los servicios de comedor de la empresa. b)
Derogado por el art. 1 de la Ley 26.341 c) Derogado por el art. 1 de la Ley 26.341 d)
Los reintegros de gastos de medicamentos y gastos médicos y odontológicos del
trabajador y su familia que asumiera el empleador, previa presentación de comprobantes
emitidos por farmacia, médico u odontólogo, debidamente documentados. e) La
provisión de ropa de trabajo y de cualquier otro elemento vinculado a la indumentaria y
al equipamiento del trabajador para uso exclusivo en el desempeño de sus tareas. f) Los
reintegros documentados con comprobantes de gastos de guardería y/o sala maternal,
que utilicen los trabajadores con hijos de hasta seis años de edad cuando la empresa no
contare con esas instalaciones. g) La provisión de útiles escolares y guardapolvos para
los hijos del trabajador, otorgados al inicio del período escolar. h) El otorgamiento o
pago debidamente documentado de cursos o seminarios de capacitación o
especialización. i) El pago de los gastos de sepelio de familiares a cargo del trabajador
debidamente documentados con comprobantes. La enunciación no taxativa del art. 103
bis de la L.C.T. permite a la jurisprudencia incluir en el concepto de beneficio social a
todas aquellas obligaciones que asuma el empleador con sus trabajadores que tengan por
objeto mejorar su calidad de vida (ej. beneficios a los hijos de los trabajadores que
estudian, ya sean textos escolares, mochilas y/o suplemento destinado a mejorar la
asignación por ayuda escolar, subsidio una vez finalizado el período pago por
enfermedad, medicamentos, etc). Entonces podemos concluir remarcando que el
artículo 103 bis tiene carácter enunciativo con lo cual debe considerarse meramente
ejemplificativo porque será beneficio social toda prestación que concuerde con la
definición legal.
2
vigente, en forma gradual y progresiva van desapareciendo estos beneficios sociales
para transformarse los importes de dichos conceptos en remunerativos. O sea que se
establece un mecanismo progresivo de supresión. Las sumas incorporadas fueron
incrementadas en un monto equivalente al que corresponde en concepto de aportes a
cargo del trabajador. Las sumas que adquieren carácter remuneratorio conforme lo
previsto por la ley integran la remuneración de los trabajadores sin integrarse a los
salarios básicos salvo acuerdo o convenio colectivo de trabajo que así lo resuelva.
TIPOS DE REMUNERACIÓN:
El salario, según lo establece el Art. 105 LCT, puede ser satisfecho en dinero,
especie, habitación, alimentación o mediante la oportunidad de obtener beneficios o
ganancias. Pero la parte más importante de la remuneración debe consistir en la entrega
de instrumentos legales de pago (dinero de circulación legal), porque así lo dispone el 2º
párrafo del art. 107 LCT, cuando establece que el empleador no puede imputar los
pagos en especie a más del 20% de la remuneración. La remuneración puede ser
clasificada desde diferentes puntos de vista:
2
trabajar. Es propio de las actividades administrativas y/o intelectuales, donde resulta
dificultoso medir el valor de lo producido.
2
trabajo que cause una merma en las remuneraciones de destajo. La obligación prescripta
por el art. 78 de la L.C.T. -de dar ocupación efectiva- se potencia en beneficio del
destajista. Esta modalidad de pago es común en el caso del trabajo a domicilio regulado
por la ley 12713.
Es de vital importancia en este aspecto destacar que el empleador siempre debe
asegurar la entrega del material y herramientas para el desarrollo de las tareas del
trabajador.
La suma que en definitiva perciba el trabajador en ningún caso puede ser
inferior al S.M.V y M ni al salario básico fijado en la escala salarial del convenio
colectivo de trabajo aplicable a la actividad (Art. 112 LCT).
2) Comisión: Arts. 108 y 109 LCT. Es una retribución que se establece en relación
a un porcentaje sobre operaciones concertadas por el trabajador. Se paga en relación a la
celebración de un negocio o al acercamiento de las partes para celebrarlo y se toma
como punto de referencia un porcentaje sobre el valor del negocio (en el caso de los
viajantes de comercio), o se mide por los kilos, metros o litros vendidos, o por el
número de operaciones realizadas. O sea que se tiene en cuenta la gestión del trabajador
en la obtención de resultados concretos y útiles para la empresa.
La comisión no se pierde por la inejecución del negocio debido a la anulación
del cliente, salvo que haya sido provocado por culpa del trabajador, o en el caso de que
el contrato fuese nulo.
Este carácter de salario por rendimiento lo hace esencialmente variable,
circunstancia que ha de gravitar para la determinación de valores diarios o mensuales
(lo que tiene incidencia en la determinación del SAC, salarios debidos por enfermedad o
vacaciones, base de cálculo para la indemnización por despido, etc.), que se extraen en
general mediante promedios en los que se ha de buscar un punto que permita establecer
el rendimiento normal del vendedor. Se debe respetar el salario de convenio o el salario
mínimo vital, en caso de inexistencia de éste. La comisión es la forma de remuneración
específica de los viajantes de comercio.
En el contrato de trabajo se puede pactar que se liquide individual o
colectivamente. Así, en la comisión individual se tiene en cuenta la actuación de un
trabajador determinado, que es el titular del derecho. Es decir, la percibe
exclusivamente quien realizó el negocio.
2
Cuando se pacta una comisión colectiva o porcentajes colectivos sobre ventas
(Art. 109 LCT) la unidad de cómputo es el rendimiento global de un grupo de
trabajadores y debe ser distribuida entre todos ellos, de acuerdo a la participación que
cada cual haya tenido en el negocio, según el criterio que se fije para medir su
contribución al resultado económico obtenido. Asimismo, la comisión puede ser directa
o indirecta. La primera es la que se devenga por cada negocio concertado por
intermedio del trabajador en su zona o con un cliente de su lista; la indirecta surge
cuando la empresa por sí o mediante un tercero, realiza un negocio con un cliente
correspondiente a la zona o cartera reservada del trabajador, pero sin su intermediación.
2
establecerse el reconocimiento de una gratificación en forma extraordinaria, por única
vez, lo que implicará su no exigibilidad a futuro por parte de quien fuera acreedor de la
primera y además no devengará cargas sociales el primer pago.
En conclusión, teniendo en cuenta lo establecido jurisprudencialmente, para
que el pago de las gratificaciones sea exigible por el trabajador, deben verificarse las
siguientes circunstancias:
a- Deben ser habituales: la habitualidad consiste en la reiteración de los pagos que
genera expectativas de seguir obteniéndolos con igual periodicidad. Se puede considerar
que la reiteración del pago lo transforma en habitualidad sólo cuando no depende de
ninguna otra condición o si responde a un motivo determinado; pero si en una
oportunidad se abona por el rendimiento del trabajador y en otra por presentismo, no
existiría una base objetiva para generar expectativa en el trabajador de que seguirá
abonándose en lo sucesivo.
c- Debe responder a servicios ordinarios: esto se refiere a que no puede tener como
causa la prestación de servicios extraordinarios, los cuáles, obviamente, no se cumplirán
en el nuevo período. Resulta ineficaz que el empleador oculte el pago de una
gratificación habitual otorgándola bajo otra denominación, ya que impera el principio de
primacía de la realidad, y las pautas establecidas anteriormente para determinar su
exigibilidad y su naturaleza remuneratoria. Tampoco serán válidas las reservas del
empleador si hace constar en el recibo de pago, por ejemplo, que se trata de un acto
voluntario y sin obligación legal alguna, utilizando expresiones como ―por única vez,
―como acto graciable, ni las renuncias que pudiera efectuar el trabajador a un futuro
reclamo. Esto es así no solo por los fundamentos que acabamos de exponer, sino
2
también por aplicación del principio de irrenunciabilidad de los derechos contenidos en
el artículo 12 de la Ley de Contrato de Trabajo. Otro tema a tratar es el de las
gratificaciones que se reconocen con motivo del egreso de un trabajador de la empresa.
Son por naturaleza extraordinarias ya que la causa (el egreso) no se operó con
anterioridad. Por ello, resultan aplicables las consideraciones que se efectuaron en
relación a las gratificaciones extraordinarias.
4) Participación en las ganancias o utilidades : el art. 110 LCT dispone que deben
ser calculadas sobre las utilidades netas de la empresa, es decir, las ganancias deducidos
los impuestos. La norma hace referencia no solo a la participación en las utilidades, sino
también a la habilitación. Esta es la denominación que se otorga a la participación en las
ganancias que se paga a los empleados jerárquicamente tomando en cuenta el resultado
global del negocio o de una parte determinadas. Dicha participación de las ganancias o
utilidades de la empresa están sujetas a que el empleador tenga ganancias y ánimo de
repartirlas. Se toman en cuenta para su cálculo las utilidades netas.
Constituye una forma de remuneración complementaria, poco habitual en
nuestro país a pesar del precepto constitucional contenido en el art. 14 bis ap. 1) última
parte, por la cual un empleador asigna a sus empleados una parte de las utilidades de la
empresa. Se trata de un salario diferido que integra el concepto de remuneración y por
sobre el cual procede reconocer la incidencia del SAC. Puede ser otorgada a todos los
trabajadores pero lo más usual es que se lo haga con los empleados jerárquicos
(gerentes, altos directivos, jefes de personal, etc.). Esta es siempre un tipo de prestación
adicional toda vez que el rédito del dependiente no puede estar subordinado a una
condición incierta, como lo es que el emprendimiento económico del empresario
conlleve o no ganancias. Asimismo, la obtención de tal rédito no implica que el
dependiente se transforme en socio del empresario y que deba contribuir a sostener las
pérdidas en caso que las hubiera.
2
las relaciones dentro de la empresa. Es así que se establecen premios o incentivos de
acuerdo a las necesidades operativas de un sector o unidad de negocios o bien conforme
a las características que la organización pretende fomentar como elemento común de
cultura de trabajo dentro del establecimiento. Premios a la productividad, a la asistencia
y puntualidad, a la prevención de accidentes de trabajo, son materia común en algunas
organizaciones.
1) Sueldo anual complementario: (SAC) enunciado entre los arts. 121 a 123 LCT.
Consiste en el 50% de la mayor remuneración mensual devengada por todo concepto,
dentro de los semestres que culminan en los meses de junio y diciembre de cada año. Se
liquida en proporción al tiempo trabajado en el semestre (Fernández Madrid y Amanda
Caubet; 2011: 69). Es decir, que en los supuestos en que el trabajador no haya realizado
tareas en todo el semestre o se extinguió el contrato por cualquier causa (Art. 123 LCT),
se efectúa un cálculo proporcional al periodo trabajado y remunerado. El SAC se
devenga día por día.
La ley de PyMes, 24.467, previa negociación colectiva, autoriza a fraccionar su
pago en hasta tres veces para los trabajadores de pequeñas y medianas empresas. El
Decreto Nº 1.078/84 aclara principalmente que el método de cálculo de aguinaldo,
dispuesto por la Ley Nº 23.041, es decir el 50% de la mejor remuneración mensual
nominal, devengada POR TODO CONCEPTO en el semestre, SERA
PROPORCIONAL AL TIEMPO TRABAJADO. Es decir que, cuando dentro del
semestre el empleado no trabaje todo el período (sea por haber ingresado después de la
iniciación de cada período semestral, por renuncia o por despido antes de fines de junio
o diciembre, u otra circunstancia) deberá calcularse el aguinaldo teniendo en cuenta el
tiempo que ha trabajado en el semestre de que se trate.
Cabe aclarar que se computará como tiempo trabajado aquel en que, aunque el
trabajador no concurra a su empleo igual perciba remuneraciones, tales son los casos de
vacaciones anuales, licencias especiales pagas, licencia paga por enfermedad inculpable,
etc. Para el cálculo del aguinaldo se debe tener en cuenta que para establecer la mejor
2
retribución del semestre hay que considerar TODOS los conceptos remunerativos
devengados. Por ende, estarían incluidos el sueldo, los jornales, las comisiones,
gratificaciones, propinas, viáticos siempre que tengan carácter remuneratorio, horas
extras, antigüedad, adicional por función, adicional por título, etc. No estarían incluidos
las asignaciones familiares, los beneficios sociales, las sumas no remunerativas y los
conceptos indemnizatorios. No importa que algunos conceptos remuneratorios sean
circunstanciales (ejemplo: horas extras) ya que no se exige la condición de normal y/o
habitual. Esto aclara además la situación del personal remunerado a destajo, a comisión
u otras formas de remuneración variables y/o extraordinarias. En la base del cálculo
quedan incluidas todas las remuneraciones aunque ellas correspondan a una
periodicidad distinta a la mensual, sea menor (diaria, semanal, quincenal) o mayor
(como ocurre con los premios anuales, participación en las ganancias, etc.). Lo relevante
entonces es la remuneración que se devenga y no la periodicidad de ésta. Por ello, en el
caso de premios o gratificaciones anuales deberá computarse en la base de cálculo sólo
la parte de ésta que se hubiere devengado en el semestre y según la incidencia mensual
que represente. Para hacerlo más claro: El premio anual se recibe por ejemplo a fines de
diciembre, pero se ha ido "ganando" en cada mes del año, razón por la cual incidirá en
el cálculo del aguinaldo la parte proporcional correspondiente a "un mes". Las
recomposiciones salariales o acuerdos que se celebran fuera del término normal, obligan
habitualmente a realizar pagos retroactivos por reajustes de meses anteriores. Para
calcular el aguinaldo no se tomará en cuenta el "total percibido" sino que se imputará el
reajuste al mes/es en que se ha "devengado" tal remuneración. No importa entonces
cuando se paga sino a qué mes corresponde el pago. Durante el período de licencia por
maternidad hay una suspensión momentánea del contrato de trabajo de acuerdo a lo
previsto por el artículo 177 de la L.C.T. En dicho período la trabajadora no percibe
remuneraciones sino un monto similar pero en concepto de Asignaciones Familiares.
Por lo tanto el aguinaldo en este caso deberá calcularse teniendo en cuenta la mejor
remuneración percibida y en proporción al tiempo de trabajo efectivo en el semestre. Es
decir, el período de Licencia por Maternidad no se computa como tiempo de servicio y
por ello por ese lapso no corresponde abonar el aguinaldo. Cuando se opera la extinción
del contrato de trabajo por cualquier causa (despido, renuncia, muerte) el trabajador o
sus derechohabientes tienen derecho a percibir el SAC proporcional al tiempo que se
haya trabajado, pues se trata de un salario diferido pero que el trabajador gana día a día
y debe ser incluido en la liquidación final.
2
Asimismo y conforme jurisprudencia del Superior Tribunal de la Provincia
debe adicionarse el SAC proporcional a la base de cálculo del despido. El 9 de enero de
2015, a través de la promulgación de la ley 27.073 la cual modifica el artículo 122 de la
Ley de Contrato de Trabajo, se adelanta la fecha de vencimiento de la segunda cuota de
aguinaldo, manteniéndose para la primera el 30 de junio. Según esta nueva disposición
los empleadores deberán pagar la segunda cuota del aguinaldo a más tardar el 18 de
diciembre de cada año. Para determinar la segunda cuota del sueldo anual
complementario, el empleador debe estimar el salario correspondiente al mes de
diciembre. Cuando ese cálculo no coincida con el salario efectivamente devengado, las
empresas deberán recalcular la segunda cuota del SAC. La diferencia entre la cuota
devengada y la cuota abonada el 18 de diciembre se integrará al salario del mes de
diciembre que se paga en enero.
2
parte de la remuneración total. Asimismo, y de acuerdo a lo dispuesto por los arts. 121,
122 y 155 de la LCT, el importe percibido por el trabajador a título de propinas debe ser
computado para determinar el importe del SAC y las vacaciones anuales pagas.
4) Adicionales: Son los ‘plus’ que pueden percibir los trabajadores en virtud de
determinadas circunstancias (antigüedad, posesión de títulos, conocimiento de idiomas,
por altas calorías en la industria metalúrgica, falla de caja, etc.). Estos adicionales se
liquidan junto con el salario y conforman la remuneración total. En algunas
oportunidades su monto se fija en base a un porcentual del salario básico y en otras en
sumas fijas que son generalmente incrementadas cuando se incrementa el salario básico.
Se observa que la fuente normativa por naturaleza de estos adicionales son las
convenciones colectivas de trabajo en las que las partes signatarias reconocen un mayor
salario o salario diferencial, de acuerdo a las características de la actividad. Los
adicionales más comunes son los siguientes: a) Por antigüedad: consiste en un
porcentaje o suma fija que se abona en forma proporcional a la antigüedad del
trabajador en la empresa; también se utiliza cuando el dependiente lleva varios años
ejerciendo un mismo cargo o en una misma categoría. b) Por funciones determinadas: se
paga por desarrollar durante un tiempo determinado una función especial, por ejemplo,
de mayor responsabilidad. c) Por tareas riesgosas: es común que se establezca un pago
suplementario al trabajador que efectúa tareas peligrosas para su integridad psicofísica o
su vida. d) Por título: es un adicional que se paga por haber concluido una carrera (título
secundario, terciario o universitario). Se pueden establecer distintas sumas o porcentajes
2
según su importancia y se paga sin perjuicio de que su versación especial sea requerida
en el desarrollo de sus tareas
2
familia en su jornada legal de trabajo (8 horas diarias y 48 semanales) de modo que le
asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia
sanitaria, etc. Existe un evidente contraste entre la voluntad legislativa y la realidad
económica y social, a mérito de la cual el salario mínimo tiene un valor que no alcanza a
cumplir dichos objetivos. Este salario es fijado por el Consejo Nacional del Empleo, la
Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil (organismo creado por la LNE e
integrado con 16 representantes de los empleadores y 16 de los trabajadores designados
por el Poder Ejecutivo y por un presidente designado por el Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social los que durarán cuatro años en sus funciones) y constituye el piso de
las remuneraciones en beneficio de los trabajadores mayores de 18 años. Debe
pagárselo en efectivo y para su cálculo no se tiene en cuenta las asignaciones familiares
(ya que éstas son prestaciones no salariales). El piso salarial constituido por el salario
mínimo, vital y móvil es imperativo y por lo tanto irrenunciable, no pudiéndose pagar
salarios inferiores a su monto ya que tales cláusulas contractuales quedarían fulminadas
de nulidad de acuerdo al sistema de sustitución de cláusulas que prevé el art. 13 LCT.
Su monto es inembargable, con la excepción de las deudas alimentarias. Los aumentos
generales de salario no modifican el monto del mínimo vital el cuál es autónomo. El art.
140 de la ley 24013 (LNE) dispone que todos los trabajadores comprendidos en la
L.C.T., Régimen del Trabajo Agrario, la Administración Pública Nacional y de todas las
entidades y organismos en que el Estado Nacional actúe como empleador, tendrán
derecho a percibir una remuneración no inferior al SMVM que se establezca de acuerdo
a lo preceptuado por esta ley. Entre otras características del SMVM podemos señalar
que el art. 129 de la LCT autoriza la reducción de su monto para aprendices, menores,
trabajadores de capacidad manifiestamente disminuida, jornada de trabajo reducida así
como la prohibición de ser tomado como índice o base para la determinación
cuantitativa de ningún otro estatuto legal (ej. indemnizaciones) o convencional (ej.
subsidios) conforme a lo establecido por el art. 141 de la L.N.E.
2
Sabemos que los convenios colectivos y los laudos arbitrales constituyen
fuentes formales del contrato y de la relación de trabajo, por lo cual las cláusulas de
tales acuerdos resultan operativas y vinculantes "erga omnes" para quienes suscribieron
el convenio y para todos los empleadores de la actividad, beneficiando a los operarios
bajo sus órdenes (estén estos últimos afiliados o no a la asociación sindical con
personería gremial). Para determinar el mismo se debe tener en cuenta la capacidad
técnica del trabajador, su antigüedad y fundamentalmente el grado de competitividad
que reúna el sector expresado a través de la eficacia productiva y las condiciones
particulares del mercado y generales de la economía. La negociación colectiva
constituye en la actualidad la única forma de establecer las remuneraciones de los
trabajadores del sector privado. Podemos concluir entonces expresando que además del
salario mínimo, vital y móvil existe para los trabajadores regidos por los convenios
colectivos un salario mínimo convencional, él cual consiste en un salario mínimo
establecido en un convenio colectivo de trabajo para cada categoría de determinada
actividad o empresa. Dentro de las cláusulas normativas de los convenios colectivos se
establecen las condiciones laborales y la escala salarial por categoría.
2
de justicia en la remuneración permite declarar la nulidad de los salarios irrisorios o de
aquellas retribuciones que no impliquen una contraprestación adecuada al trabajo, sino
que por su insignificancia traduzcan actos de explotación prohibidos por la ley. El
salario justo se liga particularmente con estas facultades que los arts. 56 y 114 L.C.T.
acuerdan a los jueces -en el marco de un litigio judicial- de fijar en ciertos casos la
cuantía del salario en atención a la importancia de los servicios o a las condiciones en
que se prestan, el resultado obtenido, el esfuerzo realizado, etc. Esta facultad debe ser
ejercida por resolución fundada conforme parámetros racionales. En estos casos, el juez
debe fijar el salario, teniendo en cuenta también, como parámetro orientativo marcado
por la Constitución Nacional (igual remuneración por igual tarea), el salario de otro
trabajador que cumpla idénticas tareas y posea la misma categoría profesional.
2
GARANTÍAS DE PROTECCIÓN Y RÉGIMEN DE TUTELA DEL SALARIO:
Como se dijo antes, la remuneración tiene carácter alimentario y forma parte
del núcleo del contrato, o sea que no puede ser motivo de modificación ni se puede
excusar la falta de pago por razón alguna. Además, pago de la remuneración es la
principal obligación del empleador.
La ley protege la intangibilidad de la remuneración del trabajador frente al
empleador mediante distintos recursos que tienen por finalidad el cobro íntegro y
oportuno del salario. En la L.C.T., la tutela del salario está impuesta a través de la
solidaridad que establecen los arts. 29, 30, 31, 225, 227, 228, 229 así como en las
disposiciones de los arts. 129 a 148 en donde se establecen normas para evitar posibles
abusos de los empleadores. El aseguramiento de todos los créditos a favor del trabajador
que se devengan en ocasión de una relación de trabajo subsume tanto los salarios
(profesional, convencional, justo, mínimo, vital, social, etc.) como las indemnizaciones.
Al hablar de tutela del salario, debemos necesariamente abordar las tres garantías de
protección del salario, previstas en la LCT.
2
ejemplo, si declara -incluso por escrito- que nada se le debe por ningún concepto). La
sanción del decreto 847/97 y similares posteriores ha desnaturalizado el contenido del
art. 124 de la LCT al imponer la obligación a las empresas de abonar las
remuneraciones de su personal mediante depósitos en entidades bancarias habilitadas
que tengan cajeros automáticos. Es decir que actualmente los pagos se efectúan por
cuenta corriente y por cajeros automáticos que es un medio establecido para dar
seguridad a ambas partes y que permite al trabajador acceder al salario en efectivo sin
costo adicional, en cuentas abiertas en entidades bancarias y a su nombre. El servicio es
gratuito para el trabajador y sin imposición de límites de extracción, bajo las
condiciones de funcionamiento de las cuentas fijadas por el Banco Central. La
documentación obrante en el banco y la constancia que éste entregare al empleador
constituirá prueba suficiente del hecho del pago (art. 125 LCT). El pago del salario
mediante acreditación en cuenta corriente o caja de ahorro queda suficientemente
acreditado con la documentación obrante en la entidad bancaria o con la constancia que
ésta entrega al empleador. La apertura de la cuenta y el depósito de la remuneración no
eximen al trabajador de los demás deberes formales y sustanciales que tutelan el pago
de la remuneración (entre otros, períodos y plazos de pago). La cuenta tiene vigencia
mientras subsiste el contrato de trabajo y aun en los períodos en que no se perciba
remuneración (licencias sin goce de haberes, suspensiones, plazo de conservación del
empleo). En caso de cese del vínculo, el empleador debe comunicar a la entidad
bancaria que se produjo la extinción de la relación laboral a fin de que se proceda al
cierre de la cuenta
2
A partir del vencimiento, y sin que el empleador abonará la remuneración, se produce la
mora automática, computándose a partir de dicho plazo, intereses, pudiendo el
trabajador considerarse en situación de despido, previo requerimiento de pago por
medio fehaciente y bajo apercibimiento de considerarse injuriado (tener presente que la
injuria será valorada prudencialmente por el juez conforme a las circunstancias del
caso). En el mismo período debe pagarse el 100% de las piezas comenzadas y
finalizadas en ese período, además –como mínimo- las 2/3 partes de lo comenzado y
aún no terminado. En el período siguiente se abona el tercio restante de lo comenzado
en el período anterior, el 100% delo comenzado y finalizado en él y como mínimo las
2/3 partes de lo que terminará en el período siguiente.
- Lugar de pago: el art. 129 LCT dispone que el pago de las remuneraciones debe
ser realizado en días hábiles laborales, estando prohibido realizarlo en lugares donde se
vendan mercaderías o se expendan bebidas alcohólicas, salvo que éste sea el objeto del
establecimiento. Podrá realizarse el pago a un familiar del trabajador imposibilitado o a
otro trabajador si contaren con una autorización suscripta por aquél, pudiendo el
empleador exigir la certificación de la firma por autoridad administrativa o laboral. El
Convenio 95 de la OIT establece que cuando el salario se pague en efectivo, el pago se
debe efectuar solamente los días laborales en el lugar de trabajo o en un lugar próximo a
éste, a menos que la legislación nacional, un contrato colectivo o un laudo arbitral,
dispongan otra forma (art. 13.1).
- Medios de pago: son los admitidos por el art. 124 LCT: efectivo, mediante
cheque a la orden del trabajador o por acreditación en cuenta corriente bancaria o caja
de ahorro.
- Principio de pago íntegro y oportuno del salario: La LCT afirma con claridad
estos principios y en tal sentido deben considerarse prohibidos los anticipos a cuenta de
remuneración como práctica habitual. El principio general es que el pago de los salarios
debe efectuarse íntegramente en los días y horas señalados, limitando la potestad
empresaria de otorgar adelantos retributivos a sus subordinados. Sin embargo,
atendiendo a las posibles necesidades de los trabajadores, se autoriza la entrega de
adelantos que no excedan del 50% de las remuneraciones de un período de pago y aun
puede excederse este tope cuando medien especiales razones de gravedad y urgencia
2
contempladas en la LCT (una operación urgente, el levantamiento de un hipoteca sobre
el inmueble del operario, etc.). El pago de anticipos a cuenta de salario hechas al
trabajador deben ajustarse en cuanto a su forma y contenido a lo que prevén los arts.
138 a 140 L.C.T. (recibo con las formalidades y requisitos exigidos por la ley). La ley
trata de asegurar el pago efectivo e íntegro del salario y consecuentemente, su libre
disponibilidad1.
2
propiedad del empleador, cuando fueran exclusivamente de las que se fabrican o
producen en él o de las propias del género que constituye el giro de su comercio y que
se expenden en el mismo. - reintegro del precio de compra de vivienda del que sea
acreedor el empleador, según planes aprobados por la autoridad competente.
Otra hipótesis de excepción prevista está contemplada por el art. 135 de la LCT
referente a la posibilidad empresaria de consignar judicialmente un porcentaje de la
retribución del operario (20%) cuando éste hubiere causado un daño grave e intencional
en el establecimiento, a las resultas de las acciones que sean pertinentes operando la
caducidad de las mismas a los noventa días del hecho. Asimismo, se considera
admisible la compensación judicial dentro de los límites de embargabilidad en los casos
en que habiendo demanda y reconvención, la sentencia reconociera créditos recíprocos
de los litigantes.
A su vez la LCT, en su art. 148, sienta el principio de inescindibilidad absoluta
de los créditos laborales. Esto quiere decir que las remuneraciones que debe percibir el
trabajador o cualquier otro rubro que configure créditos emergentes de la relación
laboral, no podrán ser cedidos ni afectados a terceros por derecho o título alguno. En
cuanto a los adelantos, como ya se explicó, la regla general es que el pago de los
salarios debe efectuarse íntegramente en los días y horas señalados. La regla para que el
monto salarial llegue de manera íntegra se extiende hasta la prohibición de adelantos
por parte del empleador a favor del trabajador, en remuneración de trabajos no
cumplidos o simplemente por períodos devengados, pero que no hubiese concluido el
plazo para su liquidación y pago (art. 128 LCT). Como excepción, se permite superar
ese límite en caso de gravedad y urgencia. Estos extremos deben ser debidamente
acreditados por quien los alegue (por ejemplo que el trabajador necesite levantar una
hipoteca que grave el inmueble de su propiedad o situaciones de enfermedad). Es
conveniente que se documente con recibos la entrega del adelanto sino también que el
empleador documente la solicitud del dependiente la que debe estar debidamente
acreditada para evitar posibles denuncias por accionar abusivo en perjuicio del
dependiente.
2
único instrumento susceptible de liberar al deudor (en este caso el empleador) de la
principal prestación a su cargo: el correcto pago de la remuneración.
El recibo de haberes debe ser confeccionado por el empleador en doble
ejemplar, debiendo hacerse entrega del duplicado al trabajador a fin de instrumentar el
negocio liberatorio en forma tal que cada una de las partes conserve en su poder el
documento que acabadamente demuestre el cumplimiento regular de esta obligación
principalísima (principio de doble ejemplar).
En cuanto al contenido necesario de los recibos surgen éstos del art. 140 (entre
otros: nombre íntegro o razón social y domicilio del empleador; nombre y apellido del
trabajador y su calificación profesional; todo tipo de remuneraciones que perciba, con
indicación de su determinación; total bruto de la remuneración fija y porcentual
devengado y tiempo que corresponda; fecha de ingreso y tarea cumplida por el
trabajador durante el período de pago; importe de las deducciones y su descripción;
importe neto percibido; lugar y fecha de pago y firma del trabajador). La validez
probatoria de un recibo que no contempla estos requisitos o que no guarda debida
correlación con la documentación laboral será apreciado en su eficacia probatoria por el
juez de conformidad con las reglas de la sana crítica. La ley busca evitar de esta forma
un acto de fraude que en definitiva prive al trabajador de todo o parte de su
remuneración. El empleador debe conservar los recibos y otras constancias de pago
durante todo el plazo correspondiente a la prescripción liberatoria (dos años respecto del
trabajador, cinco respecto de las asociaciones sindicales).
Asimismo y a diferencia de lo que ocurre en el derecho civil y comercial, el
pago hecho por un último o ulterior período no hace presumir el pago de los anteriores
de manera que la única forma que tendrá el empleador de acreditar el pago es mediante
la exhibición del correspondiente recibo cancelatorio correspondiente a cada período o
por cada concepto que se le reclama. Cada recibo vale por sí y sólo en cuanto a lo que el
mismo representa y acredita.
De tal manera que la firma que se le exigiere al trabajador en libros, planillas u
otros registros no excluye el otorgamiento de los recibos de pago con el contenido y
formalidades previstos en la ley. El importe correspondiente a vacaciones, licencias
pagas, asignaciones familiares o indemnizaciones debidas al trabajador podrán ser
hechas constar en recibos separados de los que correspondan a las remuneraciones
ordinarias, los que deberán reunir los mismos requisitos que los que establece el art. 140
LCT. En el libro de sueldos y jornales –rubricado ante el Ministerio de Trabajo- el
2
empleador debe consignar no sólo los datos de identificación del trabajador, sino
también las copias de los recibos de pago. Por eso el juez debe analizarlo con el resto de
la prueba a fin de establecer si realmente el pago se efectuó o si el dato omitido en el
recibo y la falta de correlación con la restante documentación de la empresa demuestra
su inexistencia.
2
a) sobre las remuneraciones no superiores al doble del salario mínimo vital
mensual, se puede embargar hasta el 10% de lo que excede un salario mínimo.
b) sobre las remuneraciones superiores al doble del salario mínimo vital
mensual, pueden ser objeto de embargo hasta el 20% de lo que exceda el valor de un
salario mínimo.
Es preciso puntualizar que los porcentajes señalados se calculan sobre el
importe bruto de las remuneraciones en dinero (art. 2, dec. 484/87), y que las
remuneraciones pagadas en especie (ver art. 105 L.C.T.) no son embargables aunque se
las tiene en cuenta para determinar la cuota de embargabilidad. En cuanto a las
indemnizaciones, derivadas de la extinción del contrato de trabajo debidas al trabajador
o a sus derechohabientes, se aplican idénticos parámetros que los definidos por el art.
147 y su decreto reglamentario. Las indemnizaciones por infortunios laborales son
totalmente inembargables, ya que así lo establece la Ley de Riesgos del Trabajo
(24557).
2
de acreedores (en caso de concurso preventivo) o de la realización de los bienes de la
empresa (en caso de quiebra).
En materia de privilegios laborales, la controversia se plantea siempre entre los
acreedores de un mismo deudor, de modo que se debe resolver la preferencia al cobro
entre los acreedores, incluido el trabajador. Los acreedores laborales, tienen una
preferencia de cobro, que se transmite a los sucesores del trabajador.
Existen dos tipos de privilegios: especiales y generales. Los primeros, recaen
sobre un bien determinado del deudor y es generado con motivo de la prestación de
servicios en el establecimiento del que forman parte el o los bienes afectados a la
preferencia. Los privilegios generales, inciden sobre la totalidad de un patrimonio.
Según la LCT (arts. 268 y 273) gozan tanto de privilegio especial como de
privilegio general los créditos por remuneraciones debidas al trabajador por un período
de seis meses y los provenientes de indemnizaciones por despido, preaviso, accidente de
trabajo y fondo de desempleo siendo el asiento de estos privilegios las mercaderías,
materias primas y maquinarias que integren el establecimiento donde haya prestado sus
servicios. La intención legislativa en este caso ha sido posibilitar al trabajador el cobro
preferente de las indemnizaciones laborales más importantes.
Es decir que por el art. 268 LCT se enuncian los créditos que tienen privilegio
especial, los cuales tienen una ventaja con respecto de aquellos otros créditos con
privilegio general. El art. 273 LCT enuncia cuales créditos tienen privilegio general.
Los créditos con privilegio general se pagan una vez saldados los que poseen privilegio
especial.
Si concurren varios créditos laborales con idéntico privilegio lo hacen a
prorrata y por el saldo pasan a ser créditos quirografarios. El art. 269 dispone que ―si
los bienes afectados al privilegio hubiesen sido retirados del establecimiento, el
trabajador podrá requerir su embargo para hacer efectivo el privilegio, aunque el
poseedor de ello sea de buena fe. Este derecho caducará a los seis meses de su retiro y
queda limitado a las maquinarias, muebles u otros enseres que hubiesen integrado el
establecimiento o explotación‖. Hasta los seis meses posteriores a la fecha en que los
bienes mencionados en este artículo hubieran sido retirados del establecimiento o a la
fecha en que el trabajador tuviera conocimiento de su retiro, tiene derecho a solicitar su
embargo a fin de ejercer el privilegio especial establecido en el art. 268 LCT.
2
Es un instituto donde convergen el derecho laboral y el concursal y significa
una tutela especial destinada a que los acreedores laborales no se vean forzados a
esperar el trámite completo del concurso preventivo o de la quiebra para cobrar sus
créditos, ello en mérito al carácter alimentario de dichas acreencias y a los privilegios
que se le reconocen sobre las mismas.
El art. 16 Ley de Concursos y Quiebras (en adelante L.C.Q) lo establece,
otorgando a los trabajadores el derecho a cobrar determinados créditos prioritariamente
a través de un procedimiento especial ante el síndico del concurso del empleador, con el
resultado de la explotación y con los primeros fondos que se recauden. En este
procedimiento judicial los acreedores laborales tienen el derecho de cobrar sus
remuneraciones e indemnizaciones sin necesidad de presentarse a verificar sus créditos,
ni de obtener una sentencia en juicio laboral previo.
El fuero de atracción:
Hasta la sanción de la actual ley de concursos y quiebras, 24522, el
procedimiento concursal del demandado no atraía los juicios provenientes de una
relación laboral. El juicio se sustanciaba y concluía ante la justicia laboral hasta la
sentencia y el cobro se realizaba ante el juez comercial, previo incidente de pronto pago
o verificación de créditos.
La ley 24522 de 1995 implicó un desplazamiento de la justicia laboral hacia la
comercial toda vez que establece que decretado el concurso preventivo o la quiebra del
demandado, los expedientes laborales deben ser remitidos en el estado en que se
encuentre el trámite al juez comercial, dado que éstos son procedimientos universales
que abarcan e involucran la totalidad del patrimonio del deudor. En marzo de 2006 se
procede a la reforma del art. 21 de la citada ley disponiéndose nuevamente que los
juicios laborales comienzan y concluyen en sede laboral (se vuelve al criterio anterior
de exclusión al fuero de atracción)) pero dejándole la opción al trabajador de verificar
su crédito directamente en sede comercial.
2
El Art. 130 LCT dispone que el empleador puede otorgar adelantos con un
límite: no pueden exceder el 50% de las remuneraciones de un periodo de pago. Para la
instrumentación de los adelantos rigen los mismos requisitos formales respecto del
contenido del recibo que para el pago de la remuneración (Arts. 138, 139 y 140 LCT).
2
autoridad administrativa (Ministerio de Trabajo) interrumpe el curso de la prescripción
durante el trámite, pero en ningún caso por un lapso mayor de seis meses.
Al margen de ello, el legislador declara aplicables las normas civiles en materia
de prescripción a nuestra disciplina, lo que hace entrar en juego distintos institutos tales
como: 1- La constitución en mora del deudor (por ejemplo, telegrama intimando de
pago). Suspende la prescripción liberatoria en curso por el término de seis meses. 2- La
presentación de la demanda judicial laboral. Interrumpe la prescripción liberatoria en
curso. Cabe mencionar que en materia laboral los actos suspensivos o interruptivos de la
prescripción deben considerarse con un criterio amplio, a la inversa que en el derecho
común, decidiéndose en caso de duda por la solución más favorable a la subsistencia del
derecho del trabajador.
El cómputo debe comenzar a partir del momento en que el crédito se torna
exigible, ya sea que el plazo de cumplimiento hubiere sido fijado por ley o norma
estatal, convenio colectivo, estatuto profesional, por voluntad de las partes o por
sentencia. La mora del deudor y la ausencia de requerimientos previos que condicionen
su efectiva percepción legitiman al acreedor a exigir su satisfacción, pudiendo para ello
valerse de las acciones provistas por el ordenamiento o recurrir al reclamo en instancia
privada, quedando en ambos casos reservado a su ámbito decisorio la oportunidad de su
concreción.
En cuanto al modo de hacer valer la prescripción, debe ser articulada a
instancia de parte interesada. Es un acto facultativo y expreso de contenido específico
que debe ser planteado solo en las oportunidades predeterminadas por el ordenamiento.
La prescripción debe oponerse al momento de la contestación de la demanda o en la
primera presentación en juicio que haga quien intenta invocarla.
b) CADUCIDAD
El art. 2566 del Código Civil y Comercial de la Nación, establece que la
caducidad extingue el derecho no ejercido durante el plazo fijado por la ley; asimismo
que los plazos de caducidad no se suspenden ni se interrumpen, excepto que la ley
disponga lo contrario.
La CADUCIDAD, entonces, es un MODO DE PERDER UN DERECHO por
no haberlo reclamado dentro de cierto tiempo. Tiene rango de orden público y puede ser
invocada por los jueces de oficio. La caducidad extingue el derecho y constituye una
2
figura particular que afecta sólo a determinados derechos. La norma laboral establece
que no existen otros plazos de caducidad que aquellos que la ley prevé expresamente.
Se pueden establecer las siguientes diferencias con la prescripción:
1- la caducidad extingue el derecho, en tanto que la prescripción se limita a
extinguir la acción judicial correspondiente, subsistiendo el derecho como
obligación natural.
2- la prescripción puede verse suspendida o interrumpida durante su curso, en
tanto que la caducidad no.
3- los plazos en materia de prescripción son más prolongados que los
establecidos en materia de caducidad.
Según el art. 259 de la LCT, no hay otros modos de caducidad que los que
resultan de la ley, prohibiéndose establecer modos de caducidad distintos a éstos. Se han
receptado los siguientes:
- Plazo de caducidad de 30 días corridos de notificada la medida para
cuestionar las sanciones disciplinarias (art. 67 L.C.T.).
- Plazo de caducidad de 90 días para que el empleador pueda iniciar acción de
responsabilidad contra su dependiente por daños graves e intencionales sufridos en su
propiedad (art. 135 L.C.T.).
- Plazo de caducidad contra el dependiente en relación a su derecho de tomarse
por sí las vacaciones en el supuesto que el empleador omita su otorgamiento en tiempo
y forma (art. 157 L.C.T.)
- Plazo de caducidad de 48 horas a fin de que la trabajadora se reincorpore a su
empleo tras su licencia por maternidad, o en su caso opte por acogerse al beneficio de
excedencia (art. 186 L.C.T.).
PAGOS PARCIALES
En nuestra disciplina, el pago para ser liberatorio debe ser integral y
comprender, en principio, el capital debido con más su actualización -si correspondiere-
y los intereses moratorios adeudados. El pago insuficiente de obligaciones laborales
originadas en las relaciones laborales es considerado pago a cuenta del total adeudado y
aunque se reciba sin formular reservas quedará expedita la acción al trabajador para
reclamar el pago de las diferencias dentro del período de prescripción bienal.
2
En este orden de ideas, el art. 260 LCT es una clara manifestación del principio
protectorio y de la regla de irrenunciabilidad, cuyas raíces emanan del art. 14 bis de la
CN y del Art. 12 LCT. Si bien el trabajador, como todo acreedor no está obligado a
recibir pagos insuficientes, su necesidad económica por lo general lo empuja a aceptar
lo que el empleador le paga. Esta norma en análisis garantiza que en tal supuesto, esa
percepción no será considerada un acto de renuncia y que lo recibido se tomará como
entregado a cuenta del total. La aceptación del pago parcial no menoscaba el derecho
del trabajador a reclamar el saldo de su crédito.