Concursal
Concursal
Concursal
1. Debe ser celebrado dentro del plazo de 30 días de tomado el acuerdo de liquidación.
1. Estipulaciones no esenciales:
- Balance general
- Relación de obligaciones
- Política laboral
2. Estipulaciones esenciales:
a. Identificación del Liquidador, del deudor y del Presidente de la Junta de Acreedores y fecha de
aprobación del Convenio.
b. La declaración del Liquidador relativa a que no tiene limitaciones para asumir el cargo.
h. El régimen de intereses.
Los supuestos bajo los cuales el Liquidador debe empezar a pagar los
créditos concursales
El Liquidador deberá proceder al pago de los créditos una vez que haya
obtenido, como resultado de la realización de los activos, no menos del
10% del monto total de los créditos reconocidos. (Art. 83.5 LGSC)
CUÁLES SON LOS MECANISMOS MEDIANTE LOS CUALES EL
LIQUIDADOR BRINDARÁ INFORMACIÓN?
Artículo 76.- Contenido del Convenio El Convenio de Liquidación contendrá, necesariamente, bajo
sanción de nulidad: 1. La identificación del Liquidador, del deudor y del Presidente de la Junta, la
fecha de aprobación, la declaración del Liquidador que no tiene limitaciones para asumir el cargo,
y los supuestos bajo los cuales empezará a pagar los créditos. 2. La proyección de gastos estimada
por el Liquidador a efectos de ser aprobada por la Junta. 3. Los honorarios del Liquidador
precisándose los conceptos que los integran, así como su forma y oportunidad de pago. 4. Los
mecanismos en virtud de los cuales el Liquidador cumplirá los requerimientos de información
periódica durante la liquidación. 5. La modalidad y condiciones de la realización de bienes del
deudor. 6. El régimen de intereses. A los créditos de origen tributario se les aplicará la tasa de
interés compensatorio de acuerdo a lo dispuesto en el Artículo 48. En el marco de cada uno de los
requisitos en mención y de no haber una disposición de la Ley que lo restrinja, los acreedores, en
base a la libre autonomía privada, podrán establecer las condiciones que más les convengan para
el cobro célere de sus acreencias. Por ejemplo, en el Convenio de Liquidación los acreedores
podrán negociar los honorarios, delimitar la proyección de gastos, establecer la modalidad de
venta de los bienes, precisar los mecanismos de información y fijar la tasa de interés. En esa línea,
y dado el carácter privatista del concurso, los acreedores podrían incorporar en el Convenio de
Liquidación cualquier condición que la Ley no prohíba expresamente. A pesar de la libre
autonomía privada, en dicho instrumento concursal, no se deberían estipular disposiciones o
facultades que le permitan al Liquidador ir contra la naturaleza del procedimiento de disolución y
liquidación, tales como arrendar los activos, entregarlos en aporte societario a otras empresas,
entre otros. En estos casos, la Comisión de oficio podría declarar la nulidad del Convenio o la parte
ilegal del mismo. Se indicó anteriormente que, con la aprobación del Convenio de Liquidación, la
empresa deudora ingresa en una etapa de disolución y por tanto no podrá continuar con el giro
del negocio. Sin embargo, la Ley ha recogido la realidad empresarial en la que las unidades
industriales pueden ser vendidas como un todo y no en partes como el ordinario procedimiento de
disolución y liquidación. Esta es la figura de la liquidación en marcha regulada en los artículos 74.1
y 74.2 de la Ley
El Plan de Reestructuración es el negocio jurídico por el cual la Junta define los mecanismos para
llevar a cabo la reestructuración económico financiera del deudor, con la finalidad de extinguir las
obligaciones comprendidas en el procedimiento y superar la crisis patrimonial que originó el inicio
del mismo, en función a las particularidades y características propias del deudor en
reestructuración
f) Régimen de intereses.
h) Estado de Flujos Efectivo proyectado al tiempo previsto para el pago de la totalidad de las
obligaciones comprendidas en el procedimiento.
El Plan de Reestructuración deberá incluir, bajo sanción de nulidad, un cronograma de pagos que
comprenda la totalidad de las obligaciones adeudadas hasta la fecha de la difusión del concurso,
con prescindencia de si dichas obligaciones han sido reconocidas en el procedimiento.
El cronograma de pagos deberá especificar el modo, monto, lugar y fecha de pago de los créditos
de cada acreedor. Igualmente, establecerá un régimen de provisiones de los créditos contingentes.
Numeral modificado por Decreto Legislativo N° 1050, publicado el 27-06-08.
En dicho cronograma de pagos se deberá precisar, bajo sanción de nulidad del Plan, que de los
fondos o recursos que se destinen al año para el pago de los créditos, por lo menos un 30% se
asignará en partes iguales al pago de obligaciones laborales que tengan el primer orden de
preferencia, conforme al Artículo 42°. La determinación del pago en partes iguales implica que el
derecho de cobro de cada acreedor laboral se determine en función del número total de
acreedores laborales reconocidos en dicha prelación.
Esto debido a que los laudos arbitrales extranjeros que sustentan el reconocimiento de los
créditos invocados frente a la deudora no se encuentran reconocidos en el Perú, de conformidad
con lo previsto en el Título VIII del Decreto Legislativo N° 1071 - Decreto Legislativo que norma el
arbitraje y los tratados internacionales de los que el Perú es parte.
De otro lado, se DECLARA IMPROCEDENTE el pedido formulado por Transmar Commodity Group
Ltd. para que se registren como contingentes los créditos invocados frente a Cooperativa Agraria
Industrial Naranjillo Limitada, por las sumas ascendentes a US$ 2 784 526,60 por concepto de
capital y US$ 9 261,85 por concepto de intereses. Ello debido a que no se advierte la existencia de
una cuestión contenciosa que requiera de un pronunciamiento previo que no pueda ser resuelto
por la autoridad concursal o que amerite suspender el trámite de la solicitud de reconocimiento
de créditos materia de autos, de acuerdo a lo establecido en el artículo 65 del Decreto Legislativo
N° 807.
Finalmente, dado que a través del presente pronunciamiento se interpreta de modo expreso y con
carácter general los alcances del artículo 39.2 de la Ley General del Sistema Concursal, en ejercicio
de la atribución conferida por el artículo 14° del Decreto Legislativo N° 1033, Ley de Organización y
Funciones del Indecopi, la Sala Especializada en Procedimientos Concursales del Indecopi ha
aprobado como precedente de observancia obligatoria el criterio de interpretación que se enuncia
a continuación:
“De conformidad con lo dispuesto en el artículo 39.2 de la Ley General del Sistema Concursal, así
como en las normas previstas en el ordenamiento jurídico peruano y los tratados internacionales
de los que el Perú es parte, que regulan el reconocimiento y ejecución de sentencias y laudos
arbitrales emitidos en el extranjero, podrán ser reconocidos en un procedimiento concursal, por el
solo mérito de su presentación, los créditos que se sustenten en sentencias judiciales consentidas
o ejecutoriadas o laudos arbitrales extranjeros, siempre que su cuantía se desprenda del tenor de
dichos instrumentos y que éstos cuenten con la respectiva resolución judicial de reconocimiento
en el Perú, salvo que las normas antes mencionadas establezcan un tratamiento distinto”.
ANTECEDENTES
Expediente correspondiente al trámite del procedimiento concursal ordinario de Cooperativa
Agraria Industrial Naranjillo Limitada
2. El 16 de julio de 2018, se publicó en el diario oficial “El Peruano” el aviso de difusión del inicio
del procedimiento concursal ordinario de Cooperativa Naranjillo3.
4. Por escrito presentado el 28 de agosto de 2018, Transmar Commodity Group Ltd. (en adelante,
Transmar) solicitó ante la Comisión el reconocimiento de créditos frente a Cooperativa Naranjillo,
por las sumas ascendentes a US$ 2 784 526,60 por concepto de capital y US$ 9 261,85 por
concepto de intereses, de los cuales:
(i) US$ 2 606 626,60 por concepto de capital derivan del laudo arbitral del 04 de febrero de 2016,
emitido por el Tribunal Arbitral designado por “The Cocoa Merchants Association of America, Inc.”
(en adelante, Laudo I), por el cual se declaró que Cooperativa Naranjillo incumplió los Contratos
Nos. P005512, P005513, P005514, P005515, P005516, P0055174 y, se ordenó que esta pague a
favor de Transmar la suma ascendente a US$ 2 606 626,60; y,
(ii) US$ 177 900,00 por concepto de capital y US$ 9 261,85 por concepto de intereses derivan del
laudo arbitral y la adenda del 07 de diciembre de 2016, ambos emitidos por el Tribunal Arbitral de
“The Federation of Cocoa Commerce Ltd.” (en adelante, Laudo II), por los cuales se declaró que
Cooperativa Naranjillo incumplió con sus obligaciones pactadas en el Contrato N° P005492, al no
haber entregado cuarenta (40) toneladas métricas de cacao y, se ordenó que la deudora pague a
favor de Transmar la suma ascendente a US$ 177 900,005, así como los intereses devengados
desde el 10 de junio de 2016 hasta la fecha de pago6.
5. Transmar en sustento de su solicitud de reconocimiento de créditos presentó: (i) copia de los
Laudos I y II; (ii) traducción certificada del Laudo I; y, (iii) documento denominado “hoja de cálculo
de intereses del Laudo II”7.
6. Por escrito presentado el 27 de septiembre de 2018, los señores Niger Henoch Piñan Vargas y
Francisco Eduardo Calero Álvaro8 se apersonaron al procedimiento, oponiéndose a la solicitud de
reconocimiento de créditos presentada por Transmar frente a Cooperativa Naranjillo, señalando
que no ha quedado acreditada la existencia de una resolución judicial que reconozca los laudos
extranjeros presentados por Transmar, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 74 del
Decreto Legislativo N° 1071 - Decreto Legislativo que norma el arbitraje (en adelante, el Decreto
Legislativo N° 1071).
(i) de acuerdo al criterio desarrollado por la Sala Especializada en Procedimientos Concursales del
Indecopi (en adelante, la Sala)9, serán tipificados como laudos extranjeros aquellos que se emitan
fuera del territorio peruano, los cuales no podrán ser reconocidos en el Perú si no cuentan con una
resolución judicial, tramitada en la vía del proceso no contencioso, que reconozca la validez y
eficacia de dicho laudo en el Perú;
(ii) el Decreto Legislativo N° 1071 establece que los laudos arbitrales extranjeros serán reconocidos
y ejecutados en el Perú conforme a las reglas previstas en la Convención sobre el Reconocimiento
y Ejecución de Sentencias Arbitrales Extranjeras, aprobada en New York el 10 de junio de 1958, la
Convención Interamericana de Arbitraje Comercial Internacional, aprobada en Panamá el 30 de
enero de 1975 o cualquier otro tratado que sobre la materia sea parte Perú; y,
(iii) de la revisión de los documentos que sustentan la solicitud presentada por Transmar, se puede
apreciar que no se adjunta resolución judicial alguna que declare que los dos (02) laudos arbitrales
emitidos en el extranjero, que sustentan su solicitud de reconocimiento de créditos, hayan sido
reconocidos en el Perú siguiendo el proceso antes descrito, por lo que no corresponde el
reconocimiento de los créditos invocados por Transmar, en tanto no quede acreditada la
existencia de una resolución judicial que reconozca dichos laudos en territorio peruano.
(ii) el artículo 39.2 de la Ley General del Sistema Concursal (en adelante, LGSC) señala que serán
reconocidos por el solo mérito de su presentación, los créditos que se sustenten en sentencias
judiciales consentidas o ejecutoriadas o laudos arbitrales, siempre que su cuantía se desprenda del
tenor de los mismos o que hayan sido liquidados en ejecución de sentencia, no exigiendo la norma
en mención que un laudo arbitral extranjero deba ser reconocido previamente en el Perú para
solicitar ante la autoridad concursal el reconocimiento del crédito contenido en él;
(iv) en caso que los créditos no puedan ser reconocidos en aplicación del artículo 39.2 de LGSC,
corresponde que la Comisión considere los créditos invocados como créditos comunes y
evaluarlos sobre la base la documentación presentada, como sucede en el caso de los créditos que
no están contenidos en sentencias o laudos.
(ii) declarar improcedente el escrito presentado por los señores Niger Henoch Piñan Vargas y
Francisco Eduardo Calero Álvaro.
(i) se solicitó a Transmar que informe si presentó ante la autoridad judicial peruana la solicitud de
reconocimiento de laudo extranjero, de conformidad con el artículo 74 del Decreto Legislativo N°
1071 y el artículo 837 del Código Procesal Civil; y en atención a dicho requerimiento, Transmar
señaló que el proceso sobre reconocimiento de laudo extranjero solo era aplicable en los casos de
ejecución de laudo arbitral y no en el trámite de una solicitud de reconocimiento de créditos, toda
vez que el artículo 39.2 de la LGSC solo exige la presentación del laudo y no su reconocimiento en
el Perú;
(ii) si bien el artículo 39.2 de la LGSC establece que procede el reconocimiento de créditos
sustentados en laudos arbitrales, de acuerdo al criterio desarrollado por la Sala mediante la
Resolución N° 1465-2016/SCO-INDECOPI del 30 de noviembre de 2016, en el caso de laudos
extranjeros es necesario que previamente estos hayan sido reconocidos en sede judicial conforme
a las reglas del artículo 837 del Código Procesal Civil y a la exigencia prevista en el Decreto
Legislativo N° 1071;
(iii) Transmar decidió someter las controversias frente a Cooperativa Naranjillo en la vía arbitral,
en la cual las autoridades competentes emitieron un pronunciamiento al respecto, por lo que no
corresponde que la Comisión se avoque al conocimiento de dichas causas y evalúe nuevamente
dichos créditos, los cuales ya fueron determinados en los respectivos procesos arbitrales seguidos
por las partes;
(iv) el artículo 114.4 de la LGSC establece que los acreedores titulares de créditos reconocidos y los
terceros a que se refiere el artículo 116.1 de dicha ley están legitimados para intervenir en el
procedimiento concursal, siendo que los señores Niger Henoch Piñan Vargas y Francisco Eduardo
Calero Álvaro no mantienen créditos reconocidos frente a Cooperativa Naranjillo, ni han
presentado una solicitud de reconocimiento de créditos que se encuentre en trámite, por lo que
de conformidad con la referida norma no tienen legitimidad para intervenir en el procedimiento
concursal materia de autos.
(ii) la LGSC no realiza una distinción entre el mérito de prueba o sustentación de créditos que se
originen en un laudo nacional o en un laudo extranjero, por lo que no debe hacerse distinción
donde la ley no la prevé de manera expresa;
(iv) el reconocimiento judicial de un laudo extranjero solo es necesario para la ejecución forzosa
del mismo, por lo que considerando que por medio de su solicitud de reconocimiento de créditos
no ha solicitado la ejecución judicial de los laudos que sustentan sus créditos, la Comisión debió
reconocer tales créditos sin requerir el reconocimiento judicial previo de dichos laudos, toda vez
que solo ha solicitado una declaración que reconozca los créditos obtenidos a su favor y
adeudados por Cooperativa Naranjillo, los mismos que incluso han sido fijados en sede arbitral;
(viii) en el presente caso, existen dos (02) hechos que no pueden ser desconocidos por la
autoridad concursal: (i) la acreencia de Transmar se encuentra debidamente contemplada en los
estados financieros de Cooperativa Naranjillo; y, (ii) Cooperativa Naranjillo en ningún momento se
ha opuesto al contenido de los laudos arbitrales extranjeros que sustentan dichas acreencias;
resultando evidente y cierto que existe un crédito que mantiene frente a Naranjillo que el Indecopi
no puede desconocer, pues de hacerlo no solo estaría vulnerando su legítimo derecho crediticio,
sino también el principio de verdad material;
(x) el principio de informalismo que rige todo procedimiento administrativo establece que las
normas procedimentales deben ser interpretadas en forma favorable a la admisión y decisión final
de las pretensiones de los administrados, mientras que el principio de eficacia establece que los
sujetos que intervienen en el procedimiento deben hacer prevalecer el cumplimiento de la
finalidad del acto procedimental, sobre aquellos formalismos cuya realización no incida en su
validez, no determinen aspectos importantes en la decisión final, no disminuyan las garantías del
procedimiento, ni causen indefensión a los administrados;
(xi) de acuerdo con el principio de simplicidad, los requisitos exigidos por la Administración deben
ser racionales y proporcionales a los fines que se persiguen, por lo que cabe preguntarse si es
razonable que la autoridad concursal pretenda que se inicie y concluya un proceso de exequátur,
que toma entre seis (6) y dieciocho (18) meses, en un plazo de treinta (30) días, que es el plazo
que se otorga a los acreedores para solicitar el reconocimiento de sus créditos;
(xii) la declaración de improcedencia le importa un doble perjuicio, pues no solo no podrá asistir y
participar en las sesiones de la junta de acreedores de la deudora, sino que, además, cuando
obtenga el reconocimiento judicial de ambos laudos arbitrales, será considerado como un
acreedor tardío;
(xiii) el criterio desarrollado por la Sala en la Resolución N° 1465-2016/SCO-INDECOPI, emitida en
el trámite de la solicitud de reconocimiento de créditos presentada por Factoría Metálica Haug
S.A. frente a Maple Etanol S.R.L.11, no es aplicable al caso, toda vez que en la mencionada
resolución la deudora se opuso parcialmente a la cuantía de los créditos invocados frente a ella, lo
que no ha ocurrido en el presente caso, más aun considerando que la referida resolución no
constituye un precedente de observancia obligatoria;
(xiv) en el presente caso, correspondía que la Comisión evalúe los laudos presentados,
conjuntamente con los demás medios probatorios que obran en el expediente, a efectos de
verificar la existencia de los créditos invocados frente a Cooperativa Naranjillo; por lo que
considerando el mérito probatorio de los laudos presentados y el hecho que la deudora no se haya
opuesto al origen, existencia, legitimidad, titularidad y cuantía de los créditos invocados, los
mismos que se encuentran registrados en los estados financieros de Cooperativa Naranjillo, queda
demostrada implícitamente la veracidad de tales créditos, correspondiendo que la Comisión, en
atención a los principios de verdad material, informalismo, eficacia y simplicidad, así como a los
medios probatorios actuados, reconozca tales créditos; y,
(xv) en el caso que la Sala considere que el reconocimiento judicial de los Laudos I y II es necesario
para reconocer los créditos invocados en autos, correspondería que la Sala declare dichos créditos
como contingentes, toda vez que solo bastarían las resoluciones judiciales de reconocimiento de
laudos extranjeros para que dichos créditos sean reconocidos por la autoridad concursal, por lo
que se encontrarían ante un supuesto de hecho similar al contemplado en el artículo 39.5 de la
LGSC y el artículo 65 del Decreto Legislativo N° 807, Ley sobre Facultades, Normas y Organización
del Indecopi.
14. Asimismo, Transmar solicitó en el escrito referido en el numeral precedente que se le conceda
el uso de la palabra a su apoderado a efectos de exponer oralmente sus argumentos.
16. En atención al traslado del recurso de apelación interpuesto por Transmar13, por escrito
presentado el 06 de junio de 2019 Cooperativa Naranjillo señaló que corresponde a la Sala analizar
si la documentación presentada por dicha solicitante se ajusta a lo establecido en el artículo 39.2
de la LGSC, y; de ser el caso, si corresponde reconocer los créditos invocados por esta. Asimismo,
Cooperativa Naranjillo señaló mantener registrada en su contabilidad a favor de Transmar la suma
ascendente a US$ 2 793 788,45, la misma que fue considerada en el plan de reestructuración
aprobado por la junta de acreedores de la deudora el 21 de diciembre de 2018.
17. El 09 de julio de 2019 se llevó a cabo la audiencia de informe oral con la intervención del
apoderado de Transmar. En dicha audiencia, Transmar reiteró los argumentos señalados en su
escrito de apelación y, adicionalmente, señaló lo siguiente:
(ii) existe un conflicto normativo entre la LGSC y el Decreto Legislativo N° 1071, frente al cual la
autoridad concursal debe aplicar lo señalado en la LGSC.
18. Conforme a lo señalado en los antecedentes de la presente resolución, la Sala considera que
debe determinarse lo siguiente:
(i) Si corresponde reconocer a favor de Transmar frente a Cooperativa Naranjillo, los créditos por
concepto de capital e intereses derivados de los Laudos I y II; y,
(ii) si, de ser el caso, corresponde que se registren como contingentes los créditos invocados por
Transmar frente a Cooperativa Naranjillo.
20. El artículo 39.2 de LGSC14 establece que serán reconocidos por el solo mérito de su
presentación, los créditos que se sustenten en sentencias consentidas o ejecutoriadas o laudos
arbitrales, siempre que su cuantía se desprenda del tenor de los mismos o que hayan sido
liquidados en ejecución de sentencia.
21. Lo dispuesto en el dispositivo legal antes señalado tiene por fundamento el carácter de cosa
juzgada de las sentencias consentidas o ejecutoriadas y de los laudos arbitrales emitidos en el
Perú, en tanto estos no pueden ser dejados sin efecto, ni se puede efectuar respecto de ellos una
interpretación en contra de lo resuelto en tales instrumentos, de conformidad con lo dispuesto en
los numerales 1 y 2 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú15.
22. Si bien el artículo 39.2 de la LGSC no hace distinción entre sentencias o laudos emitidos en el
Perú respecto de aquellos emitidos en el extranjero, en el marco del trámite de una solicitud de
reconocimiento de créditos la autoridad concursal no puede soslayar o desconocer la normativa
especial que el Estado peruano, en el marco de su soberanía, ha determinado aplicable en relación
con el reconocimiento y ejecución de fallos extranjeros en el Perú.
(i) El artículo 2102 del Código Civil establece que las sentencias extranjeras tienen en la República
la fuerza que les conceden los tratados respectivos, siendo que en caso de no existir tratado con el
Estado en el que se pronunció la sentencia, esta tendrá la misma fuerza que en aquel Estado se da
a las sentencias pronunciadas por los tribunales peruanos17;
(ii) de acuerdo con el artículo 2103 del Código Civil, si la sentencia procede de un Estado en el que
no se da cumplimiento a los fallos de los tribunales peruanos, aquélla no tendrá fuerza alguna en
la República, incluyendo las sentencias que proceden de Estados donde se revisan, en el fondo, los
fallos de los tribunales peruanos18;
(iii) salvo que exista una disposición prevista en la ley o en un tratado suscrito por el Perú en
sentido distinto, para que una sentencia tenga autoridad de cosa juzgada y fuerza ejecutoria en el
Perú, se deberán cumplir los diversos requisitos del proceso de exequátur previstos en el Título IV
del Libro X del Código Civil19, ante la autoridad que determina el artículo 837 del Código Procesal
Civil20;
(iv) de manera excepcional, la autoridad de cosa juzgada de una sentencia extranjera podrá
hacerse valer dentro de un juicio, si se cumple con los requisitos previstos en el Título IV del Libro
X del Código Civil sin necesidad de seguir el proceso de exequátur, de conformidad con lo previsto
en el artículo 2110 del Código Civil21;
(v) el artículo 2108 del Código Civil dispone que el trámite para la declaración de ejecutoria se
ajustará a lo establecido en el Código Procesal Civil, siendo que una vez cumplido el trámite la
sentencia extranjera tendrá la misma fuerza ejecutoria que tienen las sentencias nacionales22;
(vii) conforme a lo previsto en el artículo 719 del Código Procesal Civil, las sentencias extranjeras
reconocidas por los tribunales nacionales se ejecutarán siguiendo el proceso de ejecución previsto
en el Capítulo III del Título V de la Sección V del Código Procesal Civil, esto es el Proceso de
Ejecución de Resoluciones Judiciales23.
30. Cabe precisar que, de conformidad con lo establecido en el Convenio sobre Arreglo de
Diferencias Relativas a Inversiones (en adelante, CIADI) ratificado por el Perú el 09 de agosto de
1993, aplicable a las controversias sobre materia de inversión en las que sea parte el Estado
contratante, y en concordancia con lo previsto en el Decreto Legislativo N° 1071, solo los laudos
arbitrales emitidos bajo dicho convenio son de reconocimiento y ejecución automática, como si
fueran una sentencia judicial definitiva dictada por un tribunal existente en cualquier Estado, sin
que sea necesario trámite alguno28.
31. De las normas y tratados anteriormente referidos se colige que, a excepción de los laudos
emitidos en el marco del CIADI, para el reconocimiento de un laudo extranjero en el Perú es
necesario que dicho laudo sea reconocido conforme a las normas establecidas en el Decreto
Legislativo N° 1071 y los tratados internacionales de los que es parte el Perú; y, por tanto, que
cuente con la respectiva resolución judicial de reconocimiento emitida en un proceso no
contencioso, de acuerdo a lo previsto en el Título VIII del Decreto Legislativo N° 1071.
32. En ese orden de ideas, la Sala considera pertinente precisar e interpretar el artículo 39.2 de la
LGSC, en el sentido que para el reconocimiento de créditos sustentados en sentencias judiciales
consentidas o ejecutoriadas o laudos arbitrales emitidos en el extranjero, no basta la sola
presentación de tales instrumentos y que la cuantía se desprenda del tenor de los mismos, sino
que, en concordancia con las normas previstas en el ordenamiento jurídico peruano y en los
tratados internacionales de los que el Perú es parte, que regulan el reconocimiento y ejecución de
sentencias y laudos extranjeros, se requiere que dichos instrumentos cuenten con la respectiva
resolución judicial de reconocimiento u homologación en el Perú, lo que se deberá acreditar ante
la autoridad concursal, salvo que las normas antes mencionadas establezcan un tratamiento
distinto.
34. Transmar alegó en su recurso de apelación que la LGSC no hace diferencia alguna entre el
carácter probatorio de un laudo arbitral nacional de uno extranjero, por lo que la autoridad
concursal no debe efectuar una distinción en donde la ley no la prevé expresamente.
37. No obstante, a diferencia de lo que ocurre con un laudo arbitral emitido en el Perú, es decir, en
el marco de un arbitraje doméstico o nacional, el laudo arbitral emitido en el extranjero sí requiere
de una homologación previa, toda vez que, sin tal reconocimiento, dicho laudo no podría
desplegar sus efectos en el territorio nacional, conforme lo establece la propia ley de la materia, el
Decreto Legislativo N° 1071. Ello, debido a que existen algunos supuestos previstos en dicha
norma, como las causales de denegación contempladas en el artículo 75, que podrían afectar el
reconocimiento de un laudo emitido en el extranjero, siendo esta la razón por la que el
ordenamiento jurídico peruano establece el trámite de homologación previa del laudo extranjero.
38. De otra parte, Transmar alegó en su recurso de apelación que el reconocimiento judicial de un
laudo emitido en el extranjero solo es necesario para la ejecución forzosa del mismo y no para el
reconocimiento de los créditos invocados en un procedimiento concursal, por lo que, a
consideración de la impugnante, en el presente caso, la Comisión debió reconocer los créditos
invocados frente a Cooperativa Naranjillo, sin requerir el reconocimiento judicial previo de los
Laudos I y II.
39. Al respecto, cabe señalar que el reconocimiento de un laudo extranjero tiene por objeto
otorgar al mismo el carácter de acto jurídico válido y eficaz en el ordenamiento jurídico nacional,
en el cual se persigue su invocación como fuente de derechos y obligaciones. Por el contrario,
cuando se solicita la ejecución de un laudo extranjero, tal pedido no tiene por objeto el
reconocimiento de la eficacia y los efectos del laudo, sino garantizar su cumplimiento29.
43. Asimismo, deben desestimarse las alegaciones formuladas por Transmar referidas a que el
reconocimiento judicial de un laudo extranjero constituye una mera formalidad, toda vez que, de
conformidad con lo dispuesto en el Decreto Legislativo N° 1071 y los tratados internacionales de
los que forma parte el Perú, tanto para el reconocimiento como para la ejecución en el Perú de un
laudo arbitral emitido en el extranjero resulta necesaria la obtención de una resolución judicial de
reconocimiento de laudo emitida en un proceso judicial no contencioso observando las exigencias
previstas en el Título VIII del Decreto Legislativo N° 1071, estando exceptuados de dicha exigencia
únicamente los laudos arbitrales extranjeros emitidos por un Tribunal del CIADI.
44. De igual manera, deben desestimarse las alegaciones formuladas por Transmar referidas a que
el plazo para la presentación de una solicitud de reconocimiento de créditos en el marco de un
procedimiento concursal, no permite obtener de manera oportuna la sentencia judicial de
reconocimiento de laudo arbitral extranjero.
45. Sobre el particular, en el caso materia de autos, los Laudos I y II presentados por Transmar
para sustentar el reconocimiento de los créditos invocados frente a Cooperativa Naranjillo fueron
emitidos el 04 de febrero de 2016 y el 07 de diciembre de 2016, respectivamente, es decir,
aproximadamente dos (02) años antes de la fecha de difusión del inicio del procedimiento
concursal ordinario de Cooperativa Naranjillo, por lo que Transmar pudo haber solicitado con la
suficiente anticipación el reconocimiento judicial de los referidos laudos, sobre todo teniendo en
cuenta que el artículo 76 del Decreto Legislativo N° 1071 regula un proceso muy expeditivo para
tal efecto, a nivel de la Corte Superior y sin intervención del Ministerio Público, siendo que sólo
procede el recurso de casación cuando no se hubiera reconocido en parte o en su totalidad el
laudo extranjero objeto de dicho proceso. Ello implica que basta una instancia judicial única para
alcanzar el reconocimiento de un laudo extranjero. En efecto, una vez reconocido el laudo
extranjero por la Corte Superior, conforme a las disposiciones del Decreto Legislativo N° 1071, no
procede articulación judicial alguna para recortar, limitar o suspender tal reconocimiento, salvo
cuando proceda el recurso de casación en los supuestos antes mencionados.
46. Respecto a los argumentos planteados por Transmar detallados en los puntos (vii) a (xi) del
numeral 13 de la presente resolución, referidos a que la Comisión no habría observado los
principios que rigen el procedimiento administrativo, al desconocer la existencia de los créditos
que mantiene frente a Cooperativa Naranjillo, es necesario señalar que de la revisión de la
resolución recurrida no se verifica que la Comisión haya negado la existencia de los créditos
invocados por Transmar frente a Cooperativa Naranjillo, en tanto no efectuó un análisis de fondo
de la relación causal que dio origen a tales créditos, limitándose únicamente a verificar el
cumplimiento de un requisito legal previo, a efectos de poder considerar que los Laudos I y II, que
sustentan los créditos en cuestión, tienen validez y eficacia en el Perú.
47. De otra parte, Transmar señaló que correspondía que la autoridad concursal evalúe,
adicionalmente a los Laudos I y II, la información y documentación contable de Cooperativa
Naranjillo y el hecho que ésta última no se haya opuesto al contenido de dichos laudos, a efectos
de emitir un pronunciamiento en el presente caso. Sin embargo, no resulta posible efectuar la
valoración probatoria indicada por la recurrente, debido a que, de conformidad con lo dispuesto
en el artículo 39.2 de la LGSC, los créditos cuyo reconocimiento invoca Transmar se sustentan en
pronunciamientos jurisdiccionales expedidos por tribunales arbitrales luego de una verificación
definitiva de la existencia, origen, legitimidad, titularidad y cuantía de tales créditos, razón por la
cual al tener dichos pronunciamientos también calidad de cosa juzgada, la autoridad concursal no
puede realizar análisis probatorio adicional alguno respecto a los créditos en mención.
50. Asimismo, de la lectura de las traducciones de los Laudos I y II31 se advierte que el Laudo I fue
emitido en la Ciudad de New York, Estado de New York, Estados Unidos de América, por el
Tribunal Arbitral de la Asociación de Comerciantes de Cacao de América, y el Laudo II fue emitido
en la Ciudad de Londres, Reino Unido, por el Tribunal Arbitral de la Federación de Comercio de
Cacao, por lo que al haber sido emitidos ambos laudos fuera del territorio peruano tienen la
calidad de laudos extranjeros y, como tales, deben ser reconocidos en el Perú. Ello, en
cumplimiento de la exigencia contenida en el Decreto Legislativo N° 1071 y los tratados
internacionales de los que el Perú es parte.
51. En el presente caso, Transmar acreditó la existencia de los Laudos I y II y sus respectivas
traducciones, documentos que se presumen veraces conforme a lo establecido en el artículo IV
numeral 1 inciso 1.7 del Título Preliminar del Texto Único Ordenado de la Ley del Procedimiento
Administrativo General, y cuya autenticidad no ha sido cuestionada por Cooperativa Naranjillo.
52. Sin embargo, atendiendo a que los referidos laudos han sido emitidos en el extranjero,
conforme se ha señalado en los numerales precedentes, resultaba necesario que Transmar
acredite que éstos se encuentran judicialmente reconocidos en el Perú, lo cual no ha sucedido en
el presente caso.
III.3 Registro como contingentes de los créditos invocados por Transmar frente a Cooperativa
Naranjillo
54. Transmar solicitó en su escrito de apelación que, en el caso que la Sala concluya que el
reconocimiento judicial de los Laudos I y II es necesario para reconocer los créditos invocados en el
procedimiento concursal de Cooperativa Naranjillo, tales créditos se registren como contingentes,
ya que se encontrarían ante un supuesto de hecho similar al contemplado en el artículo 39.5 de la
LGSC y el artículo 65 del Decreto Legislativo N° 807, Ley sobre Facultades, Normas y Organización
del Indecopi, puesto que solo bastaría que se obtengan las resoluciones de reconocimiento judicial
de los Laudos I y II para que los créditos en cuestión sean reconocidos por la Comisión.
55. El artículo 39.5 de la LGSC establece que los créditos controvertidos judicial, arbitral o
administrativamente serán registrados por la autoridad concursal como contingentes, siempre que
dicha controversia este referida a su existencia, origen, legitimidad, cuantía o titularidad, y el
asunto controvertido solo pueda dilucidarse en el fuero judicial, arbitral o administrativo, por ser
competencia exclusiva de la autoridad a cargo.
56. Asimismo, el artículo 65 del Decreto Legislativo N° 807 señala que los órganos funcionales de
Indecopi suspenderán la tramitación de los procedimientos que ante ellos se siguen solo en los
siguientes casos: (i) si con anterioridad al inicio del procedimiento administrativo, se inició un
proceso judicial que verse sobre la misma materia; y, (ii) cuando surja una cuestión contenciosa,
que a criterio del Tribunal de Defensa de la Competencia y de la Propiedad Intelectual o de la
Comisión u Oficina respectiva, precise de un pronunciamiento previo sin el cual no pueda ser
resuelto el asunto que se tramita ante el Indecopi.
57. En el presente caso, no se advierte que Transmar se encuentre en alguno de los supuestos de
hecho contemplados en el artículo 39.5 y el artículo 65 del Decreto Legislativo N° 807; toda vez
que, tal como lo ha señalado la recurrente, ésta no ha solicitado el reconocimiento de los Laudos I
y II ante el Poder Judicial.
58. Por lo expuesto, teniendo en cuenta que no existe una cuestión contenciosa en trámite que
requiera de un pronunciamiento previo que no pueda ser resuelto por la autoridad concursal o
que amerite suspender el trámite de la solicitud de reconocimiento de créditos materia de autos,
corresponde declarar improcedente el pedido formulado por Transmar para que se registren
como contingentes los créditos invocados frente a Cooperativa Naranjillo.
59. Conforme al análisis desarrollado en el acápite III.1 del presente acto administrativo, a través
de esta resolución se ha interpretado de modo expreso y con carácter general los alcances del
artículo 39.2 de la LGSC, por lo que, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 14 de la Ley de
Organización y Funciones del Indecopi32, corresponde emitir un precedente de observancia
obligatoria, cuyo texto se encuentra transcrito en la parte resolutiva del presente
pronunciamiento.
60. Asimismo, y en atención a lo señalado por el segundo párrafo del artículo 43 de la Ley sobre
Facultades, Normas y Organización del Indecopi33, corresponde solicitar al Directorio del Indecopi
que disponga la publicación en el diario oficial “El Peruano” de la presente resolución, por la que
se aprueba el precedente de observancia obligatoria descrito en la parte resolutiva.
IV. RESOLUCIÓN DE LA SALA
Segundo: declarar improcedente el pedido formulado por Transmar Commodity Group Ltd. para
que se registren como contingentes los créditos invocados frente a Cooperativa Agraria Industrial
Naranjillo Limitada, por las sumas ascendentes a US$ 2 784 526,60 por concepto de capital y US$ 9
261,85 por concepto de intereses.
“De conformidad con lo dispuesto en el artículo 39.2 de la Ley General del Sistema Concursal, así
como en las normas previstas en el ordenamiento jurídico peruano y los tratados internacionales
de los que el Perú es parte, que regulan el reconocimiento y ejecución de sentencias y laudos
arbitrales emitidos en el extranjero, podrán ser reconocidos en un procedimiento concursal, por el
solo mérito de su presentación, los créditos que se sustenten en sentencias judiciales consentidas
o ejecutoriadas o laudos arbitrales extranjeros, siempre que su cuantía se desprenda del tenor de
dichos instrumentos y que éstos cuenten con la respectiva resolución judicial de reconocimiento
en el Perú, salvo que las normas antes mencionadas establezcan un tratamiento distinto.”
Con la intervención de los señores vocales Jose Enrique Palma Navea, Julio César Molleda Solís,
Paolo del Aguila Ruiz de Somocurcio y Alberto Villanueva Eslava.