Diseño de Protecciones Electricas

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   Re pública Bolivariana de Venezuela

     Mi nisterio del p.p.p la Educación

             E.t.i.r "Simón Rodríguez"

                          Plc-edo Anzoátegui

Diseño de protecciones

Profesor:                                                                                                     Alumno:

Francisco Macuaran.                                                           Christopher Sánchez.

                                                         

                                                                 

Plc 12/06/20
Introducción

Las protecciones de sistemas de potencia se utilizan para evitar la destrucción de


equipos o instalaciones por causa de una falla que podría iniciarse de manera
simple y después extenderse sin control en forma encadenada. Los sistemas de
protección deben aislar la parte donde se ha producido la falla buscando perturbar
lo menos posible la red, limitar el daño al equipo fallado, minimizar la posibilidad
de un incendio, minimizar el peligro para las personas, minimizar el riesgo de
daños de equipos eléctricos adyacentes.

Un sistema de protección bien diseñado y adecuadamente coordinado es vital


para asegurar que el sistema eléctrico de potencia opere dentro de los
requerimientos y parámetros previstos. Al brindarle seguridad a redes y costosos
equipos, también se está protegiendo una inversión de capital muy grande y se
protege también a las personas. La operación automática permite aislar las fallas
tan rápido como sea posible para minimizar los daños. Los costos económicos y
los beneficios de un sistema de protección deben ser tenidos en cuenta con el fin
de obtener un adecuado balance entre los requerimientos del sistema y los
recursos financieros disponibles. Ante la ocurrencia de una falla o de una
condición anormal, el sistema de protección debe ser capaz de detectar el
problema inmediatamente y aislar la sección afectada, permitiendo así que el resto
del Sistema de Potencia Protección de Sistemas Eléctricos permanezca en
servicio y limitar la posibilidad de daño a los otros equipos. La protección debe ser
lo suficientemente sensible para que opere con rapidez aún bajo fallas incipientes. 

Esta obra presenta de manera teórica los sistemas de protecciones, diseño de


protecciones, tipos de protecciones, cálculo de fallas, curvas características y
especificaciones técnicas de los sistemas de protecciones. Pretende además que
sirva como texto guía para los estudiantes de electricidad de E.t.i.r."Simón
Rodríguez"
Índice

Objetivos................................................................................................................................5
Objetivo General.....................................................................................................................5
Objetivos Específicos............................................................................................................5
Diseño y especificación técnica de sistemas de protección...................................................6
Zonas De Protección...............................................................................................................8
Calculo De Fallas.....................................................................................................................8
Cálculo de fallas asimétricas usando componentes simétricas............................................12
Fallas línea – línea.................................................................................................................15
Impedancias fuente..............................................................................................................18
Procedimiento general para el cálculo de fallos...................................................................27
Ejemplo de cálculo de cortocircuitos en un sistema de potencia........................................30
CALCULO DE LAS IMPEDANCIAS DE SECUENCIA...................................................................30
Impedancias de secuencia positiva y negativa.....................................................................31
Impedancia de secuencia cero..............................................................................................31
Impedancia de secuencia positiva y negativa.......................................................................33
Impedancia de secuencia cero..............................................................................................33
Tipos de protecciones...........................................................................................................36
Corriente de cortocircuito en un punto de la línea..............................................................42
APLICACIONES DE LOS MAGNETOTÉRMICOS.......................................................................49
CURVAS DE DISPARO.............................................................................................................50
Tipos de curva de actuación.................................................................................................77
Características de tiempo de disparo según IEC...................................................................78
Curvas Características Según IEC..........................................................................................79
Características de tiempo de disparo según ANSI................................................................80
Curva Caracteristica según ANSI...........................................................................................81
Uso de características de tiempo indefinido........................................................................82
Uso de características de tiempo muy inverso.....................................................................83
OBJETIVOS

Objetivo General.

Realizar un Manual Para el diseño de protecciones de sistemas eléctricos

Objetivos Específicos.

 Investigar los criterios y practicas recomendadas para el diseño de


protecciones
 Identificar las posibles fallas que puedan ocurrir en los sistemas eléctricos.
 Estudiar las mejores opciones para el diseño de las protecciones
 Describir los elementos que componen a los sistemas de protecciones,
según el tipo de protección.
 Desarrollar el procedimiento para el diseño y construcción de los sistemas
de protección.
Diseño y especificación técnica de sistemas de protección

El Sistema de Protecciones es el conjunto de elementos destinados a proteger las


instalaciones y los equipos contra perturbaciones caracterizadas por desviaciones
respecto de las condiciones normales, tales como fallas de aislación, rechazo de
cargas, caída o incremento de tensión, pérdidas de estabilidad, etc., que puedan
ocasionar la destrucción parcial o total de las instalaciones y los equipos.

Su función es la de detectar dicha anomalía en el menor tiempo posible a partir de


las informaciones analógicas y digitales medidas, emitiendo las órdenes de
comando selectivas a los equipos de maniobra y de regulación adecuados, con el
objeto de aislar la perturbación y eventualmente proceder a la restauración del
servicio.

Forman parte de un sistema de protecciones todos los dispositivos, circuitos, etc.,


correspondientes a las señales de entrada/salida y las alimentaciones auxiliares,
las cuales deben integrarse en forma adecuada para obtener las funciones
operativas y las características de confiabilidad requeridas.

Componentes

Los sistemas de protección de un sistema de potencia se componen generalmente


de los siguientes elementos:

 Transformadores de instrumentos: Reducen las señales de intensidad de


corriente y tensión, respectivamente, a valores adecuados que pueden ser
conectados a las entradas de los relés de protección. En esta categoría se
clasifican los transformadores de corriente y los transformadores de voltaje.
Estos equipos son una interfaz entre el sistema de potencia y los relés de
protección.
 Relés de protección: Ordenan disparos automáticos en caso de falla. Son la
parte principal del sistema de protección. Contienen la lógica que deben
seguir los interruptores. Se comunican con el sistema de potencia por
medio de los elementos de medida y ordenan operar a dispositivos tales
como interruptores, reconectadores u otros.
 Interruptores: que hacen la conexión o desconexión de las redes eléctricas.
Son gobernados por los relés y operan directamente el sistema de potencia.
 Sistema de alimentación del sistema de protecciones: Se acostumbra
alimentar, tanto interruptores como relés con un sistema de alimentación de
energía eléctrica independiente del sistema protegido con el fin de
garantizar autonomía en la operación. De esta forma los relés e
interruptores puedan efectuar su trabajo sin interferir. Es común que estos
sistemas sean de tensión continua y estén alimentados por baterías o pilas.
 Sistema de comunicaciones: Permite conocer el estado de interruptores y
relés con el fin de poder realizar operaciones y analizar el estado del
sistema eléctrico de potencia.

En algunas partes de los sistemas de distribución, se usan fusibles para medir y


desconectar fallas.

Una falla puede ocurrir en cualquier parte, como una falla en una instalación, Una
caída o rompimiento del conductor de una línea de transmisión, operación
incorrecta de interruptores, corto circuitos y circuitos abiertos. Los dispositivos de
protección están instalados con el propósito de proteger activos y asegurar el
fluido eléctrico.

Esquemas de protección con relés

Los diseños y prestaciones específicas varían mucho con los requerimientos de


aplicación, con las diferencias de construcción así como con el ciclo de vida del
diseño en particular. Originalmente, todos los relevadores de protección fueron del
tipo electromagnético y electromecánico, los que siguen estando en gran uso, pero
los diseños de estado sólido están proliferando.

Para el diseño del esquemático de protección, seleccionar los relés para las
protecciones primaria, secundaria y de respaldo. Considerando los siguientes
criterios.

 Protección primaria diseñada de manera que se desconecte en el menor


tiempo posible la mínima cantidad de elementos del sistema de potencia, a
fin de minimizar los daños en los equipos en caso de fallas, aislando el
elemento fallado tomando en cuenta que cualquier falla que ocurra dentro
de una zona dada deberá disparar todos los interruptores que envíen
energía a esa zona, considerando como zonas de solapamiento, a los
interruptores de potencia, de manera que en el caso de producirse una falla
en esta zona, se accionen todos los interruptores asociados al interruptor
bajo estudio, además se consideran a los transformadores de corriente
como elementos que físicamente delimitan todas las zonas de protección,
colocados a ambos lados de cada interruptor o solo de uno.
 Protección de respaldo remoto, idéntica a la protección primaria en muchos
casos pero ajustada a un tiempo de actuación mayor a la primera, que en el
caso de fallar la protección primaria esta despeja la falla; por último la
protección de respaldo, opera en el caso de falla de las dos primeras,
activando las protecciones de subestaciones cercanas.

Zonas De Protección
Porción del sistema dentro de la cual la protección está en posibilidad de
detectar las perturbaciones. Está definida o limitada por: Filosofía de
actuación del relé, Ubicación de los transformadores de medida,
Sensibilidad, Características de Operación, Variabilidad de la configuración
de la red, Ajuste y/o coordinación y Disponibilidad de enlaces de
comunicación.

Calculo De Fallas
-Métodos para calcular corrientes de cortocircuito.

Descripción general del método de componentes simétricas.

Las fallas simétricas, esto es, las fallas trifásicas y las fallas trifásicas a tierra, con
impedancias simétricas a la falla, deja el sistema eléctrico balanceado y por lo
tanto, puede ser tratado mediante la representación monofásica. Esta simetría se
pierde durante fallas asimétricas línea a tierra, línea a línea, y línea-línea a tierra y
en estos casos se requiere un método de análisis de fallos que proporcione una
manera conveniente que trate el problema de la asimetría. En 1918 se propuso el
método de las componentes simétricas en el cual, un sistema desbalanceado de n
fases relacionadas se puede reemplazar por un sistema de n fases balanceadas
que son llamadas componentes simétricas de las fases originales. Aunque el
método puede ser aplicado a cualquier sistema polifásico desbalanceado, la teoría
es aplicada aquí a sistemas trifásicos.

Cuando se considera un sistema trifásico, cada cantidad vectorial de voltaje o


corriente es reemplazada por 3 componentes tal que un total de 9 vectores
desiguales representan los valores de las tres fases. Los 3 sistemas balanceados
del sistema se designan como:

1. Componentes de secuencia positiva, que consisten de 3 fasores de igual


magnitud, separados 120°, girando en la misma dirección que los fasores del
sistema de potencia bajo consideración (dirección positiva)
2. Componentes de secuencia negativa, que consisten de 3 fasores de igual
magnitud, separados 120°, girando en la misma dirección que los fasores de
secuencia positiva pero en secuencia inversa.

3. Componentes de secuencia cero, que consisten de 3 fasores de igual magnitud


y en fase con los demás, girando en la misma dirección que los fasores de
secuencia positiva. Con este arreglo, los valores de voltaje de cualquier sistema
trifásico y pueden representarse así:

Por lo tanto, se puede establecer la siguiente relación matricial:

Haciendo la inversa de la matriz de coeficientes:


De esta matriz puede deducirse que:

El procedimiento también puede aplicarse a las corrientes así:

A manera de ilustración, un sistema trifásico desbalanceado se muestra en la


figura 1.10. Aplicando las ecuaciones 1.17 a 1.19 se encuentra:
Cálculo de fallas asimétricas usando componentes simétricas .
Los circuitos de secuencia positiva, negativa y cero que llevan las corrientes I1, I2
e I0 respectivamente, son conectados juntos en un arreglo particular para
representar una condición dada de falla desbalanceada. Consecuentemente, para
calcular los niveles de falla usando el método de componentes simétricas, es
esencial determinar las impedancias individuales de secuencia y combinarlas para
construir los circuitos de secuencia correctos. Luego, para cada tipo de falla, la
combinación adecuada de circuitos de secuencia es realizada para obtener las
relaciones entre voltajes y corrientes de falla.

Fallas línea – tierra

Las condiciones en los terminales del generador para una falla línea - tierra
mediante una impedancia Zf son representadas por:

En base a estos valores se puede deducir fácilmente las componentes simétricas


de la corriente de falla. Las componentes simétricas de las corrientes de fase son:
En la figura 1.15 se ilustra que la corriente de la fase a debido a la falla es igual a
la corriente en el neutro del generador ya que está solamente es la trayectoria de
retorno.
Las condiciones de corriente y voltaje son las mismas que cuando se considera
una falla de circuito abierto en las fases b y c, y así el tratamiento y conexión de
los circuitos de secuencia serán similares.

Fallas líneas – línea


Las condiciones para una falla entre las líneas b y c son representadas por las
ecuaciones:

Igualmente puede demostrarse mediante un procedimiento similar que:

Para este caso, sin la corriente de secuencia cero, el circuito de secuencia cero no
está involucrado y el circuito general de secuencia está compuesto por los
circuitos de secuencia positiva y negativa en paralelo como se indica en la figura
1.17. El valor rms de la corriente simétrica AC de fase de estado estable que fluye
en la falla es.

Donde Vf es el valor rms del voltaje AC a tierra de estado estable en la falla antes
de que ocurriera la falla y Zf es la impedancia de la falla.

Falla línea - línea - tierra

Las condiciones para una falla entre las líneas b y c y tierra son representadas por
las ecuaciones:

Los circuitos de secuencia son conectados en paralelo como se indica en la figura


1.18.
Del circuito se deduce:

Sí la falla es sólida a tierra, por lo que Zf:

El valor rms de la corriente de fase AC simétrica de estado estable que fluye en la


falla es:

Y en las otras fases asociadas con esta falla:

Para fallas trifásicas se puede demostrar que:


Impedancias fuente.
Es la impedancia vista hacia atrás (por la falla) en el sistema de suministro de un
circuito de potencia o de distribución. Dependiendo de la información disponible,
existen varios métodos para encontrar la impedancia fuente.

Método A.

En casos donde el sistema de distribución es alimentado mediante un sistema de


transmisión radial simple con un generador en el otro extremo, la impedancia
fuente se puede calcular usando el sistema p.u. donde la impedancia de
secuencia positiva de la fuente es la suma de las impedancias de secuencia
positiva de todos los componentes del sistema desde la barra de la subestación de
distribución de bajo voltaje aguas arriba incluyendo el generador. Las impedancias
de secuencia negativa se encuentran de igual forma. La impedancia fuente de
secuencia cero usualmente no es la suma de las impedancias de secuencia cero
de los componentes a causa del efecto de las conexiones de los transformadores.

Método B.
Método C

Usado cuando solo se conocen los kVA de la falla trifásica disponible en la barra
de alto voltaje. En este caso, se calcula un valor para la magnitud de Zs1
convirtiendo los kVA de falla a la magnitud de la corriente de falla p.u. y por tanto,
se usa la ecuación 1.68 asumiendo un voltaje nominal del sistema si el valor real
de V en la barra de alto voltaje es desconocido. O la magnitud p.u. de Zs1 puede
encontrarse directamente de:

Método D

Si se conoce la matriz de Z barra, cada generador es representado por un voltaje


constante en serie con la reactancia de la máquina (X”d o X’d), las conexiones
shunt (capacitores a tierra) son ignoradas, todos los transformadores se ajustan en
su tap nominal y se toma la tierra como referencia. En la matriz de Z barra los
elementos de la diagonal son impedancias vistas desde cada barra hacia la parte
de atrás del sistema. Si la barra de alto voltaje de una subestación de distribución
está representada en la matriz Z barra, luego los elementos de la diagonal que
corresponden a la barra de alto voltaje en la Z barra de secuencia positiva son los
valores deseados de Zs1. Los elementos de la diagonal de la Z barra de
secuencia cero son los valores deseados de Zs0 .
Al igual que en el método B, los valores deben luego ser combinados
apropiadamente con las impedancias de secuencia p.u. del transformador de la
subestación, para producir las impedancias fuente de secuencia en la barra de
bajo voltaje de la subestación.

Impedancia de la falla Zf

En la aplicación de equipo de protección de sobrecorriente en sistemas de


distribución es importante conocer los niveles de corriente máximo y mínimo de
corriente de falla. Valores de Zf entre 5 y 40 Ω son usados para encontrar los
niveles mínimos de corriente de falla dependiendo de la resistividad promedio de
la tierra.

Impedancias equivalentes para un sistema de potencia

Cuando es necesario estudiar el efecto de cualquier cambio en el sistema de


potencia, el sistema debe primero que todo ser representado por sus impedancias
de secuencia correspondientes, las impedancias de secuencia positiva y negativa
pueden ser calculadas directamente de:

Donde:

Z: Impedancias equivalentes de secuencia positiva y negativa.

V: Voltaje nominal fase - fase.

P: Potencia trifásica de cortocircuito.

El equivalente de secuencia cero de un sistema puede derivarse de las


expresiones de componentes de secuencia referidas a una falla monofásica.

Para líneas y cables las impedancias de secuencia positiva y negativa son iguales.
Así, sobre la base de que las impedancias del generador no son equivalentes en
la mayoría de los estudios de fallas en redes de distribución, puede asumirse que
en general, Z1 = Z2 lo que simplifica los cálculos.
Así, la ecuación anterior se reduce a:

El sistema por unidad [p.u.]

Los cálculos de sistemas de potencia que involucran dos o más niveles de voltaje
son simplificados mediante el sistema p.u. Algunas de las razones son las
siguientes:

1. Cuando un elemento de circuito en un sistema con muchos niveles de


voltaje, tales como líneas de transmisión, tienen su impedancia expresada
en Ω , el valor de la impedancia óhmica cambiará a medida que el punto de
la línea es cambiado de un lado del transformador al otro. El problema que
se presenta al desarrollar un circuito equivalente de un sistema de unidades
reales es el de seleccionar e identificar un voltaje de referencia y expresar
todos los elementos de impedancias Ω en visualizados desde el nivel de
voltaje de referencia. Cuando las impedancias son expresadas en pu sobre
la base apropiada, este problema es eliminado. La impedancia pu de la
línea vista desde un lado del transformador es la misma que se visualiza
desde el otro lado.
2. Las impedancias pu de máquinas del mismo tipo y con valores nominales
muy diferentes, usualmente están dentro de rangos muy estrechos,
mientras que sus valores óhmicos pueden significativamente ser diferentes
3. Los fabricantes usualmente especifican las impedancias de los equipos en
% o en pu sobre la base de los valores nominales de la placa de
características.

Las impedancias expresadas en pu sobre una base definida pueden ser


combinadas directamente sin reparar en cuantos niveles de voltaje existen
desde la fuente hasta la falla. Para obtener esto, un voltaje base en cada nivel
de voltaje debe expresarse de acuerdo a las relaciones de transformación de
los transformadores interconectados. La relación es la siguiente:
Usualmente se selecciona un valor conveniente para la potencia base aparente
en kVA, y un voltaje base a un nivel determinado es también seleccionado para
emparejar el voltaje nominal del transformador a ese nivel. Los voltajes base a
otros niveles son luego determinados por las relaciones de transformación de
los transformadores. Las corrientes base y las impedancias base en cada nivel
son luego obtenidas por relaciones normales.
El voltaje, la corriente, la potencia y la impedancia son relacionadas por las
ecuaciones 1.78 y 1.80 y la selección de los valores base de dos cantidades
determina los valores base de las otras dos. Usualmente la potencia base kVA
y el voltaje base en kV, son las cantidades seleccionadas para especificar la
base. En este caso, las ecuaciones 1.79 y 1.81 llegan a ser:
Similarmente, las definiciones pu de las ecuaciones 1.79 y 1.81 llegan a ser.

Las ecuaciones 1.84 son expresiones generales aplicables en la conversión de


los cálculos en pu. Las ecuaciones 1.82 y 1.83 se aplican solo a sistemas
monofásicos.

Para sistemas monofásicos o sistemas trifásicos donde la corriente de línea, el


voltaje línea neutra y los kVA por fase son usados, las fórmulas que relacionan
las diferentes cantidades base son fácilmente obtenidas.
Una vez que las cantidades base han sido seleccionadas y luego las
cantidades pu han sido obtenidas de las ecuaciones 1.84, mientras que las
unidades para E, I, Z y kVA en el cálculo de sistemas trifásicos son kV línea -
línea, A, Ω, y kVA trifásicos respectivamente.

Las impedancias de elementos individuales de sistemas de potencia son


usualmente obtenidas en formas que requieren conversión a bases adecuadas
para el cálculo en pu. Las impedancias de los cables se expresan
generalmente en y la conversión a pu usando las relaciones indicadas conduce
a la siguiente fórmula:

Donde la base puede ser el voltaje línea - neutro y los kVA monofásicos o el
voltaje línea - línea y los kVA totales trifásicos.

Para cambiar la impedancia pu sobre una base dada a una impedancia pu


sobre una base nueva, se aplica la siguiente fórmula:
Y de las ecuaciones 1.88 y 1.90, el valor pu de Z visto desde el primario es:

Por lo tanto, para la selección adecuada del voltaje base y de la potencia base, el
valor pu de una impedancia en un lado de un transformador puede usarse
directamente en el otro lado.

Las impedancias de los transformadores están normalmente dadas en % de la


potencia nominal en kVA de un transformador autorefrigerado y son convertidas
usando la siguiente fórmula:

La reactancia de un motor puede obtenerse de las tablas que resultan de dividir


las reactancias pu sobre la potencia nominal en kVA y son convertidas usando la
siguiente fórmula:

Procedimiento general para el cálculo de fallos.


El procedimiento general para redes radiales contiene los siguientes pasos:

1. Dibujar el diagrama unifilar del circuito con todos sus elementos.

a) Identificar en el diagrama los puntos en los cuales las corrientes de falla van a
ser calculadas.

b) Identificar los diferentes tipos de circuitos aéreos y de cables subterráneos


usados.

c) Para cada sección de línea escribir sobre el diagrama del circuito el tipo de
sección y su longitud en metros.

2. Calcular las impedancias fuente de secuencia.


3. Determinar las impedancias de secuencia de las secciones de línea para cada
tipo en Ω/km.

4. Determinar las impedancias de secuencia de las secciones de las líneas Ω en


multiplicando las impedancias encontradas en el punto 3 por su longitud en km.

5. Seleccionar la impedancia de la falla.

6. Calcular las impedancias totales en el punto de falla, sumando todas las


impedancias de secuencia positiva en serie (calculadas en el punto 4) de todas las
secciones que conectan el punto de falla con la fuente, incluyendo la impedancia
fuente (determinada en el punto 2). Repetir el proceso para las impedancias de
secuencia negativa y cero recordando que Z1 = Z2 para las secciones de línea. La
impedancia equivalente de impedancias separadas en paralelo es el recíproco de
la suma de los recíprocos de las impedancias separadas. Las impedancias que
forman una configuración Y o pueden convertirse por medio de las fórmulas que
acompañan la figura 1.20.

7. Encontrar las corrientes de falla simétricas: trifásica, línea - línea, línea - línea -
tierra, línea - tierra y en las otras fases asociadas con la falla.

8. Calcular la corriente de falla asimétrica en el punto de la falla para cada tipo de


falla, para lo cual es necesario:
9. Registrar los resultados de corrientes de falla sobre el diagrama del circuito así:

1. Corriente simétrica mínima de falla en A rms.

2. Corriente simétrica máxima de falla en A rms.

3. Corriente asimétrica máxima de falla en A rms.

10. Luego se calcula la capacidad de interrupción asimétrica así:

Y se comparan con las capacidades de interrupción de los dispositivos de


interrupción (interruptores automáticos, restauradores, fusibles, etc).

11. Determinar las corrientes de cortocircuito para los relevadores de tiempo


diferido (corriente de cortocircuito después de 6 ciclos de iniciada la falla para lo
cual se emplearía la reactancia transitoria del generador).

12. Se repiten los pasos 6 a 11 para cada punto de falla seleccionado


(generalmente puntos donde van a quedar dispositivos de interrupción como
interruptores automáticos y fusibles).
Ejemplo de cálculo de cortocircuitos en un sistema de potencia.
Calcular las corrientes de falla en las barras de 115 kV y de 13.2 kV del sistema de
potencia mostrado en la figura 1.23.

CALCULO DE LAS IMPEDANCIAS DE SECUENCIA.


Para la línea 1:
Impedancias de secuencia positiva y negativa.

Impedancia de secuencia cero.


Para la línea 2
Impedancia de secuencia positiva y negativa.

Impedancia de secuencia cero.


Falla en barra de 115 kV (simétrica)

Falla en barra de 13.2 kV (simétrica).

Falla en la barra de 115 kV (asimétrica) con t = 2 ciclos =0.033s

Falla en la barra de 13.2 kV (asimétrica) con t = 2 ciclos =0.033s


Tipos de protecciones
Protección de generadores

Un generador eléctrico es una máquina rotatoria que gira gracias a la energía


mecánica aplicada a su eje o flecha. La energía mecánica aplicada a este eje
debe poseer la fuerza o torque adecuado para lograr un giro adecuado en el
generador lo que se convertirá finalmente en energía eléctrica a través del
fenómeno de inducción, donde luego se destinará esa energía a los centros de
consumo.

Protecciones de motores

El motor eléctrico es una máquina rotatoria, destinada al uso de la energía


eléctrica para obtener energía mecánica, proceso opuesto al del generador. Los
motores son la principal fuerza de trabajo industrial en el mundo, ya que no emiten
residuos contaminantes al aire, su adaptabilidad es mucho mayor que la de los
motores de combustión interna, y su control va de lo más simple a lo más
complejo. En un sistema de potencia, su uso es, principalmente para el bombeo
de líquidos y vapores en el sistema de alimentación de las calderas, donde las
plantas generadoras lo requieran. De aquí radica la importancia de su adecuada
protección, ya que si éstas máquinas fallan, seguramente lo hará el sistema de
potencia en general, debido a un fenómeno llamado 'avalancha de frecuencia',
creado por la baja de velocidad en los generadores, que a su vez dependen de la
cantidad y de la intensidad de los flujos que mueven a la turbina.

Protección de motores eléctricos. Se realiza a través de dispositivos que aseguran


la desconexión oportuna de los motores eléctricos de la red ante la ocurrencia de
alteraciones del régimen normal de trabajo, con el fin de evitar el deterioro del
aislamiento del motor, de los devanados y de las conexiones eléctricas

Protecciones de transformadores

Se dice que el transformador es el alma de un sistema de potencia, ya que es éste


el que se encuentra en cada uno de los puntos donde las tensiones cambian de
valor. Siempre están dispuestos en una subestación, ya sea de interconexión,
elevación, o reducción. El tipo de protección más comúnmente utilizado es la
diferencial de corriente. Se basa en la aplicación de la ley de Kirchhoff, según la
cual el sumatorio de las corrientes entrantes y salientes debe ser igual a cero. En
nuestro caso el relé de protección es alimentado por los transformadores de
corriente instalados en los devanados principales (ya sean estos dos, tres o
incluso más). Para eliminar posibles errores en la medición tanto de fase como de
ángulo se le aplica un frenado a la protección. Este frenado se basa en la corriente
a frecuencia fundamental, pero también en los armónicos segunda y quinto, para
de ese modo evitar transitorios durante la excitación del transformador que se
protege.

La protección principal comúnmente usada para proteger transformadores de


potencia es la diferencial (87T). La protección diferencial se complementa con
relés de sobrecorriente tanto de fase como residuales (51/51N) y del tipo
instantáneo y tipo inverso, donde los relés de fase se consideran más una
protección contra fallas externas al transformador.

Cuando el neutro del transformador se conecta a tierra, en forma directa o a través


de una inductancia, se usa una protección de sobrecorriente de tierra, de tipo
direccional (67-N), como complemento al respaldo de la protección de fase.

Adicionalmente se tienen las protecciones propias del transformador, como


térmica (49), para sobrecargas; la Buchholz (63B) y de presión (63P) para fallas
internas; el nivel de aceite (71) para detectar perdidas de aceite, etc. También
relés auxiliares de disparo (86X), (86R) de reposición manual, que sirven como
auxiliares de las protecciones primarias y de respaldo.

Protecciones de líneas de transmisión

La Línea de Transmisión (LT) es el elemento del sistema eléctrico de potencia


destinado a transportar la energía, desde su generación hasta el punto de
distribución para su consumo, por lo que se considera como el elemento más
importante en el suministro de energía eléctrica. Y forma parte de la Red de
transporte de energía eléctrica.

El esquema de protección de una LT está formado por una protección primaria y


protecciones de respaldo, siendo la primaria de alta velocidad y las de respaldo
con acción retardada.
El objeto de la característica de alta velocidad de la protección primaria es debido
a que ésta debe actuar en la menor cantidad de tiempo posible tratando de aislar
la falla del sistema, las de respaldo son de acción retardada, ya que tienen que
esperar a que la protección primaria actúe, si no es así lo harán éstas otras. Esto
no significa que las de respaldo solo actuarán en caso de que la primaria no actúe.

La gran desventaja es que la protección de respaldo aísla una sección de mayor


dimensión que la primaria.

Existen varios factores que afectan el diseño y operación de un SP en Líneas de


Transmisión, los cuales son: configuración de la red y niveles de tensión, entre
otros.

Los esquemas de protección que se pueden utilizar en una LT, son: Protección
contra sobre corriente (PSC), Protección de distancia (PD), Protección de hilo
piloto (PHP), y la protección híbrida (PH).

Las protecciones que se aplican a las líneas de transmisión se dividen en dos


grupos principales: el de protecciones primarias y el de protecciones secundarias
(de respaldo), como se describen por ejemplo a continuación:

1. Primaria

(a) Diferencial con comunicación con el otro extremo (hilo piloto, onda portadora o
fibra óptica).

(b) Comparación de fase con comunicación con el otro extremo.

(c) Comparación direccional con relevadores de distancia y comunicación con el


otro extremo.

2. Secundaria.

(a) Distancia.

(b) Sobre corriente direccional de fases y tierra.

Los sistemas de protección de líneas pueden ser de diferentes tipos. Los más
comunes son protección de distancia (21), tipo impedancia o admitancia teniendo
estos últimos la propiedad de direccionalidad que permite medir la impedancia de
la línea en un solo sentido, es una protección relativamente selectiva, debido a
que la selectividad se alcanza sin una comparación del extremo remoto, no
requiere de ningún sistema de telecomunicación para su función básica;
protección diferencial y protección por comparación direccional.

Sistema de protección por comparación de fase por portadora (78) mide de la


diferencia del ángulo de fase de la corriente entre los terminales de la línea
protegida.

Si el ángulo es pequeño se trata de una falla externa de corriente de carga y si el


ángulo es grande existe una falla interna. Necesita de un sistema de
telecomunicaciones entre los terminales de la línea.

Sistema de protección diferencial de línea (87L) absolutamente selectivo, mide la


magnitud y ángulo de las corrientes que entran en el área de protección, requiere
telecomunicación entre los terminales de línea.

Protecciones de barras

Las barras de colección son un conjunto de elementos mecánicos (estructuras


metálicas), destinados a la estabilidad mecánica de los centros de interconexión
de los demás elementos eléctricos que comprenden el sistema de potencia.

La protección se realiza específicamente con la protección diferencial de barras


(PDB).

El esquema de protección diferencial puede ser de dos tipos, alta impedancia o


baja impedancia. En el esquema de alta impedancia el relé diferencial es un relé
de tensión, mientras que en el esquema de baja impedancia es un relé de
corriente. Otros criterios de protección como el de comparación direccional de
corrientes, también se usan normalmente.

Características de los sistemas de protección por relés


Fiabilidad

Es el grado de certeza con el que el relé de protección actuará, para un estado pre
diseñado. Es decir, un relé tendrá un grado de fiabilidad óptima, cuando éste actúe
en el momento en que se requiere, desde el diseño. Y en ningún otro momento.

Seguridad
La seguridad, se refiere al grado de certeza en el cual un relé no actuará para
casos en los cuales no tiene que actuar. Por lo que un dispositivo que no actúe
cuando no es necesario, tiene un grado de seguridad mayor que otros que actúan
de forma inesperada, cuando son otras protecciones las que deben actuar.

Selectividad

Este aspecto es importante en el diseño de un SP, ya que indica la secuencia en


que los relés actuarán, de manera que si falla un elemento, sea la protección de
este elemento la que actúe y no la protección de otros elementos. Asimismo, si no
actúa esta protección, deberá actuar la protección de mayor capacidad
interruptiva, en forma jerárquica, precedente a la protección que no actuó. Esto
significa que la protección que espera un tiempo y actúa, se conoce como
dispositivo de protección de respaldo.

Velocidad

Se refiere al tiempo en que el relé tarda en completar el ciclo de detección-acción.


Muchos dispositivos detectan instantáneamente la falla, pero tardan fracciones de
segundo en enviar la señal de disparo al interruptor correspondiente. Por eso es
muy importante la selección adecuada de una protección que no sobrepase el
tiempo que tarda en dañarse el elemento a proteger de las posibles fallas. esto
puede ser o no verdad

Simplicidad

Forma sencilla para operar en cuanto a un diseño de protección

Economía

Cuando se diseña un SP lo primero que se debe tener en cuenta es el costo de los


elementos a proteger. Mientras más elevado sea el costo de los elementos y la
configuración de la interconexión de estos sea más compleja, el costo de los SP
será de mayor magnitud. A veces el costo de un SP no es el punto a discutir, sino
la importancia de la sección del SEP que debe proteger, lo recomendable es
siempre analizar múltiples opciones para determinar cuál de ellas es la que
satisface los requerimientos de protección al menor costo.

Corriente de cortocircuito en un punto de la línea


Supongamos un cortocircuito producido a la salida de un transformador para baja
tensión, es decir, el cortocircuito más desfavorable que puede producirse. Para
determinar esta intensidad dispondremos de un método práctico basado en unas
gráficas que representan las variaciones de la intensidad de cortocircuito en
función de la potencia del transformador y de la resistencia de la línea intercalada
hasta el lugar del cortocircuito. Basándonos en estas gráficas, el procedimiento a
seguir será el siguiente:

1. Se calcula la resistencia del conductor intercalado desde el transformador


hasta el cortocircuito.

2. Al valor de resistencia que resulte deberá sumársele el valor del hilo neutro,
cuando el cortocircuito sea entre fase y neutro, y multiplicarlo por cuando el
cortocircuito sea entre dos fases.

3. El resultado obtenido se traslada al gráfico de la figura 5, donde en función de la


potencia del transformador, se determinará el valor de la intensidad de
cortocircuito en amperios.

Mediante este procedimiento obtenemos la intensidad de cortocircuito en el punto


elegido, y con él tendremos el poder de corte mínimo del fusible o interruptor
automático que vayamos a colocar. El valor obtenido será en exceso ya que no
tenemos en cuenta la reactancia de la línea.
Así, según vemos en la figura, inmediatamente después del transformador
tenemos un interruptor automático, dividiéndose el circuito en dos ramales, con
sendas derivaciones a motores y resistencias de calefacción. Hasta llegar a los
receptores, existen una serie de protecciones selectivas y en cada uno de estos
puntos deberemos calcular la intensidad de cortocircuito para poder dimensionar
correctamente cada una de las protecciones.

Cortacircuitos fusibles de baja tensión

Los cortacircuitos fusibles son el medio más antiguo de protección de los circuitos
eléctricos y se basan en la fusión por efecto de Joule de un hilo o lámina
intercalada en la línea como punto débil. Los cortacircuitos fusibles o simplemente
fusibles son de formas y tamaños muy diferentes según sea la intensidad para la
que deben fundirse, la tensión de los circuitos donde se empleen y el lugar donde
se coloquen.

El conductor fusible tiene sección circular cuando la corriente que controla es


pequeña, o está formado por láminas si la corriente es grande. En ambos casos el
material de que están formados es siempre un metal o aleación de bajo punto de
fusión a base de plomo, estaño, zinc, etc.

Fundamentalmente encontraremos dos tipos de fusibles en las instalaciones de


baja tensión:

• gl (fusible de empleo general)

• aM (fusible de acompañamiento de Motor)

Los fusibles de tipo gl se utilizan en la protección de líneas, estando diseñada su


curva de fusión "intensidad-tiempo" para una respuesta lenta en las sobrecargas, y
rápida frente a los cortocircuitos.
Los fusibles de tipo aM, especialmente diseñados para la protección de motores,
tienen una respuesta extremadamente lenta frente a las sobrecargas, y rápida
frente a los cortocircuitos.

Las intensidades de hasta diez veces la nominal (10 In) deben ser desconectadas
por los aparatos de protección propios del motor, mientras que las intensidades
superiores deberán ser interrumpidas por los fusibles aM.

La intensidad nominal de un fusible, así como su poder de corte, son las dos
características que definen a un fusible. La intensidad nominal es la intensidad
normal de funcionamiento para la cual el fusible ha sido proyectado, y el poder de
corte es la intensidad máxima de cortocircuito capaz de poder ser interrumpida por
el fusible. Para una misma intensidad nominal, el tamaño de un fusible depende
del poder de corte para el que ha sido diseñado, normalmente comprendido entre
6.000 y 100.000 A.

Un gran inconveniente de los fusibles es la imprecisión que tiene su curva


característica de fusión frente a otros dispositivos que cumplen el mismo fin, tales
como los interruptores automáticos. Esto equivale a decir que la banda de
dispersión de los fusibles es mayor que la de los interruptores automáticos, pese a
que el fabricante solamente facilita la curva media de los fusibles.

Otro inconveniente de los fusibles es la facilidad que tienen de poder ser usados
con una misma disposición de base, hilos o láminas no adecuadas.
Así mismo, la independencia de actuación de los fusibles en una línea trifásica
supone un serio problema, ya que con la fusión de uno de ellos se deja a la línea a
dos fases, con los inconvenientes pertinentes que ello conlleva.

La selectividad entre fusibles es importante tenerla en cuenta, ya que de ello


dependerá el buen funcionamiento de los circuitos. Idéntico problema se nos
presentara con la selectividad de los interruptores automáticos.

Entre la fuente de energía y el lugar de defecto suele haber varios aparatos de


protección contra cortocircuitos. Para desconectar la zona afectada, es necesario
que los fusibles reaccionen de forma selectiva, es decir, debe desconectar primero
el fusible más próximo al lugar de defecto. Si por alguna causa este fusible no
responde correctamente, debe actuar el siguiente, y así sucesivamente.

La selectividad entre dos fusibles se determina gráficamente mediante la


comparación de ambas características de disparo; para ello, las curvas, a la
misma escala, no deben cortarse ni ser tangentes. Esto es cierto en el caso de
sobrecargas y pequeñas intensidades de cortocircuito, pero no lo es en el caso de
intensidades muy grandes de cortocircuito, ya que aquí los tiempos de fusión son
extremadamente cortos y solamente es posible la selectividad en fusibles con una
notable diferencia de valor nominal de la intensidad.

Según la norma VDE 0636, los fusibles cuyas intensidades nominales se


encuentren en la relación 1:1.6, deben de poder desconectar de forma selectiva.

La norma CEI 269-2, no es tan exigente, y dice que sólo los fusibles cuyas
intensidades nominales estén en la relación 1:2 pueden desconectar de forma
selectiva.

Intensidad nominal mínima admisible en un fusible Am

La intensidad nominal mínima del fusible de protección de un motor se determina


a partir de la intensidad de arranque y del tiempo de arranque del mismo. En un
arranque normal un fusible no debe fundir ni envejecer.

En los motores de jaula (arranque directo) la intensidad de arranque es


aproximadamente de 4 a 8 veces la intensidad nominal. El tiempo de arranque
depende del par de giro del motor y del momento de inercia de todas las masas a
acelerar; este tiempo suele estar comprendido entre 0,2 y 4 segundos, pudiendo
ser mayor en casos especiales de "arranque difícil".

En los motores de anillos rozantes y motores de jaula con arranque estrella-


triángulo, la intensidad de arranque suele estar comprendida entre 1,1 y 2,8 veces
la intensidad nominal. El tiempo de arranque en estos casos varía muy
ampliamente.

Para tiempos de arranque de hasta 5 segundos, la intensidad nominal del fusible


puede ser igual a la intensidad nominal de empleo del motor, pero para valores
iguales o superiores es conveniente determinar la intensidad nominal del fusible,
teniendo en cuenta las curvas características intensidad-tiempo de arranque del
motor y del relé térmico de protección.

Interruptores magnéticos

Son interruptores automáticos que reaccionan ante sobreintensidades de alto


valor, cortándolas en tiempos lo suficientemente cortos como para no perjudicar ni
a la red ni a los aparatos asociados a ella.

Para iniciar la desconexión se sirven del movimiento de un núcleo de hierro dentro


de un campo magnético proporcional al valor de la intensidad que circula.

La curva característica de un disparo magnético es la representada en la figura


siguiente.

El dispositivo permite trabajar en la zona A pero no en la B. La desconexión se


efectúa cuando las condiciones del circuito llegan a la zona rayada de separación
entre ambas.

Así pues, para la curva ejemplo de la figura 3, cualquier intensidad menor de 4,25
A, no provocaría la desconexión, por más tiempo que estuviera circulando. En
cambio, para cualquier intensidad mayor de 4,75 A, provocaría la desconexión
inmediata.

El límite inferior de la curva (unos 4 milisegundos), viene determinado por el


tiempo que transcurre desde el instante de establecimiento de la intensidad, hasta
la extinción del arco. Este tiempo marca la inercia mecánica y eléctrica propia de
estos aparatos.
Interruptores térmicos

Son interruptores automáticos que reaccionan ante sobreintensidades ligeramente


superiores a la nominal, asegurando una desconexión en un tiempo lo
suficientemente corto para no perjudicar ni a la red ni a los receptores asociados
con él.

Para provocar la desconexión, aprovechan la deformación de una lámina


bimetálica, que se curva en función del calor producido por la corriente al pasar a
través de ella.

La curva característica de un disparo térmico es la representada en la figura 2.

El dispositivo térmico permite trabajar en la zona A pero no llegar a la zona B. La


interrupción del circuito se efectúa siempre cuando las condiciones de trabajo
llegan a la zona rayada que marca la separación entre ambas. Esta zona rayada
marca las tolerancias lógicas que tendrá la fabricación de este tipo de aparatos.

Así, pues, en la curva de la figura 2, que citamos a título de ejemplo, circulando


una intensidad de 3A., el interruptor no desconectaría nunca.

Con 10A. iniciaría la desconexión a los 35 seg., y con 30 A. la desconexión se


iniciará a los 15 seg.

La forma y límites de la curva característica de un interruptor térmico varía según


la técnica empleada en el sistema de caldeo de la bilámina.

Interruptores magneto-térmicos

Generalmente, los interruptores automáticos combinan varios de los sistemas de


protección descritos, en un solo aparato. Los más utilizados son los magneto-
térmicos.

Poseen tres sistemas de desconexión: manual, térmico y magnético. Cada uno


puede actuar independientemente de los otros, estando formada su curva de
disparo por la superposición de ambas características, magnética y térmica.

En el gráfico de la figura 4. puede verse la curva de desconexión de un magneto-


térmico, en la que se aprecia una zona A, claramente térmica, una zona B que
corresponde a la reacción magnética, y la zona de solape C, en donde el disparo
puede ser provocado por el elemento magnético o térmico indistintamente.

Normalmente, en los gráficos en que se ilustra la curva característica de los


magneto-térmicos, se concede el eje vertical a la escala de tiempos, graduada
logarítmicamente, y el eje horizontal a la escala de intensidades, graduada
también a escala logarítmica, y en múltiplos de la intensidad nominal. Así, por
ejemplo, un punto 3 In corresponderá a 30A, si el aparato es de 10A, o bien a 75A,
si el aparato es de 25A, etc.
Como en casos anteriores, la zona de tolerancia delimita las dos zonas
características de "no desconexión" y de "segura desconexión". Así, para una
intensidad 2,5 In podría suceder la desconexión entre los 15 y los 60 sg, siendo
correcto cualquier tiempo intermedio de disparo.

Mecánicamente, podemos decir que estos interruptores disponen de desconexión


libre, es decir, que cuando se produce una desconexión, ya sea por sobrecarga o
cortocircuito, el aparato desconecta aunque se sujete la manecilla de conexión.

Para los magneto-térmicos bipolares o tripolares, podemos decir también que


cuando una fase es afectada en la desconexión, ésta se efectúa simultáneamente
en todos los polos mediante transmisión interna, independiente de la pieza de
unión entre manecillas.

APLICACIONES DE LOS MAGNETOTÉRMICOS


Si comparamos los fusibles con los magneto-térmicos, veremos cómo estos
últimos presentan una mayor seguridad y prestaciones ya que interrumpen
circuitos con más rapidez y capacidad de ruptura que los fusibles normales.
Después, a la hora de restablecer el circuito, no se precisa ningún material ni
persona experta, basta presionar un botón o mover un resorte que se halla
perfectamente aislado y visible.

Por contra, un fusible requiere el gasto de compra de un cartucho nuevo, su


colocación en la base, sometida a tensión y una persona lo bastante capacitada
para efectuar estas operaciones. Estas molestias ocasionadas por la fusión de un
fusible, llevan en muchas ocasiones a colocar cartuchos inadecuados, por
personas inexpertas, ignorando el peligro que esto puede ocasionar a las
personas y aparatos que con él van asociados.

Cuando se trata de magneto-térmicos tripolares, si una fase sufre perturbaciones,


al disparar su polo arrastra a los otros dos y desconecta completamente el
sistema. Si este circuito se hubiera protegido sólo con tres fusibles, se fundiría el
correspondiente a la fase perjudicada y dejaría a todo el sistema en marcha con
sólo dos fases, con los consiguientes peligros de averías que tal estado acarrea
en determinados circuitos.

Con todo lo dicho anteriormente no pretendemos descalificar los fusibles, pero sí


podemos asegurar que su utilización se vio notablemente reducida después de la
aprobación, en 1973, del Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión, el cual
regulaba la utilización de estos aparatos. La fabricación masiva de los magneto-
térmicos hace que su actual precio sea realmente sugestivo, por lo que muchos
proyectistas no tienen reparo en colocarlos donde hasta no hace mucho colocaban
fusibles.

Naturalmente los fusibles son imprescindibles en cuadros generales de protección


y en todos aquellos casos en que se desee una protección adicional.

Otra aplicación muy interesante de los magnetotérmicos la tenemos en la


posibilidad de su desconexión a distancia, ya que algunos modelos se fabrican
con la particularidad de poder acoplarles una bobina llamada de emisión
(accionada con la aparición de una tensión) o de mínima tensión (accionada
cuando la tensión desaparece), encargada de accionar el resorte de desconexión
del magneto térmico.

CURVAS DE DISPARO
Según sean los límites que posea la curva característica de un magneto térmico,
así será su comportamiento, debiendo adaptar en cada caso el aparato
correspondiente a las peculiaridades del circuito que se pretenda proteger.

En España está en vigor la norma EN que especifica una serie de curvas


características para los magneto-térmicos, tales como son:

A continuación se exponen cada una de las curvas por separado, estudiando para
cada una de ellas la forma que presentan y las aplicaciones en las que se utilizan.

CURVA B

Estos magnetos térmicos actúan entre 1,1 y 1,4 veces la intensidad nominal In en
la zona térmica y en su zona magnética entre un 3 In y 5 In, o 3,2 In y 4,8 In,
según el tipo de aparato, de acuerdo con las normas EN 60.898 y EN 60947.2,
respectivamente. Permiten realizar la protección de las personas para longitudes
mayores que con la curva C, siendo indicado para instalaciones de líneas y
generadores.

Así, por ejemplo, en un magneto térmico de intensidad nominal 10A, para una
intensidad de 20A., la desconexión la efectuará el elemento térmico en un tiempo
comprendido entre 20 sg. y 200 seg. Para una intensidad de 50A, la desconexión
la efectuará el elemento magnético en un tiempo del orden de comprendo entre
0,01 y 0,009 seg.
CURVA C

Estos magnetotérmicos actúan entre 1,13 y 1,45 veces la intensidad nominal en su


zona térmica y en su zona magnética entre 5 In y 10 In, o 7 In y 10 In, según el
tipo de aparato, de acuerdo con las normas EN 60.898 y EN 60947.2,
respectivamente. Se aplican para evitar los disparos intempestivos, en el caso de
la protección de receptores, que presentan, una vez en servicio, puntas de
corriente de cierta consideración. Se utilizan en las instalaciones de líneas-
receptores.
CURVA D

Estos magneto térmicos actúan en la zona térmica con sobrecargas comprendidas


entre 1,1 y 1,4 In y en su zona magnética actúan entre 10 In y 14 In, de acuerdo
con las normas EN 60.898 y EN 60947.2. Son adecuados para instalaciones que
alimentan receptores con fuertes puntas de arranque.
CURVA MA

Curva de disparo magnético exclusivamente, con un valor de 12 In, de acuerdo


con la norma EN 60947.2. Se utilizan para la protección de motores.
CURVA Z

Estos magnéticos actúan entre 2,4 In y 3,6 In, de acuerdo con las normas EN
60.898 y EN 60947.2. Se utilizan para proteger instalaciones con receptores
electrónicos.
CURVA UNESA(ICP)

El disparo térmico actúa entre 1,13 y 1,45 veces la In, siendo éste común para
todas las curvas. El disparo magnético actúa entre 3,9 In y 8,9 In. Se emplean
como Interruptores de Control de Potencia (ICPM). En uso general equivaldría a
los interruptores de curva C. Esta curva no está englobada en la norma EN, sino
en la recomendación UNESA: RU 6101B.

Todos los magneto-térmicos utilizados como ICPM deberán poder ser


identificados por su parte frontal y, además de estar homologados oficialmente y
cumplir el Reglamento de Verificaciones Eléctricas, llevarán grabadas las
siguientes características:

a.- Nombre del Fabricante o Marca comercial.

b.- Tipo del aparato.

c.- Intensidad nominal.

d.- Naturaleza de la corriente y frecuencia.

e.- Tensión nominal 22O/38O V.

f.- Poder de cortocircuito.

g.- Número de fabricación.


Las intensidades nominales de los magneto-térmicos más corrientemente
utilizados son las siguientes:

1,5 - 3 - 3,5 - 5 - 7,5 - 10 - 15 - 20 - 25 - 30 - 35 - 40 - 45 - 50 y 63 A.

Las características de desconexión deberán ser las que a continuación se


especifican:

Referente al poder de corte de los magneto-térmicos, las normas exigen un poder


de corte superior a los 4500 A., valor superado ampliamente por la mayoría de las
casas fabricantes de estos aparatos.

Según la norma VDE-0100 los interruptores automáticos deben protegerse contra


sobreintensidades que rebasen su poder de corte. Por tal motivo en la caja
general de protección de una instalación se colocan fusibles del tipo -gl- cuyo
poder de corte supera los 50 kA.

Relés térmicos bimetálicos

Los relés térmicos bimetálicos constituyen el sistema más simple y conocido de la


protección térmica por control indirecto, es decir, por calentamiento del motor a
través de su consumo.

Los bimetales están formados por la soldadura al vacío de dos láminas de


materiales de muy diferente coeficiente de dilatación (generalmente invar y
ferroníquel). Al pasar la corriente eléctrica, los bimetales se calientan y se curvan,
con un grado de curvatura que depende del valor de la corriente y del tiempo.

En caso de sobrecarga, al cabo de un determinado tiempo definido por su curva


característica, los bimetales accionan un mecanismo de disparo y provocan la
apertura de un contacto, a través del cual se alimenta la bobina del contactor de
maniobra. Este abre y desconecta el motor.

En los relés térmicos diferenciales se dispone de un sistema mecánico diferencial


para la protección contra fallos de fase. Si durante la marcha del motor se
interrumpe una fase (p.e. L3), el bimetal de esta fase se enfría y desplaza hacia la
izquierda la regleta superior. Con ello se consigue una carrera adicional en el
extremo de la palanca, de forma que con una menor deformación de los otros dos
bimetales se produce el disparo.

El efecto resultante es un desplazamiento de la curva de disparo según la línea de


trazos de la curva característica, de forma que éste se produce con una intensidad
inferior a la nominal (generalmente a 0,85 de la nominal).

Se trata, pues, de una protección contra fallos de fase muy relativa, ya que el
tiempo de disparo depende de la intensidad que esté consumiendo el motor. Si en
el momento del fallo de fase esta intensidad fuera inferior al valor ajustado en el
relé, éste no dispararía o lo haría en un tiempo muy grande. En cualquier caso se
trata de un disparo lento, ya que incluso con la intensidad nominal habría que
esperar un tiempo de aproximadamente 100 segundos.

Por otra parte, los relés térmicos tienen una curva de disparo fija y está prevista
para motores con arranque normal, es decir, con tiempos de arranque del orden
de 5 a 10 segundos.

En los casos de arranque difícil (p.e. en centrifugadoras, molinos, grandes


ventiladores, etc.), que tienen un mayor tiempo de arranque, la curva de disparo
resulta demasiado rápida y el relé térmico dispararía durante el arranque. Para
evitar esto hay que recurrir a algún procedimiento especial como puentear el
térmico durante el arranque o alimentarlo a través de transformadores saturables.
Esto además de encarecer considerablemente el arrancador, supone emplear
procedimientos sin fundamento físico porque en realidad lo que se hace es
engañar a la protección.

Así pues, el sistema de protección por relés térmicos bimetálicos es generalmente


utilizado por ser, con mucho, el más simple y económico, pero no por ello se
deben dejar de considerar sus limitaciones, entre las cuales podemos destacar las
siguientes:

Curva de disparo fija, no apta para arranques difíciles.


- Ajuste impreciso de la intensidad del motor.

- Protección lenta o nula contra fallos de fase, dependiendo de la carga del motor.

- Ninguna señalización selectiva de la causa de disparo.

- Imposibilidad de autocontrolar la curva de disparo.

Protección con sondas térmicas

La protección con sondas térmicas constituye un magnífico sistema de protección


contra las sobrecargas térmicas suaves y prolongadas. La sonda es como un
termómetro que mide de forma directa la temperatura del arrollamiento del motor,
acusando también la influencia de otros factores externos, tales como una
temperatura ambiente excesiva o una refrigeración insuficiente.

Aunque hay varios tipos de sondas, las más utilizadas son las de coeficiente de
temperatura positivo (CTP) o termistancias, las cuales se caracterizan por
provocar un aumento brusco de su resistencia cuando la temperatura llega a un
valor determinado, llamado "temperatura nominal de funcionamiento" (TNF). Para
este valor, la termistancia, conectada a un relé electrónico especial, provoca el
disparo del contactor de maniobra.
Como las sondas miden exclusivamente la temperatura del punto en que hacen
contacto, es necesario colocarlas en los puntos más críticos del arrollamiento del
motor; generalmente en el fondo de las ranuras o en las cabezas de bobina del
lado de salida del aire. Esto obliga a efectuar su montaje de forma cuidadosa
durante la fase de bobinado del motor para asegurar un buen contacto térmico.

Además de los problemas que lleva la colocación de la sonda hay otro factor que
condiciona decisivamente este sistema de protección. A pesar de su pequeña
masa (como una cabeza de cerilla), la sonda reacciona con un cierto retardo
definido por su constante de tiempo térmica, que en la práctica suele ser del orden
de 8 a 10 segundos.

Esta inercia térmica, normalmente olvidada, es un factor muy importante a tener


en cuenta sobre todo en casos de sobrecargas bruscas o bloqueo del rotor.

Así, en la figura representamos la variación de temperatura en función del tiempo,


en un motor hipotético M1 sometido a una densidad de corriente de 20 A/mm2, y
la correspondiente curva de temperatura de su sensor CTP. Igualmente
representamos la de un motor M2 sometido a una densidad de corriente de 50
A/mm2, y la de su sensor. En ambos motores suponemos que sus aislantes son
del tipo B.

Supongamos ahora que el motor M1 se halla trabajando a una temperatura normal


de funcionamiento TNF de 110 ºC y sufre una brusca sobrecarga. Como la sonda
no reaccionará hasta pasados 10 segundos, esto dará tiempo a que el motor
llegue a alcanzar la temperatura de 140ºC, es decir, 140 - 120 = 20 ºC por encima
de la temperatura máxima admitida por el aislante clase B.

Si ahora el motor M2 es el que sufre una brusca sobrecarga, y suponemos que


también está trabajando a una temperatura normal de funcionamiento de 110 ºC,
la sobrecarga hará que la inercia de 10 segundos permita alcanzar al bobinado los
210 ºC, lo cual produciría serios daños.

Como las sondas térmicas sólo pueden detectar calentamientos con un cierto
retardo, no suministran una protección rápida, como sería de desear, en los casos
contra fallos de fase, bloqueo del motor, cortocircuito entre fases, y defectos o
derivaciones con respecto a tierra. Tampoco las sondas térmicas protegen a los
conductores de alimentación, por lo que su empleo sólo es aconsejable en
combinación con otros sistemas de protección.

Interruptor automático de motor

Los interruptores automáticos de motor utilizan el mismo principio de protección


que los interruptores magnetotérmicos. Son aparatos diseñados para ejercer hasta
4 funciones

: 1.- Protección contra sobrecargas.

2.- Protección contra cortocircuitos.

3.- Maniobras normales manuales de cierre y apertura.

4.- Señalización.

Este tipo de interruptores, en combinación con un contactor, constituye una


solución excelente para la maniobra de motores, sin necesidad de fusibles de
protección.

En la figura podemos ver dos circuitos diferentes de alimentación de un motor


según dos procedimientos; el primero utiliza los fusibles de protección de líneas, el
imprescindible contactor y su relé térmico; el segundo solamente utiliza un
interruptor automático de motor y un contactor. Las diferencias son notables, así
que veamos los inconvenientes y ventajas estudiando la composición del
interruptor automático de motor.
Como ya hemos dicho, estos interruptores disponen de una protección térmica.
Cada uno de los tres polos del interruptor automático dispone de un disparador
térmico de sobrecarga consistente en unos bimetales por los cuales circula la
intensidad del motor. En caso de una sobrecarga el disparo se produce en un
tiempo definido por su curva característica.

La intensidad de disparo térmico es regulable dentro de ciertos límites. Para el


modelo KTA3 de Sprecher existen 13 modelos con intensidades comprendidas
entre 0,1 A hasta 25 A. disponiendo cada uno de ellos de un campo de reglaje
determinado.

a protección magnética o disparador magnético de cortocircuito consiste en un


electroimán por cuyo arrollamiento circula la corriente del motor y cuando esta
alcanza un valor determinado se acciona bruscamente un núcleo percutor que
libera la retención del mecanismo de disparo, obteniéndose la apertura de
contactos en un tiempo inferior a 1 ms. La intensidad de funcionamiento del
disparador magnético es de 11 a 18 veces la intensidad de reglaje,
correspondiente a los valores máximo y mínimo del campo de reglaje.

Otra característica interesante en este tipo de aparatos es la limitación de la


corriente de cortocircuito por la propia resistencia interna del interruptor,
correspondiente a los bimetales, disparadores magnéticos y contactos. Este efecto
disminuye a medida que aumenta la intensidad nominal del aparato.

Gracias al diseño optimizado de las piezas de los contactos y de las cámaras de


extinción, estos aparatos tienen un poder de corte muy elevado. Así, por ejemplo,
a 380V. el poder de corte es de 100 kA. Para los aparatos de hasta 6,3 A; de 6,3 -
10 A. el poder de corte es de 10 kA, y de 10 - 25 A. el poder de corte es de 6 kA.

Una tecla de conexión START y otra de desconexión STOP o RESET permiten el


mando manual del interruptor, lo cual le faculta para que en ciertos circuitos se
pueda prescindir del contactor.

Un botón giratorio, situado a un costado del interruptor, permite seleccionar la


función T "TRIP", de disparo con señalización y bloqueo de la reconexión directa.
Esta función tiene la misión de que en el caso de disparo por sobrecarga o
cortocircuito la tecla STOP se desplace a una posición intermedia,
aproximadamente a la mitad de su carrera total, indicando con ello el motivo de la
desconexión. Para efectuar la nueva conexión manual es necesario pulsar a fondo
la tecla STOP.

Estos interruptores, en su lateral izquierdo, disponen de un alojamiento para la


colocación de un bloque de contactos auxiliares. Un contacto normalmente
cerrado y otro normalmente abierto pueden servirnos para todas aquellas
funciones de señalización que deseemos.

También es posible desconectar a distancia estos interruptores, ya que se


dispone, en su lateral derecho, de alojamiento para colocar una bobina de disparo
por emisión de tensión, o una bobina de disparo por mínima tensión.

Con todo lo dicho sobre los interruptores automáticos de motores KTA3- 25, es
posible llegar a la conclusión de que aunque estos interruptores no supongan el
sistema ideal de protección, pueden sustituir ventajosamente a los grupos
fusibles/relés térmicos utilizados para la protección de motores.

Interruptores diferenciales

Son interruptores automáticos que evitan el paso de corriente de intensidad


peligrosa por el cuerpo humano. La peligrosidad de los efectos que se pueden
producir depende de la intensidad de la corriente y de su duración, tal como se
determina en el gráfico de la figura 1.

En dicho gráfico, si fijamos una intensidad circulante en mA., y un tiempo de


duración en ms., se nos determina un punto. Si este punto se halla en la zona A,
los efectos que se producirán serán inofensivos para personas normales. Si se
halla en la zona B, ocasionará molestias que pueden ser peligrosas, y si se halla
en la zona C podrá resultar mortal, ya que puede ocasionar inconsciencia o
fibrilación ventricular.

Por ejemplo, vemos en el gráfico que una intensidad de 310 mA., según actúe
durante 40, 80 o 400 ms. está situada en la zona A, B o C.
La intensidad circulante por el cuerpo humano viene limitada, por una parte, por la
resistencia propia del cuerpo (unos 550 ohmios mínimo) y por otra, por la
resistencia del contacto con las zonas en tensión. Para el caso más desfavorable
de resistencia del cuerpo y suponiendo un contacto perfecto, la intensidad
circulante será máxima.

En el supuesto de una tensión de 220V., que es la tensión normalizada en


viviendas, la intensidad alcanzará un valor de 400 mA.

Si trasladamos esta intensidad al gráfico, veremos que para que no se produzcan


más efectos que los inofensivos de la zona A, debe ser cortado en un tiempo
máximo de 60 msg.

Esta desconexión la garantizan los interruptores diferenciales, ya que su curva


característica (señalada con D en la figura 1) delimita debajo de ella un campo de
trabajo donde no se desconecta por hallarse en la zona de seguridad A. No
obstante, cuando los valores intensidad-tiempo tiendan a crecer, alcanzado las
zonas peligrosas B o C, deben cruzar la banda de desconexión D y en este
instante el interruptor se abrirá.
Los diferenciales se basan en una característica de los circuitos bifásicos o
trifásicos, en los que la suma de las intensidades debe ser cero cuando no existen
fugas. Cuando por algún motivo la suma de intensidades no es cero, en la bobina
auxiliar aparece una tensión que aplicada a una pequeña bobina, acciona un
pivote que a su vez acciona el dispositivo mecánico que abre los contactos
principales del circuito. Según sea el valor de la intensidad de desequilibrio que
acciona el diferencial, así se definirá su sensibilidad. Normalmente se fabrican de
dos sensibilidades, 30 y 300 mA.

Referente al dispositivo de disparo automático es del tipo llamado de "libre


mecanismo", es decir, que aun reteniendo el correspondiente mando en la
posición de circuito cerrado, éste se abre si aparece el defecto correspondiente.

La intensidad nominal que puede controlar un diferencial, depende de las


dimensiones de los contactos principales, y se fabrican con intensidades
comprendidas entre 25 y 63 A., siendo el más corriente el de 40A., por ser el que
se suele utilizar en viviendas.

Se fabrican dos modelos de diferenciales, uno de dos polos para suministros


bifásicos y otro de cuatro polos para los suministros trifásicos con neutro.
Según normas VDE-0100, los diferenciales deben de disponer de un botón de
prueba mediante el cual se provoca una fuga igual a la sensibilidad del aparato y
por tanto su desconexión inmediata. La finalidad de este pulsador es la de permitir
al usuario comprobar periódicamente el correcto funcionamiento del interruptor
diferencial.

Para intensidades superiores a los 63A., los diferenciales suelen utilizarse de


forma indirecta, es decir, la señal diferencial obtenida de un toroidal es utilizada
para accionar un contacto conmutado, encargado de accionar la bobina de
emisión o la de mínima tensión del magneto-térmico de línea.

Este tipo de diferenciales suele fabricarse según una extensa gama de


prestaciones, por lo que resulta difícil generalizar.

En la figura vemos un modelo de Circutor que tiene la particularidad de poder


regular la sensibilidad y el tiempo de retardo de desconexión del diferencial.
Puesta a tierra

Se define como "Toma de Tierra" a la unión eléctrica de un conductor con la masa


terrestre. Esta unión se lleva a cabo mediante electrodos enterrados, obteniendo
con ello una toma de tierra cuya resistencia de "empalme" depende de varios
factores, tales como: superficie de los electrodos enterrados, profundidad de
enterramiento, clase de terreno, humedad y temperatura del terreno, etc. Por otra
parte, llamaremos "Puesta a Tierra", a la unión directa de determinadas partes de
una instalación eléctrica, con la toma de tierra, permitiendo el paso a tierra de las
corrientes de falta o las descargas atmosféricas.

Según la norma 039 MIBT correspondiente a puestas de tierra, se establecen las


tomas de tierra con objeto de:

1. Limitar la tensión que con respecto a tierra puedan presentar las masas
metálicas en un momento dado.

2. Asegurar la actuación de las protecciones.

3. Eliminar o disminuir el riesgo que supone una avería en el material eléctrico


utilizado.

La puesta a tierra como protección va siempre asociada a un dispositivo de corte


automático, sensible a la intensidad de defecto, que origina la desconexión del
circuito.

Así, la corriente a tierra producida por un defecto franco (resistencia de fuga nula,
Rf = 0), debe hacer actuar el interruptor automático magneto térmico en un tiempo
lo más reducido posible. Tal y como podemos apreciar en la figura, la intensidad
de fuga será igual a:

Si Rt es pequeña, la intensidad de fuga resultará ser grande, provocando el


disparo del magneto térmico (ICP).
Un ligero defecto de aislamiento provoca una resistencia de fuga relativamente
grande, y en consecuencia una intensidad de fuga pequeña, por lo que el
magnetotérmico no podrá actuar. No obstante, la parte exterior del aparato
receptor se encontrará a una tensión, con respecto a tierra, de:

Tensión que puede ser peligrosa para la persona que toque la envoltura metálica
del receptor en cuestión.

Si en estos casos queremos tener protección, deberemos disponer de un


interruptor automático diferencial, capaz de cortar el circuito con la intensidad de
fuga que determinemos.

Según el Reglamento de Baja Tensión, una masa cualquiera no debe estar a una
tensión eficaz superior, con respecto a tierra, de:

a) 24 V. en locales o emplazamientos húmedos.

b) 50 V. en locales o emplazamientos secos. Por lo tanto, la sensibilidad de los


diferenciales deberá ser, en cada caso, de:

Así, por ejemplo, a los diferenciales de 300 mA. les corresponderá una resistencia
de tierra máxima, de:
Estos valores son en teoría, ya que en la práctica para las tomas de tierra se exige
que tengan una resistencia notablemente inferior.

Un ligero defecto de aislamiento provoca una resistencia de fuga relativamente


grande, y en consecuencia una intensidad de fuga pequeña, por lo que el
magnetotérmico no podrá actuar. No obstante, la parte exterior del aparato
receptor se encontrará a una tensión, con respecto a tierra, de:

Tensión que puede ser peligrosa para la persona que toque la envoltura metálica
del receptor en cuestión.

Si en estos casos queremos tener protección, deberemos disponer de un


interruptor automático diferencial, capaz de cortar el circuito con la intensidad de
fuga que determinemos.

Según el Reglamento de Baja Tensión, una masa cualquiera no debe

estar a una tensión eficaz superior, con respecto a tierra, de:

a) 24 V. en locales o emplazamientos húmedos.

b) 50 V. en locales o emplazamientos secos.

Por lo tanto, la sensibilidad de los diferenciales deberá ser, en cada caso, de:
Así, por ejemplo, a los diferenciales de 300 mA. les corresponderá una resistencia
de tierra máxima, de:

Estos valores son en teoría, ya que en la práctica para las tomas de tierra se exige
que tengan una resistencia notablemente inferior.

Los electrodos utilizados para obtener una toma de tierra para aplicaciones de
baja tensión, suelen tener formas muy variadas, aunque los más comúnmente
utilizados tienen forma de barra o de placa.

Los tipos de electrodos más comúnmente utilizados son:

a) Placas enterradas. Las placas de cobre tendrán un espesor mínimo de 2 mm y


las de hierro galvanizado de 2,5 mm. En ningún caso la superficie útil de la
placa será inferior a 0,5 m2 . Se colocarán en el terreno en posición vertical y
en el caso en que sea necesaria la colocación de varias placas se separarán
unos 3 metros unas de otras.

Las más utilizadas son las de 0,5 m x 1 m y las de 1 m x 1 m. Para la puesta a


tierra de apoyos de líneas aéreas y columnas de alumbrado público, cuando lo
necesiten, será suficiente electrodos que tengan en conjunto una superficie de
contacto con el terreno de 0.25 m2 , con lo que se pueden utilizar de 0,5 m × 0,5
m.
b) Picas verticales.

Las picas verticales podrán estar constituidas por:

- Tubos de acero galvanizado de 25 mm de diámetro exterior, como mínimo,

- Perfiles de acero dulce galvanizado de 60 mm de largo, como mínimo.

-Barras de cobre o de acero de 14 mm de diámetro como mínimo; las barras de


acero tienen que estar recubiertas de una capa protectora exterior de cobre de
espesor apropiado.

Las longitudes mínimas de estos electrodos no serán inferiores a 2 m. Si son


necesarias dos picas conectadas en paralelo con el fin de conseguir una
resistencia de tierra admisible, la separación entre ellas es recomendable que sea
igual, por lo menos, a la longitud enterrada de las mismas; si son necesarias
varias picas conectadas en paralelo, la separación entre ellas deberá ser mayor
que en el caso anterior.

c) Conductores enterrados horizontalmente.


Estos conductores pueden ser:
- Conductores o cables de cobre desnudo de 35 mm2 de sección, como
mínimo,
- Pletinas de cobre de, como mínimo, 35 mm2 de sección y 2 mm de espesor,
- Pletinas de acero dulce galvanizado de, como mínimo, 100 mm2 de sección y
3 mm de espesor,
- Cables de acero galvanizado de 95 mm2 de sección, como mínimo. El
empleo de cables formado por alambres menores de 2.5 mm de diámetro está
prohibido.
- Alambres de acero, como mínimo, 20 mm2 de sección, cubiertos con una
capa de cobre de 6 mm2 como mínimo.
Con el fin de comprender de una manera más exacta el comportamiento de
una buena toma de tierra, veamos seguidamente algunos de los factores que
intervienen en el valor definitivo de la resistencia de la toma de tierra y de su
estabilidad.

a) Resistividad del terreno

La composición química del terreno y el tamaño de las partículas que lo forman


serán dos factores decisivos sobre el valor de la resistividad del terreno.

De los datos ofrecidos en la tabla, pueden sacarse ideas y conclusiones muy


interesantes. Por ejemplo, puede deducirse que del tamaño de las partículas
de que se compone el terreno depende el valor de su resistencia. Así, la arena
tiene una resistividad notablemente menor que la grava.

b) Humedad

El estado hidrométrico del terreno influye de forma muy apreciable sobre la


resistividad: al aumentar la humedad disminuye la resistividad y viceversa.

Por tal motivo, y con el fin de obtener valores estables de resistencia de la


toma de tierra, se aconseja profundizar lo más posible, para obtener terrenos
con un grado de humedad lo más constante posible. En ocasiones se puede
llegar a alcanzar zonas de agua (nivel freático), en donde la resistencia de la
toma de tierra tendrá valores bajísimos y muy estables.

c) Temperatura

Las variaciones de temperatura también afectan al valor de la resistencia de la


toma de tierra, de manera que a temperaturas bajo cero, como consecuencia
de la congelación del agua que contenga el terreno, los electrolitos se ven
inmovilizados, y la resistencia crece a valores muy grandes.

Este es un motivo más para recomendar que las tomas de tierra deben
hacerse lo más profundas posible, donde la temperatura del terreno alcanza
valores estables. En profundidades del orden de 10 metros, la temperatura
solamente sufre ligeras variaciones a lo largo del año y suele estar
comprendida entre 13 y 16ºC.

d) Salinidad del terreno

Como es lógico, al aumentar la salinidad de un terreno, la resistividad


disminuye. Por este motivo no es aconsejable regar con exceso los terrenos
donde hay una toma de tierra, ya que las sales serán arrastradas por el agua a
zonas más profundas, disminuyendo su efecto.

Según el Reglamento de baja tensión, la resistencia de tierra de un electrodo


depende de sus dimensiones, de su forma y de la resistividad del terreno en el
que se establece. Esta resistividad varía frecuentemente de un punto a otro del
terreno, y varía también con la profundidad.

Agregar al terreno carbón vegetal y cock, no perjudica en absoluto la obtención de


una buena y estable toma de tierra, no pudiendo decir lo mismo cuando se
agregan al terreno otros elementos tales como sales y ácidos que indudablemente
mejoran la conductividad de los terrenos, pero que por ser altamente corrosivos,
al cabo de un tiempo relativamente corto, oxidan y destruyen la placa, con el
consiguiente aumento de la resistencia.

Con el fin de obtener una primera aproximación de la resistencia de tierra, los


cálculos pueden efectuarse utilizando los valores medios indicados en la Tabla I.
La Tabla II da, a título de orientación, unos valores de la resistividad para un cierto
número de terrenos.

Bien entendido que los cálculos efectuados a partir de estos valores no dan
más que un valor muy aproximado de la resistencia de tierra del electrodo. La
medida de resistencia de tierra de este electrodo puede permitir, aplicando las
fórmulas dadas en la Tabla III, estimar el valor medio local de la resistividad del
terreno; el conocimiento de este valor puede ser útil para trabajos posteriores
efectuados en unas condiciones análogas.

La tabla III nos muestra las distintas fórmulas para el cálculo de los electrodos
típicos utilizados en las tomas de tierra.

Siendo:

R = resistencia de tierra del electrodo en ohmios.

ρ = resistividad del terreno de ohmios. Metro.

P = perímetro de la placa en metros.

L = longitud en metros de la pica o del conductor, y en malla la longitud total


de los conductores enterrados.

r = radio en metros de un círculo de la misma superficie que el área cubierta


por la malla.

El sistema más económico y por lo tanto el más corrientemente utilizado para


realizar una toma de tierra, emplea como electrodos picas de acero cobreado
de perfil cilíndrico de unos 15 mm. de diámetro y de 2 metros de longitud. Este
tipo de electrodos es introducido en el terreno a base de pequeños golpes,
consiguiendo de esta manera tan simple, resistencias relativamente bajas.

Existen picas acoplables mediante rosca y manguito que podemos ir uniendo


una detrás de la otra, hasta que las mediciones obtenidas den el valor óhmico
deseado. Se inicia el proceso clavando la primera pica de extremo roscado, el
cual se ha protegido de los golpes con el llamado tornillo-sufridera, pieza que
se coloca durante el clavado con objeto de proteger la rosca. Una vez clavada
la primera pica, se quita la pieza de protección de la rosca y mediante un
manguito roscado se acopla la segunda pica, a la que a su vez se le coloca
también en su parte superior el tornillo-sufridera, para continuar con el clavado
de la segunda pica. Este proceso puede repetirse tantas veces como lo permita
el terreno, pudiendo llegar, en terrenos blandos, hasta profundidades de 10 y
15 metros.

Cuando la resistencia obtenida con una sola pica resulta excesivamente


grande, puede recurrirse a la colocación de varias picas en paralelo, debiendo
tener en cuenta la separación entre picas para evitar influencia entre ellas.

Puesto que la resistencia de una sola pica es

La resistencia de "n" número de picas será:

Siendo K un coeficiente que se obtiene de la figura adjunta, en la que D/L es la


relación que existe entre la separación entre picas y la longitud de cada pica.
Cuando tengamos que utilizar varias placas enterradas, deberemos tener
cuidado de que estén separadas al menos 3m, para evitar influencias. El
agregar al terreno carbón vegetal y cock, no perjudica en absoluto la obtención
de una buena y estable toma de tierra, no pudiendo decir lo mismo cuando se
agregan otros elementos tales como sales y ácidos que indudablemente
mejoran la conductividad de los terrenos, pero que por ser altamente
corrosivos, al cabo de un tiempo relativamente corto, oxidan y destruyen la
placa, con el consiguiente aumento de la resistencia.
Tipos de curva de actuación

Curva DT (Direct Time):

Curva a tiempo independiente o definido

Is: umbral de intensidad expresado en

A. T: retardo de actuación de la protección.

A tiempo dependiente

SIT: Inversa normal

(Standard Inverse Time)

VIT: Muy inversa

(Very Inverse Time)

EIT: Extremadamente inversa

(Extremely Inverse Time)


Características de tiempo de disparo según IEC
Todas las curvas a tiempo dependiente, siguen la formula definida en la IEC
60255-3, donde t es el valor del tiempo de actuación de la protección en
segundos, en función de la temporización (T) de la protección a I/Is veces. Curva
Inversa (SIT) Curva muy inversa (VIT) Curva extremadamente inversa (EIT)

El tiempo de operación y la sobre corriente están relacionados por una ecuación,


que define la curva de operación característica del relé:

Dónde:

t = tiempo de operación (s)

k = ajuste del multiplicador de tiempos (TMS)

I = corriente de falla que pasa por el relé (A)

Is = corriente de ajuste o calibración de corriente (A) α y β= determinan el grado


de característica inversa del relé

Para los tres primeros esquemas estándar las constantes son:


Curvas Características Según IEC
Características de tiempo de disparo según ANSI
Todas las curvas a tiempo dependiente, siguen las formulas definida en la norma
IEEE C37-112.

Dónde:

M: I/Ip

t: Tiempo de disparo D: Tiempo ajustable

I: Corriente de falta

Ip: Valor de ajuste de la corriente

Los tiempos de disparo para I/Ip > 20 son idénticos a los de I/Ip = 20. Valor límite
de arranque aprox. 1,06 x Ip Valor límite de reposición aprox. 1,01 x Ip

Para los tres primeros esquemas estándar las constantes son:


Curva Caracteristica según ANSI
Uso de características de tiempo indefinido
Este tipo de curva se aplica en donde no existe la necesidad de coordinar con
otros dispositivos y en donde la corriente de falla prácticamente no varía entre un
valor máximo y un valor mínimo, o bien, entre una falla local o en una barra
remota.

Uso de características de tiempo inverso


Se aplican generalmente cuando el valor de la corriente de cortocircuito depende
grandemente de la capacidad de generación del sistema en el momento de la
falla. Cuando ZS << ZL, ZS = impedancia de la fuente. ZL = impedancia de la línea
hasta el punto de falla Su principal ventaja es la de tener menores tiempos de
operación a altas corrientes de cortocircuito. En instalaciones eléctricas en donde
por cambios en la potencia inyectada o modificaciones en los elementos del
circuito (conexión y desconexión de elementos) se presentan variaciones
importantes en la corriente de falla.

Uso de características de tiempo muy inverso


Se caracteriza por ser lento para valores bajos de sobre corriente y rápido para
valores altos de sobre corriente. En instalaciones eléctricas, en donde, para fallas
pequeñas, existen variaciones de corriente y el tiempo de interrupción es pequeño,
o bien, se requiere coordinar con las curvas de fusibles; esta característica resulta
ser la adecuada.

Es conveniente en sistemas de gran capacidad de generación donde el nivel de


cortocircuito depende prácticamente de la impedancia donde ocurre el
cortocircuito (la corriente de falla se reduce notablemente a medida que aumenta
la distancia a la fuente).
Uso de características de tiempo extremadamente inverso

Esta característica es recomendable en las redes de distribución de las compañías


eléctricas, ya que es la mejor que se coordina con restauradores y fusibles de un
mismo circuito, que es una aplicación típica de las redes de distribución aérea.
Son usados siempre que sea conveniente debido a la simplicidad y economía.

Los relés extremadamente inversos son algunas veces usados cuando la


coordinación con fusibles es requerida o cuando las corrientes inrush altas son
necesarias sobre la restauración de la potencia después de la salida del servicio.

Aplicaciones: También se emplea para actuar con componentes de secuencia


negativa, en la protección de grandes generadores. Permite ajustes más precisos
para evitar sacar de servicio al generador.
Conclusión

La función principal de un sistema de protección es fundamentalmente la de


causar la pronta remoción del servicio cuando algún elemento del sistema de
potencia sufre un cortocircuito, o cuando opera de manera anormal. Existe
además una función secundaria la cual consiste en proveer indicación de la
localización y tipo de falla.
Los sistemas de protecciones eléctricas constituyen el equipo más importante que
se incluye en un sistema eléctrico de potencia con el fin de alcanzar el último
objetivo, esto es, aminorar los efectos de las fallas sobre el equipo protegido
desenergizándolo rápidamente y mejorar la calidad del servicio al eliminar o aislar
aquellos elementos que por su operación defectuosa puedan producir
perturbaciones. Hay que tener en cuenta que es imposible evitar ocurrencias de
fallas. Pero se pueden tomar medidas para disminuir al mínimo sus efectos. Por lo
que es de suma importancia  Conocer los distintos tipos de protecciones eléctricas
nos ayudara a saber qué componentes serán los más adecuados para cubrir las
necesidades de seguridad y así poder Incorporar al diseño ciertas características
que eliminen la posibilidad de fallas.
Recomendaciones
Los Sistemas Eléctricos deberán ser protegidos contra cualquiera de las causas
que originan funcionamientos anormales. Asegurando un suministro de Potencia
Eléctrica de calidad para sus usuarios, y de uso confiable. La Protección de los
Sistemas Eléctricos se logra utilizando un conjunto de elementos con
características indispensables para lograr resultados eficientes, como lo son: 
• La Capacidad Interruptiva de sus interruptores
. • Elementos de Desconexión rápida. 
• Precisión en sus aparatos de medición. 
• CD en Fuentes Auxiliares de Alimentación.
Bibliografía
ROMERO, José Carlos y VEGA, Francisco, Protecciones Eléctricas: Universidad
Nacinal de Colombia, Bogotá
DISTRIBUTION SYSTEM protection manual: McGraw Edison Company
SIEGERT, Luis A, Alta tensión y sistemas de transmisión: Noriega editores
GERS, Juan M, Aplicación de protecciones eléctricas a sistemas de potencia:
Universidad del Valle.
https://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia

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