Ejercitando El Gen Narrativo

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SELECCIÓN MÚLTIPLE (elementos del género narrativo)

1-. El emisor REAL de una narración es:


a-. Protagonista.
b-. Narrador.
c-. Personaje secundario.
d- Autor

2-. El ser ficticio que cuenta su propia historia es:


a-. Narrador protagonista.
b-. Narrador omnisciente.
c-. Personaje.
d- Narrador conocimiento narrativo.

3-. Los narradores HETERODIEGÉTICOS son:


a-. Omnisciente y de conocimiento relativo.
b-. Protagonista y testigo.
c-. Conocimiento relativo y testigo.
d- Omnisciente y testigo.

4-. Estilo narrativo donde el narrador se encarga de contarnos la historia y utiliza, generalmente,
la conjunción “que”, es:

a-. Directo.
b-. Indirecto.
c-. Indirecto libre.
d- Directo libre.

5-. La atmósfera espiritual que envuelve a los personajes es el espacio:


a-. Físico.
b-. Social
c-. Sicológico.
d- Geográfico.

6-. Tiempo donde las acciones van en un orden lógico – causal:


a-. Tiempo del relato.
b-. Tiempo de la historia.
c-. Tiempo referencial histórico.
d- Tiempo cronológico.

7-. El retroceso extenso, detallado en el tiempo de la narración lo llamamos:


a-. Analepsis.
b-. Flash back.
c-. Racconto.
d- Flash forward
ANÁLISIS TEXTUAL
Texto I
“En un muro, a los pies de la hamaca, colgaba un retrato retocado por un artista serrano, y en él se
veía a una pareja joven. El hombre, Antonio José Bolívar Proaño, vestía un traje azul riguroso,
camisa blanca, y una corbata listada que sólo existió en la imaginación del retratista. La mujer,
Dolores Encarnación del Santísimo Sacramento Estupiñán Otavalo, vestía ropajes que sí existieron
y continuaban existiendo en los rincones porfiados de la memoria, en los mismos donde se
embosca el tábano de la soledad. Una mantilla de terciopelo azul confería dignidad a la cabeza sin
ocultar del todo la brillante cabellera negra, partida al medio, en un viaje vegetal hacia la espalda.
De las orejas pendían zarcillos circulares dorados, y el cuello lo rodeaban varias vueltas de cuentas
también doradas. La parte del pecho presente en el retrato enseñaba una blusa ricamente
bordada a la manera otavaleña, y más arriba la mujer sonreía con una boca pequeña y roja.
Se conocieron de niños en San Luis, un poblado serrano aledaño al volcán Imbabura. Tenían trece
años cuando los comprometieron, y luego de una fiesta celebrada dos años más tarde, de la que
no participaron mayormente, inhibidos ante la idea de estar metidos en una aventura que les
quedaba grande, resultó que estaban casados.
El matrimonio de niños vivió los primeros tres años de pareja en casa del padre de la mujer, un
viudo, muy viejo, que se comprometió a testar en favor de ellos a cambio de cuidados y de rezos.
Al morir el viejo, rodeaban los diecinueve años y heredaron unos pocos metros de tierra,
insuficientes para el sustento de una familia, además de algunos animales caseros que
sucumbieron con los gastos del velorio.
Pasaba el tiempo. El hombre cultivaba la propiedad familiar y trabajaba en terrenos de otros
propietarios. Vivían con apenas lo imprescindible, y lo único que les sobraba eran los comentarios
maledicentes que no lo tocaban a él, pero se ensañaban con Dolores Encarnación del Santísimo
Sacramento Estupiñán Otavalo.
La mujer no se embarazaba. Cada mes recibía con odiosa puntualidad sus sangres, y tras cada
período menstrual aumentaba el aislamiento.
—Nació yerma —decían algunas viejas.
—Yo le vi las primeras sangres. En ellas venían guarisapos muertos —aseguraba otra.
—Está muerta por dentro. ¿Para qué sirve una mujer así? —comentaban.
Antonio José Bolívar Proaño intentaba consolarla y viajaban de curandero en curandero probando
toda clase de hierbas y ungüentos de la fertilidad. Todo era en vano. Mes a mes la mujer se
escondía en un rincón de la casa para recibir el flujo de la deshonra.
Decidieron abandonar la sierra cuando al hombre le propusieron una solución indignante.
—Puede que seas tú quien falla. Tienes que dejarla sola en las fiestas de San Luis.
Le proponían llevarla a los festejos de junio, obligarla a participar del baile y de la gran borrachera
colectiva que ocurriría apenas se marchara el cura. Entonces, todos continuarían bebiendo tirados
en el piso de la iglesia, hasta que el aguardiente de caña, el «puro» salido generoso de los
trapiches ocasionara una confusión de cuerpos al amparo de la oscuridad.
Antonio José Bolívar Proaño se negó a la posibilidad de ser padre de un hijo de carnaval. Por otra
parte, había escuchado acerca de un plan de colonización de la amazonia. El Gobierno prometía
grandes extensiones de tierra y ayuda técnica a cambio de poblar territorios disputados al Perú.
Tal vez un cambio de clima corregiría la anormalidad padecida por uno de los dos.
Poco antes de las festividades de San Luis reunieron las escasas pertenencias, cerraron la casa y
emprendieron el viaje.”
Sepúlveda Luis, Un viejo que leía novelas de amor (extracto)
8. Identifica en el textos las voces de los diferentes intervinientes y descripciones con el color
que se indica a continuación:
a. La voz del narrador color verde
b. La voz de los personajes color rojo
c. Descripciones color azul
d. Clasifica la caracterizaciones en etopeyas, prosopopeyas o retratos.

9-. Se puede decir que los novios:


a-. Se casaron a los 13 años.
b-. La familia de la novia tenía muchos recursos.
c-. La madre de la novia estaba ausente.
d-. Se casaron convencidos que el matrimonio era la mejor opción.

10-. La razón que gatilló que la pareja decidiera irse del pueblo fue que:

a-. querían escapar del lugar donde se castigaba la esterilidad.


b-. le propusieron al hombre ir a un carnaval y entre la euforia y orgía, la mujer podía concebir un
hijo.
c-. vieron la oportunidad de surgir económicamente en otro lugar.
d-. le aconsejaron que en otro lugar cambiaran de aire y se curarían de su mal.

11-. El espacio psicológico dentro del relato es de:

a-. alegría y regocijo en las Fiestas de San Luis.


b-. aflicción frente al problema que tienen.
c-. incertidumbre de saber el porqué de sus males.
d-. resignación de su destino.

12-. El refrán que más concuerda con el espacio social de la historia es:
a-. “Ir por lana y volver trasquilado”
b-. “A mal tiempo, buena cara”
c-. “Ojos que no ven corazón que no siente”
d-. “Pueblo chico, infierno grande”

13-. La alteración de la temporalidad que se presenta en la narración es:


a-. Anacronía.
b-. Prospección.
c-. Racconto.
d-. Flash Back.

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