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Key words
Introducción
DOI: 10.1016/S0716-8640(11)70432-1
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Urgencias en obstetricia
Emergencies in obstetrics
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Estadísticas
RESUMEN
Palabras clave:
Mortalidad materna
mortalidad perinatal
metrorragia
aborto
placenta previa
desprendimiento de placenta
inercia uterina
retención de hombros
eclampsia
paro cardiorrespiratorio
SUMMARY
Key words:
Maternal mortality
perinatal mortality
vaginal bleeding
miscarriage
placenta previa
placental abruption
uterine atony
shoulder dystocia
eclampsia
cardiac arrest
TEXTO COMPLETO
Introducción
El término urgencias o emergencias se refiere a un hecho o accidente que requiere acción
inmediata. Dado que en este capítulo nos vamos a referir a urgencias del ámbito obstétrico, es
bueno recordar que la obstetricia en particular tiene la característica de que un porcentaje
importante de los partos podría ocurrir en sitios sin ninguna infraestructura. Sin embargo, el
15% a 20% de los partos puede requerir de cuidados cuya ausencia se asocia a
morbimortalidad materna y perinatal. La otra condición agravante es que si bien existen tablas
de factores de riesgo que permiten reconocer en las madres embarazadas aquellas que
requieren cuidados especiales, las urgencias se producen muchas veces en mujeres sin
factores de riesgo.
Lo anterior explica que en el mundo aún fallezcan cada año alrededor de medio millón de
mujeres por embarazo y parto, y que 15 de cada 100 mujeres que se embarazan cada año
desarrollen complicaciones de riesgo vital. Es por eso que entre los objetivos del milenio
establecidos el año 2000 por las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, 4 de
los 9 tienen que ver con la salud de la madre (Tabla 1).
Tabla 1.
Es importante recordar que Chile tiene hoy indicadores de salud materna y perinatal que le
permiten compararse a los países más desarrollados del mundo, y que esto es especialmente
meritorio tratándose de un país:
1)
cuyo producto interno bruto es 4 veces inferior al de los países más desarrollados;
2)
cuyo gasto en salud es muy inferior al de los países desarrollados o al de otros países de nivel
similar al nuestro;
3)
cuyo uso de anticoncepción entre las mujeres en edad fértil es significativamente menor; y
4)
un país donde no está legalizado el aborto (lo que se relaciona ciertamente con reducción de la
mortalidad perinatal dado que un tercio de esas muertes son atribuibles a malformaciones
congénitas).
Buena parte de los progresos alcanzados se han relacionado con la existencia de fichas clínicas,
el registro de las acciones médicas, la posibilidad de derivar pacientes de centros de menor
complejidad a centros de mayor complejidad, y la implementación de medidas específicas
como la administración de corticoides prenatales a la madre para la reducción de los riesgos
inherentes a la prematurez, o el uso de surfactante en los recién nacidos prematuros
extremos.
Tales progresos han ido de la mano con la institucionalización de los partos, la medicalización a
veces excesiva de un proceso eminentemente fisiológico, y el aumento del número de
operaciones cesáreas con el incremento de costos y riesgos que esto significa para madres y
recién nacidos. Estos problemas representan parte de los desafíos que la obstetricia moderna
hoy enfrenta.
Las pacientes que se presentan con hemorragia del primer trimestre de la gestación tienen una
anamnesis próxima común: amenorrea, sangrado genital y dolor abdominal. La anamnesis
remota puede aportar antecedentes que apoyen el diagnóstico de una causa u otra, y el
examen físico general y segmentario ayudarán a establecer una presunción diagnóstica, que se
verificará muchas veces a través del examen ginecológico (1). Este examen se practica en
posición de litotomía y aporta gran información:
•
•
•
La especuloscopia permite descartar las causas vaginales y cervicales.
•
•
El tamaño uterino se relaciona con la amenorrea. El útero se puede palpar a través del
abdomen, sobre la sínfisis del pubis, desde alrededor de las 12 semanas de amenorrea.
Las mediciones seriadas de esa hormona permiten definir el diagnóstico y manejo en esos
casos:
•
•
Niveles de beta - hGC en ascenso son compatibles con un embarazo intrauterino viable (85%
de los embarazos viables muestran un incremento de hGC >66% en 48hrs.), pero algunos
ectópicos pueden parecerse.
•
•
Manejo
Las pacientes que se presentan con sangrado genital significativo deben ser manejadas con vía
venosa, hidratación y exámenes básicos (grupo sanguíneo y Rh, hematocrito, Coombs
indirecto). Las pacientes Rh negativas deben ser vacunadas con inmunoglobulina anti D para
evitar los riesgos de sensibilización. El manejo del embarazo ectópico es quirúrgico cuando
está complicado y, en caso contrario, puede evaluarse su tratamiento médico.
En los casos de aborto incompleto o aborto inevitable, con el cuello uterino dilatado, el
tratamiento en general es el legrado uterino, si bien en la actualidad, y con la disponibilidad de
ultrasonografía, puede en ocasiones permitirse el manejo expectante y la resolución
espontánea. En los abortos retenidos el manejo puede ser expectante o medico-quirúrgico
dependiendo fundamentalmente de la edad gestacional al momento del diagnóstico.
-
-
-
-
-
Evaluación inicial
Debe recordarse que la magnitud del sangrado vaginal o la ultrasonografia normal no son
indicadores confiables de la severidad del desprendimiento o de la hemorragia, porque la
sangre puede estar contenida en la regiòn retroplacentaria.
La rotura uterina y la rotura de vasa previa son causas infrecuentes y ocurren durante el
trabajo de parto, más que en el anteparto. Ambas son emergencias que pueden llevar a la
muerte fetal, y la primera de ellas a la muerte materna (8).
Manejo
Placenta previa
La mortalidad materna es menor del 1% en países desarrollados, pero es más alta en países
subdesarrollados, donde son frecuentes la lejanía a centros de mayor complejidad, donde
faltan recursos y donde existe prevalencia elevada de anemia materna. La morbilidad y
mortalidad neonatal está relacionada fundamentalmente con la prematurez asociada a la
resolución del embarazo en pacientes con sangrado excesivo antes del término de la
gestación.
Los datos de Estados Unidos entre 1989 y 1991, y entre 1995 y 1997, sugieren una mortalidad
neonatal superior en 4 veces a la población control (9).
El acretismo placentario complica al 1 a 5% de los embarazos con placenta previa y útero sin
cicatriz previa. La presencia adicional de cesárea anterior aumenta el riesgo de acretismo y de
histerectomía durante el parto. La recurrencia de placenta previa es 4 a 8% (10, 11).
En pacientes con placenta previa diagnosticada por ultrasonografía y que han permanecido
asintomáticas se recomienda evitar la vida sexual y el examen ginecológico durante la segunda
mitad de la gestación, así como reducir la actividad física que puede asociarse a aumento de
contracciones uterinas y éstas, a sangrado genital. No existe, sin embargo, evidencia disponible
para estas recomendaciones. Tampoco existe evidencia de los beneficios de hospitalizaciones
prolongadas antes del parto. Estudios observacionales sugieren que mujeres con placenta
previa que no han sangrado durante el embarazo tienen bajo riesgo de necesitar una
operación cesárea de urgencia (12, 13).
Un sangrado activo en una paciente con placenta previa constituye una emergencia obstétrica
absoluta. En pacientes trasladadas a centros de mayor complejidad se han utilizado incluso los
pantalones anti- shock para mantener la estabilidad hemodinámica (14).
Manejo
•
•
•
Perfl de coagulación
•
•
Transfusión cuando las pérdidas exceden el 30% del volumen sanguíneo o cuando la
hemoglobina es menor de 10g/ dL, o cuando una paciente hipotensa no responde a 2 Lt de
cristaloides. La Tabla 2 resume los productos sanguíneos disponibles y sus efectos. Un
sangrado importante no impide un manejo conservador. De hecho, al menos la mitad de las
pacientes cuyo episodio inicial de sangrado fue mayor de 500mL no requiere resolución
inmediata del embarazo.
Tabla 2.
Terapia transfusional
↑ Hto 3%.
G rojos 250ml GR, GB, plasma ↑ Hb 1g/dl
Fibrinógeno, AT-III
Plasma fresco congelado 250ml Factores V y VIII ↑ Fibrinógeno 10mg/dl
Fibrinógeno, factores
Crioprecipitado 30ml V - VIII - XIII y V W ↑ Fibrinógeno 10mg/dl
(*)
6U = 30.000
•
Monitorización fetal. La monitorización electrónica de la frecuencia cardiaca fetal (FCF) así
como la ultrasonografia y el Doppler permiten evaluar el estado fetal y su bienestar in utero, o
la conveniencia de extraerlo fuera de él.
•
Parto: la resolución del embarazo y extracción del feto fuera del útero está indicada si existe
sospecha de hipoxia fetal intrauterina, trazado de monitorización electrónica de la FCF
sospechoso y que no responde a las medidas tradicionales (cambio de posición materna,
oxígeno, tocolisis); si existe una hemorragia que amenaza la vida de la madre y si existe
sangrado significativo con más de 34 semanas de gestación. A menos que existan condiciones
obstétricas muy favorables la vía del parto es más frecuentemente la operación cesárea, y la
anestesia general se prefiere sobre los bloqueos regionales.
•
1.
2.
3.
4.
La tocolisis no se utiliza en pacientes con sangrado activo, si bien su uso puede ser considerado
cuando existen contracciones uterinas y el sangrado no es significativo, y se pretende ganar
tiempo en beneficio del pronóstico fetal.
5.
Las manifestaciones clínicas del desprendimiento placentario pueden ser muy variables. El
sangrado externo puede ser profuso y no haber sufrimiento fetal, o puede ser escaso o casi
ausente y existir un desprendimiento completo con muerte fetal.
Complicaciones DPPNIMaternas
•
Hipovolemia
•
•
•
Insufciencia renal
•
•
•
Muerte
Fetales
•
•
•
Parto prematuro
•
Muerte
Manejo
El manejo inicial es similar al planteado para la paciente con placenta previa: monitorización
materna y fetal, vías venosas permeables y administración de cristaloides, sonda vesical y
registro de diuresis, pruebas sanguíneas básicas y estudio de coagulación.
El test del coágulo puede realizarse colocando 5mL de sangre de la paciente en un tubo sin
anticoagulante. Si en 10 minutos no se ha formado un coágulo signifca que el fbrinógeno está
anormalmente bajo. Desde el punto de vista de reemplazo de productos sanguineos debe
considerarse lo siguiente:
-
-
-
El manejo posterior del DPPNI depende de si el feto está vivo o muerto, y del estado materno.
Si el feto está vivo y tiene más de 34 semanas de gestación el embarazo debe interrumpirse. Si
existe compromiso materno y/o fetal, y el parto vaginal se considera no posible, debe
practicarse operación cesárea. En presencia de bradicardia fetal, un intervalo menor o igual a
20 minutos entre la decisión y la operación cesarea se relaciona con un mejor pronóstico fetal
que intervalos mayores.
Cuando el feto está muerto el parto vaginal puede ser preferible. La rotura artificial de
membranas es una maniobra que en los casos de desprendimiento favorece la resolución
vaginal.
En embarazos siguientes las pacientes afectadas tienen un riesgo mayor en varias veces de un
nuevo desprendimiento. El riesgo de recurrencia ha sido reportado entre 5 y 15% vs 0.4 a 1.3%
en la población general. Este riesgo aumenta si hay dos desprendimientos sucesivos, en
hermanas de mujeres afectadas y después de un desprendimiento severo (22, 23).
Hemorragia del postparto es una emergencia obstétrica que se presenta después de un parto
vaginal o cesárea. Es causa de morbilidad materna mayor (primera causa obstétrica de ingreso
a unidades de cuidado intensivo) y la primera causa de muerte materna en el mundo (25% de
las cerca de 500000 muertes que ocurren cada año). El riesgo de mortalidad es menor en los
países desarrollados (1/100.000 nacidos vivos) vs. los subdesarrollados (1/1.000 nv).
Incidencia
La incidencia en Chile es similar a la de los países desarrollados y varía según su defnición.
Tradicionalmente se la ha definido como la pérdida mayor a 500mL en las primeras 24 horas
del post parto vaginal y mayor a 1000mL después de una operación cesárea. Sin embargo se ha
demostrado que 40% de las pacientes pierde más de 500mL después de un parto vaginal, y
30% pierde más de 1000mL después de una cesárea electiva (Figura 1), lo que señala que las
pérdidas estimadas son habitualmente la mitad de las pérdidas reales. Por esta razón la
defnición operacional debe considerar a toda mujer con sangrado genital excesivo después del
parto y la aparición de signos y síntomas de hipovolemia e inestabilidad hemodinámica
(hipotensión, taquicardia, oliguria, baja saturación de oxígeno) (24-26).
Figura 1.
(0,12MB).
La Tabla 3 resume las causas de hemorragia postparto. El 80% de ellas son atribuibles a inercia
o atonía uterina (ausencia de retracción uterina). Ella se relaciona con sobredistensión uterina
(embarazo múltiple, macrosomía), infección uterina, ciertos medicamentos, trabajo de parto
prolongado, inversión uterina y retención placentaria. Las otras causas tienen que ver con
laceraciones del canal del parto o rotura uterina, y con defectos de coagulación (preclampsia
severa, síndrome HELLP, DPPNI, muerte fetal, embolía amniótica y sepsis).
Tabla 3.
Tono •
Inercia uterina
•
Inversión uterina
•
•
Rotura uterina
Trauma
•
Restos placentarios
•
Acretismo placentario
Tejidos
•
Coagulopatías
•
Alteración plaquetaria
Trastornos de Coagulación
Las mujeres que han tenido una hemorragia postparto la pueden presentar en el embarazo
siguiente con un riesgo de 10% de recurrencia.
Prevención
Tratamiento
-
Manejo inicial: evaluación hemodinámica, sonda vesical, vías venosas lo más gruesas posibles
(teflón 16).
-
-
El tratamiento mecánico incluye masaje uterino bimanual con vejiga vacía y “packing” uterino
con gasa o balón.
El tratamiento quirúrgico incluye suturas de lesiones del canal del parto, ligadura de arterias
uterinas, ligadura de arterias ováricas, uso de suturas compresivas del útero (B Lynch), ligadura
de arterias hipogástricas, histerectomía, embolización arterial y “packing” pelviano (30, 31).
Figura 2.
(0,11MB).
Resultados
Eclampsia
Tabla 4.
•
•
Proteinuria:
≥ 3 grs en 24 horas.
•
Síntomas SNC:
•
•
Daño hepatocelular:
•
Trombocitopenia:
Plaquetas 1<00.000/mm3
•
Síndrome HELLP
•
Oliguria:
5<00mL/24 horas
•
•
•
(*)
Incidencia y epidemiología
Clínica y diagnóstico
Durante y después de la convulsión es frecuente que haya bradicardia fetal. Ella no requiere
operación cesárea de emergencia. Estabilizada la madre lo esperable es que el feto se
recupere in utero.
Diagnóstico diferencial
•
•
Encefalopatía hipertensiva
•
•
•
•
Epilepsia
•
Vasculitis cerebral
Manejo
El ABC (airway, breathing, circulation) de resucitación es válido en el tratamiento primario de
la eclampsia: vía aérea permeable, respiración y vía venosa. A continuación las medidas
terapéuticas deben pretender:
Manejar la hipertensión severa. Casi 20% de las muertes por eclampsia son por accidentes
vasculares encefálicos secundarios a la hipertensión severa. Cifras diastólicas mayores o
iguales a 110mmHg (o sistólicas mayores de 160) obligan a usar antihipertensivos de acción
rápida. Hoy usamos Labetalol (10 a 20mg ev y doblamos la dosis cada 10 minutos, hasta
80mg). La presión arterial no debe bajarse más de 140mmHg la sistólica y más de 100 o
90mmHg la diastólica.
En caso de convulsiones persistentes puede usarse una nueva dosis de sulfato de magnesio en
bolo (2g) o amobarbital sódico o diazepam.
Pronóstico
Tabla 5.
Complicaciones de eclampsia
Complicaciones Frecuencia, %
Hematoma hepático 1
Sibai, BM.2005
A largo plazo las mujeres que han presentado preeclampsia-eclampsia tienen más riesgo de
desarrollar hipertensión cronica y patología cardiovascular (42, 43).
Recurrencia
Prevención
Aún cuando existen casos de eclampsia que se consideran no prevenibles (inicio súbito,
postparto tardío), la búsqueda de factores responsables ha mostrado que error médico y
ausencia de control prenatal dan cuenta de más de la mitad de los casos.
El embarazo y el puerperio constituyen factores de riesgo para trombosis venosa (TV), con una
incidencia que varía entre 4 y 50 veces más que en la mujer no embarazada. La incidencia
absoluta es de 1/500 a 2.000 embarazos. En los Estados Unidos el tromboembolismo pulmonar
(TEP) es la primera causa de mortalidad materna (20% de las muertes), por sobre hemorragia
materna (17%) e hipertensión arterial (16%). El riesgo de TV aumenta al doble en operación
cesárea respecto de parto vaginal, y es más frecuente en la extremidad inferior izquierda (46-
53).
Patogenia
Diagnóstico
Tabla 6.
RX Dental 0.01
Mamografía insignificante
TC abdomen 250
PROCEDIMIENTO DOSIS fETaL (MRaD) PaRa ESTUDIO PROMEDIO
Maternal-Fetal Toxicology, 2nd Ed, Koren, G(Ed) 1994 Eur Heart J. 2000; 21:1301
Tratamiento anticoagulante
La dosis inicial es dalteparin 200U/kg una vez al dia, tinzaparin 175U/kg una vez al dia,
dalteparin 100U/kg cada 12 hours, o enoxaparina 1mg/kg cada 12hrs. Algunos controlan el
tratamiento midiendo niveles de anti Xa.
Si se utiliza heparina ev, la dosis inicial es un bolo de 80U/Kg/hora para seguir con una infusión
continua de 18U/Kg/hora. La dosis se titula para mantener un TTPA que corresponde a un nivel
de anti Xa de 0.3 a 0.7 U. Si la heparina se usa sc, la dosis inicial debe ser 17500 U cada 12
horas y luego se titula la dosis de igual modo.
En casos aún más severos, la suspensión del tratamiento anticoagulante debe asociarse a la
colocacion de un filtro en vena cava inferior. Las indicaciones de colocación de estos filtros
durante el embarazo son las mismas que se consideran sin embarazo.
Incidencia
Es una patología rara, cuya incidencia se estima en un caso cada 8000 a 80.000 partos. Un
estudio reciente estimó la incidencia de embolía de líquido amniótico en 1/15.200 y 1/53.800
partos en Estados Unidos y Europa, respectivamente (58, 59).
Factores de riesgo
Fisiopatología
Clínica
El inicio de los síntomas ocurre más frecuentemente durante el trabajo de parto y durante el
parto mismo, o inmediatamente después del parto. Los hallazgos clínicos más frecuentes son
el inicio abrupto y fulminante de hipotensión por shock cardiogénico, hipoxemia por
insuficiencia respiratoria y coagulación intravascular diseminada. La hipoxemia causa
alrededor del 50% de las muertes que ocurren en la primera hora. El sangrado prolongado de
los sitios de punción o de los sitios quirúrgicos son la manifestación más frecuente del
trastorno de coagulación.
Diagnóstico diferencial
Diagnóstico
Se sospecha cuando existe shock o insuficiencia respiratoria durante el trabajo de parto, parto
o postparto (60-62).
Manejo
La resolución del parto inmediata debe ser evaluada caso a caso, y la vía de parto también
dependerá de la condición de cada paciente en particular. Si se decide practicar una operación
cesárea, generalmente la intervención debe asociarse al uso de sangre, plasma fresco
congelado, plaquetas y crioprecipitado.
Resultado perinatal
Distocia de hombros
La Joint Commission de los Estados Unidos recomienda, al igual que en otras emergencias
obstétricas, que se realicen ensayos periódicos que permitan mantener al personal preparado
para enfrentarla (65, 66).
Fisiopatología
El diámetro biacromial del feto entra a la pelvis normalmente en un ángulo oblicuo, con el
hombro posterior por delante del anterior, y rotando a la posición antero-posterior al final
cuando el polo cefálico ha hecho la rotación externa. En ese momento el hombro anterior
queda bajo la sínfisis pubiana para su salida. Si los hombros permanecen en una posición
antero-posterior durante el descenso o si descienden simultáneamente y no secuencialmente,
el hombro anterior puede impactarse detrás de la sínfisis pubiana y el hombro posterior queda
atascado por el promontorio sacro. Las lesiones neonatales pueden resultar de daños
prenatales, traumas del parto o de las maniobras para extraer al niño. La compresión del
cordón umbilical puede causar acidemia fetal.
Diagnóstico
Es subjetivo. Se sospecha cuando la cabeza fetal se retrae hacia el periné (signo de la tortuga)
después de su salida, debido a la tracción reversa de los hombros impactados en el estrecho
inferior de la pelvis. El diagnóstico se confirma cuando la tracción rutinaria de la cabeza fetal
no logra completar el parto del hombro anterior. Un tiempo mayor de 60 segundos entre la
expulsión de la cabeza y el cuerpo fetal se asocia a recién nacidos de mayor peso, Apgar más
bajo al minuto y mayor frecuencia de traumatismos fetales.
Manejo
Pretende desimpactar el hombro anterior desde detrás de la sinfisis del pubis rotando el
tronco fetal o permitiendo el parto del hombro posterior. En general, el operador tiene hasta 7
minutos para extraer a un recién nacido de término previamente bien oxigenado antes que
aumente el riesgo de asfixia. No hay estudios randomizados que comparen los resultados de
las distintas maniobras. El consenso general es que ninguna de ellas es claramente superior
para resolver la distocia y prevenir el daño fetal (67-69).
Medidas generales
Maniobras
Presión suprapúbica: un asistente aplica presión suprapubiana sobre el hombro anterior hacia
abajo y lateralmente, hacia la cara fetal, en conjunto con la maniobra de McRoberts.
Rubin: causa aducción del hombro fetal de modo que los hombros se desplacen desde el
diámetro anteroposterior de la pelvis, permitiendo que el hombro posterior entre a la pelvis.
Con anestesia adecuada, el operador introduce una mano en la vagina, por detrás del hombro
posterior y lo rota hacia anterior, hacia la cara fetal. Alternativamente se puede intentar el
desplazamiento del hombro anterior, si éste está más accesible.
Woods: rota el feto ejerciendo presión sobre la superficie clavicular, anterior, del hombro
posterior para rotar al feto hasta que el hombro anterior emerge desde detrás de la sinfisis del
pubis. El operador usa la mano para empujar la clavícula del hombro posterior y rotar al feto
en 180 grados en dirección del reloj. No deben rotarse la cabeza o el cuello fetales. Puede
combinarse con la maniobra de Rubin.
Parto del hombro posterior: o maniobra de Barnum. Se introduce una mano en la vagina para
localizar el hombro posterior y se aplica presión sobre el codo a nivel de la fosa antecubital.
Esto flecta el codo y permite tracionar el antebrazo o la mano, y extraer el brazo fuera de la
vagina. Si el hombro anterior no sale ahora, el feto puede ser rotado y se repite el
procedimiento para el hombro anterior transformado en posterior.
Complicaciones
-
Neonatales: series que incluyen más de 100 casos de distocia de hombros han reportado
parálisis transitoria del plexo braquial (3.3 a 16.8%), fractura de clavícula (1.7 a 9.5%), fractura
de húmero (0.4 a 4.2%), parálisis braquial permanente (0.5 a 1.6%), y muerte (0 a 0.35%). Debe
recordarse, sin embargo, que estas lesiones han sido reportadas en ausencia de retención de
hombros e incluso después de una cesárea (70).
-
Prevalencia
Etiología
Tabla 7.
•
•
•
•
Causas infecciosas/sepsis
•
•
•
•
-
-
desplazamiento lateral del útero hacia la izquierda si el útero está sobre el ombligo para
minimizar la compresión aortocava. Existe un estudio randomizado que muestra mejores
resultados con el desplazamiento manual del útero que con el desplazamiento de la mesa
quirúrgica.
-
iniciar el ABC de resucitación cardiopulmonar. Manejo agresivo de la vía aérea. Intubar tan
pronto como sea posible, proteger de la aspiración. Restauración agresiva del volumen
circulatorio, incluyendo el uso de productos sanguíneos si parece necesario.
La vía aérea es fundamental porque las embarazadas tienen más riesgo de hipoxemia por una
disminución de su capacidad residual funcional y aumento del consumo de oxígeno. Las
compresiones torácicas deben ser con la mano más cefálica que en mujeres no embarazadas
(discretamente sobre el centro del esternón). Las vías venosas deben ser en extremidades
superiores o cuello. En ausencia de vía venosa permeable algunos medicamentos pueden
administrarse por el tubo endotraqueal (lidocaína, atropina, epinefrina).
-
-
si el útero está a más de 4 dedos sobre el ombligo, iniciar a los 4 minutos de maniobras
infructuosas la operación cesárea (perimortem) de modo de extraer al feto no mas allá de 5
minutos de ocurrido el paro. La extracción fetal puede favorecer la sobrevida materna. Estos
tiempos recomendados se basan en que el daño cerebral irreversible puede ocurrir, en
ausencia de embarazo, después de 4 a 6 minutos de anoxia, y las embarazadas se hacen
anóxicas antes (76, 77).
Tabla 8.
La edad gestacional mínima para considerar una cesárea perimortem es controversial, pero la
mayor parte de los centros terciarios considera actualmente 24 semanas.
-
Todas las medicaciones que se usan en el estado de no gravidez deben utilizarse en la mujer
embarazada.
-
Si a los 15 minutos no hay respuesta, iniciar masaje cardíaco directo si eso es posible.
-
-
-
Resultado materno: Un estudio multicéntrico reportó los resultados en 55 mujeres con paro
cardíaco durante el embarazo, incluyendo 12 mujeres sometidas a cesárea permimortem. Un
15% (8/55) de las mujeres sobrevivieron. Los casos sometidos a operación cesárea no tuvieron
sobrevida mayor, si bien ninguno de esos casos fue en los primeros 5 minutos.