Historia de Seguridad Industrial

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Colegio de Educación Profesional Técnica del Estado de Sinaloa.

Conalep Mazatlán I 046

Atención al Huésped Cliente


Control y protección de Riesgos en Instalaciones
Físicas

Resumen

Letty Bastidas
Grupo: 206

Mazatlán, Sinaloa. Marzo 6 de 2021


COLEGIO DE EDUCACIÓN PROFESIONAL TÉCNICA
DEL ESTADO DE SINALOA

PLANTEL MAZATLÁN I

Control y Prevención de Riesgos en


Instalaciones Físicas
Protección civil e higiene

Erika Elizabeth Bousieguez Rochin


Grupo: 206

Mazatlán, Sinaloa. Marzo 6, 2021


Historia de seguridad industrial

Desde los albores de la historia, el hombre ha hecho de su instinto de


conservación, una plataforma de defensa ante la lesión corporal; tal esfuerzo
fue probable en un principio de carácter personal, instintivo-defensivo. Así
nació la seguridad industrial, reflejada en un simple esfuerzo individual más
que en un sistema organizado.

Ya en el año 400 A.C., Hipócrates recomendaba a los mineros el uso de


baños higiénicos a fin de evitar la saturación del plomo. También Platón y
Aristóteles estudiaron ciertas deformaciones físicas producidas por ciertas
actividades ocupacionales, planteando la necesidad de su prevención. Con la
Revolución Francesa se establecen corporaciones de seguridad destinadas a
resguardar a los artesanos, base económica de la época.

La revolución industrial marca el inicio de la seguridad industrial como


consecuencia de la aparición de la fuerza del vapor y la mecanización de la
industria, lo que produjo el incremento de accidentes y enfermedades
laborales. No obstante, el nacimiento de la fuerza industrial y el de la
seguridad industrial no fueron simultáneos, debido a la degradación y a las
condiciones de trabajo y de vida detestables. Es decir, en 1871 el cincuenta
por ciento de los trabajadores moría antes de los veinte años, debido a los
accidentes y las pésimas condiciones de trabajo.

En 1833 se realizaron las primeras inspecciones gubernamentales; pero hasta


1850 se verificaron ciertas mejoras como resultado de las recomendaciones
hechas entonces. La legislación acortó la jornada, estableció un mínimo de
edad para los niños trabajadores e hizo algunas mejoras en las condiciones
de seguridad. Aunque se tardó en legislar éstas mejoras ya que los
legisladores no le daban el valor que se merecía a las vidas humanas.

No obstante, los legisladores tardaron demasiado en legislar sobre el bien


común del trabajador, pues los conceptos sobre el valor humano y la
capitalización del esfuerzo laboral no tenían sentido frente al lucro
indiscriminado de los empresarios. Sin embargo, suma a su haber el
desconocimiento de las pérdidas económicas que esto les suponía; y por otro
lado el desconocimiento de ciertas técnicas y adelantos que estaban en
desarrollo, con las cuales se habría evitado muchos accidentes y
enfermedades laborales.

Lowell, Mass., una de las primeras ciudades industriales de los Estados


Unidos de Norteamérica, elaboró tela de algodón desde 1822. Los
trabajadores principalmente mujeres y niños menores de diez años
procedentes de las granjas cercanas, trabajaban hasta catorce horas. Nadie
sabrá jamás cuántos dedos y manos perdieron a causa de maquinaria sin
protección. Los telares de algodón de Massachusetts, en aumento, usaron la
fuerza de trabajo irlandesa asentada en Boston y alrededor, proveniente de
las migraciones cruzadas por el hambre. El material humano volvió a
abundar en los talleres, así como los accidentes. En respuesta, la legislatura
de Massachusetts promulgó en 1867 una ley prescribiendo el nombramiento
de inspectores de fábrica. Dos años después se estableció la primera oficina
de estadística de trabajo en los Estados Unidos. Mientras, en Alemania se
buscó que los patrones suministrasen los medios necesarios que protegieran
la vida y salud de los trabajadores. Poco a poco los industriales tomaban
conciencia de la necesidad de conservar al elemento humano. Años más
tarde, en Massachusetts, habiéndose descubierto que las jornadas largas son
fatigosas, y que la fatiga causa accidentes, se promulgó la primera ley
obligatoria de 10 horas de trabajo al dispar la mujer. En 1874 Francia
aprobó una ley estableciendo un servicio especial para inspección de talleres
y, en 1877. Massachusetts ordenó el uso de resguardos en maquinaria
peligrosa.
En 1833, se pone la primera piedra de la seguridad industrial moderna
cuando en París se establece una empresa que asesora a los industriales. Pero
es hasta este siglo el tema de la seguridad en el trabajo alcanza su máxima
expresión al crearse la Asociación Internacional de Protección de los
Trabajadores. En la actualidad la OIT. Oficina Internacional del Trabajo,
constituyen el organismo rector y guardián de pos principios e inquietudes
referentes a la seguridad del trabajador en todos los aspectos y niveles.

Antecedentes importantes:
400 A.C. Hipócrates, conocido como el padre de la medicina, realizo las
primeras observaciones sobre enfermedades laborales

Aproximadamente 500 años más tarde Plinio "El Viejo”, un médico romano.
Hizo referencia a los peligros inherentes en el manejo del zinc y del azufre y
propuso lo que pueden haber sido el primer equipo de protección
respiratoria, fabricado con vejigas de animales, que se colocaban sobre la
boca y nariz para impedir la inhalación de polvos.

Fue en 1473 cuando Ulrich Ellembog escribió su libro sobre las


enfermedades relacionadas con el ambiente de trabajo y como prevenirlos,
he hizo renacer el interés de esta área.
En 1556 fue publicado el libro más completo en la descripción de los riesgos
asociados con las actividades de minería, su autor "Georgious Agrícola", en el
que se hacen sugerencias para mejorar la ventilación en las minas y fabricar
máscaras, que protejan efectivamente a los mineros; se discuten ampliamente
los accidentes en las minas y sus causas; describe los defectos del "pie de
trinchera "; el cual es una enfermedad debida a la exposición de los pies por
largo tiempo a la humedad a las minas; también trata de silicosis;
enfermedad producida en los pulmones y causada por la inhalación de
polvos de silicio o cuarzo.

Durante ese siglo el doctor Paracelso, observo durante cinco años a los
trabajadores de una planta de fundición y publicó sus observaciones, este
libro reforzó el interés en el estudio sobre la toxicidad del mercurio y otros
metales.
Fue hasta el siglo XVII cuando Bernardino Ramazzini inició la práctica de lo
que actualmente se conoce como medicina del trabajo, al escribir de manera
sistemática y ordenada las enfermedades relacionadas con los diferentes
oficios que se desarrollaban en aquella época.

Ramazzini siempre pugnó porque el ejercicio de la medicina del trabajo se


llevara a cabo en los lugares de trabajo y no en el consultorio médico.

Más tarde con el inicio de la revolución industrial en Europa, los procesos y


ambientes de trabajo se transformaron radicalmente, la principal
característica de este periodo fue el inicio del uso de máquinas con el
objetivo de aumentar la velocidad con que se desarrollaba el trabajo y
mediante este método, incrementar también la productividad y las
ganancias.

Desde luego estos cambios repercutieron en la salud y bienestar de los


trabajadores, en la mayoría de los casos de manera negativa; los accidentes de
trabajo incrementaron su incidencia y aparecieron enfermedades
profesionales hasta entonces desconocidas creadas por los nuevos agentes
agresores utilizados durante los procesos de trabajos.

A partir de esos años y a causa de las causas múltiples propuestas y revueltas


de los obreros contra semejantes condiciones de trabajo, se fue formando
una conciencia internacional referente a la conveniencia de cuidar la salud
de los trabajadores por dos motivos fundamentales, el primero consiste en el
derecho de todo ser humano tiene de trabajar y vivir en el mejor nivel
posible; y en segundo lugar por factores económicos ya que es aceptable que
la productividad está estrechamente ligada a la salud de los trabajadores.

En los últimos treinta años, la salud en los trabajadores y las medidas para la
disminución de los accidentes se ha desarrollado aceptablemente en la
mayoría de los países industrializados, sin que esto quiera decir que han
resuelto todos sus problemas al respecto, pero han avanzado de manera
trascendente en aspectos como la implantación del servicio de salud en el
trabajo y en las empresas, la formación de recursos humanos dedicados a esta
área del conocimiento, la promulgación de leyes y normas para regir de
modo más justo el desempeño del trabajo.
Ante este panorama, adquieren mayor valor las acciones individuales,
colectivas, institucionales, nacionales o internacionales que se efectúan con
un afán real de colaborar en las mejoras de las condiciones de higiene y
seguridad industrial.
Charles Trackrak escribió un libro sobre riesgos en diversas industrias, pero
la más importante fue la que declaró "cada patrón es responsable de la salud
y seguridad de sus trabajadores”.

A fin siglo XVII y principios del XIX en Inglaterra, el gobierno comenzó a


preocuparse por las condiciones laborales, esto a raíz de un incendio en
Londonderry, Irlanda, en un barrio de talleres de confección de ropa y el
cual costo más de 600 vidas, el parlamento ingles nombro una comisión
investigadora, para evaluar la seguridad e higiene en los centros de trabajo.
Las malas condiciones que fueron encontradas, dieron como resultado que
en 1833 se promulgara la "Ley sobre las fábricas” esta era la primera vez que
un gobierno mostraba un real interés por la salud y seguridad de los
trabajadores.
La OIT fue creada en 1919, como parte del Tratado de Versalles que
terminó con la Primera Guerra Mundial, y reflejó la convicción de que la
justicia social es esencial para alcanzar una paz universal y permanente.

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